Pensé que, en realidad, la tragedia de Soames era una tra
sin sentido,
Hasta altas horas de aquella noche estuve i
pasando a maquina
articulo aparecido en el ejemplar de Didi
ancl pare pI logos que Soames me
Cuando terming, arrojé la revista al fuego. Se consumié
gremente en pocos segundos.
ing lt tanscripci6n he guardado absolut fidelidad al “oi
ginal”.
GUADALUPE DUENAS
(CARTA A UNA APRENDIZ DE CUENTOS*
Querida amiga:
Me pregunta usted qué es un cuento y tengo la mejor voluntad de
contestarle; es més, creo que ha dado con el cuerno de la abundan-
cia, con la fuente, con el Wall Street, de esa riqueza. Mucho se
habla del cuento y todos identificamos el género. Mire usted, en el
diccionario leemos “Relato de un suceso”, jNada més hilarante!, y
ailade “Fabula 0 conseja” jqué despropésito! Bueno, iparece que
Ja Real Academia no sabe qué es un cuento! Y, amiga, sino lo sabe la
Academia... Pero veamos: un cuento... por ejemplo:
Habfa una vez en una ciudad (si usted prefiere algin epiteto
jams lo use, de seguro es inadecuado) de las llamadas cosmopoli-
tas, casi en los suburbios (atienda usted al nivel social que connota
la ubicacién). Tache usted ahora habfa una vez y empiece en: En
* Guadalupe Duetias: “Carta 2 una aprendiz de cuentos” en No moriré del
todo, México, Joaquin Mortiz, Serie det Volador, 1976, pp. 11-19,