rRl's y CONDU TAS DE RlI:5CO ESTRÉS, REi\roIMrE NTO y SA LUD 25
aumentan la vulnerabilidad al estrés, mientras que los estilos que conU v n
afrontamiento activo, búsqueda racional de soluciones, autocontrol y n~eva .e conducta Tipo-A (con ]uación positiva de la situación, incrementan la inmunidad . hostilidad) y sobre todo denominado «dureza» ~to), aumentan el valor 2.2.3. Valores, creencias y actitudes mtes. Esto sucede, pro , la competitividad y la Beck (1984) se ha referido a la influencia de los valores, bs creencias y las lo que en re lidad s on; actitudes rígidos, irracionales y di~flll1ciol1ales, tanto sobre la atención selectiva :ompromiso, no se per y el procesamiento mental de las situaciones potenciztlmente estresantes, como e a ellas con eficacia; y sobre la apreciación de los propios recursos para hacer frente a tales situa s con la máxima urgen ciones. Según este especialista, e] estrés perjudicial coincide con lél activación de cogniciones estables (valores, creenoias y actitudes) que propician una valoración sesgada de las situaciones potencialmente estresantes y de los pro 19uno o algunos de s us pios recursos, con una dara tendencia a percibir más, y más grav es, exp ldimiento más alto en riencias estresantes, y a infravalorar la eficacia de los recurso s de afronta )I:'ro al mismo tiempo, miento personales. 2 está rindiendo, lo que niento. Beck sugiere que el contenido de los valores, las creencias y las actitudes más estables afecta la interpretación que se hace de las situaciones, dep n '~ las conductas Tipo-A diendo de este contenido, en gréln parte, el que léls situacione ean m ás o ~ r másinmediatos que menos estresantes. Por ejemplo, para una persona que valore mu cho b opi msolidándose, ase este nión que los demás tienen de ella, resulté1l'á más estresante una ituaci ón con e las personas a sufrir creta en la que tenga que exponerse a la evaluación de otras p e rsonas, qu e para otra persona que, élun va lorando la opinión d los d em ás, t n ga una cre encia del tipo siguiente: «lo q/le yo hago no le p/lede gustar a todo el mundo». Veamos otro ejemplo. Con. independencia de otros factores, piHa und per sona que no trabaje, esta situación será más estresante si le da mucho valor al ~stilos de afrontamien hecho de trabajar, o si relaciona el éxito profe ional a su valor como p ersona, las situacione p oten que si únicamente considera el trabajo como un medio para ganar dinero y secuencias. Los es tilos poder vivir. disposición es pecífica Del mismo modo, la rigidez de cogniciones muy íntimas que sean signi mdín, 1995). Esta di s ficativas en un determinado contexto puede influir en la valor¿Kión que las lcen de lc1S si tU<lcionl's personas hacen de sus propios recursos. Ase por ejemplo, una p erso n,1 muy :Ha rnanej<lrlas. «perfeccionista» que tenga creencias rígidas como «siempre tengo que ¡1(7ccrlo :antes las situaciones todo m1ly bien» o «nuncn puedo cometer ningúl1 error», tenderá él inf ravalorar sus que se perciban más experiencias de afrontamiento y, como consecuencia de ello, desarrollará una o escapar de la situa menor confianza en sus propios re"c ursos que afectará su va loración de éstos ite, 1984t puede con en ocasiones futuras . Mientras que otra persona más flexible, que «se permi :ante cualquier situa ta a sí misma no ser tan perfecta» tenderá a evaluar sus experiencias de forma ada la autoconfianza más obje tiva, reconociendo la eficacia de sus recursos, detectando y solucio n n lugar de evitarla nando los déficits reales existentes e incrementando, de esta n1i'lner,1, la pro erizados por b nega babilidad de valorar más alto (dentro de lím ites realis tas) SllS posibilidades rontélción irracional, de afrontamiento.