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eds. A. de las Casas, S. Huerta, E. Rabasa, Madrid: I. Juan de Herrera, CEHOPU, 1996.
y
CIMBRA.s RÍGIDAS: PITOT, COUPLET FRÉZIER
Pitot
Evaluación de cargas.
Figura 3
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Q.
Modelos tipo de cimbra (Pitot, «De la force qu' iI faut don- ",3 "' y F~~~
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ner aux Cintres...,» Mémoires de I'Académic Royale des "
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del material en cuestión, y compararlo con lo que tot nombra a estudiosos como Galileo, Mariotte, Car-
pesa cuando se le sumerge en agua. La diferencia de cavy, Roberval, Huygens, Parent, Varignon.11 En sus
pesos es lo que pesa el agua desalojada y sabiendo propios ensayos utiliza la madera de roble, para la
que el peso del agua es de 72 libras por pie cúbico, se que obtiene una resistencia media en tracción de 50
obtendrá el volumen del trozo sumergido. Divi- libras por línea cuadrada (462 kp/cm2). En compre-
diendo el peso en el aire por ese volumen obtendre- sión obtiene un valor ligeramente superior, de 60,
mos el peso específico del material. Así, para el cál- aunque toma 50 en todo caso. Reconoce la propor-
culo se considerará que un cubo de piedra de l pie de cionalidad de la resistencia al área de las piezas, que
lado pesa 160 libras (2285 kg/m3). a veces presenta excepciones.
A continuación Pitot expone ya su propia teoría. En segundo lugar hay que tener en cuenta la posi-
Hasta ahora simplemente había fijado ciertos pará- ción de las piezas y su ensamblaje, que supone apli-
metros para simplificar los cálculos. El peso total de] car reducciones en la resistencia. En los problemas
tramo de bóveda a resistir se obtenía multiplicando el que él plantea, los elementos que enlazan transver-
volumen calculado por el peso específico del mate- sal mente las piezas resistentes permiten no aplicar
rial. ¿Pero es éste el peso que rea]mente soporta la esas reducciones, aunque debido a la imperfección
cimbra? Pitot lo reduce según la proporción 11/14 de la construcción siempre haya que considerar una
(n/4), cuando se trata del peso total de un arco o bó- menor resistencia real que la calculada.
veda de medio punto. Para demostrar el porqué de
esa reducción imagina una dovela, en un momento
intermedio de la construcción. Se comportará como Paralelogramo de fuerzas.
un objeto sobre un plano inclinado, donde el peso se
descompone en dos fuerzas, una normal al plano y Después de evaluar las cargas y la resistencia del ma-
otra paralela al mismo. Supone que la fuerza normal terial, expone Pitot en el apartado 8, el principio fí-
al plano se transmitirá a través de la propia bóveda, sico en que se basa su método, el del paralelogramo
pero la paralela es la que debe resistir la cimbra. La de fuerzas, figura 5 de la figura 4, según el cual se
relación entre el peso y dicha componente paralela al pueden componer pares de fuerzas dadas sucesiva-
plano, es igual a la relación entre el radio CN y el ca- mente hasta obtener la resultante global.
teto NO de la figura 3, en la figura 4. Imaginando in-
finitos planos de corte, el sumatorio de los infinitos
radios, o sea el área del cuadrado BCDM, sería a] de Método de cálculo.
los infinitos catetos, o área del sector circular BCD,
como el Peso total es al Peso reducido, o soportado y por último, en el noveno apartado indica que, para
por la cimbra. Para evaluar el peso reducido de zonas resolver el problema, es mejor considerar la estruc-
parciales de la bóveda habrá que establecer la pro- tura descompuesta en partes más pequeñas. En los
porción con el mismo criterio, ahora ligeramente di- ejemplos propuestos se consideran separadamente la
ferente a 11/14. Esto último habrá que hacerla nece- parte superior de la cimbra, que habrá de soportar el
sariamente cuando se trata de evaluar el peso total de peso de la bóveda situada por encima del tirante, y la
una forma rebajada, al componerse de tramos de dis- inferior, que soportará el peso total (aclara Pitot que
tinta curvatura. a la reducción del peso aplicada en la nota siete, no
añade la que produciría la fuerza de rozamiento, que
realmente anula los esfuerzos sobre la cimbra desde
Características del material. el arranque de la bóveda hasta el ángulo de roza-
miento). Además, al contabilizar la contribución de
En el apartado 7 se determinan las características del las piezas curvas, estima que se las puede considerar
material, concretamente su resistencia. En esa época rectas y con la misma inclinación que la pieza resis-
se hacían ensayos para conocer el comportamiento tente recta más próxima.
