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y Aplicaciones
Enviado por Joel Fortunato Reyes Perez
Partes: 1, 2
1.
2. La Psicopatología como Ciencia
3. Concepto y Definición de la Psicopatología Clínica
4. Clasificación de la Psicopatología
5. El Objeto de Estudio de la Psicopatología Clínica
6. Aplicaciones y Usos de la Psicopatología Clínica
7. Bibliografía
Introducción
El hombre ha estado desde los más remotos tiempos, sujeto a múltiples influencias, algunas
ligeramente nocivas y otras perjudiciales en extremo, y han sido de tan antiguo conocidas
que se pierden en el tiempo. Cuando estas influencias, se constituyen en elementos lo
suficientemente intensos que afecten el equilibrio saludable del individuo, se consideran
factores y causas de alteraciones mentales. Al perder el hombre su salud mental, se
presentan una serie de síntomas y signos anormales, que integran los fenómenos
psicopatológicos, y que pueden formar parte de enfermedades psiquiátricas, síndromes
neurológicos, trastornos conductuales o desequilibrios psicológicos.
Para abordar el estudio de estos problemas se han creado y desarrollado
diversas ciencias en el campo de la salud, como la semiología y semiótica, la nosología y
nosografía, así como la fenomenología, dentro del campo especial de la psicopatología
clínica, por lo que pasaremos a revisar dichos conceptos.
Semiología: Es el estudio de los signos y síntomas de las enfermedades en su sentido
clínico, es decir, se analizan y describen las diversas manifestaciones por medio de las
cuales nos damos cuenta de todo lo que nos sirve para descubrir la presencia de una
alteración de la salud, clasificarla y distinguirla de las demás enfermedades. Es en esencia,
una de las técnicas del diagnostico medico, cuyos datos se obtienen de la entrevista y
exploración clínica.
Semiótica: Es en la medicina, el estudio de los signos de las enfermedades, y que
representan la evidencia objetiva de anormalidad, como por ejemplo, la fiebre o la ictericia
(coloración amarillenta de la piel). Es lo que permite describir, diferenciar y clasificar las
enfermedades.
Nosología: Es el estudio completo de las enfermedades, desde sus primeros signos y
síntomas, así como su evolución, hasta su terminación, sea por curación o fallecimiento.
Siendo la parte de la medicina que nos orienta acerca de las enfermedades y nos permite
plantear los tratamientos.
Nosografía: Se refiere a la clasificación metódica, la organización del conjunto de
manifestaciones de síntomas y signos en un cuerpo de conocimientos, orgánicamente
relacionados, que facilitan su estudio como entidades particulares, y se les llame
enfermedades, síndromes o conjuntospatológicos.
Fenomenología: Es un termino que se utilizo primeramente para designar la teoría de los
fenómenos, en sentido amplio, la ciencia de los fenómenos, y en sentido estricto para la
psicopatología clínica, es la ciencia de los fenómenos que se manifiestan en la conciencia.
Es por tanto, una ciencia neutral, que trata de los hechos psíquicos como fenómenos en si,
esto es, en cuanto a contenidos significativos. Y considera el principio de especificidad
descriptiva, donde el mejor concepto, es el que traduce los rasgos más específicos del
trastorno.
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Clasificación de la Psicopatología
Psicopatología General.-Es aquella que abarca la totalidad del conocimiento, relativo a
los trastornos y fenómenos mentales patológicos. Conocimiento siempre en progreso,
nunca acabado, que va desde su fundamento epistemológico, axiológico y ontológico, hasta
los de índole lógicos, físico-matemáticos, históricos, culturales y sociales.
Psicopatología Evolutiva.-Es aquella que estudia los fenómenos psicopatológicos, en
relación con las diversas épocas de la vida, por lo que se divide en: Infantil, De
la Adolescencia, Adultez y La Vejez (ancianidad).
Psicopatología Experimental.-Es aquella donde se abarcan e interrelacionan, los
fenómenos psicopatológicos con aspectos de investigación en laboratorio, psicométricos,
estudios histoquímicos, neuroquímicos y psicofarmacológicos, hasta los aspectos
anatomofisiologicos, y en general, todos aquellos conocimientos donde se buscan las
relaciones objetivas, es decir, de relaciones cuantitativo-materiales.
