En la naturaleza y en el universo en general hay un orden. Pero hay gente que se
las ingenia para tratar de demostrar que no hay orden alguno, o que lo que para unos es un orden para otros no, o que todo se produjo por azar en millones de años, etc. Lo cierto es que este orden responde a leyes que no tienen nada que ver con nuestra posibilidad de poner nuestro propio orden a las cosas. Las cosas tienen un orden independiente de nuestra mente. Entonces, como todo lo que responde a un orden, responde a alguien que ordena, es consabida la búsqueda de un ordenador, y la conclusión es que debe haber Alguien que puso este orden. Visto así es algo frío, pero es precisamente para mantener un diálogo con aquellos con los que se puede utilizar la razón como forma de pensar. Para los que no quieren razonar, y sólo se ponen del otro lado de la calle en una postura de superioridad injustificada, nada se puede hacer. En realidad Dios es un ser personal, que como tal ideó las cosas y las sacó de la nada, poniendo en marcha la Creación. Si Dios no pensara las cosas, el mundo no existiría, ni siquiera las personas que estamos escribiendo en esta página. Todo depende de esta fuente de energía que es el acto creador de Dios. Ahora bien, la prueba del orden, que es a la que se refiere el comentario de este post, se refiere a la 5a. prueba de la existencia de Dios tomada por Santo Tomás de Aquino de alguien que parece no es muy respetado por el que hizo el primer comentario: Aristóteles. No era nada tonto: fue el creador de la lógica (de la que se estudia en la Universidad, aunque por supuesto, ha sido complejizada por Russel, Peirce, y otros del ramo). Es un gran antecesor de la Biología y de la Física, y ha sido el gran sistematizador de la filosofía previa a él, y mucho de lo que se escribió en su tiempo lo conocemos por su testimonio. Y los grandes filósofos, incluso los que lo contradicen, le tienen gran respeto por su originalidad e intelecto extraordinario. Y la prueba del orden o de la Inteligencia, dice que detrás de la armonía del universo se supone que hay un pensamiento ordenador, alguien que pone las cosas en su sitio, que rige, que gobierna el universo. Obviamente, es una prueba Metafísica. La contestación, por lo tanto, a este razonamiento, no puede venir con una explicación del lado de la ciencia empírica o desde la lógica, como si fueran a resultar de contraargumentos. Se están hablando de causas últimas y definitivas, no de reglas internas a los fenómenos, que por supuesto, se suponen. Estas leyes físicas y biológicas que se citan son las causas segundas. Aquí se está hablando de Causas que han producido el Todo. Hay un ejemplo empírico, para esta época que se apoya tanto en lo que se puede ver y tocar: se puede hacer la prueba de dejar el cuarto de uno sin ordenar, un día, otro, y otro más. Veamos si por azar alguna vez el cuarto responde al orden que le hemos puesto en un principio. Eso no es posible, porque hay una tendencia al desorden de las cosas, que se ubican por azar de cualquier forma que nada tienen que ver con un diseño pensado. Distinto es, por ejemplo, cuando diseñamos un programa, y lo ponemos en marcha. Lo que ocurrirá luego, quizá sin mucha intervención de nuestra parte, es que el programa hará una serie de cosas con facilidad que ya no requiere nuestro esfuerzo para manejar datos. Por eso les llamamos "ordenadores". Ver la naturaleza y encontrarse con un diseño es algo que solamente el que no quiere -porque no le conviene- puede negar. Hay un orden increíble, roto algunas veces por incidencias o casualidades. Hay leyes y esencias de las cosas que hacen que todo se comporte de una forma maravillosa, como quien ha armado un programa. Vivimos sobre este planeta sin que prácticamente ninguna de las cosas que hay en el universo -a no ser casos aislados y despreciables- intervengan para destruir la forma de vida y civilización que hay en la tierra. Y hay un orden moral. Esto es lo que generalmente se torna más molesto del pensamiento teísta. Si Dios existe como ordenador y Rey de la naturaleza, los que no creen en Dios presienten (o lo saben, porque la Iglesia lo enseña), entonces hay un propósito en la vida que no queda al azar, y que está regido por leyes que orientan al bien. Y puesto que el bien a veces es difícil de hacer -por el pecado original-, entonces se tira la toalla, en lugar de pedir la ayuda de la Gracia. Y sino, esta misma página es un típico testimonio de cinismo de quien se burla de la Misericordia de Dios,y de toda inteligencia. Las razonadas sin razones de algunas filosofías no pueden nublar la inteligencia de quienes no tienen por qué luchar contra Dios que si no existiera (como bien dice la película "Dios no ha muerto", que les recomiendo vivamente) no sería odiado, sino simplemente olvidado o no tratado. Si leemos el pensamiento de los grandes ateos, veremos que el tema de Dios los obsesiona.