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1.1Periodos de la Contabilidad
1.1.1 Empírico:
Las primeras civilizaciones que surgieron sobre la tierra tuvieron que hallar la manera
de dejar constancia de determinados hechos con proyección aritmética, que se
producían con demasiada frecuencia y eran demasiado complejos como para poder ser
conservados por la memoria. Reyes y sacerdotes necesitaban calcular la repartición de
tributos y registrar su cobro por uno u otro medio. En último lugar los comerciantes
han sido siempre el sector de la sociedad mas comprometido con cualquier nuevo
procedimiento de registro de datos. Y mercaderes y cambistas los ha habido desde los
primeros momentos en todas las civilizaciones.
El país situado entre el Tigris y el Eufrates era ya en el cuarto milenio A.C. asiento de
una próspera civilización. Los comerciantes de las grandes ciudades mesopotámicas
constituyeron desde fechas muy tempranas una casta influyente e ilustrada. El
hallazgo de miles de tablillas cerámicas que reflejan conceptos sumerios como:
"Sociedades Comerciales", "Estado", "Templos", "Aportaciones de capital", "Reparto de
Beneficios".
Se han conservado miles de tablillas cerámicas que permiten formarse una imagen
acerca de la manera en que los sumerios llevaban las cuentas. Gracias a esos testigos,
inmunes al paso del tiempo, sabemos que ya en épocas muy antiguas existían
sociedades comerciantes, en las que las aportaciones de capital y el reparto de
beneficios estaban cuidadosamente estipulados por escrito.
Egipto.
Los escribas, especializados en llevar las cuentas de los templos, del estado y de los
grandes señores, llegaron a constituir un cuerpo técnico numeroso y bien considerado
socialmente.
Grecia.
Los templos helénicos, como había sucedido muchos siglos antes con los de
Mesopotamia y Egipto, fueron los primeros lugares de la Grecia clásica en los que
resultó preciso desarrollar una técnica contable. Cada templo importante, en efecto
poseía su tesoro, alimentado con los óbolos de los fieles o de los estados, donaciones
que era preciso anotar escrupulosamente: Los tesoros de los templos no solían
permanecer inmovilizados y se empleaban con frecuencia en operaciones de préstamo
al estado o a particulares. Puede afirmarse así que los primeros bancos griegos fueron
algunos templos.
Quizá el lugar en el que los arqueólogos han encontrado más abundante y minuciosa
documentación contable lo constituye el santuario de Delfos, donde se han recuperado
cientos de placas de mármol que detallan las ofrendas de los fieles, así como las
cuentas de reconstrucción del templo en el siglo IV a de Las casas de bancas
particulares tuvieron su gran momento de expansión en el siglo V a de J.C.. Surgieron
modestamente a la vera de los templos, pero muy pronto extendieron sus actividades
por numerosas ciudades mediterráneas. Los banqueros griegos, sobre todo los
atenienses, dominaron la técnica de los cheques y trasferencias de fondos de una
ciudad a otra y de una cuenta a otra, y, probablemente, hicieron ya uso de la letra de
cambio.
Los banqueros llevaban fundamentalmente dos clases de libros de contabilidad: el
Diario (efeméricas) y el libro de cuentas de clientes. El orden y la pulcritud con que se
llevaban las anotaciones hizo que la exactitud de éstas llegaran a ser reconocida por la
ley, que otorgaba a los libros de contabilidad valor de prueba principal.
El primer gran Imperio Económico que se conoce fue el de Alejandro Magno (356,323
a.C.),...los banqueros griegos, fueron famosos en Atenas, ejerciendo su influencia en
todo el Imperio. De ellos se dice: "Llevaban una contabilidad a sus clientes, la cual
debían mostrar cuando se les demandara; su habilidad, y sus conocimientos técnicos
hicieron que con frecuencia se les empleara para examinar las cuentas de la ciudad
"(History of Modern Bank of Isue, Conant).(Gertz 1996:32)
Roma.
En esta época existió una sociedad que fue símbolo del esclavismo debido a la
existencia de ejércitos poderosos que inundaron su estado de oro y esclavos: la
"Sociedad Romana"; que presenta hechos económicos relacionados con la
contabilidad, la cual se manifestó tanto en los actos públicos, como en los privados..
