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La inteligencia: su medida y educación *

Alfred Binet
Selección y traducción: César Coll
Si os interesáis realmente, profunda- teniendo que elegir entre dos explicacio-
mente, por un niño, no podréis dejar de nes principales: el niño trabaja o no
plantearos la pregunta más interesante, trabaja. O bien el niño se esfuerza por
más importante para su futuro y para su comprender, retener, hacer sus deberes,
. educación actual, la más angustiosa para pero no lo consigue debido a un defecto
un padre o una madre: «Este niño, ¿es o de inteligencia; o bien, por el contrario,
no es inteligente?» Cuando un niño tiene tiene suficientes dotes para obtener pro-
éxito en sus estudios, cuando obtiene vecho de la enseñanza, pero no se esfuer-
buenas notas, no hay duda. El niño de- za, no es aplicado, es un perezoso. Ve-
muestra su inteligencia a través de sus mos, pues, que el maestro y el padre
acciones. Sucede lo mismo con los adul- deben incriminar, según los casos, la
tos: para valorar su inteligencia y su inteligencia o el carácter del niño. Supon-
carácter, observad su rendimiento social. dremos en este capítulo que sabemos a
Pero a menudo el niño fracasa en sus ciencia cierta que el niño es aplicado y
estudios, no obtiene provecho de la ense- que, si no obtiene éxito en sus estudios,
ñanza, aparece en los últimos lugares de es un defecto de inteligencia. Estudiare-
la clase. Se constata un fracaso de la mos, pues, sobre todo este defecto de
enseñanza. ¿Cuál es la causa de este fraca- inteligencia.
so? Esta es la pregunta a la que debe Muchos maestros y padres parecen ima-
intentar responderse siempre sin prejui- ginar que cuando han declarado que a un
cios previos y con el sincero deseo de que alumno le falta inteligencia ya lo han
la explicación que se obtenga aporte solu- dicho todo y que no hay nada más que
ciones. indagar. Sin embargo, este juicio es exce-
Hemos visto ya en el capítulo II que es sivamente superficial y no permite ir muy
necesario tener en cuenta el estado de lejos. Las cuestiones más importantes es-
salud y el desarrollo físico del niño que tán aún por resolver. En primer lugar,
trabaja mal; no es necesario volver aquí a ¿de qué grado es este defecto de inteligen-
estas explicaciones fisiológicas de las de- cia? ¿Es grande o pequeño? Si es grande,
ficiencias en el trabajo intelectual. Supon- ¿su magnitud justifica la desesperación
gamos que nos encontramos con un alum- del educador? A continuación, ¿es real o
no cuya salud es satisfactoria y cuyo aparente, o aparece engrandecido, exage-
desarrollo corporal es normal; suponga- rado, por circunstancias excepcionales?
mos, además, que no presenta ninguna Más aún, ¿en qué consiste exactamente?
alteración notable de los órganos senso- ¿En qué función particular o. en qué tipo
riales. Está con un grupo de compañeros de trabajo se manifiesta con mayor inten-
de su misma edad y recibe, pues, la sidad? Y, por último, ¿cuáles son sus
instrucción que se imparte habitualmente causas? ¿Son estas causas de una natura-
a los niños de edad. Supongamos por leza tal que es posible modificarlas? Es
último que asiste regularmente a la escue- preciso hacerse una idea de estos puntos,
la y que el número de sus ausencias no es razonarlos, aclararlos.
superior a la media. Pueden tolerarse, por (...)
He propuesto últimamente, junto con
ejemplo, unos veinte días de inasistencia el doctor Simon, una teoría sintética
anual; es un número medio. del funcionamiento del espíritu que con-
Si se recibe una consulta sobre un caso viene resumir aquí, pues muestra clara-
de esta naturaleza, el pequeño problema mente que el espíritu es uno a pesar de la
pedagógico que debe resolverse adquiere multiplicidad de sus facultades, que posee
desde un principio la forma de un dilema, una función especial a la cual todas las
