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Claudia Abarca Elizondo 2 de octubre de 2018

Reporte de documental "My Beautiful Broken Brain"

Este documental relata sobre como a una chica de 34 años de edad llamada Lotje
Sodderland, tiene un giro muy grande en su vida, la cual cambio para siempre por
un evento traumático.

Lotge Sodderland, salió con sus amigos una noche a ver fuegos artificiales, se
acostó al llegar a casa, pero se despertó con un terrible dolor de cabeza. Se
encontraba confundida ya que apenas podía moverse, no podía controlar su
cuerpo ni su pensamiento, lo único que podía sentir era dolor y mucho miedo. Ella
necesitaba pedir ayuda pero no podía hablar, alcanzar un teléfono o ponerse de
pie. Como pudo Lotge salió de su casa y llegó hasta un hotel, no sabía lo que
estaba sucediendo y terminó por perder el conocimiento. Fue encontrada
inconsciente en un cuarto de baño del hotel e inmediatamente experimentó el
tener una cirugía cerebral de emergencia.

Permaneció inconsciente durante dos días y al momento de despertar descubrió


algo inusual en ella, notó que su discurso era incomprensible, su sonido y su
visión estaban distorsionados, y la mitad de su visión periférica estaba llena de
aterradoras alucinaciones. Como medio de protección correctiva, ella comenzó a
documentar su vida rápidamente cambiante con su iPhone, y poco después le
pidió a la cineasta Sophie Robinson para ayudar a documentar su recuperación;
utilizando mucho material de archivo de sus videos personales en su iPhone, así
como efectos visuales especiales, para registrar su progreso, incluyendo su
admisión durante tres meses a una sala de neurorehabilitación, la matriculación en
un estudio de investigación utilizando la estimulación magnetica transcraneal para
ayudar a la recuperación post-ictus, el restablecimiento de un ataque de gran mal
y, más tarde, el primer día festivo extranjero de Sodderland en Francia.

Al tomar la decisión de comenzar a grabar su "nueva vida", Lotje mediante su


documental nos muestra una visión de cómo ella se siente acerca de su lugar
alterado en el mundo a través de la interfaz de su "nuevo cerebro", así como a
través de las opiniones objetivas de los más cercanos a ella, siendo estos su
familia y sus amigos.

Su hermano, Jan, y otros amigos proporcionan una visión de la persona que fue
antes Lotje, era brillante, enérgica, muy sociable y muy buena en la multitarea. Era
una lectora apasionada y una experta comunicadora. Asi es como vemos el
cambio documentado que se da en todos estos aspectos de su persona que la
hacen tan privada en las semanas inmediatas después de su accidente.

Lotje quiere volver a hablar con fluidez, leer, escribir y para tanto se somete a
todos los tratamientos o intervenciones disponibles. Lo que ella quiere, en fin, es
Claudia Abarca Elizondo 2 de octubre de 2018

volver a la vida de antes. Pero como va a descubrir poco a poco, no hay retorno
en la vida, ni en casos como ese ni en ningún otro caso. De la misma manera,
Lodje poco a poco percibirá que la vida que tenía antes no volverá, pero también
se dará cuenta que no es necesariamente malo, o por lo menos, no la tragedia
que pareció en un primer momento. En esta nueva vida ciertamente algunas cosas
se perdieron o, como mínimo, quedaron sacudidas, pero más allá de este lado
negativo, hay también la emergencia de una nueva forma de ver y entender el
mundo.

Todo el proceso de rehabilitación de Lotje puede ser considerado como un


esfuerzo de transfrontar su cerebro de forma que ella pueda adquirir o readquirir
las habilidades de comunicación perdidas o comprometidas. Ciertamente, la
regeneración completa de tales habilidades no es la regla, especialmente cuando
una gran parte del cerebro quedó comprometida, pero una regeneración amplia,
aunque parcial, es extremadamente posible, como de hecho ocurrió con Lotje, que
poco a poco fue retomando su fluidez verbal, su capacidad de leer y escribir (no
como antes del derrame, claro, pero mucho mejor que luego).

En este proceso de rehabilitación vemos el surgimiento de una nueva Lotje, con


una nueva forma de ver y encarar la vida. Seguramente Lotje no definiría su
hemorragia cerebral como una bendición disfrazada, pero ella ha enfrentado su
nueva realidad por todo lo que es realmente: una realidad llena de cambios de
colores radiantes, un aumento de la percepción auditiva, y alucinaciones
periféricas salvajes con las cuales se vio reflejado una modificación en su
capacidad de comprensión.

Al descubrir inicialmente estas alteraciones a su percepción, ella se sintió como si


encarnara el sentimiento de miedo en sí, pero con el tiempo las cosas mejoraron.
Lo que en un principio percibía como una sobrecarga revuelta de la aterradora
entrada sensorial se convirtió en una hermosa nueva normalidad en la que se ha
vuelto a aprender a prosperar en su interior.

Con este documental se puede comprender que cuando una persona sufre un
evento médico traumático que altera no sólo su percepción del mundo, sino su
memoria y la forma en que su mente procesa la información, puede cambiar casi
todos los aspectos de su existencia, incluyendo la manera en que uno se ve a sí
mismo. Y el apoyo de las redes sociales es tan importante, así como se mostró
que cada uno de estos (sus familiares y amigos) le ofrecieron su tiempo y
atención, asegurándose de que pudiera concentrarse en su bienestar en lugar de
simplemente mantenerse con vida. En sus momentos de miedo y duda, estaban
ahí para tranquilizarla de que las cosas mejorarían. Y sin ellos, el camino de Lotje
hacia la recuperación podría haber tenido un aspecto bastante diferente.

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