You are on page 1of 14

Los plásmidos pueden tener una configuración idéntica al ADN cromosómico (como doble hélice)

pero siempre se hallan fuera de la estructura y no cuentan con proteínas asociadas. La información
que albergan estas moléculas no suele ser esencial, aunque le proporcionan ciertas cualidades al
hospedador en determinadas condiciones.

Se denomina episoma a un plásmido incorporado al cromosoma bacteriano. Los plásmidos se


replican en manera similar al cromosoma bacteriano. En Escherichia coli se han reconocido muchos
plásmidos, entre ellos el F ("factor sexual") y el R (resistencia a los antibiótico). El plásmido F
contiene 25 genes, algunos de los cuales controlan la producción de los pilis , "tubos" que se
extienden desde la superficie de las células bacterianas"machos"( F+), a la de las células bacterianas
hembras ( F-) .

Los plásmidos pueden tener una configuración idéntica al ADN cromosómico (como doble hélice)
pero siempre se hallan fuera de la estructura y no cuentan con proteínas asociadas. La información
que albergan estas moléculas no suele ser esencial, aunque le proporcionan ciertas cualidades al
hospedador en determinadas condiciones.

Lo habitual es que los plásmidos se encuentren en bacterias: de hecho, la mayoría de las bacterias
dispone de estas moléculas. Se han hallado, además, plásmidos en organismos de tipo eucariota.

Además de todo lo expuesto, merece la pena conocer a fondo otras características importantes de
los plásmidos, entre las que se encuentran las siguientes:

-Los tipos de genes con los que operan son diferentes. Así, por ejemplo, se pueden hallar desde
genes que lo que hacen es codificar enzimas hasta los que ofrecen resistencia a los antibióticos
pasando por los que producen sustancias tóxicas para distintas bacterias.

-En el caso de que se parta del criterio del tipo de genes que utilizan, concretamente que portan,
los plásmidos se pueden clasificar en los que portan genes de resistencia, los que transportan genes
de degradación de sustancias, los que tienen genes de virulencia y los que cuentan con genes de
fertilidad.

Gracias a su capacidad de reproducción independiente frente al cromosoma del ADN, los plásmidos
son empleados en la ingeniería genética para seleccionar ciertos clones. Se puede escoger plásmidos
por su resistencia a algunas sustancias, como antibióticos.

De acuerdo a su función, es posible diferenciar entre diversos tipos de plásmidos. Los plásmidos de
resistencia son aquellos que pueden enfrentar la acción de un veneno, un antibiótico, etc. Los
plásmidos virulentos, por su parte, transforman bacterias en patógenos, mientras que plásmidos
degradativos ayudan a digerir sustancias que no son habituales.

Se conoce como plásmido R al plásmido de resistencia que forma parte de las bacterias y que puede
contar con hasta una decena de genes que le aportan esta capacidad.

Cuando el plásmido consigue integrarse por su propia acción al cromosoma del ADN del huésped,
se lo llama epísoma. Al producirse la división celular, el epísoma termina duplicándose e
integrándose al mapa genético básico del huésped.
Los plásmidos pueden tener una configuración idéntica al ADN cromosómico (como doble hélice)
pero siempre se hallan fuera de la estructura y no cuentan con proteínas asociadas. La información
que albergan estas moléculas no suele ser esencial, aunque le proporcionan ciertas cualidades al
hospedador en determinadas condiciones.

Se denomina episoma a un plásmido incorporado al cromosoma bacteriano. Los plásmidos se


replican en manera similar al cromosoma bacteriano. En Escherichia coli se han reconocido muchos
plásmidos, entre ellos el F ("factor sexual") y el R (resistencia a los antibiótico). El plásmido F
contiene 25 genes, algunos de los cuales controlan la producción de los pilis , "tubos" que se
extienden desde la superficie de las células bacterianas"machos"( F+), a la de las células bacterianas
hembras ( F-) .

Los plásmidos pueden tener una configuración idéntica al ADN cromosómico (como doble hélice)
pero siempre se hallan fuera de la estructura y no cuentan con proteínas asociadas. La información
que albergan estas moléculas no suele ser esencial, aunque le proporcionan ciertas cualidades al
hospedador en determinadas condiciones.

Lo habitual es que los plásmidos se encuentren en bacterias: de hecho, la mayoría de las bacterias
dispone de estas moléculas. Se han hallado, además, plásmidos en organismos de tipo eucariota.

