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La ecuación de Theis es estrictamente válida para acuíferos confinados, por lo que

como en este caso se analizan métodos para la delimitación de zonas de protección


de acuíferos libres, es indispensable que el abatimiento registrado en el pozo de
bombeo, sea mínimo (menor de 0.25 veces el espesor saturado; Custodio y Llamas,
1976) comparado con relación al espesor del acuífero.
El drenaje del agua es instantáneo y proporcional al descenso producido en el pozo.
Esto significa que no se presenta el efecto del drenaje diferido en el acuífero durante
el bombeo del pozo.

Cuando las condiciones establecidas en los supuestos anteriores no se satisfacen en


forma adecuada, existe la posibilidad de aplicar un método numérico para estimar la
distancia "r" a la que se produce el abatimiento "s" equivalente al valor del nivel de
referencia. El modelo numérico que se puede utilizar en este caso es el propuesto
por Rathod y Rushton (1991) que consiste de un modelo de dos capas con flujo
radial. Este modelo numérico considera varias componentes que los métodos
analíticos tradicionales no incluyen. Una ventaja adicional es que el modelo tiene la
factibilidad de incorporar en forma específica y directa la distribución de la geología
local, pozos parcialmente penetrantes, radio finito del pozo, componentes verticales,
efecto de drenaje diferido, entre otros. Sin embargo, requiere de mayor información
que en los casos anteriores, situación que pudiera constituir una limitación importante
en la aplicación del método.

Se considera que en la mayoría de los casos las limitaciones en la información se


solventarán, si durante la recopilación de la información se obtienen los datos del
aforo que se realizó en el pozo para el cálculo del equipo de bombeo. En efecto, la
experiencia indica que para la mayoría de los pozos de agua potable, existe
disponible cuando menos el diseño del pozo y los datos del aforo o aforos que se
han realizado en el aprovechamiento. Esta información, aunque no es la óptima, es
suficiente para calibrar el modelo numérico de Rathod y Rushton (1991), con lo que
se estimarán los parámetros hidráulicos del acuífero explotado. A partir del modelo
calibrado se realizan simulaciones a un tiempo largo de bombeo o considerando
explícitamente el régimen de operación (horas de bombeo al día, o días de bombeo a
la semana, etc.). A partir del análisis de los resultados de las predicciones realizadas,
es posible definir sin ningún problema la distancia “r”, para la que se cumple el valor
de referencia propuesto para el criterio de abatimiento "s".

Como una información adicional relativa al modelo de flujo radial de dos capas, se
menciona que la Gerencia de Aguas Subterráneas de la Comisión Nacional del Agua
tiene a la disposición de las personas interesadas, varias versiones del modelo
numérico de Rathod y Rushton (1991). Algunas versiones tienen integrados pre-
procesadores para la generación de los archivos para alimentar el modelo y post-
procesadores para la visualización de los datos abatimiento-tiempo, utilidades que lo
transforman en una herramienta muy fácil de utilizar. A la fecha, la utilización de este
modelo es un requisito básico en la interpretación de cualquier prueba de bombeo

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que sea parte de los estudios que realiza la Gerencia de Aguas Subterráneas. Para
mayores detalles relativos con el modelo de flujo radial, se recomienda al lector
consultar la referencia original (Rathod y Rushton, 1991).

Un método que se utiliza en Europa y que en esencia es similar al método de radio


fijo calculado, propone la estimación del área de contribución efectiva a un pozo.
Cuando en un acuífero se presenta una superficie piezométrica horizontal, la zona de
contribución a un pozo es circular y por lo tanto con base en el área de contribución
es posible calcular un radio fijo. El área de contribución a un pozo se estima con
base en una relación que considera un balance de agua simple, entre la recarga
anual y el volumen de extracción anual del pozo. La relación anterior se expresa
matemáticamente de la siguiente manera:

Q
A=
Re

En la ecuación anterior, A es el área de contribución efectiva al pozo, Q es el gasto


de extracción y Re es la recarga efectiva, con los volúmenes establecidos en forma
anual. Se supone que el volumen de agua extraído por el pozo no excede los límites
naturales de los recursos de agua subterránea disponibles en la región. Si se
dispone de la información relacionada con la recarga natural de agua subterránea,
este método es económico y relativamente sencillo de aplicar. Al igual que la técnica
de radio calculado fijo, se recomienda utilizarlo cuando no existe toda la información
que se requiere para aplicar técnicas más sofisticadas como los modelos numéricos.
Tiene la desventaja de que en muchas regiones la recarga no se distribuye
uniformemente ni en tiempo ni espacio, situación que en ocasiones invalida los
resultados obtenidos por la aplicación de la fórmula.