Psicopatología Clínica.-Es aquella que trata el aspecto teórico de su aplicación practica,
es decir, del conocimiento psicopatológico en el ejercicio clínico, por lo que se relaciona
fundamentalmente con la semiología, metodología y nosografía, siendo la base de la
psiquiatría clínica, que es la encargada además, de la terapéutica.
Psicopatología Especial.-Es aquella que trata los aspectos particulares, de trastornos
genéricos, como por ejemplo: De las Psicosis, De las Neurosis, De los Trastornos Mentales
Orgánicos, incluidas las De las manifestaciones mentales de Trastornos
y Enfermedades Sistémicos.
Psicopatología Forense: Abarca la aplicación de los conocimientos psicopatológicos en
particular, los del tipo clínico para el mejor esclarecimiento y en auxilio de
la administración de justicia, en otras palabras, son los conocimientos psicopatológicos
relacionados con los aspectos legales de la conducta humana y sus anomalías, a la luz de
la jurisprudencia.
Bibliografía
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(Madrid), 1979.
2.-Bleuler Eugen.: Tratado de Psiquiatría, Ed.-Espasa-Calpe S.A.
3era. Edición, traducción de la 10ª. Alemana de Alfredo Guera Miralles, España (Madrid),
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Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina, U.N.A.M., México,
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Biblioteca Nueva, España, (Madrid), 1982.
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17.-Stone y Church.: Psicología y Psicopatología Del Desarrollo, Ed.-Paidos, Argentina
(Buenos Aires), 1970.
18.-Sullivan H.S.: Concepciones de la Psiquiatría Moderna, Ed.-Psique, Argentina (Buenos
Aires), 1959.
Autor:
Dr. Joel Fortunato Resyes Perez
Medico Cirujano Psiquiatra (UNAM).
Maestría En Ciencias y Técnicas de Investigación Educativa (UACJ)
Psiquiatra Forense y Clínico Criminológico.
Historia de la psicopatología
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La psicopatología, (del griego, psyché: alma; pathos: enfermedad; y logos: discurso
racional) es una disciplina científica cuyo objeto de estudio es la conducta anormal o
desviada, y que presta especial interés a la naturaleza u orígenes de los comportamientos
patológicos. Sirve como base para disciplinas más aplicadas, como la psicología clínica o
la psiquiatría, y guía los procesos de prevención, diagnóstico y tratamiento. Uno de sus
principales objetivos es lograr establecer unos principios generales que permitan identificar
las causas de la conducta anormal mediante la aplicación del método científico.1
A lo largo de la historia de la psicopatología, el concepto mismo de enfermedad
mental ha evolucionado en función del momento histórico y de las circunstancias culturales
de cada sociedad. Tanto la conducta anormal como el modo en que debía ser tratada se
han entendido de muy distintas formas desde la antigüedad hasta nuestros días. Así,
podemos señalar las primeras concepciones mágicas y animistas de las sociedades
primitivas; la notable influencia de los factores religiosos durante la Edad Media que
impulsaron una visión de la locura como castigo divino ante el pecado; la progresiva
tendencia hacia la asunción de posiciones de carácter más organicista a partir del siglo
XIX y el posterior desarrollo de la psicobiología y la psicofarmacología; y los modelos de
corte psicogénico, que buscan las causas de la desviación conductual en factores de
índole psicológico o psicosocial.
Índice
1Sociedades primitivas
2Civilizaciones preclásicas
3Antigüedad clásica: Grecia y Roma
4Edad Media
5Renacimiento e Ilustración
o 5.1Los centros de internamiento
6Del siglo XVIII al XIX
o 6.1El tratamiento moral
o 6.2Disciplinas precientíficas
7Siglo XIX
o 7.1Organicismo y teoría degeneracionista
o 7.2La psicopatología descriptiva y las clasificaciones clínicas
o 7.3Hacia una psicopatología experimental
o 7.4Corriente psicologista
8Del siglo XX a la actualidad
o 8.1Modelos psicopatológicos
o 8.2Auge de los psicofármacos
o 8.3Clasificaciones psicopatológicas modernas
9Véase también
10Notas
11Referencias
12Bibliografía
13Bibliografía adicional
14Enlaces externos
Sociedades primitivas[editar]
Un cráneo trepanado que data del periodo neolítico. El crecimiento de nuevo tejido óseo alrededor
de la oquedad indica que el individuo sobrevivió a la intervención.
