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Sujetos en el

proceso
penal

Derecho
Procesal III
(Procesal
penal)

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“CUESTIONES FUNDAMENTALES EN EL PROCESO
PENAL”

En este módulo vamos a estudiar en primer lugar a los sujetos que intervienen en el proceso
penal, indicando cual es el rol que la ley les asigna a cada uno de ellos, distinguiendo los
sujetos que deben necesariamente estar presentes para que el mismo pueda desarrollarse
válidamente, de aquellos cuya ausencia de ningún modo impiden el desenvolvimiento del
proceso, sino que la ley los faculta a ser parte del mismo. Luego pasaremos a desarrollar la
prueba del proceso penal, entendida como garantía del imputado, ya que únicamente la prueba
que incorporada legalmente al proceso, acredite la existencia del hecho y la participación del
imputado en el hecho investigado, puede derribar el principio de inocencia establecido en el art.
14 de la Constitución Nacional. Finalmente, veremos las medidas de coerción que pueden ser
aplicadas dentro del proceso penal, para garantizar los fines del mismo, que no son otros que
el descubrimiento de la verdad real y la aplicación de la ley penal.

SUJETOS PROCESALES
En el proceso penal tenemos sujetos esenciales, que son aquellos que deben necesariamente
estar presentes en el proceso; y sujetos eventuales que pueden o no estar dentro del proceso
dependiendo si optan por ejercer la facultad que les otorga la ley procesal. Dentro de la primera
categoría tenemos al juez penal, al actor penal (que en los casos de la acción pública está a
cargo del Ministerio Público Fiscal y en los de acción privada del querellante) y el imputado
junto a su abogado defensor. En la segunda categoría –no esenciales o eventuales-
encontramos al querellante particular, al actor civil, al demandado civil y al citado en garantía –
compañía de seguros por ejemplo.

SUJETOS ESENCIALES
A.- JUEZ
El juez penal es quien ejerce la jurisdicción. Es el depositario del poder estatal de conocimiento
y decisión sobre la comisión de delitos y aplicación de la ley penal. Es el encargado de juzgar y
penar (excepcionalmente de investigar), como también, en garantía del ciudadano, de no
hacerlo en caso de no corresponder de acuerdo a la constitución, al derecho penal y procesal.
La persona del juez requiere ciertas condiciones:
a) Imparcialidad: es la condición de tercero neutral. El juez debe ser imparcial, no
debe ser parte interesada en el proceso, debe mantener la misma distancia entre
acusación y defensa, tanto por cuestiones funcionales como para las cuestiones
personales. Por ello, y a fin de garantizar la imparcialidad del tribunal, se establecen
causales de inhibición y recusación, que obligan a los jueces a apartarse en ciertos
casos, cuando la ley los coloca en una hipótesis en que pueda verse afectada su
imparcialidad, como por ejemplo en caso de amistad, enemistad, relaciones de
negocios, parentesco, haber sido denunciante o denunciado, haber adelantado
criterio etc. (art. 60 del C.P.P.).

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b) Independencia: supone la libertad de decidir sin interferencias políticas, de
grupos de presión o de otros poderes. Supone que el juez sólo deba someterse y
obedecer la ley.
c) Idoneidad: se vincula con aspectos humanos (edad, capacidad física y mental,
actitudes morales, vocación de servicio, austeridad, conducta honorable) y aspectos
técnicos (ser abogado, tener conocimientos jurídicos, capacitación, experiencia
profesional etc.)

JURADOS
Si bien históricamente la jurisdicción era ejercida por magistrados con estabilidad en su
función y pertenecientes al Poder Judicial, actualmente, en el sistema procesal
cordobés, también ejercen dicha función particulares, que no son escribanos ni
abogados y quienes juntos a los técnicos van a decir la situación del imputado. Son los
llamados “jurados”.
Actualmente en el Código Procesal de la Provincia de Córdoba coexisten dos tipos de
jurados, que presentan claras diferencias: el jurado popular y el jurado escabino.

JURADO ESCABINO (art. 369 del CPPCba.)


