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LA CALIDAD EN MÉXICO.

La preocupación por la tarea de gobernar y más concretamente por gobernar, se


ha constituido en un verdadero reto en estos tiempos. Decretar un buen gobierno
en el país de México, más funcional y efectivo, es una preocupación que se
plantea hoy en día con insistencia desde los diversos sectores políticos y sociales.
En este sentido y desde un punto de vista institucional, se trata de ya no
solamente de fortalecer la democracia, sino dotarla de instrumentos de calidad
para garantizar la atención de las necesidades ciudadanas y la resolución de los
conflictos propios de la convivencia social.

La función de gobernar obliga a emplear cada vez con mayor frecuencia modelos
de gestión novedosos, que permitan imprimir mayor racionalidad y eficacia a las
políticas públicas. Es el caso de la calidad y la excelencia, modelos importados del
sector privado hace casi ya dos décadas, que sin embargo, hasta ahora se han
estudiado muy poco, para lograr una institucionalización y adopción plena del
sector público. Al respecto, habría que reconocer que ha faltado continuidad y a
menudo su aplicación ha quedado sujeta al interés de los políticos en turno,
muchas veces inspirado en experiencias previas, dentro del sector privado, por lo
que también se han visto como una moda.

Es necesario señalar que cuando se aborda el tema de la calidad y excelencia en


la gestión pública de México, es inevitable referirse a los retos que están
enfrentando como país, estado y gobierno, instituciones que emplean la gestión
pública como instrumento en la interrelación con los ciudadanos. Bajo esta
prospectiva, la visión y el análisis de estos modelos, tradicionalmente visualizados
desde la gestión privada, adquiere una dimensión pública y a partir de ahí, tiene
que vincularse a nuevos conceptos y categorías, pasando a formar parte de una
disciplina en plena construcción como es la nueva gestión pública.

La mayor complejidad social y política, ha obligado a los gobiernos del país a


buscar nuevas herramientas para conseguir sus objetivos y realizar eficazmente
sus tareas. Por ello se han implementado tecnologías y sistemas de operación,
para reactivar una maquinaria inconsciente, que requiere ofrecer respuestas
innovadoras, ante una ciudadanía cada vez más demandante de servicios con
calidad y eficiencia; es así como se ha venido articulando un nuevo modelo que se
ha dado a llamar “nueva gestión pública”, cuya implementación exige asumir una
serie de principios que implican una forma diferente de visualizar la gestión
gubernamental.

La nueva gestión pública constituye un modelo de la operación que se ha


integrado con tecnologías del sector privado, adaptándolas a las nuevas
condiciones del sector público para responder a un nuevo contexto de gobiernos
abiertos, más dispersados, con mayor nivel y con menor control jerárquico, y que
requieren mecanismos de gestión más eficaces, instrumentos innovadores de
participación social, afinidad, transparencia y mayor rendición de cuentas.

El arranque de todo proceso de transición hacia la nueva gestión pública, se debe


de ubicar con el inicio de la ola de reformas económicas que buscan transformar
las relaciones entre estados, economía y sociedad, además que ingresar los
mercados internacionales. Como Brasil, Argentina, Chile, México, Colombia y
Venezuela, entre otros, a lo largo de los ochenta, se impulsaron programas de
ajuste estructural, a los que siguieron posteriormente otra serie de reformas
institucionales enfocada a modernización de las administraciones públicas.

Respecto al tema de calidad hay que destacar que, aunque la conceptualización


de los métodos y su tratamiento científico inicio en Estados Unidos, fueron los
japoneses los primeros en adoptarla como instrumento de gestión en diversos
productos y servicios, lo que le valió a Japón conquistar el liderazgo en
importantes sectores durante la segunda mitad del siglo XX.

Hay que resaltar que el concepto de calidad se desarrolló junto a la concepción de


las organizaciones modernas pasando por tres diferentes etapas que van de su
incorporación al proceso de producción mediante el control estadístico, a su
integración al proceso administrativo bajo el aseguramiento de la calidad, hasta su
concepción como un arma estratégica para alcanzar la competitividad entre las
organizaciones.
La consolidación de la calidad como estrategia competitiva, se ubica a partir de
1975, cuando los productos japoneses impactan en los mercados internacionales,
así surge un nuevo modelo de organización y nuevos paradigmas que se emplean
en la administración y la gerencia como: cultura corporativa, reingeniería de
procesos, aprendizaje organizacional y calidad total.

De esta forma el concepto de calidad se convierte en base de la actividad


empresarial, con el compromiso de los integrantes de la organización en la mejora
continua. Se desarrolla así la planeación estratégica para la calidad, con el fin de
que los productos respondan a los requerimientos del cliente; es decir el concepto
de calidad se considera primordial para la competitividad.

La convergencia de los modelos de nueva gestión pública y gestión de calidad se


produce precisamente en la búsqueda del mejoramiento de los procesos internos
para mejora de los productos y servicios, en l apertura de las estructuras
organizativas para atender las expectativas del cliente y el involucramiento de los
diferentes niveles de organización para hacer de la calidad un principio de gestión.
La introducción de la gestión de calidad total en las administraciones públicas es
una innovación de gestión que afecta necesariamente al modo de diseño de la
organización administrativa y a la filosofía misma de la gestión pública.

En México se han realizado, a lo largo de varios años, esfuerzos importantes para


incorporar la calidad en la gestión pública, tanto a partir de documentos
normativos, como desde diferentes instancias del gobierno federal, entidades
paraestatales, gobiernos estatales y locales. En el diagnóstico que se realizó en
1995 para impulsar la modernización de la gestión pública se destacaba: “Los
antecedentes relativos a la evolución de la administración pública, denotan
empeño y perseverancia para encontrar formas y mecanismos encaminados a
incrementar su eficacia y eficiencia sin dejar de reconocer los avances logrados,
es preciso estar conscientes del reto que significa ofrecer servicios públicos de
calidad a la sociedad”.
Bibliografía

Estrada, F. M. (enero-junio de 2013). Explanans, Vol. 2. Obtenido de La gestión de la calidad en


México: una reflexión crítica:
http://www.cusxxi.edu.mx/pdfs/explanans3/EXPLANANS_MAYADO_ESTRADA.pdf

Lorena Carrete, Sara Isabel López García, Andre Trujillo y Jorge Vera. (2011). Servir con calidad en
México. En Conclusión sobre el estudio de cinco sectores de servicio en México. Mexico D.F.:
LID Editorial Mexicana.

UANL. (2004). Obtenido de La gestión bajo una cultura de calidad en México: una verificación
empirica.: http://eprints.uanl.mx/12377/1/la%20gestion%20bajo%20una%20cultura
%20de%20calidad%20en%20mexico.pdf

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