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LA RELIGIÓN SE COMPLEMENTA CON LA CIENCIA BASADA EN LA RAZÓN

“El más inteligente” es una de las tantas antonomasias que puede recibir el hombre, pues de
todos los seres que Dios hizo, esta es una de las cualidades que más lo destaca, también según
estudiosos dicen que el delfín es uno de los mamíferos más inteligentes, sin embargo, es el ser
humano por excelencia quien tiene esta característica más desarrollada. No cabe la menor duda
que los avances científicos y tecnológicos son muestra del empeño y la búsqueda de un
conocimiento que está en estudiar lo que existe. Así pues, la ciencia es algo novedoso que el
hombre admira y sin duda es sorprendente, por todas las teorías y demostraciones que hace,
además gracias a ella podemos decir que vivimos en un confort. Por el otro lado, se encuentra lo
mítico y religioso que en la historia del hombre siempre ha existido, se fundamenta en la
creencia de seres sobrenaturales que intervienen en la dinámica del cosmos y la conducta
humana, si bien gracias a la escritura o la tradición oral, ha podido quedar la constancia de la
cultura o historias de todas las creencias que el hombre ha buscado, la percepción que deja la
religión o la mitología es que lo manifestado en sus doctrinas son especulaciones.
Por lo dicho, surgen varias posiciones como: Las personas que son solo científicos y no creen en
Dios, o los que si creen en tanto en la ciencia como en la religión. Lo importante en este tipo de
situaciones, es tener la plena seguridad que el hombre en su vida tiene algo muy valioso que se
llama discernimiento, esta es la capacidad de distinguir entre lo que es verdadero y no lo es. Por
lo tanto, la doctrina de la creación y teoría de la evolución son asociativas en la medida que la
vivimos en la fe y la razón.
Partimos diciendo que respetamos todas las posturas de estudiosos y reconocemos que aunque no
fuimos testigos visibles en el momento en que se creó el cosmos, creemos que en el impulso
inicial o detrás de todo, hay un arquitecto, ingeniero, astrónomo, etc., que puso todo en orden, así
como cuando nos encontramos un libro o un reloj en el camino, nos decimos, un escritor o
relojero tuvo que haberlo hecho. Lo que sucede es que como Dios es invisible, entonces la gente
dice “como no lo puedo ver, no creo”. Ahora bien, Charles Darwin fue el pionero de la teoría de
la evolución, a groso modo afirma que el hombre que vemos hoy en día fue producto de
múltiples mutaciones que se generó desde lo más mínimo como una bacteria, luego se convirtió
en un pez, anfibio, simio y este se fue irguiendo hasta evolucionar a través de accidentes,
adaptabilidad y un proceso que se conoce como selección natural y así como sucedió con el ser
humano, así mismo con los demás seres. Por otro lado, sabemos que las opiniones más
adentradas al texto bíblico, reconocen a Adán como el primer hombre, su obra maestra en el
sexto día de la creación.
Hablando del tiempo, Dios creó los astros para indicar los días, así fue que según la genealogía y
registro de fuentes, se determinó que el tiempo de la creación hasta nuestros días, es alrededor de
6000 años, no obstante, según la geología y geofísicos, la tierra es más antigua, tiene alrededor
4470 millones de años. Lo que podemos inferir, es que la biblia habla de seis días, pero no son de
24 horas, sino de milenios o más, incluso se habla que pudo haber una tierra muy primitiva y
diferente a la que hoy vemos. En estos casos, lo interesante es pensar que según evidencias
científicas esto puede ser posible, además la biblia es muy profunda debido a que es como un
rompecabezas que hay que ir armando, pero eso sí, nunca se contradice.
Otro aspecto que pone a reflexionar a los estudiosos, es la existencia de un solo continente y es
muy verídico porque hay muchas similitudes entre algunas costas de América del Sur y África,
además se encuentran sedimentos y fósiles que tienen las mismas particularidades y en distancias
tan largas de miles de kilómetros. “Debemos recordar que Dios creó la tierra perfecta cuando
dijo: Júntense las aguas...en un lugar y descúbrase lo seco. Gen. 1:9. En ese momento hace su
