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Historias fascinantes de la península de Santa Elena

Conocías del Santa Leocadia?

Por Richard Tacle Panchana

Mi abuelo Don Amado Panchana


Malavé (+) hijo de Pedro
Panchana uno de los primeros
pobladores de La Agujereada
hoy llamada La Libertad (ambos
experimentados pescadores),
me contaba cuando era niño
fascinantes relatos de la vida
peninsular, historias de los
“antiguos1” como solía
describirlas, entre ellas narraba
que la zona de la puntilla de
Santa Elena por su accidentada
geografía se convirtió en un
cementerio de barcos que
naufragaron en diversas épocas,
entre estos naufragios
destacaba el de un enorme
barco español que según se dice era tal su altura que en la ensenada de
Salinas se sabía que ya llegaba porque se veían los mástiles avanzando en
el océano por la zona de mar bravo, contaba también que dicho navío
naufragó con tesoros dentro y ocasionalmente en la zona de las playas
cercanas a la chocolatera2, personas encontraban alguna moneda de plata
como mudo rastro de aquel suceso.

Esto no es solo una pintoresca leyenda, en efecto en la franja de los


arrecifes de la chocolatera de la punta de Salinas naufragó la Fragata real
española Santa Leocadia, la cual estaba equipada con 34 cañones de
bronce, su misión consistía en resguardar los barcos mercantes evitando
posibles saqueos por parte de corsarios y piratas ingleses y holandeses en
una zona triangular que abarcaba desde el Virreinato del Perú en Paita-
Punta de Santa Elena – Galápagos –Paita.

El 7 de noviembre de 1800, zarpa del puerto de El Callao con el bergantín 3


Peruano, con el fin de llevar el Situado4 a Panamá (donde debía entregar
un millón doscientos mil pesos de plata y 34 prisioneros ingleses) y
resguardar los barcos mercantes que lo acompañaban, el capitán de navío
Antonio Barreda adelanto el Santa Leocadia para reconocer la punta de
Santa Elena (en ocasiones corsarios asechaban en la ensenada de Salinas
para robar) encallándose en los arrecifes del sur de la punta de Santa Elena
y naufragando producto del fuerte oleaje e incesante viento a las 8 y media
de la noche del 16 de noviembre de 1800.

Se hizo conocer del accidente al resto del convoy5 disparando cañonazos


pero temiendo que lo mismo le ocurra a los otros navíos enviaron un bote
para avisar al Peruano, los mejores nadadores se lanzaron al mar
enfurecido intentando llegar a la playa, los otros se aferraron
desesperadamente a los fragmentos de la fragata soportando las olas y el
frio de la madrugada hasta el amanecer en que pudieron ser rescatados, de
las 339 personas que llevaba a bordo el Santa Leocadia, 140 murieron o
desaparecieron, 48 quedaron heridos, se enterraron en la playa más
cercana a 58 cadáveres que perecieron ahogados por la furia del mar,
según reportes españoles de la época los restos del Santa Leocadia
quedaron a tres brazas marinas en baja mar (aproximadamente 5 metros
de profundidad), se pudieron recuperar en las tareas de rescate que
iniciaron a fines de enero de 1801 y duraron 8 meses (buceando a pulmón)
un millón de pesos de plata y 28 cañones, más de doscientas mil monedas
de plata quedaron en el fondo del mar. Es de señalar que tal como ocurre
en la actualidad, en la época colonial las cifras que aparecen en los
registros, difieren de las cifras reales por cuanto el contrabando de
mercadería y monedas sin declarar era enorme, por lo que el tesoro
perdido del Santa Leocadia sin duda era mucho mayor, a través de los años
entre los pocos afortunados que han transitado las playas cercanas al lugar
de la tragedia, algunos han tenido la dicha de encontrar auténticas reliquias
españolas coloniales tales como monedas de plata acuñadas6 en la
mismísima y fabulosa ciudad colonial de Potosí7. Los antiguos nos
transmitieron muchos relatos apasionantemente ciertos, nuestra tierra es
rica en historias fascinantes que nada tienen que envidiar a historias del
navegación del Caribe, solo hay que darlas a conocer.

1
Los Antiguos. Como en la provincia de Santa Elena conocen a los ancestrales habitantes de la zona.
2
La Chocolatera. Es el punto más sobresaliente de América del Sur en el Pacífico, ubicada dentro de la
Base Naval de Salinas, en la provincia de Santa Elena.
3
El bergantín. es una embarcación de dos palos, el mayor y el trinquete, con bauprés y velas cuadradas.
4
Situado. Nombre por el que se conocen las transferencias de dinero esto es monedas de plata en
efectivo para sufragar los gastos burocráticos de las colonias españolas, se remitían de los lugares ricos a
los lugares pobres).
5
Convoy. conjunto, reunión o acompañamiento de buques mercantes escoltados por otros de guerra.
6
Acuñar. Hacer o fabricar monedas.
7
Potosí. Conocida como la Villa Imperial de Potosí, es una ciudad del sur de Bolivia. Se extiende a las
faldas de una legendaria montaña llamada Cerro Rico (en quechua: ‘Sumaj Orcko’), en la cual se situó la
mina de plata más grande del mundo desde mediados del siglo XVI hasta mediados del siglo XVIII.

Bibliografía.
María Luisa Laviana Cuetos. Guayaquil en el siglo XVIII: recursos naturales y desarrollo económico. 1987
Cesáreo Fernández Duro. Naufragios de la Armada Española.1867
Web grafía.
https://www.pressreader.com/ecuador/memorias-porteñas
http://blog.todoavante.es

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