Ya en el siglo I a. de J.C. se menospreciaba a una persona que fuera incapaz de
controlar contablemente su patrimonio. De hecho, todo jefe de familia asentaba
diariamente sus ingresos y gastos en un libro llamado Adversaria", el cual era un
borrador, ya que mensualmente los transcribía, con sumo cuidado, en otro libro, el
“Codex o Tubulae"; en el cual, a un lado estaban los ingresos (acceptum), y al otro los
gastos (expensum).
El año 325 antes de Cristo se expidió en Roma la Ley Paetelia Papiria que daba valor
probatorio a los registros contables, ya que hablaba de que con tan sólo la anotación
del nombre del deudor, con su consentimiento, en el Codex del acreedor se
consideraba realizada la operación y tenía validez la deuda.
El libro más empleado era el de ingresos y gastos ("codees acceti et expensi"). Los
grandes negociantes llegaron a perfeccionar sus libros de contabilidad de tal manera
que algunos historiadores han creído ver en ellos –se conservan sólo algunos
fragmentos incompletos- un primer desarrollo del principio de la Partida Doble.
Aunque hay algunas citas de grandes autores, como Cicerón, que parecen sustentar
tal hecho, son demasiado confusas como para establecer la tesis de que el método de
la Partida Doble era conocido en la Antigüedad.
Debido a la casi total aniquilación del comercio en Europa en los siglos posteriores a la
caída del Imperio romano, las prácticas contables más o menos evolucionadas
habituales en el mundo antiguo desaparecieron. La técnica contable se iba a
desarrollar de nuevo en Europa a partir casi de cero, al compás del crecimiento del
comercio, que tomó su primer gran impulso con las cruzadas, la invasión, conquistas
expansivas y especialmente del comercio del mundo árabe.
Mediante la "Capitulare de Villis", ordenanza de Carlo Magno del siglo VIII, se estipuló
el levantamiento de un inventario anual de las propiedades del imperio y el registro en
un libro que tuviese por separado ingresos y egresos, lo que se facilitó con el
"Solidus", la unidad monetaria aceptada generalmente entre el siglo VI y IX, por ser
una medida homogénea.
En tanto que los mercaderes italianos presentaron mayor atención a una contabilidad
de carácter patrimonial, más adaptada al contrato del comerciante sobre sus
empleados.
Las repúblicas comerciales italianas y los Países Bajos serían durante los últimos siglos
de la Edad Media las regiones europeas en que la vida comercial iba a ser más
intensa. Como consecuencia natural, la práctica contable iría desarrollando nuevos
métodos en estos países, y sería sobre todas las repúblicas italianas donde había de
surgir la moderna contabilidad.
En 1157 Ansaldus Boilardus, notario genovés, reparte las utilidades que produjo una
asociación comercial con base en el saldo de la Cuenta de Ingresos y Egresos llevada
durante la misma. Se conservan cuentas de un comerciante florentino en 1211 donde
se anota el debe arriba del haber, dando así lugar a la sospecha de una Escuela
Florentina de contabilidad, discrepante de las Escuelas Genovesa y Veneciana que
ponían el debe y el haber frente a frente (cualquier estudiante de primer semestre de
Contabilidad Financiera ya sabrá que escuela triunfó).
Se conservan los libros de los banqueros genoveses Zaccaria que comprenden varios
ejercicios. Aparecen los registros auxiliares en la forma de Libros de Cuentas
Corrientes, usando las expresiones debe y haber, que se presumen de origen toscano.
Los libros del banquero florentino Perrizzi se manejan con sus respectivos auxiliares y
son sólo un ejemplo de las más de 80 empresas que había en Florencia en el año de
1336.
