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08/ 08/ 2004
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Citar Lexis Nº 60003355
Tribunal:
Corte Sup.
Fecha:
15/04/1986
Partes:
Tellez, María E. v. Bagala S.A.
Publicado:
JA 1986II189. Fallos 308:552.
RECURSO EXTRAORDINARIO Tribunal superior de la causa Supuestos
particulares Nuevas pautas jurisprudenciales Caso "Strada" Inteligencia atribuible a
la expresión "tribunales superiores de provincia" Ámbito de aplicación temporal
Apelaciones extraordinarias federales dirigidas contra sentencias notificadas con
posterioridad a ese precedente
OPINIÓN DEL PROCURADOR FISCAL. Considerando: contra la sentencia del
Tribunal del Trabajo n. 2 de la ciudad de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires (fs.
88/97), que en lo que aquí interesa rechazó el reclamo indemnizatorio por despido, la
actora interpuso recurso extraordinario (fs. 102/103), cuyo traslado de ley fue contestado
(fs. 112/115), siendo finalmente concedido por el inferior (fs. 116).
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I. En el sub examine el tribunal a quo para así resolver, tuvo por probado que la
demandante prestó servicios bajo relación de dependencia de la accionada desde el
1/1/1983 al 31/8/1983 distribuyendo productos gastronómicos entre el personal de Gas
del Estado, empresa con la cual la empleadora celebró un convenio de provisión de
refrigerios por seis meses, con opción de prórroga de dos meses más, la que se hizo
efectiva por la repartición estatal, con lo cual, la atención de las apuntadas tareas se
cumplió hasta el 31/8/1983.
En cuanto al tipo de contratación y la forma en que se extinguiera la relación laboral, el
inferior, luego de ponderar la prueba producida, y en particular los contratos por tiempo
determinado (fs. 27 y 29), coincidentes en el período abarcado 180 y 60 días con el que
conviniera la empleadora para la prestación del servicio de refrigerio al personal de Gas
del Estado, aplicó el art. 90 LCT. declarando que el vínculo laboral temporario quedó
concluido por expiración del plazo libremente pactado entre las partes, en los contratos de
marras.
También tuvo a la accionada por cumplida con la exigencia de notificación del preaviso,
según nota obrante en las actuaciones (fs. 32).
II. En el remedio federal se tacha la sentencia de arbitraria, ya que, según la recurrente,
ignoró el párr. final del art. 90 LCT. que sanciona con la nulidad a los contratos
sucesivos por plazo determinado, y por lo demás, también valoró inadecuadamente la
prueba, desde que, cuando comenzó a trabajar para la demandada no existió ninguna
convención escrita y consiguientemente la relación laboral nació como un típico contrato
de trabajo por tiempo indeterminado.
III. Anticipo mi opinión en el sentido de que los agravios traídos, a la consideración de
esta instancia no deben prosperar.
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Ello así, desde que es tradicional y reiterada doctrina de V.E. que las cuestiones entre
empleados y empleadores, que atañen a derechos que emanan a la relación laboral, y
debatidos ante los tribunales del fuero respectivo, no dan lugar, por ser extremos de
hecho, prueba y derecho común procesal, a la vía del art. 14 ley 48 (Fallos 251:18 ;
268:38 ; 297:117 y 332; 300:466 , entre otros).
Debo destacar que la recurrente tampoco se ha hecho cargo eficazmente de los
argumentos brindados por el inferior para encuadrar la relación laboral en el contrato de
plazo fijo, cuando éste señaló, que las dos condiciones exigidas por el art. 90 LCT. son:
"a) Fijación en forma expresa y por escrito del tiempo de su duración: y b) que las
modalidades de la tarea o de la actividad razonablemente apreciadas, así lo justifiquen.
En autos y mediante los contratos glosados a fs. 27 y 29 se ha dado cumplimiento a lo
estipulado en el ap. a. En cuanto a la motivación objetiva para contratar a término, ella
resulta debidamente justificada con la concesión que convino la empleadora con la
empresa estatal y que ilustran los instrumentos de fs. 28 y 30 respectivamente. Además,
entiendo que la prórroga de sesenta días (ver fs. 29), de manera alguna excede los
requisitos del ap. b del art. 90 LCT."
Por lo demás, en cuanto al tópico referido a la fecha de celebración de los contratos, la
sola afirmación de la actora de que fueron suscriptos en oportunidad distinta de la que
indica su texto, no corroborada por constancia alguna de la casa, no sustenta la rotunda
afirmación formulada en el remedio federal, en el sentido de que, se habría "demostrado
en autos que el contrato de trabajo no se firmó el día 1/1/1983..." (fs. 102 vta.).
