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EXPLORA
PROGRAMA
DE CAPACITACIÓN
LAS CIENCIAS EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO MULTIMEDIAL

CIENCIAS SOCIALES

LOS RELATOS DE VIAJE


EN AMÉRICA LATINA

Introducción. El viaje y el territorio | Los relatos de viaje | Diversidad de viajeros | Las representaciones
de lo desconocido | América versus Europa | La reinvención de América | América (Latina) versus América

Autor: Dr. Álvaro Fernández Bravo (Universidad de San Andrés y CONICET) | Coordinación Autoral: Dra. Patricia Funes (UBA y CONICET)
y Dr. Áxel Lazzari (UBA)
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2 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

INTRODUCCIÓN.
EL VIAJE Y EL TERRITORIO
Perry-Castañeda / Library Map Collection

un comienzo sorprendidos por la naturale-


za del territorio al que habían llegado, bus-
caron explicarse dónde estaban, a menudo
sin una conciencia muy clara de ello.
Cristóbal Colón, según lo han demostra-
do las investigaciones más recientes, nunca
supo realmente adónde llegó y pensó que
había desembarcado en Asia, verdadero ob-
jetivo de su viaje. Por eso hablaba de las
Indias, término que, junto con Nuevo Mun-
do, acompaña a América para designar al
nuevo continente. Quienes lo sucedieron en
la exploración, en particular los sacerdotes y
misioneros que discutieron acerca de la na-
turaleza de América y sus pobladores, escri-
bieron libros donde aparecen las primeras
especulaciones sobre el tema que nos ocu-
pa. Los debates acerca del Nuevo Mundo
contribuyeron así no sólo a otorgar a América
un conjunto de características que serán ma-
teria de análisis en este fascículo, sino que
consolidaron algunos de los rasgos sobresa-
lientes de la misma Europa, impulsaron la for-
mación del mundo moderno y la distribución
Marco Polo (1254-1324) atravesó Asia y estuvo en la corte de Kublai Khan durante diecisiete en el mapa mundial entre países poderosos y
años. El relato de sus viajes maravilló a los europeos e impulsó a varios exploradores a aden- países dominados tal como la conocemos.
trarse en territorios desconocidos para Europa.
Pero sobre todo, al enfrentarse a un conti-
nente enteramente desconocido, los euro-

L a literatura de viajes, desde los relatos


de Marco Polo hasta los de los cronistas
de guerra contemporáneos, cumple una fun-
El continente americano y la región que
sería denominada a partir de mediados del
siglo XIX como América Latina fueron
peos se colocaron ante la pregunta por su
propia identidad. Para emplear las palabras
de J. H. Elliot, un estudioso del problema, "al
ción central para definir la identidad colec- materia de relatos y descripciones. Estos descubrir América, Europa se descubrió a sí
tiva. Un libro de viajes habla de una socie- escritos le atribuían al Nuevo Mundo rasgos misma". En todo caso, los primeros testimo-
dad, la describe y presenta una imagen de específicos que no sólo dieron cuenta de su nios escritos del "descubrimiento" demues-
ella para un público que por lo general la contenido, sino que contribuyeron a defi- tran que, frente al desconcierto generado por
desconoce. El viajero funciona como inter- nirlo como un espacio distinto de Europa, la llegada de los europeos al territorio ameri-
mediario entre dos espacios opuestos, a los pero que era a la vez un reflejo de la imagi- cano, se produjo una compleja red de relatos
que conecta entre sí: recorre un territorio nación europea. Las crónicas coloniales del que elaboraban teorías e hipótesis sobre la
desconocido, escribe sobre lo que ve y lo siglo XVI, en las que el contacto entre el naturaleza del nuevo continente, en los que
transmite a un lector distante, con el que Viejo y el Nuevo Mundo fue narrado, son tanto Europa como América resultaban defi-
comparte un código (lingüístico, pero tam- una primera muestra de cómo los espacios nidas. Lo que ocurre es que la literatura de
bién cultural) y con quien crea una compli- y las culturas nunca existen por sí solos, viajes ha cumplido un papel crucial en la de-
cidad frente a esa cultura extraña que des- independientes de la mirada humana, sino finición de nociones como hogar, patria, otre-
cribe. El viajero siempre se parece a un espía: que dependen de las condiciones de enun- dad, diferencia cultural e identidad colectiva.
observa y anota, acumula información sobre ciación, imaginación y escritura en las que Por eso nos resulta importante leerla en
una sociedad lejana y la transmite a un fueron representados. América fue conce- relación con la formación de la región del
público culturalmente próximo y geográfica- bida en el marco de un conjunto de especu- mundo de la que la Argentina forma parte:
mente remoto, que ignora cómo es esa cul- laciones filosóficas, y en particular en rela- América Latina.
tura y siente curiosidad por conocerla. tos de viaje escritos por europeos que, en
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LOS RELATOS DE VIAJE

DIVERSIDAD DE VIAJEROS diarios, escritos oficiales, documentos de ca- escritores criollos y, luego de la independen-
rácter religioso y burocrático, historias y cia de las colonias americanas, los viajeros
crónicas. También textos filosóficos −los en-
L os relatos de viaje se pueden agrupar en
varias clases. Están los escritos por los
viajeros metropolitanos, pertenecientes a las
sayos de Montaigne son el ejemplo más im-
portante− y programas políticos, como la
pertenecientes a las nuevas naciones, tam-
bién escribieron narraciones de viaje que a
menudo dialogan con los relatos de los via-
culturas centrales, que recorrieron lugares Utopía de Tomás Moro, fueron escritos im- jeros europeos y con frecuencia les contes-
alejados de Europa y acompañaron la ex- pulsados por la experiencia americana. Todos tan. Algunas veces, estas contestaciones bus-
pansión del imperialismo europeo a partir ellos intentan definir la cultura de la que can corregir percepciones que consideran
del siglo XV. América como concepto es re- hablan, desde una perspectiva cultural espe- equivocadas sobre la naturaleza. Otras, sim-
sultado de esa experiencia histórica. La he- cífica. Pero la expansión europea produjo plemente refieren las observaciones de los
gemonía europea que comienza a partir de también sociedades fronterizas e híbridas, las viajeros europeos para tomar de ellas infor-
la conquista de América comprendió una sociedades criollas, que fueron y son −hasta mación valiosa o para corroborar su propia
compleja red de textos que incluye cartas, cierto punto− resultado de la conquista. Los perspectiva.
Existe también un tercer tipo de relato de
Wikipedia

viajes útil para pensar la aparición de la idea


de América Latina: los libros de sus escrito-
res originarios que viajaron a Europa y los
Estados Unidos, en especial durante el siglo
XIX. Son importantes para nosotros porque
también contribuyeron a pensar la identidad
colectiva, en un gesto simétrico al de los
europeos durante la conquista. Si los euro-
peos se preguntaron sobre sí mismos al
enfrentarse con las culturas indígenas ame-
ricanas, los americanos hicieron algo seme-
jante al viajar por el territorio europeo. Lejos
de su país, y recorriendo sociedades que
veían en muchos casos como modelos sobre
los cuales edificar las propias, al hablar de
instituciones y costumbres de los países más
modernos, estos escritores no cesaron de
pensar en sus países, en qué leyes y prácticas
eran adecuadas y cuáles no. Los libros de via-
je cumplieron, entonces, un papel muy im-
portante en la construcción de la idea de
América Latina. Sarmiento y José Martí son
ejemplos elocuentes de este tipo de narra-
ción en sus cartas y crónicas. También en
estos casos los escritores citan a otros autores
viajeros, tanto americanos como europeos, y
navegan no sólo por un espacio geográfico,
sino también por un recorrido literario.
Por último, en la época actual, la noción de
América Latina comienza a disolverse. La
presencia cada vez más importante de lati-
noamericanos en los Estados Unidos inte-

