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CAPÍTULO 5

RESULTADOS Y
DISCUSIÓN

149
Capítulo 5.- Resultados y discusión

CAPITULO 5

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A lo largo de este capítulo se exponen y discuten los resultados de la caracterización


mecánica y del comportamiento a fractura de los compuestos PS-microesferas. En
primera instancia se contemplan los resultados procedentes de los ensayos
mecánicos y en segundo término se consideran los obtenidos a partir de las pruebas
específicas de fractura. Los resultados se han dividido en dos grandes apartados
atendiendo a la velocidad empleada en ellos, considerando primero los realizados a
baja velocidad de deformación y luego los de alta velocidad de deformación o
impacto.

En el apartado correspondiente a las pruebas mecánicas realizadas a baja velocidad


de deformación están incluidos los resultados obtenidos por aplicación sobre las
muestras de los protocolos tradicionales de tracción, flexión y compresión, mientras
que en las realizadas a alta velocidad de deformación se reflejan los obtenidos de la
caracterización a impacto efectuada mediante la técnica de caída de dardo
instrumentada.

La caracterización a fractura a baja velocidad ha proporcionado los parámetros de


fractura de las mezclas siguiendo los protocolos de la LEFM y de la integral J. En
la caracterización a alta velocidad se ha aplicado el protocolo de la LEFM
realizando los ensayos con geometría Charpy pendular.

5.1.- Características mecánicas a baja velocidad de


deformación.
5.1.1.- Comportamiento a tracción.
En este apartado se estudia la variación experimentada en la forma y en los
parámetros que definen las curvas tensión-deformación, fundamentalmente en
función del porcentaje en volumen de carga añadida y de la velocidad de
deformación del ensayo. La evolución del módulo de Young y de la resistencia a
tracción de los compuestos se ha contrastado con las diferentes modelizaciones
recogidas de la literatura y que se han resumido en el capítulo 3.

151
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

En los ensayos de tracción o de tensión – deformación se mide la evolución de la


fuerza (o tensión) a medida que el espécimen se deforma a velocidad constante. En
muchas ocasiones el comportamiento del material se desvía de la linealidad como
consecuencia de la aparición de deformaciones plásticas que se manifiestan, por
ejemplo, en forma de estricción del material o con la aparición del crazing.

El comportamiento típico a tracción del poliestireno se corresponde con el de un


material esencialmente elástico donde la linealidad entre tensión y deformación se
mantiene casi hasta la rotura. Una vez superado el límite elástico aparece la
deformación plástica del material en forma de crazing que se desarrolla en el
sentido perpendicular al esfuerzo máximo. El crazing es una deformación muy
localizada de manera que la desviación de la linealidad en la curva tensión-
deformación es muy pequeña. Mientras el material se deforma plásticamente la
tensión llega a un máximo que para el poliestireno sin modificar suele coincidir con
el valor de la tensión en el momento de rotura de la probeta.

En la figura 5.1 se refleja el comportamiento general de los compuestos a una


velocidad de separación de mordazas de 1mm/min. Aunque las diferencias serán
tratadas a posteriori con exhaustividad, de manera general puede observarse un
cambio marcado de comportamiento con la adición de microesferas.

40
A2 A6 A10
35 PS

30 A15
Tension (MPa)

25
20 A25
15
10 A40

5
0
0 0,01 0,02 0,03
Deformacion unitaria (mm/mm)

Figura 5.1.- Curvas tensión-deformación de las diferentes mezclas. Velocidad de


separación de mordazas: 1mm/min.

152
Capítulo 5.- Resultados y discusión

La incorporación de microesferas de vidrio tiene como consecuencia el incremento


del módulo elástico de los compuestos y un marcado decremento de la resistencia a
la tracción. La carga induce un aumento en la deformación de los compuestos que
puede observarse claramente en la figura 5.1 al comparar la deformación del
poliestireno frente a la del resto de compuestos. Como en ninguno de los ensayos se
ha observado estricción, el incremento de volumen producido se atribuye
enteramente a la acción dilatante del crazing. La generalización de este mecanismo
de deformación a una amplia área de la probeta justificaría las diferencias de
deformación observadas.

Finalmente, debe resaltarse el cambio de respuesta de los materiales cargados que es


típica de un polímero dúctil y que se caracteriza por una curva fuerza-
desplazamiento no lineal y con pendiente cero antes del fallo, apareciendo un punto
de fluencia bien determinado localizado en el máximo de la curva. El modo de
fractura de los compuestos es sin embargo frágil, la grieta responsable de la fractura
atraviesa un plano perpendicular al esfuerzo aplicado y las superficies de fractura no
muestran evidencias de una deformación inelástica extensiva.

A continuación y de manera secuencial se irán exponiendo los resultados obtenidos


para los parámetros que se han determinado en el ensayo de tracción.

5.1.1.1- Módulo elástico

La primera determinación extraída de las curvas experimentales de los ensayos


sobre las mezclas ha sido el módulo elástico o de Young. Los valores obtenidos en
función de la velocidad de ensayo se reflejan en la tabla 5.1.

Tabla 5.1.- Valores del módulo elástico obtenidos por tracción a diferentes
velocidades de separación de mordazas.

Módulo elástico. E (MPa)


Compuesto
0.1 mm/min 1 mm/min 5 mm/min 50 mm/min
PS 2513 ± 92 2559 ± 61 2678 ± 26 2728 ± 55
A2 2527 ± 94 2611 ± 45 2706 ± 37 2717 ± 46
A6 2628 ± 89 2636 ± 45 2734 ± 36 2789 ± 89
A10 2636 ± 56 2681 ± 60 2760 ± 66 2802 ± 34
A15 2730 ± 86 2885 ± 35 2893 ± 69 2986 ± 67
A25 2903 ± 42 3062 ± 84 3218 ± 73 3249 ± 65
A40 3444 ± 20 3589 ± 41 3759 ± 39 3832 ± 75
153
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

De los resultados mostrados se infiere que la adición de microesferas de vidrio hace


aumentar el valor del módulo de elasticidad del compuesto de forma progresiva con
el número de partículas añadidas. Cuando la concentración de partículas es muy
baja el aumento es poco perceptible mientras que para los porcentajes altos de
partículas el salto en el módulo es más sensible. Las tendencias del módulo respecto
del porcentaje de partículas y de la velocidad pueden observarse en la figura 5.2.

Las microesferas de vidrio poseen una rigidez mucho mayor que la matriz de
poliestireno (relación de módulos Ep/Em ≈ 27) y su inclusión hace aumentar el
módulo del sistema como consecuencia de la aparición de restricciones a la
movilidad y deformabilidad de la matriz, La magnitud de las restricciones depende
del espaciado interparticular y de las propiedades de partícula y matriz, dejando de
actuar si se produce una eventual separación de las fases [Narkis 1978], [Kardos
1985].