aparición PANGEA para darle la bienvenida a toda vegetación, animales y por último al
hombre” (TonyBro, 2011)
Para los creacionistas no cabe la menor duda, de que el hombre fue hecho a imagen y semejanza
de Dios, lo que le dio capacidades especiales que le hacen trascender. De todo lo que podemos
hacer, hay algo que nos destaca y es la posibilidad de conocer y adorar a un Dios invisible por
medio del espíritu que Dios nos regaló, sabemos que Dios está en todo lo que ha hecho y con
mucha más fuerza en el hombre, no obstante, se respeta el pensamiento de los evolucionistas al
considerar que venimos de los simios, debido a que las similitudes son asombrosas, pues tienen
cinco dedos incluyendo un pulgar oponible y su ADN es muy similar al de nosotros, aunque su
cerebro no es muy desarrollado al de nosotros, pueden entenderse por el lenguaje de señas y
saber hasta dónde cavar para encontrar las termitas. Lo que podemos referir es que hasta ahora
no se ha visto una mutación o un cambio que demuestre que los simios se acercan
paulatinamente al homo sapiens, por lo que, los científicos aluden que tienen que pasar millones
de años, por lo tanto, creemos que los cambios se dan pero no son significativos, como por
ejemplo una ave, con el paso de tiempo le comience a crecer el pico o las bacterias que se hacen
más fuertes y buscan mecanismos de defensa. Por lo anterior podemos decir que “Todas las
criaturas son similares a nosotros en algún nivel, lo que hace que sea más fácil para nosotros
vivir con ellos y supervisarlos como administradores de Dios” (UpChurch, 2016)
Dentro del abanico de riquezas y cualidades que tiene el hombre, quedamos perplejos ante
nuestra naturaleza, porque como ya se decía en algún aparte de la reflexión, somos seres
religiosos y reflexivos, que sentimos inclinación por lo sagrado, por ese ser superior; de lo
contrario quién alimentaria las virtudes, quién daría vida al espíritu; no creemos que por sí
mismo las cosas subsistan y permanezcan en el universo, pues hay alguien que rige con extrema
sabiduría. En palabras de Aristóteles: “hay un motor inmóvil que da movimiento al universo”, Él
es Dios (Filosofia.net, s.f.)
Conservando el hombre la imagen de Dios y la razón para saber moverse en los diferentes
campos, posee diferencias con respecto a los demás seres creados y es el lenguaje, el adquirir
conocimiento, y la reflexión sobre sí mismo; diferencias inconfundibles que nos hacen
superiores. Ante esto aparece la expresión “persona”, que al ser seres que poseemos razón, y el
único depositario de ella es la persona, principalmente se entiende como seres que entramos en
relación unos con otros, seres que aunque lleguen muchos niños al mundo, ninguno tiene la
misma información genética, nadie tiene las mismas huellas, haciéndonos únicos e irrepetibles y
que por tanto poseemos un cuerpo, pero que hoy en día lo hemos mal tratado, lo hemos hecho
aparecer como un signo sexual, de comercio, pues las empresas contratan a personas famosas
como futbolistas, actores de cine, modelos etc., para ofrecer un producto, creando un mercado
con la persona, pasando el cuerpo como algo sagrado a un objeto; por el contrario, nuestro
cuerpo es un medio por el cual Dios habita con su espíritu, reflejando vida en él. El cuerpo es el
que nos permite ser hombre o mujer, de manera que en nuestra realidad, el cuerpo ha sido usado
para otros fines. Nuestro cuerpo posee un espíritu que le da un valor especialísimo y es la
dignidad, por tanto, hace que todos los humanos tengamos respeto por el otro, es decir, por todas
las personas, quienes son merecedoras de respeto, porque habita el mismo Espíritu en todos.
Como consecuencia, todos los humanos estamos en la capacidad de amar, por eso es que en
nuestra sociedad todavía existen esos valores bonitos, en las familias que se expresan el amor a
través de gestos de cariño, un abrazo, una sonrisa, un te quiero. Todas estas actitudes de cariño
solo las tenemos los humanos, aunque algunos dicen que los animales también lo hacen y que lo
único que les falta es hablar, pero no, Dios doto al ser humano con sentimientos rotundamente
diferentes de los demás animales. Es importante tener cuidado con corrientes que quieren hacer
