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JURISPRUDENCIA

Roj: SAP AL 875/2016 - ECLI: ES:APAL:2016:875


Id Cendoj: 04013370032016100509
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Almería
Sección: 3
Fecha: 08/11/2016
Nº de Recurso: 303/2016
Nº de Resolución: 541/2016
Procedimiento: PENAL - APELACION PROCEDIMIENTO ABREVIADO
Ponente: IGNACIO FRANCISCO ANGULO GONZALEZ DE LARA
Tipo de Resolución: Sentencia

AUDIENCIA PROVINCIAL DE ALMERÍA


SECCIÓN TERCERA
Rollo de Apelación nº 303/2016
SENTENCIA NÚMERO Nº541/16
ILTMOS. SRES.
PRESIDENTE :
Dª TASILA MARTÍNEZ RUIZ
MAGISTRADOS:
D. IGNACIO F. ANGULO GONZALEZ DE LARA
D. LUIS DURBAN SICILIA
En la Ciudad de Almería, a ocho de noviembre de dos mil dieciséis.
La Sección tercera de esta Audiencia Provincial ha visto en grado de apelación, Rollo número 303/2016 el
procedimiento abreviado 404/2015, procedente del Juzgado de lo Penal nº 2 de Almería, por un delito de
amenazas en el ámbito de la violencia sobre la mujer, contra Claudio , representado por el Procurador D.
Manuel Reyes Rojas y defendido por la letrada Dña. Mª Gador Figueroa Sánchez; ejerciendo la acusación
particular Estela , representada por la procuradora, Alicia María Carretero Leseduarte, y defendida por el
letrado don Manuel Cortés Pérez; siendo parte el Ministerio Fiscal y Ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D. IGNACIO
F. ANGULO GONZALEZ DE LARA.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO .- Se aceptan los de la Sentencia apelada como relación de trámite y antecedentes del procedimiento.
SEGUNDO .- Por el Ilmo. Sr. Magistrado-juez del Juzgado de lo Penal Nº 2 de Almería, en la referida causa
se dictó Sentencia de fecha quince de febrero de dos mil dieciséis , cuyos Hechos Probados son del tenor
literal siguiente:
"El acusado, Claudio , sin antecedentes penales, tras una relación sentimental que mantuvo durante 6 años con
Estela , y tras la ruptura, en fecha no determinada de 2013, el acusado, con ánimo de atemorizar y amedrentar a
su expareja, por las calles de Berja (Almería), la siguió con su coche a la salida del trabajo, dirigiéndole, además
de numerosos insultos, expresiones como que tenía dinero para enterrarla y que no iba a parar, además de
insultarla con expresiones como "puta, zorra, no vales para nada", causando en la perjudicada el consiguiente
temor y desasosiego.
TERCERO .- Dicha Sentencia contiene el siguiente Fallo:

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"Que debo CONDENAR y CONDENO a Claudio , como autor de un delito de AMENAZAS en el ámbito FAMILIAR
del art. 171.4 CP , ya definido, en grado de consumación, sin la concurrencia de circunstancias modificativas
de la responsabilidad criminal, a la pena de SIETE MESES de PRISIÓN, siéndole de abono el tiempo de dos días
que estuvo privado de libertad por razón de esta causa, y a la pena accesoria de inhabilitación especial para el
derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, así como al pago de las costas procesales, y a la
pena de PRIVACIÓN del derecho a la tenencia y porte de ARMAS durante UN AÑO y UN DÍA, así como al pago
de las costas procesales.
Asimismo, se impone al condenado la PROHIBICIÓN de APROXIMARSE a menos de 500 metros a la víctima,
Estela , en cualquier lugar donde se encuentre, y la prohibición de COMUNICARSE con ella por cualquier medio
de comunicación, informático o telemático, contacto escrito, verbal o visual, por un periodo de 2 años."
CUARTO .- Por la representación procesal del condenado se interpuso, en tiempo y forma, recurso de apelación
en el que fundamento la impugnación sobre la base de los motivos que figuran en el mismo.
QUINTO .- El recurso deducido fue admitido en ambos efectos, dándose traslado al Ministerio Fiscal y a la
acusación que lo impugnaron solicitando la confirmación de la sentencia recurrida.
SEXTO.- Se elevaron las actuaciones a este Tribunal donde se han observado las prescripciones del trámite,
señalándose el día de hoy para deliberación, votación y fallo y declarándose concluso para Sentencia.

