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editorial

El síndrome del paciente odioso

CONCEPTO La etiología del SPO puede resu-


Podríamos definir al paciente odioso mirse en dos palabras: mala educa-
como aquel que provoca sentimientos ción.
de contratransferencia negativos
(aversión, miedo, asco, etc.) en el
médico que le trata, pero sin padecer CLÍNICA
una patología psiquiátrica signifi- Las vías por las que un paciente pro-
cativa. voca sentimientos negativos en un
Emilio Suárez Martín
Servicio de Dermatología. médico son innumerables. En la
Hospital Puerta de Hierro. tabla 1, hacemos un intento de clasi-
Madrid. EPIDEMIOLOGÍA ficación del SPO, siendo conscientes
Y ETIOLOGÍA de la complejidad del tema y de que
Aunque no hay estudios epidemioló- los tres grandes tipos mayores son en
gicos sólidos sobre este tema, el sín- realidad estereotipos.
drome del paciente odioso (SPO)
parece muy frecuente y su inciden- Tipo I (el pesado)
cia parece estar aumentando en los Decía el profesor Gay Prieto que «la
últimos años. gente tiende a abusar del médico,
En un somero muestreo realizado pero del dermatólogo más que de
en nuestro servicio hace una década, cualquier otro médico». Haciendo un
nos encontramos con una prevalen- psicoanálisis «silvestre», podríamos
cia aproximada del 2% de casos de decir que el pesado ve al médico como
SPO major (similar a la de las pioder- la madre omnipotente que debe satis-
mitis) y de un 6 % de SPO mitis (pre-
valencia similar a la de la psoriasis).
El SPO se presenta en ambos sexos Tabla 1. Síndrome del pacien-
con la misma frecuencia y puede afec- te odioso: variantes clínicas
tar a cualquier edad en la que se dis-
ponga de uso de razón (los niños no
Cuadros mayores:
pueden ser diagnosticados de SPO, • Tipo I: el pesado
pero sus padres sí). • Tipo II: el listo
También se observa en todos los paí- • Tipo III: el mentiroso
ses y en todos los estratos sociales, si Otros cuadros:
bien sus manifestaciones variarán de • Formas mixtas
• Formas borderline
acuerdo con el nivel de instrucción • Formas mitis
del paciente y con sus patrones cul- • SPO «por poderes»
turales. SPO: síndrome del paciente odioso.