Procedencia: facultativo a solicitud de las partes (15 o más años de prisión).
Integración: participación lega minoritaria (dos legos más tres jueces).
Acceso a las actuaciones: tienen acceso a las actuaciones antes del debate.
Atribuciones durante el debate: mismas atribuciones que los jueces, por ejemplo
pueden formular preguntas aclaratorias a los testigos.
Contenido del veredicto: deciden todas las cuestiones que involucra la sentencia.
Incluye aspectos jurídicos, fácticos, pena, cuestiones civiles etc.
Forma del veredicto: por simple mayoría de votos.
Fundamentación del veredicto: tienen obligación de fundar todas las cuestiones y cada
uno redacta su voto. Pueden adherirse al voto de los otros.
Requisito para ser jurado: tener entre 21 a 65 años, ciudadanía, ciclo básico, capacidad
civil.
Inhabilidades: no estar procesado, no tener condenas por delitos dolosos (últimos diez
años).
Incompatibilidades: no están previstas.

JURADOS POPULARES (Ley 9182, artículos 2, 4, 18, 19, 23, 24, 28, 29, 33, 34,
41, 44, 57)
Procedencia: obligatorio (dentro del fuero penal económico y graves atentados contra la
vida).
Integración: participación lega mayoritaria (ocho legos más tres jueces, hay cuatro
suplentes).
Acceso a las actuaciones: no tienen acceso a las actuaciones antes del debate.
Atribuciones durante el debate: meros observadores. No tienen ninguna ingerencia en la
dinámica probatoria. Los jueces técnicos, sí.
Contenido del veredicto: deciden solamente sobre la existencia o no del hecho
delictuoso, con discriminación de las circunstancias jurídicamente relevantes y sobre la
participación del imputado. Excluye calificación legal, pena, incidentes, cuestiones
civiles etc.
Forma del veredicto: por simple mayoría de votos. Votan ocho jurados populares y los
dos vocales técnicos. El presidente vota sobre los incidentes, calificación legal, pena,

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restitución o indemnización demandada, costas, pero respecto de la existencia del
hecho y la participación del imputado sólo vota en caso de empate.
Fundamentación del veredicto: tienen obligación de fundar las cuestiones. Pueden
adherirse al voto de los otros. La redacción de los fundamentos de los legos está a
cargo de los vocales técnicos. Ejemplo: si hay 3 jurados y 1 vocal que vota por la
condena y 5 jurados y otro vocal que vota por la absolución, los votos siempre van a ser
fundamentados por el vocal técnico. Tanto la mayoría como la minoría van a ser
fundamentada técnica y legalmente por el vocal técnico. Si votan 6 populares por la
absolución y 2 vocales por la condena, los populares se quedaron sin técnico para la
fundamentación lógica y legal de los populares, la realiza entonces el Presidente pero
no vota. Si 3 populares y 2 vocales votan por la condena y 5 populares por la
absolución, hay empate, el presidente entonces vota para desempatar y si vota por los 2
vocales y 3 populares, la fundamentación lógica y legal de los 5 jurados populares que
votaron por la absolución la va a realizar el presidente aunque haya votado en contra.
Requisito para ser jurado: tener entre 25 a 65 años, ciudadanía, ciclo básico, aptitud
física y psíquica, no ser concursado, residencia por cinco años.
Inhabilidades: no estar procesado, no tener condenas por delitos dolosos (últimos diez
años).
Incompatibilidades: desempeño de cargos públicos (administración centralizada y
descentralizada), tribunal de cuentas, defensoría del pueblo, autoridades de los partidos
políticos, abogados, escribanos, procuradores, ministros del culto.

MINISTERIO PÚBLICO FISCAL


Es otro de los sujetos esenciales del proceso penal.
Fiscal: es aquella persona encargada en el proceso penal de preparar, promover y ejercer la
acción penal pública.
El ministerio público está integrado por todo el cuerpo de fiscales.
Tiene como objetivo:
- Genérico: la defensa de los intereses generales de la sociedad.
- Específico: ejercer la persecución penal, lo que implica varias actividades: a)
realizar la investigación; b) formular la acusación; y c) sostener la acusación en
el juicio procurando que se aplique la ley penal si corresponde a quien se cree
que ha cometido el delito.