* Extracto del capítulo V de libro de A. Binet, Les idées modernes sur les enfants. Paris, Flammarion, 1973,
pp. 65-113. Publicación original en 1911. © de esta traducción, Infancia _y Aprendizaje, 1983. 111
otras están subordinadas; tras esta teoría guntémonos en qué puede diferir esta
11 se comprenderán mejor las condiciones
que deben respetar los tests para abarcar
toda la inteligencia 1•
inteligencia de la de un adulto. No nos
contentemos con palabras, no digamos
que la inteligencia infantil sólo 'se distin-
En nuestra opinión, la inteligencia, gue de la nuestra en grado pero no en
considerada independientemente de los naturaleza, intentemos más bien captar
fenómenos de sensibilidad, de emoción y con tanta precisión como nos sea posible
de voluntad, es ante todo una facultad de la diferencia esencial que nos separa de
conocimiento, dirigida hacia el mundo ella. En lo que sigue nos referiremos a un
exterior y que trabaja para reconstruirlo alumno de o'cho-nueve años, dando por
en su totalidad a partir de los pequeños supuesto que las diferencias que señale-
fragmentos del mismo que nos son da- mos serán mayores en el caso de niños de
dos. Lo que percibimos en este mundo es menor edad, y menores en el caso de
el elemento a, y todo el complejo trabajo niños de mayor edad.
de nuestra inteligencia consiste en soldar Entre el niño y el adulto hay muchas
a este primer elemento un segundo ele- diferencias intelectuales. Algunas las de-
mento, el elemento b. Todo conocimien- jaremos de lado aquí, pues no tienen
to es, pues, esencialmente una adición, importancia. Por ejemplo, un niño tiene
una continuación, una síntesis, ya sea que menos experiencia que un adulto, sabe
la adición se haga automáticamente, co- menos, tiene menos ideas, conoce menos
mo en la percepción externa, cuando al palabras; destaquemos también que tiene
ver una pequeña mancha decimos: «es mi otros objetivos, otros intereses, otras
amigo que se pasea por la carretera»; ya preocupaciones: por ejemplo, el instinto
sea, por el contrario, cuando un médico, sexual no existe todavía en él con la
tras haber examinado cuidadosamente a misma intensidad que en el adulto. De
un enfermo, concluye: «es una ruptura de todo esto surgen numerosas consecuen-
aneurisma, morirá», o cuando un mate- cias prácticas; así, por el simple hecho de
mático, después de haberse ocupado de su ignorancia, un niño no puede dirigir
un problema, afirma: «x vale tanto». Su- libremente su vida. Pero estas diferencias
brayemos que en esta adición al elemento no atañen a la organización psíquica de la
a trabaja ya una multitud de funciones: la inteligencia y no nos ocuparemos de ellas
comprensión, la memoria, la imaginación, aquí. Aunque estas diferencias no existie-
el juicio y, sobre todo, la palabra. Reten- sen, el niño continuaría con su inteligen-
gamos únicamente lo esencial y, puesto cia de niño. Para caracterizar esta inteli-
que el resultado consiste en inventar un gencia infantil, volvamos a nuestro esque-
elemento b, llamaremos a todo el trabajo ma con sus elementos de dirección, compren-
una invención, que se hace después de una sión, invención y censura.
comprensión. Sólo nos falta añadir dos El niño muestra en las tareas que
elementos y nuestro esquema estará com- acomete una debilidad de dirección: es
pleto. El trabajo descrito no puede hacer- distraido e inconstante; olvida a menudo
se al azar, sin que se sepa de qué se trata, lo que está haciendo, o se cansa de lo que
sin que se adopte una cierta línea de la hace, o se deja llevar por una fantasía, un
que no hay que desviarse; hace falta pues capricho, una idea fugaz. En una conver-
una dirección. El trabajo no puede hacerse sación, en un relato, salta de un tema a
tampoco sin que las ideas que suscita sean otro, al azar de la asociación de ideas.