Representación de la isla de Utopía,


la sociedad perfecta que diseñó
Tomás Moro a comienzos del siglo XVI.
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Museo Etnográfico UBA


grando las así llamadas "minorías hispanas" XVI y sobre todo con la conquista de
(también conocidos como "latinos") replan- América, produjo libros y escritos en los que
tea las fronteras y los contenidos de América se describieron las culturas no europeas.
Latina. Escritos como los de Gloria Anzaldúa, Hay numerosos ejemplos de libros escritos
Zoé Valdés o Tato Laviera, de los poetas por viajeros que, en especial a partir del
newyoricans (una mezcla de Puerto Rico y "descubrimiento" de América, narraron su
Nueva York), y la aparición de grupos híbri- experiencia. Hay distintos tipos de relatos
dos, que a veces escriben en una lengua etnográficos. Algunos establecen un diálo-
intermedia entre el español y el inglés, go fluido con la cultura observada, permi-
desarticulan la oposición entre la "América tiéndonos escuchar la voz de quienes la inte-
sajona" y la "América Latina" fraguada a gran. La palabra del otro puede infiltrarse en
fines del siglo XIX. Los migrantes contempo- las páginas de la narración, pero siempre
ráneos son otra forma del viajero, caracterís- quien ejerce el dominio es el narrador (euro-
tica de nuestro tiempo y también autores de peo) que controla la palabra escrita y, a
libros en lo que aparece una reflexión sobre menudo, es quien posee la capacidad de
la identidad colectiva. escribir frente a una población analfabeta y
De este modo, la literatura de viajes fue estática −el viajero se mueve y aprende, los
desplegando una red de relatos que se refie- "nativos" permanecen fijos y por lo tanto
ren mutuamente y que, a la vez, hablan de ignorantes−. En la mayoría de los casos, la
un territorio. Fue mediante la acumulación de etnografía es poco permeable a la cultura
datos y observaciones, libros y relatos, que se estudiada y aunque los viajeros declaren el
fue construyendo una imagen de esa región. propósito de conocerla tal como es, tienden
El viajero es también un coleccionista que a corroborar sus prejuicios y a confirmar
almacena información y curiosidades. mitos y creencias previos, a menudo sin una
Sin embargo, para el viajero, un rasgo del relación directa con la realidad observada. El
territorio recorrido −una costumbre, un pai- mito del buen salvaje del que participan, por Anuncio de una “exposición” de “indios
saje o una especie animal, vegetal o mine- ejemplo, Cristóbal Colón y Claude Lévi- auténticos” en Buenos Aires, 1939.
ral− adquiere interés, resulta curioso y digno Strauss −el "descubridor" de América y un
de atención sólo cuando es percibido como antropólogo contemporáneo que escribió
diferente de su cultura. Así ingresa en los sobre Brasil− sería un ejemplo de esta posi- LA ETNOGRAFÍA
libros de viaje y contribuye al retrato de ese ción: la idea de que los indígenas son más
espacio geográfico como uno diferenciado. puros e ingenuos que los civilizados, que su Si bien es definida como el estudio
La presencia de monstruos, animales extra- condición de individuos alejados de la cultu- descriptivo de las costumbres y
vagantes y leyendas de seres humanos de- ra occidental los hace ajenos a los sentimien- tradiciones de los pueblos, se ocupa
formes es frecuente en los libros de viaje. La tos de egoísmo y mezquindad, codicia y en realidad de las sociedades distintas
historia humana contiene muchos ejemplos materialismo, característicos de la civilización de la occidental.
de este comportamiento, en el que un narra- capitalista. Esta imagen aparece con fre-
dor habla sobre una región desconocida cuencia en los relatos de viaje y, de algún
para sus compatriotas y refuerza cierta dis- modo, también se traslada a los rasgos más LAS REPRESENTACIONES
tancia: al definir al otro como diferente, tam- generales atribuidos al continente latinoa- DE LO DESCONOCIDO
bién se define a sí mismo como igual −idén- mericano. El continente sería así mejor defi-
tico a su público y miembro de una totalidad nido por el predominio de una naturaleza Queda por preguntarse acerca de la mate-
que lo comprende, portador de un conjunto incontaminada −virgen− y exuberante que ria narrada en el relato de viajes. ¿Se trata
de atributos comunes con su audiencia que, todo lo envuelve, incluyendo a los seres de una imagen genuina de lo que el viaje-
paradójicamente, es reforzado por el relato humanos que la habitan. ro observa o de una representación distor-
que en principio habla no de su cultura, sino Así, los relatos de la conquista asocian a sionada por la perspectiva inexorablemen-
de la cultura del otro−. Así, el relato de viajes los habitantes con la naturaleza y tienden a te etnocéntrica, centrada en el punto de
construye un retrato no sólo de la cultura desposeerlos de una cultura propia y a pre- vista irreductible del observador? ¿Accede-
observada sino también de la propia, la del sentarlos como parte de un escenario mos a las características auténticas de una
observador, que se ve indirectamente refle- natural. De este modo, son percibidos región desconocida al leer un escrito sobre
jada en el texto. como objetos y puestos junto a las plantas, ella o nos quedamos en un umbral, en la
Los libros que describen otras culturas son animales y características geográficas del percepción de quien escribe y sus ideas
considerados etnografía. Históricamente fue territorio descripto: la cultura como parte anteriores acerca de la cultura representada
la cultura europea la que, a partir del siglo del paisaje. en su texto?
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rante el siglo XVI, quienes la vieron bajo los


rasgos que, hasta cierto punto, continúan
definiéndola hasta hoy: exuberante, pródi-
ga, fértil, tropical, desmesurada, próxima al
paraíso, dominada por la dimensión de la
naturaleza antes que por el orden de la cul-
tura, considerada un privilegio de Europa. La
misma idea de conquista se encuentra próxi-
ma a una estructura ideológica binaria, don-
de el conquistador (Europa) se corresponde
con una imagen masculina, blanca, activa,
dominante y racional, y la de "lo conquista-
do" (América) se corresponde con una ima-
gen femenina, de piel más oscura, pasio-
nal, pasiva, corporal (la belleza física de los
indios e indias) y dominada. Una pintura fla-
menca del siglo XVI es un ejemplo elocuente
de esta división: Américo Vespucio, responsa-
ble del nombre, "devela" (descubre) a una
Representación de América como mujer desnuda y exuberante ante una Europa masculina, América representada por una mujer desnu-
vestida y conquistadora en un grabado de Jan van der Straet (siglo XVI). da, recostada en una hamaca (típica de los
indios) y rodeada de signos alusivos al salva-
Las imágenes siempre tienen un compo- Ciertos atributos del continente america- jismo (canibalismo), feracidad y exuberancia
nente imaginario, que se encuentra incluso no pueden reconocerse en el vasto corpus americanas. El europeo está vestido y lleva
en la misma palabra imagen. En el caso que de literatura de viajes dedicado a describir- en sus manos un astrolabio, representación
nos ocupa −la construcción de América La- lo, comenzando con los escritos de Cristóbal de la ciencia, frente a la naturaleza america-
tina− intervienen al menos dos componen- Colón y las crónicas y debates del siglo XVI, na compuesta por animales, indígenas y
tes, que ya pueden ser reconocidos en el continuando por los debates del siglo XVIII especies vegetales.
término "América Latina". Se trata de un en- −en los que los sabios europeos trocaron ra- Incluso el término descubridor, con el que
cuentro (algunos prefieren llamarlo enfrenta- dicalmente las primeras percepciones acer- se conoce a Colón, presupone a un indivi-
miento) entre Europa y América, entre el ca del Nuevo Mundo como ubicación del duo activo, aventurero y desafiante, frente
Viejo y el Nuevo Mundo, en el que, salvo paraíso en la Tierra y plantearon la tesis de a un objeto pasivo y a menudo femenino
excepciones, estuvo ausente el diálogo. Los América como un territorio insalubre, de- América, representada en la iconografía de
europeos, al llegar al territorio americano, generador y malsano−, hasta los textos de la época como una mujer desnuda, tierra
impusieron sobre él un conjunto de creen- Humboldt y las pinturas de Rugendas que re- virgen− que es descubierto y eventualmen-
cias y formas de organización colectiva y lo virtieron en gran medida esa imagen, o los te conquistado por la heroica voluntad euro-
nombraron de acuerdo con sus propias ex- relatos de viaje de Sarmiento, las crónicas de pea. Esos primeros rasgos que los europeos
pectativas, que incluían la llegada al conti- José Martí e, incluso, los más contemporá- vieron en América subsistieron en la visión
nente asiático, la difusión de la religión cató- neos de Waldo Frank, Mário de Andrade, del territorio cuando este se fue transforman-
lica y la búsqueda de riquezas materiales. Las Claude Lévi-Strauss o Ernesto "Che" do y comenzó a adquirir su forma actual.
primeras percepciones registradas en el dia- Guevara. Más adelante veremos ejemplos más puntua-
rio de Colón hablan de una imagen edénica, Las imágenes de América construidas en el les de cómo lo que un historiador brasileño
en la que América se presenta como una siglo XVI pueden ser observadas como un denominó la "visión del paraíso" persistió y
visión del Paraíso y en la que los indios pare- primer eslabón de una cadena que anticipa determinó lo que conocemos hoy como
cen seres de una pureza celestial. Pero ante las visiones románticas de la naturaleza ame- América Latina.
todo habría que pensar en la imagen como ricana y que tuvo una larga descendencia y Veamos, entonces, algunos ejemplos de
una codificación, esto es, una representación un impulso significativo en el siglo XIX, en esta visión de América Latina que contribuyó
que se fija en la memoria colectiva, es repro- particular con Humboldt y Rugendas. Este a su fijación iconográfica y a la identificación
ducida en momentos sucesivos, en libros y conjunto de percepciones que atribuyeron al de la región con una naturaleza exuberante
relatos, en representaciones pictóricas o, in- Nuevo Mundo ciertos rasgos permiten ar- primero, y luego con una tierra inmadura y
cluso, en fotografías, y adquiere así un lugar gumentar que América fue, antes que des- subdesarrollada, no en un sentido económi-
persistente en la cultura. cubierta, inventada por la imaginación euro- co sino biológico, pero que presupone, tam-
pea. No existía antes de Colón porque fue bién, un atributo que permanece junto a la
Colón, y los cronistas que la describieron du- región hasta nuestros días.
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AMÉRICA VERSUS EUROPA