de los distintos tipos de madera, en función de la En la segunda parte del artículo plantea Pitot tres
clase de esfuerzo: tracción, compresión o flexión, y problemas, cuyas soluciones se obtienen inmediata-
de la posición, vertical o inclinada, de las piezas. Pi- mente siguiendo los pasos previos. En el primer y se-
Proyecto y cálculo de cimbras en el siglo XV]]] 317
gundo problema se trata de obtener el peso que una del peso paralela al plano de corte. Él reconoce que
cimbra es capaz de resistir, dadas las dimensiones de por esa razón el arranque de la bóveda no ejercería
cada una de sus piezas, según las reglas de propor- ninguna fuerza sobre la cimbra hasta alcanzar un
ción habituales. Lo resuelve en el primer caso me- cierto ángulo la inclinación de las dovelas; pero tam-
diante «Regle & Compas», esto es, gráficamente; en poco otros autores consideran el rozamiento, lo que
el segundo, mediante cálculos trigonométricos. El estaría del lado de la seguridad. (Tampoco tiene en
tercer problema es inverso, puesto quc para una cuenta la intluencia de] peso de las dovelas situadas
carga dada, se pretenden obtener los grosores de las por encima de una dovela determinada, que reduce
piezas, manteniendo la relación proporcional exis- los esfuerzos que ejerce esta aisladamente sobre la
tente en la práctica. En definitiva, pgmero rcaliza cimbra, según explicará Couplet). El otro error con-
una verificación teórica de las cimbras empleadas ha- siste en sumar las componentes del peso de las dove-
bitualmente, sobredimensionadas en la mayoría de las, de dirección radial, como si fueran verticales, y
los casos. Pero cita el caso de] puente de ]' Isle- comparadas directamente con el peso de la bóveda,
Adam, que tuvo que ser reforzado como confirmaron que sí es vertical. Es decir, debería haber comparado
sus cálculos, ya que las piezas no eran capaces de re- las proyecciones verticales. El peso soportado por la
sistir el peso reducido de la bóveda. Tanto en un caso cimbra sería en consecuencia menor que el obtenido
como en otro se justifica el empleo de la teoría. por Pitot, conservador en todo caso y que además,
El primer y segundo problema son resueltos de como corregirá Couplet, se equivoca al obtener la
una forma general, y después se concretan para los proporción 11/14 que expresa la relación entre el
dos tipos de cimbra considerados, el arco de medio peso reducido y el total de la bóveda.
punto y el rebajado de la figura 3. Se trata de obtener
para cada pieza, excepto el tirante y los elemcntos de
riostra, la fuerza máxima que podrían resistir, multi- Couplet
plicando su área por la tensión de la madcra, es decir,
considera que los esfuerzos serían paralelos a las pie- En 1729, Coup1et publica, también en las Mémoires
zas. Primero, calcula la fuerza resistida por las piezas de l'Académie Royale des Sciences de Paris, un ar-
IE, IG, rectas, y la curva AP, que suma a la lE. figura tículo con el título «De la poussée des Voutes».]2 En
6 de la figura 4. Obtiene la resultante AX, que com- la última parte se ocupa de uno de los aspectos a te-
puesta con su simétrica da MY, magnitud que habrá ner en cuenta al proyectar y calcular una cimbra, el
que comparar con el peso reducido total de la bó- de la evaluación de las cargas que realmente le trans-
veda. En segundo lugar, comprueba el peso resistido mite la bóveda. Cita a Pitot, al que dedica los dos úl-
por la parte superior de la cimbra, LM, NM, Y la timos apartados para corregir los errores cometidos
curva PD, resolviendo tanto el caso en que las direc- en su artículo de 1726 en relación con este tema de
ciones de los esfuerzos convergen, figura 7 de la fi- las cargas.