juzgadas a medida que se producen y Observad su incapacidad para mantener
rechazadas si no se ajustan al fin persegui- la dirección cuando va a la escuela; no va
do; hace falta, pues, que haya una censura. en línea recta hacia su objetivo, como el
La inteligencia se concreta, pues, en estas adulto, sino que avanza en zigzag, parán-
cuatro palabras: comprensión, invención, di- dose o desviándose continuamente de su
rección y censura. En consecuencia, pode- camino a causa de algún espectáculo que
mos concluir ya de lo que precede que le interesa y que le hace olvidar su obje-
estas cuatro funciones, que son primor- tivo y le obliga a cambiar de acera. Y
diales, deberán ser estudiadas por nuestro cuando, absorto en alguna ocupación,
método y forman parte de los tests espe- pierde el ritmo de sus compañeros, se le
ciales. • repite a menudo: «¡Fíjate!»
Pero, puesto que se trata especialmente Su comprensión es superficial. Sin duda
de medir una inteligencia en vías de
I desarrollo, una inteligencia infantil, pre-
percibe los objetos externos, su forma, su
color, su distancia, su ruido, casi con la
misma exactitud que un adulto, y la comer encima; una mamá, para hacer la
agudeza de sus sentidos es muy buena; comida; el pan, para comer; un caracol,
también puede juzgar y com p arar sensa- flr 9 pic-I-s rl". De ./ 2. misma manera, se
ciones simples, colores, pesos, longitudes, trabaja para evitar castigos o para obtener
11
con una exactitud que nos asombra. Pero premios. Otro ejemplo en el que se ma-
si la percepción debe sobrepasar la sensa- nifiesta cándidamente su mentalidad es
ción simple y alcanzar una verdadera cuando le hacemos describir grabados;
comprensión, los signos de debilidad se por ejemplo, ante una escena de miseria
hacen manifiestos. Se ha dicho que el que muestra dos mendigos echados sobre
niño es un buen observador: es una un banco, el niño de cinco-seis años dirá:
ilusión, puede sorprenderse ante un deta- «Es una hombre.., aquí hay una mujer...
lle que para nosotros pasaría desapercibi- aquí un árbol»; un niño entre ocho y diez
do, pero no verá el conjunto, el panora- arios intentará describir lo que ve y dirá:
ma de la situación, y sobre todo es «El hombre está sentado sobre un banco,
incapaz de distinguir lo accesorio de lo hay una mujer cerca de él»; hace falta una
esencial. Cuando se le hace contar un inteligencia de adulto para ver a través
suceso del que ha sido testigo, nos damos del grabado, para comprender su sentido
cuenta de que tiene del mismo una visión y decir: «Son personas que no tienen
superficial, de que ha sido impresionado donde ir, que están en la miseria, que
por el decorado y no por la significación sufren.» Ahora bien, señalemos lo que
oculta. Por otra parte, una interpretación nos revelan estas respuestas sobre la men-
en profundidad le resulta imposible por- talidad del niño; prueban que el don de
que requiere lenguaje y el niño se encuen- la invención que posee está poco diferen-
tra todavía en una fase de inteligencia ciado; el niño más pequeño interpreta el
sensorial; la fase verbal comienza más grabado mediante imágenes vagas, bana-
tarde y, en consecuencia, no comprende les, que se ajustan igualmente a todo tipo
muchas palabras que son muy claras para de grabados, y que, por lo tanto, no se
nosotros o les otorga ideas falsas. Si ajustan específicamente a ninguno. En
hacemos un estudio cuidadoso del lengua- efecto, reconocer que en el grabado hay
je que utiliza, veremos hasta qué punto es un hombre o una mujer es una constata-
todavía sensorial: utiliza muy pocos adje- ción banal; la descripción se hace más
tivos, algunos sustantivos más y, sobre específica cuando incluye la postura de
todo, verbos, lo que prueba que es prin- los personajes, su manera de estar y sus
cipalmente sensible a lo que expresa ac- ocupaciones; la especialización aumenta