Así, de los primitivos memoriales, en los que los comerciantes anotaban sin ningún
orden particular las diversas operaciones que precisan recordar posteriormente, se fue
evolucionando poco a poco hacia un sistema contable de partida simple, a medida que
gran número de anotaciones necesarias aconsejó a los comerciantes y prestamistas ir
desglosando del memorial diversas cuentas, en las que anotaban grupos de
operaciones poseedoras de alguna característica común, tales como ir referenciadas a
una determinada mercadería o bien a una misma persona. El modo de llevar a cabo
las anotaciones fue perfeccionándose cada vez más y originó el progresivo desarrollo
de ciertas reglas prácticas, hasta que en un momento determinado con exactitud por
los historiadores apareció en la zona de influencia económica italiana el método de la
Partida Doble.
En los libros del comerciante Francesco Datini, durante la segunda mitad del siglo XIV,
aparece el registro por partida doble, se tiene ya la idea de un patrimonio del negocio,
la determinación de pérdidas o ganancias, el cierre de operaciones cada dos años y la
elaboración de estados financieros. La importancia de Datini consiste en que no se
trataba de un comerciante cualquiera, poseía una auténtica trasnacional de aquellos
tiempos con filiales en cuatro países.
Para esta época eran ya muchos los empresarios que llevaban una contabilidad formal
por partida doble, teniéndose los casos de la familia Médicis que era dueña de una
industria textil; de Antonio Jacobo Frügger, de Augsburg, en el año de 1419; de
Donato Soranzo e Fratelli; de Andrés Barbarigo que llevaba una contabilidad "a la
veneciana" con un libro que registraba las operaciones en orden cronológico llamado
Giornale (diario) y otro llamado Cuaderno (mayor).
Probablemente, la Partida Doble tuvo su origen en la Toscana del siglo XIII. Sin
embargo, sólo se comienza a conocer con seguridad su empleo en Génova, en 1340.
ya en el siglo XV, parece ser que los banqueros y comerciantes toscanos disponían de
una técnica contable tan desarrollada o más que la empleada por los venecianos, y
diferente en algunos puntos importantes de la de éstos. Sin embargo fue la
contabilidad "alla veneziana" la que impuso, gracias a la imprenta, que permitió su
difusión antes que ninguna otra.
El primer autor que estableció claramente el uso del método de la Partida Doble fue
Benedetto Cotrugli (en eslavo, Kotruljevic) Raugeo, nacido en la actual Dubrovnik en
Croacia, entonces una ciudad comercial adriática del área de influencia veneciana,
llamada Ragusa.
Posiblemente, la falta de difusión del libro de Cotrugli de debió a que en su época las
técnicas contables eran consideradas "secreto de oficio" por aquellos que las
dominaban, monopolizándolo así su empleo. Pacioli habría sido, por tanto, el primero
que se atrevió a romper un secreto gremial celosamente guardado.
La aplicación de la partida doble conlleva usar tres libros: el memorial o borrador del
diario (está en desuso), el diario donde se representan todas las operaciones
distinguiendo entre el acreedor(H) y el deudor (D),precedido por los términos “A” y
“por” respectivamente y separadas las anotaciones por rayas horizontales, y el mayor,
en el que cada asiento en el diario origina dos anotaciones en el mayor.
Pacioli describe con minuciosidad la forma de llevar a cabo los asientos del Diario,
ilustrando sus instrucciones con numerosos ejemplos. La redacción de los asientos es
farragosa, circunstancia que se mantendría hasta al menos un siglo después de la
edición de la obra del franciscano.
Los asientos del diario constan de dos partes claramente delimitadas una comenzando
por la palabra por (el "debe" del asiento) y la otra con la palabra a (el "haber" del
asiento). La forma de pasar los asientos del Diario al Mayor es descrita así: ".... de
todas las anotaciones que hayas apuntado en el Diario harás siempre dos en el Mayor,
a saber: una en el Debe y la otra en el haber, y señalarás la anotación deudora con
por y la acreedora con a, según más arriba he dicho..."
Aunque Pacioli no explica claramente las razones por las que una determinada cuenta
ha de abonarse y otra ha de ser cargada, expone los principios de lo que podría recibir
el nombre de "personificación de la cuentas".
Esta doctrina se fue abandonando por su excesiva simplicidad. Hoy en día podría
seguir usándose si las contabilidades fuesen muy simples, entre 18 y 20 cuentas.
El funcionamiento de la partida doble lo explican partiendo del principio de que cada
cuenta que recibe a de adeudarse y la que entrega a de acreditarse.
