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señalado (Montero, 2004a), saber y compromiso deben provenir tanto de los AE como de
los AI.
Antidogmatismo
Los AE deben abandonar la rigidez dogmática y estar dispuestos a escuchar y entender lo
que dicen las personas de las comunidades con que trabajan. Antidogmatismo significa no
anteponer a los intereses, demandas y opiniones provenientes de las comunidades las
normas y los intereses personales, de las instituciones para las cuales trabajan o de las
organizaciones políticas a las cuales pertenecen.
o Significa también que el compromiso fundamental es con la gente con la cual se trabaja,
cuyas necesidades e intereses han motivado la acción con la que se han comprometido.
Asimismo, significa estar dispuestos a dejar de lado ideas preestablecidas, tarea que
ciertamente no es fácil, porque muchas veces no somos conscientes de su carácter
aprendido o impuesto y las hemos asumido como naturales, como parte esencial del ser de
las cosas o como la forma "correcta".
o Por lo tanto, no se debe llegar a las comunidades con un plan rígido, trazado a espaldas
de las personas que las conforman o imbuido de teorías; no porque las teorías sean
malas, sino porque se estará olvidando que existe una práctica, una historia, una cultura
y condiciones de vida que es necesario conocer y tomar en cuenta.
o Y esta advertencia es válida para los dogmatismos de cualquier signo, dirección y origen,
pues se dirige a contrarrestar toda forma autoritaria de imponer planes preconcebidos y
soluciones decretadas desde centros de poder que ignoran la voluntad de quienes
sufren los problemas o desean el cambio. Las posiciones dogmáticas suponen una
actitud de base profundamente arrogante que supone que la verdad, el saber y la
ciencia están en un sólo lugar: el de los fundamentalistas de la interpretación del
cambio social.
voces y los intereses de esos creadores y que ingresa a la corriente del saber tanto científico
como popular, es una forma de reconocimiento a su labor productiva y proporciona una
herramienta útil para futuras acciones.
Divulgación técnica
Esto es lo que a inicios de los años ochenta del siglo pasado, Talento y Ribes Iñesta (1979:
241) denominaron como "desprofesionalización", término poco feliz para un feliz
procedimiento al cual definieron como "socializar el conocimiento profesional,
transfiriéndolo a sectores de la población marginada de la posibilidad de acceder a él y a su
empleo".
Capacitar a personas interesadas en una comunidad proporciona recursos técnicos para
desarrollar su acción transformadora (por ejemplo, técnicas de dinámica de grupo, de
análisis, de encuesta) con sus propios recursos humanos. Por ejemplo, capacitar a personas
de la comunidad para la aplicación de una encuesta puede permitir llevar a cabo una
investigación de carácter epidemiológico u opinático con rapidez y precisión, a la vez que se
obtiene un número significativo de respuestas que refleje el sentir de esa comunidad.
Semana 2 – IC 7
Desde nuestra perspectiva, tanto los métodos cualitativos como los cuantitativos pueden
usarse apropiadamente dentro de cualquier paradigma de investigación. Las cuestiones de
método son secundarias respecto a las cuestiones de paradigma, que definimos como el
sistema básico de creencias o visión del mundo que guía al investigador, no sólo en sus
elecciones de método, sino en sus opciones fundamentales ontológicas y epistemológicas.
o Pero a medida que se hicieron esfuerzos por renovar el interés en los enfoques
cualitativos, se hizo claro que las presuposiciones metafísicas subyacentes al paradigma
convencional (“la visión oficial o recibida”) debían cuestionarse seriamente. Así el
énfasis en este capítulo es en los paradigmas, sus presuposiciones y las implicaciones
de estas presuposiciones respecto a una variedad de asuntos investigativos, y no sobre
la relativa utilidad de lo cualitativo respecto a los métodos cuantitativos.