Civilizaciones preclásicas[editar]
En las civilizaciones anteriores al pensamiento greco-romano, entre las que se encuentran
las culturas mesopotámica, hindú, china, hebrea y egipcia, también predominó una
concepción sobrenatural de la naturaleza de los comportamientos anormales,
entendiéndose en muchos casos como una suerte de castigo divino o posesión maligna.9
En la cultura mesopotámica, los espíritus vigilaban los actos de los hombres y castigaban
sus males acciones enviándoles la enfermedad. Una de ellas era la locura, que se atribuía
a la intervención del demonio Idta. Las técnicas curativas pasaban por averiguar la causa
del castigo, por lo que se hacía necesaria una labor de investigación e interrogación
acerca de los actos cometidos. Ensalmos, oraciones y sacrificios eran prácticas habituales
para tratar de alcanzar la sanación.10
Respecto a la cultura hebrea, existen pasajes del Antiguo Testamento en los que la locura
se explica como un acto de Dios contra los pecadores. Así, en el Deuteronomio se advierte
de que la violación de los mandamientos será castigada con «la locura, la ceguera y la
paralización del corazón». Bajo la influencia del confucianismo, en la antigua China se
consideraba que la locura era la consecuencia de no respetar las tradiciones instauradas
por los antepasados. Por su parte, el hinduismo especifica los siete demonios
responsables de los diferentes tipos de locura.8 En el libro hinduista Majabhárata aparecen
descripciones de sintomatologías que se ajustan a lo que hoy se considerarían conductas
psicopatológicas.11
A pesar de esta predominancia de la concepción demonológica de la enfermedad mental
en las sociedades preclásicas, el hallazgo del papiro quirúrgico de Edwin Smith12
en Tebas, que data aproximadamente del año 1500 a. C., constituye una prueba
documental de que en el Antiguo Egipto ya manejaban nociones referentes a la
localización de las funciones mentales en el cerebro. El papiro contiene indicaciones al
respecto del diagnóstico, tratamiento y pronóstico de diversas enfermedades, y se
considera uno de los textos médicos más antiguos de los que se tiene constancia.1310
Se considera que el inicio de la psicopatología como tal tiene lugar con la obra
de Hipócrates (460 - 370 a. C.), que desde una perspectiva somatogénica equiparó las
alteraciones mentales al resto de enfermedades físicas, en el sentido de que todas ellas
tendrían un origen natural radicado en determinadas alteraciones anatómicas o
fisiológicas. Hipócrates situó el origen de las funciones intelectivas en el cerebro, y realizó
la primera clasificación de los trastornos mentales, dividiéndolos en tres grupos: manía,
melancolía y frenitis. Describió las afecciones que hoy relacionamos con los términos
de paranoia, alucinosis alcohólica y psicosis postparto, y desdeñó las interpretaciones
mágicas al respecto de la epilepsia.15 Desde un punto de vista constitucionalista, elaboró
su célebre teoría de los cuatro humorescorporales (sangre, bilis amarilla, bilis negra y
flema), de cuyo equilibrio (eucrasis) o desequilibrio (discrasis) dependía la salud del
individuo. A pesar de los escasos conocimientos fisiológicos de la época, la tradición
constitucionalista ha seguido ocupando un lugar en la psicopatología hasta nuestros días,
con un mayor o menor grado de aceptación.1617
Ya en la época romana, destaca la figura de Galeno (130 - 200), médico de la corte del
emperador Marco Aurelio. En su obra El tratado de las pasiones, Galeno esboza la figura
del psicoterapeuta, como una persona que orienta al paciente a través de la palabra,
señalando sus defectos y equilibrando sus emociones.18 De sólida formación fisiológica,
incorporó la teoría hipocrática de los cuatro humores a la tradición médica occidental.
