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Lugares turísticos de Centroamérica

Antigua Guatemala

Antigua Guatemala es una pequeña ciudad colonial


situada a pocos kilómetros de la capital del País de la
Eterna Primavera, Guatemala. Sin lugar a dudas, por
mucho, es la atracción turística más bella del país,
con sus calles empedradas, recintos religiosos,
ruinas y ubicación perfecta entre tres volcanes y
plantaciones de café. Aquí podrás ver bellas
artesanías de todos los colores y mujeres indígenas
que portan orgullosamente sus trajes típicos.
Absorbe el ambiente musical y alegre del Parque
Central, observa de cerca las ruinas y tumbas
subterráneas de la catedral, tómate una foto con el
icónico Arco de Santa Catalina y aprende a elaborar
tu propio chocolate en el ChocoMuseo.

El Arco de Santa Catalina en Antigua Guatemala.

Parque Nacional Cerro Verde, El Salvador

Este parque es uno de los más hermosos de toda


Centroamérica. Está situado en el oeste de El
Salvador, no muy lejos de la capital, y es el escenario
ideal para entrar en contacto con la naturaleza.
Además de observación de aves, senderismo
alrededor del cráter de Cerro Verde y un bello
orquideario con más de 60 especies, desde este
parque obtendrás una de las vistas más asombrosas.
Desde los miradores podrás contemplar en toda su
majestuosidad los volcanes de Izalco y Santa Ana, así
como el apacible lago de Coatepeque.

Volcán de Santa Ana en El Salvador.

Nicaragua

León es la ciudad nicaragüense por excelencia a la que


todo amante de la gastronomía, historia, volcanes y playa
tiene que ir. La arquitectura de la zona es preciosa, quizá
porque es la ciudad con más iglesias y catedrales
coloniales per cápita en Nicaragua. Aquí pasarás tu tiempo
visitando los templos, disfrutando de las playas cercanas,
entrando a los distintos museos y galerías, comiendo en
los mercaditos y, si te atreves, haciendo surf volcánico en
las laderas del Cerro Negro. Tampoco te puedes ir sin
antes visitar las ruinas de León Viejo, un sitio declarado
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Catedral en León, Nicaragua.


Tortuguero, Costa Rica

El Parque Nacional Tortuguero está situado en la


provincia de Limón en Costa Rica, a orillas del
mar Caribe. De entre todas las joyas naturales
costarricenses, esta área protegida es la más
codiciada. Su ubicación remota, a la que solo se
puede acceder mediante embarcación o avión,
está llena de senderos y canales donde podrás
ver numerosos animales; prepárate para toparte
cara a cara con monos, cocodrilos e incluso
manatíes. La mejor época para visitar el parque
es entre julio y octubre, cuando las playas
reciben a cientos de tortugas verdes que llegan a
desovar.

Uno de los canales de Tortuguero.

La ciudad de Panamá

La moderna capital de Panamá es una de las ciudades más importantes de Centroamérica. Cada rincón está lleno de
historia, secretos y encanto que la vuelven irresistible. La ciudad tiene dos caras. Por un lado está el Casco Viejo,
conformado por plazas pintorescas, calles
empedradas y balcones de estilo francés; y
por otro, los rascacielos del distrito bancario y
de Punta Paitilla. Camina en los callejones del
centro histórico, explora Panamá Viejo, toma
un paseo en bicicleta a lo largo de la Calzada
de Amador para disfrutar de las increíbles
vistas y busca un oso perezoso en el Parque
Natural Metropolitano. Por nada dejes de ir a
la atracción más famosa del país: las Esclusas
de Miraflores, donde podrás ver el canal de
Panamá, una de las obras más impresionantes
creadas por el hombre.

Rascacielos en la ciudad de Panamá.

Cayo Ambergris, Belice

Cayo Ambergris, Belice

La más grande de las varias cientos de islas de Belice,


Cayo Ambergris es un lugar de ensueño, tropical,
donde los pantalones cortos y sandalias son el código
de vestimenta oficial, los carros de golf son el modo de
transporte y descansar en sus playas de arena blanca
son las actividades primarias en este paraíso que se ha
convertido en uno de los más buscados lugares para
visitar en Centroamérica.
Los derechos de los niños y las niñas: 10 principios básicos

La primera declaración de derechos de la infancia, la Declaración de Ginebra, se firmó en 1924 y fue obra de Eglantyne
Jebb, fundadora de Save The Children.

En 1948, las Naciones Unidas aprobaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que incluía también los
derechos de los niños y niñas. No obstante, se vio claramente que los y las menores necesitaban un código propio y
específico, por eso UNICEF redactó en 1959 la Declaración de los Derechos del Niño, que se basa en 10 principios
fundamentales:

 Principio 1: Igualdad

El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en


esta Declaración. Estos derechos serán reconocidos a
todos los niños sin excepción alguna ni distinción o
discriminación por motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole,
origen nacional o social, posición económica,
nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o
de su familia.

 Principio 2: Protección

El niño gozará de una protección especial y dispondrá


de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por
la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse
física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma
saludable y normal, así como en condiciones de
libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la
consideración fundamental a que se atenderá será el
interés superior del niño.

 Principio 3: Identidad

El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una


nacionalidad.
 Principio 4: Alimentación, vivienda y atención médica

El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social.


Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin
deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados
especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá
derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios
médicos adecuados.

 Principio 5: Integración

El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún


impedimento social debe recibir el tratamiento, la
educación y el cuidado especiales que requiere su caso
particular.

 Principio 6: Amor

El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su


personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que
sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la
responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un
ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo
circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de
corta edad de su madre.
 Principio 7: Educación

El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y


obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una
educación que favorezca su cultura general y le permita, en
condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y
su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y
llegar a ser un miembro útil de la sociedad.

 Principio 8: Auxilio

El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que
reciban protección y socorro.

 Principio 9: Amparo

El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono,


crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata.
No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad
mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le
permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que
pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su
desarrollo físico, mental o moral.

 Principio 10: Solidaridad

El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la
discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser
educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los
pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe
consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.
Los deberes de los niños y niñas: las obligaciones que nuestros peques deben cumplir
Además de derechos, UNICEF también propuso unas responsabilidades que los más pequeños deberían cumplir, entre
las que destacan:

 Respetarse entre ellos de manera humana, independientemente de raza, sexo, religión o cualquier otra
condición

 No maltratarse entre ellos ni hacerse daño físico

 Hacer todo lo que puedan por cuidar el medioambiente

 Hacer el esfuerzo por aprender lo que sus educadores y educadoras les enseñen, tanto como sus capacidades
les permitan

 Ayudar todo lo que puedan a las personas más desfavorecidas, para que puedan gozar de una vida lo más
completa posible

Observando estos dos puntos, es evidente que los derechos y deberes del niño y la niña, no son dos partes
independientes sino dos aspectos que se complementan, actúan y trabajan juntas.

Una manera de conseguir que los niños y niñas sean conscientes de sus deberes y sus derechos es trabajarlos a través
de la convivencia diaria y sobre todo, a partir de nuestro buen ejemplo, como progenitores, familiares, personal
docente…

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