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Una danza conforme al corazón de DIOS

Parte I
No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque no lo desecho; porque JEHOVÁ no mira
lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el
corazón
I Samuel 16: 7
¿Qué es la danza? La danza es un lenguaje, es comunicación, es movimiento. Es la expresión externa
de lo que hay en nuestro interior. Con nuestro cuerpo como voceros, podemos expresar un mensaje
claro y precisó. Es una forma de declarar con movimiento s lo que muchas veces las palabras no
logran expresar. Muchas veces una palabra de amor queda vacía si no va acompañada de una mirada
tierna, de un abrazo o de un toque en el hombro. La danza es capaz de quitar lo insípido de ese
mensaje que necesita urgentemente estremecer el corazón. El mensaje llevado de forma corporal nos
acerca y nos conecta profundamente a quien le queremos comunicar.
Jesús vino a la tierra y de forma corporal expresó su mensaje de amor. Un mensaje que trajo
restauración del vínculo original y rompió con la separación entre ÉL y su objeto de amor. Si Jesús con
fuerte, firme y amorosa voz hubiese dicho:: Mis hijos, les amo”, el mensaje de salvación no hubiese
llegado a nuestra vida de forma efectiva. Sin embargo, ÉL decidió hablar aún más fuerte y demostrar
su amor con la danza más hermosa jamás ejecutada, la danza de la Cruz. Mostró Su amor con hechos
además de palabra, Su cuerpo en acción, extendió sus brazos Y nos dijo: “De tal manera les amo,
hasta la muerte”. Hizo que viéramos su amor a través del movimiento más apasionado de la historia.
Ahora bien ¿Por qué no complacer su Corazón a través de la expresión de nuestros sentimientos? El
danzar nos conduce a una relación más íntima con el Rey, como no deleitarse Dios en medio de
nuestra danza si cuando los hacemos, transmitimos un mensaje más real, más vivo, hay sentimientos
que con palabra son difícil expresar porque no encontramos una definición completa con lo que le
podamos decir a Dios lo que tenemos para Él, entonces hacemos de nuestra danza esa expresión
mayor de adoración, añadimos vida al momento, lo volvemos sin condiciones ni reservas, ampliando
nuestro mensaje de adoración, logramos expresar a Dios lo indecible.
Marcos 12:30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente
y con toda tu fuerza. Este es el principal mandamiento.
Es maravilloso ver como Dios nos pide amarle sin ningún tipo de reserva; El espera que reciproquemos
ese amor y no sólo con palabras o pensamientos, sino también con toda nuestra fuerza. La fuerza
involucra el movimiento, movimiento de un cuerpo que no puede reprimir su amor y pasión por el
Señor; por ende, nuestra danza es la mejor forma de decirle a Dios “te amo con todas mis fuerzas”.
Es ininteresante notar que la danza es nuestro primer lenguaje. Antes de nacer, la forma en que
decíamos a mamá “aquí estoy” era una patada o algún movimiento que expresaba vida. Después de
nacer, Antes de aprender a decir nuestras primeras palabras, entendíamos nuestros brazos pidiendo
que nos cargarán. Somos seres expresivos, cuando hablamos movemos las manos y el cuerpo,
innumerables veces nos comunicamos con alguien sin emitir ni una sola palabra. Sin darnos cuenta
utilizamos la danza día tras día, en nuestro diario vivir, ya que ella es expresión, vocabulario y
movimiento.
Antes todo debemos de entender que el ministro de danza es adorador antes que danzor. Si en tu
corazón hay adoración para el Rey, entonces hay una danza especial que tocará el corazón del padre.
¿Quiénes entonces pueden danzar? Todo aquel que le adora en espíritu y en verdad. Todo aquel que
desee expresar su amor sin reservas y limitaciones, aquellas personas que no se conforma con
expresarle su amor sólo con palabras, sino que desea hablar además con sus manos, pues y con todo
su ser. Todos hemos recibido la invitación a danzarle a Dios.
Esto significa que debemos escudriñar nuestro corazón, ver las intenciones verdaderas de nuestra
danza, y entender que Dios la creo como un medio únicamente de adoración, alabanza y exaltación a