Empleó el término «temperamento» (en latín, temperamentum, «mezcla proporcionada»)
para referirse al resultado de la mezcla de las cuatro cualidades fundamentales (caliente,
frío, húmedo y seco). Estableció nueve posibles combinaciones de los cuatro humores,
una de ellas temperada o proporcionada, y las otras ocho, intemperadas o
desproporcionadas.nota 1
Tras la muerte de Galeno, el desarrollo de la psicopatología sufrió un periodo de
estancamiento. En la época romana tardía, las influencias orientales y la importación por
parte del cristianismo de la concepción religiosa de la enfermedad mental característica
del judaísmo, condujeron a un declive intelectual que desembocó en el inicio de la Edad
Media.20
Edad Media[editar]
Detalle de la obra Extracción de la piedra de la locura de El Bosco.
Sin embargo, en la Edad Media también existió una preocupación por establecer una
distinción entre los «locos» y los «endemoniados». Autores como Alberto el
Grande (1193 - 1280), Tomás de Aquino (1225 - 1274) o Arnau de Vilanova (1204 - 1311)
establecieron relaciones entre la enfermedad mental y la enfermedad somática. Las
teorías humorales seguían estando presentes, así como la teoría de las facultades, según
la cual la locura podía deberse a la pérdida de alguna facultad de tipo sensorial, intelectual
o conativa. En los casos en los que se consideraba que la locura no obedecía a una
posesión demoníaca, los afectados podían ser cuidados en sus casas por sus familiares
cercanos si no se les consideraba peligrosos, y en caso contrario podían ser recluidos en
cárceles.26 De entre las primeras instituciones dedicadas al cuidado de los enfermos
mentales en Europa, destaca el Hospital Real de Bethlem, considerado el primer hospital
psiquiátrico de Europa. Otros centros a mencionar son los
de Metz (1100), Braunschweig (1224), y Érfurt(1385).27 En Valencia, el religioso Juan
Gilaberto Jofré fundó el primer centro dedicado exclusivamente al cuidado de los enfermos
mentales en el año 1409, que se inauguró el 1 de junio de 1410 bajo el nombre de Hospital
d’Innocents, Follcs i Orats, conocido popularmente como Hospital de Inocentes de
Valencia. El papa Benedicto XIII autorizó el hospital con la condición de que se encontrara
bajo la advocación de los Santos Inocentes Mártires. En el año 1412, el Hospital de la
Santa Cruz de Barcelona designó un departamento para atender a este tipo de
pacientes.28
Renacimiento e Ilustración[editar]
A partir del siglo XVI tiene lugar en occidente la que se ha considerado como la «primera
revolución en salud mental». El humanismo que caracteriza al periodo
del Renacimientoestablece el centro de interés en el ámbito del hombre, la razón,
la ciencia y la naturaleza, aunque en el ámbito de la salud mental, las creencias religiosas
encuentran un arraigo muy firme que se mantendría todavía durante mucho tiempo. No
obstante, el estudio de la salud mental abandona paulatinamente el modelo demonológico
para adoptar una perspectiva naturalista, organicista y biologicista; la idea del pecado deja
paso a la de enfermedad; los «endemoniados» pasan a ser pacientes.29 Entre las causas
de este cambio de perspectiva puede señalarse un enriquecimiento de la infraestructura
cultural: la aparición de la imprenta favorece la difusión de los textos científicos; los
avances alcanzados durante el Imperio Bizantino fluyen hacia Occidente tras la conquista
de Constantinopla; y el descubrimiento de nuevos territorios (América, Asia) amplía la
visión general del mundo. Además, aumentan en gran medida los conocimientos en las
áreas de medicina, anatomía y fisiología. Todos estos factores hacen que el periodo
comprendido entre los siglos XVI y XVIII se caracterice por una densidad cultural muy
superior a la de épocas anteriores.30
Juan Luis Vives, precursor de la organización de los servicios sociales en Europa y un defensor del
trato humanitario al enfermo mental.