4000

3500
E (MPa)

3000

2500

2000
0 5 10 15 20 25
% Volumen de microesferas
0,1 mm/min 1 mm/min 5 mm/min 50 mm/min

Figura 5.2.- Evolución del módulo de elasticidad en función del porcentaje de


carga añadido para diferentes velocidades de ensayo.

En la figura 5.3 se muestra la evolución de los valores del módulo de Young


respecto de la velocidad de deformación en la aplicación del esfuerzo. La rigidez
del sistema aumenta conforme lo hace la velocidad de deformación manteniéndose
una tendencia similar en todas las composiciones, hecho que es de esperar puesto
que el fenómeno es consecuencia de la naturaleza viscoelástica de la matriz.

154
Capítulo 5.- Resultados y discusión

En sistemas relativamente simples como el estudiado con una fase esférica en una
matriz amorfa, el módulo elástico puede aproximarse razonablemente a través del
límite inferior de la regla de las mezclas que sin embargo da valores inferiores a los
experimentales pese a asumir perfecta adhesión entre fases. La aproximación
lograda a través de la regla de las mezclas es, en general, insuficiente.

4000

PS
3500
A2
A6
E (MPa)

3000 A10
A15
2500 A25
A40

2000
0,0001 0,001 0,01 0,1 1
-1
Velocidad de deformación (s )

Figura 5.3.- Evolución del módulo elástico con la velocidad de deformación del
ensayo.

La figura 5.4 recoge los puntos experimentales y la representación de los modelos


empleados. Se observa que las condiciones de isodeformación quedan muy por
encima de la tendencia experimental coincidiendo con lo observado sobre
polietileno por Pegoraro [1986].

Los valores deben ajustarse mucho mejor al límite inferior de la ley de las mezclas
(isotensión) pues la acusada diferencia de rigidez entre fases implica que ambas no
pueden deformarse en igual cantidad. De forma genérica las mejores
aproximaciones se encuentran en el límite inferior de las ecuaciones de Hashin y
Strikman (ecs.3.7 y 3.9), en los valores del modelo de Kerner, (ecs.3.11 y 3.12) y en
el modelo de Lewis y Nielsen (ec. 3.20), igualmente se han obtenido buenas
aproximaciones mediante el modelo empírico de Greszczuk.

155
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

Los límites superiores de la regla de las mezclas (ec. 3.6), del modelo de Hashin y
Strikman (ecs. 3.8 y 3.10) y el modelo de Paul (ec. 3.25) proporcionan predicciones
que quedan muy alejadas de los valores reales por lo que no pueden emplearse en
sistemas como el aquí tratado. Con respecto al modelo propuesto por Narkis (ec.
3.28) sólo se representan los datos válidos que son los correspondientes a las
muestras denominadas A25 y A40.

20000

16000

12000
E (Mpa)

8000

4000

0
0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25
% Volumen de microesferas
E experimental E mezcla Sup E mezcla inf Esup Has-stri
Einf Has-stri E Kerner sim E Nielsen E Greszcuk
E Paul E Ishai-Cohen E Narkis

Figura 5.4.- Representación de los modelos de predicción del módulo elástico.

En las figuras 5.5 a 5.8 se han representado ampliados los modelos cuyas
predicciones son cercanas al sistema poliestireno-microesferas. Las figuras reflejan
respectivamente los valores obtenidos para las velocidades de 0,1 mm/min,
1mm/min, 5 mm/min y 50 mm/min. En los gráficos no se incluye la representación
del modelo Hashin-Strikman pues es coincidente con la predicción de Kerner.

La evolución prevista por las diferentes aproximaciones puede considerarse similar


a la obtenida experimentalmente. A baja cantidad de carga las modelizaciones son
cercanas entre si mientras que a alta cantidad de carga las predicciones se separan.

Cuando el contenido de carga es bajo (0-10% en peso), el módulo Young


experimental encuentra la mejor aproximación en el límite inferior de la regla de las
156
Capítulo 5.- Resultados y discusión

mezclas. A altos porcentajes de carga (25-40 %) tanto el modelo de Greszczuk


como el de Sato y Furukawa para el caso de no-adhesión parecen representar bien el
comportamiento experimental. El caso de las muestras con un contenido en peso de
microesferas entre el 10 % y 15 % representa una situación intermedia de transición
entre los modelos.

El modelo de Greszczuk ha sido empleado con éxito por Lavengood [1973] o


Nicolais [1981] en el pronóstico de sistemas poliestireno-vidrio con altos
porcentajes de microesferas. En el caso del modelo de Sato y Furukawa, aunque no
contempla la influencia de la rigidez de la carga, cabe señalar que ha sido señalado
por Stellbrink [1998] como una buena aproximación en sistemas con relación
Ep/Em elevada (≅ 25) como el aquí estudiado.

Los valores obtenidos por la modelización de Ishai y Cohen pueden considerarse


correctos para porcentajes bajos de carga separándose de la tendencia experimental
en los porcentajes superiores de carga. Los modelos de Halpin-Tsai y Nielsen son
esencialmente derivaciones generalizadas del modelo de Kerner [Manson 1976],
[Nielsen 1994], y proporcionan valores que se alejan de los experimentales
sobretodo a alto número de partículas. La explicación, en ambos casos, puede
encontrarse en la ausencia de una unión fuerte entre las fases. La ausencia de
adhesión provoca una discrepancia entre el modelo y la realidad que se acentúa
cuanto mayor es el contenido de carga.

Los ajustes teóricos resultan independientes de la velocidad de deformación


aplicada en el ensayo, circunstancia que queda de manifiesto al comparar las figuras
5.5 a 5.8. Las ecuaciones constitutivas de los modelos proporcionan el módulo de
los compuestos tomando como referencia el de la matriz, así la influencia de la
velocidad queda reflejada y asociada enteramente al cambio de propiedades de ésta.

157
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.
158 4500
4300
4100
3900
3700
E (MPa)

3500
3300
3100
2900
2700
2500
0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25
% Volumen de microesferas
Mezcla Inf. Sato (B=1) Experimental Greszczuk
Ishai-Cohen Sato (B=0) Kerner inf. Nielsen

Figura 5.5.- Evolución del modulo de Young en función del porcentaje de carga. Comparativa entre los
datos experimentales y diversos modelos. v =0,1 mm/min. Em = 2513; Ep=68930; νm=0.32 νp=0.22.

158
4500
4300
4100
3900
3700
E (MPa)

3500
3300
3100
2900
2700

Capítulo 5.- Resultados y discusión


2500
0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25
% Volumen de microesferas
Mezcla Inf. Sato (B=1) Experimental Greszczuk
Ishai-Cohen Sato (B=0) Kerner inf. Nielsen

Figura 5.6.- Evolución del modulo de Young en función del porcentaje de carga. Comparativa entre los
datos experimentales y diversos modelos. v =1 mm/min. Em = 2560; Ep=68930; νm=0.32 νp=0.22.
159

159
160
4500
4300
4100
3900
3700
E (MPa)

3500
3300
3100
2900
2700
2500
0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25
% Volumen de microesferas
Mezcla Inf. Sato (B=1) Experimental Greszczuk
Ishai-Cohen Sato (B=0) Kerner inf. Nielsen

Figura 5.7.- Evolución del modulo de Young en función del porcentaje de carga. Comparativa entre los
datos experimentales y diversos modelos. v =5 mm/min. Em = 2678; Ep=68930; νm=0.32 νp=0.22.