ción; las conjunciones, los pues, ros porque, todavía más cuando el niño sobrepasa la
los si, los cuando, palabras que son tal vez descripción e interpreta el sentido de la
las partes más nobles del lenguaje, las escena. Enumerar, describir e interpretar
más lógicas, ya que expresan las relacio- son las tres etapas de la evolución del
nes sutiles entre las ideas, son muy poco 'pensamiento; esta evolución consiste en
frecuentes en el lenguaje infantil. Todas el paso de lo vago a lo preciso, de lo
estas características van en el mismo sen- indeterminado a lo específico; el niño
tido: una comprensión de naturaleza sen- pequeño está franqueando este paso.
sorial que se queda siempre en la superfi- El poder de la censura es igualmente
cie 2. limitado. Tiene dificultades para darse
Su poder de invención es igualmente cuenta de la rectitud de lo que dice y de
limitado; en primer lugar, la invención es lo que hace; es tan torpe con su espíritu
más imaginativa que razonada; más sen- como con sus manos; es sorprendente su
sorial que verbal; además, no actúa en facilidad para utilizar palabras sin aperci-
profundidad, no evoluciona, no se dife- birse de que no las comprende. Los por
rencia. Tenemos dos ejemplos muy cla- qué con los que nos atosiga su curiosidad
ros. Si se le pregunta a un niño qué no resultan apenas engorrosos, pues se
piensa de los objetos que Conoce, si se le contentará ingenuamente con los porque
pide que nos diga lo que son, inmediata- más absurdos. Tiene dificultades para
mente su pensamiento se orienta en un establecer la diferencia entre lo que ima-
sentido utilitarista; define cada cosa por gina o desea y lo que ha visto realmente,
su uso, y éste es contemplado de la forma y esta confusión explica muchas de sus
más limitada y más banal: «¿Qué es un mentiras. Finalmente, es bien sabida su
cuchillo?» «Es para cortar»; un caballo, extrema sugestibilidad que se mantiene
para arrastrar un coche; una mesa, para hasta la edad de catorce arios aproxima- 117
damente; esta sugestibilidad es de natura- desarrollo. Es casi innecesario añadir que
leza compleja, pues se debe tanto a su el imbécil no juega.
carácter como a la imperfección de su Es precisamente esta mentalidad parti-
inteligencia; en cualquier caso, constituye cular del niño la que intentaremos juzgar
una prueba más de su imperfecta cen- mediante un conjunto de tests.
sura. No hay nada tan efectivo como la
Con esta mentalidad que acabamos de necesidad para impulsar la creación de
describir, la inteligencia del niño se pare- métodos nuevos. Sin duda, habríamos
ce mucho a la de un imbécil adulto; si permanecido durante largo tiempo en el
tuviésemos espacio, mostraríamos toda statu quo de los test fragmentarios si hace
una serie de preguntas y de problemas dos años no nos hubiésemos visto obli-
ante los que el niño y el imbécil adulto gados, por un interés verdaderamente
responden exactamente de la misma ma- social, a efectuar medidas de inteligencia
nera. La razón de este hecho es el mismo mediante un método psicológico. Deseá-
defecto de censura y de dirección, la bamos organizar a pequeña escala clases
misma comprensión superficial, la misma para los niños anormales. Antes de ins-
invención indiferenciada. No obstante, se truir a estos niños, era necesario identifi-
tiene la impresión de que el parecido no carlos; pero, ¿cómo identificarlos?
es y no puede ser completo entre dos Ya hemos dicho que la opinión de los
seres que se preparan para un futuro tan maestros sobre la inteligencia de los ni-
diferente. El imbécil adulto ha finalizado
su desarrollo, el niño está en el comienzo ños debe ser controlada y que el retraso
del suyo. Y precisamente porque está en escolar de un alumno no significa gran
*vías de desarrollo, el niño posee un cierto cosa cuando su escolaridad ha sido irre-