-Escuela personalista:
Surge entre 1973 y 1886 siendo escuela más significativa que aparece. Aunque su
precursor fue Francesco Marchi, la máxima figura y expresión de esta escuela fue
Guiseppe Cerboni. Esta escuela se basa en la teoría de la personificación de cuentas.
Se personifican todas las cuentas, incluso las materiales, por ejemplo el dinero de la
caja lo tiene a su cargo el cajero, que es quien responde por este ante el empresario.
Para aplicar la teoría del cargo y el abono el que recibe es deudor, y se anotará en el
DEBE; quien entrega es el acreedor y se anota en el HABER y supone un abono.
Las cuentas tienen como misión registrar las alteraciones de valor que experimentan
los elementos patrimoniales. Dicho autor es de los tratadistas más significativos de la
contabilidad, ya que asienta las bases de esta como ciencia, rompiendo el aspecto
tecnicista que hasta entonces había tenido. Esta es la razón por la que se sitúa en esta
escuela los orígenes de la contabilidad.
-Escuela hacendalista:
Su máxima figura Giovanni Rosi que basa su teoría de las haciendas en la existencia
de tres funciones en la contabilidad:
La económica deriva de la existencia de necesidades y el estado natural de las
cosas desde un punto de vista económico.
La jurídica es consecuencia de los hombres con los entes y entre ellos.
La administrativa surge por la necesidad de dirigir las diversas actividades
desarrolladas por los entes, con el fin de alcanzar todos los fines establecidos.
A finales del siglo XIX y principios del XX donde se dan a conocer las primeras
asociaciones de contadores que buscan orientar la contabilidad bajo unos estándares y
reglas generales.
TEORÍA DE LA PERSONIFICACIÓN:
Consiste en ver en la cuenta una persona ficticia que recibe y entrega. Se creo porque
no todas las personas podían ser responsables por los valores existentes en una
organización.
TEORÍA JURÍDICA:
TEORÍA ECONÓMICA:
Los representantes de esta teoría consideran que la práctica contable deben estar
sujeta al momento económico y a los cambios que en este se produzcan.
Esta teoría avanzo en el concepto de valor debido a la teoría Marxista, concepto que
se convirtió en uno de los sistemas de medición de la realidad económica de la
empresa.
TEORÍA ADMINISTRATIVA
Esta teoría integra los valores humanos a los valores financieros de la empresa,
considera a la contabilidad como el principal instrumento administrativo y financiero.
También reconoce el carácter predictivo que obtuvo la contabilidad y la importancia
para el desarrollo de una organización.
Doctrina italiana: aunque Italia fue el país cuna de la contabilidad ha ido perdiendo
bastante identidad, a pesar de ello destacaremos como autores principales:
Gino Zappa:
A pesar de no ser contable, merece atención porque en el discurso de apertura del
año 1926-1927 del Real instituto superior de ciencias económicas y comerciales de
Venecia enunció la doctrina económico-hacendal, en la que decía que debería
refundirse las doctrinas de gestión, organización y contabilidad en una ciencia
denominada economía hacendal.
Esto ponía en peligro la autonomía de la contabilidad, sin embargo esta idea no
prosperó, aunque si creo una ciencia de economía hacendal que contenía la
organización y la gestión. Su discípulo más destacado fue Pietro Onida.
Vincenzo Masi:
Contable puro, concibe la contabilidad como la ciencia del patrimonio. Fue el primero
en precisar los dos aspectos que hay que tener en cuenta en la contabilidad, el
estático y el dinámico.
Alberto Ceccherelli:
Expone que la contabilidad recoge información tanto para comprobar y revisar los
resultados presentes como para controlar y predecir el futuro.
Doctrina Francesa:
No tiene gran trascendencia y solo destacará Dumarchay. Enunció la teoría valorista ó
diferencialista de las cuentas en “La teoría positiva de la contabilidad”. Considera a la
cuenta como el instrumento conceptual del registro de valor, de manera que las
cuentas no se llevan a las personas ni los objetos, sino al valor. La mecánica contable
se realiza mediante el uso de dos series de cuentas:
-Las integrales que recogen el valor de los elementos patrimoniales y sus alteraciones
cuentas de activo y pasivo.