160
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno Capítulo
4500
4300
4100
3900
3700
E (MPa)

3500
3300
3100
2900
2700

y microesferas
2500
0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25

5.- Resultados
% Volumen de microesferas

de vidrio.y discusión
Mezcla Inf. Sato (B=1) Experimental Greszczuk
Ishai-Cohen Sato (B=0) Kerner inf. Nielsen

Figura 5.8.- Evolución del modulo de Young en función del porcentaje de carga. Comparativa entre los
datos experimentales y diversos modelos. v =50 mm/min. Em = 2728; Ep=68930; νm=0.32 νp=0.22.
161

161
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

El modelo de Narkis (ec. 3.28) no se ha contrastado con el resto de teorías pues su


aplicación queda limitada a porcentajes de carga superiores al 10 % en volumen,
por lo que disponemos únicamente de dos datos válidos que impiden extraer
conclusiones definitivas. Siendo conscientes de esta limitación se ha hallado para
las composiciones más cargadas el valor de K* de la ecuación de Narkis y se ha
analizado su evolución con la composición y velocidad.

1,9
1,8
1,7
1,6
1,5
K

1,4 Puntos
1,3 válidos
1,2
1,1
1
0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25
% Volumen de microesferas

0,1 mm/min 1 mm/min 5 mm/min 50 mm/min

Figura 5.9.- Evaluación del parámetro empírico K* del modelo de Narkis para las
diferentes velocidades. La línea discontinua indica el valor
extrapolable de K* a partir de los valores válidos según el modelo.

Como se observa en la figura superior el valor de K* disminuye a bajos contenidos


de carga, lo que en términos de la analogía con un factor de concentración de
tensiones pierde significado. De acuerdo con Goodier [1933] la concentración de
tensión creada por una esfera aislada es del orden de 2 así que sería de esperar igual
valor para K*. Sin embargo los valores que encontramos a bajos porcentajes de
microesferas distan mucho de este nivel. La explicación más razonable es la
reconocida invalidez del modelo en el rango de bajas concentraciones de carga.

Para los puntos que son válidos (muestras A25 y A40) en la figura 5.9 hemos
derivado que K* =1.75. Este valor es de orden similar al encontrado por Narkis
[1976] para Poliestireno y microesferas, (1.65) o para un compuesto semejante
como el Polimetilmetacrilato y microesferas, (1.7). Obviamente en nuestro caso la
extrapolación de un K* constante es poco consistente atendiendo a los datos
disponibles, sin embargo, el valor se refuerza por experiencias registradas en la
literatura que indican la constancia en el valor de K* en el rango 0.1< φ < 0.5,
162
Capítulo 5.- Resultados y discusión

[Wanbach 1968], [Sahu 1972], [Lavengood 1973], [Narkis 1976] tanto en


composites con matriz termoplástica como termoestable indicando valores de K*
que varían entre 1,5 y 1.7.

Siguiendo el modelo de Narkis hemos establecido una variación empírica en el que


la que valor de K* se expresa a través de una ecuación función de la fracción en
volumen φ. La expresión reflejada en la ecuación 5.1 parece adecuada para predecir
la tendencia al menos en el rango de cargas moderadas (φ < 0.25) que por otra parte
son las que pueden tener una mayor utilidad.

Em
Ec = (5.1)
4 1 1
(1 + φ 3 )(1 − φ 3 )
3

El ajuste de esta ecuación a los valores experimentales se muestra en el gráfico


5.10.

4000

3500
E (MPa)

3000

2500

2000
0 5 10 15 20 25
% Volumen de microesferas

0,1 mm/min 1 mm/min 5 mm/min 50 mm/min

Figura 5.10.- Modelización del módulo elástico según la expresión 5.1.


(En línea continua se representa la aproximación obtenida).

163
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

5.1.1.2.- Resistencia a la tracción.

La evolución de la resistencia a la tracción de los compuestos PS- microesferas se


ha estudiado considerando tanto el valor de la tensión en el límite de fluencia del
material como el valor de la tensión en el punto de rotura. Los valores obtenidos se
reflejan en la tabla 5.2.

Tabla 5.2.- Valores experimentales de resistencia a tracción en el límite de fluencia


y a la rotura.

Resistencia a tracción
σy(MPa)- fluencia-
Compuesto σr(MPa)- rotura-
Velocidad separación mordazas (mm/min.)
0.1 1 5 50
σy σr σy σr σy σr σy σr
PS 34.25 34.25 35.02 34.90 38.85 38.40 41.78 40.85
A2 33.16 31.18 33.66 32.95 37.59 36.87 39.93 38.00
A6 28.73 27.88 32.23 31.39 34.95 33.89 36.62 35.32
A10 27.66 26.96 31.03 30.22 33.91 32.86 36.38 35.33
A15 25.68 25.22 27.80 26.76 31.67 30.79 33.57 32.66
A25 22.77 22.24 24.93 23.82 28.15 27.59 30.11 29.45
A40 18.38 18.14 20.06 19.54 23.00 22.76 24.38 24.17

De los resultados se observa la similitud entre la tensión a fluencia y la de rotura. La


evolución de ambas magnitudes es paralela, aumentando respecto de la velocidad
del ensayo y disminuyendo con el porcentaje de carga añadida.

En los compuestos poliestireno-microesferas de vidrio, con adhesión débil entre


fases, la deformación alcanzada al llegar al punto de fluencia del material es
suficiente como para admitir que se ha producido separación entre las fases. En esta
situación no puede existir transvase de esfuerzos desde la matriz hacia la carga y
consecuentemente la resistencia a la acción externa es soportada por la matriz, y en
concreto, por la superficie efectiva perpendicular a la dirección de la fuerza. Como
quiera que al aumentar la concentración de partículas disminuimos la sección
efectiva de matriz debe producirse paralelamente un decremento gradual de la
tensión desde el máximo correspondiente a la matriz pura. Esta evolución se ha
apreciado en todas las velocidades y se muestra en la figura 5.11.

164
Capítulo 5.- Resultados y discusión

50
45
40
35
30
MPa

25
20
y

15
10
5
0
0 5 10 15 20 25
% Volumen microesferas
0,1 mm/min 1 mm/min 5 mm/min 50 mm/min

Figura 5.11.- Evolución de la tensión de fluencia frente al porcentaje de carga para


diferentes velocidades de ensayo.

Al aplicar una carga de tracción, en el caso límite en el que las partículas estuviesen
separadas únicamente por una delgada lámina de polímero (máximo
empaquetamiento), los segmentos de matriz se estirarían y se obtendría la menor
elongación y resistencia a tracción.

