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I) DEFINICIÓN
La toxoplasmosis una infección producida por Toxoplasma gondii, protozoo intracelular
de la subclase Coccidia con amplia distribución en todo el mundo. En las personas
inmunocompetentes, la infección primaria es generalmente asintomática, pero persiste
en estado latente durante toda la vida. En estas personas existe el riesgo de reactivación
cuando haya inmunodepresión y se puede presentar sintomatología. (1)
III) MORFOLOGIA
Taquizoitos: Tienen forma de arco, banana o media luna, de 6 por2 micras; con
una porción más ancha, redondeada y otra más fina o conoide; presentan un
solo núcleo, ubicado en el medio del cuerpo. Gram negativo permitiendo
distinguirlo de hongos y levaduras. Muy sensibles a la acción de los anticuerpos,
al calor, al frio, al jugo gástrico y a las drogas antitoxoplasmaticas específicas.
Ooquistes: Se les observa en las heces del gato infectado, miden de 12,5 x 11
micras; contienen dos esporoquistes ovales y cuatro esporozoítos por
esporoquiste.
IV) CICLO DE VIDA
El ciclo de vida de este parásito puede ser sexual o asexual. El ciclo sexual sólo ocurre
en felinos, ya sea gatos domésticos o especies salvajes, como los leones o los tigres.
Estos animales, que son los hospederos definitivos, alojan las fases de reproducción
sexual del parásito en su intestino y finalmente liberan en las heces unas formas
infectivas llamadas ooquistes, las cuales sobreviven varios meses si el clima es cálido
y húmedo. Los ooquistes esporulan y se activan en el ambiente, y entonces son
peligrosos para muchos otros hospederos, que al ingerir agua o alimentos contaminados
se infectan y desarrollan la infección. Todos los tejidos pueden alojar y permitir la
reproducción intracelular de los Taquizoitos (formas de replicación rápida), por medio
de un fenómeno llamado endodiogenia, una forma de reproducción asexual especial por
bipartición. La respuesta inmune de los individuos sanos ayuda a protegerlos eliminando
a los Taquizoitos, pero algunos de éstos se transforman en bradizoitos (formas de
replicación lenta), los cuales forman una pared dura que los envuelve y protege del
ataque inmunitario. Esta pared crece y forma el quiste tisular, que puede alojar a miles
de parásitos y sobrevive durante toda la vida del hospedero. Los hospederos definitivos
y otros animales carnívoros u omnívoros pueden infectarse por consumir carne cruda
que tenga estos quistes; entonces se desarrollarán Taquizoitos directamente y se
completará el ciclo cuando se conviertan en bradizoitos y formen nuevos quistes
tisulares. En los felinos, algunos parásitos se quedan en el intestino y se convierten en
formas de reproducción sexual. En resumen, los hospederos se pueden infectar por el
consumo de ooquistes (presentes en el ambiente, el agua o los alimentos contaminados
con heces de gatos) o de quistes (encontrados en la carne). Durante la fase de
replicación de los Taquizoitos (fase aguda), una mujer o hembra embarazada puede
transmitirlos a su embrión o feto a través de la placenta, en su paso por la vagina durante
el parto, o bien el recién nacido los ingiere con la leche materna. (3)
Toxoplasmosis Congénita
La toxoplasmosis congénita se produce cuando la madre sufre la primoinfección
por T. gondii durante la gestación, debido a que los trofozoítos de T. gondii sólo
pueden pasar al feto si la madre se infecta por primera vez durante el embarazo
o poco tiempo antes, de esta manera una mujer que ya haya pasado por una
infección por este protozoo quedará inmunizada para embarazos posteriores,
siempre que mantenga su estado de salud adecuado. Cuando el parásito
penetra al cuerpo de la madre y alcanza la sangre, puede llegar a pasar la
barrera placentaria directamente o por alguna lesión, así se produce una
parasitemia en el feto. La cantidad de anticuerpos maternos, el momento de la
infección y el número de microorganismos condicionan las manifestaciones
clínicas que ocurrirán en el recién nacido. Hay que aclarar que mientras avanza
la gestación la función de filtro de la placenta va disminuyendo.
Durante el embarazo si la infección ocurre en el primer trimestre, ésta tendrá
consecuencias graves, aunque es rara, en el segundo las lesiones varían de
ligeras a moderadas y en el tercer trimestre son benignas, pero más frecuentes.
Al comienzo de la gestación esta infección puede ocasionar el aborto, pero si
nace el niño puede presentar secuelas graves, aunque la infección puede
comportarse también como una infección latente, atenuada o ser fulminante y
rápidamente mortal, en este último caso encontramos frecuentemente ictericia y
hepatoesplenomegalia.
En otros casos los síntomas pueden aparecer tiempo después del nacimiento,
comúnmente meses o años más tarde un ejemplo lo constituye la coriorretinitis
que comienza a verse tardíamente en la vida y es generalmente bilateral, lo cual
la hace diferir de la coriorretinitis adquirida, los infantes con la forma atenuada
se muestran hipotónicos, presentan estrabismo y tienen retardo en el
aprendizaje. Cuando la enfermedad es latente, en el período postnatal podemos
observar convulsiones, hidrocefalia y retardo psicomotor. (4)
V) DIAGNÓSTICO
Histopatología:
Pruebas serológicas
Sin embargo, si el anticuerpo IgM es positivo dos o tres semanas después, pero
el anticuerpo IgG permanece negativo, la IgM inicial puede ser un falso
positivo. Los resultados de anticuerpos IgM falsos positivos son un problema
importante en las pruebas serológicas para la toxoplasmosis. Un resultado falso
positivo de la prueba de IgM puede estar relacionado con el factor reumatoide,
los anticuerpos antinucleares y la unión no específica in vitro. (9)
●IgM reactiva e IgG reactiva: en pacientes con infección aguda, es común ver
un resultado positivo para los anticuerpos IgM e IgG, ya que el anticuerpo IgG
aumenta rápidamente después de la infección primaria. Sin embargo, los
anticuerpos IgM pueden persistir durante meses (o años) después de la infección
primaria. Por lo tanto, una prueba de anticuerpos IgM reactiva para la
toxoplasmosis siempre debe interpretarse dentro del contexto clínico. La
confirmación diagnóstica se puede realizar con un método alternativo de prueba
diagnóstica, como la prueba de avidez, especialmente si es importante
comprender cuándo ocurrió la infección (p. Ej., Mujeres embarazadas).
