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r,',
,"\"“
‘
/ (4) —
traban se desecan, y la planta no conserva
cosa alguna estraordinaria, ni en su porte
ni en su duracion.
(16)
Como la vid no tiene albura ni capa
cortical, la sávia sube con igualdad delas
raicesá la cstremídad superior de las ra—
mas por todas las partes de la madera, en
vez de pasar, como en los otros árboles,
por entre la corteza y la parte leñosa:pde
esto se infiere que la vid sola puede injer
tarse sin necesidad de contacto entre las
dos cortezas.
nm VINO BLANCO.
De primera clase.
De segunda clase.
» Mantu’0 perruno. De Granada.
Doradíllo. Del reino de Granada. _
Perrzmo comun. Del reino de Sevilla
Vijz‘ricgo coman. De Andalucia.
um VINO rmro.
De primera clase.
Tinto. De Granada‘
Romé. De Motril.
Velasco á Blasco. De Ocaña.
PARA PASA.
De primera clase.
Varias castas de la planta del reino de
\ (25)
Valencia, principalmente la llamada de
engor.
Toda la tribu delístanes.
Aojao. Del estremo oriental del reino
‘ de Valencia.
Albillo. De Madrid.
Melcocha. De Granada.
Zucarí. Del reino de Granada, ó mora_-—
vía del de Valencia.
Mechín. De Murcia.
Varias castas de eoríntos.
Toda la tribu de moscatelcs, especial
mente los gordos, blanco y morado.
De segunda clase.
De primera clase.
Zurumz’. ',
Toda la tribu de mantúos, principal
mente el de pilas.
Beba. Del reino de Sevilla.
De Uolumela. De Sanlúcar de Bar—
rameda.
Planta de la reina. De Valencia.
. Melcocha.
Uasta de Ohahez. De las Alpujarras.
Casta de Rágol. Del reino de Granada..
Martinecia. De Sanlúcar de Barra
meda.
Ataubz’. De Granada.
De segunda clase.
‘ cm
Ja division con un trapo de color cosido 6
entretejido en la misma cuerda, para que
no se caiga ni se corra hacia unoú otro
lado. De este modo, al tender la cuerda
señalan las motas los puntos donde deben
ponerse las cepas; los cuales marcados con
un piquete de caña ó palo, presentan la
forma que debe tener el plantio, y queda
hecha su distribucion.
Preparada ya la tierra con las labores
que dijimos antes,.y distribuida de cual
quiera de los modos indicados, se procede
á‘ abrir los hoyos en que ha de verificarse
el plantio. Esta. maniobra es, al parecer,
muyeenciiia; peroïno es tan indiferente
como parece á primera vista. *Dijimos en
, el tratado de árboles, que los hoyos deben
abrirsecon toda laanticipaclon posible y
con las dimensiones necesarias; y aunque
para la vid no es; indispensable que sean
tanancbos y profundos, no perderían na
da e‘n-ello, antes bien cuanto mas espacio
sos:sean, el arraigo es mas faeil y seguro,
porque las plantas encuentran mayor por
cion de tierra removida.‘ ,
Muchos-autores prescriben que los ho—
yos se abran— de dos á tres pies de profun
didad y; otro tanto de ancho; pero algunas
veces; es; preciso regular la profundidad
del hoyo por lo largo del sarmiento que
(48
haya de plantarse, po)rque‘ si es cortó no
puede enterrarse tanto como si fuéselar
go. Sin embargo en los terrenos bien cava
dos, puede ¡ambien c¡alcularse su profun
didad por la de la misma cava, y su ancho
por dos veces al de la pala del azadon con
V que se abren; pero si el terreno no está
bien cavadoy removido es necesario ha—
cer los hoyos mucho mayores, aunque en
este caso, en lugar de hacer hoyos para
plantar cada uno de los sarmientos, es mu
. cho mejor abrir zanjas de tres cuartas de
profundidad por una 2vara de ancho, enla
direccion de la línea del plantio, haciéndo—
las siempre con toda la posible anticipa
cion, y abonando el terreno si lo necesita
como antesbemos manifestado; así serán
mas seguros los progresos—del plantío.-De
todos modos es preciso que antes de colo
car el sarmíento, se recale el hoyo ó la
zanja, es decir, que se remueva un poco la
tierra del fondo cavándola ó picándola,
para quee] sarmíento descanse sobre una
superficie mullida. ’ . -' ' -.'{i'.
Al abrir los hoyos debe el operario
guardar esactamente el punto donde está
colocado el piquete para que en el mismo
lugar que él ocupa se ponga despües' la
Vid. Para esto se abre el hoyo con suspaa
redes perpendicúlares, particularmenté la
(49
del frente por donde ha)de salir el sarmíen
to-, y para no equivocar este punto suelen
hacerse paralelos á la misma linea, de mo
do que colocando despues el sarmiento
diagonalmente en el hoyo, venga á salir
por el ángulo superior en donde precisa
mente eslaba el piquete ó tiento; así es im
posible desordenar el plantio. pues por
cualquier parte que se mire , siempre
coincidirán las lineas: las cepas gozarán
despues del mayor beneficio que propor
cionan las labores de las almanlas, las cua
les en nada podrán perjudicarlas siempre
que el sarmienlo baya quedado bien ten
dido por el fondo del hoyo; y se le haya
acodado igualmente bien para que salga
desde el punto mas bajo en la direccion
perpendicular: de otro modo quedan es«
puestos á pereccr con las labores y cavas.
De los emparrqd05.
\
(60)
emparrados horizontales, embovedados .y
de otras mil formasá cual mas graciosa ó
magnífica; pero los emhovedados ylos pla—
nos ú horizontales noconvienen en los eli.—
mas fríos, porque la reunion y frondosi
dad de los sarmientos impiden que los ra
yos del sol penetren hasta los racimos, los
cuales apenas gozan de la accion del aire,
estan ceultos entre las hojas y colocados
con tal confusion, que se dañan mútua—
mente. Este modo de dirigir las vides solo
puede admitirse en las rejiones cálidas y
donde las tierras son muy secas, porque
el emparrado sirve para mantener y reu
nir alrededor de la planta la poca hume—
dad que tien! latierta. "
Rasta advertir que las uvas que pro—
ducen las perras no pueden servir para
hacer vino por dulces, agradables y olore—
sas que sean, porque le falta la parte mu
cosa-azucarada indispensable para la fer
mentacion, y le sobran los jugos. La cali
dad del snrmiento debe ser de uva gruesa,
porque jeneralmente solo sirven para
adorno de las mesas de lujo: r"
, 1:. '
n¿ lavpoda.
El deslechugado ó despampanado no
es otra cosa que una poda económica di
rijida á evitar heridas mayores á la cepa,
descargarla de brotes y leña inutil, y dar
mas luz y calor á la vid para que sazonen
mas pronto y mejor sus frutos. En el des—
lechugado se quitan todos los sarmientos
inútiles que salen en el tronco de la, cepa,
en la raíz yentre los brazos y pulgares,
los cuales no sirven mas que para consu
mir una porcíon de alimentoqpe roban á
la madera y brotes útíles,'tal mismo tiem
po que aumentan la espesura, y de consi
guiente la sombra. Los nietost5 vástagos
laterales que salen en los sarmientos pri
mitivos tambien se quitan en esta opera
cion: así se descarga á la cepa de una por-—
cion de broza, los frutos aumentan su vo-,
lumen, sazonan mejory adquieren mayor
per‘feccion: los brazos y las yemas se nu
tren y robustecen cada vez mas, y toda la
planta recibe beneficio con el deslechuga—
do. Esta operacíon es tanto mas necesaria
cuanto el clima, elterrenoéy la esposicion
sean húmedos y fríos, ó :las vides mismas
sean de aquellas castas:q.ué ab’undan de
hojas y pámpanos vigorosos, .. n'm.
(69)
La vid no debe deslechugarse antes
que haya echado la flor, ni antes de cuajar
su fruto, porque se la espondriaá perecer,
á causa de que contrariando el curso de
la sávia en el momento de una crisis deli—
cada se la obligaría á retroceder . hácia el -
racimo; y comunmente el no cuajar el
. fruto es por el esceso de sávia que acude
á él. El modo de cortar los brotes mutila
muchas veces los racimos, porque estos
brotes, reunidos y rotos sin cuidado, no
tienen todos la misma lonjitud.- Nada im
porta que un sarmiento quede largo; pero
padece mucho el que Se rebajademasiado,
porque si está bien nutrido arroja necesa
riamente por todos lados brotes=ó falsos
brotes, de los cuales resultan algunas ve
ces racimos dafiosos por ser tardios. Al
cortar estas ramillas con la podadera se
debe dirijir siempre el brote de abajo ar
riba, para no dejar astillas ni lastimar las
ramas vecinas. ' ‘
El objeto de deshojar las vides es para
moderar el curso de la sávia, y procurar á
la uva el contacto inmediato de los rayos
del sol. Esta operacion suele:'ser conve
niente no solo en los ' años vie'nisos y pa-,
rajes húmedos, sino . tambien en los fríos,
cuando-se ve que sin abrir peacïal calor,
luz y ventilacion no puede ya la uva to
\ (7°)
mar su color ni comple_tar su madurez. Se
cortan las hojas con unas tijeras, por su
inserc’ion en el cabillo ó poco mas abajo,
y no arrancándolas con él. Esta operacion
es muy delicada y no debe hacerse de una
vez, sino de muchas, ni comenzarla antes
de que la uva haya adquirido todo su ta
maño, pues si se ejecuta mastemprano, los
racimos se secan y parecen antes de llegar
á su punto de madurez, sobre todo en los
años lluviosos, porque-entonces la parte
mucoso-dulce, anegada de, una escesiva
cantidad de ‘vehículo acuoso, no puede
concentrarse, y en tiempo seco se marchi- »
ta, se arruga, y'hasta el e5cobajo se seca.
Ademas de esto, los brotes todavía verdes
y cuya madera no ha cuajado, y los que
comienzan á cuajar, cesarán de prosperar;
las yemas, no habiendo recibido de parte
, de las hojas su complemento de vejeta-»
cion, ó abortarán al año siguiente, ó sidan
racimos no cuajarán . A la madurez del
fruto, que es el objeto del despampanado,
se sacrifica una porcion de esquilmo, que
ha de resultar de menos faltándole el sus
tento que elaboran las hojas.
Si se deshoja demasiado debe temerse
el retardar la maduracio‘n ó impos’ibilitar
la, por haber privado al racimo de su
abrigo natural contra los vientos fríos, y
(71)
ue una valla que retiene los vapores cáli
dos que la tierra despide, porque en esta
época el sol, ya débil ó encapotado, no
puede compensar estas faltas con el calor
de sus rayos. .
Las mismas reglas que dimos para la
despímpolladura y empalizada de los árbo
les tienen aplicacion á la vid: el tiempo de
ejecutarlas ha de ser despues de mediados
de agosto para los nietos ó retdllos; pero
para los brotes que salen en el tronco y ca
beza fuera de sus puestos, deben quitarse
en cualquier tiempo, conforme vayan na—
ciendo, á no ser que se destine alguno de
ellos para echar mugron hundido ó re
vuelto con que poblar las ma’rrds de la ví
ña; pues en este caso se deja el que parez
ca mejor y mas bien situado, ó que salga
por aquella parte hacia donde haya de di
rijirse. Por este medio se remplazan las
plantas que se pierden, y con la mayor se—
guridad se pueden reponer las marras o
renovar enteramente la viña; Basta para
ello abrir una zanja con direcoion al pun
to donde se necesita, bajar el sarmíento,
hundirle y soterrarle: este acodo se hace
despues de la poda, para que artaigue en
el mismo año, y se pueda cortar al segun—
do:entonces queda aislado-y forma una
nueva planta, que vive, como todas, á es
v
(72)
pensas de sus propias raíces. Si el sar«
miento no llega el primer año al punto en
que senecesila, se vuelve á enterrar al se
gundo, y luego se le separa de la cepa
madre.
