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EL TRIBUNAL –BEMA– DE CRISTO

INTRODUCCIÓN

Nuestro tema a estudiar es acerca del tribunal de Cristo que es confundido por

muchos con el juicio a los incrédulos (el gran trono blanco) que se describe en

Apocalipsis 20:11–15 pues es el lugar de juicio de aquellos que mueren en su

pecado según se describe en Juan. 8:24, otros esperan con temor el tribunal de

Cristo porque creen que serán castigados asignando atributos del infierno a ese

momento de encuentro personal con Cristo, pero san Pablo enfatiza que «ninguna

condenación hay para los que están en Cristo Jesús» (Romanos 8:1), pues los

creyentes no tendrán que comparecer ante el augusto gran trono blanco. Sin

embargo, este hecho no excusa a los cristianos de tener que rendir cuentas a su

Maestro en cuanto a su fidelidad en el curso de su vida de servicio aquí, pues todos

nosotros somos mayordomos y administradores de todo cuanto hayamos recibido

del Señor.

Este principio se destaca en muchos lugares de las Escrituras, pero se detalla

especialmente en 2da. Corintios 5:10; Romanos 14:10, 12; 1ra Corintios 3:10–15;

4:1–5. Cuando Pablo habla del «día de Jesucristo», tiene delante este momento de

manifestación que determinará la posición, el servicio y la recompensa de los

redimidos para toda la eternidad (Filipenses 1:6; 2:15 y 16).

Casi siempre se piensa que inmediatamente que la Iglesia es levantada al Cielo, se

va a celebrar inmediatamente las Bodas del Cordero. Pero antes, la Palabra de Dios

nos enseña que hay unos ajustes finales que el Señor quiere realizar con Su Iglesia.
SIGNIFICADO ETIMILÓGICO DE LA PALABRA: "TRIBUNAL"

Cuando escuchamos la palabra "tribunal" de inmediato viene a la mente el lugar de

juicio y castigo por haber cometido un ilícito y casi siempre pensamos en forma

negativa (condena) y no de beneficio (perdón o dación de algo).

Las palabras utilizadas en el Nuevo Testamento para tribunal son:

1. bema (βῆμα), traducido «para asentar un pie», lit.: «lugar para pie». Se empleaba para
denotar un lugar elevado, una tarima o plataforma, a la que se ascendía por unos peldaños,
originalmente la que se encontraba en la colina El término se emplea del tribunal ante el que
todos los creyentes deberán responder. Ante este bema los creyentes han de quedar
manifiestos, para que cada uno «reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo,
sea bueno o malo». Allí recibirán sus recompensas por su fidelidad al Señor.
2. kriterion (κριτήριον), significa primariamente un medio de enjuiciar, luego, un tribunal,
juzgado, o un pleito (Santiago 2.6).1

¿DÓNDE Y CUÁNDO SERÁ EL TRIBUNAL DE CRISTO?

¿Dónde? En el Cielo. Jesús dijo: “Porque he aquí vuestro galardón es grande en los

cielos” (Lucas 6:23).

¿Cuándo será esta comparecencia? Inmediatamente después de la resurrección de

los muertos en Cristo y la transformación de los vivos, que “seremos arrebatados

1
Vine, W. (2000). Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento
exhaustivo. Nashville: Editorial Caribe.
juntamente con ellos… y así estaremos siempre con el Señor” (Lucas 14:14; 1

Tesalonicenses 4:16, 17; 2 Timoteo 4:8).

El tribunal de Cristo se celebrará entre el recogimiento de la Iglesia y la venida en gloria:


el período que se denomina la parousía, o sea, la «presencia» del Señor con los suyos.
Durante el mismo período tendrán lugar las bodas del Cordero, cuando la Iglesia, bajo la
figura de esposa, será presentada a Cristo y unida a Él para toda la eternidad2

¿PARA QUÉ COMPARECEREMOS ANTE EL TRIBUNAL DE CRISTO?

“De manera que cada uno de nosotros dará a Dios razón de sí” y “cada uno reciba

según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.”

(Romanos 14:12; 2 Corintios 5:10).