Si se compara la evolución de la tensión de fluencia experimental con la que


predicen los modelos teóricos contemplados en el apartado 3.1.2, constatamos que
el mejor ajuste lo proporciona el modelo de Nicolais y Narkis mientras que el resto
de ecuaciones dan valores prácticamente coincidentes en el rango de
concentraciones de estudio pero que se encuentran más alejadas de la evidencia
experimental. La ecuación de Nicolais y Narkis fue desarrollada inicialmente en
términos de la resistencia a rotura del material aunque es aplicable asimismo a la
tensión de cedencia.

La representación de las aproximaciones previstas por el modelo Nicolais y Narkis


así como las aproximaciones obtenidas con la aplicación de otros modelos se
recogen en la figura 5.12. En ella puede observarse como los valores experimentales
se ajustan al límite inferior, que supone ausencia total de adhesión.

165
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

40

35
[
σ yc = σ ym 1 − 0.5(φ )2 / 3 ] σ yc = σ ym [1 − φ ]
30

25
y (Mpa)

20
[
σ yc = σ ym 1 − 1.21(φ )2 / 3 ]
15   φ 2/3 

σ yc = σ ym 1 −  


10  φ 
  max  
5

0
0 5 10 15 20 25
% Volumen microesferas

Figura 5.12.- Evolución de la tensión de fluencia de los compuestos PS-


microesferas. Aplicación de diferentes modelos de
comportamiento.

Estudiando la variación de la tensión máxima y de fluencia (figura 5.13) frente al


logaritmo de la velocidad de deformación se ve que la evolución es de incremento
lineal y con una pendiente similar en todas las composiciones. La invarianza de las

pendientes, ∂σy /∂ [log ε ], respecto del contenido de carga indica que la
deformación de la matriz y de los compuestos está gobernada por un mismo
mecanismo molecular y que este mecanismo no depende del contenido de carga, es
decir, la deformación y fractura del composite se produce por la acción del mismo
mecanismo molecular de nucleación y crecimiento de crazes que controla la
deformación y fractura en la matriz.

En el momento de la fractura la rotura de las crazes puede tener lugar bien por
desenrollado y estirado de las cadenas con rotura en el centro de la craze o bien
como consecuencia de una escisión de cadenas con rotura en la interfase polímero-
craze. En el caso del poliestireno y de acuerdo con las observaciones de Plummer
[1991], la fractura parece resultar consecuencia de la escisión de las cadenas de
polímero en la interfase. De hecho en el rango de velocidades de deformación
empleadas se señala que la movilidad y estiramiento de las macromoléculas en el
interior de la craze se ve muy reducida, en consecuencia, el mecanismo de escisión
de las cadenas queda favorecido frente al desenmarañado molecular.

166
Capítulo 5.- Resultados y discusión

50

PS
40
A2
A6
y (MPa)

30 A10
A15
20 A25
A40

10
0,0001 0,001 0,01 0,1 1
-1
ε (s )

Figura 5.13.- Representación de la variación de la tensión de fluencia a tracción en


función de la velocidad de deformación del ensayo.

A partir de la figura anterior se deduce que la tensión de fluencia se ve afectada por


el contenido de carga y por la velocidad de deformación de manera independiente.
La velocidad aparentemente tiene influencia únicamente sobre la fase polimérica
del compuesto mientras que la fase partícula queda inactiva. El aumento en el
contenido de partículas hace disminuir el nivel de tensión máxima alcanzada por el
compuesto.

Las dependencias de la tensión de fluencia de los polímeros frente a la velocidad de


ensayo se han estimado a través de la teoría de viscosidad de Eyring [Kinloch
1983]. El modelo de activación de la deformación propuesto por Eyring se ha
utilizado fundamentalmente en la descripción de procesos de cedencia por
cizalladura pero también ha sido empleado para correlacionar el desarrollo del
crazing en polímeros amorfos [McCrum 1997], de hecho se conoce que la velocidad
de iniciación y crecimiento de las crazes son fuertemente dependientes de la
temperatura y tensión aplicadas y como ha sido expuesto en el capítulo 3 en la
iniciación del crazing a escala microscópica están involucrados movimientos
moleculares y generación de microbandas de cizalla.

La aplicación del modelo requiere la extracción de las pendiente de las curvas σyv/T
frente al logaritmo de la velocidad de deformación siendo σyv la tensión verdadera
encontrada a partir de la ecuación:

167
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

σ yv = σ y (1 + ε y ) (5.2)

dónde σy e εy son la tensión y deformación a fluencia ingenieriles. La


representación gráfica ha dado como resultado rectas de igual disposición a las
mostradas en la figura 5.13 cuyas pendientes y cortes con el eje de ordenadas se
detallan en la tabla siguiente:

Tabla 5.3.- Valores del ajuste experimental al modelo de Eyring (T=298 K).

Pendiente Corte eje Coeficiente de Volumen de


Compuesto (x103) (MPa/K) regresión activación
(r2) V* (nm3)
PS 9.14 0.1423 0.933 7.52
A2 9.47 0.1393 0.927 7.79
A6 10.20 0.1307 0.974 8.39
A10 11.33 0.1296 0.992 9.32
A15 10.64 0.1196 0.959 8.75
A25 9.78 0.1073 0.975 8.04
A40 8.13 0.0872 0.960 6.68

Inicialmente la presencia de las microesferas dentro de la matriz impone


restricciones de carácter local al proceso de difusión y al movimiento segmental
molecular y en consecuencia el volumen de activación aumenta. El descenso
posterior del factor de activación con el contenido en esferas sugiere la presencia de
otro mecanismo antagónico y que se hace preponderante cuando el número de
esferas es abundante. En ausencia de otras interacciones entre partícula y matriz, el
efecto concentrador de tensiones de las partículas se traduce en que la matriz queda
sometida a un nivel de tensiones internas que en realidad es superior al que
correspondería a la acción aplicada externamente. De este modo la tensión necesaria
para activar el flujo molecular y superar el umbral energético del crazing se reduce
o lo que es equivalente disminuye el volumen de activación.

La variación de la fluencia como función de la fracción en volumen de partículas se


ha estudiado por aplicación del modelo de Pukánszky a los valores experimentales.
El resultado de la representación de Ln[σyc(1-2.5φ)/σym(1-φ)] frente a φ han sido, tal
y como predice el modelo, líneas rectas. La dependencia lineal es semejante en el
resto de velocidades de ensayo.

168
Capítulo 5.- Resultados y discusión

El valor de la pendiente de la recta para el ensayo a velocidad de 1 mm/min se


representa en la figura 5.14 Dicho valor, aunque no tiene un significado físico, está
relacionado con la capacidad relativa de carga de los componentes y también refleja
el efecto del espesor o de la resistencia de la interfase [Pukanszky 1995]. Turcsányi,
Pukánszky y Tüdos [1988] citan valores de β para compuestos con diferentes cargas
en un rango que oscila entre 0.246 y 6.474. Para el caso de microesferas, se
proporcionan valores de 0.246 en ABS y microesferas no tratadas y de 1.059 para el
mismo sistema con las esferas tratadas, con polipropileno se alcanza un valor entre
1.351 y 1.708 dependiendo del tamaño de la carga (φm =105 µm y φm<15 µm.)
respectivamente.

