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¡Oh dulce Jesús Mío!

Oh dulce Jesús mío


Perdón, perdón.
Perdóname Dios mío,
Perdón, perdón.

Olvida mi extravío,
Oh Dios de amor;
Olvida ya mis culpas,
Perdón, perdón.

Ha tiempo que escuchaba


Tu dulce voz,
Que tierno me llamaba,
Oh buen pastor.

Mas yo insensato y necio


Vil pecador
Con bárbaro desprecio
Pague tu amor.

Contrito arrepentido,
Vengo Señor,
De haber, ingrato, herido
Tu corazón.
Venid Pecadores

Venida pecadores,
Al pie de la cruz
Adorad la sangre,
De mi buen Jesús

A los ocho días,


De su nacimiento,
Derramo su sangre
En el santo templo.

Postrado en el huerto
Haciendo oración,
Dudo mucha sangre
Nuestro redentor.

cundo lo buscaron,
con mucho contento
derramo su sangre,
en el prendimiento.

Adorad la sangre,
Que broto a torrente,
Cuando lo azotaron,
Manos in clemente.
Salve dolorosa

Dios te salve dolorosa,


Madre de nuestro consuelo
Líbranos señora nuestra
De las penas del infierno.

Por ese puñal sangriento,


Que tienes atravesada,
No permitas tu señora,
Que mi alma muera en pecado.

No tienes los pecadores


Otra abogada con Dios
Por eso digamos todos,
Señora ruego por nosotros.

Señora de los dolores,


Madre de misericordia,
Ruégale a tu hijo sagrado,
Que nos conceda su gloria.

Concédenos virgen pía,


Hija madre y fiel esposa
Digamos en la agonía
Dios te salve dolorosa
La vos del desierto

Jesucristo es la voz del desierto,


Del que clama su rey y señor,
Jesucristo es la voz del desierto,
Del que clama su rey y señor

Cuando venga el maestro,


En las nubes,
Y muy pronto le saldré a encontrar
Cuando venga rodeado,
De su gloria
Con los santos de gran de valor.

Al sonido final del trompeta,


Vivos y muertos se levantarán,
Para tomar cada quien su,
Recompensa,
Según sus obras así le pagaran.

Cuanto él diga apartados de mí,


Insensatos hechores del mal,
A poseer ese fuego azufrado
Para siempre iréis a sufrir.

Y también les dirá a sus ovejas,


Hijos míos venid a gozar,
De este reino que tengo preparado,
Para siempre iréis a gozar.

Bienvenidos a las bodas del cordero,


Con serafines y arcángeles de luz
Ya muy pronto cantaremos aleluya,
Aleluya, mi buen salvador.
Solo cristo es nuestro rey

Solo cristo será nuestro rey,


Solo cristo será nuestro juez,
Dictara la sentencia con rigor,
Al final de este mundo pecador.

Que diremos cuando venga nuestro juez,


Cuando aparezca el hijo de dios,
Para darnos un cambio de vida,
De esta vida por la eternidad.

Son las obras que hablaran a Jesús,


Si tus obras han sido de caridad,
Por tus obras tú te salvaras,
Pues en ella tu fe mostraras.

Muchos son los que se dejan llevar,


Por caprichos y orgullos sin fin
Y no quieren buscar el perdón,
De sus culpas en la confesión.
Con flecha ardiente

Con flecha ardiente


Dueño y señor abre en mi pecho,
Llagas de amor,
Ay Jesús mío,
Mis culpas fueron,
Las que te hirieron, yo fui, yo fui

Delirio insano,
Infausta suerte,
Yo dura muerte mi bien te di,
Tu amante pecho,
No fue el soldado,
Fue mi pecado, quien lo rasgo.

Mi horrenda culpa,
Hay infelices,
Que es lo que hice, le atravesó,
En mi dicha,
La suave llama,
Que en ti se inflama, tu encenderás.

Y para siempre,
Grato y risueño,
Oh dulce dueño, mío serás,
Con flecha ardiente,
Dueño y señor,
Abre mi pecho, llagas de amor.
Perdón oh Dios mío

Perdón oh Dios mío,


Perdón he indulgencia,
Perdón y clemencia,
Perdón y piedad.

Peque ya mi alma,
Su culpa confiesa,
Mil veces me pesa,
De tanta maldad.

Mil veces mi pesa,


De haber mi pecado,
Tu pecho rasgado,
Oh suma bondad.

La gloria he perdido,
Merezco al infierno,
Perdón padre eterno,
Jesús perdonad.

por mi en el calvario,
tu sangre vertiste,
y en cruz estuviste,
por mi hasta expiar.
De rodillas Señor

De rodillas Señor de rodilla,


En el polvo inclinamos la frente,
Hoy venimos a ti oh Dios clemente
Con el alma y con fiel corazón.

Perdón perdón
Dulce Jesús perdón.

Que si un tiempo yo ingrato olvidara,


Por el mundo tu amor y tu gloria,
Lamentando tan triste memoria
Hoy humilde te pido perdón.

Aquí estamos señor aquí estamos,


Anegados de llanto los ojos,
Que se acaban señor tus enojos,
Pues que somos tus hijos al fin.

Por tu amor alentados vivimos,


Porque tú eres señor de señores,
También eres Jesús, Dios de amores,
Infinito en amor y amistad.

Imposible señor imposible,


Que despidas tus hijos ahora,
Cuando el alma te siete y te adora,
En el santo misterio de amor.