2 MÁS DERMATOLOGÍA ® Número 2 - julio 2007


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facer sus insaciables deseos de atención. Algunas fonista), su marido es médico, etc. Otras veces
de sus manifestaciones más frecuentes son: lo hace sólo en la experiencia personal («¿Quién
va a saber más de la psoriasis que yo, que llevo
• La perífrasis o incapacidad de ir al grano. 30 años padeciéndola?»). Finalmente, es más
Aunque el motivo de la consulta sea algo obvio raro que el listo posea un auténtico título uni-
(p. ej.: una verruga vulgar), el pesado se siente versitario, pero tenemos una escasa aunque sur-
obligado a hacer una larguísima introducción tida experiencia con estudiantes de medicina,
para ayudarnos a comprender la complejidad de veterinarios, biólogos, farmacéuticos e incluso
su caso. médicos de otras especialidades (y estos últimos
• La «toma de posesión» de la consulta. Con una son los peores).
parsimonia desesperante, el pesado monopoliza • La «bibliografía» que aporta, sacada de los más
nuestro tiempo, hace preguntas reiterativas e diversos medios: anuncios, recortes de periódi-
incluso absurdas, nos exige que le detallemos cos, prospectos de fármacos y, sobre todo,
todo y que se lo escribamos en la receta o en el Internet… Es normal que el paciente pregunte
informe clínico (p. ej.: «Doctor, ¿esto es un jabón, al dermatólogo su opinión sobre cualquier publi-
no? Pues escriba aquí que es para lavarme»). cación relacionada con su enfermedad, pero lo
• La lista de males itemizada en un papel «para que no es comprensible es que una vez oído
que no se me olvide nada». nuestro dictamen continúe en sus trece y diga
por escrito, como lo hizo recientemente una
Podríamos enumerar muchos más rasgos del mujer, que: «Algún interés oscuro tienen los der-
pesado, como el abuso de las consultas telefónicas, matólogos de este hospital para recetar a los ató-
el presentarse reiteradamente sin cita, etc. Pero picos una pomada que produce cáncer de la san-
no queremos, a nuestra vez, parecer pesados. gre».
• La exigencia es casi constante en el listo, sobre
Tipo II (el listo) todo en lo que se refiere a los tratamientos:
Es la variante más peligrosa del SPO, por cuanto «Quiero las inyecciones nuevas para la psoria-
que, en sus formas más intensas, pueden terminar sis», «Este carcinoma basocelular [pequeño y
presentando quejas en diversos estamentos, inclu- localizado en el cuello] quiero que me lo quiten
yendo los tribunales de Justicia. con cirugía de Mohs», etc. Corolario de las exi-
El listo pretende discutir de medicina con el der- gencias no satisfechas son las reclamaciones a
matólogo en plan de igualdad (cuando no de supe- distintos niveles: servicio de atención al pacien-
rioridad). Suele adoptar una actitud hostil hacia te, cartas a la prensa o incluso en el juzgado.
el médico y a veces creemos que presenta rasgos
paranoides o incluso sadomasoquistas. ¿Por qué, Tipo III (el mentiroso)
si no, vuelve una y otra vez a la consulta del médi- Es quizás el tipo más complejo del SPO. Engloba
co al que aparentemente considera un asno? a una variedad heterogénea de pacientes cuya
Algunas de sus manifestaciones más frecuentes son: característica común es la mentira en un sentido
amplio: ocultación de datos, incumplimiento de
• La exhibición de un «título» relacionado con nuestras recomendaciones, etc. Pero que no lo
nuestra área de conocimientos… Pero no pen- confiesan (al menos abiertamente) y siguen vinien-
semos que el listo nos va a presentar un diploma do a nuestra consulta y reclamando nuestra aten-
académico. En la mayoría de los casos, su título ción.
se basa en ridículas condiciones circunstancia- El mentiroso suele carecer de la afabilidad super-
les: trabaja en un hospital (de celador o de tele- ficial del pesado, pero también de la hostilidad del

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listo. Evoca pesimismo, depresión y sentimientos de la relación, el de TUdela suele mostrar una
de impotencia e incompetencia profesional en el tendencia sin límites al abuso de confianza y, si
médico que le atiende. le dejamos seguir por su camino, se nos acaba
En nuestra experiencia, un ejemplo arquetípico «subiendo a la chepa».
de este tipo de pacientes lo constituyen muchos • El ligón. Nos refieren nuestras colegas que exis-
toxicómanos infectados por el virus de inmuno- ten bastantes enfermos que las acosan de una
deficiencia humana (VIH), ya que, entre otros manera más o menos directa o más o menos fina.
muchos defectos que les hacen especialmente des- Su estereotipo es el del machista, verbalmente
agradables, son mentirosos, autodestructivos, mani- agresivo y algo paternalista. Una fórmula muy
puladores y rechazan nuestra ayuda. sencilla de manejo es hacer que el ligón sea vis-
to siempre por dermatólogos varones.
Formas mixtas
Ya dijimos que estos tres tipos de SPO que acaba- Otras formas mitis de SPO serían: el guarro, que
mos de describir son más bien estereotipos; en la despide un olor ofensivo con el que impregna
práctica clínica es más frecuente encontrar casos durante horas la consulta; el tacaño, que se pone
que reúnen características de los diversos grupos. hecho un basilisco si la receta «no entra por el
Así, un paciente puede ser a la vez pesado y listo o Seguro»; el gracioso, que se ríe él solo de los pési-
listo y mentiroso o mentiroso y pesado. También pue- mos chistes con los que nos ametralla; el del móvil,
den observarse pacientes con rasgos mixtos de los que interrumpe la consulta para entablar una con-
tres tipos. versación telefónica; el abusón de Urgencias, que usa
el Servicio de Urgencias del hospital como vía habi-
Formas mitis tual para acceder a la consulta de dermatología,
Existen innumerables casos de SPO que son difí- etc.
cilmente clasificables en los tres tipos clínicos mayo-
res y que suelen ser consecuencia de un defecto El SPO «por poderes»
aislado de educación. Aunque, en algunos casos, Se refiere a la circunstancia en la que el odioso no
la frontera entre las formas major y mitis del SPO es paciente, sino su acompañante. Es arquetípico
son difíciles de establecer. Por razones de espacio, el caso de la madre indolente que permite que su
sólo ofrecemos como botones de muestra algunas niño corretee por la consulta tocándolo todo sin
viñetas frecuentes: decirle ni mu. O la voluminosa esposa que res-
ponde a todas las preguntas que le hacemos a su
• El del «vistazo». Esta forma mitis de pesado se pre- marido (el paciente) sin dejarle articular palabra.
senta a menudo entre conocidos y compañeros O el acompañante listo que con su actitud
de trabajo que nos asaltan en los lugares más insolente hacia el médico y paternalista hacia el
insospechados (aparcamiento, cafetería, lava- paciente nos hace ver que él está ahí para super-
bos…). Su frase emblemática es «échame un vis- visar nuestra actuación y evitar que «engañemos»
tazo…». Aparte de denotar una evidente falta de al paciente…
educación, esta actitud trasluce un cierto des-
precio hacia nuestra especialidad, puesto que la
dermatología moderna precisa frecuentemente DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
de métodos diagnósticos más complejos que el El principal se establece con los pacientes psi-
simple «vistazo». quiátricos. La existencia de un trastorno mental
• El de TUdela. Hay personas que aparentemen- bien definido excluye el diagnóstico de SPO.
te tutean hasta al Papa. Aparte de lo humillante Quizás el ejemplo más típico lo constituyan las

