Vazquez Rocío Seminario de Investigación Histórica 3er año P.

Historia

Carlos Aguirre Rojas.

Capítulo 4.

De los Annales de transición (1941-1956) a los Annales braudelianos (1956-1968):

la culminación de una hegemonía historiográfica.

Después de la ruptura profunda de Marc Bloch y Lucien Febvre aconteció en la primavera

de 1941. Se inició una larga etapa de transición dentro del desarrollo de la corriente que
cubrió el periodo entre 1941 y 1956, fecha de la muerte de Lucien Febvre.

Se trata claramente de unos “Annales de transición”, y no de unos segundos Annales,

justamente porque al observarlos con más detenimiento se revela el hecho de que Lucien
Febvre no construyó para ellos un nuevo y distinto proyecto intelectual que, superando al
de loa Annales del periodo 1929-1941.

Como una clara consecuencia de la desaparición de Marc Bloch, estos “Annales de

Lucien Febvre” vieron atenuarse claramente los elementos que correspondían a la línea
de filiación o tradición intelectual representada por aquel y que implicaba una presencia
fuerte de estudios históricos de tipo comparatista volcados hacia las áreas de la historia
económica y económica social, que apuntaba siempre hacia la construcción de grandes
modelos y de explicaciones de los distintos aspectos de una estructura social.

Dentro de la perspectiva historia-problema, abocándose más al tratamiento de temas de

historia cultural y de las mentalidades e interrogándose constantemente acerca del diálogo
entre la Historia y las ciencias sociales como fundamento de la búsqueda de una historia
global.

Si hablamos de unos Annales de transición es también porque junto a estas líneas

dominantes, establecidas por Lucien Febvre, se desplegaron igualmente otras
subordinadas que, asociadas en lo fundamental a los trabajos y a la obra de Fernand
Braudel, perfilaron poco a poco la etapa de los segundos Annales o Annales braudelianos
que tuvieron vida entre 1956 y 1968. Dentro de esos Annales de transición de Lucien
Febvre, Fernand Braudel comenzó a publicar sus primeros artículos de historia económica
y social, a la vez que editaba en 1949 su gran obra El Mediterráneo y el mundo
mediterráneo en el época de Felipe II y comenzaba a introducir dentro del círculo analista
las problemáticas de la historia de las civilizaciones, del vínculo entre la Historia por un

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lado y la Economía, la Geografía y la Sociología por el otro, así como sus reflexiones
especificas acerca de los diferentes tiempos y la perspectiva de larga duración histórica.

Los Annales de Febvre fueron también de transición en la medida en que vivieron el

tránsito desde una condición de clara marginalidad académica e institucional, que había
mantenido durante toda su primera etapa de 1929-1941. Se expresó tanto en la fundación
en 1947 de la sección VI de la École Practique des Hautes Études como en las varias
comisiones otorgadas a Lucien Febvre como delegado de Francia en la UNESCO,
miembro del directorio del CNRS de Francia, presidente del Comité de Historia de la
Segunda Guerra Mundial o miembro de la Academia de Ciencia Morales y Políticas.

Los segundos Annales, también conocidos como Annales braudelianos, tuvieron sus
antecedentes y sus primeras raíces, como hemos dicho, dentro del período de Lucier
Febvre. Pero solo se afirmaron y desplegaron realmente después de la muerte de este
último, en septiembre de 1956, cuando Fernand Braudel asumió la dirección de la revista.

Rasgos específicos de este segundo proyecto annalista que se encuentran magistralmente

resumidos, y muy claramente delimitados, en el célebre artículo publicado en el último
número de Annales de 1958, redactado por el mismo Braudel y titulado “Historia y
ciencia sociales. La larga duración”. Un escrito, visto desde la perspectiva de la historia
que intentaba definir el particular tipo de historia que sería promovida y desplegado por
estos Annales.