Porque es un tribunal (gr. bema, como en 2 Co. 5:10), del que recibiremos recompensas o
reproches (comp. con 1 Co. 3:14, 15), pero no condenación (v. 8:1). No es el Gran Trono
(gr. Thrónos) Blanco, ante el que comparecerán los condenados (Ap. 20:11).3

Este “juicio” tiene que ver con el servicio del creyente, no con sus pecados. Es una

ocasión de pasar revista y recibir recompensas. El tribunal de Cristo revelará

nuestras vidas de servicio para Cristo de manera exacta como han sido. Se pasará

revista no sólo a la cantidad de nuestro servicio, sino también a su calidad, e incluso

a los mismos motivos que lo impulsaron.

2
Trenchard, E. (1972). Bosquejos de doctrina fundamental (150). Grand Rapids, Michigan: Editorial
Portavoz.
3
Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bíblico de Matthew Henry (1599). TERRASSA
(Barcelona): Editorial CLIE.
Los pecados del creyente, como tales, no serán traídos a examen para juicio en

esta solemne ocasión. Este juicio tuvo lugar hace más de 2000 años, cuando el

Señor Jesús llevó nuestros pecados sobre Su cuerpo en el madero. Él pagó

plenamente la deuda contraída por nuestros pecados, y Dios nunca traerá de nuevo

estos pecados a juicio (Juna. 5:24). El tribunal de Cristo tiene que ver con nuestro

servicio para el Señor. No se pondrá en cuestión si hemos sido salvos o no; esto ya

es cosa asegurada. Pero en aquella ocasión será cuestión de recompensa y de

pérdida.

¿QUÉ ES LO QUE SE VA A EVALUAR EN EL TRIBUNAL DE CRISTO?

San Pablo en 1ra Corintios 3:13 se dice que en el día venidero la obra de cada uno

se hará manifiesta. El día se refiere al Tribunal de Cristo, cuando se revisará todo

servicio para el Señor. El proceso de servicio es asemejado a la acción del fuego.

El servicio que ha dado gloria a Dios y bendición al hombre no quedará afectado

por el fuego, como el oro, la plata y las piedras preciosas. En cambio, aquello que

haya suscitado perturbación entre el pueblo de Dios o no los haya edificado, será

consumido. En el Tribunal de Cristo se van a someter a prueba las motivaciones,

las intenciones; qué nos motivó o impulsó a trabajar en la Obra de Dios. Las

motivaciones e intenciones puras, honestas, santas, son como oro, plata, piedras

preciosas; las motivaciones hipócritas, egoístas, carnales, interesadas en lo

personal, son como madera, heno, hojarasca. El fuego mismo probará la calidad de

la obra de cada uno.


CONCLUSIÓN

A la vista de esto, deberíamos ser sumamente cuidadosos en nuestra valoración

del servicio cristiano. Tendemos a exaltar lo espectacular y lo sensacional, y a

menospreciar a lo que es de poca monta o poco visible. Lo mejor es no juzgar nada

antes de tiempo, sino esperar hasta que venga el Señor. Él podrá juzgar, no sólo lo

que se puede ver con los ojos, sino también los motivos de los corazones —no sólo

lo que se hizo, sino por qué se hizo—. Él manifestará las intenciones de los

corazones, y es innecesario decir que todo lo que se hizo para propia exhibición o

para la propia gloria no recibirá recompensa.

El anuncio de que cada uno recibirá su alabanza de parte de Dios no debe tomarse

como una promesa incondicional de que en aquel día el servicio de todos los

creyentes aparecerá de una manera favorable. El significado es que todo aquel que

merezca alabanza la recibirá de Dios y no de los hombres.

Que Dios nos ayude a todos a trabajar para el Señor, no para levantar nuestra propia

imagen sino única y exclusivamente para la gloria de Dios y la bendición de las

almas perdidas.
BIBLIOGRAFIA

Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bíblico de Matthew Henry. TERRASSA
(Barcelona): Editorial CLIE.

Trenchard, E. (1972). Bosquejos de doctrina fundamental. Grand Rapids, Michigan:


Editorial Portavoz.

Vine, W. (2000). Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo
Testamento exhaustivo. Nashville: Editorial Caribe.

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