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Cristian Torres <torcristian@gmail.

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[Taller de Cuento Básico] Grupo Verde - Actividad DOS -


8 messages

Rubén Fernández <medicnat@hotmail.com> Thu, May 17, 2018 at 10:44 PM


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Actividad dos

(Aunque todavía sigo revisando textos de la actividad UNO, les voy


adelantando este ejercicio para que no se enfríen los que ya terminaron con
la anterior. Seguiré mientras, revisando los textos que faltan).

Si pudiéramos hacer una estadística sobre los errores que se repiten una y otra vez
entre los aspirantes a escritores, seguramente se obtendría una clara tendencia. Así
comprobaríamos que el error más frecuente está relacionado con el conflicto.
Sobre esos errores hablaremos, para ponerlos al descubierto y no caer en ellos.

Todos o casi todos sabemos que como la dramaturgia en el teatro griego, las
historias de los cuentos y las novelas constas de tres partes: planteamiento, nudo y
desenlace. El planteamiento, no por ser la primera parte es la más sencilla: muy al
contrario, es una de las que tenemos que cuidar más, porque es el arranque de la
historia, el momento en el que el lector debería sentirse intrigado y seguir
leyendo.

Por lo tanto es esencial que lo trabajemos bien. Van aquí unas pistas de algunos
errores habituales respecto al conflicto.

Error 1. El planteamiento comienza con una descripción larga del


lugar en que se desarrolla la historia. Se presentan los personajes,
pero no termina de aparecer el conflicto.

Por planteamiento perfectamente podríamos entender que la historia o los


personajes se “presentan”, es decir, se ponen delante del lector. Pero, cuidado
porque no es así.

El planteamiento siempre es el planteamiento del conflicto de nuestra historia.


Y el conflicto es la base de toda historia, escrita, oída o cinematográfica y el
planteamiento debe estar al servicio de él. Eso no quiere decir que los personajes no
vayan a aparecer, por lo general lo hacen, pero el planteamiento no está referido a
ellos.

El conflicto es el problema -o el reto- al que el protagonista deberá enfrentarse


a lo largo de la historia. Es lo que se interpone entre él y su deseo. Puede ser un
conflicto externo –por ejemplo, se sube a su auto, pone la llave de contacto y no
arranca- o puede ser un conflicto interno, es decir, relativo a sus sentimientos, a su
carácter o a su temperamento – la chica que le gusta es católica y sus padres judíos
se opondrían a su relación, por lo que ni siquiera lo intenta.

Es el problema inicial de nuestra historia es lo que hace que el lector se


interese por el relato, es el que crea el dilema de la trama y el que hace nacer la
pregunta que es motor de todas las historias: “¿Qué le pasará ahora al
personaje?”

Sin esa pregunta, no hay historia. Si no hay tensión, intriga por conocer cómo saldrá
de esa, si conseguirá o no su objetivo… el lector no tendrá motivos para seguir
pasando las páginas.

Por eso podemos decir que la esencia de una historia es su conflicto, y que éste
debe aparecer. Cuanto antes, mejor. Especialmente en el cuento: un género muy
breve, que el lector espera terminar de una sola sentada, por lo que el interés del
problema del o la protagonista debe cautivarle desde el comienzo mismo.

Cuando en el planteamiento además presentamos a los personajes (por lo general el


conflicto está referido a ellos) hagamos que aparecen en movimiento. No pensando,
filosofando sobre qué es la vida y para qué vivir. Pesquémoslos en movimiento.
Narremos con verbos.

El conflicto debe quedar claro lo antes posible, sobre todo en un CUENTO. Si


podemos conocerlo en las primeras líneas, mejor que mejor: así el lector quedará
“enganchado” a las historia desde el principio. Un ejemplo puede ser este cuento de
Alberto Moravia:

“Era inevitable: cada vez que Carlo conseguía una chica su amigo Rigamonti se la
soplaba”

En un cuento de longitud normal (entre cuatro y doce páginas), para hacernos a una
idea, lo ideal es que el problema del o de la protagonista apareciera en la primera
página. Para comprobarlo, podemos dar nuestro relato a un amigo (o varios), y
preguntarle: “¿Cuál te parece que es el problema del protagonista?” y “¿En qué
momento del relato te has dado cuenta?”.

