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MILAGROS EN TU VIDA

Siempre habrán

El médico me dijo “su condición es grave, su diagnóstico es reservado, solo


hay que esperar” , me decía en mi interior, esperar qué?  la Vida o la muerte?.  Una sala fría de
terapia intensiva , en un país al que llegue por 4 días, sin ningún familiar cercano, ni mi iglesia
a la que pertenezco, más aún pensaba cómo pagaría los costos q vendrían?. Desde el pasillo del
hospital trataba de observar la cama donde yacía mi esposo conectado a un respirador.

En momentos así,  las palabras del salmista describían ese instante: “Estoy  debilitado y molido
en gran manera; gimo a causa de la conmoción de mi corazón. Mi corazón está acongojado, me
ha dejado mi vigor, y aun la luz de mis ojos me falta ya. (Salmos 38:8, 10)

En el trayecto de la vida siempre llegan  duros momentos por los que nadie quisiera pasar,
enfermedades, pérdidas de empleo, perdida de un ser querido, desacuerdos, distanciamientos,
etc.  Instantes que podríamos decir Señor, porque a mí?, tal vez diría hice todo bien, no
merezco esto, porque ahora? , y más aún que pasará después, si la situación se complica, seré
capaz de enfrentarla y cómo? .

 Esta etapa de shock y la incapacidad de asimilar la realidad me tomo horas  que a veces se
repetían en el transcurso de los días. Las preguntas saltan a la mente, superaremos esta fase?.
Allí estaba mi oración diciéndole al Señor estas palabras “No me desampares, Oh Jehová,
Dios mío, no te alejes de mí. Apresúrate a ayudarme, Oh Señor, mi salvación” (Salmos 38: 21,
,22). No podría haber mayor fuerza a la que asirme en esos momentos de tanta angustia. Ahora
comenzaba el reto de enfrentar la situación y encontrar alternativas, ver el camino, ver la
salida.

Un par de días antes bajaba del avión con mi esposo, en la expectativa de llevar unas
conferencias a un grupo de jóvenes bautistas en la ciudad de Lima, compartir con una nueva
generación y dejarles retos de esa Fe en la que deben andar en la práctica, ahora me tocaba
vivirla, porque los mensajes fueron preparados todos para nuestras mismas vidas.

En la espera de respuesta de Dios, las primeras horas ya fueron un milagro, no estaba sola, poco
a poco vi llegar a mis hermanos en la fe de la localidad que fueron mi compañía, era como si mi
familia de sangre estuviera allí o los hermanos de mi iglesia vinieran a orar conmigo, su apoyo
no solo era anímico, también fue económico.

En esta circunstancia me di cuenta que mis hijos debían acompañarme, les pedí a los tres
busquen los recursos y lleguen por avión o bus, a pesar que era su tiempo de estudios no había
opción, tenían que estar cerca a su padre y juntos enfrentar cualquier desenlace. Al llegar ellos,
los invite a unirse conmigo en esta oración que había hecho ya en mi conversar con EL “Dios
no te pedimos que lo sanes, te pedimos que hagas tu voluntad y nos des el valor de someternos
a ella”.

Desde las primeras horas, dos frases que mi esposo siempre nos repetía y que eran un slogan en
su vida, vinieron a mi mente, una es “ …la voluntad de Dios, es buena, agradable y perfecta”
Romanos 12:2, estas se repetían en mi mente constantemente, por lo que en mi conversación
personal con Dios le dije que ahora me toca hacer realidad lo que él, mi esposo, siempre nos
ha enseñado y que el mismo estaba viviendo allí en su lecho, .este fue nuestro gran secreto
para sentir paz interior en tiempo de angustia, el desprendernos del padre y esposo, ahora
seria un un descanso, estábamos en las manos de uno más poderoso.
Un médico amigo me llamo y me dijo, hoy oraba por Uds. y me compartio su lectura de la
Biblia Mejor es confiar en Jehová Que confiar en el hombre.  Mejor es confiar en Jehová. Que
confiar en príncipes. Salmos 118:8-9 Reina-Valera , a veces , me dijo, esos príncipes somos los
médicos, pero recuerda tu confianza es Jehová.

Entre los muchos milagros, porque viví claramente solo momentos de milagros, uno fue ver
como una joven médico, miembro nuestra iglesia pero por ahora radicada en Brasil, al conocer
detalles de la situación, Dios puso en su corazón que debía estar lo más pronto con nosotros,
adquirió su boleto aéreo, igual viendo milagros en el proceso, se unió a acompañarnos los
primeros días, fue realmente de bendición su presencia, en especial la interacción con los
médicos, hacer el traslado de un hospital a otro por la disponibilidad de cama e ingreso a sala
de terapia intensiva.

Una oportunidad cada día, fue que al sentarnos a recibir el informe de los médicos, pudimos
compartirles, una lectura de la Biblia, una oración, y escucharles decir, que reconfortante es
hacerlo, nuestras palabras fueron, Dios hará su voluntad y ustedes son su instrumento. Además
de ellos, todos los momentos de pasar en los centros médicos, fueron especiales, cada instante
se convirtió en oportunidad de de compartir con toda persona a nuestro alcance, invitar volcar
su vida a El, y reconocer que en cada circunstancia debemos reconocer “Dad gracias en todo,
porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” 1 Tesalonicenses 5:18

Otra frase de mi esposo es “El que te invita, paga”, y se las repite a quienes responden al
llamado de servir a Dios. Yo sabía que Dios mismo me había llevado a Lima de manera
planificada desde un año antes, así que estar allí no era casualidad, estuvo en sus planes, pero
habían costos que cubrir, esa frase me daba valor para confirmar en que todo lo que se tendría
que pagar estaría saldado., porque “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta” Filipenses 4:19
, y fue así, que Él nos proveyó los recursos completos.

En el transcurso de los días, fueron acrecentándose signos favorables, trece días después, mi
esposo despertó, entre palabras no tan bien pronunciadas, en su incertidumbre de no saber qué
estaba ocurriendo, el recordaba haber pasado repitiendo las frases de Job 37, 38 y menciono,
que inmensa es la gloria de Dios, y que pequeño que somos nosotros. Podemos leer. “El es
todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder” Job 37:23.
Hoy, hemos retornado a nuestra vida cotidiana, ver a mi esposo, es revivir un milagro que Dios
en su voluntad decidio darnos.
Si tu tienes una situación difícil, que es como un gigante, que piensas que es imposible de
resolver o enfrentar, debes creer en este único Dios, en Jesucristo que vino por nosotros al
mundo para salvar nuestra alma, lee lo que el dice sobre la prueba de su amor a nosotros, “
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16 . El te esta invitando y te dice
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrare a El y
cenare con el y el conmigo”. Apocalipsis 3:20. Fuera de el no hay nada mas porque :Jesus dijo
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie vine al Padre sino por mi” Juan 14:6. Solo
debes una oración sencilla y entregar tu vida El confiando.

Somos muy agradecidos con todos los amigos, conpaneros de trabajo, familiares, hermanos de
nuestras iglesias Bautistas y otras iglesias que se movilizaron a orar, que levantaron fondos y
que estuvieron de manera física o electrónica junto a nosotros y son parte de este milagro,
tanto en nuestro país Ecuador, en Peru y de todos los rincones desde los que se unieron a
nosotros, para la gloria de Dios.

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