. Del injerto. -
Aunque las vides que*proeedeh de
mUgrones ó sarmientos no necesitan in
jertarse, las que nacen de simiente sue
len ecsijirlo;‘ pero no debe hacerse hasta
que se haya visto la calidad de su fruto.
El modo de ínjertarla'vid es el si
guiente: cuando la sávia principia á poner
se en movimiento, se corta la cepa á dos
pulgadas de .la superficie y se abre una
hendiduray en. medio de un espacio en que
no haya nudos: en esta’hendidura se in
troducen dos puas, co'rtadas-en forma de
cuña por el estremo inferior, yv mas, grue—
sas por un lado'que por oítro; el lado“ mas
gruesoqued&rá gua-rnecido de su piel es-¡
terior /y se colocará de modo que su libor
corresponda esa‘ctameniecon el del pa—
tron ó, tronco. Despues de atar el injerto
con un mimbre, se cubre de tierra para
librarle.de la accion del sol. Si estalopera—
cion se hace como es debido. y si el patron
' es bueno; arroja tallos »rigorosns quese
pueden podar bastante hrgo.desde el— sa
. (73
gundo año. Hay otros r)nuchos métodos de
injerir la vid; pero mas bien pertenecen
al arte de jardinería que al de viñero. El
que hemos esplícado, llamado de mesa ó
decachado, es el mas seguro; y con todo,
su buen écsito depende de la destreza de
la persona que injerta y de btras circuns—
tancias que han de tenerse presentes.
El injerto no prueba bien en las vides
que estan en terrenos muy guijarrosos y
áridos; porque el sul le seca antes de
prender y por la misma razon prende con
mucha dificultad en un suelo que no tie
ne f0ndo. Esceptuando estos dos casos,
prueba igualmente en todas las tierras,—
con tal de que la operacion se haga bien,
en estaciun proporcionada, en buen tiem
po,-sobre buenos patrones, con sarmíen
t0s conservados cuidadosamente, y esco—
jiendo especies análogas. * > ‘
Para que el injerto salga como convie
ne, es necesario que el patron esté seno,
que no haya nudos en lar parte en que se
hace la hendidura; que ésta sea igual, lim—
pia y profunda, y que—la pua no tenga
mas que tres yemas. La primera de estas
debe tocar en el patron, la segunda estará
á, flor de tierra, y la tercera fuera‘de‘ ella.
Es necesario tambien quela pua esté cor-—
tada en forma de cuña,— principiand'o de‘sde"
(74.)
la yema mas baja hasta una pulgada ó
pulgada y media descendiendo y disminu
yendo de grueso; que la corteza del injerto
toque..en la del patron por cuantos pun—
tos sea posible, y por último, que el tron—
eo esté apretado con un mimbre delgado
y flecsible para asegurar la pna. La esta
cion mas a propósito para injertar la vid
es cuando.el calor ha puesto en,movi
miento la sávia, es decir, desde abril hasta
junio inclusive, segun el clima. \'
El tiemp.q favorable es el nublado, y
cuando el viento corre de sudeste al sud-—
oeste: si el aire viene del norte no hay que
injertar, ni\tampoco cuando amenaza una
gran sequía; pues un sol ardiente ó un
aire frío, desecarian el interior del anas—
tomosis que ha deformar el injerto; ó
suspenderian el curso de la sávia, tanto
mas facilmente cuanto no hay árboles ni
arbustos mas sensibles 'g¡ue la vid á las
variaciones de la atmósfera;
, Si el tiempo está metido en aguas
noyconviene-injertar, porque se introdu
cirian en la» incision del injerto, y deslei
rian el glúten que¿debe unir la ima al
Patron« . . n.: «.— -—. ;-. .
‘ Lavbu_ena .elmzionz de; ios- patrones
consiste en que sean—sanos y:eue¡: pm
vistos de buenas raíces. mi ;u
(75
Para obtener buen3s pues es necesario
cortar los sarmientos con un poco de
madera vieja, que ayudará á conservarlos
hasta el momento de hacer uso de ellos.
Se deben cortar en tiempo seco y frío,
mientras la sávia está privada de movi
miento; la época mas favorable es á fines
de otoño. Se conservan en una cueva don_.
de ni el calor ni el hielo puedan penetrar,
metiéndolos por su parte inferior en un
monton de arena algo húmeda, de modo
que entren como unas cuatro pulgadas á
lo menos: veinticuatro horas antes de u
sarlos se sacan de la arena para meter en
agua toda la parte que estaba cubierta de
arena. La pua debe sacarse del tercio
inferior del sarmíento, es decir, mas cer
ca de la madera vieja que de la estremi
dad superior: se cortan antes de llevarlos
á la viña, con la precaucion de conducir
10s en agua clara, pai‘a que no medien
cuerpos estraños entre el injerto y el
patron. *
Para que las ¡especies sean análogas
es necesario que el patrón no sea de raza
mas delicada que [a pua. Se evitará cuanto
sea posible injertar las vides blancas en
negras, pues aunque prueban, es sin ven—
taja alguna,y de consiguiente vale mas
injertar en los mismos colores.
(76) .
Aunque es cierto que por medio del in
jerto se consigue trasformar en castas
fructuosas ó mas útiles una viña entera
óun número cualquiera de cepas malas,
en solo el espacio de dos años, sin tener
que arrancarlas y plantar de nuevo; y
tambien que se multiplica rápidamente
una variedad cuando solo podemos adqui
rir de ella alguno que otro ramo; como
estos casos ocurren rara vez, y tratándose
solopor lo comun de multiplicar simple
mente las castas, á lo cual se presta la vid
mas pronta y facilmente que cualquiera
otro árbol, sin mas que meter en tierra
sus sarmientos, apenas se usa en parte al
guna la insercion de la vid por mayor, ni
nunca es necesaria, ni tiene cuenta el u
sarla por entretenida, y porque acorta la
vida de la cepa.
CAPITULO VI.
(80)
volviendo á cubrir las v barbas ó raíces
capilares sanasrquc quedan,: con tier—
ra :desmenuzadaj de la superficie del
suelo. ‘. ‘ - : ' v:=r;« ;2'H'
Aun‘que el cavador lleve"mucho'cuida
do, suele dar algun golpe con la azada‘ á la
cepa al tiempo de ca’var órinar, de lo que
resultan‘ heridas »tan‘to mas peligrosas,
cuanto que por lo comun se estravasa abun
dantemente por ellas una Sustancia linfá
tica; que no es otra »cosa que la sávía des
tinada á la reproduccimï de todas las par—
tes de la pianta;—La:herida puede ser añeja ó
reciente: en el primer caso 'norezüma mu
cho, y serestañazfacilmeute'con el ungüen
to de injertadores,ó'conrarcillasola; pero
el restai‘1at" una herida Treciente es mas di
ficil,— porqnela sávia sale con tanta rapi
dezq-iue no- suele -bastar la'aplícacion del
espresado ungüentó, ni íla»vcera- blanda,
bren,— ni aun un hierro: hechoas‘cua; En
este caso Se :qaríta .la'a‘primerï‘corteza es-"‘
¡terior darla cepa;:en;la’ parte; inmedia
tasát la herida; se-enjuga su humedad con
u'n trapo usado,‘ó‘mejor aun' con una es
ponja,- íy. se*cubre despues el abrazo ó el
tronco herido con unïpedazo de vejigaó
de pellejo untado depez,‘ enferma de em
plasto; se sujeta este aparatocon"un‘ hilo
gruesoencerado, y — se deja :asi‘ por names:
(81)
lo mas interesante es preservar la herida
del contacto del aire.
La escesiva sequedad no es enfermedad;
pero impide el desarrollo de los vástagos
y de los frutos, los deseca y atropella la
maduracion dejando la uva ágr':a, peque
ña y pellejuda: cuando el mal es propio de
la localidad, conviene plantar espeso, y
guarecer las cepas con árboles ócon.setos;
pero cuando la sequedad es accidental, no
se remedia de otra manera que con el rie
go artificial. .
Las lluvias escesz’vas tampoco pueden
considerarse como enfermedad, pero es
mayor mal que. el de la sequía; porque
aquellas desenvuelven con perjuicio del
fruto un estraordinario aparato de follaje.
Las lluvias de verano que engruesan co
munmente la uva, frustran, ó por lo menos
retardan su madurez, dejándola aguanosa
—y mala para vino; y las que Sobrevíenen
al acabar de madurar, pudren ó revientan
la uva, y cuando menos retardanla vendi—
mia. De todas ellasla única que puede cor
rejirse es la escesiva acuosidad de la uva,
lo que se consigue asoleándola, Aó echando
arrope en el mosto.. '- ’ , ' ...
Ademas de la intemperie de las esta—t
ciones y del 'descuido de los hombres,— tie.-—.
ne la vid que combatir corr otrgs enemi
vu).
(82
gos no menos temibles). Hay muchos jene
ros de insectos que le hacen una guerra
casi continua, particularmente en las re
jíones setentríonaies, porque la mayor
parte de ellos no r‘@!tnte los calores fuer
tes delos países del mediodía. Principia
remos por los mas feroces, ó que mas des
trozos causen. ‘ _
Pulgon. Es unc de los.insectos que mas
daño hacen a la vid: su tamaño apenas es
cede de línea y media de largo, su forma
es casi ovalada, su color azul brillante y
su propiedad particular—Ja de saltar como
la pulga á quiense semeja.
‘ Aparece por la primavera desde que
principia á brotar la vid, en corto número
ordinariamente, y sin hacer gran daño
por entonces, aunque me las hojas na
cientes; pero al poco tiempo deposita sus
huevecillos en las hojas interiores de la '
parte baja de la cepa y aviva como instan
táneamente una prodijiosa multitud de
larvas ó gusanillos negros de seis patas,
muy pequeños y delgados, que apoderándo—
se al momento de toda la planta, consumen
la pulpa de la pámpana hasta dejarla en es
queleto como una gasa ó telaraña; despues
roen los tallos tiernos y los racimos, y si,
no les hasta devoran hasta el mismo sar
miento. Aunque/una lluvia fría, una tro
)
(83)
nada, un calor estremado y otras variacio—
nes atmosféricas suelen matar de repente
á estos y casi todos los insectos, principal
mente en su estado de larva, haciéndolos
desaparecer como por encanto, no por eso
el cuitivador ha de permanecer pasivo es—
pectador de tales estragos, fiando su reme
dio á la casualidad, sino que debe procurar
por cuantos medios le sea posible 'deslruir
semejante plaga, porque no siempre las
variaciones dela atmósfera vienen en su
socorro. El remedio mas cierto para des
truir el pulgon, es arrancar los pámptmos
que empiezan á secarse, ó en que se ve la
larva, y quemar cuanto antes á la madre ó
al insecto que 'se manifiesta , para cuyo
efecto se usa el desorugador ó desorugado—
ra delos valencianos, que es una especie de
manga hecha de lienzo.vasto, á'cuya boca
se ajusta un aro, que metido debajo de los
pámpanos mientras se.-sacuden estos , re—
cibe los insectos que Se desprenden de
ellos, y despues de recojidos se queman.