IV. Opino, por tanto, que debe declararse mal concedido el recurso extraordinario. José
O. Casas.
Buenos Aires, abril 15 de 1986. Considerando: 1) Que contra la sentencia del Tribunal
de Trabajo n. 2 de Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, que rechazó el reclamo de
indemnización por despido, la actora interpuso recurso extraordinario, que fue concedido.
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2) Que, ante todo, corresponde advertir que no es aplicable en el sub examine la doctrina
enunciada por el tribunal, in re causa S.168 XX, "Strada, Juan L. v. ocupantes del
perímetro ubicado entre las calles Dean Funes, Saavedra, Barra y Cullen" (sent. del 8
del corriente).
En efecto, como fue puntualizado en tal oportunidad, constituyó un cometido central de
ese fallo esclarecer el interrogante originado en torno de la inteligencia que debía
atribuirse a la expresión "tribunales superiores de provincia", contenida en el art. 14 ley
48. Tal propósito reconoció como motivo, según también se expuso, el estado de la
jurisprudencia que se había ido elaborando al respecto, y tendió al afianzamiento de la
seguridad jurídica, y a evitar situaciones potencialmente frustratorias, de derechos
constitucionales, máxime si las formas a que deben ajustarse los procesos han de ser
sopesadas en relación con el fin último a que éstos se enderezan, o sea, contribuir a la
más efectiva realización del derecho (consid. 3).
Empero, no escapa al juicio del tribunal, que la aplicación en el tiempo de los nuevos
criterios asentados, ha de ser presidida por una especial prudencia con el objeto de que
los logros propuestos no se vean malogrados en ese trance.
En mérito de ello, es necesario fijar la "línea divisoria" que bosquejaba Benjamín N.
Cardozo, para el obrar de la nueva jurisprudencia, apoyándola en razones de
conveniencia, de utilidad y en los más hondos sentimientos de justicia (Cardozo,
Benjamín N., "The nature of the judicial process", 1937, Universidad de Yale, p. 148 y
ss.).
Tal necesidad entraña, a su vez, la de fijar el preciso momento en que dicho cambio
comience a operar (Roubier, Paul, "Les conflits de lois dans le temps. Recueil Sirey", t. 1,
1929, París, ps. 27 y 28).
En este sentido, se exhiben como puntos de referencia orientadores, las reflexiones
formuladas por la Corte Suprema en casos vinculados con el tema en estudio.
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El seguimiento de ellas conduce a afirmar, primeramente, que no puede soslayarse la
situación a la que se verían reducidos los litigantes que apelaron por el art. 14 cit. con
anterioridad a que se consagrase la doctrina del caso "Strada" , y a quienes, la actuación
de ésta llevaría a verse impedidos de obtener la revisión de sentencias que, a su entender,
irrogan agravios de naturaleza constitucional. En efecto, la aplicación inmediata de dicha
doctrina impediría la apertura de la instancia extraordinaria, en un momento en el que el
acceso ante los tribunales provinciales se encontraría clausurado por preclusión de la
etapa pertinente. El descripto mutatis mutandi, no es un supuesto ajeno al examinado en
el pronunciamiento que se registra en Fallos 281:95 , según el cual no cabía reconocer
carácter operativo a la ley 18499 , pues, de lo contrario, se hubiese producido la pérdida
de la vía de impugnación ya empleada y que esa norma sustituía por otra, cuando
tampoco era factible la utilización de la instituida por ésta.
De tal suerte es apropiado, en segundo término, reiterar el rumbo trazado por el tribunal,
de acuerdo con el cual, dada la naturaleza de la materia de que se trata, la autoridad
institucional del precedente "Strada" , deberá comenzar a regir para el futuro (Fallos
293:531 , consid. 9).
Como consecuencia de estos desarrollos, corresponde declarar que las nuevas pautas
jurisprudenciales contenidas in re "Strada" , sólo habrán de ser puestas en juego respecto
de las apelaciones extraordinarias federales dirigidas contra sentencias notificadas con
posterioridad a ese precedente.
3) Que, en cuanto al fondo del asunto, a juicio de esta Corte no se advierte un caso de
arbitrariedad que justifique su intervención en puntos que, según el art. 14 ley 1863
citada, no son de su competencia extraordinaria.
Por ello, y lo dictaminado por el procurador fiscal, se declara improcedente el recurso
extraordinario. Augusto C. Belluscio. Carlos S. Fayt. Enrique S. Petracchi. Jorge A.
Bacqué.
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RECURSO EXTRAORDINARIO AR_JA004 JJTextoCompleto CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA NACIÓN