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AFGANISTAN

Bandera  Emblema nacional


Afganistán (‫ افغانستان‬en dari, ‫ افغانستان‬en pastún) —oficialmente República Islámica de Afganistán (dari: ‫جمهوری اسالمی‬
‫افغانستان‬, Jomhūrī-ye Eslā̄mī̄-ye Afghā̄nestā̄n; en pastún: ‫د افغانستان اسالمي جمهوریت‬, Dê Afghānistān Islāmī Jumhūrīyat)
— es un país sin salida al mar ubicado en el corazón de Asia. El país se encuentra geográficamente en Asia Central,
agrupado dentro de un bloque regional entre el subcontinente indio y el Medio Oriente, como una entidad
religiosa, etnolingüística y geográfica relacionada con la mayoría de sus vecinos. Limita con Pakistán al sur y al
este, con Irán al oeste, con Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán al norte, y con la República Popular China al
noreste a través del corredor de Wakhan.
En los últimos años varias guerras y conflictos han sucedido en este país. En 1978 tuvo lugar la Revolución de
Saur. El fuerte hostigamiento de los fundamentalistas islámicos provocó la intervención del Ejército Rojo en apoyo
del gobierno, mientras que la guerrilla recibía el apoyo de Estados Unidos, Arabia Saudita, Pakistán y otras
naciones musulmanas. En 1989 se retiraron los soviéticos, aunque la guerra civil prosiguió. En 1996
los talibanes impusieron un régimen basado en la Sharia. En 2001 los Estados Unidos derrocaron al gobierno
talibán apoyados por una coalición internacional, como reacción a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en
el Pentágono y en Nueva York y respondiendo a una política de persecución del grupo Al Qaeda en la región por
parte del gobierno estadounidense. La anterior estructura política de Afganistán fue sustituida por un gobierno
más pro-occidental y democráticamente elegido.
Índic
Etimología[editar]
Artículo principal: Etimología de Afganistán
El nombre Afganistán deriva directamente de la forma árabe Afġānistan, que a su vez está basada en una
forma irania que significa ‘tierra de los afganos’ (afghāni 'afgano' + persa stan 'país'). En su uso moderno deriva de
la palabra afgano. Los pastunes comenzaron a usar el término afgano como nombre que los identificaba.
Historia[editar]
Artículo principal: Historia de Afganistán
Antigüedad[editar]
Las excavaciones de los yacimientos prehistóricos permiten saber que los humanos vivían en lo que hoy es
Afganistán hace al menos 50 000 años, y que las comunidades agrícolas de la zona fueron de las primeras en el
mundo.
El territorio fue un punto de encuentro donde numerosas civilizaciones interactuaron y a menudo pelearon. Ha
sido el hogar de varios pueblos a través de diferentes épocas. El territorio fue habitado por distintos pueblos,
destacándose los iranios, que tuvieron una importante función en el desarrollo de las civilizaciones en Asia
Central. El territorio fue incorporado a importantes imperios, entre ellos el Imperio aqueménida, el Imperio
Macedónico, el Imperio Maurya y el Imperio Árabe.
Época premusulmana[editar]
De la Prehistoria en el país se conoce todavía poco. Sin embargo, las misiones francesas, con sus excavaciones,
descubrieron en Mundigak siete niveles de civilización que se escalonaban desde el IV milenio hasta los
alrededores del año 500 a.C. Los arios, provenientes del actual Irán, llegados del oeste, ocuparon el país en una
época indeterminada y establecieron su etnia básica. Bajo los aqueménidas, Afganistán, íntegramente
conquistado por Ciro, rey de Persia, fue dividido en 5 satrapías por Darío I. La pax iránica reinó en el país durante
dos siglos, lo que le permitió participar del gran esplendor de Irán y dejarse impregnar por la reforma religiosa
de Zaratustra. La conquista de Alejandro Magno en el año 331 a.C. provocó, más que en cualquier otra parte, una
simbiosis entre Grecia, Irán y la India.