Aunque los autores no reflejan datos para el poliestireno, el encontrado


experimentalmente se encuentra en el rango de variación de lo que podríamos
considerar sistemas similares como el ABS y es inferior a los del polipropileno
principalmente a causa de las diferentes características de la matriz y de la mayor
tensión de fluencia del poliestireno.

0,16

0,12
Ln[σyc(1+2.5φ)/σym(1-φ)]

0,08
y = 0,629x
2
R = 0,9821
0,04

0
0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25
% Volumen de microesferas

Figura 5.14.- Evolución de la resistencia a fluencia según el modelo de Pukánszky.


v=1 mm/min; σym=34.9 MPa.

A través de microscopía electrónica de barrido se ha puesto en evidencia la ausencia


de adhesión entre matriz y carga, sin embargo, el valor encontrado para β sugiere la
existencia de algún tipo de interacción entre ambas fases. En ausencia de adhesión
química, las microesferas de vidrio están sometidas a una adhesión física debida a la
contracción de la matriz sobre la carga, fenómeno que se produce a lo largo del
169
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

proceso de enfriamiento y que tiene como consecuencia la aparición de un estado


tensional compresivo sobre las microesferas.

Si consideramos la forma genérica de las curvas de tracción de las muestras más


cargadas (A15, A25 y A40) en comparación con las del poliestireno virgen, se
observa como rasgo más destacado la aparición de un punto de inflexión (figura
5.15). Diversos investigadores como Gent [1984] o Vollenberg [1988] han
relacionado el cambio de pendiente con el inicio de la separación entre matriz y
carga. Observando la curva σ-ε genérica podemos destacar una zona inicial elástica
(zona 1) tras de la cual aparece el punto de inflexión (A). Una vez superado éste, la
curva evoluciona linealmente con una pendiente inferior a la inicial (zona 2) hasta
que con posterioridad aparece una última fase (zona 3) caracterizada por una
pendiente de la curva prácticamente nula. En esta etapa el material compuesto
evoluciona paralelamente al eje de ordenadas, aumentando su deformación a tensión
constante.

Matriz sin carga

Zona 3 C
σ B Matriz cargada

A Zona 2

Zona 1

Figura 5.15.- Diferentes estadíos del comportamiento a tracción de muestras de


poliestireno cargadas. Zona 1: Comportamiento elástico, Zona 2:
Despegue partícula-matriz e inicio crazing. Zona 3: Crazing
extensivo. A,B : puntos de inflexión, C: punto de rotura.

El despegue de partícula aparece cuando la acción tensil aplicada alcanza un


determinado nivel crítico que iguala el esfuerzo realizado por las fuerzas internas
compresivas. En este momento las partículas de vidrio dejan de soportar esfuerzos
170
Capítulo 5.- Resultados y discusión

mecánicos cayendo el módulo del compuesto (punto A). Simultáneamente se


originan vacíos entorno de las inclusiones que se extienden alrededor de la partícula
a medida que el esfuerzo exterior aumenta en magnitud [Vollenberg 1988]. A nivel
macroscópico la aparición de los vacíos se aprecia por un ligero emblanquecimiento
de la probeta consecuencia del cambio del índice de reflexión de la luz.
Seguidamente y a partir de los vacíos generados se produce la nucleación de crazing
(zona 2) que al crecer y extenderse contribuyen al emblanquecimiento general de la
probeta. La zona 3 se corresponde experimentalmente con la aparición
macroscópica de crazing sobre la superficie de la probeta previa a su rotura.

La creación de vacíos es un fenómeno de dilatación del material que supone una


desviación de la linealidad. En el caso de una carga rígida no adherida la principal
concentración de tensión se da en el ecuador de la partícula y se intensifica en la
región situada entre dos esferas próximas. Como la deformación es soportada por la
matriz al aplicar una tensión uniaxial externa, en la región interparticular puede
superarse la respuesta elástica. Así pues, el comportamiento no-lineal es
consecuencia tanto de la aparición de vacíos entorno de las partículas como de la
presencia de plasticidad entre dos partículas despegadas y cercanas. En las muestras
poco cargadas la dilatación y la plasticidad inducida por las partículas es pequeña y
no se observa inflexión en la curva de esfuerzo.

Además del despegue de partículas, el mecanismo fundamental que produce la


dilatación volumétrica de la matriz es el crazing. Es bien conocido que los puntos
preferenciales de nucleación de crazes son los que registran el mayor nivel de
tensión. Debido al efecto concentrador de las inclusiones las crazes se generan
localmente cerca de la zona despegada a las esferas, esto es, en la zona ecuatorial de
las partículas. Cuando aplicamos un esfuerzo exterior la tensión que aparece se
superpone a la residual preexistente, en consecuencia, se rebaja el umbral de
esfuerzo externo necesario para producir crazing, por otro lado las partículas
incrementan el potencial de fisurado de la matriz al constituirse como núcleos del
crazing.

Una vez iniciadas, las crazes crecen en una dirección perpendicular a la máxima
tensión aplicada aunque pueden producirse desviaciones debido a las interacciones
entre los campos tensionales que surgen entre partículas próximas. Las partículas de
vidrio también actúan como puntos de terminación de las crazes evitando la
aparición de crazes de gran tamaño. Como resultado aparece un gran número de
crazes pequeñas en contraste con una pequeña cantidad de grandes crazes formadas
en el poliestireno en ausencia de partículas. El crazing múltiple es el responsable del
emblanquecimiento generalizado de las probetas y su presencia a lo largo de todo el
volumen de la probeta explica el incremento de deformación previo a la rotura.

Se ha estudiado la evolución del primer punto de inflexión en las curvas σ-ε en


función de la velocidad de ensayo. La tensión a la que se ha produce el punto se ha
171
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

obtenido gráficamente por intersección de las tangentes anterior y posterior a la


inflexión respectivamente. En las muestras A2 y A6 no se ha podido apreciar como
se ha dicho, una inflexión definida sino que la apariencia es similar a la del
poliestireno sin modificar, con una gráfica cuasi-rectilínea hasta prácticamente la
rotura. La figura 5.16 refleja los resultados obtenidos.

Puede apreciarse que la tensión se mantiene en un valor aproximadamente


semejante entorno a 10 MPa independientemente de la fracción en volumen de
partículas, magnitud que coincide con las señaladas por Lavengood [1973] o Narkis
[1976] para idénticos componentes y que estos autores sitúan en 10,7 y 10,3 MPa
respectivamente. La muestra A40 parece que se aparta de la tendencia comentada,
sin embargo la desviación en el caso máximo es menor al 10%.