número de cualidades de las que no gular, o cuando no se dispone de infor-
hemos hablado en el esquema precedente mación al respecto como sucede con fre-
y que, sin embargo, son totalmente carac- cuencia en París. ¿Qué hacer en este caso?
terísticas de su estado. Tenemos en pri- Cada día nos encontrábamos con un alum-
mer lugar el poder de su memoria; el no del que nos faltaban las indicaciones
niño tiene una memoria rápida y durade- indispensables; ni los padres, ni los maes-
ra debido a que esta cualidad es necesaria tros ni el pasado escolar del niño podían
para toda su evolución ulterior; un espí- ayudarnos. El niño estaba allí, en nuestro
ritu desprovisto de plasticidad sería inca- despacho, a solas con nosotros; tras un
paz de transformarse. Comparado con un cuarto de hora o una media hora de
adulto, el niño 'tiene una memoria mejor; comunicación, debíamos pronunciar un
tal vez no aprenda más rápido, pero juicio preciso sobre él, juicio que nos
retiene durante más tiempo lo que ha resultaba terrible, pues iba a ejercer una
percibido. Otra característica importante influencia sobre su futuro.
del niño es el exceso de actividad que En estas circunstancias hemos elabora-
exhibe continuamente y que lo hace apa- do, con la ayuda de nuestro colaborador
recer inquieto y ruidoso, haciéndolo re- tan abnegado, el doctor Simon, un méto-
fractario a la disciplina de silencio que se do de medida de la inteligencia al que
le impone en la escuela. Acordémonos de hemos dado el nombre de escala métrica.
la cantidad de veces que hemos de repe- Su construcción ha sido lenta y es el
tirle: «¡Estate quieto!», junto con «¡Fíja- resultado de estudios realizados no sólo
te!» Finalmente, una tercera característi- en las escuelas primarias y en parvularios
ca: el niño realiza una serie incesante de con niños de todas las edades, desde los
ensayos de todo tipo para conocer los tres hasta los dieciséis años, sino también
objetos externos o para ejercer sus facul- en hospitales y hospicios con idiotas,
tades; siendo muy pequeño, coge los imbéciles y débiles, y en todo tipo de
objetos, los manipula, los golpea, los medios, incluso en los cuarteles, con adul-
chupa.... y más tarde pasa horas y horas tos analfabetos y alfabetizados. Después
jugando; el niño es especialmente alguien de centenares de verificaciones y de me-
que juega; el juego es, en su sentido más joras, ésta es mi opinión madurada y
profundo, una preparación para los actos definitiva: no es que el método sea per-
de la vida adulta, una especie de ensayo fecto, pero es el método que debíamos
divertido antes de la representación de utilizar. Si después de nosotros otros lo
verdad; el juego distingue y señala a perfeccionan, como esperamos, sólo lo
118 todos los seres que están en vías de conseguirán utilizando nuestros propios
procedimientos y sacando partido de nues- trica de la inteligencia que permita deter-
tra experiencia.
La idea directriz de esta medida ha sido
la siguiente: imaginar un gran número de
minar si un sujeto dado tiene la inteligen-
cia de su edad, o si eqt- adelant:ltb
retrasado, y a cuántos meses o años equi-
21
pruebas rápidas a la par que precisas, que vale dicho adelanto o retraso.
presenten una dificultad creciente; probar- En el cuadro que sigue figura la lista
las con un gran. número de niños de de nuestras pruebas. Un breve comenta-
edades diferentes; anotar los resultados; rio será suficiente para comprender el
buscar los que son resueltos en una edad sentido de cada una de ellas. Los que
determinada y que los niños más peque- deseen conocer más detalles, sobre todo
ños, incluso de un ario menos, son inca- en lo que concierne a las aplicaciones
paces de resolver por término medio; prácticas, pueden consúltar nuestros tra-
construir de esta manera una escala mé- bajos anteriores 3.