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Edictos bilingües (griego y arameo) de Ashoka del s. III a.C. Descubierto en la ciudad meridional de Kandahar.


Pero subsistían las satrapías que, a la muerte de Alejandro, libraron una lucha intestina. Los seléucidas, la dinastía
india de los Maurya y el reino de Bactriana dominaron el país sucesivamente. A finales del siglo II a.C. nuevas
invasiones arias impusieron la preponderancia de la tribu kushana, que alcanzó su apogeo bajo Kujulakasa (en gr.
Kozulokadfises) en el s. I d.C. y bajo la dinastía Kaniska en el s. II. A pesar de la presencia de otras corrientes
religiosas (como el altar del fuego en Surj Kotal), el país se entregó entonces al budismo, como muestran
manifestaciones arquitectónicas como el Gran Santuario de Bamiyan. Su enorme auge fue solamente frenado por
la nueva preponderancia de Irán bajo los sasánidas en el siglo III d.C., y las invasiones de los hunos blancos
o heftalíes (turcomongoles), que trajeron la inseguridad y la opresión.
Islam e invasión Mongol[editar]
En el 651 los sasánidas fueron vencidos por los ejércitos árabes (conquista de Harat), que ocuparon el país. Los
árabes se enfrentaron a una viva resistencia que impidió una conquista árabe completa e hizo que
la islamización fuese muy lenta: la antigua Kapici (región de Kabul) no fue convertida hasta finales del siglo IX, y
hasta el siglo XIII subsistieron numerosos principados, tanto vasallos como independientes. En el norte,
los samaníes, iranios originarios de Saman, cerca de Balj, consiguieron la hegemonía. Los mercenarios turcos que
habían reclutado, originaron una nueva era. En 962, uno de ellos, Alp Tigin, se hizo independiente en la región
de Gazni. Sus sucesores, sobre todo Mahmud (999-1030) a la cabeza de la dinastía gaznawi, extendieron su
dominación hasta Isfahan, y lanzaron diecisiete expediciones contra la India. Convirtieron Gazni, rival de Bagdad,
en un centro notable, donde brillaron artistas y escritores, entre ellos Ferdousí, el poeta nacional de Irán. Estos
desaparecieron bajo el empuje de príncipes afganos, los guríes, que usurparon el poder. Desde entonces,
afganos y turcos afganizados proporcionaron príncipes y mandos a las monarquías indo-musulmanas.
Esta avanzada civilización de los siglos XI y XII, comparable a la del Afganistán budista de siglos anteriores, se
hundió bajo la invasión de Gengis Khan, que se ensañó particularmente con el país (1221-1222). A las
devastaciones mongolas se añadieron las de Timur Lang (Tamerlán), quien se hizo coronar en Balj, en 1370. Este
fue culpable, entre otras cosas, de la ruina del importante sistema de riego, de lo que ya no se recuperaría jamás.
Sin embargo, en torno a Jarat se desarrolló el renacimiento timurí, iniciado con el Sha Ruj Mirza (1405-1447) y
llevado a su cúspide por Husayn-i Bayqara (1469-1506), junto con su ministro Mir ‘Ali Sir Nawa´i. El Afganistán
oriental, encerrado en sí mismo, vivió cierto renacimiento cuando el turco Baber (Babur) se instaló en Kabul en el
año 1504 y conquistó la India, donde fundó la dinastía de los grandes mogoles, aunque siguió siendo para ellos
una provincia lejana y olvidada. En la misma época, el Afganistán occidental pasó al poder de los safawi de Irán.
Dinastía Durraní, imperialismo extranjero y reformas[editar]
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Ahmad Shah Durrani, fundador del último imperio afgano, y considerado padre de la nación.