En una novela, en cambio, podemos tomarnos un poco más de tiempo. El lector


sabe que va a llevarle más tiempo la lectura, por lo que no le sorprenderá tener que
leer un poco más. De todas formas, no debería esperar más de unos pocos capítulos.
E incluso en el primero o en el segundo ya podría haber “anuncios” de que ese
conflicto va a llegar.

Error 2. No hay conflicto

Como decíamos antes, una historia es la historia del desarrollo de un conflicto. Si


no hay conflicto, no hay cuento.
Una historia no se sostiene simplemente porque ocurran “cosas”. Podríamos
tener un texto en el que el protagonista vaya a comer, encuentre a un viejo amigo,
charlen… Pero si no hay un problema –aunque sea sutil, como la soledad de ese
personaje- para el protagonista la historia no arrancará. El lector se encontrará a sí
mismo leyendo y preguntándose “¿Cuándo empieza la historia?”. Para el lector, la
historia, la intriga, la pregunta mágica (“¿Qué pasará ahora?”) que nos hace pasar
páginas, llega con el conflicto.

En el planteamiento se nos presenta ese conflicto, y allí, comienza el nudo, en él


vemos cómo el personaje protagonista intenta resolver ese conflicto, qué pasos
da, qué problemas encuentra. Muchos dan a esa parte el nombre de trama, y asi el
cuento tendría cuatro partes (pero es solo un problema teórico). En el desenlace,
nos enteraremos de si lo resuelve o no, y cómo cambia su vida con ello.

Por ejemplo, en este texto podemos ver cómo empiezan a pasar cosas a los
personajes, pero no hay ningún conflicto real:

—¿Eres Alberto Flores, mi viejo amigo de la infancia?

—¡Que alegría encontrarte, Carlos! ¿Pero qué haces aquí en Madrid?, ¡Con razón
no te veíamos por ningún lado!

—Vivo en esta ciudad desde hace veinte años, me casé aquí y ejerzo mi profesión,
tengo una clínica y poco a poco les voy transfiriendo el mando a mis hijos porque
los dos son también médicos. Pero tú, Alberto, que tanto te gustaban los negocios,
¿A qué te dedicas?, ¡Cuéntame!

—Bueno, mi querido Carlos, si tienes tiempo te invito a una cafetería y allí


hablamos, porque este clima para tu sensibilidad fresco, yo lo siento frío, ¡vicios de
mi vida mediterránea en Málaga y su tiempo!

—Encantado, vamos al Gran Hotel.

— ¿Te casaste? ¿Tienes hijos? ¿A qué te dedicas?

—Mi querido Carlos, ¡Agárrate!, trabajo en una ONG, desde hace diez años me
decidí, ¡Yo antes siempre criticaba pero nunca hice nada por arreglar la cosas!
Ahora creo haber acertado el camino y estoy contento, hago algo por la gente.

¿Cómo lo ven? Si todo lo que le va ocurriendo al protagonista es bueno, o


esperado (Recibe una buena noticia, se la cuenta a su familia, todos la reciben bien,
van a cenar, pasan una noche estupenda), la historia se hace cansina. Pero qué
pasaría si dijera

—Mi querido Carlos, Agárrate—dijo en voz baja y miró para todos lados—, soy
abogado especialista en mala praxis médica. Ya sabes, lo que comúnmente ustedes
llaman un “carancho”.
Ahí aparece un tema que hace que el lector se interese. Y, en una novela, los
anuncios de ese problema que ha de llegar.

