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Pilotes de control: madera y otros materiales en celdas de deformación, y

comportamiento ante sismos.

Conference Paper · November 2017

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N. P. López-Acosta Eduardo Martínez Hernández

Universidad Nacional Autónoma de México Universidad Nacional Autónoma de México
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 4º SIMPOSIO INTERNACIONAL DE CIMENTACIONES PROFUNDAS
Noviembre 15-16, 2017 – CDMX, México

Pilotes de control: madera y otros materiales en celdas de deformación,

y comportamiento ante sismos
Control piles: wood and others materials as deformable cells, and behavior in earthquakes

Norma Patricia LÓPEZ ACOSTA1 y Eduardo MARTÍNEZ HERNÁNDEZ2

1Investigadora y Coordinadora de Geotecnia, Instituto de Ingeniería, UNAM, México

2Estudiante de Posgrado, Instituto de Ingeniería, UNAM, México

RESUMEN: Los pilotes de control son un sistema de cimentación o recimentación implementado en aproximadamente
700 edificios de la Ciudad de México. Estos dispositivos permiten solucionar dos de los problemas más comunes en las
edificaciones de la ciudad: a) emersión aparente, y b) asentamientos diferenciales. Lo anterior es posible mediante una
celda de deformación conformada por un arreglo de cubos de madera de caobilla que controla: a) la carga en los pilotes,
y b) los desplazamientos verticales de la estructura. Recientemente se han propuesto cilindros poliméricos y tacones de
neopreno como celdas de deformación para sustituir la madera, con la finalidad de eliminar problemas como la
deformación no uniforme debido a la heterogeneidad de la madera y las afectaciones en su comportamiento debido a la
humedad. En este artículo se estudia y discute el comportamiento mecánico de tres materiales empleados como celdas
de deformación: a) arreglos de cubos de madera de caobilla, b) cilindros poliméricos, y c) tacones de neopreno, los
cuales se ensayaron a compresión simple con carga controlada (representando condiciones normales de operación) y
con carga cíclica (representando condiciones sísmicas). Para complementar esta investigación, se evalúa el
comportamiento observado en los dispositivos de control ante sismos, particularmente en los sismos de 1985 y de 2017.
Al final, se emiten algunos comentarios concluyentes.

ABSTRACT: The control piles are a foundation or underpinning system implemented in approximately 700 buildings in
Mexico City. These devices allow solving two of the most common problems in buildings of the city: a) apparent
protruding, and b) differential settlements. This is possible by means of a deformable cell constituted by an arrangement
of wood cubes (caobilla type) which controls: a) the load transmitted to piles, and b) the vertical displacements of the
structure. Recently, polymeric cylinders and neoprene blocks have been proposed as deformable cell to replace the
wood, in order to eliminate problems such as non-uniform deformation due to the heterogeneity of the wood and the
effects on its behavior due to humidity. In this paper the mechanical behavior of materials used as deformation cells is
studied and discussed: a) arrangement of caobilla wood cubes, b) polymeric cylinders, and c) neoprene blocks. These
materials were tested by simple compression applying controlled load (representing normal operation conditions) and
cyclic load (representing seismic conditions). In order to complement this research, the behavior of these control devices
in earthquakes, particularly 1985 and 2017 earthquakes, is evaluated. At the end, some concluding comments are
drawn.

1 DESCRIPCIÓN DEL SISTEMA DE PILOTES DE Actualmente, cerca de 700 edificios de la Ciudad de

CONTROL
1.1 Antecedentes
En la Ciudad de México ocurre el fenómeno
denominado hundimiento regional, generado por el
bombeo excesivo del agua del subsuelo y la alta
compresibilidad de sus arcillas (Carrillo, 1948). Este
fenómeno repercute en el comportamiento de las
edificaciones, generando emersión aparente en las
construcciones cimentadas con pilotes de punta y
asentamientos diferenciales en edificios cimentados
con pilotes de fricción.
En 1948, González-Flores creó el sistema de
pilotes de control con la finalidad de solucionar los
problemas de asentamiento diferencial y emersión
aparente de edificaciones (González-Flores, 1948).
México utilizan este sistema (PICOSA, 2017), entre
los que destacan: iglesias, hospitales, escuelas,
hoteles, monumentos históricos, tanques de
almacenamiento de turbosina, edificios, etc.
Asimismo se tiene conocimiento que los sistemas de
control además de colocarse en los pilotes de punta,
también se han implementado en pilotes de fricción
(López-Acosta y Martínez, 2016).
1.2 Descripción del sistema
Los pilotes de control están conformados por tres
elementos (Fig. 1): a) el pilote (seccionado en tramos
de 91 cm) que penetra la losa fondo del cajón de
cimentación, b) un marco de carga anclado a un
dado estructural, y c) una celda de deformación
constituida por un arreglo de tres niveles de cubos