La Distinción Cualitativo/Cuantitativo
“blandas”, no tanto con una intención peyorativa sino para señalar su (supuesta)
imprecisión y falta de confiabilidad.
o Además, ya está disponible un conjunto poderoso de modelos estadísticos y
matemáticos. Finalmente, existe la convicción, ampliamente difundida, de que sólo los
datos cuantitativos son, en últimas, válidos o de alta calidad (Sechrest, 1992).
o Se dice que John Stuart Mill (1843-1906) fue el primero en alentar a los científicos
sociales a emular a sus primos mayores más “duros”, asegurando que si sus consejos se
seguían, se produciría una rápida maduración de estos campos, así como su
emancipación de las restricciones filosóficas y teológicas que los limitaban
que el hecho de que el 80% de los individuos que presentan determinados síntomas
tiene cáncer del pulmón, es a lo sumo una evidencia incompleta de que un paciente
particular que presenta tales síntomas realmente tenga cáncer de pulmón). Los datos
cualitativos, se sostiene, ayudan a evitar tales ambigüedades.
o Exclusión de la dimensión del descubrimiento en la investigación. En la visión oficial, sólo
la investigación empírica merece llamarse “ciencia”.
refieren a asuntos de significación estética o moral, quedarán por fuera del dominio de la
investigación científica legítima.
Ya hemos anotado que los paradigmas, como conjuntos de creencias básicas, no se prestan
a la prueba en ningún sentido convencional; no hay ninguna manera de elevar uno por
encima de otro sobre la base de criterios fundacionales últimos. Y, argumentamos, los
conjuntos de respuestas dadas son en todos los casos construcciones humanas; es decir,
todas son invenciones de la mente humana y por tanto sujetos al error humano. Ninguna
construcción es, ni puede ser, incontrovertiblemente cierta; los defensores de cualquier
construcción particular, al argumentar su posición, deben depender de la persuasión y de la
utilidad más que de la prueba.
o El lector no puede ser obligado a aceptar nuestros análisis o nuestros argumentos
sobre la base de una lógica irrefutable o evidencia indisputable; sólo podemos esperar
ser persuasivos y demostrar la utilidad de nuestra posición para, digamos, el área de las
políticas públicas (Guba y Lincoln, 1989; House, 1977).
Semana 2 – IC 12
Comenzamos nuestro análisis con descripciones de las repuestas que creemos que los
partidarios de cada paradigma harían a las tres preguntas esbozadas arriba. Estas respuestas
(construidas por nosotros) son exhibidas en la tabla siguiente que consiste en tres filas
horizontales que corresponden a las preguntas ontológicas, epistemológicas y
metodológicas y cuatro columnas que corresponden a los cuatro paradigmas en discusión.
o El término positivismo designa la visión oficial que ha dominado el discurso formal en
las ciencias físicas y sociales durante unos 400 años, mientras que el postpositivismo
representa esfuerzos de las últimas décadas para responder de una forma limitada (es
decir, permaneciendo aún esencialmente dentro del mismo conjunto de creencias
básicas) a las críticas más problemáticas del positivismo.
o El término teoría crítica es (para nosotros) un término “sombrilla” (muy amplio) que
designa un conjunto de varios paradigmas alternativos incluyendo adicionalmente (pero
no restringido a) el neo-marxismo, el feminismo, el materialismo y la investigación
participante. Cualesquiera que sean sus diferencias, la ruptura que presuponen todas
estas variantes es la de que la naturaleza de la investigación está determinada por
valores - es decir, una diferencia epistemológica… El término constructivista designa un
paradigma alterno cuyo supuesto innovador consiste en desplazar el realismo
ontológico hacia un relativismo ontológico.
Segundo, observamos que, con la salvedad del positivismo, los paradigmas aquí discutidos
aún están en etapas formativas; acuerdos finales no han sido alcanzados aún entre sus
partidarios respecto a sus definiciones, significaciones e implicaciones.
Columna 1: Positivismo
Ontología: realismo (comúnmente llamado “realismo ingenuo”). Se supone que existe una
realidad aprehensible movida por leyes y mecanismos naturales inmutables. El conocimiento de
la forma “como son las cosas” convencionalmente es resumido en la forma de generalizaciones
libres del tiempo y del contexto, algunas de las cuales pueden asumir la forma de leyes de
causa-efecto. Se argumenta que la postura básica del paradigma es tanto reduccionista como
determinista (Hesse, 1980).
Columna 2: Post-positivismo
Ontología: realismo crítico. Se supone que la realidad existe pero sólo es aprehensible
imperfectamente debido a mecanismos intelectuales humanos básicamente defectuosos y a la
naturaleza fundamentalmente indómita de los fenómenos.