Se considera a Philippe Pinel (1715 - 1826) como el padre de la psiquiatría moderna. Fue
un defensor de la corriente anatomopatológica, que entendía la enfermedad mental como
el resultado de alteraciones de tipo anatómico, y no funcional. Pero su verdadera
importancia para la psicopatología radica en el hecho de haber llevado a cabo la
instauración del denominado tratamiento moral para los enfermos mentales,39 lo que ha
sido considerado como la segunda revolución psiquiátrica. Al ser nombrado director
médico del Hospital de Bicêtre (1793), y posteriormente de la Salpêtrière (1795), Pinel
puso en marcha una serie de medidas que pasaban por romper las cadenas con que se
reducía a los internos y ofrecer una serie de programas terapéuticos estructurados a través
de un trato amable, libre de agresiones y desde una posición de respeto al paciente. Autor
del Traité mèdicophilosophique sur l'aliénation mentale, Pinel es considerado uno de los
precursores de la terapia ocupacional.40 Su principal discípulo fue Jean Étienne Dominique
Esquirol (1772 - 1840).41
El tratamiento moral de Pinel pronto se extendió a otros países. En la ciudad
de York, William Tuke fundó en 1792 un centro de atención a enfermos mentales que
incluía actividades como la laborterapia y la reestructuración ambiental, y en los Estados
Unidos se crearon varios centros de financiación privada de la misma orientación. En Italia,
el gran duque de Toscana Leopoldo II promulgó la primera Ley de Dementes en el
año 1774, que obligaba a tratar médicamente a los enfermos mentales. En España, el
tratamiento moral llegó de la mano del profesor de la Universidad de Barcelona Joan Gine i
Partagas (1836 - 1903). No obstante, la falta de sistematización que caracterizaba a los
principios terapéuticos del tratamiento moral, la carencia de un sustrato teórico de base por
la falta de desarrollo de una psicología científica, y el incipiente auge biologicista del
momento, condujeron al declive de este tipo de prácticas clínicas.42 Autores como Thomas
Szasz y Michel Foucault43 criticaron el tratamiento moral por abrir las puertas a una política
institucional de carácter represivo y controlador, así como por dejar caer la responsabilidad
de la curación exclusivamente en el enfermo.44
Disciplinas precientíficas[editar]
Diagrama frenológico del S. XIX.
A finales del siglo XVIII y principios del XIX comienzan a desarrollarse en Europa diversos
movimientos de carácter pseudocientífico, principalmente en Viena, donde Franz Joseph
Gall (1758 - 1893) y Franz Mesmer (1734 - 1815) desarrollan respectivamente las tesis de
la frenología y el mesmerismo. Según la frenología de Gall, en concordancia con las
doctrinas fisiognómicas, el funcionamiento de los diversos procesos psíquicos estaba
relacionado con el desarrollo anatómico de determinades partes del cerebro. A cada
función psíquica correspondía una región cerebral localizada. Desde este punto de vista,
un análisis de las protuberancias craneales podría conducir a determinar las
características psíquicas de un individuo, en función de las áreas cerebrales que se habían
desarrollado en mayor o menor medida.
Algunos de los presupuestos de la frenología pueden encontrarse posteriormente en los
trabajos de autores como Paul Broca o Alfred Binet. En cualquier caso, a pesar del
carácter poco científico de esta disciplina, la asunción de la existencia de una relación
entre diferentes áreas cerebrales y determinades funciones psicológicas es la base de la
actual neuropsicología, y los primeros descubrimientos en el ámbito de la anatomía
patológica que tuvieron lugar en estas fechas sentaron las bases para el surgimiento de
una tendencia organicista que se desarrollaría a lo largo del siglo XIX.4546
El mesmerismo, por su parte, suponía la asunción del hecho de que los astros influyen en
el comportamiento de los individuos mediante su movimiento y situación. Esta disciplina
presuponía la existencia de un «fluido magnético universal» o «magnetismo animal».