E l llamado "descubrimiento de América"


presenta un primer momento para es-
tudiar el papel de los relatos de viaje en la
dad del público a la información sobre las
regiones alejadas de su propio ámbito de
sociabilidad. Los colonizadores, por su par-
y Vitoria, se involucraron en discusiones pro-
fundas y valientes donde se reconocen las
primeras autocríticas de la conquista. Por
formación de lo que posteriormente se de- te, sintieron necesidad de describir lo que último, los filósofos, particularmente en
nominará América Latina. Como es sabido, veían y lo hicieron dirigiéndose a sus supe- Francia durante los siglos XVI y XVII, se basa-
los viajeros europeos, comenzando por el riores. Los reyes, las autoridades en España ron en la información acerca de América
mismo Cristóbal Colón, se vieron profunda- o quienes financiaban y esperaban benefi- para pensar sobre la diferencia cultural, la
mente sorprendidos al enfrentarse con el cios de las expediciones esperaban también civilización y la barbarie.
Nuevo Mundo. Se trató de una experiencia información detallada, y en lo posible certe- Es decir que América nace a partir de una
radical, donde las concepciones europeas ra, acerca de las nuevas tierras en las que relación estrecha con la cultura europea,
acerca del orbe entraron en crisis, y un mo- cifraban expectativas económicas y políticas. una relación donde no están ausentes la ten-
mento en el que la escritura del contacto Para aquellos viajeros impulsados por un sión y la violencia, y que se manifiesta en
con el otro dio forma a algunas ideas per- mayor afán de conocimiento, escribir tam- especial en el dominio de la cultura y la ima-
durables sobre América que intentaremos bién fue un recurso que les permitió almace- ginación. En este sentido, al expandir el do-
explorar aquí. nar lo que veían, estudiarlo y elaborar con- minio europeo sobre América, escribir es
El papel de la escritura es importante en clusiones. Para los sacerdotes (en el siglo nombrar: atribuir designaciones y nombres
este momento por varias razones. La impren- XVI, la clase educada), también se agrega- −como el mismo término "América"− es un
ta y la alfabetización difundieron lentamen- ban consideraciones morales sobre los indí- mecanismo de apropiación y anexión. Según
te el libro entre las clases educadas y esto genas y la difusión de la religión católica. veremos, esta política aparece con bastante
permitió aumentar el interés y la accesibili- Muchos de ellos, como Las Casas, Sepúlveda claridad y conciencia en el propio Colón.

Recorrido por las costas americanas de Cristóbal Colón en sus cuatro viajes.
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Library of Congress Prints and Photographs Division Washington

donde estaba localizado el paraíso; también


emplea esa bibliografía para intentar otorgar
significado a lo que observaba y aproximarlo
a su marco cultural de referencia. Aunque
Colón tenía una educación limitada y −según
pudimos ver− una escritura rudimentaria,
emprendió su viaje impulsado por las pala-
bras de filósofos y sabios que habían habla-
do sobre la esfericidad del planeta y la posi-
bilidad de llegar a Asia navegando hacia el
oeste. No obstante, ni siquiera esa presun-
ción le bastó para alcanzar una explicación
satisfactoria de dónde se encontraba. Escri-
be allí mismo:
[...] grandes indiçios son estos del Paraýso terre-
nal... yo jamás leý ni oý que tanta cantidad de
agua dulce fuese así dentro & vezina con la sala-
da. Y si de allí del Paraýso no sale, pareçe aún
mayor maravilla, porque no creo que se sepa en
Llegada de Colón a América, según una litografía de 1892. el mundo de río tan grande y tan fondo.

