You are on page 1of 3

ESPACIO – SITIO - LUGAR

Cuando hablamos de espacio arquitectónico, el cual nos resulta difícil de racionalizar, nos
referimos al espacio interno, el cual será utilizado para la vida humana – el “vacío”. Este
espacio define a la arquitectura y a partir de ahora nos centraremos en el mismo.

Si definimos a la arquitectura como el “organizar y formalizar el espacio”, nos encontramos


con un par dialéctico que podemos relacionar con los dioses Apolo y Dionisio, opuestos y
contradictorios que en nuestro quehacer serán dos caras de la misma moneda.

Lo apolíneo (organizar) va a referirse al saber, al racionalizar, analizar, será la parte


científica, objetiva, metódica; lo dionisíaco (formalizar) en cambio, estará ligado a lo
subjetivo, las emociones, el crear – cosas que no se pueden explicar con la razón pura, el
arte. Entre estos dos “puntos de vista” existirá siempre una tensión y una lucha por el
protagonismo, el cual siempre estará definido por nosotros a la hora de tomar decisiones.

Sin embargo, en nuestra tarea como arquitectos, siempre se trata de la espacialidad. La


espacialidad ha sido tratada por varios filósofos e intelectuales a lo largo de la historia, ya
que es un concepto que no se puede explicar ni transmitir fácilmente, pero que no se
puede ignorar.

Kant, al hablar de espacialidad la relacionó con su concepto de A PRIORI (antes de),


porque “ya hay espacio”, es decir, cuando pensamos las cosas, éstas son solo en el
espacio, y sólo podemos pensarlas en el espacio. Asimismo, el espacio es irrepresentable.

Para Piaget, la comprensión de la espacialidad no es innata, sino que se trata de una


construcción elaborada desde la intuición y el aprendizaje, ya que el desarrollo de ciertos
órganos (como por ejemplo la vista) no está del todo completo al nacer. Es por esto que al
principio no se confía mucho en la vista, sino en otros sentidos como el tacto. Luego con el
tiempo la vista opaca a los otros sentidos.

Edward Hall en su Tesis Proxémica (proximidad) dice que los humanos comprendemos el
espacio a partir de nuestra experiencia cultural – la forma en que nos relacionamos con los
demás en el espacio está íntimamente influenciada por la cultura.

Podríamos decir que cada uno se va construyendo una burbuja a partir de su aprendizaje,
cultura, así como sus creencias y sus miedos. Al interactuar con el otro, dará como resultado
una serie de relaciones interpersonales distintas.

Al poner un techo o una ventana, modificamos la conformación de esa burbuja, la


influenciamos. Es debido a la importancia de la cultura, que debe haber una reflexión al
respecto, sino no es posible. Por ejemplo, no en todos los países se fundan las ciudades de la
misma manera: medimos distancias de distinta forma, nos organizamos diferente. Estas
cosas son fundamentales para cambiar los espacios.
Por supuesto, esta no es una tarea sencilla: si Kant decía que el espacio es irrepresentable, si
nos vamos a lo que decía Descartes, “pienso, luego existo” podemos decir que no podemos
de verdad entender el espacio en sí.

Este tipo de cosas se fueron cuestionando a lo largo de la historia – en el Renacimiento por


ejemplo, nos encontramos ante un cambio de paradigma, donde se pasa a pensar de una
manera distinta a la clásica, existen nuevas respuestas al repreguntarse ciertas cosas.
Antiguamente Dios se pensaba como centro del universo: al pasar a ser el hombre el centro
del mismo, la humanidad pasa a construir su subjetividad desde ahí, nos encontramos con
un cambio de eje, y se le da importancia a la mirada del observador. Al pensarse por fuera
de la metafísica, se crea por ejemplo, la perspectiva como convención.

Si hablamos de cómo la cultura es una gran influencia en cómo vemos el espacio,


podemos hacer una comparación entre la forma en que los occidentales y los orientales se
refieren al mismo. Un buen ejemplo de esto es la forma japonesa, donde toman un módulo
habitacional al que llaman “tatami” – se trata de una espacialidad organizada, donde
según la organización se van conformando las funciones. La arquitectura occidental va por
otro camino, donde la espacialidad es un soporte de la decoración sin relación al exterior,
dados otros intereses diferentes. Esta concepción de espacialidad ha sido criticada.

Si comparamos la idea clásica de la moderna:

Idea clásica

A A

h
P P

En la forma clásica, se siguen ciertas normas de composición: condiciones de orden y


equilibro, simetría, manejo de proporciones, número áureo, estudio de proporciones de
Leonardo Da Vinci.

Idea moderna

A B

h
P2

P1

Ahora podemos ver un equilibrio menos evidente, más complejo ya que la espacialidad ha
sido repensada.

Heidegger entonces decía que “un sitio se hace lugar cuando nos apropiamos
culturalmente de él”.
Si hablamos de la arquitectura como el “enmarcar la naturaleza”, hacerla paisaje,
podemos hablar del caso del arquitecto Frank Lloyd Wright, cuyas primeras casas modernas
se meten en el paisaje, por esto sus casas de la pradera se consideraron revolucionarias. La
organización del espacio para Wright es bastante particular – sus obras se destacan por
tener al fuego como centro, e irse extendiendo desde allí; también desaparecen las
puertas, hay una división de ambientes más sutil, y las líneas horizontales predominan,
relacionándose con elementos del exterior como los árboles, haciendo menos evidente la
diferencia entre interior y exterior.

Volviendo al cambio de los modernos ante los clásicos, estas líneas horizontales y la
integración a la naturaleza están opuestas a la vieja concepción de hogar y protección
que los antiguos tenían. También aparece una idea de velocidad y movimiento, a
diferencia del mundo estático del clasicismo: es por esto que al movernos en algunas de
estas obras modernas, las podemos ver de distintas maneras, en cambio en una obra
clásica sólo necesitamos ver la fachada para comprenderla en su totalidad. Esto en los
modernos puede evidenciarse en las obras que Le Corbusier, donde es necesario realizar un
recorrido, hay una relación espacio – tiempo.

El renacimiento, si bien tuvo gran impacto en la arquitectura como hemos visto, al principio
estuvo evidenciado en otras artes, como la pintura, y así muchos artistas (como por ejemplo
Paul Klee) han influenciado a los arquitectos.

Podemos hablar de cómo los cubistas comenzaron a repensar la relación espacio temporal
y a verla de otra manera; cómo Picasso “descompone la realidad”; cómo lo abstracto nos
genera otras maneras de construir (la forma siguiendo a la función), Mondrian siendo un
gran exponente de esto, ya que el mismo realiza un recorrido en sus pinturas hacia las
formas más abstractas que va a llamar la atención de varios arquitectos como Mies dan der
Rohe.

You might also like