Mesmer suponía que cada individuo participaba en cierta medida de ese magnetismo, de
tal suerte que las diversas alteraciones de carácter histérico se debían a una mala
distribución de los fluidos corporales. Suele referirse a Paracelso (1493 - 1541) como un
antecedente de estas prácticas, al haber atribuido propiedades curativas a los imanes. El
mesmerismo gozó de una gran popularidad en el París de finales del siglo XVIII, en un
contexto histórico en el que estaban muy presentes los estudios sobre fuerzas
gravitacionales y electricidad llevados a cabo por Isaac Newton y Benjamin Franklin. Este
último, a la sazón embajador de los Estados Unidos en París, dictaminó la ineficacia
terapéutica del mesmerismo tras un estudio que se prolongó durante cinco años.47
Siglo XIX[editar]
Organicismo y teoría degeneracionista[editar]
Carl Wernicke, neurólogo y psiquiatra alemán.
A medida que avanza el siglo XIX, y sobre todo a partir de su segunda mitad, el contexto
científico se va impregnando de un tinte naturalista y organicista que repercute en la mayor
parte de los ámbitos de investigación, incluida la psicopatología, cuyos principales focos de
crecimiento se localizan en Francia, Alemania e Inglaterra. Las ciencias naturales avanzan
en la elaboración de taxonomías; aumenta el calado de la metodología observacional, y
la teoría de la evolución hace notar su influencia sobre las ciencias biológicas.48 Se
produce un amplio desarrollo en el ámbito de la fisiología y los conocimientos anatómicos
del sistema nervioso central y periférico en Francia y Alemania con los estudios de Claude
Bernard (1813 - 1878) y Hermann von Helmholtz (1821 - 1894).49 Además, autores
como Carl Wernicke (1848 - 1905), John Hughlings Jackson (1835 - 1911) y Sergéi
Korsakov (1854 - 1900) facilitan una orientación biologicista de la psiquiatría mediante sus
respectivas aportaciones al conocimiento fisiológico y anatomopatológico en el ámbito de
la neurofisiología, la organización de los niveles cerebrales y las alteraciones mnésicas.50
En Alemania, el principal precursor de esta tendencia organicista se encuentra en la figura
del fisiopatólogo Wilhelm Griesinger (1817 – 1868), autor de la obra Patología y
tratamiento de las enfermedades mentales (1843), y el primero en afirmar de forma
explícita que las enfermedades mentales eran trastornos cerebrales, relativizando así la
importancia concedida a los aspectos culturales en el desarrollo de las psicopatologías, lo
que supuso una ruptura con la tradición alemana, fuertemente entroncada hasta entonces
en las raíces románticas y los principios teológicos.51
En Francia, las tesis organicistas se concretan en la llamada «teoría de la degeneración»,
cuyos principales exponentes fueron Bénédict Morel (1809- 1873) y Valentin
Magnan (1835 – 1916). Según esta teoría, la causa de la enfermedad mental radicaría en
una degeneración genética, que se transmitiría de generación en generación, y que sería
responsable de las neurosis, las psicosis, y en última instancia, de la deficiencia. La teoría
de la degeneración llegó hasta Inglaterra de la mano del psiquiatra Henry
Maudsley (1835 – 1918), donde obtuvo una gran aceptación,52 y su influencia también se
extendió a España.5354
La psicopatología descriptiva y las clasificaciones clínicas[editar]
Emil Kraepelin, uno de los precursores de la psiquiatría moderna.