gura 4, en el arco de medio punto, como el que pre- Considera una bóveda semicircular de espesor uni-
senta esfuerzos paralelos, figura 8 de la figura 4, en forme, en el momento en que sólo queda por colocar
la rebajada. Y para terminar, plantea e] método in- la clave. El rozamiento no se tiene en cuenta. Y, aquí
verso basándose en los paralelogramos de fuerzas hay una aportación interesante, mientras Pitot consi-
obtenidos anteriormente. deraba las dovelas como piezas libres, que al tratar
Hay que destacar que Pitot no intenta conocer la de resbalar sobre el plano de su junta ejercen una
situación real de la estructura, sino averiguar la carga fuerza contra la cimbra, que depende de su peso y de
de colapso de la misma. Utilizando los conceptos de la inclinación, Couplet tiene en cuenta el peso de las
la teoría plástica del cálculo de estructuras, sc puede dovelas situadas por encima de una dada, MmYV en
decir que busca una situación posible de equilibrio. la figura 5, representado por el segmento BN. Este
Si existe, la estructura será válida. Sin embargo, en el peso se descompone en dos fuerzas, BF y BL. El em-
planteamiento de Pitot hay varios errores en la eva- puje BL perpendicular a la junta, puesto que no hay
luación de las cargas. Uno es consciente, y 5e trata de rozamiento, tiene una componente OQ en sentido
la existencia de la fuerza de rozamiento, que él no contrario a la que hace resbalar la dovela. La resul-
considera y que reduciría el valor de la componente tante de ambas es la que habrá de soportar la cimbra,
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que en un punto determinado se hace cero. Pues bien, J
A
Couplet determina en primer lugar la fórmula que
permite obtener en cada punto el esfuerzo radial que
se ejerce sobre la cimbra y así, el ángulo a partir del
cual este esfuerzo es cero, que resulta ser de 30°
desde el arranque. Después, obtiene la resultante de
K
todos esos esfuerzos radiales mediante integración,
de manera que el Peso total de un tramo de bóveda es
al Peso transmitido a la cimbra como la longitud del
arco KM es a 2PM-KM, figura 5. H
Figura 5
Frézier
Transmisión de cargas de una bóveda a una cimbra (Cou-
plet, «De h: poussée des voutes», Mémoires de l'Académie Diez años más tarde Frézier, en el último volumen de
Royale des Sciences de Pans, 1729) La Theorie et la Pratique de la Coupe des Pierres et
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des Bois,'5 realiza una síntesis del trabajo de Pitot y
Couplet. Para evaluar la carga que las bóvedas trans-
miten a las cimbras se basa en Couplet, y para hallar
la «fuerza» de las cimbras, en Pitot. Aunque repite
los pasos de los anteriores, muestra un ejemplo con-
creto de cómo se obtiene esa carga, que resume en !a
proporción 4/9 del peso total del semiarco. Después
da una serie de recomendaciones de proyecto acerca
de la disposición de los elementos de la cimbra, va-
riable en función de la luz que han de salvar. La re- Figura 7
sistencia depende de dicha disposición y no tanto del Ejemplo de cimbra retroussé (Perronet, «Mémoire sur le
tipo de uniones de las piezas. La disposición con ti- cintrement et le décintrement des ponts...,» Mémoires de
rante o elemento horizontal permite, en luces ya im- l'Académie Rovale des Sciences de París, 1834)
portantes, disminuir la longitud de las piezas y, ade-
más, cumple una función resistente en el punto
donde, según él, el empuje es más fuerte. Hab!a de la venientes que hay que resolver en este tipo de cim-
carga de la propia cimbra, que hasta ahora no había bras, el de las deformaciones, y que las harán no re-
sido considerada y recomienda dar mayor resistencia comendables para grandes luces. Su solución no
que la calculada a las cimbras, en favor de la seguri- busca tanto obtener la resistencia de las cimbras,
dad de los obreros y el éxito del trabajo. Para termi- como evitar que se altere su geometría conforme au-
nar se refiere a las precauciones a tomar en el mo- menta ]a carga, rea]zándose en ]a parte superior a]
mento de descimbrar, que ha de procurar hacerse de mismo tiempo que descienden los riñones. Esto es,
una forma homogénea en todos los puntos, para evi- se preocupa de las fases previas a ]a colocación de la
tar descensos mayores en unos sitios que en otros, clave, no sólo al instante en que sólo resta ésta por
que pudiesen alterar ]a forma y, por tanto, afectar a la ser colocada, que desde e] punto de vista de ]a resis-
seguridad de] arco o ]a bóveda recién construidos. tencia era el más desfavorable.
Como Pitot, comienza el capítulo defendiendo las
ventajas de la teoría a la hora de proyectar las cim-
CIMBRAS FLEXIBLES: LORGNA bras, que también debe estar en relación con la expe-
riencia práctica. Realiza previamente una serie de
En la segunda mitad de] siglo encontramos al italiano consideraciones de proyecto. Aquí es importante co-
Lorgna, con su Saggi di statica e meccanica appli- nocer el ángulo de rozamiento, puesto que la cimbra,
cate, de 1782.16 El capítulo quinto lo dedica a las es- la parte resistente, sólo es necesaria por encima de
tructuras de madera: cimbras y puentes. Pero se ad- aquél. Esto es más favorable desde el punto de vista
vierte un cambio en el tipo de cimbras estudiado. Al de ]a deformación, al ser el arco de menor longitud.