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 164 Pilotes de control: madera y otros materiales en celdas de deformación, y comportamiento ante sismos

de madera de caobilla. Este último elemento permite Recientemente se ha propuesto reemplazar la

controlar tanto la carga que los pilotes transmiten a
un estrato duro (capa dura), como el asentamiento
de las construcciones.
Figura 1. Componentes del sistema de pilotes de control
(Martínez-Hernández, 2017)
madera por cilindros poliméricos (Fig. 3b) o tacones
de neopreno (Fig. 3c) para funcionar como celdas de
deformación, con la finalidad de eliminar problemas
como la deformación no uniforme debido a la
heterogeneidad de la madera, las afectaciones en su
comportamiento debido a la humedad, pero también
pretendiendo disminuir la frecuencia del
mantenimiento a los dispositivos.
Aunque la mayoría de los inmuebles emplean
arreglos de cubos de madera como celdas de
deformación, se tiene documentado que una escuela
en la Ciudad de México utiliza arreglos de cubos y
cilindros poliméricos en los sistemas de control
(López-Acosta y Martínez, 2017b), y que un
monumento histórico tiene tacones de neopreno en
los sistemas de control.
a)

1.3 Funcionamiento de la celda de deformación

La celda de deformación tiene la función de
comprimirse en igual magnitud que el hundimiento
regional del suelo, para permitir el descenso del
edificio y mantener el contacto suelo-estructura.
La idea original de González-Flores fue emplear
un material elastoplástico perfecto (Fig. 2) que
tuviera como característica principal un factor de
comportamiento plástico Fcp igual a la unidad
(cociente de la carga al inicio de la respuesta plástica b)
entre la carga máxima) para garantizar que el pilote
trabaje a carga constante una vez que la celda de
deformación alcanza su punto de fluencia. Por esta
razón, González-Flores propuso emplear cubos de
caoba, porque que presentaban un comportamiento
muy parecido al elastoplástico perfecto.
Posteriormente, debido a la escasez y en especial al
costo de la caoba, se cambió su uso por cubos de
madera de caobilla (Fig. 3a), debido a la similitud de
sus propiedades mecánicas y al menor costo
(López-Acosta y Martínez, 2017a, 2017c). c)

Figura 3. Materiales empleados como celda de

deformación: a) arreglo de cubos de madera de caobilla,
b) cilindros poliméricos, y c) tacones de neopreno
(Martínez-Hernández, 2017)
Figura 2. Comportamiento idealizado de las celdas de
deformación (López-Acosta y Martínez, 2017)
Las celdas de deformación están sujetas a carga
axial en condiciones normales de operación y a

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 LÓPEZ-ACOSTA N. P. y MARTÍNEZ-HERNÁNDEZ E. 165

cargas cíclicas en sismos. Por ello, en este artículo
se discuten los resultados obtenidos en dos tipos de
ensayes: de compresión simple que representan el
comportamiento en condiciones normales de
operación, y de carga cíclica que representa las
condiciones ante un sismo. Los ensayes se
realizaron en: a) arreglos de tres niveles de 3⨯3
cubos de madera de caobilla, b) cilindros poliméricos
con capacidad nominal de 980 kN (100 t), y
c) tacones de neopreno. Para complementar esta
investigación, se evalúa el comportamiento
observado en los dispositivos de control en los
sismos de 1985 y de 2017.
1.4 Capacidad de los marcos de carga
espárragos
Existen diversos tipos de marco de carga entre los
que destacan: el tradicional, marco doble, tipo Stag y
tipo Tamez. Una serie de estudios se ha realizado
para obtener la capacidad de carca de distintos
marcos de carga (Peña et al., 2016). En la Tabla 1
se presentan los tipos de marcos evaluados, sus
características físicas y la capacidad aproximada
obtenida en cada uno de ellos (excepto el tipo
Tamez). Las capacidades de los sistemas se
obtuvieron de acuerdo con las Normas Técnicas
Complementarias para Diseño y Construcción de
Estructuras Metálicas vigentes (RCDF, 2004). La
capacidad de carga de cada marco está dada por la
menor resistencia de sus componentes (cabezal,
espárragos y sistema de anclaje) y no considera
factores de reducción. Las capacidades señaladas
en esta tabla constituyen una guía de utilidad para el
funcionamiento apropiado de este tipo de sistemas
de control, que además de controlar asentamientos
de la estructura ayudan a controlar la carga. De tal
y forma que la capacidad de carga del marco debe
estar acorde con la carga que se transmite al pilote,
para que no esté subutilizado ni tampoco exceda la
carga máxima aceptable que llegue a provocar la
falla del marco. Para dar un mayor margen de
seguridad es recomendable considerar un factor de
reducción en las capacidades del sistema que se
señalan en la Tabla 1.