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patomimias: estos pacientes suelen evocar senti- tal vez esté en él. Existe, sin duda, un síndrome del
mientos muy negativos en los médicos que los tra- médico odioso, pero eso es otra historia…
tan, pero constituyen una categoría psiquiátrica
bien establecida (códigos diagnósticos 300.19 y
300.xx del Manual diagnóstico y estadístico de los tras- CONCLUSIÓN
tornos mentales [DSM IV]). El paciente odioso produce importantes altera-
No obstante, hay que reconocer que los límites ciones en la relación médico-enfermo, agriando
entre la normalidad y la patología mental son tan nuestro carácter y haciéndonos adoptar actitu-
difusos que ni los propios psiquiatras se ponen de des diagnósticas y terapéuticas anormales y hete-
acuerdo al definirlos. Muchos pesados presentan rodoxas, lo que aumenta las posibilidades de come-
rasgos hipocondríacos, muchos listos rasgos para- ter un error.
noides y, en cuanto a los mentirosos, su psicopato- Su manejo es problemático, ya que suele ser muy
logía subclínica puede ser muy variada, desde la difícil modificar unos patrones de conducta y edu-
depresión leve hasta rayar en cuadros mayores cación que están sólidamente arraigados en la per-
como la personalidad borderline. Esta misma pala- sonalidad del enfermo.
bra tan psiquiátrica y con tantas acepciones podría Entonces, ¿qué podemos hacer con el paciente
aplicarse a los casos de SPO que bordean la pato- indeseable y odioso al que casi nadie quiere; que
logía mental. altera nuestro humor y nuestra normal conducta
Finalmente, hay que tener cuidado para no abu- científica; que además puede ser fuente de graves
sar del diagnóstico de SPO; así pues, no es un pesa- problemas personales, laborales, económicos,
do el paciente que, lógicamente preocupado por sociales e incluso jurídicos para el médico que
su dolencia, no entiende bien nuestros consejos y le atiende?
nos hace repetirlos. Ni es un listo quien legítima- Lamentablemente, sólo tenemos una respuesta
mente quiere conocer la mayor cantidad de deta-
posible: deshágase del paciente odioso sin vulne-
lles posibles de su enfermedad. Tampoco es un
rar la ética médica.
mentiroso quien, por razones personales, sociales o
económicas, no ha podido cumplir un tratamien-
to algo complejo o caro… BIBLIOGRAFÍA
Groves E. Taking care of the hateful patient. N Eng J Med. 1978;
Es más, cuando un médico diagnostica muchos 298:883-7.
SPO, debería reflexionar y pensar que el defecto Suárez E. Síndrome de Groves. PIEL. 1998;13:63-8.

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