Ontología: realismo histórico. Se supone que una realidad que es aprehensible, alguna vez fue
plástica pero con el paso del tiempo fue moldeada por un conjunto de factores sociales,
políticos, culturales, económicos, étnicos y de género, que luego se cristalizaron (se reeificaron)
en una serie de estructuras que ahora son (inapropiadamente) tomadas por “reales”, es decir
naturales e inmutables. Para todos los propósitos prácticos estas estructuras son “reales”, una
realidad virtual o histórica.
dialéctica para transformar la ignorancia y los equívocos (la aceptación de las estructuras
mediadas históricamente como inmutables) en una conciencia mejor informada (ver cómo las
estructuras pueden cambiarse e incluir las acciones que se requieren para efectuar los cambios),
o como lo dice Giroux (1988), “como intelectuales transformativos… para descubrir y excavar
aquellas formas de conocimientos históricos y subyugados que dan cuenta de la experiencia y el
sufrimiento del conflicto y la lucha colectiva; … vincular la noción de la comprensión histórica
con elementos de crítica y esperanza” (p. 213). Los investigadores transformacionales
demuestran un “liderazgo transformacional” (Burns, 1978).
Columna 4: Constructivismo
Habiendo observado brevemente las posiciones que los partidarios de cada paradigma
tomarían respecto a las tres preguntas definitorias de los paradigmas, es útil observar
transversalmente las filas para comparar y contrastar estas posiciones entre los diversos
paradigmas.
Semana 2 – IC 16
1. la posición del positivismo del realismo ingenuo que supone una realidad externa
objetiva, con la cual la investigación puede converger, hasta:
2. la posición del realismo crítico del postpositivismo, que todavía presupone una realidad
objetiva pero concede que puede aprehenderse sólo imperfecta y probabilisticamente,
hasta:
3. el realismo histórico de la teoría crítica, que presupone una realidad aprehensible
consistente en estructuras situadas históricamente que, por la ausencia de comprensión,
son tan limitantes y constrictivas, como si fuesen reales, hasta:
4. el relativismo del constructivismo, que presupone realidades sociales múltiples
aprehensibles, y a veces conflictivas, que son los productos del intelecto humano, pero
que pueden cambiar a medida que sus constructures se vuelven más informado y
sofisticados.
Son sus posiciones epistemológicas las que más diferencian la teoría crítica y el
constructivismo de los otros dos paradigmas.
Las diferencias entre las presuposiciones de los paradigmas no pueden descartase como
meras diferencias “filosóficas”; implícita o explícitamente estas posiciones tienen importantes
consecuencias para la conducción practica de la investigación, así como para la interpretación
de los hallazgos y para la formulación de políticas. Hemos elegido examinar estas consecuencias
respecto a diez problemas notables.
Las entradas en la Tabla 2, que consisten en cuatro columnas que corresponden a los
cuatro paradigmas y en diez filas que corresponden a los diez problemas, resumen nuestra
interpretación de las implicaciones principales. El lector observará que los primeros cuatro
problemas (meta de la investigación, naturaleza del conocimiento, acumulación del
conocimiento y criterios de calidad) están entre aquellos considerados especialmente
importantes por los positivistas y los postpositivistas; son por tanto los problemas respecto a los
cuales los paradigmas alternativos son atacados con más frecuencia. El quinto y el sexto (valores
y ética) son problemas tomados en serio por todos los paradigmas, aunque las respuestas
convencionales y las no convencionales son bastante diferentes. Finalmente, los últimos cuatro
problemas (voz, formación, acomodación y hegemonía) son aquellos que son considerados
especialmente importantes por los partidarios alternativos; representan áreas en las cuales la
visión oficial es considerada particularmente vulnerable. Las entradas en la Tabla se basan sólo
en parte en posiciones públicas, ya que no todos los problemas han sido abordados por los
partidarios de todos los paradigmas. En algunos casos, por tanto, hemos proporcionado
entradas que creemos siguen lógicamente las posturas básicas metafísicas (ontológicas,
epistemológicas y metodológicas) de los paradigmas.
En efecto, aún en lo que concierne a los problemas en los cuáles las entradas en estas
dos columnas son diferentes, las diferencias parecen ser menores. En contraste, se observará
que las diferencias encontradas entre estos dos paradigmas y la teoría crítica y el paradigma
constructivista son mayores, y que tienden también a diferir ente sí.