ESCALA MÉTRICA DE INTELIGENCIA


3 meses. Mirada voluntaria. 8 años. Leer y conservar dos recuerdos.
9 meses. Prestar atención al sonido. Coger Contar tres monedas simples y tres dobles
un objeto después del contacto o después y dar el total. Nombrar cuatro colores.
de su percepción visual. Contar de veinte a cero en orden descen-
ario. Distinguir los alimentos. dente. Comparar dos objetos de memoria.
2 años. Andar. Ejecutar una orden. Indicar Hacer un dictado.
sus necesidades naturales. 9 arios. Decir la fecha completa. Indicar los
3 años. Señalar su nariz, su ojo, su boca. días de la semana. No definir únicamente
Repetir dos cifras. Enumerar los persona- los objetos por el uso. Leer y conservar
jes y los objetos' de un grabado. Decir su seis recuerdos. Devolver el cambio sobre
nombre. Repetir seis sílabas. un total de veinte monedas sencillas. Or-
4 años. Decir su sexo. Nombrar una llave, denar cinco cajas según su peso.
un cuchillo, una moneda. Repetir tres ro años. Enumerar los meses del año. Reco-
cifras. Comparar dos líneas e indicar la nocer nueve tipos de monedas. Componer
más larga. dos frases utilizando dos nombres dados.
5 años. Comparar dos cajas de peso diferen- Responder a ocho preguntas de inteligen-
te e indicar la más pesada. Copiar un cia.
cuadrado. Repetir una frase de diez síla- 12 años. Criticar frases absurdas. Poner tres
bas. Contar cuatro Monedas sencillas. Re- palabras en una frase. Encontrar más de
componer un rompecabezas formado por sesenta palabras en tres minutos. Dar la
dos trozos. definición de palabras abstractas. Recons-
7 años. Indicar los errores en una serie de truir frases desarticuladas.
figuras. Decir el número de dedos. Copiar 15 arios. Repetir siete cifras. Encontrar tres
una frase escrita. Copiar un rombo. Repe- rimas para una palabra dada. Repetir una
tir cinco cifras. Describir un grabado. frase de 26 sílabas. Interpretar un graba-
Contar trece monedas simples. Nombrar do. Resolver un problema psicológico.
cuatro monedas.

(..-)
Pero, ¿en qué consiste de hecho la que concierne a la inteligencia, como en
medida de la inteligencia? Al igual que en el caso de la instrucción y del desarrollo
el caso de la instrucción y del desarrollo corporal, la medimos mediante el adelan-
corporal, aplicada a la inteligencia, la to o retraso que un niño presenta respec-
palabra medida no debe ser tomada en el to a sus compañeros.
sentido matemático: no indica el número Se trata de todo un sistema de evalua-
de veces que una cantidad está contenida ción que creemos nuevo, cuyas principa-
en otra. La idea de medida remite para les consecuencias fisiológicas no tenemos
nosotros a la idea de clasificación jerár- tiempo de exponer aquí. Hay al menos
quica; entre dos niños, es más inteligente una de estas consecuencias que debemos
el que resuelve mejor un cierto orden de subrayar: por convención, consideramos
pruebas. Además, mediante la considera- un niño medio más inteligente que un
ción de las medias registradas en niños de niño más pequeño; en otros términos, un
edades diferentes, la medida se establece niño precoz tiene una inteligencia supe-
en función del desarrollo mental y, en lo rior a la media de su edad.
Está claro que este método de medida otros, y las mil particularidades resultan-
21 no puede ser puesto en manos de cual-
quiera; exige tacto, habilidad, una expe-
riencia de las causas de error a evitar,
tes del hecho de tener ante nuestros los
ojos el espectáculo tan extraordinariamente
atractivo de una inteligencia en actividad.
sobre todo una noción clara de los efec- (...)
tos de las sugerencias; además, no tiene Además, la constatación de un nivel
nada de automático; no se le puede com- sólo es interesante si se acompaña de una
parar con una báscula a la que basta subir interpretación de las causas que han pro-
para que nos dé el peso impreso sobre un ducido esté nivel. Así, es conveniente
papel. No es un método para ser utilizado interrogarse en cada ocasión sobre la
por personal no especializado, y anticipa- influencia de la familia, del medio social;
mos desengaños a los médicos apresura- un niño de buena familia que habla a
dos que pretendan hacerlo aplicar por menudo con sus padres tiene el espíritu
enfermeros. Los resultados de nuestro más despierto que otro que se deja aban-
examen no tienen ningún Valor si se donado a su propio destino; sobre todo,
separan de todo comentario; exigen ser un vocabulario más rico y nociones más
interpretados. extensas sobre todo tipo de cosas. Nues-
Somos conscientes de que, al declarar tros exámenes proporcionan puntos de
la necesidad de esta interpretación, parece referencia aplicables especialmente a la
que abramos la puerta a la arbitrariedad población de las escuelas primarias de
y privemos . a nuestro método de toda París. Coged niños de familias ricas y es
precisión; esto es sólo una apariencia. seguro que por término medio responde-
Nuestro examen de inteligencia será siem- rán mejor y presentarán un adelanto de
pre muy superior a los exámenes de uno o dos años respecto a nuestros suje-
inteligencia que intenta hacer un profesor tos. Coged niños de una zona rural y tal
durante los diez minutos que dura el vez responderán peor. Coged niños bel-
examen oral del bachillerato, pues posee gas, de regiones en las que se habla a la
varias ventajas; se desarrolla siguiendo un vez el francés y el flamenco; los niños de
plan invariable, tiene en cuenta la edad, y las clases populares responderán aún peor,
considera las respuestas comparándolas sobre todo a las pruebas de lenguaje.
con una norma que es una media real y Nuestro colega Rouma, profesor de la
vivida. Si, a pesar de todas estas precisio- Escuela Normal de maestros de Charle-
nes, reconocemos que el procedimiento roi, ha llamado nuestra atención sobre
debe ser utilizado con inteligencia, con estas sorprendentes desigualdades de in-
esto no disminuimos su importancia. teligencia que ha constatado mediante la
Es, pues, necesario abandonar la idea utilización de nuestros tests y que depen-
de que un procedimiento de investigación den del medio social.
puede llegar a ser suficientemente preciso Por otra parte, el examen del nivel no
para permitir confiarlo a cualquiera; todo nos permite saber si un niño que muestra
procedimiento científico es únicamente un retraso está en fase de reposo intelec-
un instrumento que requiere la dirección tual, que tendrá una duración corta o
de una mano inteligente. Hemos explora- larga; de la misma manera como tampoco
do más de trescientos sujetos con esta nos informa sobre si esta obstrucción
nueva herramienta que acabamos de for- intelectual se debe a la invasión de sus
jar y, en cada nuevo examen, nuestra fosas nasales por vegetaciones adenoides.
atención ha sido alertada, sorprendida, Todas estas indagaciones se realizan alre-
maravillada, por las anotaciones que nos dedor del examen; son extremadamente
hemos visto obligados a hacer sobre la importantes y exigen un espíritu fino y
manera de contestar, la manera de com- penetrante. ¡Estamos lejos del automatis-
prender, la malicia de unos, la necedad de mo!