parecer a los animales igual al hombre, inclusive a veces estos grupos extremistas dicen que
fuera mejor si el hombre desapareciera y la naturaleza recobrara sus espacios, porque el hombre
es un depredador.
Es significativo regresar a nuestras antiguas costumbres, donde en familia se enseñaban y se
practicaban las normas de comportamiento y de respeto hacia los demás, recuperando el culto
hacia la persona.
Qué bueno es reconocer que las personas sienten como todos, que poseen inteligencia, por tanto,
tiene capacidades para desenvolverse en diferentes actividades, por eso, es necesario promoverlo
a que desarrolle las capacidades guardadas y las ponga al servicio de la sociedad, pues el hombre
es libre y posee la voluntad para saber dónde y cuándo desarrollarlas. Sin embargo, aunque el
hombre posee capacidades, no es una isla, el hombre necesita de los demás, necesita de los
diferentes productos que otros fabrican; pues la sociedad es como una cadena, cada uno de
nosotros somos un eslabón, en el sentido que necesitamos unos de otros y si se rompe esa
sincronía o esa unidad, le es difícil crecer normalmente. El papel que ejerce cada persona en la
sociedad es muy importante, pues cada uno aunque la ayuda sea pequeña promueve al otro, y lo
promueve no solo en la parte material, sino, lo impulsa a buscar el fin último que todos
buscamos y que es Dios, ese bien divino que todos buscamos, y que escapa a lo terrenal.
En consecuencia, está en nuestras manos cultivar nuevos modos de pensar, pues no es elegir el
atajo más largo o el más corto, sino ir por el que es más correcto y llegar a la meta propuesta.
Ahora un elemento que acompaña al hombre es el trabajo. Traemos a la memoria el génesis
donde Dios fue el primero en trabajar y descanso el séptimo. San Pablo nos va decir en (2 tes 3,
10) que el que no trabaje que no coma, con estos dos textos dándole relevancia a la actividad del
trabajo honesto. El trabajo hace que el hombre ponga a disposición de la sociedad sus
capacidades y talentos, y ayuda a que la sociedad crezca, pues los dones y carismas derramados
por el Espíritu Santo, han sido derramados sobre los hombres para ponerlos en práctica y además
con el fruto de su trabajo de manea legal, le sirve para el sustento de la familia. Todo trabajo
debe dignificar al hombre. Todo producto que sea fabricado con el fin de dañar a otros es
reprochable, porque va en detrimento de sus hermanos, como los que se dedican a fabricar
drogas psicoactivas, que lo único que hace es dañar la salud de quienes consumen estos
productos. Este trabajo lo que hace es obtener dinero de una manera ilícita a costa de la salud y
beneficiándose con el mal ajeno.
Qué bueno es descubrir en el hombre, un ser con capacidades, talentos, que posee libertad,
voluntad, un ser que poco a poco desde su niñez va guardando en su ser que su existencia no es
producto de la casualidad, sino que, por el contrario, posee una dignidad como ningún ser del
universo y que como consecuencia le viene de alguien que lo supera todo, que lo abarca todo,
que no es posible encerrarlo en un laboratorio, que Él escapa a todo por ser Dios, el principio y el
fin de todo, dejándose conocer por medio de la fe y la razón, pues San Juan Pablo ll en la
Encíclica Fidest et Ratio nos dice que son como dos alas que vuelan hacia Dios con el único
objetivo que es buscar la verdad. De manera que reconocer en Dios su poderío bien sea con la fe
o con la razón, es síntoma de que proviene del mismo Dios.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Filosofia.net. (s.f.). Las causas del movimiento y el primer motor. Obtenido de


http://www.filosofia.net/materiales/sofiafilia/hf/soff_25.html

PANGEA: El Megacontinente. (2011, mayo 18). Recuperado a partir de


http://claridadbiblica.blogspot.com.co/2011/05/pangea-el-megacontinente.html

SalcantayTV. (09 de octubre de 2012). ¿QUE ES LA PERSONA? [Archivo de video]. Recuperado de


https://www.youtube.com/watch?v=pmxE3kFz-FY

UpChurch, J. (2016). Las sorprendentes similitudes entre la creación y la evolución. Recuperado a

partir de https://answersingenesis.org/es/evolucion/las-sorprendentes-similitudes-entre-la-

creaci%C3%B3n-y-la-evoluci%C3%B3n/

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