Nos han llegado escasos y fragmentarios gualdad, no puede sino ser comparada y leí- La explicación del paraíso para entender la
testimonios de los escritos de Cristóbal da dentro de un marco de referencia conoci- rareza extrema del lugar al que llegó tampo-
Colón. La mayoría de ellos se perdieron. Sin do: los peces son como gallos (!). Son los co parece suficiente y surge aquí la posibili-
embargo, lo poco que tenemos, partes conceptos con los que Colón busca entender dad de que "el Paraíso no salga de allí" (de
de su diario transcritas por el sacerdote el mundo que observa los que no puede ese río), y de que el río mismo que tiene fren-
Bartolomé de Las Casas en su Historia de las abandonar y se trata, naturalmente, de ideas te a sus ojos no tenga parangón en el mun-
Indias, algunas cartas a los reyes y otras pie- y formas de percepción europeas. do, es decir, no pueda ser comparado con
zas de su correspondencia, nos permite reco- En este sentido, una primera solución para nada conocido.
nocer un momento fascinante de la historia explicar la belleza e intensidad del paisaje ¿Cómo designar esas especies desconoci-
de América, el punto en el que la misma idea americano fue compararlo con el Paraíso. das y ese territorio enteramente nuevo que
del Nuevo Mundo aparece en la conciencia Así, en el tercer viaje, junto a la benevolencia el viajero se esfuerza en comprender? ¿Qué
europea. La primera reacción de los viajeros del clima y a la experiencia de la aparición de palabras y qué conceptos emplear para
fue suponer, debido a la extrema belleza del una nueva región en la Tierra, el descubri- intentar nombrarlo y explicar su sentido tan-
lugar donde se encontraban, que estaban en miento de la boca del río Orinoco lleva a to a sí como a sus interlocutores europeos?
el Paraíso terrenal. Veamos, por ejemplo, un Colón a creer que se encuentra próximo al Uno de los caminos que todo viajero em-
fragmento del diario del 16 de octubre de Paraíso. Hechos y leyendas se apoyan mu- prende es el de describir la experiencia del
1492, cuatro días después de la llegada a tuamente para la imaginación de una masa viaje apelando a su propio bagaje de recur-
América. Dice allí Colón: austral de tierra: sos lingüísticos. Por eso el texto escrito es un
[...] aquí son los peçes tan disformes de los nues- [...] y digo que si no procede del paraýso terre- laboratorio donde se define la identidad y se
tros, qu'es maravilla; ay algunos hechos como nal, que viene este río y proçede de tierra infinita, reconoce la voluntad de comprender. A
gallos, de la más finas colores del mundo, azules, pues al austro, de la cual fasta agora no se a avi- aquello que no se puede nombrar, hay que
amarillos, colorados, y de todas colores, y otros do notiçia, mas yo muy assentado tengo [en] el atribuirle un nombre. El nombramiento
pintados de mill maneras; y las colores son tan ánima que allí, adonde dixe, es el paraýso terre- (bautismo), la designación, equivale a tomar
finas que no ay hombre que no se maraville y no nal, y descanso sobre las razones y auctoridades posesión y fijar en el mapa los signos inesta-
tome gran descanso á verlos. sobre escriptas. bles e inquietantes percibidos en el viaje. Se
trata, evidentemente, de una estrategia de
La belleza maravilla al observador, pero Aquí alude a fuentes teológicas medievales apropiación que puede ser leída como metá-
sobre todo marca una diferencia con la natu- y clásicas (el Venerable Beda, san Ambrosio, fora del relato de viaje en su conjunto. El
raleza europea: los peces son "disformes de Plinio) que postulaban que el Paraíso se relato de viaje designa y se apropia de lo
los nuestros" e, incluso algunos de ellos, se encontraba en el extremo de Asia, donde que nombra. Puede tratarse de sectores del
comparan con otra especie animal. Es decir, Colón creía haber llegado. Es decir, busca espacio recorrido, de poblaciones, de acci-
se trata de una naturaleza sorprendente y apoyo en autores consagrados para sostener dentes geográficos o de especies biológi-
extraña, pero que aún a pesar de su desi- su propia idea: que había llegado a Asia, cas. El libro de viajes acumula una enciclo-
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pedia de información en la que asigna nue- Los nombres atribuyen sentido. En este entonces juntos. Los nombres forman cons-
vos nombres. Dar un nombre −designar esa caso, vemos en las palabras de Colón una telaciones de objetos encadenados entre sí
Terra incognita con el nombre de América, estructura jerárquica en la que primero está por una relación que los enhebra y les otor-
como lo haría pocos años después un viaje- Dios (su Alta Majestad), luego el rey, luego ga un sentido: América es, a la vez, un resul-
ro europeo que recorrió el Río de la Plata: la reina, etc. El nombramiento arrebata al tado de la imaginación europea y un efecto
Américo Vespucio− es aplacar un misterio. territorio su nombre original (Guanahaní) y de la diferencia cultural entre el Viejo y el
Este mecanismo es reconocible también en lo reemplaza por otro (San Salvador). Nuevo Mundo. Esa diferencia emerge semi-
un incidente dentro del texto; al llegar al Vemos en estas palabras que el nombre cubierta: la alteridad es simultáneamente
Caribe en febrero de 1493, Colón le escribe dado por los indígenas es reconocido, aun- revelada y negada. Colón reconoce el nom-
a Santangel: que no respetado. Como sabemos, tampo- bre dado por los indios, pero lo niega con
A la primera que yo fallé [se trata de islas], puse co las culturas indígenas fueron respetadas uno nuevo. Imponer un nuevo nombre
nonbre Sant Saluador, a comemoración de su por los conquistadores que, enceguecidos sobre el territorio es una manera de olvidar
Alta Magestad, el qual marauillosamente todo por la codicia del oro, destruyeron las civili- y ocultar una categoría ajena, reemplazarla
esto an dado; los indios la llaman Guanahaní. A la zaciones amerindias. Su interés estaba en con un nombre que aplasta y a la vez gene-
segunda isla puse nonbre la isla de Santa María la naturaleza, el Nuevo Mundo al que le ra ese nuevo objeto (natural, sin rastros
de la Concepción, a la tercera, Ferrandina, a la sería sobreimpuesto un nombre para apre- palpables de cultura humana) que será
quarta, la isla Bella, a la quinta la isla Juana, e así sar y fijar su significado y enviar al olvido su América ante la mirada europea.
a cada una nonbre nueuo. nombre aborigen. Colonizar y nombrar van

LA REINVENCIÓN DE AMÉRICA

Parte de estas teorías provenía del desco-


nocimiento de la realidad americana y, aun-
que se inspiraban en postulados racionalis-
tas, partían de premisas inexactas. Un
ejemplo de prejuicio en los escritos de los
filósofos europeos del siglo XVIII que escri-
bían sobre América es la persistencia de las
creencias en los gigantes patagónicos. El
imperio español mantuvo sus colonias
cerradas a los extranjeros y controló severa-
mente la circulación de información para
evitar el espionaje, la codicia y las amena-
zas de dominación de otras potencias euro-
peas. Aunque los cronistas coloniales his-
pánicos continuaron escribiendo sobre
América, sus libros no vieron la luz hasta
mucho después, debido a la férrea censura
impuesta por la corona. Esta política ali-
Los "gigantes" patagones según un grabado europeo del siglo XVIII. mentó mitos y leyendas sobre los habitan-
tes originarios de esta tierra oculta.