Para poder sorprender mejor y mas
reunidas á las madres, se dejan :salpicados
por la viña algunos sarmientos Sin 'podar,
para que brotando c0n alguna enticipacion
atraigan al ambicioso bicho, que al mismo
tiempo que en ellos s'olos encuentra por
entonces su alimento, halla tambien la
(84)
muerte si el viñador no se descuida.“
Revoltonas ó revolvederas.—Estos in—
sectos son al parecer los conocidos en An.
dalucia con el nombre de pajuela. y en
otras partes con:el— de lagarta. Es una pe.
queña mariposa 'de una media pulgada de
largo y de tres líneas de grueso, de alas
redondas, casi tan anchas en su nacimien
to como en‘su estremo; de un.color ama
rillo verdosoy con tres-listas negruzcas
en su fondo. Su lar“va ú oruga tiene diezi
seis patas, el cuerpo verde con una man
cha amarillaá cada lado debprimer:anillo,
y la cabeza negra. Se»eutx‘etiene en roer
los cabillOs y pezon‘es de las hojas, abar
quil-lando,estas, privándolas de absorver
las sustancias atmosfériea's,‘ y descubrien—
do elv«tgodo de la cepa-álosrayos.del sol.
Los esfuerzos que hace la vid :para repo
nerse inmediatamente-la acaban de'debili—
tar para uno ó dos años mas.
Despues de haberse multiplicado pro
dijiosamente este insecto, se ;le ha visto
desaparecer por simismo, pues le ‘anii¡ui
lan los mismos contratiempos que al pul
gon, ó tal vez su"- abunda’ncia misma,
cuando despues de: talamlb todo se hallan
sus numerosos enjamhressin el alimento
necesario para concluirla glotona carrera
de larvas.a ‘ ‘ - , . .
..
\
85,
Son muy dificilís de esterminar, tanto
por la lijereza con que se tiran al suelo
cuando se toca á laboja que ocupan, como
por la imposibilidad de descubrirlas por
entre los pámpanos: de suerte que el úni
co recurso que queda es probar á destruir
las en el estado de mariposas, por {medio
de algunas hogueras que se encienden de
noche, para que atraidas por el resplandor
de las llamas perezcau en ellas, como otras
de distinta especie. Este método esfsenci
llo y poco costoso, pues cualquier materia
combustible es buena para el caso: no se
necesita que las hogueras sean muchas y
grandes. con tal que se escojah para en
cenderlas sitios que se vean bien desde le
jos, se mudan por ocho ó diez noches se
guidas, se mantenga la lumbre levantando
buena llama, una bora cada noche, y que
se haya observado, para principiar esta
maniobra, la aparicion de los insectos, que
suele ser desdeprincipios á mediados de
junio, hasta iguales épocas de agosto, se
gun los años y las países.
Polílla de la uva. -—--Esta es otra pe
queña mariposa, cuya larva ó gusano de
unas cinco lineas de largo y una de grue
so, vive en el interior de los granos y pa
sa de uno á otro por galerías de - seda que
él mismo se fabrica, quedando los que ata
(86)
cu privados de Su parte azucarada é inúti
les para el vino. Este insecto es mas temi
ble p0r la dificultad de esterminarlo, que
por la estension de sus corrcrias, y deben
ensayarse tambien contra él las hogueras
á que suelen acudir otros.
Escarabajuelo ó atélabo cobrizo.—Es
un gorgojillo casi ovalado con la cabeza
implantada en el caparazon ó coraza, de co
lor de cobre, de tres lineas á media pulga—
da de largo sin contar la trompa, cuya es
trem‘idad, así como las de las patas se ha
cen notar por su color negruzco. Está cu—
bierto todo él de un lijero vello, mas no
por eso deja de ser brillante. Señalan sus
estuches unas estrías punteadas y unas
arruguitas que se estienden por la coraza
y por la trompa: sus cuernecillos, situados
hácia la mitad de ésta, son mas cortos que
el caparaion, rectos, filiformes, de once
articulaciones, un poco entumécidos :('er'
cede lu,punta,*y enterainente negros. '
-Su larva, mucho_mas dañina que la ma
dre, es’un gusano grueso, blanco y blando
con unas escreceñcias ú apéndices 'cai‘no
sos en lugar de pies. Aparece cuando las
hojas estan á medio formar: en los dos me
ses que vive sufre cuatro 'n'mdas; al fin
forma un capullo y sale de ¡él convertido
en escarabajo. Para libeftarse del ¿ardor
(87)
¡del sol y de sus enemigos, se envuelve en
las hojas como los revoltones, y es enemi
go mortal del pulgon: antes de arrollar las
hojas corta los cabillos y brotes en que es
tan prendidas a fin de que marchitándose
un poco las pueda arrollar mas facilmen
te. Corta tambien el«pezon delos racimos
y se anida dentro de las uvas. Para ester
minar este insecto pueden usarselos mis-—
mos medios que hemos indicado para des
truir el pulgon, y con ‘alguna ventaja, por
que se da á conocer enroScando las hojas
en que habita. El escarabajuelo se llama
tambien en algunos pueblos picota, pico
tillo y espejuelo.
Ate’labó carmest.—.Para destruir este ina
secto se deben emplear iguales medios que
para el anterior, porque tambien son i
dénticos el porte esterior y todos los ca
ractéres de las dos especies; pues apenas
se diferencia el carme‘sí d81‘,0.0b1'i20 sino *
por el color: rojo ó purpúreo de sus estu
ches, el negro de toda la trompa, casi tan
larga como el resto del cuerpo, »y por la
lonjitud de este que nunca pasa de dos lí
neas y media. ‘ - ., '.:,- e
Atélabo eerde.-—Esta ‘especiedifiere de
las otras dos por su mayor grueso con res
pecto al largo total del cuerpo, que ape
nas pasa de tres líneas, por la falta absolu—
. (88)
ta de vello, por lo punteado de la coraza
redondeada, y por su color verde dorado
queptira á azul. Solo son bronceadas sus pa—
tas y su trompa, que se engruesa un poco
hácia la punta. Tiene una variedad de co
lor violado. Acostumbra á abarquilla—r las
hojas de la vid hácia el mes'de junio, des
pues de haberles picado el cabillo y deján—
dolas marchitar un poco para depositar en
cada una tres ó cuatro huevecillos blancos,
traspareutes, parecidos á una menuda ca
beza de alfiler. Estas hojas arr‘olladas
caen por fin en el rigor del estío, y en
vueltos enïellas los huevecillos pasan el
invierno, hasta que los calores de abril
hacen nacer laslarvasú—oruguillas,‘ que
tampoco esceden del grueso de un al—
filer pequeño , y que subiéndose á las
cepas se ceban en la borra de las tiernas
yemas que destruye, como igualmente las
esperanzas‘del cultivador. ' '
Llegado el término de su crecimiento,
hila el gusano un capullomas pequeñoque
un guisante, que deja pegado á la cepa ó
á los rodrigones en que se la apoya, y se
mantiene encerrado en él hasta el siguienv
te mayo, que hecho uh perfecto escaraba
jo, abandona el capullo para buscar la
hembra.y,pmpagarse. Estos insectos se
esterminau quemando cuantas hojas se
(89)
encuentren enroscadas ; pero no basta
hacerlo una vez sola, es necesario repetir
las visitas yla quema mientras el escara
hajillo simienta en ellas, que suele ser á
principios de julio.
Uuqm’llo, cuclz‘llo ó coquillo.—-Es otra
especie de escarabajillo de una, dos ó tres
líneas de largo sin vello alguno: tiene las
dos piezas ó estuches que cubren su espal
da rojizas ó de un amarillo pardusco, y.to
do lo damas del cuerpo es negro. Sus cuer
necillos constan de once articulaciones
cortas, insensiblemente gruesas hácia la
estremidad. Su coraza redondeada, entu
mecida y casi sin bordes, oculta la mitad
de la cabeza. En los primeros días de la
primavera sale de sus escondites subterrá
neos, donde ha pasado el invierno, para
atacar los brotes de la vid en el momento
que los ve apuntar. No solo los roo por
afuera sino que se abre paso por su in
terior, los vacía conforme van creciendo
y los llega a cortar enteramente, destru
yendo asi no solola esperanza de la cose
cha de aquel año, sino tambien la del si
guiente ó tal vez de otros dos mas; dejan—a
do desbaratado de tal modo el arreglo de
brazos y pulgares, que le es imposible ó
muy dificil restablecerlo al podador mas
diestro. -- >"
(90)
La época mejor para esterminarios es
en abriló principios de mayo cuando se
unen los dos secsos para la propagacion,
cuyo acto dura muchas horas, yse entre—
gan á él tan sin temor, que es muy facil
sorprenderlosiísi 'sespierde. esta ocasion se
multiplicanestraordinariamente, pues des—
ovando la.hembra antes de las veinticua
trohoras de estar separada del macho, que
muere al desunir's‘e, se‘avivan los hueve
cillos á los pocos días éinundan la viña en
un momento; La prontitud con que este in
secto se‘deja caer al suelo cuando teme al—
gun peligro, la inmovilidad en quese man
tiene haciéndose el muerto, y la semejan
za de su color:eon el de la tierra, hacen
muy dificil su captura. Las larvas ú oru
gas que nacen de los huevezuelos se lla
man rosquilla, por ia lijereza conque se
enroscan apenas ¡as tocan. Estas orugas
tienen seis líneas de largo y una y media
de grueso: su figura ¡es cilíndrico—ovalada.
Aparecen en el total cenicientas ó pardas
por las listas grises que cortan el color
blanco del fondo, y unas areolas negras
que lo cubren en gran parte; dando origen
á algunos pelos ríjidos. Se componen de
once á trece anillos poco distintos, con
seis patas vcllo'sas en el segundo, ter'cero y
cuarto, y de una cabeza negruzca, armada
(91)
de las tenacillas con que causan el daño en
los tres meses que viven.
Como los sarmíentos ó brotes princi
palas son demasiado duros para alimentar
estos insectos en su tierna edad, escojen
los nietos y las hojas recientes; pero cuan
do ya se ha endurecido todo el pámpano,
se arrojan sobre los racimos, que cortan
y destruyen uno por uno} consumando
así durante el estio, la devastacíon que
principiaron sus padres por la ‘primave
ra. Hácia el mes de agosto descienden
de las cepas las orugas, y se sepultan en
tre sus raíces hasta la profundidad de
seis ú ocho dedos, tal vez para dar los
últimos bocados sobre las barbillas mas
delicadas, y’dormir despues todo el in
vierno trasformadas en ninfas.
El modo de esterminarlos es el mismo
que debe usarse con el pulgon; pero seria
conveniente hacerla prueba de sembrar
algunas matas de habas ó yeros entre los
liños, para que acudiendo á devorarlas
con preferencia ála viña, como algunos
aseguran, pudieran esterniinarse mas prou:
to arrancando dichas ma’tas._ Tam‘bien es
bueno cavar las viñas eh‘lnvieflió-ctm una
labor que-no pase de nueve dedos, por si
se consigue matar á los insect05. —
Gorgojo de la eid.——Es un osearabajillo
(92)
parecido en su forma al del trigo y damas
gorgojos propiamente dichos; tiene, como
estos insectos, los cuernecillos en los la
dos del estremo de la trompa, y compues
tos de once articulaciones muy distintas,
contando la primera, que es muy larga, y
las tres del engrosamiento ó especie de
clava en que terminan. Pero es facil dis
tinguir este gorgojo de todos los demas
por sus dimensiones , que son de unas
cuatro lineas en el largo total del cuerpo,
apenas dos en su mayor ancho, y de una
línea ó menos en la lonjitud de su trompa
asulcada; por su c_olor ceníciento-pardus
co por encima, y claro por debajo; pardo
enteramente en los cuernecillos y en sus
patas, y últimamente por la coraza ca
si cilindríca y punteada, y sus estuches
estriados. Este insecto se manifiesta al
asomar los brotes, cuya punta devorau,
impidiéndoles desarrollarse completa
mente, en menoscabo del fruto. No se co
noce á punto fijo el modo de esterminar
le completamente; pero deben probarse
los citados,anteríormente, y en particular
los descritos contra el pulgon.