La decadencia de los mogoles y el debilitamiento de los Safawíes, a principios del siglo XVIII, hicieron que las
inquietas tribus afganas recuperaran sus libertades y permitieron el nacimiento del Afganistán moderno, gracias a
la rebelión y la declaración de independencia de Mir Uways, jefe de la tribu de los Gilzai. Pero los Gilzai tuvieron
que afrontar el movimiento nacional de Nader Shah, que conquistó Kandahar y Kabul en 1738. Un oficial
de Nader, Ahmad Khan, de la tribu de los Abdalíes, se proclamó rey en Kandahar, tan pronto como Nader Shah
fue asesinado (1747), y fundó la dinastía de los Durraníes, primera dinastía afgana independiente. Este intervino
repetidas veces en la India, como sus antecesores, y constituyó un reino extenso pero inestable. Su sucesor, Timur
Shah Durrani, que trasladó su capital a Kabul, mantuvo la paz en el reino, pero, tras su muerte, sus hijos y jefes
tribales se disputaron su sucesión (1793). Finalmente, Dust Muhammad, cuya presencia se data desde 1818, fue
reconocido emir en Kabul (1838) y fundó la dinastía de los Barakza´i o Muhammadza´i. Renunció a las provincias
indias y se dedicó por entero a Afganistán, convertido en Estado tapón entre los imperios británico y ruso.
Dust Muhammad, unas veces víctima y otras veces beneficiario de la intervención británica, durante la primera
guerra anglo-afgana (1839-1842), fue sustituido por Suya´ al-Malk (1839) y, después tras una insurrección y la
aniquilación del ejército británico de Alexander Burnes (1842), fue restablecido en el trono a cambio de aceptar
un protectorado británico.
La presión rusa sobre el Asia central llevó en 1878 a una segunda guerra afgana contra Gran Bretaña, y Abd ur-
Rahman Khan (1880-1901) hubo de reconocer las fronteras de la “Línea Durand” en 1893. Los esfuerzos de Habib
Allah (1901-1919) y de Aman Allah Khan (1919-1929) para sacar a su país del aislamiento fueron anulados por la
voluntad británica de reforzarlo. Solamente la tercera guerra afgana, llamada de la independencia, consagró el
pleno reconocimiento de la soberanía de Afganistán: armisticio de Rawalpindi (8 de agosto de 1919) y tratado de
Kabul (22 de noviembre de 1921). Aman Allah Khan inició la modernización del país: constitución (1922), código
administrativo (1923), comienzo de la instrucción femenina (1924), nueva constitución (1928), viaja a Europa y se
hace coronar rey. La reacción conservadora no tardó mucho. El soberano fue derrocado, y un aventurero, Habib
Allah Khan, ejerció durante seis meses una sangrienta dictadura.
Nadir Shah, pariente de Aman Allah Khan, elimina al usurpador y se hace proclamar rey en 1929. Instruido por la
experiencia, reemprendió con prudencia las reformas, pero fue asesinado en 1933. Le sucedió su
hijo Mohammed Zahir Shah de cultura francesa y adicto a ideas nuevas, quien hizo que su país entrara en la
Sociedad de Naciones (1934) y abrió progresivamente el país a la influencia exterior. En 1937 firmó el pacto de
Sa‘dabad con Turquía, Irán e Irak, pero no se dejó arrastrar a la segunda guerra mundial.
Relaciones diplomáticas[editar]
La división de la India planteó de nuevo el problema de la “Línea Durand”, además de que Zahir reivindicó los
territorios de los afganos que vivían en el nuevo Estado de Pakistán (problema del Pathanistán). La crisis se
prolongó hasta 1963, cuando se firmó un acuerdo con Pakistán; casi al mismo tiempo se firmó un acuerdo con
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China. Resueltos estos problemas exteriores, Zahir dio una nueva prueba de voluntad reformadora al hacer
aprobar, en 1964, por la Asamblea constituyente, una nueva constitución y al estimular la escolarización de las
mujeres, a las que en 1959 se había concedido el derecho de no llevar velo. La ayuda internacional, en la que
participaban la República Federal de Alemania, Estados Unidos y, sobre todo, la U.R.S.S.(acuerdos de 1964),
empezó a ser más importante.
Revolución e invasión soviética[editar]
Tras las reformas de Zahir una crisis de modernización sacudió el país, poco preparado para una transformación.