D urante el siglo XVIII tuvo lugar en


Europa una severa lectura de la reali-
dad americana. La idealización del Nuevo
de "nuevo", con lo inmaduro y lo imper-
fecto. La naturaleza, antes fuente de abun-
dancia y pureza, era percibida ahora como
En contraste, el territorio brasileño perma-
neció mucho más abierto a los viajeros ex-
tracontinentales, y eso explica el predominio
Mundo que predominó durante la primera una fuerza corrupta y degeneradora. Al- de las imágenes de exuberancia tropical
etapa de la conquista fue reemplazada por gunos sabios europeos sostenían que las relacionadas con América que circulaban en
una imagen mucho menos feliz, aunque especies europeas (incluidos los seres huma- Europa. Asimismo, la proliferación de todo
igualmente deforme, que asociaba el nuevo nos) degeneraban y se deformaban en el tipo de fantasías sobre la vida entre los sal-
continente, precisamente por su condición ambiente malsano y tropical de América. vajes −Robinson Crusoe, de Daniel Defoe,
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inspirado en libros de viaje que retratan la dante literatura de viajes que sería escrita a
misma región del Orinoco que tan viva partir de entonces.
impresión causara en Colón, es uno de los La impresión más significativa recibida por
ejemplos más conocidos− contribuyó a una Humboldt en su contacto con el Nuevo
imagen exótica del Nuevo Mundo. No obs- Mundo proviene, como en Colón y en los
tante, algunas ideas provenían de viajes exploradores del siglo XVI, de la naturaleza.
auténticos, como el de Jean de Léry por el Con una sensibilidad típicamente románti-
actual territorio de Brasil, que inspiró a ca, el científico dedica muchas páginas a
Michel de Montaigne su célebre ensayo describir la condición sublime de la natura-
"De los caníbales". Pero no será sino hasta leza americana. Sin embargo, a diferencia
el comienzo del siglo XIX cuando esta de sus predecesores, Humboldt prestará
situación se modifique radicalmente, en una atención cuidadosa a aspectos políticos
parte debido a la independencia de las de la realidad local. La naturaleza no se limi-
naciones americanas. Entonces prolifera- ta a una descripción de recursos materiales
ron los relatos de viaje tanto de viajeros y humanos, concebidos estos últimos como
europeos como americanos, y estos libros potencial fuerza de trabajo o como seres
contribuyeron a afirmar el concepto de celestiales. Por el contrario, en su retrato de
América Latina. la realidad americana interviene una obser-
Uno de los primeros, agudos e influyentes vación atenta de la organización social,
viajeros fue el científico y humanista ale- económica y política de las emergentes
mán Alexander von Humboldt, que, acom- naciones. Así, dos de sus más importantes
pañado por el francés Aimé Bompland, reco- libros dedicados a la región se titulan Ensayo Ilustración de la primera edición de Robinson
rrió por cinco años, entre 1799 y 1804, el político sobre el reino de la Nueva España y Crusoe (1719).
territorio americano, principalmente las colo- Ensayo político sobre la isla de Cuba. Tanto
nias españolas que tanto interés desperta- en ellos como en el resto de su vasta obra dos pertenecen por su lengua, su literatura,
ban en el público europeo. Los libros de se encuentran consideraciones sobre la y sus costumbres a la Europa latina".
Humboldt, que luego de su viaje se dedicó sociedad criolla y la injusticia del sistema La división sugerida por Humboldt está
a escribir y superó los treinta volúmenes de colonial, influenciadas por las ideas ilustra- inspirada en las teorías raciales que tuvieron
tratados científicos y políticos, clasificacio- das y los principios de la Revolución Fran- auge durante el siglo XIX y anticipa una
nes, inventarios y especulación filosófica y cesa que Humboldt admiraba. separación que se consolidará en las déca-
cultural entreverada con relatos de sus aven- Si bien es cierto, como señala Mary Louise das siguientes. El concepto de América La-
turas, inauguran de algún modo el pensa- Pratt, que en los dos libros recién menciona- tina se enuncia por primera vez. Pocos años
miento moderno sobre América Latina y dos el científico destaca el contraste entre después, otro viajero europeo, Alexis de
constituyen un testimonio sin par de la situa- Nueva España −México−, donde culmina su Tocqueville, recorre los Estados Unidos y
ción de la región a comienzos del siglo XIX. travesía latinoamericana y en donde en- escribe La democracia en América (1835-
Uno de sus libros más famosos se tituló, cuentra una sociedad culta y sofisticada, y 1840), un libro de enorme influencia que,
precisamente, Narración personal de un via- Sudamérica, de donde llegaba y en donde hasta cierto punto, puede leerse como simé-
je a las regiones equinocciales del nuevo ve escasos vestigios de civilización, resulta trico a los tratados de Humboldt: señala las
continente, es decir, un escrito donde se necesario destacar una oposición más signi- características de la emergente civilización
encuentran unidas la percepción personal y ficativa presente en su obra: la que enfrenta norteamericana y destaca así la especifici-
las teorías más generales sobre la identidad los hemisferios anglosajón y latino del con- dad cultural de los Estados Unidos e, implí-
colectiva como las que nos interesa indagar tinente americano. Dice en el capítulo XXVI citamente, el contraste con las naciones
aquí. Los libros contra los que, en parte, de su Narración personal...: "Resulta, pues, americanas situadas al sur. Como sabemos,
escribe Humboldt −las obras de filósofos que si en las investigaciones de economía con la emancipación se fragmentó el impe-
como Buffon, Raynal y De Paw, “campeo- política, se acostumbra a no considerar sino rio colonial español en numerosas naciones
nes” de la causa antiamericana y defensores masas, no se podría desconocer que el con- que a lo largo del siglo fueron alcanzando la
de la teoría de la inferioridad constitutiva tinente americano no está repartido, independencia, hasta la guerra hispano-
del nuevo continente− carecían del susten- hablando propiamente, más que entre tres estadounidense, en la que se enfrentan
to de la observación y de la precisión cientí- grandes naciones de raza inglesa, española España y los Estados Unidos y donde caen
fica alcanzados por el científico alemán. Por y portuguesa". Y un poco más adelante: las últimas colonias españolas en América:
eso, muchos latinoamericanos lo leyeron "Hoy, por la parte continental del Nuevo Cuba y Puerto Rico. La influencia europea
con pasión y lo consideraron responsable Mundo se encuentra como repartida entre sobre América fue reemplazada a partir de
de las imágenes más valiosas de sus propias tres pueblos de origen europeo: uno, y el más entonces por la estadounidense, aunque
culturas, y un autor precursor en la abun- poderoso, es de raza germánica; los otros este desplazamiento no ha sido un proceso
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10 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

VIAJE A LAS REGIONES EQUINOCCIALES DEL NUEVO CONTINENTE

Reflexionando sobre el encadenamiento El objeto de esta memoria es el coordi-


de las cosas humanas, se concibe como la nar las observaciones geognósticas que he
existencia de las colonias modernas, o más podido recoger durante el transcurso de
bien el descubrimiento de un continente mis viajes por las montañas de la Nueva
medio despoblado y en el que sólo un Andalucía y Venezuela, los ríos del
desenvolvimiento tan extraordinario del Orinoco y del Apure, los llanos de
sistema colonial ha sido posible, ha debi- Barcelona y Calabozo, y por consiguiente
do hacer revivir sobre una grande escala desde la costa del Mar de las Antillas hasta
y hacer más frecuentes las formas de un el valle del Amazonas, entre los paralelos
gobierno republicano. Escritores célebres de 2° y 10° 1/3 de latit. boreal.
han mirado las mudanzas que el orden Describiendo los objetos a medida que
social ha experimentado en nuestros días se presentan al viajero, cada hecho queda
en una parte considerable de Europa, aislado; sólo se expone lo que se ha visto
como un efecto lento de la reforma reli- siguiendo las tortuosidades o vueltas de
giosa obrada al principio del siglo XVI. No los caminos; se aprende a conocer el resul-
olvidemos que esta época memorable, en tado de las formaciones según tal o cual
que las pasiones activas y el gusto por los alineación, pero no puede tomarse su alguna de la superposición de las rocas,
dogmas absolutos fueron los escollos de la mutuo encadenamiento. El orden de ideas en una región cualquiera de los trópicos.
política europea, es también la época de a que debe ceñirse la relación histórica de En tales circunstancias un ensayo que se
la conquista del Méjico, del Perú y de un viaje, tiene la ventaja de hacer distin- dirigiese a probar la identidad de las for-
Cundinamarca; conquista que, según las guir cuál es el resultado de una observa- maciones en ambos hemisferios no
nobles expresiones del autor del Espíritu ción directa, o cuál el de una combinación podría menos de excitar el interés de los
de las leyes, deja de pagar a la metrópoli fundada en la analogía; pero para abrazar geognósticos. El estudio de las coleccio-
una deuda inmensa para desempeñarse de un golpe de vista el cuadro geognósti- nes que yo he traído, y cuatro años de
para con la naturaleza humana. Vastas co de una vasta parte del globo, para con- viajes por los Andes, me han puesto en
provincias, abiertas a los colonos por el tribuir a los progresos de la geognosía, estado de rectificar mis primeros cálculos
valor castellano, fueron unidas por los que es una ciencia de encadenamientos, y tanteos, y extender un trabajo que, en
vínculos comunes del lenguaje, de las cos- es preciso renunciar á la acumulación esté- razón de su novedad, había sido recibido
tumbres y del culto. Es así que, por una ril de hechos aislados y estudiar las rela- con bastante benevolencia. Como las des-
rara simultaneidad de los acontecimien- ciones, que existen entre las desigualda- cripciones mineralógicas de cada roca
tos, el reino del monarca más poderoso y des del suelo, la dirección de las cordille- han sido ya expuestas en los capítulos
más absoluto ha preparado la lucha del ras y la naturaleza mineralógica de los precedentes, sólo me queda aquí que
siglo XIX y echado los cimientos de estas terrenos. reunir los materiales esparcidos y citar las
asociaciones políticas que, apenas bosque- La extensión del país, que en diferentes páginas en que se encuentra el por
jadas, nos asombran por la extensión y la direcciones yo he atravesado, tiene más menor de las observaciones. Para aprove-
tendencia uniforme de sus principios. Si la de 15.400 leguas cuadradas, y ha sido ya el char mejor las relaciones geognósticas
emancipación de la América española se objeto de un bosquejo geognóstico traza- más notables, voy a tratar de un modo
consolida, como todo lo hace esperar has- do apresuradamente en los mismos para- aforéstico en diferentes secciones la con-
ta ahora, un brazo de mar del Atlántico jes, después de mi regreso o vuelta del figuración del suelo, la dirección y la
ofrecerá, sobre estas dos orillas, formas de Orinoco, y publicado en 1801, por M. de inclinación de las camas y vetas y la natu-
gobierno que, por ser opuestas, no son Lametherie, en el diario de física [… .]. raleza de las rocas primitivas, intermedia-
necesariamente enemigas. Las mismas ins- En esta época se ignoraba en Europa la rias, secundarias y terciarias. La nomen-
tituciones no pueden ser saludables a dirección de la cordillera costera de clatura de que me sirvo es la misma cuyos
todos los pueblos de los dos mundos; la Venezuela y la existencia de la de Parima. principios he expuesto en una obra de
prosperidad creciente de una república no Ninguna medida de altura se había toma- geognosía general.
es un ultraje para las monarquías, cuando do hasta entonces, a excepción de la pro-
están gobernadas con sabiduría y con res- vincia de Quito, ni ninguna roca de la Alexander von Humboldt: Viaje a las regiones
peto por las leyes y por las libertades América meridional era nombrada hasta equinocciales del nuevo continente (1807),
públicas. entonces, ni tampoco existía descripción cap. XXVI (fragmento).
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LOS RELATOS DE VIAJE EN AMÉRICA LATINA 11