Notas
(1) Para los detalles, ver Binet y Sirnon: «L'intelligence des imbéciles», Année Pychologique, XV, p. 1, y
«Une nouvelle théorie de la démence», ibídem. Los trabajos extranjeros relativos a este mismo tema han sido
realizados por Acht, Watt, Bühler, Marbe, Messer, Aürr, etc. Ver la revisión de Larguier, en Ande
Pychologique, XIII, p. 497.
2 Tracy: American Journal of Pychology, VI, n.. t.
120 3 Ver especialmente Année Pychologique, XIV, 1908, pág. 1, para la explicación completa del método.
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Sevilla-3 Sevilla

Librería Reguera Librería Al-Andalus


Almirante Apocada, 23 Roldana, 1-3
Sevilla Sevilla

Librería Al-Andalus Librería Urbano


Plaza Universidad, I Calvo Sotelo, 15
Granada Granada

CANARIAS

Librería Larra Librería Jarama


Constantino, 8 Avda. Trinidad, 45
Las Palmas de G. C. La Laguna (Tenerife)
VALENCIA MURCIA

Librería Tres i Quatre Librería González Palencia


Pérez Bayer, 7 Saavedra Fajardo, 20
Valencia-2 Murcia

ARAGON
' Librería Tirant lo Blanch
Artes Gráficas, 8
Valencia Librería Pórtico
Plaza San Francisco, 17
Zaragoza

Librería Epoca Librería General


Paz, 19 Avda. Independencia, 22
Valencia Zaragoza-4

Librería Set i Mig Librería Certeza


Rafael Terol, 10 María Moliner, 4
Alicante Zaragoza

Librería Internacional Librería Tas Mahal


Altamira, 6 Juan Pablo Bonet, 20
Alicante Zaragoza

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