Semana 2 – IC 18
Hemos formulado los problemas como las preguntas siguientes: Fila 1: ¿Cuál es la meta
o el propósito de la investigación? Positivismo y postpositivismo. Para estos dos paradigmas, la
meta de la investigación es la explicación (von Wright,1971), que en últimas permite la
predicción y el control de los fenómenos, sean éstos físicos o humanos. Como Hesse (1980) lo
ha propuesto, el criterio último del progreso en estos paradigmas consiste en que la capacidad
de los “científicos” para predecir y controlar debe aumentar con el paso del tiempo. Se atribuye
al investigador el papel de “experto”, una situación que parece conferir un privilegio especial,
quizá incluso inmerecido, al investigador.
Constructivismo. El criterio del progreso estriba en que, con el paso del tiempo, todos formulen
construcciones más informadas y sofisticadas y se vuelvan más conscientes del contenido y
significado de las construcciones competidoras. Al investigador se le atribuye el papel de
participante y facilitador en este proceso, una posición que algunos han criticado argumentando
que amplía el papel del investigador más allá de lo que puede razonablemente esperarse
respecto a su pericia y competencia (Carr y Kemmis, 1986).
revisión continua, y los cambios son más probables cuando construcciones relativamente
diferentes son yuxtapuestas en un contexto dialéctico.
Teoría crítica. La generalización puede tener lugar cuando la mezcla de circunstancias y valores
sociales, políticos, culturales, económicos, étnicos, y de género es semejante a través de los
contextos.
Fila 4: ¿Cuáles son los criterios para evaluar la bondad o calidad de una investigación?
Positivismo y postpositivismo. Los criterios consisten en las pautas convencionales del “rigor”:
validez interna (isomorfismo de los hallazgos con la realidad), validez externa
(generalizabilidad), confiabilidad (en el sentido de estabilidad), y objetividad (observador
neutral a una distancia).
Teoría crítica y constructivismo. En ambos de estos paradigmas, los valores ocupan un lugar
destacado; son considerados como ineluctables en la modelación (en el caso del
constructivismo, en la creación) de la investigación. El constructivismo, que considera al
investigador como coordinador y facilitador del proceso de investigación, tiende a enfatizar este
punto más que la teoría crítica, que tiende a atribuir un papel más de autoridad al investigador.
Teoría crítica. La ética está mucho más cerca de ser intrínseca en este paradigma, como lo dejan
ver el intento de disminuir la ignorancia y los malentendidos, y de tomar plenamente en cuenta
los valores y el contexto histórico en el proceso de investigación.
Fila 7: ¿Qué “voz” es expresada en las actividades del investigador, especialmente en las que
buscan cambios?
Positivismo y postpositivismo.
Teoría crítica. El cambio es propiciado a medida que los individuos desarrollan intelecciones
más profundas respecto al estado de cosas existente (la naturaleza y el grado de su explotación)
y son estimulados a actuar sobre él.
Constructivismo.
Semana 2 – IC 21
Fila 8: ¿Cuáles son las implicaciones de cada paradigma para la formación de los investigadores
novatos?
Postpositivismo. Los novatos son entrenados de modo paralelo al modo positivista, pero se
agregan los métodos cualitativos, a menudo con el propósito de mejorar los problemas
descritos en los párrafos introductorios de este capítulo.
Teoría crítica y constructivismo. Los estudiantes deben llegar a comprender las diferencias de
paradigma (resumidas en la Tabla 1) y, en ese contexto, dominar tanto los métodos cualitativos
como los cuantitativos. Los primeros son esenciales debido a lsu papel en las metodologías
dialógica/dialéctica o hermenéutica/dialéctica; los segundos porque también pueden
desempeñar un papel informacional útil en todos los paradigmas.
Fila 9: ¿Son estos paradigmas necesariamente conflictivos? ¿Es posible acomadar estas visiones
divergentes dentro de un único marco conceptual?
Teoría crítica y constructivismo. Los defensores de estos dos paradigmas están de acuerdo en
afirmar la inconmensurabilidad básica de los paradigmas (aunque estarían de acuerdo en que el
positivismo y el postpositivismo son conmensurables, y probablemente estarían de acuerdo en
que la teoría crítica y el constructivismo son conmensurables). Se piensa que las creencias
básicas de estos paradigmas son esencialmente contradictorias. Para los teóricos críticos y los
constructivistas, o bien la investigación está libre de valores o no lo está; de nuevo, una
acomodación lógica parece imposible.