Escarabajo. de la vid. —Este insecto tie
ne el cuerpo,ovalado y liso, de seis a nueve
lineas de largo, con cuatro ó cinco de an
pho; verde, y á veces de color de teja por
l
(93
arriba, y cobrizo por 21ebaj0. Los bordes
laterales de la coraza suelen ser un poco
amarillos; la visera siempre redondeada,
el escudíto acorazonado, el pecho algo
vellos‘o, y las patas de un color bronceado.
Los cuernecillos son constantemente par
dos, y de diez articulaciones, formando
la última una espausion enpeine y ar-,
queada. - -v
Deposita sus huevecillos en el interio
de la tierra, y de ellos salen unos gusani
llos blancos, blandos y grandes, sin ojos, ,
de cabeza gruesa, provistos (le sus dos
cuernos articulados, de seis patas cortas,
y de aquellas ímpres¡ones laterales llamas
das estigmas: pasan el invierno aletarga»
dos, hundidos á una profundidad consi—
derable; pero nobien se anuncia el ca—j
lor de‘la primavera, cuando ya se van a3
cercando á la superficie del terreno, ydes_
plega'n sobre las raíces su 'insaciablevoraü
cidad, que suele ser mortal especialmente
para los pies nuevos; ocasionando 'ȇ la
planta, segun parece,--el sámago, que la
hace acorchar, espbnjarse’ y quedar sin
fruto á lo menos por aquel año. < " 3
En las alternativast-de' este jénero de
vida oscura' pasa el gusano dos ó mas a’
, ños, hasta que trasformado en escarabajo,
sale á vagar al aire libre, pero sin perder
(94)
elinstinto maléfico con que devora, no solo
las hojas de la vid, sino las de los demas
frutales; y á falta de ellas las de los chopos
y sáuces. En este último estado, que les
dura poco tiempo, sufren una persecucion
horrenda, no solo de las aves caseras y de
las nocturnas, sino de las zorras, erizos,
ratones y otros cuadrúpedos, no sién
doles tan facil evitarla como otros in
Sectos que cifran su principal defensa en
la peque’ñez de su cuerpo. El medio mas
sencillo de esterminarlo es la persecu
cion, en, que pueden emplearse los mu—
chachos como mas a propósito por su
estatura ,' ajilidad y ‘jenio para atrapar
los d.e uno en uno—,¿tambien son—bue—
nas algunas cavas .á- la—entrada de La pri
mavera ,' paradespaehurrar]os cuando se
hallan —á, donde tierra. , ,
_ Dejamos de' babies de otra infinidad
de bichps,—.parseguidores de la vid, ó
porque son poco temibles, como las li.—
,nazas ó babosas, caracoles, esflnjes y
otras oruggs,‘vó, porser«mn31 conocidos
ellos .y los medios-dq ahuyentarlos , eo
mo el conejo, que roe los brotes tier—
nos, el jabalí, el zorro, el estoriiino
y otras aves que—dev0r0n la uva—culm
do está madura. a . ’ - ' .
.')I¡ ¡,. r n‘.n *ÏíÉ :;'.>i; í- « ' .' ""'
(95)
CAPITULO vn.
V
DE LA VENDIMIA.
(96
que ecsijen circunsta30ias particulares al
tiempo de la vendimia 'ó' despues de ella,
como los vinos blancos, espumosos y pican
tes de Champaña,fquetse hacen de las uvas
cojídas con la niebla ó con cl rocío; y el de
Turena,:llamado de Paja, porque*la- uva se
hace Secar puestaïsobreiella al sol, para ’es
prixfliriadespu'e‘3: <-'H‘H‘? - 2""-':’> "- n
"= P'reparadas I’asvnavajasy: tijeras hece—
serias 'para »bacer'la fve‘ndi'miaï yllos‘cestos
y-z'arz'os para trasportar la uva, ha de en;
car'garse la ïejecucíoní á sujetos que: la ha
gan con :conoeimi‘ento,’ pdfl;‘u‘e conviene
dejar en la cepa‘losrra‘cimos que no esteh
del.todo'sazonados; así que; los queiten'gan
grandes éd'seehas hanide dividir law—vendi
mia en dosïó'tres veces, para cojer todos
los 2racinibsi en sazouy se‘ghr05'de que la
mejoriaxque’ por "—’e‘sb‘e_"médio resultará al
víno‘satisfará con usurafel— mayor ' dispen
dio que ‘le‘ haya —ocasibnadoá”mv“t'ï '
-=—'_': ‘Es mu“yesenciai separande losracimos
’la hoja, law'pá‘m‘paua’y'=cuanto»no‘xies sea
necesario, comout‘ambien': e’lrac'elerar el
trasporte para evitar lapérdida del-mosto,
Sel acaloramiénto=ó principio de:fermenta‘
cion, y otros inconvenientes que se oriji
nan de su retraso.ï(}uaihd‘o solorseïztrat’e de
emplear la veudilï_i'ia\én vino,‘rp’úedb con
'duc‘irse el fruto á”casa en 'portadoras de
(97)
madera, donde aunque se despachurren
las uvas no se desperdicia el mosto.
Las uvas que hayan de conservarse pa
ra el invierno, siempre que sean de la mís
ma calidad que las que sirven para el vi
, no, no se cojen al mismo tiempo que estas,
sino que conviene de’jar en la mata los
racimos mas san_ós y menos apretados; pe
ro es menester que despues se corte hasta
el pezon de cualquier grano que se halle
dañado.
Aunque la vendimia puede hacerse á
cualquiera hora del día cuando la uva ha
de servir para vino, siempre es muy co'n
veniente no principiarla hasta que el sol
haya enjugado el rocío, especialmente
cuando se quieran conservar para comer:
en este caso se conduce el fruto á casa en
zarzos ó cañizos donde se ponen dos cepas
de racimos alternadas con otras dos de pa
ja, á fin de que ni se toque la uva, ni va
yan demasiado cargadas y se despachurren
las de abajo. En esta disposicion deben de
jarse al sol para que se enjuguen algun
tanto antes de guardarlas, y para conse
guirlo mejor se les dan algunas vueltas
á fin de que se creen por todos lados.
vu). .7 °
(98)
Modo de conservar las uvas.
CAPITULO VIII.
‘
(103)
cen y mejorar cuanto le sea posible»la cali
dad de sus vinos. _
Aunque la influ'encia del clima sobre
la vejetacion de la vid es igual á» la de
todas las demas plantas, en pasando la la—
titud de los cincuenta grados ya no puede
esperiment¡r el mosto la fermentacion
conveniente para formar una bebida agra
dable: así es que entre los cuarenta y cin
r cuenta grados se hallan los puntos mas á
propósito para el cultivo de la yid,y en
los climas cálidos de esta zona es_precisa
mente donde se elaboran las vinos mas r
sobresalientes y espirituosos, ppeseu'ellos‘
abundan sus. principios constituyentes,
que son el azúcar, el .tártaro y— el:iuroma:
pero si el temperamento llegaá ser esce
sivamente cálido, Se precipita la. madura
eion de.la uva, y entonces carece de algu
no de_aquellos principios que s0ntan ne
cesarios para la fermentacion,yvperfec- ’
cion del vino. , n.-.. ,.
La calidad de las tierras influye tam
bien'bastante enla de los vinos, Pues ha
llamos notables diferencias entre los que ‘
' se han—criado en tierras arcillosas, ylos
que proceden-GB las casc&jos&5, “areniscas
y calizas. En los terrenos fuertes, aunque
jeneralmente dan mucho fruto, no adquie
re la uva una sazon perfecta, por cuya
(104)
causa los vinos son flojos, sin espíritu ni
aroma: sin embargo algunos lo suelen a
preciar por la cantidad de mosto, que em
plean enel consumo de la jente pobr'e y
en la destilacion: por el contrario los
terrenos medianamente lijeros, mezcla
dos con algo de cascajo, facil,á descom
ponerse¡y un poco de cal, dan los vinos
mas esquisitos, aunque en menor canti
dad.‘De consiguiente cuando se trate de
'elejir terreno para este cultivo, deben
tenerse presentes las circunstancias que
hemos manifestado, para dar la preferen
cia al que mas convenga, segun la idea del
cultivador. , w ‘
Tampoco es indiferente para la buena
ó mala calidad de los vinos la esposicion
en que se halla la viña; pues sabido es
que la esposicion y situacion dan cons—
tantemente‘ vinos de distinta calidad, aun
‘que el cultivo, clima y terreno sean
iguales hasta cierto punto.
En cuanto á la situacion, no debe igno—
rar el cultivador que la mayor ó menor
incliúacion de la superficie de una viña,
aunque tenga la misma esposicion, presen -
ta variaciones muy notables: la cima, la
falda, y el valle de una colina cualquiera
dan diversos productos: la parte superior,
como mas desabrigada, recibe á cada ins—
, (105)
tantela impresíon de todas las variaciones
que acontecen en la atmósfera; los vien
tos ajitan las vides en todos sentidos, y
aunque por esta causa las nieblas y rocios
no pueden reposar sobre las cepas, es mas
fría y variable la temperatura: de aquí re
sulta que semejantes viñas producen me
nos uva, que madura con mas dificultad ó
n1fncallegaá madurar completamente, y
por consiguiente su vino es siempre de in
ferior calidad al que da la. falda, cuya es
posicion ventajosa impide el efecto funes
to de la mayor parte de diehascausas. '.
Los valles frescos tampoco son los mas
á propósito para obtener buenos vmos,
pues aunque en ellos se observa una veje
tacion vigorosa, y comunmente abundan
cia de fruto, á causa de la mayor frescura
y jugosidad que goza la vid, su uva no
pes tan azucarada ni olorosa como la que
rec0je en la parte media ó falda de la'co
lina, la cual por hallarse mas desembara
zada de vapores húmedos, mas ventilada y
favorablemente espuesta que la del valle,
da constantemente los mejores vinos.