Que por todos bajaste del cielo,


Que por todos dolores sufriste,
Que por todos tus sangres vertiste,
Que por todos moriste en la cruz.
Perdona a tu pueblo

Perdona a tu pueblo señor,


Perdona a tu pueblo,
Perdónale señor.

No estés eternamente enojado


No estés internamente enojado
Perdónale señor.

Por tus profundas llagas crueles


Por tus salivas y por tus hieles,
Perdónale señor.

Por las heridas pies y manos


Por los azotes inhumano,
Perdónale señor.

Por los tres clavos que te clavaron


Y las espinas que te pusieron,
Perdónale señor.

Por las aberturas de tu costado,


No estés eternamente enojado,
Perdónale señor.
La Virgen de la Soledad

Ayudemos almas,
En tanto penar,
A la virgen pura,
De la soledad.

Al pie de la cruz,
La vemos que esta,
La madre sin hijo,
Por qué ha muerto ya.

Se aumenta su pena,
De ver a Jesús,
Que no hay quien lo baje,
De la santa cruz.

Tanta es su pena,
Que no hay un sepulcro,
Para sepultar
A su hijo difunto.

Créese su dolor
Pues no hay un sudario,
Para recibir,
El cuerpo sagrado.
El alma humilde

El alma humilde que a ti se acoge,


Fruto recoge de bendición,
Dichosa el alma santa señora,
Que humilde implora tu protección.

Cuando agobiado de mis pesares,


En tus altares busco el perdón,
Oh dulce madre de la esperanza,
En ti descansa mi corazón.

Formando alfombras las azucenas,


De aroma llena la rica mies,
Y allí florece el lirio hermoso,
Que yo amoroso pongo a tus pies.

Cuando te invoco luz de mis ojos,


En vez de abrojos veo brotar,
Hermosas flores de amor divino,
Quede continuo llevo a tu altar.
Madre llena

Madre llena de dolores,


Hacedle que cuando expiremos,
Nuestras almas entreguemos,
En las manos del señor.

Y pues que tanto pecamos,


Mientras que vida tenemos,
Aquel dolor que causamos,
Cuando se puda imitemos.

Dios te salve dolorosa,


Madre de nuestro consuelo,
Que nos defienda señora,
De las penas del infierno.
Oh virgen santa madre

Oh virgen santa
Madre de dios
Sois la esperanza,
Del pecador.

Vuela suspira, del alma mía,


Lleva a María, mi ardiente amor,
Haz que me manda mi madre amada,
Una mirada de protección.

Dile que has visto mi sufrimiento


Dile que siento, mortal dolor,
Que es su amor santo, mi ardiente anhelo,
Que es el consuelo del corazón.

Somos cual nave, que van perdida,


Y combatido, del aguilón,
Mas tu nos llevas con rumbo cierto,
Al feliz puerto de salvación.

En ti ponemos nuestra esperanza,


Todo lo alcanza tu intercesión,
Hacia nosotros tu mano extiende,
Benigna atiende nuestra oración.
Pues concebida

Pues concebida
Fuistes sin mancha
Ave maría,
Llena de gracia.

Oh virgen madre,
Nuestra abogada,
Refugio dulce,
Firme esperanza.

A ti suspiran
Todas las almas,
Arrepentidas,
Oye sus ansias.

Sois nube hermosa,


Llena y cargada,
De aguas que salen,
Del mar de gracias.

Aurora hermosa,
Luna sin mancha,
Solo refulgente,
Estrella magna.
Sálvame Virgen María

Sálvame virgen María,


Óyeme te implora con fe,
Mi corazón en ti confía,
Virgen María sálvame.

No he nacido para el suelo,


Que es morada del dolor,
Yo he nacido para el cielo,
Yo he nacido para Dios.

Tengo un alma que no muere,


Tengo un alma que salvar,
Si al morir se me perdiere,
Ay de mi perdida estoy.

A los ángeles rebeldes


Un pecado de ribo,
Tu que tantas cometiste,
Teme y tiembla el pecador.

Un pecado en paraíso,
Para el hombre se ribo,
Y las puertas del infierno,
Para cuanto ay se abrió.
Alza tu frente

Alza tu frente pueblo cristiano,


Porque te humillas ante la cruz,
Todo los pueblos prorrumpirán,
En vivo llanto cuando verán.

Que aparezca en el oriente,


La cruz de cristo para vencer.

días feliz para los cristianos,


cuando de Cristo escucharan,
venid bendito para gozar,
de las mansiones que prepare.

entonces todo desfilaremos,


llenos de gozo con nuestro Dios,
a su derecha le cantaremos,
himnos fervientes al salvador.

entonces Cristo se elevarán


con su iglesia que obedeció,
para gozar de las mansiones,
que nuestro Dios fue a preparar.

también oirán dura sentencia,


los que a su izquierda se encontraran,
entonces Cristo luego dirá,
id al suplicio con satanás.
Yo soy tu padre

Oí una vos que tierna me dijo,


Ven hijo mío, ven hacia mí.

Yo soy tu padre tu eres mi hijo,


Doto me entrego, todo me entrego,
Solo por ti.

Si tus pecados fueran tan negro,


Cual blanca nieve los volveré,
Haz penitencia, yo te prometo,
Que nunca, nunca de tus pecados,
Me acordare.

Soy el camino, verdad y la vida,


Yo soy la puerta de mi redil,
Yo soy el agua que da la vida,
Venid sediento, venid sediento,
Venid a mí.

Cuando el mundo te aborrece,


Más cerca estas de mi corazón,
Yo fui el primero, que aborrecieron,
Tu nada temas, tu nada temas,
Contigo estoy.

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