HECHOS PROBADOS
Se aceptan los consignados con tal naturaleza en la resolución impugnada.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO .- La sentencia de instancia condena a Claudio , como autor de un delito de amenazas en el ámbito
familiar. Frente a dicha decisión se interpone por la defensa del acusado recurso de apelación a fin de que se
deje sin efecto la resolución combatida y en su lugar se absuelva a su cliente.
Alega el apelante tres motivos diferentes para justificar su recurso; en primer lugar una indebida aplicación
del artículo 171.4 del Código Penal , basado en que de un lado, los hechos declarados no constituyen una
verdadera amenaza, y de otro que no es de aplicación la LO 1/2004 de medidas de protección integral contra
la violencia de genero; el segundo motivo del recurso, se justifica por una presunta vulneración del derecho
fundamental a la presunción de inocencia, derivada de una indebida valoración de la prueba; y en tercer lugar,
se alega que debería aplicarse el principio in dubio pro reo ante las dudas en la prueba practicada reseñada
por el recurrente.
A pesar de las alegaciones del recurrente, no puede compartirse sus postulados, por lo que procede la
confirmación de la sentencia y la desestimación del recurso por los motivos que a continuación vamos a
exponer.
SEGUNDO .- El primer motivo del recurso se fundamenta en una indebida aplicación del artículo 171.4 del
Código Penal , basado en dos postulados que no son compartidos por esta Sala.
Justifica el recurrente en primer lugar que las expresiones declaradas probadas no son una verdadera
amenaza, pretensión que no puede ser acogida. Efectivamente se recoge en los hechos probados en que
consintió dicha amenaza, indicando que el acusado " siguió con su coche " a la perjudicada " a la salida del
trabajo, dirigiéndole, además de numerosos insultos, expresiones como que tenía dinero para enterrarla y que no
iba a parar". , Es evidente que dichas palabras, y en el contexto descrito en los hechos probados, tiene encaje
en el tipo penal de las amenazas por el que se ha formulad acusación. S e manifiesta con dichas expresiones
el concreto anuncio de un mal, consistente en "enterarla", lo que supone su muerte, realizándose de forma
seria y determinada, mientras se le perseguía en el coche. El carácter puntual de dicho actuar, justifica que
estemos ante un solo delito de amenaza, y que no se aplique la continuidad delictiva, como se justifica al final
del fundamento de derecho segundo de la sentencia recurrida. Por ello, se concluye que tales expresiones, son
el anuncio de un mal con apariencia de seriedad y firmeza, con capacidad de amedrentar a la víctima. Por ello,
debe reputarse que tales expresiones tiene encaje en el tipo penal de amenazas por le que se ha condenado.
En segundo lugar, se considera que no procede aplicar el precepto penal indicado, ya que no es de aplicación
la LO 1/2004 de medidas de protección integral contra la violencia de genero, pues para ello, es necesario
una interpretación teológica de la norma y que se acredite una situación de superioridad o machismo que no
se daría en este caso. No puede acogerse tal pretensión. Como ya ha resaltado reiteradamente esta Sala, en
concreto en Sentencia de 22 de diciembre de 2015 , 10 de junio de 2015 , 4 de septiembre de 2015 , y 21 de