Admitiendo que la tensión en el punto dónde aparece la discontinuidad es


aproximadamente constante debería ser posible establecer una relación entre su
correspondiente deformación y el módulo de elasticidad de los compuestos ya que
en el intervalo previo a su aparición la curva tensión – deformación es lineal.

12

11
Tensión (MPa)

A10
10
A15
A25
9 A40

8
0,1 1 10 100
Velocidad de ensayo (mm/min)

Figura 5.16.- Valor de la tensión en el punto de inflexión de las muestras A10,


A15, A25 y A40 obtenido por intersección de tangentes.

Si estudiamos la posición de la deformación del polímero en el punto de


discontinuidad (εD) podemos relacionarla con la deformación del polímero sin
modificar en iguales condiciones (εm). A partir del ajuste de una ecuación que
exprese dicha variación en función del contenido de carga, y suponiendo

172
Capítulo 5.- Resultados y discusión

comportamiento lineal y elástico podremos correlacionar los módulos elásticos de


los compuestos.

A) B) 0,5

Deformación unitaria
0,4

0,3
εD=εM(1-φ)
0,2
σD σM
0,1

0
0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25
Volumen unitario de carga

0,1 mm/min 1 mm/min 5 mm/min 50 mm/min


εD εM

Figura 5.17.- A)- Tensión y deformación en el punto de discontinuidad (σD,εD) y


correspondencia con la matriz (σM,εM).
B).- Evolución de la deformación para un nivel de tensión σD y
ecuación de ajuste (líneas continuas).

En la figura 5.17 A se representa la disposición de los puntos en la discontinuidad


(εD, σD) y su relación con los pertenecientes a la matriz (εm, σm). La figura 5.17 B
contiene la evolución de la posición de los puntos de discontinuidad de las
diferentes muestras y la ecuación matemática que los relaciona:

A partir de la representación de la figura 5.17 B podemos relacionar la deformación


en el punto de discontinuidad del compuesto con la deformación de la matriz
mediante:
ε D = ε M (1 − φ ) (5.2)

Aplicando a la ecuación 5.2 la ley de Hooke podemos expresarla en la siguiente


forma:

σD σM
= (1 − φ ) (5.3)
EC E M

siendo EC y EM los módulos elásticos de compuesto y matriz respectivamente.

173
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

Reordenando la ecuación anterior podemos escribir:

EC 1
= (5.4)
EM (σ M σ D )(1 − φ )

con σD ≈ σM e independientes de φ de acuerdo con la hipótesis de partida. Si el


modelo es válido la representación del cociente entre el módulo elástico de la matriz
y los módulos de los compuestos determinados experimentalmente frente a (1-φ)
debe proporcionar una recta que pasa por el origen y cuya pendiente debe ser
próxima a 1.

La figura 5.18. contiene la representación del ajuste matemático mientras que en la


tabla 5.4 se incluyen los valores numéricos de las pendientes obtenidos para las
diferentes velocidades de ensayo y los rangos de confianza de los mismos.

0,8
Em/Ec

0,6

0,4

0,2

0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2
(1-φ)
0,1 mm/min 1mm/min 5 mm/min 50 mm/min

Figura 5.18- Representación de los cocientes de módulos y de su ajuste al modelo


matemático de la ecuación 5.4.

De los resultados mostrados se deduce que el ajuste propuesto se adecua bastante


bien a la evidencia experimental. Por otro lado la aplicación de la ecuación 5.4 en la
predicción de los módulos elásticos de los sistemas contemplados arroja los valores
representados en la tabla 5.5.

174
Capítulo 5.- Resultados y discusión

Tabla 5.4.- Pendientes resultantes de los ajustes a través del modelo representado
por la ecuación 5.4.

Velocidad
de ensayo 0,1 1 5 50
(mm/min)
Pendiente 0.988 0.978 0.984 0.975
r2 0.96 0.93 0.91 0.92

Tabla 5.5.- Valores del módulo elástico de los compuestos poliestireno-


microesferas de vidrio obtenidos mediante la ecuación 5.4. Error
relativo respecto de los valores experimentales (%).

Predicción módulo elástico. E (MPa)


Compuesto
0.1 mm/min 1 mm/min 5 mm/min 50 mm/min
Valor Error Valor Error Valor Error Valor Error
PS 2513 0 2559 0 2678 0 2836 0
A2 2534 0,27 2580 1.18 2700 0.21 2859 1,23
A6 2578 1,90 2625 0.41 2747 0.48 2909 0,34
A10 2635 0,05 2682 0.07 2807 1.73 2973 2.07
A15 2700 1,10 2749 4.7 2877 0.55 3047 1.85
A25 2879 0,82 2931 4.25 3068 4.60 3249 3.80
A40 3233 6,14 3292 8.28 3445 8.30 3648 8.42

La comparación con los módulos de Young experimentales obtenidos de las


pendientes de las curvas tensión-deformación puede considerarse aceptable pues el
error máximo se sitúa entorno del 8% correspondiendo a la muestra A40 que como
veíamos en la figura 5.16 mostraba una evolución diferente del resto.

La independencia de σD respecto del contenido de carga refuerza su interpretación


como umbral de tensión producido por la contracción de la matriz sobre las
microesferas durante el proceso de enfriamiento de las muestras.

El valor de las tensiones internas generadas por enfriamiento en el seno de un


polímero cargado puede ser calculado en función de los coeficientes de expansión
de cada una de las fases a través de la expresión [Nielsen 1994]:

175
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

σ ∗ = QE∞ (α *m − α *p )(Tg − T ) (5.5)

dónde Q es una constante relacionada con la forma de la partícula cuyo valor es


aproximadamente la unidad [Gähde 1986], E∞ es el módulo del polímero en un
estado no tensionado, y αm* αp* son los coeficientes de expansión térmica de la
matriz y carga respectivamente. Tg se corresponde con el valor de la temperatura de
transición vítrea de la matriz y T es la temperatura a la que se realiza el ensayo.

Sustituyendo en la ecuación anterior los datos (Q=1, E∞= 2559 αm*= 8 10-5 αp*=
8,5 10-6, Tg = 86 ºC , T = 25 ºC ) la tensión interna residual alcanza un valor teórico
de 10.6 MPa que concuerda en magnitud al obtenido gráficamente a partir de las
curvas experimentales.

5.1.1.3.- Alargamiento a la cedencia y rotura.

A partir del registro de las curvas tensión-deformación durante el ensayo de tracción


se ha determinado la variación del alargamiento en el punto de fluencia y del
alargamiento a rotura de las mezclas que hemos formado.

La deformación a cedencia aumenta de manera rápida cuando porcentualmente se


añade una cantidad pequeña de esferas al poliestireno mientras que adiciones
ulteriores de microesferas parecen no tener efecto sobre la deformación del
compuesto. Este hecho también se observa en la deformación a rotura de los
compuestos que, sin embargo, tiene un aumento inicial mucho mayor que la
deformación a cedencia, hasta estabilizarse en un valor superior en un 60% al
propio de la matriz que se mantiene constante incluso con altos porcentajes de
carga. La figura 5.19 muestra ambas evoluciones.

