Professional Documents
Culture Documents
Orígenes
El origen del blues se remonta al comercio de esclavos africanos hacia Estados Unidos en el
siglo XIX en el que hombres y mujeres eran traídos para trabajar en los campos de algodón,
azúcar y granos, bajo condiciones infrahumanas como lo es siempre en la esclavitud.
Como es sabido, dentro de las comunidades africanas existían, e incluso siguen existiendo
hasta nuestros días, grupos tribales que a través de cantos y rituales adoraban a sus Dioses
y les agradecían por los beneficios que recibían de ellos. Los instrumentos de percusión y la
voz son los instrumentos musicales más importantes dentro de estas ceremonias rituales.
Por supuesto los esclavos africanos traían consigo dichas tradiciones, aunque no las podían
reproducir libremente debido a que sus “amos” (término empleado para los dueños de
esclavos) eran cristianos y cualquier forma de culto diferente a la de ellos era considerada
paganismo. Sin embargo esto no impidió que que los esclavos, que en su mayoría eran
negros, emplearan su habilidad musical para motivarse a ellos mismos, así como enviarse
mensajes secretos a través de lo que se conoce como canciones espirituales.
Así como sucedió en América, en donde los españoles lograron imponer su lengua, cultura
y religión, la cultura anglosajona se impuso sobre la cultura dominada. Los africanos
comenzaron a hablar el idioma estadounidense e incluso adoptaron su religión.
Las canciones espirituales muchas veces hablaban de Dios y los esclavos las cantaban
durante sus jornadas de trabajo como aliciente para resistir a las pésimas condiciones en
las que se encontraban. Asimismo, como se mencionó antes, estas canciones enviaban
mensajes secretos en los que se narraba la historia de algún esclavo o se le informaba a
otras familias qué había sucedido con algunos de sus miembros. Este fenómeno es muy
interesante porque en el corrido revolucionario en México sucede algo similar. Hoy en día
las canciones espirituales dedicadas a Dios son cantadas en las iglesias protestantes de los
negros y dieron como origen a un género musical, que no se abordará aquí, llamado Góspel.
Aunque la esclavitud se extendía por todo el territorio norteamericano, el origen del blues
está más asociado a la parte sur de este país.
Los esclavos estuvieron en contacto con instrumentos musicales que eran populares entre
los norteamericanos; dichos instrumentos eran la guitarra y el banjo, así como otros
instrumentos de cuerda. En ocasiones los amos les vendían u obsequiaban estos
instrumentos a sus esclavos y con ellos podían tener noches de tertulia y por supuesto
podían acompañar sus canciones.
Los esclavos eran personas que no tenían acceso a ningún tipo de educación, al menos no
de manera legítima, por lo tanto sus conocimientos musicales eran empíricos y estaban
basados sólo en lo que conocían y escuchaban. Esto resulta interesante, porque aunque
ellos le dieron un tratamiento completamente nuevo y diferente.
Dicha escala tiene la posibilidad de utilizarse libremente debido a que no tiene semitonos
que obliguen a una resolución en específico, y sus posibilidades son inmensas. Asimismo, el
acompañamiento empleado en este tipo de melodías es muy simple, y es entendible debido
al poco conocimiento musical con el que contaban los primeros pioneros del blues.
Dicho acompañamiento consistía en una progresión de 12 compases que estaba
estructurado de la siguiente manera: I7- I7- I7- I7- IV7- IV7- I7- I7-V7-IV7- I7- I7. Esta progresión,
aunque no deja de estar inmersa en un ámbito tonal, rompe completamente con los
paradigmas tradicionales de la música occidental, pues como sabemos los acordes
dominantes sirven para determinar la tonalidad en la que está escrita una obra o fragmento
musical al sólo existir uno de ellos por tonalidad; no obstante, en la progresión de 12
compases del blues los 3 acordes son dominantes y eso genera una tensión constante en la
música.
Aunado a lo anterior, se dice que el ritmo “shuffle” característico del blues, tiene su origen
en el andar del tren cuando inicia su partida, ya que tiene un ritmo atresillado. Dicha
afirmación tiene sentido debido a que la transportación de los esclavos, así como otras
mercancías se realizaba a través de este medio de transporte.
Las letras de las canciones se ajustan perfectamente al ambiente tenso de la música, pues
generalmente son tristes y hablan del sufrimiento del día a día en su comunidad. Asimismo
el ritmo de las canciones es lento y semilento, lo que les confiere un carácter de nostalgia y
amargura, y aunque no resulta ser una obligación en la música blues, las voces de los
cantantes suelen ser graves, “aguardientosas” y por supuesto, rasposas.
El blues como género musical
Dentro de sus más importantes representantes de este género en la primera mitad del siglo
XX encontramos a B.B. King, Ray Charles, Willie Dixon, Robert Leroy Johnson, Aretha
Franklin, entre otros.
Conclusión
El blues surge como un movimiento social y cultural que buscaba alimentar el espíritu de
los oprimidos a través de los cantos espirituales y en respuesta a un sistema que estaba en
decadencia. La sencillez y la autenticidad de sus primeros exponentes hizo que este género
se legitimara en una sociedad en la que hasta el momento predominaba la música de
occidente. Tanta fue la importancia e influencia del blues en el mundo musical que hoy en
día una gran cantidad de géneros musicales emplean sus recursos técnicos, estéticos y por
supuesto musicales.
Como todo en la cultura, la industria cultural se encargó de absorber a esta género musical
y lo agregó como otro de sus productos en su catálogo musical. Forma nuevos grupos y
artistas elaborados con un molde prefabricado, que si bien es cierto que en sus orígenes el
blues era simple y con una estructura estable, lo era por la propia necesidad de los esclavos
de hacer música. Sin embargo y a pesar de lo anterior, es innegable el valor artístico y
cultural de este género musical y que es tan rico en historia que es imposible relatar en tan
sólo unas líneas.