Ya hemos dicho en otra parte de este
tratado, que la esposicion mas favorable
para la vid es la que cae entrerlevante y
mediodía, en la cual vemos plantadas la
mayor parte de las viñas; que la esposi
(106)"
cion del norte es la peor, y que la de po—
nievnt‘e no deja de ser perjudicial al viñe—
do; sin embargo, tales pueden ser las cir
cunstancias que concurran, que ellas pro
pias nos obliguen a elejir los mismos terre
nos que desechamos como poco á propó
sito por su esposicion particular: la espe-,
riencia, pues, es la que debe decidir en
los casos estraordinarios. ' '
Los vinos adquieren tambien el grado
de mayor ó menor perfeccion segun lava
riacion de las estaciones favorece al uu
trimento de las vides, al acrecentamiento
del fruto y a su madurez progresiva. Si en
un país cálido y seco ‘sobreviene estraor—
didaric’mente una estacion fría y lluviosa,
producirá el mismo efecto que el clima d
la esposicion del norte: esta >invers'ion en
la temperatura hace iguales los climas y
semejantes las,produc‘ciones. . A
Anteriormente hemos dicho que la vid
requiere calor, y‘que la uvano llega al gra
do de madurez que necesita sino en tier
ras secas y bañadas de un s'cl bastante ar
diente: por consecuencia en un año lluvio—
so en que se mantenga el 'terreno húme
do y la atmósfera tambien húmeda y fría,
no adquirirá la uva azúcar ni aroma, y
producirá un vino flojo é insipido, aunque
en grande _‘abundancia. E5t05 vinos, al pa
(107),
seque careceïn del alcohol necesario para
su conservaciou, abundan del ácido máli
co y materia esfltractiva que incesante
mente lo hace propenderá hilarse, tor
cerse ó agriarse. ‘
En los países en que abundan los viñe—
d06predicen la naturaleza del vino mucho
antes de la vendimia, con solo observar la
temperatura ae la estacion al tiempo de
madurar la uva-7 porque la esperiencia les
hu enseñado que si la«estacion es fria,-sale
el vino áspero jeneralmente;-si es lluviosa,
sale si abundante, peroflojo y poco espiri
tuoso. Por último,i si cualquiera de estas
variaciones sobreviene en la época de la
vendimia ó poco antes, son mas perjudi
ciales, porque no teniendola uva el tiem—
po necesario para elaborar aquellos jugos,
’ se hincha y solo presenta á la fermenta—
cion un fluido muy diluido con tan corta
cantidad del principio azucarado, que no
puede - producir una descomposicion tan
fuerte como se necesita para que el vino
salga espirituoso. , . ‘
Tambien el c_ult—ivo por su parte influ
ye mucho en la cantidad de esquilmo y su
calidad. Los diversos modos de podar, ar—
mar, cultivar y dirijir las vides, hacen que
estas produzcan mas ó menos uva, y que
adquieran mas ó menos grados de madu
(108)
rez. Continuamente vemos la diferencia
que hay entre los frutos de una vid aban
donada á\ si misma, y de otra que se culti
va; y aun entre las cultivadas se advierte
tambien gran diversidad, si se comparan
los frutos de la vid emparrada, y los de la
cepa: en estas mismas las uvas delas guías,
rastras ó sacavínos guardan diversas pro
porciones en sus príncipi0's, y tienen dis
tinto gusto que las de los pulgares. Ulti
mamente las vides, cultivadas ó no culti
vadas, producen frutos de diferente natu-—
raleza para la fermentacion. y por lo mis—
mo no todas ellas son á propósito para la
elaboracion del vino. ' _
El cultivo modifica muchas veces la
disparidad del clima y del terreno. En los
países fríos se enrodrigonan las vides pa
ra que reciban el sol por todas partes, y
por estemedio suple el arte la falta de ca
lor que allíse_, esporimenta: en los cáli
dos, por lo contrario, se arman las ce
pas bajas. para que, espareiendo sus sar—
mientos mas cerca del suelo, conserven la
humedad de la tierra; y los frutos, cubier
tos de las hojas y pámpanos se libren de la
fuerte impresion del sol y de sus ra’yos di
rectos. ,
El que trata de obtener vinos esquisi
tos no debe embasurar sus viñas sino al
(109)
tiempo de plantarlas, porque comunica
mal gusto al fruto: en la poda ha de dis
minuirael número de los puestos y acortar
cuanto pueda los pulgares; pues aunque es
cierto que dejando muchós de los prime
ros, y largos los segundos se recoje mayor
cantidad de esquilmo, el mosto sale enton—
ces de inferior calidad. Tambien se ha de
cuidar de tener el terreno limpio de Ipa—
las yerbas, y aun de empolvillar las uvas
por medio de algunas labores muy super
ficiales; pero sobre todo es indispensable
alejar de los viñedos los estercoleros, las
hogueras, y todo cuanto pueda con sus 01’0—
res causar deterioro á los vinos.
Tales son las precauciones que deben
guiar al cultivador que desee mejorar sus
. rvinos, dirijiéndose siempre á obtener la
mayor cantidad posible; 'pero sin detri—
mento de la calidad, por;que en igualdad
de circunstancias debe preferirse’ la se
gunda á la primera.
Ademas de los principios que dejamo_s
¡espuestos para obtener buenos vinos, y
supuesta la reunion de todas las circuns
tancias favorables, se necesita que la ma—
nipulacion y elaboracion se haga con to
dos los requisitos y' reglas que prescribe el
arte, para que los vinos saquen todas las
cualidades que los hacen apreciablesen
1‘10
el’comercio; p0rqS1e si) estas operaciones’
se» ejecutan sin los conocimientos "necesa—
ríos, ó si eluperario procede con descuido,
necesariamente :hade salir mal vino, ó
por lo menos‘falto de alguna de las cua
lidades necesarias que constituyen su
bondad. ' ' .
v . ' CAPITULO IX.
De las bodegas.
\
me v
viene sin duda, de que Arjenteuil está si—
tuado sobre un suelo formado de toba, ba—
j0'la cual se halla. una arena fina de un
color blanco verdoso. En el año 1785 ha
bitaba dicho propietario en una casa cuya
bodega era escelente, y por haber sido
muy abundante la cosecha, alquiló otra
bodega á alguna distancia de la suya: el vi,
no que puso' en ella era de la misma cose
cha y en todo igual al de la otra: no obs
‘tante se alteró de modo que apenas pudo .
venderlo, mientras que el vino de la bo
dega de, su casa se conservó muy bien:
practicó algunas investigaciones sobre
este, particular, y sucedió lo mismo‘en
otrosbarrios. Un'ode sus parientes, pro—
pietario del viñas del mejor terreno de
aquellas posesiones, hacia en otro tiempo
vino muy bueno, y despues de haber mu
dado de habitacion en la misma villa, de
las propias tierras sacaba un vino muy
malo. - A
Si las bodegas se construyen de piedra p
(137) 1
todo cuidado en su interior; lo que enton
ces se puede practicar mejor, por estar
secos; pero por mas cuidado que pongan
en ello, han de quedar precisamente en
él algunas partículas ácidas, las cuales
mezclándose con el vino nuevo, han de
influir sobre la calidad de él. Este influjo
no es tal que sea capaz siempre de volver el
vino ágrio prontamente, porque vemos
todos los días vinos guardados del mismo
modo,que se conservan todo un año; pe
ro tampoco podemos creer que no sufran
alguna alteracion. .
Ningun cosaehero ignora que el vino
toma facilmente el gusto y el olor de las
vasijas enque se guarda. Si se echa vino
en un vaso que baya contenidoaceite, aun
que se lave antes con todas las precaucio
nes posibles, el vino contraerá el gusto del
.aceile, y no impedirá que tome aquel sa
bor—otro vino quese ponga enel mismo
vaso. Si el vino adquiere este gusto en el
vidrio, que no tiene olor alguno sensi
ble, ¿con cuánto mas fundamento debe to;
mar la acidez tanperceptible de un tonel,
cuya madera, incomparableménte mas po
rosa que el vidrio, e5tará mas penetrada
de vin o? . , —
De esto se infiere que no debe dejarse
semejante resto ó pósito- en los toneles, y
' (138)
que es necesario adoptar otro medio dis
tinto para impedir que estos se saquen, y
contraigan mal olor; á cuyo fin puede se
guirse este método: despues de haber va
ciado el tonel, se dejará abierto; se quitará
todo el vino y todas las heces; se lavarán
las duelas mas inferiores; se sacarán y se
frotarán con un lienzo empapado de vino,
para quitar todo resto de agua; entonces
se enjugarán bien otra vez dichas duelas
con paños limpios; se cerrará hermética
mente la abertura, como si se quisiera
llenar de vino el tone]; se ïazufrarf1 bien,
y cuando el azufre esté apagadose echará
. en él una cuarta parte de botella de alco
hol, poco mas ó menos, segunsu capaci
dad: despues se procurará taparle inmedia—
mente, y ajustar y cubrir bien el tapon
como si dicho tone! estuviera lleno de
vino. *‘
Si el tonel se ha vaciado en junio, y
tapado con todas estas precauciones, no
se tocará hasta la cosecha inmediata. Si
se ha vaciado y tapado antes, se repetirá
la operacion, es decir, se azufrará de nue
vo, y se echará otra vez un poco de espi—
ritu de vino al cabo de tres meses, de
suerte que el tonel no quede en este estado
nur mas tiempo. Esta precaucion es nece—
""‘l particularmente para los tonelespe
- (139) ,
queños que tienen la madera delgada,
advirtiendo que en-caso de que esta opera—
cion tenga que repetirse muchas veces,
seirá disminuyendo cada vez la cantidad
de‘alcohol que se echa en los toneles. Un
tonel,‘ aun de ¡bs mas pequeños, conserva
do kde este modo, no se reseca, mientras
se tenga el cuidado de mantenerlo cerrado
herméticamente. No contiene acidez algu
na;'elalcohol no puede comunicarle sino
buen olor y calidades favorables al vino
que se echará en él. El gasto ó valor del
alcohol está mas que compensado con
el licor que se hubiera dejado en la parte
inferior del tonel, el cual se aprovecha
para el consumo de la casa ó familia.
’Supuesta ya la preparacion ó modo de'
conservar. los ton—élespara volver á llenar
los de vino á su tiempo, pasemos á tratar
ahora del modo como debe practicarse es
ta ‘operacon. '
\Cuando"se quiera echar el vino en un
tonel dispuesto ó preparadoconforme se
ha dicho, se mandará entrar en él un
hombre si es posible;y en sin defecto un
muchacho, el cual raspará'toda la superfi
cie interior del tonel conuna trulla o ras
padera, ú otro instrumento de hierro, pd
’ra quitarle las heces yel tártaró que no
está muy pegado; t‘r0tará despueí dicha
\
(140)
superficie interior con cepillos fuertes
ó con escobas, y despues con paños lim
pios. Se. procurará hacer salir esacta-
mente todo el polvo. que se ha levantado
en esta operacion. Se tapa inmediatamente
la abertura del tonel,iy luego se quema
en él medio vaso, de aguardiente bueno,
.y,alguua pajuela azufrada. Entonces es
tará dispuesto el tonel para .llenarl0 de
cino,.au_nque pasen algunos días, en cuyo
vaso se cuidará de tenerlo bien cerrado.
La precaucion de quemar aguardiente
y azufre en los toneles, debe, tomarse to
das las veces que se echa el vino en ellos,
«lo cual nunca se h-ade omitir. ,
Cuabdo, el aguardiente ha acabado de"
arder, se tendrá cuidado de quitar el
residuo de su combustion por medio de
un lienzo atado al estremo de un pa
lo. La pajuela ó mecha azufrada debe
rá ser tan la\rga como el diámetro del
tonel, si este se ha de llenar de wine
nuevo. Se necesitará menos cantidad de
mecha para los vinos viejos, y menos
á proporcion que el vino sea mas ran—
cio y esquisito. -'
Si en los toneles no se puede hacer
entrar una persona ,= entoncesgse_ li:m
piarán lo'mejor que se pueda con cepi
. llos de mango largo, con escobas fuere
(141)
tes y con lienzos atados al estremo de
un palo. Estas operaciones se practican .
con mas facilidad en los toneles que' tie-
nen una grande abertura. Cuando nola
tienen'} si no se quiere desfón‘darl0s,
se lavarán repetidas veces con agua has
ta que esta salga clara , prefiriendo á es
te fin el agua de mar cuando está in
mediata. Despucs de haber sacado el agua,
se echará en los toneles una porcion de
vino caliente, y se ajitará el tonel en
todas direcciones, á fin de separar de
él toda el agua que hubiese quedado des
pues de haberle escurrido bien. Del mis
mo modo se.pr‘eparan los toneles peque
ños, si han de conservarse vacíos.
Cuando la cosecha no preste con que
llenar los toneles, si las facultades lo
permiten , ¡o mejor es comprar vino pa
ra no dejarlos vacíos; si esto nopuede
hacerse se echará en el tonel que-no ha
podido llenarse , desde diez á "veinticin
co azumbres de vino en el estado en que
este sale del lagar , segunJa mayor ó me
nor capacidad del tonel. Se tapará bien
y se dejará de este modo hasta el mes
de julio; entonces se'abrirá y se repe
tirá esta adicion de vino ó alimento del
tone], y se dejará abierto hasta que no
se.perciba acidez alguna ; se hará ras
, II
- (144} \ ‘
practicarse lo que dejamos dicho res
pecto de los que ya han servido , sino que
deben dejarse en ellos la porcion de resi—
duo ó alimento cada vez que se ‘vacian en
los tres años primeros , cuidando de veu
der en noviembre ó en diciembre el vino
que se puso en ellos la primera vez; y en
eneroó febrero el que se puso en elsegun
do año , pues si se dejára por mas tiem
po , tomarian un mal sabor , que 50
10 podía quitarse por medio del vina
gre , reuovándoío por algunos años segui
dos. Esta propiedad del vinagre es sin du
da la que dió motivo al uso de dejar siem
pre en los toneles el residuo ó alimen
to; pero lo que es un remedio, no debe
constituirse un uso ó práctica constante.
