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Un campamento en un sitio desértico, el lugar a donde llevaron a cientos de niños migrantes

en EE.UU.

Según el New York Times, cientos de menores de edad son trasladados entrada la noche al
lugar que se convierte en su vivienda durante varios días: una especie de ciudadela de carpas
en el sur de Texas. Allí brindar educación no es obligatorio.

Nuevo refugio para migrantes en Estados Unidos descrito por el New York Times Hace unos
meses se denunció que niños migrantes separados de sus padres eran encerrados en una
especie de jaulas. Foto: ADUANAS Y PROTECCIÓN FRONTERIZA DE ESTADOS UNIDOS

“En las últimas semanas, cientos de niños migrantes que se alojaban en refugios desde Kansas
hasta Nueva York fueron despertados a mitad de la noche y subidos a autobuses con mochilas
y refrigerios para un viaje a través de Estados Unidos a su nuevo hogar: una árida ciudad de
carpas en un sitio desértico en expansión en el sur de Texas”.

Ese es el relato que hace The New York Times, de la nueva travesía que han tenido que
afrontar niños migrantes que ingresan a Estados Unidos: pasar de refugios o de casas de
acogida privadas, en las que por habitación duermen 2 o 3 pequeños, a vivir en una ciudadela
de carpas de un tono amarillo en Tornillo, Texas. En su interior, están los camarotes en los que
20 niños comparten dormitorio separados por género. Los baños son portátiles.

Puede ver: Las "jaulas" donde Estados Unidos pone a hijos de inmigrantes indocumentados

Estos viajes se llevan a cabo en todo el país. La razón de que se realicen a mitad de la noche es,
como trabajadores de los refugios le describieron al diario estadounidense, “evitar intentos de
escape”. Y por eso mismo “se les avisa con menor anticipación que serán movidos”, al igual
que para evitar que experimenten ansiedad o pánico. Idealmente, su estadía por este lugar
debe ser temporal.

Al día de hoy, 1.600 niños han sido enviados a esta ciudad de carpas que tiene en máxima
alerta a los defensores de los migrantes. Pues, según cuenta el medio, a diferencia de los
refugios regulares “la ciudad de carpas en Tornillo no está regulada, excepto por los
lineamientos creados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos”.

La no obligación de clases formales es un ejemplo de ello. “No hay clases ni escuela: a los niños
se les entregan libros de trabajo que no tienen la obligación de completar. El acceso a los
servicios legales es limitado”, relata el diario.
En un inicio, el campamento se concibió para funcionar solo durante 30 días y acoger a 400
personas. Sin embargo, de junio (el mes en el que empezó a operar) a septiembre la realidad
se vio modificada totalmente. El mes pasado fue expandido para albergar 3.800 personas y se
espera que esté abierto hasta que finalice el año, por lo menos.

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La cantidad de niños migrantes detenidos “se ha multiplicado por 5 desde el año pasado”, y el
gobierno federal -responsable de los chicos- tiene problemas para encontrar lugar para todos.
Los menores pasan a ser custodiados por el Estado una vez que son declarados como menores
sin compañía, debido a que fueron separados de sus padres por la política de Tolerancia Cero
de Donald Trump o porque cruzaron la frontera solos.

Como relata el medio, “el tiempo promedio que los niños migrantes han pasado en custodia
casi se ha duplicado desde el año pasado, de 34 a 59 días, de acuerdo con el Departamento de
Salud y Servicios Humanos, que supervisa su cuidado”.

Este lugar al sur de Texas es principalmente el destino de adolescentes entre 13 y 17 años,


pues “en vez de enviar ahí a los recién llegados, el gobierno manda a niños que es probable
que sean entregados dentro de poco tiempo, y que pasarán menos tiempo allí”, afirma el
diario. En teoría, su paso por allí debe ser breve en la medida en que en pocos días los recibirá
un miembro de su familia o algún patrocinador.

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Blanca

Sin embargo, que los patrocinadores reciban menores es mucho más difícil ahora. Pues
“tradicionalmente, la mayoría de los patrocinadores han sido también migrantes sin
documentos y temen poner en riesgo su propia capacidad de permanecer en Estados Unidos si
dan un paso para reclamar a un niño”, indica el medio. Por el anuncio a mitad de año de que a
los potenciales patrocinadores se les podrían tomar huellas dactilares, “y los datos serían
compartidos con autoridades migratorias”.

Otra de las razones que aterra a los defensores de migrantes es el hecho de que a mayor
cantidad de niños, menor será la atención que se le pueda prestar a cada uno. “Entre más
tiempo pasen en custodia los niños, es más probable que se vuelvan ansiosos o que se
depriman, lo que puede conducir a brotes de violencia o intentos de escape”, afirma. “Mover a
los niños a la ciudad de carpas sin ofrecerles tiempo suficiente para prepararlos
emocionalmente o para despedirse de sus amigos, agregaron, podría generar un trauma con el
que muchos ya están luchando”, finaliza el medio.

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