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Precio del saco de café cae a menos de

US$100 y avizora año complicado para


caficultores
Cotización de grano en el mercado internacional cerró ayer en US$97.25 para
entrega en septiembre del 2018, y aumentan los temores para el sector caficultor
para siguiente cosecha.
Por Urias Gamarro / Guatemala

El sector caficultor anticipa que podría haber efectos para la cosecha 2018-19,
influenciada por el precio. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)
Como un certero golpe a la actividad caficultora fue recibido ayer el cierre de la
cotización del saco de café, que fue de US$97.25 en la Bolsa de Nueva York para
entrega en septiembre del 2018, por representantes del sector.

El valor que ayer alcanzó el contrato rompe la “barrera psicológica” de los US$100,
y está por debajo de los costos de producción para los caficultores nacionales.
“Nos preocupa esta situación, porque no se esperaba tan pronto que disminuyera
ese precio”, reconoció Evelio Alvarado, gerente general de la Asociación Nacional
del Café (Anacafé), luego de conocer el cierre de la jornada de ayer.
El directivo confirmó que desde las últimas dos semanas se pudo observar cómo el
precio internacional venía con una ligera disminución, que de US$110 pasó a
US$105 y luego a US$102, y sorprendiendo con los US$97.25.
Ese valor no se había observado desde junio del 2006, según los registros de la
Federación de Cooperativas de Café de Guatemala (Fedecocagua).
La caficultura constituye entre el 2.5% y el 3.5% del producto interno bruto.
Precio insostenible

Sergio Mazariegos, coordinador de la Comisión de Cafés Diferenciados de la


Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), subrayó que con esos
precios la actividad caficultora será insostenible, porque los costos de producción
que representa son más altos y todo apunta a que la actividad podría
“desmotivarse”.
“A menor precio, el incentivo para producir las unidades disminuirá por los costos y
puede ser que los caficultores hasta reduzcan sus unidades o abandonen sus áreas
de cultivo”, recalcó.
En todo caso, indicó que, para seguir motivando la producción, los caficultores
deben agregar valor, procesos de industrialización y aumentar la competitividad,
para conseguir mejores rentas y salir del contrato de la bolsa de valores.
“Guatemala es reconocida por tener calidad de cafés, y no se deben descuidar las
plantaciones, sino más bien buscar otras alternativas”, enfatizó.

Mala señal

Gerardo de León, gerente de comercialización de Fedecocagua, aseguró que el


mayor impacto para los productores nacionales será para la cosecha del año
cafetalero 2018-19, que empieza en cinco semanas.
“Los precios van a impactar en la siguiente cosecha, porque más del 80% del
producto ya se había colocado entre vendido y exportado, y lo que queda está por
ser colocado en el resto del año”, afirmó.
Las estadísticas de Fedecocagua indican que el precio promedio de venta en la
cosecha 2017-18 fue de US$122, y con ese valor “se podría salir de los costos”.
De León enfatizó que el verdadero problema para los productores locales inicia, y
un buen porcentaje de las zonas cafetaleras ubicadas a los 750 metros sobre el
nivel del mar ya están en cosecha —corte—.
“A corto plazo, no se observa una recuperación de los precios internacionales o una
reacción para que los valores alcancen los US$110 o US$120”, afirmó.

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