En el tercer año se puede dejar elvino
en estos toneles el tiempo que se quie
ra, continuando en lo sucesivo'confor
me hemos dicho antes. '
La col'ocacion de los toneles en ‘
bodega será en lineas , arrir_nados á las pa—
redes , aunque no tocandoá ellas _, y so
bre una banqueta poco menos alta que
los toneles; así s'e tienen resguardados
de la humedad, y se facilita el trasie—
go poniendo en el suelo los tonele9á que
ha de pasarse el vino , y acercándolbs de
manera que lo reciban conforme va sa
(145
liendo‘ del que lo tiene?Encima de los pri
meros puede ponerse otra tanda de ellos,
para lo cual han de colocarse entre ca
da dos unos pies derechos en que deben
asegurarse las estacas que salgan de.la pa
red para formar la banqueta superior,
que ha de estará la altura de un hom-»
bre , dejando de toneí á toneí el espa—
cio de media vara para que pueda pasar
el.'que-íos haya *le reconocer. .
Todo cuanto hemos dicho respecto á
los toneles, es aplicable á las cubas vi
narías, sea cual fuere su cabida; pero de
be advertirse que si estas ofrecen algu
nas ventajas , tienen tambien grandes in
convenientes. El primero es que no se
'pueden mantener con tanta limpieza c0—
mo los toneles : el segundo, que no ofre—
cen tanta comodidad para el trasiegodel vi
no: el tercero , el grande espacio que
ocupan las que precisamente ha de haber
vacías; el cuarto ,_ que no reservan tan
to al vino del contacto del aire , pues
desde que priucipia á estraerse hasta que
se conéluye esta operacion , se halla des-—
cubierto: el quinto, _ladíficultad de su
trasporte; y el sesto , la gran pérdidaá
que está espuesto el cosechero si se le
avería una de estas -cubas, que á veces
contiene toda su cosecha.
vrn. 10
(146)
Si se"quisiese— conservar alguna can
tidad de vino en botellas, se lavarán eso
tas interiormente aun cuando sean nue
vas-, y despues se pondrán bora abajo
para que escurran el agua antes-de lle
narlas. Los tapones han de 'ser de cor
cho poco poroso, que ajusten perfecta—
mente yque no sobrtesalgan de La boca.
Despues de bien llenas tapadas se me
te la boCa en una cazuel¿ de alqu‘itran y
lacre derretido para que acabe de cerrar
los poros; luego se almacenan tendídas.y
no de pie porque los gases son mas fáci
les de eVaporar por el tapan que por el
mismo ‘vidrio.
carrruro x.
, .
na LA raamcacrou nar. vrs0.
(159) ,
Pero cuando las uvas son muy dulces
sin que c'ontehgan mucho azúcar., pue
de obtenerse de ellas un vino muy espí
rítuoso, disolviendo en el mosto la por
cion de azúcar que le'falta : entonces el
fermento, que es mpy abundante en aque
llas uvas, obra sobre el azúcar , y da lu
gar á la formacion de un licor bueno y
fuerte. Este es el modo con que debe pro
cederse para hacer fermentar las uvas
insípidas' de los países fríos. Por lode
mas basta un poco de hábito para saber
distinguir el sabor verdaderamente azu
curado del guitto dulce que se advierte
en algunas-uvas. — ‘
El azúcar debe considerarse como el
principio que por su descomposicion da
lugar á la formaziou del alcohol, y el
cuerpo dulce como la levadura de la fer
mentacion espirituosa. Para que el mosto
esté dispuestoá sufrir una buena fermen.
tacion, es necesario que contenga estos
dos principios en lá.debida proporcíon.
2.° El mosto muy acuoso esperimen
ta tanta dificultad en ferméntar com’o el
mosto muy espeso. Es necesario pues un'
grado de fluidez conveniente para lograr
una buena fermentacion; tal es el que
presenta el zumo esprimido de las uvas
bien maduras. » . '
I
, (160)
Cuando el mosto es muy acuoso, la
fermentaciou es tardía y dificil', ycl ví
noque resulta de ella es flojo y muy
propenso á alterarse. Para este caso ya
adoptaron los antiguos el medi0'de cocer
el mosto, y de este _modo hacian eva
porar el agua escedente, y reducian el
líquido alyvop,ortuno grado de consisten
cia. Este método es constantemente ven
tajoso en los países del norte, y por lo
jeneral sepractíca en el dia ed aquellas
partes en que la estacíon ha sido llu—
v—iosa.
Puede establecerse como un princi
pio que en los países fríos, en las itier—
ras húmedas, y despues de haber pre—
cedido una estacion muy lluviosa, las
uvas contienen mayor cantidad de agua
y de fermento del que necesitan para
descomponer el azúcar que se ha for
mado en aquellos frutos. En todos estos
casos abandonando la fermentacíon á. sí
misma, no puede obtenerse sino un vino
flojo , acuoso_ _. poco espirítuoso , suscep
tible de volvers’e ágrio y de altérarse por
un esceso de fermento que queda des
pues de la fermentacion espirituosa, ó
de la total descomposícion del azúcar.
Para enmendar ó prevenir estos de—
fectos puede practicarse lo siguiente:
(161)
1-.°Hacerherfir ó concentrar en una cal
dera de cobre una porcion de mosto has
ta reducirle á la tercera ó cuarta par—
te,el cuatse echa—hirviendo en cl la
gar, cuidando de 'ajitar el liquido para
que se haga una mezcla esacta : 2.° Cuan
do*se disuelve en el mosto una porcion
de azúcar de cogucho óde melaza para
aumentar la proporcion del azúcar nece
sario á la fermentacion, debe variar la
cantidad del azúcar segun la naturale
za mas 'ó menos azucarada del mosto;—
pero en-jeneral puede regularse sobre
quince ó veinte libras para ciento treinta
y tres azumbres de mosto.
La masa fermentante queda menos car
gada de agua mediante la condensacíony
espesura del mosto por la accion del ca
lórico; por consiguiente la fermentacíon
es entonces mas regulary mas ’acti—va’.
El grado de calor que con elmosto cou
centrado y echado hirviendo en la. cu
ba adquiere la masa, comunica á esta
una temperatura muy oportuna, y deter
mina la fermentacion. A este tin —se ha—
ce 'evaporar una mayor ó menor canti—
dad de mosto segun el grado de consis
tencia que se da áeste, segun su cali
dad, y segun que la atmósfera está mas
ó menos fría. ‘ , -- .¡.—
vu). 11 Í
(162)
Mediante la adiccion del azúcar se lo»
gra la doble ventaja de obtener un vino
mas cargado de espiritu, y de impedir
en él la disposicion de volverse ágrio, á
lo que estao muy espuestos los vinos llo
jos. Cuando las uvas naturalmente sun'
muy azucaradas , es inutil añadir azúcar
al mosto; y aun seria perjudicial, por—
que la cantidad de fermento que con;
tiene el mosto no seria suficiente para
causar la descomppsicion de todo el azú
car. En este caso, esto es, cuando la
uva es muy azucarada, y que se teme
que el 'vino resultante sea tal vez muy
dulce ó lícoroso,debe añadirse al mos
to una porcion de fermento, á fin de '
restablet:er en él la debida y esacta pro
porcion entre el azúcar y el fermento.
En algunos países mezclan con la ven
dimia un poco de >y.eso calcioado, á fin
de 'absorver la: cantidad escedenle de
agua que podría contener; cuyo méto
do era ya conocido de los antiguos. El
uso establecido en varias partes de ha—
cer secar las uvas antes de pisarlas , es
tá fundado en el mismo principio. To
dos estos métodos tienen principalmen
te por objeto privar á las \uvas de la hu
medad que podrían contener, y lograr
un zumo mas espeso para la fermentacit)n.
(163)
3,° El jugo delas uvas madurasconw
tiene una porcion de tártaro, el cual
puede manifestarse mediante la concen—
traoion de este liquido, conforme se tie
ne ya observado: pero del agraz se sa- V
ca todavía mayor cantidad de tártaro, y
en jeneral puede aSegura;se que de las
uvas r se saca tanto menos tártaro , cuan
ta_ mas cai1tidad de azúcar contienen. 4
Las uvas azuear_adas ecsijen princi
palmente que se añada el tártaro , á cu
yo fin'basta hacerle hervir en.una ('íllr
dera con el mosto para que se disuel
va en este. Pero cuando los mostos con
tienen un esceso de tártar0, se les pue
de añadir azúcar para que produzca ma—
yo; cantidad de alcohol.
' El resultado de muchos esperimentos
nos manifiesta que el tártago facilita .la
fermeutacion , y contribuye aque la des
composicion del ïazúcar. s'ea mas comple
ta; pero debe advertirse que es conve—
niente añadir el tántaro selo..en cantida
des: pequeñas, por ejemplo, seis onza:
para cien libras de mosto., - .V » "-»
CAPITULO XI;
9 ‘
Del trasïego.
'
'} .
“El trasiego no es otra cosa que pa
sar el vino de un tone! á‘otro , dejan
do en el primero el depósito 'ó heces,
cuya operacion- se h‘ace con el fin de evi
(175)
tar la fermentiacion peligrosa que la espe
riencia ha hecho observar en el vino,
cuando la vid comienza á desplegar sus
yemas, cuando está en flor ó en cier
ne, y cuando la uva toma color. Las
épocas en que debe hacerse el trasiego
son por marzo y setiembre , elijiendo pa
ra ello un tiempo seco y fresco, por—
que entonces se h,alla‘el vino menos tur
b_io y mejor dispuesto; sucediendo lo
contrario cuando el tiempo es húmedo
ó reina el viento de mediodía. Al hacer
el trasiego debe evitarse lo posible la
traspiracion del ,vino , así como su con
tacto con el aire : para conseguirlo usan
en algunos parajes una manga, la cual
atada en la jeta del tonel que setrasie
ga , introduce el otro estremo en la bo
ca del que lo recibe: en otras partes'se
valen de una bomba para lograr el mis
mo efecto. ‘ ' ' '
Nose crea, porlo que hemos dicho
arriba, que todos los vinos se han de
trasegar solo dos veces ai-año , pues unos
necesitan mas trasiegos que otros, y las
épocas de hacerlos varían tambien en.
razon de los climas y de la calidad de
los-vinos; por lo mismo esta es una de
aquellas operaciones en quese necesita '
mas tino y obscrvacion. 'C.omo el tra
(176) _
niego disminuye la fuerza de los‘vinos,
no conviene hacerlo en los flojos mas que
una sola vez, y en los blancos muy pocas
y antes que los de color, de mucho 'c‘uer'
po, arrupados y tintos; pues si se trasie-‘
gan tarde‘adquieren un viso que es indis-’a
pensable quitar—les con los aclaros arti—
ficiales; per—0 los que proceden de l05'ma
juelos embasurad’os ó muy pingües, ne—
cesitan trasegarse con frecuenciaporqne'
dejan mas heces. v
Deli azufz‘ado.