Además de todo lo expuesto, merece la pena conocer a fondo otras características importantes de
los plásmidos, entre las que se encuentran las siguientes:

-Los tipos de genes con los que operan son diferentes. Así, por ejemplo, se pueden hallar desde
genes que lo que hacen es codificar enzimas hasta los que ofrecen resistencia a los antibióticos
pasando por los que producen sustancias tóxicas para distintas bacterias.

-En el caso de que se parta del criterio del tipo de genes que utilizan, concretamente que portan,
los plásmidos se pueden clasificar en los que portan genes de resistencia, los que transportan genes
de degradación de sustancias, los que tienen genes de virulencia y los que cuentan con genes de
fertilidad.

Gracias a su capacidad de reproducción independiente frente al cromosoma del ADN, los plásmidos
son empleados en la ingeniería genética para seleccionar ciertos clones. Se puede escoger plásmidos
por su resistencia a algunas sustancias, como antibióticos.

De acuerdo a su función, es posible diferenciar entre diversos tipos de plásmidos. Los plásmidos de
resistencia son aquellos que pueden enfrentar la acción de un veneno, un antibiótico, etc. Los
plásmidos virulentos, por su parte, transforman bacterias en patógenos, mientras que plásmidos
degradativos ayudan a digerir sustancias que no son habituales.

Se conoce como plásmido R al plásmido de resistencia que forma parte de las bacterias y que puede
contar con hasta una decena de genes que le aportan esta capacidad.
Cuando el plásmido consigue integrarse por su propia acción al cromosoma del ADN del huésped,
se lo llama epísoma. Al producirse la división celular, el epísoma termina duplicándose e
integrándose al mapa genético básico del huésped.

Los plásmidos pueden tener una configuración idéntica al ADN cromosómico (como doble hélice)
pero siempre se hallan fuera de la estructura y no cuentan con proteínas asociadas. La información
que albergan estas moléculas no suele ser esencial, aunque le proporcionan ciertas cualidades al
hospedador en determinadas condiciones.
Se denomina episoma a un plásmido incorporado al cromosoma bacteriano. Los plásmidos se
replican en manera similar al cromosoma bacteriano. En Escherichia coli se han reconocido muchos
plásmidos, entre ellos el F ("factor sexual") y el R (resistencia a los antibiótico). El plásmido F
contiene 25 genes, algunos de los cuales controlan la producción de los pilis , "tubos" que se
extienden desde la superficie de las células bacterianas"machos"( F+), a la de las células bacterianas
hembras ( F-) .

Los plásmidos pueden tener una configuración idéntica al ADN cromosómico (como doble hélice)
pero siempre se hallan fuera de la estructura y no cuentan con proteínas asociadas. La información
que albergan estas moléculas no suele ser esencial, aunque le proporcionan ciertas cualidades al
hospedador en determinadas condiciones.

Lo habitual es que los plásmidos se encuentren en bacterias: de hecho, la mayoría de las bacterias
dispone de estas moléculas. Se han hallado, además, plásmidos en organismos de tipo eucariota.

Además de todo lo expuesto, merece la pena conocer a fondo otras características importantes de
los plásmidos, entre las que se encuentran las siguientes:

-Los tipos de genes con los que operan son diferentes. Así, por ejemplo, se pueden hallar desde
genes que lo que hacen es codificar enzimas hasta los que ofrecen resistencia a los antibióticos
pasando por los que producen sustancias tóxicas para distintas bacterias.

-En el caso de que se parta del criterio del tipo de genes que utilizan, concretamente que portan,
los plásmidos se pueden clasificar en los que portan genes de resistencia, los que transportan genes
de degradación de sustancias, los que tienen genes de virulencia y los que cuentan con genes de
fertilidad.

Gracias a su capacidad de reproducción independiente frente al cromosoma del ADN, los plásmidos
son empleados en la ingeniería genética para seleccionar ciertos clones. Se puede escoger plásmidos
por su resistencia a algunas sustancias, como antibióticos.

De acuerdo a su función, es posible diferenciar entre diversos tipos de plásmidos. Los plásmidos de
resistencia son aquellos que pueden enfrentar la acción de un veneno, un antibiótico, etc. Los
plásmidos virulentos, por su parte, transforman bacterias en patógenos, mientras que plásmidos
degradativos ayudan a digerir sustancias que no son habituales.
Se conoce como plásmido R al plásmido de resistencia que forma parte de las bacterias y que puede
contar con hasta una decena de genes que le aportan esta capacidad.