Fila 10: ¿Cuál de los paradigmas ejerce una hegemonía sobre los demás? Es decir, ¿cuál es el que
tiene una influencia predominante?
Semana 2 – IC 22
Teoría crítica y constructivismo: Los defensores de la teoría crítica y del constructivismo aún
están en búsqueda de reconocimiento y de mecanismos de difusión.
Conclusión
EL YO SATURADO – CAPITULO 4
KENNETH GERGER
CAPÍTULO 4
Esta revolución académica también es un cambio cultural y hay que encontrar el nexo
entre la colonización del yo y la defunción de la objetividad. ¿Cómo es que la saturación social
de nuestra existencia personal conduce a esta quiebra de nuestro sentido de la realidad
objetiva?
Semana 2 – IC 23
En nuestro interior, todas las voces que tenemos no siempre armonizan. ¿Qué
consecuencias tiene esta colonización múltiple del yo?
La saturación social nos pone frente a frente con las discrepancias que sostenemos
acerca de la naturaleza de las cosas. El Yo propio es colonizado por el ajeno, con la consecuencia
que se van creciendo un cúmulo de dudas de la objetividad de cualquier postura que se
sostenga.
Uno se da cuenta de que el monumento que se había levantado a la objetividad tal vez
fuera hueco.
La tecnología de la saturación social tiene mucho que ver con esta erosión de la
confianza pública en dos sentidos:
1. La expansión de las perspectivas viables desde los diversos campos de estudio. A medida
que se facilitaban los viajes, proliferaron las sociedades y asociaciones de eruditos.
Mientras la asociación fue limitada, el acuerdo era necesario para alcanzar un sentido de
objetividad, pero con los viajes, la publicación masiva en revistas, internet…la cohesión
se hace insostenible.
2. Que se haga oír toda una gama de voces nuevas que se atreven a cuestionar las antiguas
verdades institucionalizadas.
Semana 2 – IC 24
Perspectiva modernista→ Pero hay que tener en cuenta la estructura del conocimiento
en el carácter Modernista ya que contribuyó mucho a generar la competencia entre verdades
antagónicas.
Des de esta perspectiva, el mundo está compuesto por diferentes “variedades naturales”
y cada una merece ser estudiada a parte. Y si cada variedad de cosas requiere una modalidad de
estudio, se están sentando las bases para una serie de subdisciplinas autónomas.
Estaban echados los cimientos para poner en tela de juicio esa forma de inteligibilidad
modernista que había generado el caos de voces discordantes. Se volvió vulnerable la propia
premisa de que existen variedades naturales.
La primera insinuación dela fallo de la verdad objetiva→ fue durante el propio período
modernista.
No existe la unidad básica de materia que pueda ser observada con independencia de
quienes efectúan la observación = Sujeto y Objeto están estrechamente ligados.
Más bien, lo que sucede es que los científicos más importantes de una época se adhieren
a una particular perspectiva del mundo = PARADIGMA
Los científicos que no comparten este paradigma = producen hallazgos anómalos, que ni
ratifican ni rectifican el Paradigma existente, simplemente son irrelevantes al respecto.
En algún momento, ese grupo marginal de científicos desarrolla otra manera de concebir
el mundo y, entonces, sus hallazgos cobran sentido.
Los medios con los cuales Galileo demostró la “verdad” de sus afirmaciones eran
novedosos en la época; la fuerza de sus argumentaciones dependía en gran parte de la
información recogida a través del telescopio. ¿Sobre qué base iban a considerarse fidedignos
esos datos? ¿Acaso no pueden hacerse de ellos miles de interpretaciones diferentes?
Galileo debió formular muchos supuestos que no estaba en condiciones de probar sobre
el tipo de información que le brindaba el telescopio. Había que adherirse a numerosas premisas
injustificadas para que los datos que brindaba el telescopio pudieran “computarse” a favor o en
contra de la posición de Galileo.
Por consiguiente, las “pruebas positivas” dependen del paradigma en el que se esté
inmerso.