Una idea para evaluar la deformación a rotura de sistemas compuestos es partir de


la lógica que la matriz romperá cuando alcance su deformación crítica
independientemente de la presencia o no de carga. Sin embargo, debe considerarse
que con la presencia de partículas, la deformación crítica de la matriz deberá
alcanzarse con un menor volumen efectivo pues las partículas son inextensivas y
ocupan un lugar que antes podía estirarse. Consecuentemente la elongación quedará
restringida. Este razonamiento implica que la partícula y la matriz no interaccionan
entre si, siendo la base del modelo de Nielsen.

Varios estudios previos han mostrado que la adición de microesferas de vidrio


comporta la pérdida de alargamiento a rotura de los compuestos cargados. Así
diversos autores como Lavengood [1973] para compuestos de PS, Narkis [1978-b]
para PMMA o Dai [1986] para poliester entre otros, manifiestan una disminución
de la deformación al introducir partículas. Sin embargo en otras experiencias,
176
Capítulo 5.- Resultados y discusión

Lavengood [1973] para ABS o SAN, y Nicolais[1981] o Sánchez [1997 y 1998]


para PS muestran que la deformación de la matriz puede aumentar de manera
notable con la adición de microesferas.

El aumento de la deformación es atribuible a una mayor capacidad de generación de


microdeformaciones en la matriz con la consiguiente dilatación del material. Como
segunda implicación se sigue que las partículas aún con escasa adhesión
interaccionan y modifican el comportamiento de la matriz.

1,8
1,6
1,4
1,2
1
ε C/ε m

0,8
0,6
0,4
0,2
0
0 5 10 15 20 25

% Volumen de microesferas

Rotura Fluencia N ielsen

Figura 5.19.- Deformación relativa a fluencia y a rotura de los compuestos


(v =1mm/min). Modelo de Nielsen calculado con la ecuación 3.41

A medida que añadimos más microesferas la capacidad de deformación se


incrementa, sin embargo llega un momento en que la matriz queda saturada y es
incapaz de generar más deformación. A partir de este instante una adición posterior
de carga debe causar un decremento en la elongación a rotura por cuanto se
sustituye matriz activa por segunda fase que ya no es efectiva como nucleante de
fisuras. Otra posible interpretación del decrecimiento de la deformación con alto
porcentaje de segunda fase es la posibilidad de coalescencia entre las múltiples
crazes previamente generadas.

El fenómeno del crazing invalida tal y como evidencia la figura 5.19 la aplicación a
nuestros compuestos del modelo de Nielsen que puede resultar adecuado en otras
matrices cuya forma de deformación ocurra por ejemplo por cedencia por cizalla.

177
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

En la tabla 5.6 se recogen los valores de deformaciones obtenidos para todos los
compuestos analizados.

Tabla 5.6.- Valores de alargamiento en el límite de fluencia y a rotura.

Alargamiento a fluencia εy y rotura εr (%)


Muestra
Velocidad separación mordazas (mm/min)
0.1 1 5 50
εy εr εy εr εy εr εy εr
PS 1,540 1,537 1,501 1,510 1,521 1,597 1,673 1,880
A2 1,664 2,187 1,559 1,989 1,703 2,155 1,865 2,654
A6 1,719 2,206 1,698 2,045 1,755 2,328 1,880 2,718
A10 1,724 2,275 1,783 2,198 1,796 2,420 1,977 2,762
A15 1,719 2,356 1,763 2,438 1,871 2,513 1,958 2,838
A25 1,735 2,212 1,739 2,494 1,840 2,499 1,988 2,751
A40 1,658 2,186 1,692 2,463 1,788 2,261 2,059 2,563

La relación entre la deformación a fluencia y la de rotura de los compuestos es


claramente diferente de la del poliestireno. En el poliestireno el proceso de
deformación inelástica, de acuerdo con Kambour [1973], comienza como hemos
visto entorno a un nivel de tensión de 10,5 Mpa, muy por debajo de la tensión
máxima, pero produce hasta el momento de rotura muy poca deformación en la
probeta.

Para el resto de muestras se observa una deformación a fluencia superior a la del


poliestireno reforzando el hecho de que se ha generado una cierta cantidad de
deformación plástica (por crazing) antes de llegar al punto de tensión máxima. Una
vez superado el punto de fluencia la deformación se incrementa, básicamente por
aparición de nuevas crazes y crecimiento de las existentes, durante este periodo la
tensión se mantiene constante con un ligero descenso antes de llegar a rotura.

5.1.1.4.- Absorción de energía en el ensayo de tracción

En lo referente a los valores de las energías absorbida por los materiales durante el
ensayo de tracción en el punto de cedencia y a rotura, se han obtenido por la
cuantificación del área situada bajo la curva tensión-deformación. El área como tal
es el resultado de la interacción de dos parámetros diferenciados, la resistencia del
material y su elongación.
178
Capítulo 5.- Resultados y discusión

Globalmente y respecto del polímero sin carga los resultados indican que la adición
de partículas lleva aparejada un aumento de la cantidad de energía absorbida por el
material. Igualmente y con mayor detalle encontramos que la absorción energética
alcanza un valor máximo situado en la vecindad de las composiciones intermedias
(A10-A15) en los que se produce un nivel de tensión intermedia y un alargamiento
máximo.

El incremento de energía en las muestras cargadas es consecuencia, del aumento en


magnitud de los mecanismos de deformación y de su carácter disipador de energía
previo a la fractura. La figura 5.20 muestra la evolución de la energía absorbida por
los materiales en estudio frente al porcentaje de carga y velocidad aplicada.

El efecto de la velocidad se traduce en un aumento de la energía principalmente


consecuencia del incremento en la resistencia del material. En general el
comportamiento es similar para todos los compuestos aumentando el nivel de
tensión y disminuyendo ligeramente la deformación, con predominio, como se ha
dicho, del primer efecto sobre el balance final. En la figura 5.20 B quedan
claramente definidos dos niveles de absorción de energía, correspondiendo el
inferior al poliestireno y la muestra con 40% en peso de carga, y, el superior al resto
de composiciones en estudio.

3,5
3
A 3
B
2,5

2 2,5
Energía (J)

UR (J)

1,5 2

1
1,5
Fluencia Rotura
0,5
1
0 -4 -3 -2 -1 0
0 5 10 15 20 25 Log(e)(s-1)
% Volumen de carga PS A2 A6 A10 A15 A25 A40

Figura 5.20.- (A) Variación de la energía absorbida a fluencia y rotura respecto del
porcentaje de carga. Velocidad = 1mm/min.
(B) Variación de la energía absorbida a fluencia frente a la velocidad
de deformación.

179
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

5.1.1.5.- Fractografía.