Cuando el plásmido consigue integrarse por su propia acción al cromosoma del ADN del huésped,
se lo llama epísoma. Al producirse la división celular, el epísoma termina duplicándose e
integrándose al mapa genético básico del huésped.
Los plásmidos pueden tener una configuración idéntica al ADN cromosómico (como doble hélice)
pero siempre se hallan fuera de la estructura y no cuentan con proteínas asociadas. La información
que albergan estas moléculas no suele ser esencial, aunque le proporcionan ciertas cualidades al
hospedador en determinadas condiciones.

Se denomina episoma a un plásmido incorporado al cromosoma bacteriano. Los plásmidos se


replican en manera similar al cromosoma bacteriano. En Escherichia coli se han reconocido muchos
plásmidos, entre ellos el F ("factor sexual") y el R (resistencia a los antibiótico). El plásmido F
contiene 25 genes, algunos de los cuales controlan la producción de los pilis , "tubos" que se
extienden desde la superficie de las células bacterianas"machos"( F+), a la de las células bacterianas
hembras ( F-) .

Los plásmidos pueden tener una configuración idéntica al ADN cromosómico (como doble hélice)
pero siempre se hallan fuera de la estructura y no cuentan con proteínas asociadas. La información
que albergan estas moléculas no suele ser esencial, aunque le proporcionan ciertas cualidades al
hospedador en determinadas condiciones.

Lo habitual es que los plásmidos se encuentren en bacterias: de hecho, la mayoría de las bacterias
dispone de estas moléculas. Se han hallado, además, plásmidos en organismos de tipo eucariota.

Además de todo lo expuesto, merece la pena conocer a fondo otras características importantes de
los plásmidos, entre las que se encuentran las siguientes:

-Los tipos de genes con los que operan son diferentes. Así, por ejemplo, se pueden hallar desde
genes que lo que hacen es codificar enzimas hasta los que ofrecen resistencia a los antibióticos
pasando por los que producen sustancias tóxicas para distintas bacterias.

-En el caso de que se parta del criterio del tipo de genes que utilizan, concretamente que portan,
los plásmidos se pueden clasificar en los que portan genes de resistencia, los que transportan genes
de degradación de sustancias, los que tienen genes de virulencia y los que cuentan con genes de
fertilidad.

Gracias a su capacidad de reproducción independiente frente al cromosoma del ADN, los plásmidos
son empleados en la ingeniería genética para seleccionar ciertos clones. Se puede escoger plásmidos
por su resistencia a algunas sustancias, como antibióticos.

De acuerdo a su función, es posible diferenciar entre diversos tipos de plásmidos. Los plásmidos de
resistencia son aquellos que pueden enfrentar la acción de un veneno, un antibiótico, etc. Los
plásmidos virulentos, por su parte, transforman bacterias en patógenos, mientras que plásmidos
degradativos ayudan a digerir sustancias que no son habituales.

Se conoce como plásmido R al plásmido de resistencia que forma parte de las bacterias y que puede
contar con hasta una decena de genes que le aportan esta capacidad.

Cuando el plásmido consigue integrarse por su propia acción al cromosoma del ADN del huésped,
se lo llama epísoma. Al producirse la división celular, el epísoma termina duplicándose e
integrándose al mapa genético básico del huésped.
Los plásmidos pueden tener una configuración idéntica al ADN cromosómico (como doble hélice)
pero siempre se hallan fuera de la estructura y no cuentan con proteínas asociadas. La información
que albergan estas moléculas no suele ser esencial, aunque le proporcionan ciertas cualidades al
hospedador en determinadas condiciones.

Se denomina episoma a un plásmido incorporado al cromosoma bacteriano. Los plásmidos se


replican en manera similar al cromosoma bacteriano. En Escherichia coli se han reconocido muchos
plásmidos, entre ellos el F ("factor sexual") y el R (resistencia a los antibiótico). El plásmido F
contiene 25 genes, algunos de los cuales controlan la producción de los pilis , "tubos" que se
extienden desde la superficie de las células bacterianas"machos"( F+), a la de las células bacterianas
hembras ( F-) .

Los plásmidos pueden tener una configuración idéntica al ADN cromosómico (como doble hélice)
pero siempre se hallan fuera de la estructura y no cuentan con proteínas asociadas. La información
que albergan estas moléculas no suele ser esencial, aunque le proporcionan ciertas cualidades al
hospedador en determinadas condiciones.

Lo habitual es que los plásmidos se encuentren en bacterias: de hecho, la mayoría de las bacterias
dispone de estas moléculas. Se han hallado, además, plásmidos en organismos de tipo eucariota.