Él, único y verdadero merecedor de la misma.
Salmos 149:3 Alaben su nombre con danza.
Ministerio de Danza
Una danza conforme al corazón de Dios
Parte II
Alabadle con pandero y danza; todo lo que respire sabe a Jehová
Salmos 150: 4
La enseñanza pasada culminamos hablando acerca de aquella invitación que nos dejó el Señor para
danzarle a Él con la única finalidad de adorarle.
La palabra nos exhorta a alabar su nombre con danza y no hace ninguna exclusión sal respecto.
¡Todos podemos danzarle a Dios!
Sin embargo, hay algunos que fueron llamados a danzarle a Él y a su pueblo.
• Ahora entenderemos la importancia del llamado
Dentro del pueblo de Dios todos hemos sido llamados para ejercer una función ministerial específica.
Por ejemplo; predicar la palabra hablada, enseñar, tocar algún instrumento, profetizar, etc… de igual
forma nosotros hemos sido llamados a llevar el mensaje de Jesucristo, y ministrara a otros a través
del lenguaje y la expresión corporal. Todos miembros de un solo cuerpo, pero cada uno con una o
varias funciones específica. Es importante entender que todo es trata de Dios y lo que hacemos, lo
hacemos por Él y para Él. Complacer su corazón deber ser nuestro objetivo principal, sin importar la
posición en donde me encuentre, cómo me sienta, si tengo o no un vestido que me acompañe, me
vean o no me vean, todo radica desde la intención de nuestro corazón.
Ese llamado te lleva a ejercer una pasión por danzarle y adorarle, te lleva a no poder quedarte quieta
ante su presencia, te lleva a moverte de diferentes maneras; entendiendo que la danza no es más que
movimientos, expresiones y vocabulario. Ese llamado deposita en ti a hacer movimientos que ni aún
uno mismo sabía que podría hacer, ese llamado te vuelve inquieta ante su presencia y de una u otra
manera tienes que mostrarle tu pasión por moverte llenando así su trono de alabanza.
Dios no mira lo que mira el hombre; Dios mira el corazón; y tu danza más que técnica alguna debe ser
una expresión producida en tu corazón con la intención de promover un ambiente de alabanza y
adoración.
La danza que conquista el corazón de Dios es una danza que restaura la comunión íntima con Él y
expresa adoración plena y sin reservas al Padre, pero también comunica a otros de Su amor. La danza
que complace el corazón de Dios es una danza de obediencia y santidad donde se funde Su corazón
con el nuestro y nos hacemos uno al son de Su palabra. Más allá de toda técnica o conocimiento
humano, es danzar al ritmo de Su corazón en una expresión de adoración tan extravagante que atraiga
la mirada del Padre, provoque en Su rostro una sonrisa y dé luz la fragancia de adoración más exquisita
en la recámara celestial.
Como ministros debemos entender….
Que a veces en la vida vamos a sufrir rechazos, fracasos, críticas, heridas que nos llevarán a pensar
lo peor incluso de nosotras mismas. Quizás nos queramos menospreciar; y esto nos puede llevar a
caminar sin propósito y viviendo con auto rechazo. Por esto debemos entender que quien nos llamó
fue Dios, y Él está dispuesto a transformarnos día con día a través de Su extraordinario amor.
No podemos olvidar que Dios mira el corazón antes que cualquier cosa, y quizás se presente quien te
pueda juzgar, criticar, o hasta querer desanimarte en el proceso. Pero ten siempre presente que Dios
depositó este Ministerio, incrustándolo en tu corazón t tu aceptarse este llamado, ÉL estará contigo en
medio de toda la situación, te dará la habilidad, la resistencia y todo lo que necesites para continuar.
Si Dios te ha llamado, Si tu corazón es agradable ante Su presencia, no dudes, ÉL te llevará a lugares
inimaginables. Él hará por ti.
Tal vez para el mundo no seas la persona adecuada para esta tarea o ministerio, pero muy
probablemente tienes el perfil perfecto en tu corazón para ser elegida de Dios. Por favor, recuerda
siempre, y nunca olvides que lo que A Dios anda buscando es un corazón que le adora sin reservas
ni condiciones.
MINISTERIO DE DANZA
“DANZOR O MINISTRO”
PARTE II