Criterios de actuación del Ministerio Público Fiscal


A) OBJETIVIDAD: significa que el Ministerio Público debe buscar la verdad objetiva, es decir
procurar tanto las pruebas de cargo como las de descargo. No es un acusador a ultranza, si
considera que debe solicitar el sobreseimiento o la absolución así lo debe hacer.
B) LEGALIDAD: debe actuar conforme a la ley, estando obligado -en todos los casos en que la
ley lo establece- a iniciar y ejercer la acción penal pública. No tiene la disponibilidad de la
acción.
C) SUBORDINACIÒN JERARQUICA: significa que el cuerpo de fiscales (a diferencia de los
jueces) está estructurado verticalmente, de manera tal que los fiscales de jerarquía superior
tienen el poder de darle instrucciones a los fiscales de jerarquía inferior.
Está expresamente prohibido a los fiscales dar supervisión a los inferiores sobre la decisión de
formar o no causa (investigar o no), o sobre la decisión de aplicar una medida de coerción (ej.
Orden de detener a una persona), o que verse sobre la decisión de acusar o no, o la decisión
de pedir condena o no.

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D) UNIDAD DE ACTUACION: hace alusión a que el Ministerio Público es uno solo, es decir,
que en el proceso penal son válidos los actos realizados por cualquiera de sus miembros, y
esto refleja flexibilización en la actuación del Ministerio Público. Por ejemplo, el fiscal general
puede disponer que un caso sea investigado por dos o más fiscales. También por ejemplo y en
virtud de este principio, el fiscal de cámara, puede convocar al Fiscal de Instrucción para que
actúe en el juicio, en su lugar.

IMPUTADO
Concepto: “es la persona indicada como partícipe de un hecho delictuoso en cualquier acto de
la persecución penal dirigido en su contra y desde el primer momento de ella”1.
A partir del momento en que la persona es sindicada como partícipe de un hecho delictuoso,
comienza a manifestarse el derecho de defensa en todas sus aristas.
Desde ese momento es considerado sujeto del proceso y no un mero objeto de persecución
penal. En virtud de ello se sostiene que la “calidad de imputado” es un beneficio jurídico de
suma importancia, desde el punto de vista de su defensa toda vez que puede ejercer todas las
atribuciones que le otorga la ley, así puede declarar, proponer diligencias u ofrecer pruebas,
valorar las mismas y peticionar ante el órgano jurisdiccional una resolución conforme a sus
intereses.
La calidad de imputado, no deroga de ningún modo el principio de inocencia, ni constituye
causal de exclusión en el trato social. En realidad si se hace pública la imputación provoca un
fenómeno de estigmatización que no es disipado por ninguna decisión jurisdiccional
desincriminadora posterior. En virtud de ello, el primer derecho de un ciudadano es no ser
imputado sin que existan sospechas fundadas en pruebas y en consecuencia, en el primer
momento de la persecución penal debe tratarse de evitar, mientras no sea inevitable, el atribuir
a una persona la calidad de imputado2.

Capacidad para ser imputado:


Se requiere:
1. Madurez en razón de la edad: son inimputables por inmadurez en razón de la edad
todos los menores de 16 años. Hay una presunción iuris et de iure de la ley penal por
la que presume que todo menor a esa edad, no tiene capacidad para comprender la
criminalidad del acto y dirigir sus acciones. Los menores de 16 a 18 años son
inimputables para los delitos cuya pena máxima no supere los dos años de prisión
pero imputable para aquellos que sí supere dicha pena.
2. Plenitud de las facultades mentales: la persona al momento de haber cometido el
hecho tiene que haber podido dirigir sus acciones y comprender la criminalidad del
acto.