Doctrina Alemana.
La contabilidad es una ciencia de información de los fenómenos económicos, por ello
es de gran importancia en el enfoque económico de la contabilidad. Destacan dos
autores: Schmalenbach y Schneider.
Schmalenbach
En su obra “el balance dinámico” enuncia la teoría dinámica del balance, en la que el
resultado ocupa el lugar principal y a partir de él se obtiene el balance, en
contraposición con la teoría estática del balance. Realizó la primera proposición formal
de un plan de cuentas bien elaborado que dio lugar al primer plan de cuentas alemán.
Fue publicado como monista(no separa entre ámbito interno y externo).
Schneider
“Contabilidad industrial” es una obra de gran valor científico y práctico y constituye
una aportación valiosísima a la problemática de la contabilidad de costes. Fue el
primero en concretar la conceptuación de una serie de magnitudes fundamentales
como son el gasto, coste... Además elaboró el esquema de la circulación de valores en
la empresa, distinguiendo entre:
Doctrina portuguesa:
Doctrina sudamericana:
Doctrina norteamericana:
En las últimas décadas la doctrina norteamericana ha experimentado una notable
evolución de carácter científico. Llegando a ocupar en la actualidad la cabeza de la
investigación contable, en lo que contabilidad moderna se refiere. Destacamos a:
Una de las consecuencias de dicha crisis fue estandarizar, reforzar y redefinir el rol de
la contabilidad para evitar, en el futuro, la generación de nuevos problemas con tales
dimensiones. De ese episodio, la contabilidad salió con una personalidad más sólida y
con una vocación más claramente definida.
EVOLUCIÓN DE LA CONTABILIDAD
3) La Revolución Industrial
Esta época dominó desde el inicio de la comercialización hasta la Era Industrial. Desde
el punto de vista de necesidades de los usuarios es la época del beneficio, pues se
caracterizaba por la medición de activos e ingresos. Producto de las necesidades
de la Revolución Industrial, esta época condujo al desarrollo de los estados
financieros, siendo el beneficio neto el documento de información más importante
que preparaban tanto para usuarios internos como externos.
5) El ordenador personal
El siguiente paso en la evolución del ordenador se corresponde con el desarrollo de la
computación personal descentralizada, caracterizada por un ratio de una persona para
un computador. Desde 1981, con el nacimiento del primer ordenador personal IBM, la
tecnología de la información progresó hasta el punto en el que cada individuo podía
tener un ordenador. Esto generó el efecto de descentralizar el uso del ordenador y la
creación de un mercado para el desarrollo de una cantidad asombrosa de equipos y
programas nuevos a precios asequibles.
Hay necesidades de información que no están cubiertas por los estados contables
tradicionales: información sobre los riesgos a que está sometida la empresa, el
impacto medioambiental, la gestión del capital intelectual, la capacidad de
innovación, el grado de satisfacción de los clientes, la capacidad de
aprendizaje y motivación de los empleados y un largo etcétera.
Solución de Problemas
Sobre cada una de las siguientes afirmaciones argumentar según estime conveniente:
La evolución de la contaduría pública a través de la historia podría considerarse ha
cambiado la cultura contable? ¿De qué manera?
Indique los aspectos que han influenciado dichos cambios
Bibliografia
Disponible en : http://www.asesoriamoran.com/historia_de_la_contabilidad.htm
Samaue, Victor. Existió y tiene validez como técnica contable la partida simple?
Disponible en : http://www.offixfiscal.com.mx/contaduria/partida_simple.htm
Descripción Temática
Horizontes
En 1604, mediante las Ordenanzas de Burgos del Rey Felipe III, se creo el Tribunal de
Cuentas de Santa fe de Bogotá. Posteriormente, en 1605, se crearon Tribunales de
Cuentas en aquellos lugares donde la extracción de minerales representaba un ingreso
significativo para la Corona. “Estos Tribunales de Cuentas tenían a su cargo el
examen, enjuiciamiento y sanción de los empleados públicos que tuvieran bajo su
responsabilidad manejo de fondos, bienes o servicios del Estado Español y dentro de
la respectiva jurisdicción colonial a su cargo”. Tales Tribunales hacían las veces de las
hoy conocidas Contralorías Regionales, los cuales ejercían inspección, control y
vigilancia de los recursos públicos.