En 1965 se creó por un grupo de intelectuales, del P.D.P. (Partido Democrático del Pueblo), una escisión dentro
del partido gobernante, que acabó por dividirse, en 1967, en dos partidos, el Khalq y el Parcham, que se
enfrentaron violentamente en movimientos de agitación estudiantil (1969), dando como resultado un parlamento
incapaz de legislar. Además, en 1970 y 1971, las cosechas fueron catastróficas y el hambre asoló el país. Esto
provocó un cambio de gobierno, aunque la inestabilidad continuó. El 16 y 17 de julio de 1973, un golpe de
estado militar, dirigido por Sardar Muhammad Daud, primo y cuñado del rey, y apoyado por los dos partidos de la
oposición derrocó a Zahir Shah, quien salió hacia el exilio hacia Roma. Fue proclamada la república. Pero la
reforma agraria que obtuvo poco apoyo y el autoritarismo del presidente condujeron al derrocamiento de este en
abril de 1978.
El socialista Nur Muhammad Taraki tomó el poder; pero, aunque de inspiración comunista, el nuevo régimen
evitaba cuidadosamente toda alusión al marxismo. Sin embargo, el dominio soviético, directo o indirecto,
aumentaba. En diciembre de 1978, se firmó un tratado de amistad y de cooperación entre Kabul y Moscú, que
permitía, entre otras cosas, a la URSS intervenir militarmente para “proteger el país”.

Zahir Shah, último rey de Afganistán, que reinó entre 1933 y 1973.


Afganistán se encontraba entonces en plena anarquía; del Pamir, se refugiaron en Pakistán; se hablaba de 12 000
a 15 000 presos políticos, de provincias sublevadas, regiones enteras que escapaban al poder central y combates
violentos. El 14 de septiembre de 1979 fue asesinado Nur Taraki. Su sustituto, Hafizullah Amin, anunció a la vez su
fidelidad al Kremlin y la adopción de medidas en favor del Islam (reparación de mezquitas). Pero a su vez fue
derrocado y ejecutado cuando se produjo la intervención militar soviética de diciembre de 1979, que instaló en el
poder a Babrak Karmal. La prolongada intervención soviética tuvo como efecto la intensificación de la guerrilla
interior (apoyada logísticamente desde el exterior por Pakistán, EE.UU. y China) y la manifestación, en el mundo
occidental y en el mundo islámico de numerosas reacciones antisoviéticas. Así mismo provocó un éxodo masivo
de la población hacia Irán y Pakistán (3 millones en 1985).3
El nuevo gobierno inició un programa de reformas que eliminó la usura, inició una campaña de alfabetización,
eliminó el cultivo del opio, legalizó los sindicatos, estableció una ley de salario mínimo y rebajó entre un 20 y un
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30 por ciento los precios de artículos de primera necesidad. En cuanto a los derechos de la mujer, el régimen
socialista otorgó permiso de no usar velo, abolió la dote, promovió la integración de mujeres al trabajo (245 000
obreras y el 40 % de los médicos son mujeres) y a la educación (el analfabetismo femenino es reducido del 98 %
al 75 %, el 60 % del profesorado de la Universidad de Kabul son mujeres, 440 000 mujeres más trabajaban en
educación y 80 000 participaban en la campaña de alfabetización), así como a la vida política. El Decreto Nº 7
del 17 de octubre de 1978 otorgó a las mujeres iguales derechos que los varones. El período de la República
Democrática fue en el que más mujeres profesionales hubo en Afganistán.4
Tras la invasión del país por la U.R.S.S., en diciembre de 1979, 120 000 soldados soviéticos se establecieron en
Afganistán. La resistencia afgana se dividió en siete partidos políticos sunníes establecidos en Peshawar y ocho
partidos chiitas establecidos en Irán. Los partidos sunníes (el 80% de la población afgana es sunní) eran
mantenidos por Pakistán y recibían armas de E.U.A. Los chiitas administraban el centro del país (Hazarayat), que
mantenían liberado casi en su totalidad desde 1979. Una guerra de 10 años enfrentaría a un ejército soviético
pesado y poco motivado, y una guerrilla legitimada por el Islam y el nacionalismo. El gobierno y los soviéticos
controlaban las grandes ciudades y los ejes de comunicación, la resistencia dominaba el campo. En el interior del
país, la resistencia se dividió en centenares de pequeños frentes, correspondiendo a menudo a la segmentación
por comandantes locales, en general, intelectuales venidos de las ciudades, mullahs, o pequeños notables. Entre
cuatro y cinco millones de refugiados se instalaron en Pakistán o en Irán. Babrak Karmal, al frente del Partido
comunista y del estado afgano, de diciembre de 1979 a 1986, no consiguió establecer el régimen socialista y
revolucionario que soñaba. El partido estaba minado por la división entre la facción Khalq, mayoritaria y radical,
que recluta sus efectivos sobre todo de la etnia pashto y la facción Parcham, más moderada. Los comunistas
aparecían además, como el partido del extranjero.
