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Metodología para el diseño y evaluación de estrategias curriculares de

Orientación Profesional

El diseño de estrategias de Orientación Profesional en la Universidad debe


sustentarse en el conocimiento de la naturaleza de la motivación que orienta al
estudiante hacia el estudio de la profesión, así como de los recursos personales
que matizan su funcionamiento en el proceso de regulación de la actuación
profesional y que se expresa en la toma de decisiones profesionales.

El diagnóstico de la motivación profesional y de los recursos personales


para la toma de decisiones profesionales

En primer lugar debemos destacar que el objetivo esencial del diagnóstico no es


el conocimiento en sí mismo sino el conocimiento como punto de partida para la
transformación. Esta es una idea importante a destacar por cuanto a diferencia
del diagnóstico tradicional donde el conocimiento del fenómeno a estudiar es su
finalidad, en nuestra concepción el diagnóstico es la base para la orientación, es
decir, para propiciar el desarrollo de las potencialidades funcionales del sujeto
hasta su máxima expresión. Diagnóstico y orientación, por tanto, constituyen una
unidad.

En segundo lugar, concebir el diagnóstico como un proceso, quiere decir que al


conocimiento del fenómeno objeto de estudio no se llega de una vez y por una
sola vía, sino que se llega gradualmente, por aproximación sucesiva y a través
de diferentes vías que se complementan entre sí para llegar a un conocimiento
más completo y objetivo del fenómeno.

En tercer lugar, el diagnóstico de la motivación profesional posibilita un


conocimiento de las propiedades y potencialidades de los sujetos respecto a la
regulación de su actuación profesional a través de la caracterización de su
contenido y funcionamiento.

Principios a tener en cuenta en el diagnóstico de la motivación profesional

Principio de la unidad de lo teórico y lo metodológico en el diagnóstico

Este es un principio básico a tener en cuenta en el diagnóstico. Ninguna técnica


o recurso metodológico puede ser seleccionado o elaborado al margen de la
posición teórica que asume el autor respecto al fenómeno que estudia.
La función de orientador profesional del profesor universitario es posible a partir
del conocimiento de las particularidades y potencialidades de desarrollo
profesional del estudiante. Es por ello que el diagnóstico de la motivación
Profesional, desde esta perspectiva teórica, es concebido como un proceso gradual de
conocimiento de las características y potencialidades de desarrollo de sus aspectos de
contenido y funcionamiento en la regulación de la actuación.

Principio del estudio de la motivación profesional en sus dos planos de


expresión en la actuación del sujeto: el plano interno (reflexivo-valorativo,
vivencial) y externo (comportamental)

Para comprender cómo la motivación profesional regula la actuación del sujeto


es necesario estudiar su expresión en el plano interno y externo de la actuación,
toda vez que ellos conforman una unidad. Es preciso conocer no sólo cuáles son
las reflexiones y vivencias del sujeto respecto a su motivación profesional sino
también cómo éstas se manifiestan en su comportamiento.

Para ello en el diagnóstico de la motivación profesional deben seleccionarse v o


elaborarse técnicas que exploren cómo se manifiestan los indicadores de
contenido y funcionamiento de la motivación profesional en un plano interno a
través de cuestionarios, composiciones, frases a completar y diálogos y en un
plano externo a través de la observación (escalas valorativas, diarios, registros
anecdóticos o del análisis del comportamiento del sujeto en situaciones
experimentales).

Principio de la necesidad de utilización del enfoque clínico en el


diagnóstico de la motivación profesional

Para conocer cómo la motivación profesional regula la actuación del sujeto es


imprescindible partir en el diagnóstico de un enfoque clínico, en virtud del cual
es posible profundizar en el conocimiento del contenido y funcionamiento de la
motivación profesional en un sujeto a partir de un estudio intensivo de su
actuación sobre la base de un sistema de técnicas.
Momentos del diagnóstico de la motivación profesional

Momento conceptual

Siguiendo el principio de la necesaria unidad de lo teórico y lo metodológico en


el diagnóstico es obvio que el primer momento del mismo responda a la
interrogante ¿Qué diagnosticar?

La conceptualización del objeto de estudio, en este caso, la motivación


profesional se desprende de la posición teórica asumida.

El momento conceptual comprende por tanto la definición conceptual de la


motivación profesional y operacional a través del establecimiento de sus
indicadores de contenido y funcionamiento en la regulación de la actuación.

Momento operacional

Este es el momento que responde a la interrogante ¿cómo diagnosticar?

A partir de las definiciones de motivación profesional, e interés profesional,


establecemos los indicadores de contenido y funcionamiento de la motivación
profesional que nos posibilitarán seleccionar y o elaborar las técnicas
psicológicas necesarias para la exploración de la motivación profesional.

Momento exploratorio

Este es el momento de la aplicación de las técnicas para el diagnóstico de la


motivación profesional.

Momento evaluativo y de pronóstico

Este es el momento de análisis de los resultados obtenidos con la aplicación de


las técnicas, es el momento del diagnóstico al cual se llega producto de la
integración de la información obtenida en las diferentes técnicas aplicadas.

Como expresamos anteriormente nuestra concepción diagnóstica implica el


conocimiento no tan sólo de las propiedades, sino también de las potencialidades
que tiene el sujeto para el desarrollo de su motivación profesional.

Es por ello que al diagnosticar podemos pronosticar las posibilidades de


desarrollo de cada sujeto y en el pronóstico incluir las bases para el trabajo de
orientación necesario para lograr el desarrollo posible.
Este momento resulta, por tanto, muy importante ya que constituye el punto de
partida para el trabajo de Orientación Profesional. Ello corrobora nuestra idea de
que el diagnóstico no es un fin en sí mismo sino una premisa necesaria para
elaborar sobre bases científicas el trabajo de Orientación Profesional.

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