2.4. Periodo Contable del siglo XIX
“El mismo día que se estableció la oficina del Tesoro Público en Bogotá, por sendo
decreto, el Vicepresidente de la República organizó la Contabilidad General de la
República, encargando esta labor en cinco contadores generales, establecidos en
jerarquía con un decano y cuatro dependientes. Esta oficina cumpliría una labor
concomitante con las operaciones efectivas que desarrollaría la Tesorería General en
los años siguientes, registrando y consolidando los movimientos de la cuenta del
Tesoro”. Se observa, con la creación de esta oficina, una visión controladora de los
recursos, al segregar las funciones correspondientes al recaudo, del manejo y registro
de las cuentas.
Tres años más tarde, el 3 de agosto de 1824, mediante ley aprobada por el Congreso
el 31 de julio del mismo año, se reorganiza y reestructura la administración de la
Hacienda Pública, en esta ley se suprime la Tesorería General de la República y se
crean las administraciones de hacienda en cada Departamento, dependiendo
únicamente de la “Dirección General de Hacienda y rentas nacionales”. Esta
descentralización de la tesorería, se entiende como una forma de hacer más eficiente
las funciones por ella desarrolladas, a fin de fortalecer el tesoro público.
Sin embargo, la difícil situación financiera por la que atravesaba el Estado lleva a los
gobernantes a decretar, en octubre de 1822, una disminución de las partidas salariales
de los empleados públicos, y, al mismo tiempo, recordar la disposición sobre la pena
de muerte para los funcionarios que se apropiaran indebidamente del erario público o
malversaran los recursos de la Nación, Además, como mecanismo para incrementar el
recaudo de ingresos se crea, en gobernaciones tales como Bogotá, Cartagena, Santa
Marta y Riohacha, un sistema de ventas de bienes muebles públicos.
Con la reestructuración al Sistema de Hacienda Nacional introducida en 1824, va
configurándose lo que hoy se conoce como Ministerio de Hacienda y Crédito público.
La Dirección se encargó de dirigir, bajo la dependencia del Poder Ejecutivo, todos los
ramos de la Hacienda Pública hasta en sus últimos pormenores y de preparar los
trabajos y proyectos de mejoras que debía presentar anualmente al congreso. Tenía la
facultad de usar la jurisdicción coactiva para el cobro de las Rentas del Estado. Estaba
conformada por cinco directores con iguales funciones y competencias. Todos los
negocios se distribuían en cinco secciones. La primera encargada de las tesorerías,
comprendiendo las rentas administrativas por estas, la segunda de las aduanas; la
tercera del ramo de tabacos; la cuarta de las casa de moneda y la quinta de correos y
postas.
Así las cosas, la Contaduría General de Hacienda fue remplazada por la Dirección
General de Hacienda; sin embargo, se estableció en cada departamento una
Contaduría Departamental encargada de examinar, glosar y fenecer anualmente las
cuentas de la tesorería principal y subalternas y de todas las administraciones de
rentas que existiera en ellos.
Es entonces visible que las funciones que le fueron encargadas a la Dirección General
de Hacienda son, en términos generales y teniendo en cuenta las necesidades de la
administración pública moderna, las asignadas a la Contaduría General de la Nación.
Debido a los altos volúmenes de operaciones y pagos que realizaba la Tesorería de
Bogotá, se decreta en junio de 1829 que en adelante sería ésta una dependencia
directa del “Ministro Secretario de Estado del Despacho de Hacienda”, ordenándose,
además, el refuerzo de su estructura con la incorporación de dos funcionarios
adicionales, con lo cual se fortalece este organismo que había sido eliminado en años
anteriores.