Implicaciones internacionales: Estados Unidos pretendió oponerse a la brecha abierta por los soviéticos en los
países del tercer mundo durante los años setenta, preparando represalias contra la URSS si aumentaba la
amenaza que la ocupación de Afganistán suponía para el control del golfo pérsico. El momento culminante de su
ayuda financiera y militar fue la entrega a la resistencia de misiles antiaéreos Stinger (1986). Arabia Saudí se
preocupó por impedir cualquier incursión de Irán, entonces en guerra con Irak. Se esforzó en constituir un frente
de fundamentalistas sunníes, reclutados sobre todo entre la etnia pashto, en perjuicio de los chiitas e incluso de
los sunníes de habla persa (llamados impropiamente tayikos), susceptibles a los ojos de los saudíes, de preferir a
Irán. Pakistán, bajo la égida del general Zia Ul-Haq, cuya política proseguiría tras su muerte (1988), tenía dos
objetivos: eliminar la amenaza soviética con el fin de evitar quedar atrapado entre Afganistán y la India, aliados de
la URSS, pero también establecer una especie de protectorado en un futuro Afganistán islámico.
A pesar de las ofensivas sangrientas, sobre todo entre 1984 y 1986, los soviéticos no pudieron vencer en batallas
decisivas contra la resistencia, ni siquiera cerrar la frontera con Pakistán. La guerra impidió también cualquier
posible tregua con los Estados Unidos. Cada año, en noviembre, una mayoría aplastante de los países miembros
de la asamblea general de la ONU pedía la retirada de las tropas soviéticas. Desde su llegada al poder en
1985, Gorbachov se esforzó por salir del punto muerto militar y eliminar el obstáculo que representaba la
cuestión afgana para la nueva distensión.
Gobierno de Najibullah y guerra civil[editar]
Karmal, reelegido jefe de estado y secretario general del partido (enero de 1986), fue desplazado de este último
cargo y del poder por Mohammad Najibulá (mayo de 1986). M. Najibulá, en 1987, lanzo un llamamiento a la
“reconciliación nacional” e hizo adoptar en noviembre una constitución que no tenía influencias comunistas. En
abril de 1988, los acuerdos de Ginebra ratificaron el calendario de retirada de las tropas soviéticas, sin que se
llegara a un verdadero acuerdo político. Las últimas tropas soviéticas abandonaron el país en febrero de 1989. Su
partida no permitió a la resistencia afgana apoderarse de la capital, sumida en numerosos conflictos tanto étnicos
como políticos. En Peshawar, los moderados, en gran medida partidarios del anterior rey Mohammed Zahir Shah y
pertenecientes a la élite tribal, se opusieron a los fundamentalistas que preconizaban un estado islámico y que
eran apoyados por el ejército paquistaní, los Hermanos Musulmanes Árabes y Arabia Saudí. El jefe de los
fundamentalistas, Gulbuddin Hekmatyar, tomó posiciones claramente antioccidentales y lanzó ataques armados
contra los otros grupos mujahiddines, liderados por Mas‘ud, del valle del Panjshir. Un gobierno interino de
Afganistán formado en Peshawar en febrero de 1989 por los partidos sunníes, bajo la presión de Pakistán, no
consiguió unir a los comandantes mujahiddines del interior, acostumbrados a una gran autonomía, ni a los chiitas.