Formas de adquirir la calidad de imputado

• La denuncia en contra de una persona determinada: es decir, la atribución de un


delito a una persona. Es un acto de un particular que pude hacer nacer la
calidad de imputado. Desde el momento en que una persona es denunciada,
puede ejercer los derechos que la ley le otorga como imputado (art. 80 C.P.P.
Cba.). En el caso, por ejemplo, que una persona toma conocimiento de que otra
la denunció, puede presentarse ante el fiscal de Instrucción y solicitarle que le
recepte declaración como imputado para dar su versión sobre los hechos, aún

1
Cafferata Nores José I. – Montero Jorge (h), “El imputado”, pág. 13, edit. Marcos Lernes, Córdoba 2001.
2
Cfr. Cafferata Nores – Montero, ob. cit., pág.13.

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antes de que el fiscal lo cite a declarar. Es por ello, que decimos que la denuncia
es un acto de particulares que hace nacer la condición de imputado, al menos a
los fines de ejercer los derechos que la ley le otorga al imputado en virtud del art.
80 del C.P.P.

• Puede provenir de un señalamiento expreso (requisitoria del fiscal de


instrucción).

• De un acto objetivo que implique sospecha inicial (ej. citación a prestar


declaración como imputado).

• De la orden de detención: es un acto oficial que confiere la calidad de


imputado.

• La aprehensión: es la privación de la libertad de una persona de hecho


en caso de flagrancia. Es otro acto que confiere la calidad de imputado.

Por otro lado, la calidad de imputado cesa por: sentencia condenatoria, absolutoria o
sentencia de sobreseimiento firme.

Cabe resaltar que la simple calidad de imputado, no autoriza a medidas de coerción,


pues si bien ello presupone la adquisición de tal condición, para la aplicación de una
medida de coerción se necesita un caudal probatorio que tenga por acreditada la
existencia del hecho y la participación del imputado en ese hecho. Además presupone
que esa medida de coerción sea indispensable para salvaguardar la investigación y la
aplicación de la ley. Fuera de estas hipótesis la persona tendrá la calidad de imputado y
podrá ejercitar todos sus derechos, pero no estará sujeto a medidas restrictivas de su
libertad cualquiera sea la gravedad del hecho que se le atribuya.

Por ser el imputado una persona inocente hasta que una sentencia condenatoria lo
declare culpable, no esta obligado a demostrar su inocencia y por ende tampoco puede
ser inducido, engañado, constreñido o violentado a declarar ni a producir prueba en
contra de su voluntad (incoercibilidad moral). Por ello, está prohibido obligarlo a declarar
en su contra, a actuar en un careo o reconstrucción, a realizar un cuerpo de escritura, a
grabar su voz, etc. Es decir a actuar como “órgano de prueba”, con lo cual no será
indicio de culpabilidad que el imputado se abstenga de declarar, o que al hacerlo
mienta, o que se niegue a participar en un careo etc. Sólo cuando actúe como “objeto
de prueba” podrá ser obligado a soportar, dentro de ciertos límites, el respectivo acto
procesal (ej. reconocimiento en rueda de personas, inspecciones judiciales, requisa,
extracción de sangre etc.).

Declaración del imputado

La declaración del imputado está regulada en nuestro sistema procesal como un medio
de defensa del imputado y no como un medio de prueba. Eventualmente, si el imputado
opta por declarar y efectúa manifestaciones pertinentes y útiles para el esclarecimiento
del hecho que se investiga, el Fiscal deberá producir la prueba a la que se refirió el
imputado en su defensa material (art. 267 C.P.P.Cba.).

La declaración del imputado, es un requisito ineludible para que pueda formularse la


acusación y su omisión se encuentra sancionada bajo pena de nulidad. No puede en

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consecuencia, haber acusación que va a dar base al juicio si antes no se le receptó la
correspondiente declaración, si no se le hizo saber cuál era el hecho que se le atribuye
y las pruebas obrantes en su contra. Por otro lado, no puede haber sentencia en el
juicio, si en el debate no se le dio la oportunidad al imputado de declarar (o abstenerse
de hacerlo si esa es su elección). Es decir, al imputado se le debe haber dado la
posibilidad de declarar en relación al hecho que se le atribuye, no obstante que en dicho
acto opte por abstenerse de hacerlo. La omisión de darle esa posibilidad acarreará,
necesariamente, la nulidad del proceso.