t De la c’larific¿zaían dal-vino. — 4- - ‘ ,,
:,: Aunque hay mucha;szmaterias ,así del
reino anima’lcomo del. vejetal y mineral,»
con que se puede-clarificar el vino,—Ï-Solo
hablaremos de las mas cemunes ,y .qwe
menos perjudican,.a'la salud, pues ;esiper
eiá;lm_ente las minerales son muy n0cívhs
ydeben desecbarsei:.— r. 's;. :v -.,¡.:cv ' ‘n.
m: Es cierto que por ¡medio-del trasiego
| de separa del vino una pante_de sus im:i
purezas, y por cpnsigüiente3e» le quitan
algunas de lasi.causas:.que:eontribuyppá ,
. (180)» —
' atterinïsu«calidad, per'0 quedan-todavía
«dtrassusfie—ndidas eneste_ liquid0¡ His—«cua—
les noi pueden separarse de él sino-por
medio de la clarificacion. La cola del
, pescado es..la‘* que? mas jeneralmente se
'emplea para esta'o'peracion, usándola de
la‘manera siguiente: sedeSarrolla con
cuidado,'se-c‘orta ‘e¡f pedacitos y se su
'merje dentro de —un"poco de vino ; allí
se hincha,fi se»ablanda y forma una ma
sa pegajosa; la cual_se echa en el vino:'
entonces sé ajita vfuertemente,‘y- despues
se deja reposar. "Algunos » acostumbran
batir ó attotarácon run- escobon el vino en
que“ se ha-'disueltola cola, en cuyo caso se
forma una grande espuma, quese. va
, quitando con cuidado: de cualquier modo
,que se pre'ceiiáy unawpo_rcion de lili cola se
precipita con los principios que ha en—
vuelto, y*se deasiega el licor luego'que
se hai‘ormadoïel poso ó—=sedimento. ‘
, . ' ‘ "En—"los climas cálidos es peligroso el
uso. dela cola; yv dura—nte el 'verano‘se -
emplean emsu lugar“ las claras de huevo:
díe'z de estas bastan para setenta-y-dos
azumbres: para la misma cantidad de los
vinos“ poco colbrados y jenerosos solo se
han de emplear. cuatro ó cinco claras. -'A
este‘fin"se baten la'sïelarus'de hnevo_con_
nn. poco de " ivino,g en ' seguida: se . meaelan
\
' (181)’
con el:‘—líquido que se quiere clarificar, y
se bate igualmente el vino. — ¿y ' .
- - :En lugar dela cola de p“escado puede
emplearse en esta operacion la goma ará—
biga reducida á polvo: media ‘onza de esta
es suficiente para ca a cien azumbres de
vino. La goma se-echa-en el líquido y se
menea muchm -' ,í, ' .
No han de trasegarse, loswi—nos sino
cuando estap Completamente ¡elahorados:
si el vino es v'erde y áspero, _ó bien azu
carado, es necesario dejarle que suffa:la se
gunda fermentacion sobre las heces, y no
se. trasiegayhasta cercado la mitad de mad
yo; y si aun permanece con aquel defecto,
puede dejarse sin. traseg‘ar hasta—:fines de
junio. Sucede ‘tambien algunas: veces, que
los eosecheros se ven obligados á.volver á
juntar los vinos con las heces, y Amezclarlos
entre si fuertemente, para comunicar al
vino un:movim-iento de ferme’ptacion con
el cual se perfecciona. . 4 :'-.;¡.; " '
En Sanlúcar se valen casi esclusiva¿
mente de la cola, de la«—goma y:de las—cia;
nas de buevd; pero en es®s ocasiones ha»
een uso:de unaí ti‘erra parda que cqnducen
desde Lebrija,xaunque esta operacion;del
aterrado iio la ejecutan mas..que;runa vez
para 'que'no.se.dibilite demasiado el;íVinot
luego que han puesto la tierra;:necesarih
' (1‘82)
para-:q’t_le el 'líquido se impregne'bien‘ -de
ella le dan de baston ó le ,mecen para que
se mezcle perfectamente, y para que cuan
do, porsu pe‘so natural; se vaya al fondo,
arrastre consigo cqalquier partícula fer—‘
mentabic. '-:c = \ u' v: ¡_ j ‘ x
:i-' Cuando ‘ los vinos ‘seaponen turbios
por causa de las heces, suelen clarificarse‘ ,
de este modo: se toman"claras< de huevo,
sal‘eomim y agua salada; se *p0nen‘ estas
Sustancias en una vasija proporcionada,
se Vh‘at‘b'n bien y se separa la espuma que
ser forma en la superficie de esta 'mezcla:
en seguida se echaesta coniposi'cion en
‘ el tonel,“ del cual se bahráseparad'o antes
una porcion de vino: pasados dos ó: tres
días el =liquido s'eponé ollírdy adquiere
un =g’usto‘ agrad‘able‘al paladar: 'se= deja
reposar por espaciode‘ ocho dins, y luego
Se trasiega; r -,,> ' ,
1' =:'Pera' mejorar "ó remediar 'un vino flojo
y ciaro,alterado á causa de tener en sus—a
pen'sio’n-un'a porcion de heces,.se toman
dos libras de guijerros tcalc’jnadc’m y m0li-u.
dos], .diez'.ó doc. claras de -huevd y: mr
Hueso-puñado de 'saI-,' sé bate bien esta
mezcla con ¿cuatro ó cinco azumbres—«de
vino, y despues' :se- echa'inmediatamemte
todo junto e'n el tónet‘-,“ pasados dos ó tres
dns-se» trasiegd. E':w g '»: :* 'r=r:l o; v'
(183)
Estas composiciones varían al i'nfinít'd:
algunas vece’s se hace entraren ellas el
almidon, el arroz, la leche -yotras sus—
tancias mas ó menos capaces de envolver
y separar los principios que enturbian
elvino. ' ".— . '
Tnmbien se clariflca el vino y Se corría,
je-áweces su mal s‘abor, echándole unas
pedacitos—de madera de haya descorte—
lados,— ‘cocidos en agua y sec'os.dl sol ó en
un »,h‘orno: dos celemines.de estos peda,
citos:son:.suficicntes para treinta;y cinco
cántnras‘de vino, y' producen: en él
un: Iijero movimiento de fermentacion,
que le aclara en veinticuatro horas. '
El arte de mezciar los vinos y -de'cor'—z
rejirlos .unbs con otros; de 'dar' cu’érp'o
ó fuerza á lbs flójos, de comunicar color
á los desccloridos, >yrolor agradable á los
que ‘ca'recen' de él, ó que lo tienen malo”,
no puededescribirsecon facilidad, porque
es necesario consultar al gusto,‘la vista
y el otfatdde.cada uno. Es precis’o estu
Q diarly conocer bien» la naturaleza muy
veriablelde las Sustancias que se.han de
emplear en"es’*te caso. :Bastaráobserva’r
para esto'que' toda la .dectrina;irelativa
á esta parte de la ciencia que -tratade-la
manipulacion de los vinos, se'reduce:
t.‘°á endnlzar y azucarar los vinos aña
(184) «
diéndol'es mosto — cocido, miel, wazúc'a'r, ú
otro vino muy licorosm 2.° á dar c0l0r
al vino con varias materias'coloranites,
como:lairyfusion delas flores del torniasol,
ela’zumo=.de las vayas de sauco, el—palo
campeche, y sobre todo con la mezclado
de un vino negro y ‘ jeneralmente: 'á;s¡íero:
3.° á coniunic’ar olor'al vino con.elrjarabe_
de frambuesa ió con la infusion,de ’las
flor'es‘ de la vid que se cuelgan dentro det
tonel; encerradas en un— pedazo—de lienea
zo atado Con un hilo,s-forlnando ‘una
muñeca: 4.° mezclar aguardie’nte con los
vinós- á.'los cuales:sevíintenta dar mas
fuerza para acomodarlos"'iil paladar de
l'as jentes de ciertos pueblos: “ '
‘-Tambien s‘e fabrican en.0rle‘ans:y«en=
otras partes una c'laseïdé‘ vinos quella;
man de ‘raspa , los’ quese hacen con uvas
desgranadas y pisadas {cen'vino, ó-bienv
cargando la prensa‘eonuïiïa capa/de sar—'
‘ mientos y-otra de uva altern'ativomenm
te; úh’ieneciiando los sar'mienl‘osfien
infusiqn—‘en elvino. Entonces—se deja
fermenlar bien el vino, yï este“sirive
despues: para co’municer fuerza y: -c'olor
á los vinos t1qi0s y descoldridos delos
p'aisestfrios y húmedos“ -: " '
tv ;.rfJ‘. )' ,¿' ; . '¡; un"!
I' . .
t;.« -, ’». «24,3 '* H Ï,'ï'i í. .;
.
(185) \ .'
' u.»‘ÜH—.: ,u -.-h‘:—-i:. ‘. i-' .. «'ltu
s » :v -
it
. .' ». CAPITULO xn,,
‘tu|"_ll\¡ l):. - -, Í ’>
. .. ,,\,
__De lusenfermedgdesó alteraciones del m'-.
_ a ,-;.no,‘y de_L.mod_o de remedíarla& ¡»_ .¡
_¿., ‘.¡'¡. . _‘,. '_ : ..,-,
. Para comprender—¿mejor las alteracio
nes á,1que estaa Gspuestos- los *vinos., es
necesario recordar algunos de los prin—;
‘cipios;establecid05 ya: en los anteriore's
capítulos...,. i, — .‘ . .' — v , v
—¡. La, fermentacion viin'osa es. causadai
precisamente por la accion mecipr0ca que
ejercen,.ontre si el ’principio azucarado
y el—;t‘ermanto_óprine—ipio vejeto-animal:
del mosto. : - . « .‘ . , ,
» Concluida la fermentaciou, estdsola-.
mente, puede—ofrecemos. tres resultados. ¡
. ,1,° ., Si:los dos principios de la fermen-:
tacion se encuentran—gen 'ei mosto ‘guar-;
dando entre si .ta conveniente pro‘poi'cion.
am bos «se ¡habrán descompuesto completa
mente; y-aaabpda'la fermeutacion no de-y
ben ecsistir “ni;prinicipin; azucarado, ui:
fermentosea-esteica—so 30l2‘h8‘d0'10m6r591
queel.-vino sutra:alguna;nu’tvaalteracion,u
pues entonces,po contiene. jérmen-alg’uuof
de descompos_irgi‘on¿—Los vinos de:lésta na-.
turaiezaribien elarifieades:ptuedemibonsers?
. (186),
varse sin temor de‘que sufran la menor
alteracion. ,, \¿p. ,t,,j.»l,¡ ' ;)0. Y :
2.° Si en eiiños‘to' p’redbi'n’1na el princi
. pio vejeto-animaló fermento, ¡este habrá
sei"vido solamenteiparawatsaaaiponer utiá
parte del‘iit‘ïréh‘t‘,‘ ‘3l‘ et Vih‘d'iedusbrv’árá ne
cesariamente-un sabor azucarado.