Además de todo lo expuesto, merece la pena conocer a fondo otras características importantes de
los plásmidos, entre las que se encuentran las siguientes:

-Los tipos de genes con los que operan son diferentes. Así, por ejemplo, se pueden hallar desde
genes que lo que hacen es codificar enzimas hasta los que ofrecen resistencia a los antibióticos
pasando por los que producen sustancias tóxicas para distintas bacterias.

-En el caso de que se parta del criterio del tipo de genes que utilizan, concretamente que portan,
los plásmidos se pueden clasificar en los que portan genes de resistencia, los que transportan genes
de degradación de sustancias, los que tienen genes de virulencia y los que cuentan con genes de
fertilidad.

Gracias a su capacidad de reproducción independiente frente al cromosoma del ADN, los plásmidos
son empleados en la ingeniería genética para seleccionar ciertos clones. Se puede escoger plásmidos
por su resistencia a algunas sustancias, como antibióticos.

De acuerdo a su función, es posible diferenciar entre diversos tipos de plásmidos. Los plásmidos de
resistencia son aquellos que pueden enfrentar la acción de un veneno, un antibiótico, etc. Los
plásmidos virulentos, por su parte, transforman bacterias en patógenos, mientras que plásmidos
degradativos ayudan a digerir sustancias que no son habituales.

Se conoce como plásmido R al plásmido de resistencia que forma parte de las bacterias y que puede
contar con hasta una decena de genes que le aportan esta capacidad.
Cuando el plásmido consigue integrarse por su propia acción al cromosoma del ADN del huésped,
se lo llama epísoma. Al producirse la división celular, el epísoma termina duplicándose e
integrándose al mapa genético básico del huésped.

Los plásmidos pueden tener una configuración idéntica al ADN cromosómico (como doble hélice)
pero siempre se hallan fuera de la estructura y no cuentan con proteínas asociadas. La información
que albergan estas moléculas no suele ser esencial, aunque le proporcionan ciertas cualidades al
hospedador en determinadas condiciones.
Se denomina episoma a un plásmido incorporado al cromosoma bacteriano. Los plásmidos se
replican en manera similar al cromosoma bacteriano. En Escherichia coli se han reconocido muchos
plásmidos, entre ellos el F ("factor sexual") y el R (resistencia a los antibiótico). El plásmido F
contiene 25 genes, algunos de los cuales controlan la producción de los pilis , "tubos" que se
extienden desde la superficie de las células bacterianas"machos"( F+), a la de las células bacterianas
hembras ( F-) .

Los plásmidos pueden tener una configuración idéntica al ADN cromosómico (como doble hélice)
pero siempre se hallan fuera de la estructura y no cuentan con proteínas asociadas. La información
que albergan estas moléculas no suele ser esencial, aunque le proporcionan ciertas cualidades al
hospedador en determinadas condiciones.

Lo habitual es que los plásmidos se encuentren en bacterias: de hecho, la mayoría de las bacterias
dispone de estas moléculas. Se han hallado, además, plásmidos en organismos de tipo eucariota.

Además de todo lo expuesto, merece la pena conocer a fondo otras características importantes de
los plásmidos, entre las que se encuentran las siguientes:

-Los tipos de genes con los que operan son diferentes. Así, por ejemplo, se pueden hallar desde
genes que lo que hacen es codificar enzimas hasta los que ofrecen resistencia a los antibióticos
pasando por los que producen sustancias tóxicas para distintas bacterias.

-En el caso de que se parta del criterio del tipo de genes que utilizan, concretamente que portan,
los plásmidos se pueden clasificar en los que portan genes de resistencia, los que transportan genes
de degradación de sustancias, los que tienen genes de virulencia y los que cuentan con genes de
fertilidad.

Gracias a su capacidad de reproducción independiente frente al cromosoma del ADN, los plásmidos
son empleados en la ingeniería genética para seleccionar ciertos clones. Se puede escoger plásmidos
por su resistencia a algunas sustancias, como antibióticos.

De acuerdo a su función, es posible diferenciar entre diversos tipos de plásmidos. Los plásmidos de
resistencia son aquellos que pueden enfrentar la acción de un veneno, un antibiótico, etc. Los
plásmidos virulentos, por su parte, transforman bacterias en patógenos, mientras que plásmidos
degradativos ayudan a digerir sustancias que no son habituales.
Se conoce como plásmido R al plásmido de resistencia que forma parte de las bacterias y que puede
contar con hasta una decena de genes que le aportan esta capacidad.

Cuando el plásmido consigue integrarse por su propia acción al cromosoma del ADN del huésped,
se lo llama epísoma. Al producirse la división celular, el epísoma termina duplicándose e
integrándose al mapa genético básico del huésped.

You might also like