Error 3. El conflicto es como una adivinanza, y no sabemos lo que


ocurre.

Esto suele ser bastante duro para escritores que empiezan, pues existe la leyenda de
que, cuanto más ingenioso es un relato, mejor es. De ahí la existencia de relatos en
los que avanza la trama y no sabemos lo que le ocurre al personaje: le vemos
preocupado, realizando acciones que no comprendemos (haciendo llamadas, por
ejemplo, cuyo significado se nos escapa), y no sabemos lo que le pasa hasta la
sorpresa del desenlace. Y es un error plantear el conflicto de un relato como si
fuera una adivinanza, que no se descubre hasta el final.

Precisamente el conflicto es aquello que el lector debe saber cuanto antes, puesto
que es lo que le incita a seguir leyendo, a intrigarse por el “qué pasara después”.
Si no tiene ni idea de lo que está pasando, sencillamente, abandonará la lectura en la
mayor parte de los relatos.

En los casos más extremos, el escritor que empieza escribe un cuento sin
decirnos QUIÉN O QUÉ es el personaje principal. A veces se trata de un perro,
u otro animal. A veces es una planta, o incluso el alma. Espera que el lector se
intrigue con la identidad del protagonista y disfrute con la sorpresa final. Y podría
ser así en un relato microrrelato (de 5 o 10 líneas), pero no con un relato común
(entre 3 y 10 páginas). Porque al no saber de qué objeto, animal o ser se está
hablando es muy difícil visualizar la historia. Los lectores, cuando leemos un
relato, tenemos por costumbre ver -con nuestra imaginación- lo que está ocurriendo,
como si fuese una película en nuestra cabeza, y esa visión es la que, en parte, nos
ayuda a emocionarnos.

La actividad DOS consistirá en escribir un cuento, o fragmento correspondiente al


comienzo de un cuento que incluya un conflicto. Luego de terminado marcaremos
con color sobre el texto el lugar de aparición del conflicto.
Suerte y trabajo.
Rubén
--
Para información sobre EL SILENCIO DE GALILEO y EL CORAZÓN DE VOLTAIRE, novelas de Luis
López Nieves, visite Ciudad Seva: http://ciudadseva.com.

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electrónico a tallercuentobasico+unsubscribe@googlegroups.com.

ISAAC ALFONSO CASTELLAR COHEN <isalcaco@gmail.com> Fri, May 18, 2018 at 9:56 AM
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Recibido, Ruben. Gracias.


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blanquis maglio <blanquis41@gmail.com> Sat, May 19, 2018 at 10:46 AM
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blanquis maglio <blanquis41@gmail.com> Sat, May 19, 2018 at 10:48 AM


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Cc: Eduardo Hernandez <pioloedo@gmail.com>

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Eduardo Hernandez <pioloedo@gmail.com> Sat, May 19, 2018 at 8:49 PM


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Gracias!
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Miguel Ruiz <lumieac@gmail.com> Sun, May 20, 2018 at 12:31 PM


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Hola, Rubén y compañeros.


Pregunta: ¿Nosotros debemos marcar el conflicto en el texto?
Entendí que marcaríamos luego de terminado, pero como corrección del ejercicio.
Muchas gracias.
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Rubén Fernández <ines.fernandez.harari@gmail.com> Sun, May 20, 2018 at 2:21 PM


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El que pueda marcarlo, lo marca. Si tiene dudas, lo hacemos después.

El domingo, 20 de mayo de 2018, 14:31:36 (UTC-3), Miguel Ruiz escribió:


Hola, Rubén y compañeros.
Pregunta: ¿Nosotros debemos marcar el conflicto en el texto?
Entendí que marcaríamos luego de terminado, pero como corrección del ejercicio.
Muchas gracias.

[Quoted text hidden]

Miguel Ruiz <lumieac@gmail.com> Sun, May 20, 2018 at 2:49 PM


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Bien.
Gracias, Rubén.
[Quoted text hidden]

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