Oportunidad para la declaración del imputado

Nuestro ordenamiento procesal establece que la persona sometida a proceso pueda


declarar a lo largo de todo el proceso, cuantas veces quiera, siempre y cuando esto no
sea una maniobra para dilatar el curso de la causa.

Ahora bien, en virtud de normas constitucionales, el imputado no puede ser obligado a


declarar en su contra, es decir que tiene el derecho de abstenerse de declarar, de
guardar silencio. Si opta por el silencio, esto no puede significar una presunción de
culpabilidad en su contra. Puede incluso, prestar una declaración parcial, es decir
declarar lo que estime oportuno y abstenerse de contestar preguntas; también puede no
prestar ningún tipo de declaración o simplemente puede negar el hecho sin efectuar
más manifestaciones. También es posible que, en una primera oportunidad, se
abstenga de prestar declaración y posteriormente solicite hacerlo.

Estructura de la declaración

1. Se lo interroga sobre las condiciones o datos personales. No sólo el nombre y apellido,


edad, estado civil, domicilio; sino también sus condiciones de vida (nombre de los
padres, nivel de educación, nivel socioeconómico, antecedentes que pudiera tener, si
tiene alguna enfermedad infectocontagiosa, si es adicto a las drogas o al alcohol, etc.).

2. Luego de ello, se procede a la intimación, que consiste en informar al imputado el hecho


que se le atribuye, esto es las circunstancias de tiempo, lugar y modo en que le mismo
se habría producido, para que pueda defenderse. En esta oportunidad se le deberá
también hacer saber sobre las pruebas existentes en su contra y que tiene el derecho
de abstenerse de declarar, sin que ello implique una presunción de culpabilidad en su
contra.

3. Finalmente, la declaración del imputado propiamente dicha, que puede consistir en una
abstención, una declaración, o una declaración parcial.

Defensa del imputado


El imputado, debe estar asistido por un defensor técnico (que pueden ser máximo dos, si
así lo quisiese, a diferencia del querellante particular y el actor civil que sólo pueden contar
con un sólo defensor), bajo pena de nulidad al momento de receptarle declaración. Es decir
que la defensa técnica es un derecho irrenunciable por parte del imputado toda vez que aún
cuando no proponga defensor o no quiera hacerlo, se le designará un defensor de oficio.
También podrá autodefenderse, aún cuando no sea de profesión abogado, siempre que ello

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no perjudique la eficacia de la defensa y no obste a la normal sustanciación del proceso
(art. 118 C.P.P. Cba.)
Si el imputado no tuviera medios económicos para nombrar a uno de su confianza, será
asistido por un asesor letrado (pagado por el Estado y perteneciente al poder judicial).
El imputado puede revocar el poder a su defensor y nombrar a otro en cualquier momento,
aunque debido a que no puede estar sin defensa, hasta la aceptación del nuevo defensor,
se puede designar transitoriamente al asesor letrado. Paralelamente, el abogado defensor
no puede abandonar intempestivamente la defensa sin justa causa, sino que tienen que
prever la sustitución, y recién una vez que el nuevo defensor haya aceptado el cargo y
fijado domicilio, se puede alejar efectivamente del cargo.

La defensa del imputado consiste en:

1. Conocer y contradecir la imputación, brindando si desea, su versión sobre los


hechos, ya sea, negando la existencia del hecho, su participación o invocando la
existencia de circunstancias atenuantes o eximentes.
2. Derecho a no defenderse, sin que ello implique presunción de culpabilidad.
3. Ofrecer prueba.
4. Controlar la prueba ofrecida.
5. Alegar sobre el merito de la prueba.
6. Interponer recursos.
7. Demostrar la carencia total o parcial de la pretensión por razones fácticas, jurídicas
o de forma.