En la década de 1840 aún perduraba la crisis financiera del Estado, razón por la cual
se crean nuevos impuestos directos y proporcionales, gravando las rentas percápita de
los granadinos entre 18 y 60 años, se acude igualmente a la deuda interna y externa
como una alternativa importante, aunque resultara costosa, para dar salida a la
coyuntura por la que atravesaba el país. Según datos de la tesorería “la deuda
consolidada y flotante de la Nueva Granada a 31 de diciembre de 1840 ascendió a $
11.094.918, cuando el presupuesto público del mismo año permitió gastos totales por
$ 2.327.041”.
Lo que en adelante sucedía no era más que una preocupación permanente causada
por el debilitamiento, cada vez más recrudecido, de las finanzas del Estado, como
consecuencia, principalmente, de las guerras y batallas que libraban las fuerzas
militares con los españoles en sus intentos de reconquista, y con los civiles por los
descontentos que se producían con la administración pública.
Entre las principales causas que para 1843 el entonces Secretario de Hacienda, Rufino
Cuervo, encontraba sobre el precario estado de las finanzas públicas, se encuentran:
“1) Lo impreciso y complicado de las disposiciones fiscales, 2) La dispendiosa y poco
exacta recaudación de las contribuciones y 3) La falta de una contabilidad fiscal exacta
y la existencia de un sistema de examen de libros y cuentas defectuoso”.
En este año (1843) se ordena “suprimir la Dirección General de Crédito Nacional (hoy
conocida como Dirección General de Crédito Público) y refundir sus funciones con la
Secretaría de Hacienda en la parte de contratación y negociaciones, con la Tesorería
General de la República en la parte de Contabilidad y registro del estado contable de
los empréstitos”. Igualmente el Secretario de Hacienda, mediante Decreto del 1 de
julio de 1843, dispone la creación de una sección de contabilidad que “cerrara la
cuenta y la arreglara” para presentarla a la Secretaría de Hacienda, y ésta
posteriormente al Congreso; tal información, sin perjuicio de la que debía procesar la
Contaduría General según la ley del 26 de mayo de 1838 que, como ya se indicó, tenía
retrasos de 10 años aproximadamente.
Nótese que hasta el momento los aspectos contables no tenían gran relación con la
materia presupuestal, inclusive las instituciones y oficinas contables de la República
datan de más antigüedad que el mismo sistema presupuestal, lo que se tiene hasta
este momento es una contabilidad que, básicamente, informaba de los recaudos y de
los pagos realizados, a fin de determinar un resultado o estados de cuenta general de
cada uno de los periodos. La iniciativa que se tiene por parte del Secretario de
Hacienda Florentino González, constituye un gran avance en materia presupuestal
como se mencionó en líneas anteriores, y unido a la inexistencia de una institución
que manejara el presupuesto, coadyuvó a que se fuera asignando a las instituciones
ya existentes las funciones que tenían que ver con la reglamentación de la materia. En
ese sentido la Contabilidad General introdujo aspectos referentes a la programación y
ejecución presupuestal, pero se ordenaba que el sistema de registro fuera de partida
doble, y no simple, como funciona hoy el sistema presupuestal.
En 1851, con la reforma introducida por el Presidente José Hilario López, se crean tres
Departamentos: De Hacienda, Del Tesoro, y de Contabilidad General, a este último le
correspondía la centralización de todos las gastos en el presupuesto, prescribir los
reglamentos de contabilidad, y consolidar el presupuesto de rentas y gastos de la
Nación con base en los informes de Hacienda y el Tesoro. A partir de estas dos últimas
reformas se fue conformando y perfeccionando lo que hoy se conoce como sistema
presupuestal, pero manejado por los Departamentos u oficinas de contabilidad,
creadas para este y otros efectos en materia contable propiamente. Hasta el momento
es ésta una de las diferencias más notables entre las funciones que hoy tienen la
Contaduría General de la Nación y la Contraloría General de la República, es decir, dos
instituciones con objetivos constitucionales diferentes. Es importante indicar que la
razón fundamental de la Contraloría en la actual legislación es el ejercicio del control
fiscal, sin embargo, se le han asignado otras funciones de carácter presupuestal, como
se observará más adelante.