Las superficies de fractura de las probetas de tracción han sido observadas por
medio del microscopio de barrido. La tipología de la superficie de fractura del
poliestireno es claramente diferente con respecto de las muestras que contienen
microesferas.

En la superficie de fractura del poliestireno, (figura 5.22 PS-G) se distinguen dos


zonas, una con aspecto liso y otra con perfil rugoso. La zona lisa corresponde a los
lugares donde la propagación de la grieta se ha producido por el interior de la craze,
rompiendo las fibrillas cerca de su plano medio y con una velocidad de propagación
lenta [Brown 1973]. El origen de la fractura está en el centro de la probeta (PS-G
Zonas A,B,C) y crece hacia los laterales a lo largo del plano de fractura siguiendo
un contorno parabólico. Paralelamente, las crazes crecen en grosor en la dirección
de aplicación del esfuerzo, quedando cuando se produce la rotura, restos de material
que ha sido deformado y roto por estiramiento (figura 5.22 PS-G Zona D y PS-D
Zona E).

Las zonas rugosas son generadas cuando la grieta se propaga a mayor velocidad
produciéndose inicios y paros de la grieta o una bifurcación de la misma. Entre la
propagación lenta y la rápida existe una transición que se caracteriza porque la
superficie de fractura tiene una apariencia escamada que incluye marcas o islas
regularmente espaciadas situadas en la dirección de propagación (figura 5.22 PS-D
Zona F). Las islas contienen material de la craze que se ha roto al propagarse la
grieta por su interior “saltando” de manera alternante entre las paredes de la craze
[Hull 1970] y se caracterizan porque su tamaño disminuye al acercarnos al extremo
de la craze.

En la superficie de fractura del poliestireno resalta la presencia de un contorno de


fractura hiperbólico (figura 5.22 PS-G Zona C y figura 5.21 B) que es característico
del PMMA [Döll 1992]. Este tipo de marca se explica por la intersección de una
fractura primaria con una secundaria en la forma que se indica en la figura 5.21.A.

En el esquema siguiente P1 y P2 son los puntos de inicio de la fractura primaria y


secundaria respectivamente y a partir de los cuáles la grieta evoluciona en círculos
concéntricos. Cuando ambos frentes de fractura se encuentran se forma una marca
cuya forma (hiperbólica o parabólica) depende de la distancia entre los orígenes y
del instante de inicio y velocidad de cada frente. Cuando los orígenes se encuentran
muy alejados la forma de la marca es parabólica ya que uno de los frentes puede
considerarse una línea recta. Si la velocidad de la grieta primaria es superior a la de
la secundaria, la figura que se forma es elíptica. La presencia de estas estructuras es
un indicativo que en esta zona la grieta se ha propagado a una velocidad
relativamente lenta y que su iniciación se ha producido por rotura dúctil de las
fibrillas de la craze.
180
Capítulo 5.- Resultados y discusión

P1 P2

A B

Figura 5.21.- A: Esquema de la formación de una marca hiperbólica.


B: Detalle de la marca en el poliestireno.

Sobre las superficies de fractura de las muestras cargadas se observan numerosas


huecos semiesféricos que se corresponden con partículas desprendidas de la matriz
durante la fractura. El proceso se inicia con la generación de vacíos entorno de las
microesferas. En segundo término la microcavidad crece ligeramente y se produce
el despegue de la matriz como resultado de la baja resistencia interfacial.
Paralelamente, entorno de las partículas y confinado entre ellas se nuclea el crazing.
El resultado es que la presencia de microesferas potencia el mecanismo de
deformación por múltiple crazing. La figura 5.22 (A25-D2) pone de manifiesto los
vestigios en forma de islas o “patch” que quedan en la matriz a resultas de su
microfisuración múltiple.

En el contorno externo de las microesferas estrechas secciones de matriz se


deforman plásticamente hasta la rotura quedando una huella blanquecina que rodea
el hueco dejado por la partícula (figuras A2-D hasta A25-D y en menor grado la
A40-D), sin embargo la deformación es pequeña y localizada porque la matriz es
muy rígida. La rotura de la matriz se produce también por estiramiento en la
dirección de aplicación del esfuerzo. Sobre la superficie de la probeta quedan
contornos de color blanco que son restos de matriz deformada plásticamente que ha
quedado adherida a la cara de observación (figura 5.22 A2-D zonas G,H, A6-D
zonas I,J) y cuyo aspecto es similar al de las zonas rugosas del poliestireno no
modificado.

La apariencia de las superficies de fractura de las muestras cargadas con


microesferas es en todos los casos rugosa, producto de variaciones en el camino de
propagación de la grieta que discurre por planos situados por encima y debajo del
original y también como consecuencia de una mayor velocidad de propagación. Las
microesferas constituyen barreras impenetrables para una grieta que se propaga, así
que la grieta debe cambiar de plano para evitarlas.
181
Comportamiento mecánico y fractura de mezclas de poliestireno y microesferas de vidrio.

La interacción de las partículas con la grieta se produce aún cuando el contenido de


esferas es muy bajo (2% en peso). Con una cantidad de partículas intermedia
(compuestos A6, A10 y A15) parece aumentar la interacción entre partículas y
matriz aunque el aspecto superficial rugoso no cambia. Cuando el porcentaje de
carga es más elevado (muestras A25 y A40) decrece la acción de las partículas y el
frente pasa por encima de las esferas como si éstas formaran un continuo. Este
hecho se aprecia con mayor nitidez en la imagen de detalle correspondiente a la
muestra A40. En esta composición, la proximidad extrema de las microesferas
provoca que los huecos que se forman rodeando las partículas interfieran entre si,
coalesciendo y formando un hueco equivalente de mayor tamaño.

La coalescencia de las cavidades facilita la rotura prematura de la pieza limitando la


capacidad de deformación del compuesto.

182
A B C

D
E F

PS-G PS-D
Dirección de propagación
200 µm

A2-G G A2-D H
Figura 5.22.- Superficies de fractura por tracción de los compuestos poliestireno-microesferas de vidrio.
G.- Vista general de la superficie. D.- Vista de detalle de la zona central de la probeta
Capítulo 5.- Resultados y discusión

183
A6-G I A6-D J
200 µm

A10-G A10-D
Figura 5.22.- Superficies de fractura por tracción de los compuestos poliestireno-microesferas de vidrio.
G.- Vista general de la superficie. D.- Vista de detalle de la zona central de la probeta
Capítulo 5.- Resultados y discusión

185
A15-G A15-D

A25-G A25-D
Figura 5.22.- Superficies de fractura por tracción de los compuestos poliestireno-microesferas de vidrio.
G.- Vista general de la superficie. D.- Vista de detalle de la zona central de la probeta
Capítulo 5.- Resultados y discusión

187
A25-D2

A40-G A40-D
Figura 5.22.- Superficies de fractura por tracción de los compuestos poliestireno-microesferas de vidrio.
G.- Vista general de la superficie. D.- Vista de detalle de la zona central de la probeta
Capítulo 5.-Resultados y discusión

189

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