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octubre de 2016 , la Sentencia del Tribunal Supremo de 26 de diciembre de 2014 , declara que " es verdad que
de acuerdo con la jurisprudencia constitucional para la aplicación del art. 153.1 CP se exige un sustrato que
ponga de manifiesto que la agresión, se enmarca en el contexto de una reprobable concepción implantada en
ámbitos culturales o sociales de predominio del varón sobre la mujer. Pero eso no significa que sea necesario
un elemento subjetivo peculiar o un dolo específico. La presunción juega en sentido contrario. Sólo si consta
que hay evidencias de que el episodio, concreto o reiterado, de violencia es totalmente ajeno a esa concepción
que ha estado socialmente arraigada, y que la agresión o lesión obedece a unas coordenadas radicalmente
diferentes, no habría base para la diferenciación penológica y habrá que castigar la conducta a través de los tipos
subsidiarios en que la condición de mujer del sujeto pasivo no representa un título de agravación penológica.
Pero en principio una agresión en ese marco contextual per se y sin necesidad de prueba especial está vinculada
con la concepción que el legislador penal se propone erradicar o al menos reprobar ". En idéntico sentido
se pronunciaba ya el mismo Alto Tribunal en Auto de 31 de julio de 2013. Así pues, en base a la anterior
jurisprudencia como ya se ha analizado, no se precisa de un móvil de dominio o subyugación de la mujer.
En cualquier caso, en el presente supuesto, en el que el acusado persigue a la perjudicada en el coche, tras
esperarla a la salida de su trabajo, diciéndole las expresiones reflejadas en los hechos probados, acredita esa
situación de superioridad y machismo que justifica el tipo penal aplicado.
TERCERO .- El segundo motivo del recurso, se justifica por una presunta vulneración del derecho fundamental
a la presunción de inocencia, derivada de una indebida valoración de la prueba
Entiende el recurrente que se condena a su cliente por lo manifestado por la perjudicada, corroborado por
la testigo Rosaura y considerando la declaración del acusado como no creíble. Agrega que la victima
era acusación en la causa y no hubo testigos directos de los hechos. Considera que la perjudicada no ha
sido persistente, pues su inicial denuncia era mas amplia, refiriendo unos malos tratos físicos y psíquicos
prolongados. Mantiene que existe una enemistad entre las partes que se descarta en la sentencia por el tiempo
transcurrido desde la ruptura, aunque se admite por las partes, según el recurrente, que tras terminar, intentaron
retomar la relación, y considera acreditada dicha enemistad por los mensajes de whatsapp no impugnados.
A todo lo anterior agrega que la testifical de Rosaura no debe ser considerado elemento corroborador de la
versión de la victima, ya que es amiga de la victima, y no es testigo directo de los hechos enjuiciados, sino
de otros, y ademas solo refiere haber oído insultos y no amenazas. Finalmente resalta que no se alude en la
sentencia al informe de integral de violencia de genero que descarta la situación de mal trato denunciada.
A la vista de los anteriores argumentos, concluimos que el recurrente trata de sustituir la acertada valoración
del Juzgador a quo por la suya propia, pretensión que no puede tener acogida. Efectivamente, el art. 741 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal señala que la valoración de la prueba corresponde al Juez ante quien ha sido
practicada, pues ha dispuesto de la oportunidad y ventaja que supone percibir directamente con sus propios
sentidos -inmediación- el contenido de las manifestaciones hechas ante su presencia, y la actitud de quienes
las evacuaron. Por ello, debe respetarse en principio el uso que haya hecho el juez de su facultad de apreciar en
conciencia las pruebas practicadas en juicio, reconocida por el art. 741 LECr ., no siendo posible en apelación
modificar tal valoración, siempre que tal proceso valorativo se motive o razone adecuadamente en la sentencia
( STC. 17-12-85 , 23-6-86 , 13-5-87 o 2-7-90 , STS. 15-10-94 , 7-11- 94 , 22-9-95, 4- 7-96 o 12-3-97 ). Únicamente
su criterio valorativo deberá rectificarse cuando por quien se recurra, se acredite que así procede por concurrir
alguno de los siguientes casos: 1) Inexactitud o manifiesto error en la apreciación de la prueba; 2) Que el relato
fáctico sea oscuro, impreciso, dubitativo, ininteligible, incompleto, incongruente o contradictorio en sí mismo;
3) Que haya sido desvirtuado por probanzas practicadas en segunda instancia (por todas, SAP Madrid - Secc.
2ª- de 2-11-12 , y Sentencias de esta Sala de 15-12-08 , 24-09-09 y 30-11-11 ).
Es obligado recordar que no procede en esta segunda instancia realizar una nueva valoración de la prueba
practicada en primera instancia, sino que se debe analizar si el proceso lógico seguido en la sentencia de
instancia es correcto y adecuado. Como señala la sentencia del Tribunal Supremo de 17 mayo de 2013 ,
en relación a la facultad revisora a través del recurso, que " no se trata de sustituir una inferencia razonable
por otra que también pueda serlo, sino de comprobar si el razonamiento del Tribunal sentenciador, que ha
presenciado directamente toda la prueba, resiste el contraste con las reglas de la lógica, de la experiencia y de
los conocimientos científicos cuando se haya acudido a ellos ".
CUARTO .- En el presente caso, una vez revisada la grabación de la vista oral, esta Sala considera acertados
los razonamientos que realiza el Juzgador, quien en base a un material probatorio suficiente por contundente,
realiza una deducción lógica y llega, en consecuencia, a conclusiones que no pueden calificarse de arbitrarias,
en la medida en que la intervención del acusado en los hechos en la forma que se relata en el "factum" de la
sentencia apelada, aparece corroborada con la prueba practicada.
Ciertamente la única prueba directa de lo ocurrido consistió en la declaración de la perjudicada, pues el
acusado negó los hechos y la testigo referida en la sentencia, no presenció lo ocurrido el día señalado en