Desde el punto de vista contable y, por consiguiente, del control, cabe mencionar que
para 1870, bajo la Presidencia de Santos Gutiérrez y Secretario del Tesoro Narciso
González Lineros, se presenta por primera vez un informe que contenía una relación
de los bienes propiedad de la Nación, cuyo objetivo principal era tener un mayor
conocimiento y control sobre las propiedades del Estado.
En 1922, ante el rechazo del Congreso de la República para seleccionar una comisión
de nacionales que reestructurara el sistema financiero, se optó por extranjeros que
realizaran estos estudios. Así, con el apoyo del presidente Pedro Nel Ospina, por
intermedio del Ministro de Hacienda, y el embajador de Colombia en Washington, se
contrato a Kemmerer por su gran trayectoria en asuntos económicos. Kemmerer llega
a Colombia el 10 de Marzo de 1923, y meses más tarde entregaba al Presidente Pedro
Nel Ospina gran parte de sus recomendaciones.
El Congreso aprueba en corto tiempo (dos semanas) todo el paquete de proyectos
resultado del estudio. Se crea legalmente la Superintendencia Bancaria y el Banco de
la República, es decir, se reestructura el sistema financiero colombiano. En cuanto a
las reformas fiscales, se aprueba una ley orgánica del presupuesto, se reorganizan los
ministerios financieros, las formas para administrar y recaudar ingresos, y se reforma
la contabilidad bajo la dirección de la Contraloría, organismo que también se crea en
este momento.
Hacían parte de este balance consolidado las inversiones del fisco en entidades tales
como: licoreras, teléfonos, cajas, fondos y servicios especiales, además, se incluían las
cuentas de resultado de los establecimientos públicos, empresas de servicio público,
etc., que administraran dineros y fondos públicos.
Esta disposición fue declarada inexequible por la Corte Suprema de Justicia, mediante
sentencia de Septiembre de 1973, por lo que continuó vigente la última parte del
mencionado acto legislativo (Art. 76, lit a) y, en consecuencia, la Contraloría
continuaría llevando las cuentas públicas, como lo había prescrito la Ley 42 de 1923.
Con la Ley 29 de 1975, se crea una comisión interparlamentaria que conceptuaría
sobre el organismo y la forma de llevar la contabilidad de las entidades públicas; pero
tal concepto no cambió en nada los cosas y, además, con la expedición de la Ley 20
del mismo año se ratificó a la Contraloría como autoridad en materia de contabilidad
pública. En este sentido su artículo 29 dispuso que: “La Contraloría General de la
República prescribirá los métodos y ordenamientos contables para el registro de
fondos y bienes nacionales, mantendrá la clasificación de bienes fiscales, balance de la
hacienda, tesoro nacional, balance del tesoro; y el presupuesto nacional, estableciendo
una nomenclatura de cuentas de acuerdo con la Constitución, y las normas orgánicas
del presupuesto.”
La emisión del primer Plan General de Contabilidad Pública (PGCP) por parte de la
DGCP, mediante la Resolución 4444 de 1995, constituyó un acontecimiento
trascendental en este nuevo período de la contabilidad pública. Este PGCP es, pues, el
instrumento mediante el cual se canalizan las operaciones que realizan las entidades
públicas. La primera parte del plan corresponde al marco conceptual de la contabilidad
pública, y la segunda al modelo instrumental, conformado a su vez por el catálogo
general de cuentas y el manual de procedimientos contables.
En 1996 el Congreso aprueba la Ley 298, con la cual se crea la Contaduría General de
la Nación (CGN). El artículo 1 de esta Ley ordena lo siguiente: “A cargo del Contador
General de la Nación, créase la Contaduría General de la Nación como una Unidad
Administrativa Especial, adscrita al Ministerio de hacienda y Crédito Público, con
Personería Jurídica, autonomía presupuestal, técnica, administrativa, y regímenes
especiales en materia de administración de personal, nomenclatura, clasificación,
salarios y prestaciones”.
1. Determinar las políticas, principios y normas sobre contabilidad, que deben regir en
el país para todo el sector público (artículo 4 literal a).
2. Establecer las normas técnicas generales y específicas, sustantivas y
procedimentales, que permitan uniformar, centralizar y consolidar la contabilidad
pública (artículo 4 literal b).
Solución de problemas
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