You are on page 1of 5

UNIVERSIDAD CATOLICA LOS ANGELES DE CHIMBOTE

Crecemos contigo
SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA

CENTRO DE ULADECH:

HUARAZ

FACULTAD:

DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

ESCUELA PROFESIONAL:

DERECHO

APELLIDOS Y NOMBRES:

ROSAS ONCOY SESSY VANESSA

ASIGNATURA:

ORATORIA FORENSE

CICLO:

VII

DOCENTE:

Abog. TREJO ZULOAGA CIRO

TEMA:

ORATORIA, DELIBERACION Y JUICIO

HUARAZ – ANCASH – PERU

2018
ORATORIA, DELIBERACIÓN Y JUICIO

La naturaleza del juicio surge de un proceso de deliberación. En consecuencia, quien (o


quienes) delibera debe tener y conocer la retórica. ¿En que se basa el estudio de la
retórica? EI estudio se basa precisamente, en el entendimiento de empatía y en la
reflexión moral-ética. Para ello es necesaria la descripción detallada de la naturaleza de
la deliberación política, jurídica, y obviamente, de su posible relación con el juicio que
esa conexidad da pie al surgimiento.

¿En qué consiste la tarea?

En dominar la facultad de expresar en forma persuasiva, en donde los argumentos


propuestos siempre tienen la tendencia de ser específicamente recibidos precisamente
por esas almas que se van convirtiendo progresivamente en personas entusiastas de
conocer el mensaje.

¿Que requiere el orador?

La aptitud del orador es tener un conocimiento profundo de las almas o de sus


conductas comportamientos a las que él desea persuadir. Un auténtico arte de la
Retórica debe fundamentarse básicamente, en un conocimiento de la receptividad de la
conducta de las personas entusiasmadas y motivadas en los mensajes, es el
conocimiento hermenéutico.

Convencer es más difícil que persuadir. Los que convencen son los más llamados a la
retórica elocuente; los que persuaden son retóricos con poca prudencia. Si no se logra
probar en lo dicho sobre el llamado conocimiento y la persuasión, este modo de verdad
es precisamente común a la Retórica y a la Hermenéutica.

Según Aristóteles, la retórica es un estudio del juicio político, encargada de examinar las
cualidades de juicio que han de capacitar a un orador político: en sus arengas y en sus
discursos ante el pueblo. En estos mensajes el orador político progresivamente, en
merito a la realidad contextual va seleccionando los modos y las formas más
satisfactorias de la actividad persuasiva. Plantea la relación entre los juicios de las
asambleas políticas (mítines, certámenes) y los procesos de deliberación que han de
culminar necesariamente en el juicio (resultado deliberado) o el extracto del acuerdo.
En uno u otro caso, se muestra que el arte de la retórica es un ingrediente necesario
para hacer juicios: del impulsor del mensaje como del receptor del mismo. Una
investigación acerca de la retórica es posible realizar simultáneamente con una
investigación acerca del juicio político.

TIPOS DE RETÓRICA

El padre e iniciador práctico de la retórica, es Aristóteles, logro distinguir tres tipos de


retórica, que adecuándolos a la realidad actual se presenta de la siguiente manera:

- Política o deliberativa: Todas las cuestiones políticas suscitadas en la realidad


política, para que tengan asidero real, requieren necesariamente de una serie de
deliberaciones, preferentemente entre los más connotados especialistas del acontecer
político: politólogos y afines.

- Epideitica o ceremonial: Es muy usual en las reuniones ceremoniales comunes que


se presentan con frecuencia en las distintas realidades, con la presencia física y
espiritual de académicos, plenipotenciarios, funcionarios y servidores de las distintas
jerarquías socioculturales, así como los que pertenecen al populorum de una sociedad.

- Forense o jurídica: Se refiere obviamente a la expresión locuaz que hace el abogado


en defensa del interés social y la búsqueda de la justicia. Aristóteles expresa con
elocuencia un interés especial referido a la Retórica Jurídica, que fuera (y es) el foco de
atención predominante entre los sofistas, tratando de diferenciar de la retórica política,
por la escasa atención prestada a esta última, cuando se pone en práctica la anterior.

En la oratoria política hay poco aliciente para decir y hablar de cosas triviales, trata en la
mayoría de casos, de aspectos muy generales. Esto en razón de que la política es pues
un asunto noble y apreciado precisamente para ciudadanos involucrados en hacer
extensiva la práctica política. En cambio, en los llamados juicios jurídicos los asuntos
que han de resolverse pertenecen a otros, ajenos a los intereses de los juzgadores; en
consecuencia, es poco probable que los jueces se esfuercen por juzgar imparcialmente.

Se preocupan poco en la celeridad procesal, más bien arguyen hacer extensivo un Auto
o una Resolución, obstaculizando el desarrollo del proceso. En un debate político
general, local, regional, congresal u otros, el que está formándose un juicio está
simultáneamente tomando una decisión acerca de sus propios intereses vitales, que es
la razón de ser del aludido debate.
El buen orador debe dominar, entre otros aspectos las siguientes cuestiones:

a) un entendimiento del carácter y la bondad del ser humano en sus diversas formas y
variantes,

b) un entendimiento de las emociones, con el objeto de poner al público en el buen


humor,

c) una capacidad de razonar Ilógicamente, ofreciendo pruebas en el campo del discurso.

Es decir, el orador debe dominar las diversas formas del raciocinio, para que tenga
oportunamente los mejores argumentos posibles.

Estas tres Fuentes de persuasión señaladas por Aristóteles, pretenden agotar el estudio
respecto al arte de la retórica: emoción de los miembros de la Sala Colegiada, carácter
del orador y verdad de los argumentos propuestos. Es decir, la persuasión en cada caso
debe alcanzarse, actuando sobre el estado emocional coyuntural de los jueces y otros
magistrados; proporcionándoles la correcta (y bien estudiada) impresión del carácter del
orador; probando la verdad de las afirmaciones propuestas.

EL HABLA RETORICA

La oratoria deliberativa tiene la función de recomendar los posibles fines que se deben
seguir, el habla retórica fija el "blanco" al que se debe "apuntar". La retórica tiene un
espacio ganado dentro de la teleología. Lo recomendable es, no emplear la retórica para
alcanzar fines, -como aparentemente se quiere entender-, nuestros fines ya están
situados en un medio retorico, forjado constitutivamente por este medio.

La retórica opera cuando se está buscando un resultado favorable, conquistando la


simpatía de los oyentes, sino a su vez cuando el orador sabe, que palabras serán
recibidas con hostilidad y resistencia. Al respecto, lo aconsejable es adherirse al modelo
tradicional, que pudiese servir para la interpretación de la retórica, iniciando por discernir
de lo que se desea, sus fines, eligiendo a continuación el medio más eficaz. Pero ello no
es suficiente, requiere de otras pruebas más consistentes. A mayor abundamiento, el
empleo de la retórica pretende cubrir un campo cada vez más amplio y en distintas
dimensiones. se distingue tener una gran virtud: persona de propósito moral y de juicio.
Siendo así, el solo se está recomendando, porque el público lo juzgara en forma
imparcial su talento y su virtud. En Francia, Mirabeau reunía estos requisitos, que
superaban ampliamente a su figura física. La presentación de un discurso, obviamente,
mediada por la oratoria, tiene que desembocar en un juicio, que ha de ser deliberado por
los oyentes.

You might also like