En eStencaso no ha de“t'emerse 'que
el vino sevuelv‘a—ágrio, niïqu'eg se es
pese como el aceite. parque estos dos
vicios n0»pueden provenir sino del esce
so de fermento. Los vinos de esta naa
turaleza pueden conser'varse sin ¡padecer
alteracï0n, alguna _. tanto tiempo como sea
menester; ¡y aun con el trascui‘so' del
tiempo -se‘ mejorarán Í, porque 'et' Sabor
azucar¿ndo disminuye á medida qUelel'
azúcar se.- combina con“los damas prin
cipios, y se convienteen‘alcuhol ‘,í1 cau—
sa de quedi‘cho iieoiitsnfre to'dafla"¡ína
ferme'ntaeion imperceptible‘.‘ ' " r"‘ '
3.° v Cuando=el fermehto predomina
en el mosto, haltándos'e este envmayor'
pro‘porcion con respecto al principio azu
carado , una parte "de este fermento se-'
rá suficiente-para desemhpotter todo era
azúcar; :y et fermento’zrestanteïdaï'orla
jon-á casi todas las enfermadadeedátos:
vinos; En) efecto el 'wirncipiotde"ferWn—'
tacion ‘tïÍllfl':b0 ! haild=zsiempír‘e =eu < ïet = vino.J
Il
_ . (187)"
ó bien ejerce 'unaereacc'ion sobre'loszprinm
cipios que contieanei'e'l iicïor,:gt enton-i'
ces causa la acedia del vino;‘ó bien se:
desprende del licor que le tenia-en di-*
solucion, y en este caso comunica—al vino)
una consistencia análóga á la delos”ja
rábes, produciendo lea—que llaman aspe-'
sárse el vino, hac'er*hebra ,'.ete'; ‘ *-'»'l'\:‘r»
Es evidente que en lbs; dos prmci—
pales resultadosdé la fermentacionpud—t
de conseguirse; ó enme’ndarse el vicio que
ella presenta", añadiendo'iá-l-a masa una?
nueva ca'ntidad de aqu'elt,principio-quel
el mosto no contiene “en la proporciónt‘
justa ó"‘couveniente. [Cuando predomina
el‘ azúcárpuede 'aña'dirs'e u‘n-‘peeo>de -le—;
vadu¡ra ó fer"mento;’; y cuando este esï
etprincipio Iescedantet,‘como sucede en:
todos los vinos tlbjes’ procedentes de tivas
que no han madurado bien, -ó que por
suïuntural'eza'so‘n ’poco azucaradas , pue-z
de‘añadírs’el'e una ’porci—on-de azúcar-r
! ?Siguienxlo ;'65t?051priucipi05 es] faeil
eóno'cer = que>i=podrian' "i0grarsez siempre'
unas "ferníentïácionesweshct‘as y‘—-zïcmnpleu*
ta_s’, y <t¡ue enel vinoenorrteberia temer-J
se Ta'tt'erac.iem 'algum.:6in.ambargo, pre—2
_ciso 'esl*cohfesar' q’ue? ppr:estem,edio nos,
veriamosáprivadbsrdec:uohot vides es-'
quisito'sï ;ílos «cirules precisamente deben!
e
’ I
. (188)
su ‘escel'encia á ferment‘aciones' incom—‘
'pletas; bien.que dirijidas eontino, pam
ra poder obtener un lic0r que presente.
calidades preciosas, como es una fragan
eiaíú olor.agradable.i — , ' .
Pasemos ahora á reunir-bajo esta doc
trina todo lo que la práctica nos enseña
acerca de las..enfermedades-‘deln=vi'no.= o -m.
:‘—Casi todos los vinos :adq-uieren mejo—
res calidades a’¡* proporcion que son mas
añejos, y no pueden conside'rarse como
perfectos sino mucho tiemp‘o despues de
haberse fabricado. Los, ,vinos jenerosos
' principalmente se hallan en este caso;
pero los vinos flojos se ágrian*—ó se es»
pesan con tal facilidad que solamente
tomando grandes — precauciohes‘ pueden
conservarse por espaciode muchas años;
Todos los,,viñedbs dan unz vino»de
una duracion fija y. conocida : fiesta du—=
racion varía aun en el vinodeun mis
mo viñedo, segun— la estacion que:ha-.
reinado, y segunel tiempo'que se.ha
hecho durar la fermentaciona»:Cuando.la—
estaeion ha sido húmeda , l-,lu;viosa‘ó fria,,
lasuvas "nov—han madurado ó se::han lle—z
nado de agua , entonces el :vi‘no:es=flo—
jo,.y Se conserva po'coitiempa; Quando—sq
ha hecho durar: mas la «fermontacian‘;uel
vino se conserva. por mucho mastiempoi.
‘(18‘9)
r’- <.E_n2jeue'ralwlas uvas que proceden de
terrenos spi_ngü&i '—y e51ercolados , cómo
igualmente las que se'hans-formado en
N‘iñes‘n—mugronadas ó muy jóvenes, dun‘
unos vinos que no s'e conservan.mucho.
Los vinos débiles y finos lambien se con
serva—n. »‘dilicil-mente. -
' -Lu‘s precauciones ‘ que se toman al
tr'asegar l'os.vinos, al 'clarificarlos con
la'cola, y al azufrarlos, contribuyen
mïucho á su censervacion. Es, pues, muy
. conveniente repetir:y multiplicar dichas
operaciones\á fin de preservar á los vi
nos .r d'ew alt'e1‘nrse ; y á es-ieescelen'te mo
do de-0peramse debe: e! poder traspor
tar*los viu09á Climas diferentes, y ha
cerles pasar por todaslas tempéraluras,
sin riesgo de:que su‘franïdescomposicion
ealguna; « 1,:¡n -« ...|.. .:
<‘Eutrel zlqsenfermedndes 'ó alteraciones
á que estau mas sujetos los vinos,‘ las
que son á un mismo tiempo mas fre—
cuentes y mas peligrosas,‘ó que“pueden
causar mas daño , son el ahil;dmíento, es
' decir, que se ‘-vue—lven espesos como acei
te , y la de volverse ágrios. ' - :
4 . . ..,:,¡i . :, ..]f I"“(¿
Del tahila'miento del vino.
al
(212)
con escobajos de uvas. Dispuestos los— to—
neles de este modo, se llena el uno ente—
ramente de vino y el otro solamente has
tala mitad. Pasadas veinticuatro horas,
con el vino del tone] lleno se acaba de
llenar el otro medio vacío: pasadas, otras
veinticuatr’o hor’as', con‘el vino del tone!
que se había llenado se acaba de llenar
el'_i¡ue había quedado medio vacío, y esta
maniobra se repite diariamente hasta que
todo el licor se haya converlído en vina
gre. Poreste medio se consigue mode
rar continuamente la fermentapion; se
entretiene la masa fermentante en un
movimiento proporcionado; y la aceti—
flcacion ó formacion del vinagre se com—
pleta en quince ó veinte días. En el taller
,0
ó sitio de 'esta fa’bricacion debe mantener
se un calor de. 18 á 20 grados del termó
metro de Beaumur.’
Casi todo el vinagre del norte de
Francia se fabrica en Orleans , y los mé
todos de su fabricacinn son tancelebra
dos, que deben considerarse cómo los*
mas ventajosos, y son los siguientes:
Primer método. En las fábricas de 0r
leans para la fabricacion del vinagre em
plean toneles de cabida de doscientas
azumbres ó algo mas;áesle fin prefie
ren los que hayan servido ya para dicha
(213) / 4
fabricacion, y los llaman madre del ví
nagre. _ .
Se colocan estos toneles en tres filas,
los unos sobre los otros , y en la parte su
perion—de estos’ se practica una abertura
de dos pulgadas de diámetro, la cual se
tiene siempre abierta , con objeto de que
pu’eda entrar con libertad el aire, y en
caso necesario el cañon de un embudo
encorvado que sirve para echar el vino en
la madre»del.vinagre.'
Muchos vinagreros no ponen canilla
á estos toneles , sino que se sirven de la
abertura para vaciarlos cuando estan lle
nos, por medio de un sifon de hoja de
lata. — ‘ ,
En otro sitio separado el fabricante
de vinagre tiene el vino destinadoá la
acetificacion en unos toneles, enque co
loca uua,capa de -virutas de haya, sobre
ila’s cua—lcst.se aposan las heces finas de
aquel licor,y quedan pegadasálas mis-—
mas. De estos toneles sacan el vino muy
purificado para convertirte en vinagre. ,
Colocados los toneles como hemos
indicado, procede el vinagrero á la pre—
paracion del vinagre. Se empieza la ope—
racion echando cincuenta azumbres de
vinagre hirviendo en cada uno de dichos
toneles, para que se empapen de la le
214 \
vetlura ó\i‘ermenttg que)d‘e be escitar en el
vino la fermentacion acetosa , dejándobo
así porcspacio de ocho días. Pasado este
tieinp0 se añade á cada madre cinco aznm-'
bres de vino, y se continúa añadiendo ca
da ocho días otra ‘cantidod igual de vino,
hasta llenar enteramente los toneles. En—
tonces se deja‘el Vinagre en reposo ó quie
tud por espacio de quince días antes de
p0nerle en venta. - -
No se vacian aquellos toneles sinn has
ta‘la mitad , y se van llenando sucesiva-.
mente cbn vino del modo que hemos di
cho , 'hasta convertirlo todo en vinagre.
Para conocer sivla fabricacion del vi
nagre sigue en el tonel como corresponde,
aquellos fabricantes suelen sum'erjiruna
duela en el vinagre,y la sacan inmediata—'
mente. Si en la estremida’d de la. duela
mojada ó‘empapada de aquel licoi‘ se pre
sento una espuma.ó flor de vinagre, es se-'
ñal de que la fermentacion ácida prosigue
y tiene la fuerza suficiente: entonces a—
ñaden; al tone] mayor o menor cantidad
de viiio, y con unos intervalos mas ó me
nos largos,ségun que la espuma se presenta
,en mayor ó menor cantidad en la parte su
perior dc’las duelas mojadas con aquel'li
cor. Si no da 'estos indicios ó iospres.enta
poco per‘ceptibles, dejan de añadirle “vino;
(215) ‘—
Gom0 la bodega de un vi-nagt‘er0 está
. ordinariamente colocada en un, paraje
muy ventilado, el calor solo de la atmós— '
fora es Suficiente en verano para con
'vei‘ti/r tal vino en vinagre; pero en el. in;
viet‘noticne el vinagrero cuidado de man
tener una temperatura de diezioch‘o gr‘a—,
dos, por lo menos, valiéndose de una es—
tufa colorada en el centro de las bodega.1
Segundo método. Sec'o'mprar un tone!
de vinagre de la mejor calidad, y.se le
sacan algunos martillos para "el uso do-4
méstic0 , rempln—z’¡ndolos con otra can-—
tidad igual de vino bueno y claro; se tar—
pa simplemente el 5tonel. con .un_a tabla
ó' lienzo; sa=mantiene en tm parajeítemj
plad y todos los meses ’Seí estrae‘_una
cant. ad tle’vinagre igual a la-anterior¿
rem.plazándbla c’ome-.lav'ez primera con
vino. Estando el tonel siempre;rlleno,
suministra durante mucho tiempo esce- ‘
lente:vinaalnewsinvfumtirathhm ani. 11050
sensible.,De manera que en muchas ca
sus hay vinagre—scnya: madre pasarde'cin—
'eúa’nla años, y son esquiait‘oa.‘ !v"r. '
Tercer método: A*nt'es dafiechar las
ut'as’ en el'lagar,‘zse=desgrana una parte
de ellas ,ú prop'oreieon del vinagre que se.
qúiere hacer. Se echan los granos y el ju
go en el*lagab*de vino; y‘:los escobajos en
(216)
otra vasija, en la cual se calientan y a
grian mientras se hace el vino. De cuando
en cuando se da vuelta á los es'cobajos para
que la parte superior no se enmohczca.
Cuando el vino del Iagar está ya hecho,
se saca, y en vez de echar una parte sobre
el orujo, como hacen en algunos países,
se cubre el orujo con los escobajos ágrios
y se echa sobre todo un poco de vino, á
proporcion del vinagre que se quiera lia
cer. Se mezcla bien el orujo con los esco
bajós, sirviéndose para ello de un instru
mentoá propósito, porque. así el agrio
de los escobajos se comunica á todo el
líquido. La fermentacion se establece muy
pro_nto,‘ y el winagre es tanto mas fuerte
y mas esqnisito, cuanto mas espir' oso
es el orujo. Cuanto mas orujo hay "pro- ‘
porcion del vinagre, mas fuerza saca
este, etc. —. '
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