La defensa del imputado debe ser analizada desde el punto de vista de la:

• Defensa material: es la actividad que realiza personalmente el imputado, haciéndose


oír, declarando en descargo o aclaración de los hechos intimados, proponiendo y
examinando prueba, presenciando y participando de los actos probatorios, o abstenerse
de hacerlo.
• Defensa técnica: es la que realiza el abogado defensor, aconsejando al imputado,
realizando la estrategia defensiva, proponiendo, controlando, argumentando sobre la
prueba, discutir el encuadramiento legal o recurriendo resoluciones adversas.

En caso de discrepancia entre el imputado y su defensor, en principio quien decide es el


imputado. Es decir, si el imputado quiere recurrir una resolución y el defensor no, éste debe
recurrirla; asimismo, si el imputado no quiere impugnar y el defensor sí, éste no podrá
impugnarla.
Por otra parte, la garantía de la defensa técnica no se satisface con sólo una presencia formal
del defensor ya que se requiere que éste desempeñe la función efectivamente. Así, si el
abogado es negligente en su labor ello no puede ser perjudicial para el imputado debiendo el
tribunal sustituir al letrado. Si se advierte la negligencia y no se procede a la sustitución puede
acarrear la nulidad del proceso por afectar la garantía constitucional de la defensa en juicio.

SUJETOS EVENTUALES
Como ya dijéramos, sujetos eventuales son aquellos que pueden o no estar en el proceso
penal. Aquellos a quienes la ley la otorga la facultad de ser parte del proceso dependiendo de
su voluntad ingresar al mismo.

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QUERELLANTE PARTICULAR
Es un sujeto eventual que coadyuva la actuación del fiscal. Su finalidad es acreditar la
existencia del hecho delictuoso y la participación punible del imputado. El querellante particular
no busca una reparación económica sino sólo una sanción penal. Si la víctima pretende
también una indemnización por los daños y perjuicios que el delito le ocasionara, deberá
constituirse en actor civil, si reúne las condiciones exigidas por la ley.
El querellante particular es la forma que tiene la víctima para participar en el proceso penal
como parte.
Se discutía si la actividad de ejercer la acción penal estaba solamente reservada, en el sistema
jurídico argentino, al Estado, es decir a los fiscales; o si también, podían los particulares
involucrarse, principalmente la víctima. La posición tradicional sostenía que los delitos de
acción penal pública estaban solamente reservados al Estado, y la víctima únicamente podía
participar cuando sea necesaria para realizar alguna prueba, pero no era parte y no tenía
ninguna intervención en el proceso más allá de la prueba.
Esta posición fue cambiando los últimos años, sobre todo desde la reforma constitucional del
año 1994 con la introducción de los pactos internacionales, que establecen el derecho de tutela
judicial efectiva de la víctima, en especial la Comisión Americana sobre Derechos Humanos.
Así, se consideró que la victima muchas veces era el principal interesada en que se persiga al
autor del delito. A raíz de este cambio de criterio, se comenzó a permitir su participación en el
proceso penal y es por ello que los nuevos códigos prevén la institución del querellante
particular, que es la forma que tiene la víctima de contribuir a la persecución penal del autor del
delito.
Asimismo, el Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba, establece que la víctima de un
delito aún cuando no se constituya en querellante particular, es decir que aún no siendo parte,
tiene derechos mínimos dentro del proceso, como son el de ser informado de sus derechos (es
decir de la posibilidad de constituirse en querellante particular y actor civil) y que se le informe
sobre las resoluciones que se tomen en el proceso, sobre la marcha de la investigación etc.
Para poder constituirse en querellante particular es necesario haber sido víctima del delito. En
el caso de que la víctima del hecho haya fallecido (ejemplo: en el caso de un homicidio) los
herederos forzosos pueden ejercer ese derecho de ser parte en el proceso.
La víctima es el ofendido penal, es decir el titular del bien jurídico protegido por el delito.
Ejemplo: en un robo el bien jurídico protegido es la propiedad, la víctima, entonces, será el
propietario de la cosa robada.
Esta definición fue criticada en virtud de que en algunos casos el titular del bien jurídico
protegido no coincide con el interesado en el esclarecimiento del hecho. Por ejemplo, en el
caso de la emisión de cheques sin fondo, la persona contra la que se emitió ese cheque, es la
que sufrió el perjuicio, pero como el bien jurídico que protege este delito es la fe pública y no la
propiedad, el damnificado no podría constituirse en querellante, por lo que realmente aparece
como una injusticia.
Por ello, jurisprudencialmente se fue ampliando el concepto de ofendido penal, considerando –
ahora- no sólo ofendido al titular del bien jurídico protegido, sino que, cuando a causa del delito
haya una afectación directa a una persona (por más que no sea el titular de BJP), igualmente
va a poder constituirse en querellante particular (ej. En falso testimonio).
La constitución en Querellante particular, debe ser formulada durante la investigación, desde su
inicio hasta su clausura, bajo pena de caducidad. El pedido debe ser efectuado ante el Fiscal
de la causa, quien resuelve de acuerdo a si se han cumplido o no los presupuestos legales (art.
7 y 91 del C.P.P. Cba.). En caso de ser rechazada por el Fiscal, el querellante podrá ocurrir
ante el Juez de Control (art. 93 C.P.P. Cba.).