VI) TRATAMIENTO:
El tratamiento de elección es la asociación de pirimetamina con sulfas. Otro
medicamento que también se asocia a la pirimetamina es la clindamicina,
principalmente para toxoplasmosis ocular.
En pacientes inmunosuprimidos con toxoplasmosis es de utilidad atovacuone.
En embarazadas se puede utilizar espiramicina para atacar los parásitos en la
placenta, porque no la atraviesa la barrera placentaria, por lo tanto, no actúa en
el feto.
La inmunidad adquirida ayuda a controlar la infección. La quimioterapia es
supresiva de la proliferación toxoplasmósica, es decir que ataca a los taquizoítos,
pero no cura la infección, porque no erradica los bradizoítos que están en los
quistes, por lo anterior los medicamentos están dirigidos a tratar la infección
activa causada por los taquizoítos, y por lo tanto controla la sintomatología,
especialmente en la fase aguda de la enfermedad. Las personas
inmunocompetentes que adquieren la infección, incluyendo las mujeres no
embarazadas, no requieren tratamiento, tampoco se tratan las personas por sólo
tener anticuerpos sin presentar síntomas. Generalmente se da tratamiento
cuando hay manifestaciones clínicas significativas como la enfermedad aguda
con linfadenopatías, coriorrerinitis activa y las complicaciones, especialmente en
los pacientes inmunocomprometidos.
También se usa medicación para disminuir la reacción inflamatoria en las formas
crónicas, como en la toxoplasmosis ocular.
Para el tratamiento se utilizan varios medicamentos con diferentes esquemas.
Se administra la pirimetamina y sulfonamida, que actúan en forma sinérgica. La
pirimetamina interfiere el metabolismo de ácido fólico en su paso a ácido folínico.
Las sulfonamidas tienen acción competitiva con el ácido para aminobenzoico
(PABA). La pirimetamina de 25 mg con vida media de 5 días.
Para adultos, se da el primer día 4 tabletas y a partir del segundo día 3 tabletas
durante 2 a 4 semanas.
En niños, se da a dosis de 2mg/Kg/día el primer día para continuar con
1mg/Kg/día durante una semana. Se debe realizar controles hematológicos.
De las sulfonamidas se prefiere la sulfadiazina (tabletas de 250 y 500 mg, tiempo
de vida media de 10 a 12 horas), llega a liquido intracelular. Las sulfas se
emplean a dosis de 75 mg/Kg/día hasta 4 grs. Para seguir con 1 gr cada 6 horas
durante 2 a 4 semanas junto con la pirimetamina.
El tratamiento con pirimetamina debe ir asociado con la administración de ácido
fólico.
En Coriorretinitis además se debe asociar con prednisona. (1)
VII) EPIDEMIOLOGÍA:
Transmisión:
La transmisión oral es la principal vía de infección de la toxoplasmosis, bien sea por
consumo de carne cruda o poco cocida llena de quistes o por ingesta de ooquistes
eliminados por las heces de los gatos y esporulados en el medio externo. En este
último caso, las vías habituales de contagio son la contaminación fecal-oral o a
través
de fómites, agua o alimentos contaminados por ooquistes maduros.
La transmisión congénita puede ocurrir cuando la primoinfección de una mujer
coincide con su embarazo, los taquizoítos pueden atravesar la barrera placentaria
e infectar al feto. Existe también la posibilidad de adquirir una toxoplasmosis a partir
de transfusiones de productos hemáticos (sangre total o leucocitos) provenientes
de pacientes en fase de diseminación hematógena o a través de órganos
trasplantados que contengan quistes del parásito en receptores seronegativos.
También se ha descrito la inoculación accidental en personal de laboratorio.
Prevalencia e incidencia:
En el Perú, selva tiene 75%, sierra 17% y costa 40%. Arequipa: semirural 40%,
urbana 28%, gestantes 0,1%.
En las zonas rurales el gato tiene un papel fundamental en la transmisión fecal-oral
de la toxoplasmosis entre los animales, mientras que los quistes contenidos en la
carne de estos animales, cruda o insuficientemente cocida, son probablemente la
principal vía de contagio para el ser humano. Se estima que aproximadamente el
8% de la carne vacuna comercializada, el 20% de la carne porcina y el 25% de la
ovina contienen quistes.
La práctica relativamente frecuente de congelar la carne ha favorecido esta
tendencia descendente ya que, por debajo de 20 °C, la mayoría de los quistes
pierden su viabilidad, aunque no hay certeza de que se destruyan en su totalidad.
Para conseguirlo se precisa la cocción de la carne por encima de 60 °C durante 4
min.
El riesgo de toxoplasmosis congénita está asociado con la parasitemia materna y
posterior placentitis, por lo que la transmisión vertical de la toxoplasmosis sólo
puede ocurrir si la primoinfección coincide con la gestación. (11)