Khun= Sostuvo que aquello que se tiene por un hecho depende de la perspectiva propia
de cada cual. Asestó un duro golpe al modernismo, el cual avalaba la idea de que los hechos del
mundo están esencialmente allí fuera para ser estudiados y que existen independientemente
de los observadores.
Hay que atribuir estas decisiones a diversos procesos sociales. Los científicos existen
dentro de una comunidad y, lo que se entiende por “la verdad” en cada una de esas
comunidades depende de factores sociales como el Poder, la Negociación social y el Prestigio.
Latour y Woolgar terminaron por sostener que lo que cuenta como verdad objetiva
no es el resultado de someter racionalmente ciertas hipótesis a una prueba empírica, sino que
surge de una red de acuerdos sociales.
El éxito de una tecnología no tiene nada que ver con la verdad de las elucidaciones
científicas que se aplican en su nombre, Una “vacuna eficaz” no vuelve objetivamente
verdaderos a términos como “virus” o “vacuna”.
Reclamar una posición superior sobre la base de la exactitud real es falaz, ya que las
elucidaciones sobre “la conformación del mundo” no derivan de la naturaleza sino de la
aplicación de una perspectiva socialmente compartida.
Surge así una nueva generación de incómodos interrogantes; ¿cómo describir al yo fuera
de una perspectiva cualquiera?
EL SABIO DEMAGOGO
El sistema educativo está, pues al servicio de los intereses de la élite del poder vigente.
Esta situación no genera problemas en tanto una cultura presente valores y definiciones
de la realidad homogéneos, pero cuando crece el número de personas que dejan oír su voz, las
pretensiones de conocimiento y el derecho al poder se vuelven discutibles.
Semana 2 – IC 27
Si nuestros discursos no derivan de los hechos sino que una vez adoptados crean el
“mundo fáctico”, parece oportuna una mirada crítica a estos discursos. Al sustentar diversas
estructuras de poder y privilegios, marginan y oprimen a muchos.
Cuando los científicos entran en su laboratorio para establece cuál es la “naturaleza del
hombre”, introducen estos recursos y los usan para interpretar sus descubrimientos, con el
resultado de que santifican una ideología potencialmente perniciosa para el futuro.
“Las verdades son ilusiones, aunque hayamos olvidado que lo son” Nietzsche
Semana 2 – IC 28
Desde la Grecia clásica, los seres humanos se han adjudicado en Occidente ciertos
procesos internos o psicológicos de pensamiento = Cognición.
1. Suponemos que hay una diferencia entre el mundo real u objetivo y el mental, o sea,
entre lo objetivo y lo subjetivo.
2. Se cree que cuando alguien habla o escribe, sus palabras son expresiones externas de
sus pensamientos internos, de lo que, según cree o sabe, “es la cuestión”. Solemos
afirmas que se dice lo que se piensa
3. Presumimos que esas expresiones de nuestro pensamiento (o sea, las palabras) pueden
suministrarnos guías o imágenes apropiadas sobre el mundo tal cual es.
Pero esta visión tradicional del sujeto ya no resulta viable. Es difícil dar sentido a la
distinción entre los planos externo e interno de la realidad, Como consecuencia, se pone en
duda la premisa de que el conocimiento del mundo externo es una apropiación de las mentes
individuales y de que las palabras actúan como la expresión de externa del mundo interno.
La distinción entre el mundo real y el mundo percibido nos parece evidente pero…¿lo
es?
Los filósofos nunca fueron capaces de justificar la distinción entre el mundo real y el
mundo percibido, ni la existencia de un mundo real independiente de la experiencia.
Hay un interrogante más escéptico: ¿porqué partimos de la base de que hay un mundo
real y una experimentado?
Wittgenstein → Las palabras no son planos de la realidad, sino que cobran significado a
través de su uso en el intercambio social. Cobran sentido por la forma en que se los emplea en
la vida social, términos como percepción, memoria o pensamiento.
Lo mismo ocurre con el concepto del yo individual. Si no tiene sentido preguntarse con
seriedad como comprende la mente la realidad externa, ¿porqué tratar con honores la
distinción entre sujeto y objeto?
Ante estas críticas→ ya no es sostenible el supuesto de que las mentes de los individuos
operan como espejos de la realidad externa.