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El querellante particular interviene en todos los delitos de acción pública y puede renunciar en
cualquier momento su participación. Se lo considera tácitamente desistido cuando se inicia el
debate y el querellante no se presenta a la primera audiencia.
Facultades:
1. Tiene que actuar con patrocinio letrado. En caso de no tener medios para abonar un
abogado particular, puede ser representado por asesores letrados, pero no puede
actuar por sí.
2. Puede proponer pruebas o controlar la producción de ésta a fin de acreditar la
existencia del hecho y participación del imputado.
3. Puede alegar sobre el mérito de la prueba.
4. Puede presentar recursos cuando también lo haga el fiscal o cuando la ley
expresamente le acuerde esa posibilidad.

ACTOR CIVIL
A diferencia del querellante particular, el actor civil persigue en el proceso penal, recuperar la
cosa de la que ha sido privada por el delito, y además tiene por fin la reparación económica por
el daño moral o material sufrido a causa del delito. Es decir, ejerce una pretensión de índole
económica. En cambio, el querellante ejerce una pretensión penal (perseguir al delincuente).
Muchas veces puede que coincida la persona del querellante particular con el actor civil,
porque es la misma víctima, en cuyo caso podrá efectuar un solo escrito pero cumpliendo con
las exigencias legales de cada uno de ellas.
Para poder constituirse en actor civil, tiene que ser damnificado directo a causa del delito, es
decir, tiene que ser la persona que a causa del delito sufrió un daño moral o material en forma
directa (si esta murió será su sucesor o los herederos en los límites de la cuota hereditaria).
La constitución en actor civil debe ser presentada durante la investigación y hasta su clausura
(bajo pena de caducidad), pero a diferencia del querellante que se lo admite –o no- durante la
investigación, la admisibilidad del actor civil será resuelta en la etapa de juicio.

No obstante, y pese a que no adquiere durante la instrucción la calidad de parte, el actor civil
tiene facultades mínimas durante esa etapa, a saber:
• Examinar el expediente
• Puede pedir embargos etc.

A diferencia del querellante particular que se puede constituir en cualquier proceso penal –
salvo el seguido contra menores- (art. 91 C.P.P.Cba.), el actor civil sólo puede constituirse en
todos los delitos dolosos y en los culposos sólo en caso de muerte o lesiones gravísimas. Es
decir, en un proceso penal que se sigue por la posible comisión de un delito de lesiones graves
culposas, la víctima podrá constituirse en querellante particular pero no en actor civil. Si
pretende una reparación económica deberá formular la demanda en el fuero correspondiente,
esto en el fuero civil.
Por otra parte, el actor civil, si reúne y cumple con las condiciones legales, recién se le
acordará la calidad de parte en los actos preliminares del juicio (decreto de citación a juicio -
art. 100 C.P.P. Cba.) y concreta la demanda en la discusión final del debate, esto es en los
alegatos (art. 402, segundo párrafo C.P.P. Cba.).

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