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JURISPRUDENCIA

los hechos probados, sino lo ocurrido otros días. Sin embargo, ello no es óbice para el pronunciamiento de
condena. Conviene recordar que es reiterada y pacífica jurisprudencia del Tribunal Supremo que la declaración
incriminatoria de la víctima del hecho ilícito constituye prueba de cargo suficiente para fundar una sentencia
condenatoria (entre otras STS 61/2014, de 3 de febrero ). De este modo, concluimos que la versión de la victima
en el presente caso, es suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia que amparaba al acusado. Lo
primero que debemos destacar, como explica la STS 964/2013, de 17 de diciembre , es que la credibilidad
del testimonio de la víctima corresponde valorarla, en principio, al órgano de enjuiciamiento, mientras que al
Tribunal de casación le compete el control de la valoración realizada por el Tribunal de instancia, en lo que
concierne a su racionalidad en función de los parámetros de la lógica, la ciencia y la experiencia. Fijado lo
anterior, y en segundo lugar, hemos de afirmar que la declaración de la perjudicada, reúne todos los requisitos
exigidos por la jurisprudencia del Tribunal Supremo, para constituir prueba de cargo, pues ha sido persistente, a
pesar de lo referido por el recurrente, pues la concreta amenaza por la que se produce la condena, es reiterada
en todas las ocasiones en las que la perjudicada ha declarado, tanto en sede policial, (folio 10), como en sede
de instrucción (folio 32)como en el acto del juicio oral. Dicha declaración aparece corroborada, como se indica
en la sentencia de instancia, por la testifical de Rosaura , que si bien no presenció lo ocurrido el día concreto,
si manifestó que presencio la conducta del acusado, persiguiendo a la victima e insultándole, lo que evidencia
que el acusado al negar dicha actuación, faltaba a la verdad, y sin que el vinculo de amistad justifique la falta
de credibilidad de la versión de la testigo; y por último, con independencia de que entre la victima y el acusado
existan desavenencias, no se aprecia en la primera un ánimo de venganza o de odio hacia el acusado que le
impulse a denunciar algo que no ha ocurrido en la realidad, sin que los mensajes de whatsapp aportados, que
fueron negados por la denunciante, aun siendo ciertos, evidencia la falsedad del contenido de la denuncia
Finalmente, en relación al informe de integral de violencia de genero, habida cuenta que el mismo no es
concluyente, determinó que la causa no se continuase por un delito de mal trato habitual, lo que justifica que
no se valorase en sentencia dicha prueba, al no servir para acreditar las amenazas concretas que fueron objeto
de enjuiciamiento.
Así pues, a la postura de la perjudicada debe otorgasele plena credibilidad, en los términos realizados por
el Magistrado de instancia y por tanto, resultando lógico y racional el juicio de valoración realizado en la
instancia y gozando el material probatorio que lo sustenta de aptitud suficiente para desvirtuar la presunción
de inocencia que ampara al recurrente, procede desestimar el recurso interpuesto y confirmar la resolución
recurrida.
QUINTO .- Finalmente ha de ser rechazada la pretendida aplicación del principio in dubio pro reo, que sólo
entra en juego cuando, practicada la prueba, ésta no ha desvirtuado la presunción de inocencia. Dicho en
otros términos: la aplicación de dicho principio se excluye cuando el órgano judicial no ha tenido duda sobre
el carácter incriminatorio de las pruebas practicadas ( STC 63/1993, de 1 de marzo y SSTS de 05-12-2000 ,
20-03-2002 , 18-11-2002 y 25-04-2003 ), como ocurre en el caso de autos.
SEXTO .- Por todo ello, ha de desestimarse el recurso de apelación y por ende, debe ser confirmada la
resolución recurrida, sin que se aprecien, no obstante, motivos para hacer expresa imposición de las costas
de esta alzada, que serán declaradas de oficio ( art. 240.1º LECrim .).
Vistos los artículos citados y los de general y pertinente aplicación.

FALLAMOS
Que con DESESTIMACIÓN del recurso de apelación deducido contra la Sentencia dictada con fecha quince
de febrero de dos mil dieciséis, del Juzgado de lo Penal nº 2 de Almería , en el procedimiento abreviado
404/2015 de que deriva la presente alzada, DEBEMOS CONFIRMAR Y CONFIRMAMOS la expresada resolución
con declaración de oficio de las costas causadas en esta alzada.
Devuélvanse los autos originales al Juzgado de procedencia acompañados de certificación literal de la
presente resolución a efectos de ejecución y cumplimiento.
Así por esta nuestra sentencia, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN.- Leída y publicada que fue la anterior sentencia por los Iltmos. Sres. Magistrados que la firman,
estando celebrando Audiencia Pública el mismo día de su fecha, de todo lo cual doy fe.

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