Se llegó a una fase de estabilidad precaria; las grandes ciudades pasaron a estar controladas por el régimen, en
tanto que el campo lo estaba por los mujahiddines. Pero la guerra había perdido su aspecto ideológico, por
cuanto el régimen de Kabul había renunciado a su supremacía sobre el consumismo: el P.D.P.A. cambio su
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nombre en 1990 por el de Hizb-i Watan, Partido de la Patria. Por su parte, muchos mujahiddines luchaban más por
conservar el poder local que habían adquirido que por crear una improbable república islámica. Estados Unidos y
la Unión Soviética, dada su voluntad de poner fin a uno de los últimos conflictos del tiempo de la Guerra Fría, se
comprometieron en septiembre de 1992 a interrumpir sus entregas de armas a todos los bandos de la lucha en
Afganistán (acuerdo que entró en vigor en enero de 1992). Al perder el apoyo soviético, Najibullah, que además
había de enfrentarse a graves disensiones en el seno de su propio partido, vio debilitarse su posición en los
primeros meses de 1992; su propuesta de un alto el fuego unilateral no logró la aceptación de las organizaciones
de la resistencia. Mientras la O.N.U. multiplicaba sus intervenciones tratando de establecer una regulación política
del conflicto, los mujahiddines acentuaron su presión en el norte. En abril, se hicieron con el control de todo el
país, y obligaron a Najibullah a dejar el poder.5 Un Consejo islámico, resultante de un pacto entre las diferentes
facciones de la resistencia, se hizo cargo interinamente del gobierno del país, bajo la dirección de Sigbatullah
Mojaddedi. Mas´ud fue nombrado ministro de defensa. En junio, Mojaddedi cedió el poder a un consejo dirigente
de diez miembros, presidido por Burhanuddin Rabbani. Sin embargo, pronto se reprodujeron las antiguas
rivalidades entre mujahiddines y etnias, y en agosto G. Hekmaktyar lanzó una gran ofensiva contra la capital: los
enfrentamientos entre milicias fundamentalistas y fuerzas gubernamentales causaron más de 2000 muertos y
provocaron el éxodo de más de un tercio de la población. Esta segunda “batalla de Kabul” fue acompañada de
una multiplicación de los combates por el resto del país. Un consejo de 1335 delegados eligió a B. Rabbani jefe
de estado por un periodo de 18 meses (diciembre de 1992) y designó a cincuenta de sus miembros para formar
un parlamento con poderes constituyentes (enero de 1993). En marzo las distintas facciones alcanzaron un
consenso para que Gulbuddin Hekmatiar, dirigente de Hezbi Islami, ocupara el puesto de primer ministro, a la vez
que ratificaban la elección de B. Rabbani.
Desde la invasión estadounidense[editar]

Collage que demuestra la fuerza armada extranjera y las visitas de diplomáticos estadounidenses a Afganistán.
En diciembre de 2001, después de que el gobierno talibán fue derrocado y se formó el nuevo gobierno
afgano, Hamid Karzai, el presidente, la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) establecido por
el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para ayudar a la administración Karzai y proporcionar una
seguridad básica.6 Las fuerzas del Talibán también comenzaron a reagruparse dentro de Pakistán, mientras que
más tropas de la coalición entraron en Afganistán y comenzaron la reconstrucción del país devastado por la
guerra.7 8
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Restos de los Budas de Bāmiyān.