http://www.loc.gov/rr/geogmap/guide/gmillatl.html

Mapa de geografía botánica derivado del trabajo del geógrafo alemán Alexander von Humboldt y el botánico Joakim Frederik Schouw.
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12 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

inocuo. La creciente influencia de los Estados


Unidos en el continente como una potencia
imperial ha fortalecido la perspectiva de la
región al sur del Río Bravo como "América
Latina", entendida como un contraste, una
oposición o una resistencia a la civilización
estadounidense. Son los escritores, muchos
de ellos viajeros, quienes primero articulan
la definición del continente como "latino",
pero también hay intereses europeos, parti-
cularmente franceses, que apoyan esa defi-
nición, con el objetivo de rivalizar o intentar
disputar la influencia estadounidense. La in-
vasión francesa a México en 1861 contribu-
yó a difundir el uso del término que ya
había sido empleado una década antes por
el colombiano José María Torres Caicedo.
Así, los lectores latinoamericanos de
Humboldt fueron quienes primero sacaron
provecho de sus observaciones, destacando
y citando sus reflexiones sobre las socieda-
des criollas y su pronóstico, certero y preci-
so, de que en ellas se gestaban nuevas
naciones. Aunque sus lectores perseguían
aspiraciones básicamente locales, algunos
de ellos también se detenían en la visión de
conjunto y en los rasgos comunes encontra-
dos entre las sociedades criollas. Varios líde-
res políticos e intelectuales conocieron al via-
jero alemán en persona, como el poeta y
erudito Andrés Bello o el libertador Simón
Bolívar, ambos defensores convencidos de la
necesidad de unidad política y cultural entre
las emergentes naciones. Otros lo conocie-
ron a través de sus libros y lo citan con fre-
cuencia, como el poeta cubano José María
Heredia o Domingo F. Sarmiento.
Los escritores toman de Humboldt su afán
europeizante −su convicción de que podían
establecerse comunidades basadas en los
principios europeos en territorio americano− La oposición entre civilización y barbarie recorre toda la obra de Domingo F. Sarmiento, incluso
y su pasión por la naturaleza americana, pero en su obra Viajes, donde el polo civilizador deja de ser Europa en favor de los Estados Unidos.
a menudo esta se presenta antes como obs-
táculo que como una bendición. Sarmiento
comienza el Facundo con una cita de
Humboldt en francés, que atribuye al viajero es decir, es el exceso de naturaleza lo que Comparando la naturaleza tropical con la
(británico) Francis Head: "la extensión de la debe ser dominado y controlado por las fuer- templada, observa:
pampa es tan prodigiosa que hacia el norte zas de la civilización. Esa empresa es posible, En los climas templados reina sobre toda la crea-
está limitada por palmeras y hacia el sur por tal como Humboldt había observado en ción un claroscuro débilmente iluminado que
nieves eternas". Esta cita, sin embargo, le sir- Cuba y México, y como el propio Sarmiento revela la proximidad de las zonas frías, en donde
ve a Sarmiento para argumentar acerca de la lo hace en su visita a Río de Janeiro, incluida el pinabeto y el oso son igualmente negros. Suba
inmensidad vacía. "El mal que afecta a la en su extraordinario libro Viajes en Europa, usted la temperatura algunos grados hasta hacer-
República Argentina es la extensión", procla- África y América, publicado en 1849 y reali- la tropical, y entonces los mismos insectos son
maba en la célebre introducción al Facundo, zado por encargo del gobierno chileno. carbunclos o rubíes, las mariposas plumillas de
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LOS RELATOS DE VIAJE EN AMÉRICA LATINA 13

oro flotantes, pintadas las aves que engalanan da despierta su aplauso. No obstante, el importancia central para los intelectuales,
penachos y decoraciones fantásticas; verde esme- trabajo esclavo, la "esclavatura", como lo algunos de los cuales pensaron la nación
ralda la vegetación, embalsamadas y purpúreas llama Sarmiento, despiertan también su ho- del norte como modelo y otros como un
las flores, tangible la luz del cielo, azul cobalto, el rror y su condena. Esto mismo ocurre con contraejemplo, aquello de lo que América
aire, doradas a fuego las nubes, roja la tierra y las muchos otros letrados hispanoamericanos Latina debía apartarse. Sarmiento por su
arenas entremezcladas con diamantes y topacios. de la emancipación que, imbuidos de idea- parte, parece recomendar en sus Viajes un
les republicanos y liberales, no aceptaban la distanciamiento de Europa (percibida hasta
El trópico, como en Colón y en Humboldt, manutención del régimen esclavista que entonces, en especial la Europa del norte,
representa para el sanjuanino Sarmiento perduraría en Brasil hasta 1888. Eso explica como un arquetipo incuestionable), donde
una imagen edénica. Sin embargo, su retra- que sólo hacia fin de siglo la idea de el escritor observa atraso, campesinos anal-
to no se detiene sólo en la naturaleza, sino América Latina como una unidad, incluyen- fabetos y rigidez social. La incorporación de
que se extiende a la arquitectura lujosa de do el Brasil junto a las naciones hispanoa- la cultura estadounidense como una socie-
Río de Janeiro y, en especial, la explotación mericanas, cobre solidez. dad con la que comparar e imaginar las so-
del café: "No hace 50 años se introdujo la Los viajes de Sarmiento, que comenzaron ciedades latinoamericanas marca una di-
primera semilla de café a Río de Janeiro; no por América del Sur y continuaron por Eu- rección que se ha ido afirmando, ya sea por
hace treinta que se extrajo la primera bolsa ropa, África y los Estados Unidos, identifican el contraste o por la imitación, en la mirada
del aclimatado, y hoy pasan de 800.000 las en este último país una sociedad modelo americanista, en especial en la literatura.
que llenan todos los mercados del mundo". que los latinoamericanos deberían imitar. La
Es decir, la naturaleza dominada y explota- imagen de los Estados Unidos cobrará una

