You are on page 1of 4

El pH del suelo es considerado como una de las principales variables en los suelos, ya que

controla muchos procesos químicos que en este tienen lugar. Afecta específicamente la
disponibilidad de los nutrientes de las plantas, mediante el control de las formas químicas de
los nutrientes.

Suelos Ácidos. Los suelos ácidos se refieren aquellos que contienen un pH de valor inferior a
5,5 durante la mayor parte del año. Están asociados con un número de toxicidades (Aluminio)
y deficiencias (Molibdeno) y otras condiciones restringentes para las plantas.

Cuando el pH del medio de cultivo está entre 5.5 y 6.5 se produce una óptima absorción de
nutrientes por la mayor parte de las plantas cultivadas. ... La cantidad y la calidad de las
cosechas pueden verse afectadas tanto por un pH del medio de cultivo alto (suelos alcalinos)
como por un nivel bajo (suelos ácidos)

El pH es un elemento que condiciona enormemente un suelo. En función de él tendremos que


elegir las plantas que podemos cultivar ya que, aunque podamos corregir los niveles de acidez
o alcalinidad de un suelo aportando correcciones, a largo plazo la propia capacidad tampón del
suelo volverá a sus niveles iniciales de pH.

Nitrógeno

No tendremos ningún problema de disponibilidad de nitrógeno para nuestras plantas siempre


que el pH del suelo se encuentre entre 5,5 y 8.

Potasio

Si el pH del suelo es normal (cercano a 7), no existirá ningún problema de asimilación de


potasio. Pero si:

Fósforo

Tenemos varios comportamientos:

Si pH < 6,5: precipita con hierro y aluminio.

Si pH > 7,5: precipitará con el calcio.

Si pH >8,5: se solubiliza con sodio.

Calcio

El calcio es el elemento por excelencia en un suelo básico o alcalino. Una planta cultivada en
un suelo ácido es susceptible de tener problemas de carencia de calcio. Todo dependerá de los
niveles necesarios para su desarrollo.

Boro

Cuando el suelo tiende a pH alcalino, se presentan deficiencias de boro.


Molibdeno

Si el pH de un suelo es ácido, las plantas cultivadas en él son susceptibles de presentar


carencias de molibdeno.

Hierro, magnesio, cobre, cinc y aluminio

Todos estos elementos aumentan en solubilidad y disponibilidad para las plantas cuando el
suelo es ácido. A medida que el pH disminuye, aumenta su movilidad. Por lo tanto, un suelo
básico o alcalino es susceptible de presentar déficit en hierro, magnesio, cobre, cinc o
aluminio. Recordemos por ejemplo, la clorosis férrica (la más famosa de las carencias) por falta
de hierro y su corrección con dichos quelatos.

¿Cómo se puede medir el pH del suelo de las plantas?

Aunque a día de hoy es uno de los parámetros menos estudiados, se asume que si la planta no
está en su rango habitual de pH, puede sufrir la insuficiencia de un catión (elementos con
carga positiva) o anión (elementos con carga negativa).

Para el cual, si el pH de la planta es excesivamente ácido, se supone que puede indicar la


carencia de un elemento con carga positiva (calcio, magnesio, potasio, etc.). En cambio, si el
pH es alcalino o está por encima de su rango habitual, puede faltar algún anión (nitrato,
fósforo, azufre, etc.).

También, aunque menos estudiado aún, se dice que según la acidez o alcalinidad del pH, por
encima o por debajo de su rango habitual, puede tener más influencia el hecho de que pueda
verse afectado por una plaga o bien por una enfermedad, tal cual lo podemos ver en la
siguiente fotografía.

DISPONIBILIDAD DE NUTRIENTES EN
RELACIÓN CON EL PH DEL SUELO
Existen diversos factores que intervienen en la disposición de
nutrientes que el suelo puede aportar al desarrollo de los
organismos vegetales, uno de los mas importantes es el pH. Las
condiciones predominantes en este factor son: alcalinidad y
acidez. Cada una de estas condiciones presenta mayor
disponibilidad de cierto tipo de nutrientes, pero solo
abarcaremos aquellos que favorezcan al desarrollo y se
mencionaran los posibles riesgos ante la presencia de
compuestos a determinados valores de pH.
pH Alcalino.

La absorción de iones de amonio ocurre más rápidamente a


valores de pH neutros (6,5-7,0), en cambio si el pH
tiene valores ácidos menores de 5,5 esta absorción se ve
reducida. A valores alcalinos de pH se tienen niveles tóxicos de
nitritos de forma iónica (NO2); a pH 7,5 el potencial para
convertir amonio (NH4) a nitrito (NO2) es mayor al de convertir
NH4 a nitrato (NO3) lo cual genera acumulación de nitrito en el
suelo.
La nitrificación ocurre en valores de pH de 4,5-10,0, donde las
bacterias nitrificantes juegan un papel fundamental. Estas
bacterias requieren un adecuado aporte de calcio iónico y
fosfato monovalente (H2PO4), si el pH es mayor 7,0 el calcio
puede reaccionar con iones fosfato
y precipitarse formando minerales o sales de calcio o fósforo, lo
cual disminuye la disponibilidad de fosfatos en el suelo.

pH Ácido

Los suelos con pH ácidos tienen una marcada tendencia sobre


la desnitrificación ya que varios
microorganismos son sensibles a valores de pH ácidos, por lo
cual la desnitrificación es casi nula a valores menores de 5,0 de
pH , en cambio a valores neutros (pH 7,0) este proceso ocurre
de manera muy rápida. Los valores de pH ácidos (6,0-6,5)
condicionan la forma de gases por el proceso de
desnitrificación ya que debajo de estos valores predomina el
oxido dinitrógeno (N2O), por debajo de 5,5 se forma el óxido
nitroso (NO), en cambio a valores cercanos a 7,0 se forma el
dióxido de nitrógeno el cual queda reducido a N2 molecular.
En suelos con valores de 3,5-5,0 se acumulan cantidades
toxicas de iones de aluminio y manganeso que crean
ambientes desfavorables alrededor de las raizes de las plantas
para absorber potasio, calcio, magnesio y molibdeno. El
encalado reduce la disposición de iones de aluminio ya que se
forman cationes de hidroxialuminio (Al(OH)2 y AL8OH)3 los
cuales son insolubles lo cual reduce la competencia con el
potasio por sitios de absorción. No obstante el uso de
cantidades altas de Cloruro de Potasio (KCl) en suelos ácidos,
aumenta la concentración de elementos
potencialmente tóxicos como el aluminio y el manganeso.

You might also like