5.1.1 Formas variables


simplificadas

Considerando los dos métodos previamente señalados, la utilización del método de


formas variables simplificadas es un paso adelante en la delimitación de zonas de
protección. Efectivamente, a diferencia de los métodos de radio arbitrario fijo y radio
fijo calculado, las formas variables simplificadas consideran de manera conjunta
los siguientes parámetros: i) gasto de extracción, ii) recarga (directa e indirecta),
iii) conductividad hidráulica, iv) porosidad efectiva, v) espesor del acuífero y vi)
gradiente hidráulico y dirección del flujo de agua subterránea. La metodología
incluye la aplicación de modelos analíticos, como los descritos en Bear y Jacobs
(1965) y Todd (1980) y que junto con los valores de los parámetros señalados
previamente, generan los datos necesarios para la definición de la zona de
contribución del pozo. Posteriormente, la “forma variable" se establece utilizando
como criterios a límites de flujo y tiempo de viaje.

Con base en el método analítico que propone la ecuación de flujo uniforme para
estado estacionario (Bear y Jacobs, 1965; Todd, 1980) se calcula la zona de
contribución del pozo para el caudal de diseño. Básicamente son dos los datos
necesarios para realizar dicha definición, la distancia al punto de estancamiento que
se genera aguas abajo del pozo de bombeo, y el ancho de la región que contribuye
con flujo de agua subterránea al bombeo del pozo. A partir del análisis
hidrogeológico de la región en donde se ubican los pozos a los que se desea calcular
la zona de protección, se evalúan y obtienen los parámetros hidrogeológicos
necesarios para representar diversas condiciones típicas de la región. Con las
fórmulas correspondientes y los valores de los parámetros hidrogeológicos, se
generan diversas zonas de contribución de los pozos. La forma variable simplificada
se obtiene aplicando sobre la zona de contribución, un factor como puede ser límites
de sistemas de flujo o tiempos de viaje.

El criterio de límites de sistemas de flujo puede aplicarse cuando en las


inmediaciones del pozo se presenta un límite físico o hidráulico, como pudieran ser
barreras de baja permeabilidad al flujo subterráneo, divisorias de agua subterránea,
corrientes o cuerpos de agua superficial en contacto hidráulico con el acuífero, entre
otros. Cuando se tiene en mente utilizar el criterio de tiempo de viaje para la
definición de la zona de protección, una vez seleccionado el valor de referencia, es
posible aplicar la siguiente fórmula para establecer la extensión, aguas arriba del
pozo, de la zona de contribución que interesa:
t = ⎢± (− r ) + Zln
(r ± )
w

S⎡ Z r ⎤
x w Z ± rx ⎦
en v⎣
x donde:

Q
Z=
2π Kbi

Ecuación en la que " v " es la velocidad real promedio del agua subterránea, “tx" es
el tiempo de viaje desde el punto “x" hasta el pozo de bombeo, “S" es el
rendimiento específico, “K" es la conductividad hidráulica, “b" es espesor saturado
del acuífero, “i" es el gradiente hidráulico, “rw" es el radio del pozo y “rx" es la
distancia desde el punto x hasta el pozo de bombeo. El signo más-menos (±) se
refiere a que el punto “x" se encuentra aguas arriba (+) o aguas abajo (-) del pozo
de bombeo. Esta ecuación se tiene que resolver por medio de una aproximación
de ensayo y error, proponiendo valores de “rx" hasta obtener un resultado de “tx"
igual o muy cercano al propuesto como valor de referencia para el criterio de tiempo
de viaje.

La ecuación anterior es válida para calcular la zona de contribución de un pozo


totalmente penetrante, ubicado en un acuífero confinado, constituido por un medio
poroso homogéneo, con flujo uniforme (gradiente hidráulico constante) y condiciones
de flujo establecido. Este caso particular sugiere la aplicación de la ecuación a un
acuífero de tipo libre, por lo que el espesor del acuífero se considera como el
espesor saturado. Previamente se analizaron las limitaciones que se presentan
cuando se simplifica una ecuación para acuíferos confinados aplicándola a un
acuífero libre, por lo que se recomienda que un hidrogeólogo experto analice las

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