Tras perder el poder a manos de una coalición internacional (ISAF), los talibanes comenzaron un movimiento
insurgente para recuperar el control de Afganistán. Durante la siguiente década, la ISAF y las tropas
afganas llevaron a cabo numerosas ofensivas contra los talibanes, sin lograr claros resultados. Afganistán sigue
siendo uno de los países más pobres del mundo, debido a la falta de inversión extranjera, la corrupción del
gobierno y la insurgencia talibán.9 10
Mientras tanto, el gobierno afgano fue capaz de construir unas estructuras democráticas, y el país cambió su
nombre a la República Islámica de Afganistán. Se hicieron intentos, a menudo con el apoyo de los países
donantes extranjeros, para mejorar la economía del país, la salud, la educación, el transporte y la agricultura. Las
fuerzas de la ISAF también comenzaron a entrenar a las fuerzas de seguridad afganas. En la década posterior a
2002, más de cinco millones de afganos fueron repatriados, incluyendo algunos que fueron deportados por
países occidentales.11 12
Para el año 2009, un gobierno en la sombra talibán comenzó a formarse en partes del país.13 En 2010, el
presidente Karzai intentó mantener negociaciones de paz con los líderes talibanes, pero el grupo rebelde se negó
a asistir hasta mediados de 2015, cuando el líder supremo de los talibanes, finalmente, decidió hacer una copia
de las conversaciones de paz.14
Después de la muerte de Osama bin Laden en mayo de 2011 en Pakistán, fueron asesinadas muchas figuras
prominentes afganas.15 Las escaramuzas en la frontera entre Afganistán y Pakistán se intensificaron y muchos
ataques a gran escala por parte de la Red Haqqani basada en Pakistán también se llevaron a cabo a través de
Afganistán. Estados Unidos culpó a elementos criminales dentro del gobierno paquistaní en el aumento de los
ataques.16 17 El gobierno de EE.UU. gastó decenas de miles de millones de dólares en ayuda para el desarrollo
de más de 15 años y más de mil millones de dólares en gastos militares durante el mismo período. La corrupción
de los contratistas de defensa y de desarrollo occidentales y afganos asociados alcanzó niveles sin precedentes
en un país donde el PIB nacional es a menudo sólo una pequeña fracción del presupuesto anual del gobierno
EE.UU. para el conflicto.18
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Después de la Elecciones presidenciales de Afganistán de 2014 Ashraf Ghani Ahmadzai se convirtió en


presidente en septiembre de 2014.19 La guerra de Estados Unidos en Afganistán (guerra más larga de América)
terminó oficialmente el 28 de diciembre de 2014. Sin embargo, miles de tropas de la OTAN lideradas por Estados
Unidos han permanecido en el país para entrenar y asesorar a las fuerzas del gobierno afgano.20 La guerra de
2001 a la fecha se ha traducido en más de 90 000 muertes relacionadas directamente con la guerra, que incluyen
los insurgentes, los civiles afganos y las fuerzas gubernamentales. Más de 100 000 han resultado heridos.21
Gobierno y política[editar]
Artículo principal: Gobierno y política de Afganistán
La situación política actual de Afganistán es compleja y confusa. Nueve años después del derrocamiento del
movimiento talibán a raíz de la intervención en el país de la coalición liderada por los Estados Unidos a finales de
2001 (a finales de 1379 de la Hégira).
El Gobierno, instaurado por la comunidad internacional y posteriormente refrendado por el órgano legislativo
elegido por voto popular en 2005, controla la capital y no mucho más del resto del país, que continúa siendo muy
"inestable" (resistente al nuevo régimen). Existen aún focos de talibanes que buscan mantener e incrementar su
poder regional.
Las Naciones Unidas y otras organizaciones desempeñan un papel crucial en la reconstrucción del país. De
cualquier modo, es muy difícil predecir qué va a ser del mismo a largo plazo, aunque el ex Secretario General de
Naciones Unidas, Ban Ki-moon, confirmó la ayuda económica y militar al Gobierno Afgano para el establecimiento
del orden interno del país asiático.
En septiembre de 2005 se celebraron Elecciones Parlamentarias. 5 años después en 2010 fueron convocadas
nuevamente. Desde 2014 el presidente es Ashraf Ghani.
El parlamento de Afganistán es bicameral, sus cámaras son: la Cámara de los Ancianos y la Cámara del Pueblo.
Derechos humanos[editar]
En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de la Carta Internacional de
Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Afganistán ha firmado o ratificado:

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