AMÉRICA (LATINA) VERSUS AMÉRICA

L a afirmación de América Latina como


idea y referente cultural entre los mis-
mos latinoamericanos cobró verdadero
o a las minas de oro donde habían perecido
los indígenas explotados por los españoles,
sino a Nueva York, la nueva capital del mun-
ubicó así en un punto intermedio entre
Norteamérica y América Latina, escribiendo
casi siempre para un público hispánico relatos
impulso hacia fines del siglo XIX, en parti- do financiero. que retratan la sociedad estadounidense,
cular con la guerra hispano-estadouniden- La denuncia del materialismo estadouni- señalan los contrastes entre ambas Américas
se y la derrota de España en 1898. Este dense frente a los valores espirituales, aso- y también advierten los peligros y las amena-
acontecimiento, que hizo volver los ojos a ciados con el mundo latino y a los que era zas que acechan desde el norte a las naciones
muchos intelectuales latinoamericanos preciso defender, acompaña buena parte del sur. Su prosa no ha perdido actualidad y
hacia la antes rechazada madre patria y, de la literatura y el pensamiento latinoame- su posición de "hispano" en los Estados
por ende, hacia las tradiciones culturales ricanos durante el paso del siglo XIX al XX. Unidos anticipa una situación que a fines del
comunes, inaugura una nueva etapa en la Los escritores viajan con mayor libertad, siglo XIX sólo comenzaba (pero que ya alcan-
imaginación americanista y en el pensamien- recorren América y Europa, y algunos se es- zaba una significativa comunidad de puerto-
to sobre la identidad colectiva en la parte lati- tablecen permanentemente fuera de la re- rriqueños, venezolanos, mexicanos y cuba-
na del continente. gión, exiliados por motivos políticos, y des- nos) y que en nuestros días se ha convertido
Aunque la retórica latinoamericanista pro- de la distancia escriben y piensan sobre en un fenómeno de gran magnitud. Sus cró-
dujo sus mejores frutos entre los hispano- América Latina. nicas, en particular las Escenas norteameri-
hablantes, fue un poeta brasileño quien El caso más conocido es el de José Martí, canas, hablan de la sociedad de masas y,
enunció por primera vez un discurso anti- que encarna también un tipo de escritor más aunque han sido leídas como un ataque al
estadounidense, en un poema donde apa- moderno, capaz de vivir de la pluma, que se capitalismo en los Estados Unidos, no son
rece nuevamente la idea del desplazamien- ganó la vida lejos de su patria, Cuba, escri- sólo eso. Martí reconoce aspectos terribles, y
to y la movilidad característicos de la litera- biendo como corresponsal para los periódi- también rasgos valiosos en la democracia
tura de viajes. O Guesa Errante (1875), de cos más importantes de Hispanoamérica. Sus estadounidense, en su igualitarismo y en su
Joaquín de Sousa Andrade, conocido como crónicas, a diferencia de las coloniales, ha- cultura abierta. Si Sarmiento, en su breve
Soussândrade, incluye en su Canto X, "O blan con un conocimiento profundo de la estadía, pensó en los Estados Unidos como
inferno de Wall Street", una nueva versión sociedad que describen. Martí vivió la ma- un modelo a imitar, Martí alerta sobre el
de América como infierno, sólo que en este yor parte de su vida en el exilio y la mayor peligro, pero reconoce la virtud republicana
caso se refiere no a los pantanos amazónicos parte de su exilio en los Estados Unidos. Se por la que él mismo luchaba, en pos de la
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14 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

adversarios, la formalidad caballeresca de parte, ya veis que, aunque no les amo, les
ARIEL
un saludo. Siento fácil mi espíritu para admiro. [...]
cumplirla. Desconocer sus defectos no me La vida norteamericana describe efectiva-
La concepción utilitaria, como idea del des- parecería tan insensato como negar sus mente ese círculo vicioso que Pascal señala-
tino humano, y la igualdad en lo mediocre, cualidades. Nacidos −para emplear la para- ba en la anhelante persecución del bienes-
como norma de la proporción social, com- doja osada por Baudelaire a otro respecto− tar, cuando él no tiene su fin fuera de sí
ponen, íntimamente relacionadas, la fór- con la experiencia innata de la libertad, mismo. Su prosperidad es tan grande como
mula de lo que ha solido llamarse, en ellos se han mantenido fieles a la ley de su su imposibilidad de satisfacer una mediana
Europa, el espíritu de americanismo. Es origen [...]. La huella de sus pasos no se concepción del destino humano. Obra titá-
imposible meditar sobre ambas inspiracio- borrará jamás en los anales del derecho nica, por la enorme tensión de voluntad
nes de la conducta y la sociabilidad, y com- humano; porque ellos han sido los prime- que representa y por sus triunfos inauditos
pararlas con las que le son opuestas, sin ros en hacer surgir nuestro moderno con- en todas las esferas del engrandecimiento
que la asociación traiga, con insistencia, a cepto de la libertad, de las inseguridades material, es indudable que aquella civiliza-
la mente la imagen de esa democracia for- del ensayo y de las imaginaciones de la ción produce en su conjunto una singular
midable y fecunda, que, allá en el norte, utopía, para convertirla en bronce impe- impresión de insuficiencia y de vacío. Y es
ostenta las manifestaciones de su prosperi- recedero y realidad viviente; [...] porque, que si, con el derecho que da la historia de
dad y su poder, como una deslumbradora con su organización federativa, han reve- treinta siglos de evolución presididos por la
prueba que abona en favor de la eficacia lado −según la feliz expresión de dignidad del espíritu clásico y del espíritu
de sus instituciones y de la dirección de sus Tocqueville− la manera como se pueden cristiano, se pregunta cuál es en ella el
ideas. Se ha podido decir del utilitarismo conciliar con el brillo y el poder de los principio dirigente, cuál su substratum
que es el verbo del espíritu inglés; los estados grandes la felicidad y la paz de los ideal, cuál el propósito ulterior a la inme-
Estados Unidos pueden ser considerados la pequeños. Suyos son algunos de los rasgos diata preocupación de los intereses positi-
encarnación del verbo utilitario. Y el más audaces con que ha de destacarse en vos que estremecen aquella masa formida-
Evangelio de este verbo se difunde por la perspectiva del tiempo la obra de este ble, sólo se encontrará, como fórmula del
todas partes a favor de los milagros mate- siglo. Suya es la gloria de haber revelado ideal definitivo, la misma absoluta preocu-
riales del triunfo. Hispano-América ya no es plenamente −acentuando la más firme pación del triunfo material. Huérfano de
enteramente calificable, con relación a él, nota de belleza moral de nuestra civiliza- tradiciones muy hondas que le orienten,
de tierra de gentiles. La poderosa federa- ción− la grandeza y el poder del trabajo ese pueblo no ha sabido sustituir la ideali-
ción va realizando entre nosotros una suer- [...]. Perseverantes devotos de ese culto de dad inspiradora del pasado con una alta y
te de conquista moral. La admiración por la energía individual que hace de cada desinteresada concepción del porvenir.
su grandeza y por su fuerza es un senti- hombre el artífice de su destino, ellos han Vive para la realidad inmediata, del presen-
miento que avanza a grandes pasos en el modelado su sociabilidad en un conjunto te, y por ello subordina toda su actividad al
espíritu de nuestros hombres dirigentes y, imaginario de ejemplares de Robinson, egoísmo del bienestar personal y colectivo.
aún más quizá, en el de las muchedumbres, que después de haber fortificado ruda- [...] Ni siquiera el egoísmo nacional, a falta
fascinables por la impresión de la victoria. mente su personalidad en la práctica de la de más altos impulsos; ni siquiera el exclusi-
Y de admirarla se pasa por una transición ayuda propia, entrarán a componer los vismo y el orgullo de raza, que son los que
facilísima a imitarla. [...] Es así como la filamentos de una urdimbre firmísima. [...] transfiguran y engrandecen, en la antigüe-
visión de una América deslatinizada por Han sabido también guardar, en medio de dad, la prosaica dureza de la vida de Roma,
propia voluntad, sin la extorsión de la con- los refinamientos de la vida civilizada, el pueden tener vislumbres de idealidad y de
quista, y regenerada luego a imagen y sello de cierta primitividad robusta. hermosura en un pueblo donde la confu-
semejanza del arquetipo del Norte, flota ya Tienen el culto pagano de la salud, de la sión cosmopolita y el atomismo de una mal
sobre los sueños de muchos sinceros intere- destreza, de la fuerza; templan y afinan entendida democracia impiden la forma-
sados por nuestro porvenir, inspira la frui- en el músculo el instrumento precioso de ción de una verdadera conciencia nacional.
ción con que ellos formulan a cada paso los la voluntad; y, obligados por su aspiración [...] En el ambiente de la democracia de
más sugestivos paralelos y se manifiesta insaciable de dominio a cultivar la energía América, el espíritu de vulgaridad no halla
por constantes propósitos de innovación y de todas las actividades humanas, mode- ante sí relieves inaccesibles para su fuerza
de reforma. Tenemos nuestra nordomanía. lan el torso del atleta para el corazón del de ascensión, y se extiende y propaga como
Es necesario oponerle los límites que la hombre libre. [...] sobre la llaneza de una pampa infinita.
razón y el sentimiento señalan de consuno. Su grandeza titánica se impone así, aun
[...] Todo juicio severo que se formule de a los más prevenidos por las enormes des-
los americanos del Norte debe empezar proporciones de su carácter o por las vio- José Enrique Rodó: Ariel, Buenos Aires,
por rendirles, como se haría con altos lencias recientes de su historia. Y por mi Kapelusz, 1994.
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LOS RELATOS DE VIAJE EN AMÉRICA LATINA 15