parecer la teoría en relación con las cimbras rígidas Este punto dará la luz máxima de la cimbra, y para
había quedado fijada con el artÍculo de Pitot y las co- obtenerlo explica los ensayos por él realizados con
rrecciones de Couplet. El interés se centra ahora en distintos materiales y morteros. Finalmente toma un
las retroussés, una serie de polÍgonos inscritos en e] ángulo de 30° (aunque los datos obtenidos indican
arco enlazados por piezas de atado transversal, sin ti- ángulos mayores), a partir del cual empieza a trabajar
rantes o puntales. Según Rondelet,'7 Mansard pasa lo que é] llama armadura de la cimbra, puesto que ]a
por ser el inventor de este tipo de cimbra, que em- cimbra es todo el conjunto desde el arranque de ]a
pleó en el Pont a Moulins, en 1706, pero, cn realidad, bóveda o arco.
fue Claude Perrault, en un puente de madera sobre el El segundo paso es determinar el número de lados
Sena, en Sévres. Más tarde, Perronet,'8 al que cita de] polígono inscrito más próximo a la bóveda o
Lorgna, ]a estudió profundamente e hizo que se ex- arco, una vez conocida la luz Fr, figura XXV de la fi-
tendiera, puesto que suponía un ahorro considerable gura 8. Conviene que en ]a clave exista un tramo ho-
de material, figura 7. rizontal. El cálculo que realiza Lorgna después, con-
Sin embargo, ya Lorgna señala uno de los incon- siste en obtener los pesos auxiliares que habrán de
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el
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Figura 9
Modelo de análisis de la cimbra (Lorgna, Saggi di statica e
meccanica applicate, 1782)
Figura 8
variando para conseguir que las fuerzas se transmitan
Modelo tipo de cimbra retroussé (Lorgna, Saggi di statica e
meccanica applicate, 1782) siempre dentro de la geometría del polígono,
A veces es mejor colocar elementos horizontales,
como en ]a figura XXVI de la figura 8, que a su vez
requieren elementos en ]a parte inferior que impidan
colocarse en la parte superior de la cimbra, variables su deformación parcial. En este ejemplo sí tiene en
en función del avance en la construcción de la fá- cuenta pesos auxiliares A', B' que unidos a los pesos
brica, que va incrementando el peso que carga sobre de los elementos añadidos mantienen ]a forma de ]a
la cimbra hasta que se coloca la clave. E] objetivo de cimbra
esos pesos auxiliares es mantener la forma de la cim- Termina su apartado dedicado a las cimbras p]an-
bra. Y Lorgna pensaba que esta forma se mantendría teando el problema del descimbramiento y la defor-
si los esfuerzos se transmitían según los ejes de las mación de ]a bóveda, problema más difícil de contro-
piezas que componen el polígono, figura 9. Para eIJo lar, y que quizá no resulta tan grave. Procurar una
considera que el peso de los diversos elementos se resistencia y ligazón suficiente entre las partes de la
descompone en una fuerza paralela a su dirección y bóveda; utilizar elementos de bronce o cobre a modo
otra perpendicular. Esta última se reparte por igual de anclajes. o un corte especial de las juntas en la
entre los nudos extremos. Busca e1 equilibrio en cada clave; fraguado en agua para acelerar e] proceso: son
nudo, teniendo en cuenta posibles fuerzas puntuales recomendaciones para mantener la geometría de la
A', B' aplicadas en ellos. Lo que obtiene en el capí- bóveda.
tu]o anterior, al que refiere los cálculos de los que La aportación de Lorgna supone como novedad la
habla en e] capítulo que nos ocupa, es una fórmula consideración del equilibrio en los nudos. Pero ve-
que responde a ]a condición que deben cumplir ]a mos que, como Pitot. busca una situación posible de
geometría, los pesos de los elementos y los pesos au- equilibrio, que no tiene por qué ser ]a real (no tiene
xi]iares. Esa condición es la de que la componente en cuenta e] tipo de nudo, ni el reparto de cargas en-
QR sea igual a qr + XZI2, para que el esfuerzo tenga tre los distintos polígonos). Y ésta es una situación
la dirección CO', figura 9. Cuando la geometría está similar a la de las estructuras de fábrica, geométrica.
dada, como en el ejemplo propuesto, figura XXV de Es decir, un arco es estable si existe una línea de em-
]a figura 8, las variables son los pesos (en este caso pujes posible dentro de la geometría del arco, en este
no aplica fuerzas en los nudos) pudiendo combinar el caso una especie de arco poligonal muy fino. Sin em-
efecto de la bóveda o e] arco sobre la cimbra con una bargo. reconoce que su método es un tanto complejo,
carga intencionadamente colocada en la clave que va porque e] estado de cargas varía en cada momento. Y
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