No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea
vituperado; antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios.
2 Corintios 6:3-4

Basándonos en la lección anterior, podemos concluir entonces que danzar es un ministerio, es una
responsabilidad que Dios le ha delegado a la siervos Suyos a llevar el mensaje y manifestar Sus propósitos. El
ministerio de danza desatará ese mensaje a través del lenguaje corporal del movimiento con el propósito de la
edificación, unidad y crecimiento del cuerpo de Cristo.

Hay muchas característica que definen a un ministro de danza y adoración, o cualquiera sea su lugar de
servicio. A continuación, algunas características muy importantes que deben estar presente en todo ministro:

 Haber nacido de nuevo, haber confesado a Jesucristo como su Señor y Salvador Romanos 10:9
 Debe asistir regularmente a una iglesia local y ser miembro activo de la misma Hebreos 10:25
 Tener relación con Dios diaria y consistente (adoración, estudio de la Palabra, oración, ayuno, ofrenda,
diezmos, etc.) Isaías 55:6, I Corintos 16:11, Malaquías 3:10, Proverbios 3:9
 Compromiso con Dios, con el ministerio y con el líder Apocalipsis 2:10, Hebreos 13:17, Romanos 13:1
 Debe estar dispuesto a pagar el precio en todas las áreas en que el ministerio requiere I Crónicas 21:24,
Mateo 19:29
 Debe reflejar el carácter de Cristo tanto en el exterior como en el interior Efesios 4:1, Romanos 13:14
 Debe tener buen testimonio y no solo de palabras, sino en toda su manera de vivir Filipenses 2:15
 Debe mostrar amor a Dios y al prójimo Marcos 12:30-31
 Ser humilde Filipenses 2:3-10
 Ser obediente Génesis 22:1-17
 Sujeción a Dios y al líder Hebreos 13:17
 Ser fiel Mateo 25:14-30
 Vivir en santidad Hebreos 12:14, I Pedro 1:14-16
 Se prepara y capacita en todas las áreas de su vida: espíritu, alma y cuerpo 2 Timoteo 2:15
Otras características cruciales que describe la conducta de un ministro idóneo y competente en el reino:

 No es quejoso, trabaja en amor y gozo sabiendo que lo que hace, para Dios lo hace.
 Sabe que lo que hace, tiene que hacerse, por lo tanto no pone excusa.
 No se justifica, sino que acepta sus errores y los corrige.
 Corre la milla extra, va más allá de lo que se le pide y lo hace con excelencia.
 No deja para mañana lo que puede hacer hoy. No lo domina la pereza.
 No busca comodidad sino hacer la voluntad de Dios.
 Piensa en las necesidades de los otros antes que en las suyas.
 Ve la necesidad antes que la digan y hace todo por suplirla.
 No se conforma con buenas intenciones, toma acción y hace que las cosas sucedan
 Es dirigido por El Espíritu Santo.
 No es sabio en su propia opinión, busca la sabiduría de Dios.
 Es organizado y disciplinado.
 Hace más que solamente orar, pero no hace nada sin antes orar.
 Se mueve aun con sus temores, el temor no lo paraliza.
En esta lección hemos podido ver cómo Dios nos lleva de la mano a tener una postura de ministras,
respondiendo a nuestras preguntas, si la danza pertenecía a un ministerio o no.

En nuestra próxima lección estaremos observando más detalladamente la diferencia entre un bailarín o
danzor y un ministro de danza.

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