Durante el siglo XIX, se construye la psicopatología como una lengua descriptiva. Este
proceso, que comienza en Francia y concluye en Alemania, causa la fragmentación del
modelo dieciochesco de locura (como entidad monolítica) y da lugar a la creación de
unidades de análisis que, en imitación de la medicina, también se les llama ‘signos y
síntomas’ (mentales).55 A finales del siglo XIX, sería un discípulo de Griesinger, el
alemán Emil Kraepelin (1856 - 1926), quien sentaría las bases de
una psicopatología basada en la descripción de los síntomas. Combinó una concepción
orgánica del origen de los trastornos mentales con una clasificación sistematizada de tales
trastornos desde una perspectiva descriptiva y longitudinal. La obra de Kraepelin se
considera la base de los sistemas actuales de clasificación de los trastornos
psicopatológicos, como el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de
la APA y la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS. Por estos motivos
está considerado como el padre de la psiquiatría moderna. A lo largo de las sucesivas
ediciones de su Tratado de psiquiatría prestó especial atención al desarrollo del curso de
las psicopatologías mediante estudios longitudinales, lo que le permitió establecer una
distinción entre lo que denominaba «psicosis maníaco-depresiva» (en la que se
englobaban los diversos trastornos del estado de ánimo) y la «demencia precoz»
(posteriormente denominada por Eugene Bleuler como esquizofrenia).5624
Hacia una psicopatología experimental[editar]
La psicología experimental o científica dio sus primeros pasos a finales del siglo XIX,
principalmente mediante el desarrollo paralelo de dos corrientes metodológicas
diferenciadas. Una de ellas se centró en la manipulación de variables con el objetivo de
establecer relaciones causales, y estaba representada por las figuras de Iván
Pavlov (1849 - 1936) y Wilhelm Wundt (1832 - 1920). La otra corriente, correspondiente a
los trabajos de Francis Galton (1822 - 1911) y Charles Spearman (1863 - 1945), adoptó un
punto de vista multivariado y se centró en el establecimiento de asociaciones, más que de
causalidades. Esta fue la metodología que sirvió como punto de partida para el desarrollo
de disciplinas como la psicometría. Paralelamente al nacimiento de la psicología
experimental surgió también la psicopatología experimental, dado que Pavlov también
aplicó sus trabajos al ámbito psicopatológico, y acuñó el término «neurosis experimental»
en sus investigaciones sobre discriminación estimular realizadas con perros.
El propio Kraepelin puede ser considerado como uno de los precursores de la
psicopatología de carácter experimental en el contexto de la Alemania de finales del siglo
XIX. Tras trabajar durante nueve años con Wundt en Leipzig, fundó su propio laboratorio
en Heidelberg, donde realizó estudios experimentales sobre aspectos como la emoción, la
fatiga, la memoria y los efectos de diversas sustancias psicofarmacológicas. Desde
entonces, y ya entrado el siglo XX, comenzaron a proliferar los laboratorios
psicopatológicos, especialmente en los Estados Unidos, tanto en hospitales (Nueva
York, 1896; Massachusetts, 1904 y 1911) como en universidades (Harvard, 1913,
o Yale, 1916).57
Corriente psicologista[editar]
Jean-Martin Charcot, dando una clase en el Salpêtrière de París.
De manera paralela a los modelos organicistas, surge una corriente que enfoca la
psicopatología desde un punto de vista más psicológico. Entre las figuras más importantes
de esta tradición destacan, en Europa, Jean-Martin Charcot (1825 - 1893), Joseph
Babiński (1857 - 1932), Paul Janet (1859 - 1947) y Eugen Bleuler (1857 - 1939). Asimismo,
en Estados Unidos, es de reseñar la obra de Adolf Meyer, suizo de nacimiento.58 Bajo el
influjo de esta perspectiva se desplazó el centro de atención desde la etiología
exclusivamente organicista de los trastornos mentales hacia una visión más centrada en
las relaciones que se establecen entre el mundo interior del hombre y los problemas de la
vida que le puedan afectar. Así, se pasó a prestar especial atención a las estrategias de
afrontamiento desplegadas ante las situaciones estresantes. Esta corriente hunde sus
raíces en el idealismo y romanticismo alemán, y supone el punto de origen del desarrollo
de teorías posteriores, como la obra de Sigmund Freud. Así, los franceses Charcot,
Babiński y Janet realizaron estudios sobre la neurosis, la histeria y los procesos
de sugestión. Bleuler acuñó conceptos como «autismo» y «esquizofrenia», y estableció
una diferenciación entre los subtipos de esquizofrenia hebefrénica, catatónica, paranoide y
simple. Por su parte, Meyer combatió el modelo médico de enfermedad mental y prestó
especial atención al modo en que los individuos reaccionaban a los problemas del medio
como forma de explicación del desarrollo de las diferentes patologías mentales, lo que
favoreció el desarrollo de nuevas técnicas terapéuticas en los Estados Unidos, como
la terapia ocupacional.59