Pero la premisa de que la gente expresa lo que piensa = es básica en la vida cultural de
Occidente. Comprender las palabras ajenas equivale a acceder a su mente o conciencia. Cuando
interpretamos correctamente las palabras de otro, captamos su “intención” o “lo que quiere
decir”.
Teórico alemán Hans-Geog Gadamer dice que la gente aborda un texto (o cualquier
expresión verbal) con la estructura previa de comprensiones que constituyen la base de su
interpretación.
Pero esta estructura previa puede sufrir cambios a lo largo del tiempo.
Son más complicadas aun las cuestiones sobre la interpretación correcta. Stanley Fish
(teórico en literatura) Dice que hoy en día tenemos muchos marcos de referencia
interpretativa para elegir y que cada uno de ellos es validada a través de una particular
comunidad de interpretación =grupo de individuos que llegan a compartir ciertas premisas
sobre la lectura adecuada de un texto.
Cada lector se acerca a un libro con ciertos estilos interpretativos propios que
permanecen intactos y que reflejan la comunidad o comunidades a las cuales pertenece. La
forma de interpretar un libro depende de de dichos estilos.
Esto implica que todas las lecturas de un texto o poema son igualmente válidas como
interpretaciones del “verdadero” significado. Aún poseemos números convenciones que nos
llevan a hablar de la superioridad de una interpretación respecto a al otra (atractivo estético,
transcendencia, originalidad…) pero ya no son aplicables los criterios de exactitud tradicionales.
Si las palabras son interpretadas según comprensiones de origen diferente, ¿qué valor
tiene hablar de la intención del autor, su significado o su subjetividad.
Para expresar lo que desea expresar, uno debe usar el lenguaje común, y al comunicarlo,
a los demás no les queda otra opción que interpretarlo en función de las convenciones locales o
de lo que dicta el sentido común.
Fundamento del Individualismo occidental → es la idea que dice que detrás de las
palabras hay una mente singular, alguien concreto, puede remontarse a los s. XVII y XVIII. Antes
de esa época circulaban muchos escritos cuya paternidad nadie reclamaba.
Semana 2 – IC 31
Si la elección lingüística que hace cada cual no está determinada por los perfiles de “el
mundo tal cual es”, el lenguaje no podrá “reflejar” o trazar un “estado” de “la cuestión”.
Pero así, se habían sentado las bases para que la búsqueda modernista se viniera a
pique, porque al desarrollarse la teoría literaria según los alineamientos modernistas→ se llegó
a la conclusión de que tb el lenguaje era una “cosa en sí”. No es un simulacro de la realidad o
un espejo. Opera según una lógica interna que le es inherente, sobre sus propias convenciones
Por eso, no se puede afirmar que las demás disciplinas usen sus respectivos lenguajes como
vehículo de la verdad. Los lenguajes no son vehículo de nada que no sean ellos mismos.
Deconstruccioni
smo Movimiento que influyó en numerosas investigaciones propiciado
por el teórico francés Derrida
Este sistema del lenguaje preexiste al individuo y está siempre listo para su uso social.
Entonces, cualquier cosa que se diga sobre el mundo o el yo tiene que ser entrecomillada.
Desde esta perspectiva, las palabras pierden su facultad de describir las cosas como son
o de capturar las esencias. Para muchos estudiosos, esta perspectiva insta al intento de
desmoronamiento o deconstrucción de los textos. Al hacer esta deconstrucción se ve que
extraen su sentido a través de ejercicios de diferencia y referencia.
En los escritos Deconstruccionistas→ hay un mensaje más sutil y de más largo alcance
que concierne a la perdurabilidad del yo. Estos análisis borran al objeto de un texto pero
también a su autor en 2 sentidos, es decir, tiran por tierra el supuesto de un Yo esencial:
Deconstrucción afecta a todos los términos que parecen describir la esencia de la mente
(porque se hace a través de diferencia y referencia y nunca se localiza el “objeto real”)
La gente no verbaliza su experiencia, más bien hay que decir que sin las formas del
lenguaje no se podría afirmar que se tenga experiencia alguna. Porque el lenguaje es un
sistema en sí, una forma cultural que existe gracias a una colectividad preexistente. Los
individuos ganan su condición de Yoes adoptando una posición dentro de una forma
lingüística preexistente.
CONCLUSIÓN