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INTRODUCCIÓN
Nuestro tema a estudiar es acerca del tribunal de Cristo que es confundido por
muchos con el juicio a los incrédulos (el gran trono blanco) que se describe en
pecado según se describe en Juan. 8:24, otros esperan con temor el tribunal de
Cristo porque creen que serán castigados asignando atributos del infierno a ese
momento de encuentro personal con Cristo, pero san Pablo enfatiza que «ninguna
condenación hay para los que están en Cristo Jesús» (Romanos 8:1), pues los
creyentes no tendrán que comparecer ante el augusto gran trono blanco. Sin
embargo, este hecho no excusa a los cristianos de tener que rendir cuentas a su
del Señor.
especialmente en 2da. Corintios 5:10; Romanos 14:10, 12; 1ra Corintios 3:10–15;
4:1–5. Cuando Pablo habla del «día de Jesucristo», tiene delante este momento de
va a celebrar inmediatamente las Bodas del Cordero. Pero antes, la Palabra de Dios
nos enseña que hay unos ajustes finales que el Señor quiere realizar con Su Iglesia.
SIGNIFICADO ETIMILÓGICO DE LA PALABRA: "TRIBUNAL"
juicio y castigo por haber cometido un ilícito y casi siempre pensamos en forma
1. bema (βῆμα), traducido «para asentar un pie», lit.: «lugar para pie». Se empleaba para
denotar un lugar elevado, una tarima o plataforma, a la que se ascendía por unos peldaños,
originalmente la que se encontraba en la colina El término se emplea del tribunal ante el que
todos los creyentes deberán responder. Ante este bema los creyentes han de quedar
manifiestos, para que cada uno «reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo,
sea bueno o malo». Allí recibirán sus recompensas por su fidelidad al Señor.
2. kriterion (κριτήριον), significa primariamente un medio de enjuiciar, luego, un tribunal,
juzgado, o un pleito (Santiago 2.6).1
¿Dónde? En el Cielo. Jesús dijo: “Porque he aquí vuestro galardón es grande en los
1
Vine, W. (2000). Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento
exhaustivo. Nashville: Editorial Caribe.
juntamente con ellos… y así estaremos siempre con el Señor” (Lucas 14:14; 1
“De manera que cada uno de nosotros dará a Dios razón de sí” y “cada uno reciba
según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.”
Porque es un tribunal (gr. bema, como en 2 Co. 5:10), del que recibiremos recompensas o
reproches (comp. con 1 Co. 3:14, 15), pero no condenación (v. 8:1). No es el Gran Trono
(gr. Thrónos) Blanco, ante el que comparecerán los condenados (Ap. 20:11).3
Este “juicio” tiene que ver con el servicio del creyente, no con sus pecados. Es una
nuestras vidas de servicio para Cristo de manera exacta como han sido. Se pasará
2
Trenchard, E. (1972). Bosquejos de doctrina fundamental (150). Grand Rapids, Michigan: Editorial
Portavoz.
3
Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bíblico de Matthew Henry (1599). TERRASSA
(Barcelona): Editorial CLIE.
Los pecados del creyente, como tales, no serán traídos a examen para juicio en
esta solemne ocasión. Este juicio tuvo lugar hace más de 2000 años, cuando el
plenamente la deuda contraída por nuestros pecados, y Dios nunca traerá de nuevo
estos pecados a juicio (Juna. 5:24). El tribunal de Cristo tiene que ver con nuestro
servicio para el Señor. No se pondrá en cuestión si hemos sido salvos o no; esto ya
pérdida.
San Pablo en 1ra Corintios 3:13 se dice que en el día venidero la obra de cada uno
por el fuego, como el oro, la plata y las piedras preciosas. En cambio, aquello que
haya suscitado perturbación entre el pueblo de Dios o no los haya edificado, será
las intenciones; qué nos motivó o impulsó a trabajar en la Obra de Dios. Las
motivaciones e intenciones puras, honestas, santas, son como oro, plata, piedras
personal, son como madera, heno, hojarasca. El fuego mismo probará la calidad de
antes de tiempo, sino esperar hasta que venga el Señor. Él podrá juzgar, no sólo lo
que se puede ver con los ojos, sino también los motivos de los corazones —no sólo
lo que se hizo, sino por qué se hizo—. Él manifestará las intenciones de los
corazones, y es innecesario decir que todo lo que se hizo para propia exhibición o
El anuncio de que cada uno recibirá su alabanza de parte de Dios no debe tomarse
como una promesa incondicional de que en aquel día el servicio de todos los
creyentes aparecerá de una manera favorable. El significado es que todo aquel que
Que Dios nos ayude a todos a trabajar para el Señor, no para levantar nuestra propia
almas perdidas.
BIBLIOGRAFIA
Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bíblico de Matthew Henry. TERRASSA
(Barcelona): Editorial CLIE.
Vine, W. (2000). Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo
Testamento exhaustivo. Nashville: Editorial Caribe.