independencia de Cuba, todavía sometida


al yugo español en la época en que escribe.
Dice Martí en una de sus crónicas más fa-
mosas, "Nuestra América":
Pero otro peligro corre, acaso, nuestra América,
que no le viene de sí, sino de la diferencia de orí-
genes, métodos e intereses entre los dos factores
continentales, y es la hora próxima en que se le
acerque, demandando relaciones íntimas, un
pueblo emprendedor y pujante que la desconoce
y la desdeña.

Hay que notar la personificación entre "los


dos factores continentales" (Norteamérica y
Latinoamérica) y la metáfora del interés
sexual, que coloca a América Latina, como
en las crónicas de la conquista, en la posición
más vulnerable. "Pueblo emprendedor y pu-
jante" son los términos que emplea Martí
para definir a los Estados Unidos, palabras
que seguramente también hubiera usado
Sarmiento. Pero peligro también, de que
"sus masas vengativas y sórdidas, la tradi-
ción de conquista y el interés de un caudillo
hábil" pudieran impulsarla en una aventura
imperial, como las que ya habían sufrido Próspero enfrenta a Calibán, símbolo de América en La tempestad, de Shakespeare.
México y Centroamérica, y a las que el poeta
había dedicado muchas páginas. Advierte
Martí unas líneas más adelante: "El desdén co de esta posición, aunque con una escasa ligado a Caribe, que funciona como sinécdo-
del vecino formidable, que no la conoce, es trayectoria de viajes, fue el uruguayo José que (simbolización) de América. También
el peligro mayor de nuestra América". Enrique Rodó, cuyo ensayo Ariel (1900), para Rodó Calibán simboliza América, pero
Es decir, ese peligro, percibido como una dedicado a "la juventud de América", sinteti- sólo la del norte. Calibán representa todo
amenaza latente y tangible, define también za las posiciones antiestadounidenses finise- aquello que América Latina debe rechazar
una identidad colectiva. Sería injusto atribuir culares predominantes en América Latina. El y que está sintetizado en la civilización
a Martí sólo una mirada crítica, como la que título de la obra tiene profundas raíces ameri- estadounidense, donde predomina la
tendrán en esos mismos años otros viajeros canas: en el ensayo de Rodó, Ariel representa mediocridad y el utilitarismo, e incluso la
de origen latinoamericano a los que Beatriz las virtudes espirituales asociadas con el con- heterogeneidad cultural −resultado de la
Colombi ha denominado "los viajeros tinente. La educación del alma, el gusto por inmigración−. Dice Rodó en su artículo
detractores", como el escritor franco-argen- el arte, el rechazo del materialismo burgués "Literatura norteamericana": "Un pueblo
tino Paul Groussac o el poeta nicaragüense que se expandía entre las clases medias de formado por inmigraciones no tenía
Rubén Darío, que veían en los Estados Europa y también del Río de la Plata, están homogeneidad ni carácter nacional nece-
Unidos la materialización de la democracia sintetizados en el programa pedagógico del sario para el desarrollo literario".
masificada, el mercantilismo, el culto del di- ensayo como los pasos para prevenir la in- El empleo del término Calibán, derivado a
nero, la vulgaridad, el mal gusto y el gigan- fluencia nefasta de Calibán. Calibán, anagra- su vez de caníbal, para denostar la cultura
tismo. Martí no incurre en ninguna de esas ma de caníbal, es el antagonista de Ariel. El estadounidense y afirmar y definir a la vez la
acusaciones, aunque también se asombra término fue tomado de un personaje de un identidad colectiva latinoamericana, no deja
ante la civilización de masas que emerge drama de William Shakespeare, La tempes- de resultar un recurso irónico: con el propó-
con potencia y que aparece más como un tad (1612), inspirado a su vez en las crónicas sito de defender una supuesta virtud, se ape-
rasgo de la modernidad que como una de la conquista de América. la a una descalificación histórica de la cultura
característica nacional. De este modo volvemos al comienzo. europea hacia los americanos y se refuerza
No obstante, la visión de los Estados Unidos Shakespeare leyó, como muchos otros eu- una estructura dual en la que la barbarie
como lo opuesto y amenazante, un destino ropeos de su época, los relatos de viaje de la siempre queda ubicada de este lado del
temible y evitable, predominó entre los escri- conquista y construyó un personaje salvaje y Atlántico. El latinoamericanismo histórico
tores latinoamericanos. El autor paradigmáti- bárbaro: Calibán/Caníbal, término a su vez siempre tuvo que apelar a totalizaciones y
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16 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

estructuras duales que por su misma rigidez en América Latina como la pensaban Martí peas y con los que comparten coyunturas
conceptual hacen difícil pensar en América y Rodó? ¿Dónde termina y dónde comienza como la diáspora y la emigración masiva− o,
Latina como una totalidad cambiante y la identidad colectiva? ¿Podemos continuar más cerca nuestro, el Cono Sur, plantean
dinámica. Hoy mismo, como decíamos manteniendo a Brasil en una discreta margi- una fragmentación y la formación de un
antes, las fronteras y los límites están cam- nalidad, como ocurrió por diversos factores, nuevo mapa cultural, quizá no determinado
biando. El Caribe y México están cada vez primero políticos −republicanismo vs. impe- sólo por factores como la lengua y la religión
más atravesados por la cultura estadouni- rio−, pero luego por simple y llana ignoran- que predominaron en el siglo XIX. Será preci-
dense y muchos de sus ciudadanos ya se cia, indiferencia o, incluso, racismo? Las so, entonces, animarse a abandonar patro-
encuentran viviendo en los Estados Unidos, nuevas subregiones, como el mundo andi- nes de pensamiento rígidos y probablemente
donde son la primera minoría étnica y cultu- no, atravesado por problemáticas culturales obsoletos, para acompañar los cambios cul-
ral. Ya en Martí esa condición resultaba visi- específicas −como la existencia de culturas turales con herramientas analíticas útiles para
ble: una cultura nacional dividida, ubicada amerindias−, el Caribe −cuyos países más comprender el mundo en que vivimos, y del
en dos países, aunque unida por una misma poblados hablan español, pero conviven que América Latina forma parte.
lengua. Pero ¿es posible seguir pensando con otros que hablan diversas lenguas euro-

Bibliografía Pratt, Mary Louise: Imperial Eyes: Travel Writing and Transculturation,
Ardao, Arturo: Génesis de la idea y el nombre de América Latina, Caracas, Londres, Routledge, 1992.
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Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Lic. Daniel Filmus Coordinadora del Área de Ciencias Coordinación y documentación,
Secretario de Educación, Lic. Juan Carlos Tedesco Sociales, Lic. Raquel Gurevich Lic. Rafael Blanco
Coordinadora del Área de Desarrollo Edición, Lic. Gonzalo Blanco
Subsecretaria de Equidad y Calidad, Lic. Alejandra Birgin Profesional, Lic. Silvia Storino Diseño y diagramación,
Directora Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente, Coordinadora del Programa de DG María Eugenia Más
Lic. Laura Pitman Capacitación Explora, Lic. Viviana Celso Corrección, Norma A. Sosa Pereyra
Coordinadora de Publicaciones,
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