Tabla 1. Capacidad estructural de distintos tipos de marcos de carga (Peña et al., 2016)
Capacidad del
Largo Ancho Altura
Marco de Corte sistema
Esquema
carga transversal L B H CS
(m) (m) (m) (kN)
1.00 0.32 0.33 1532.8
0.85 0.23 0.33 1861.3
0.85 0.37 0.38 1889.7
Tradicional
0.75 0.22 0.33 1889.7
1.10 0.32 0.32 1312.1
0.84 0.23 0.33 1887.8

0.85 0.33 0.34 3778.5

Cabezal 0.85 0.33 0.33 3721.6

doble

0.55 0.33 0.33 3569.6

0.70 0.23 0.31 1551.4

Tipo Stag
0.70 0.24 0.21 1057.2

Una parte esencial de los marcos de carga son los
dos espárragos (uno en cada extremo), que trabajan
a tensión. Estos elementos están diseñados para ser
los primeros en alcanzar la falla ante un evento
sísmico, para evitar que los demás elementos
(cabezal y anclas) presenten daños. La vida útil de
los espárragos es de aproximadamente 20 años
(PICOSA, 2017).
Una serie de estudios se ha realizado para
obtener la capacidad a la tensión de distintos
espárragos (Peña et al., 2016). En la Tabla 2 se
proporciona la capacidad a la tensión de distintos
tipos de espárragos empleados en los sistemas de
control.

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 166 Pilotes de control: madera y otros materiales en celdas de deformación, y comportamiento ante sismos
Tabla 2. Capacidad a la tensión de distintos tipos de
espárragos de sistemas de control (Peña et al., 2016)
Espárragos
Características
Tipo 1 Tipo 2 Tipo 3
Diámetro de espárrago (in) 1¼ 1½ 2 2½
Capacidad a la tensión (kN) 388.2 559.0 993.8
2 EVALUACIÓN EXPERIMENTAL DEL
COMPORTAMIENTO MECÁNICO DE LAS CELDAS
DE DEFORMACIÓN
2.1 Características de los materiales ensayados
Para analizar el comportamiento mecánico de los
materiales empleados como celdas de deformación,
se realizaron doce ensayes de compresión simple a
carga controlada de 20 kN/min: a) cinco en arreglos
de tres niveles de 3⨯3 cubos de madera, b) cuatro
en cilindros poliméricos con capacidad nominal de
980 kN (100 t), y c) tres en tacones de neopreno.
Estos ensayes representan el comportamiento de las
celdas de deformación en condiciones normales de
operación.
Además de los ensayes de compresión simple, se
realizaron ocho ensayes con carga cíclica: a) cinco
en arreglos de tres niveles de 3⨯3 cubos de madera,
y b) tres en cilindros poliméricos con capacidad
nominal de 980 kN (100 t). En los arreglos de cubos
de madera se realizaron descargas a 147, 196 y
245 kN (correspondiente a un esfuerzo de 6.5, 8.7 y
10.9 MPa). En los cilindros poliméricos las
descargas se programaron a 588, 980 y 1324 kN
(correspondiente a un esfuerzo de 11.1, 18.5 y 24.9
MPa, respectivamente). Estos ensayes representan
el comportamiento mecánico de las celdas de
deformación en un sismo.
Los elementos ensayados fueron:
 Arreglos de tres niveles de 3⨯3 cubos de madera
de caobilla. Debido a la variación en la densidad
de los cubos de caobilla, se realizó un análisis
estadístico de la densidad de 665 cubos de
caobilla que dio como resultado una densidad
media de ρ = 570 kg/m3, con la que se clasificaron
los cubos en: a) pesados (con densidad ρ ≥ 570
kg/m3), y b) ligeros (con densidad ρ < 570 kg/m3).
Así, para esta investigación se consideraron tres
tipos de arreglos clasificados con base en la
densidad de los cubos que los conforman:
a) arreglos pesados (conformado por cubos
pesados), b) arreglos ligeros (constituido por
cubos ligeros), y c) arreglos combinados (una
combinación de cubos pesados y ligeros).
 Cilindros poliméricos con capacidad nominal de
980 kN (100 t). Son elementos elaborados con
resinas elastoméricas copolimerizadas (patente
MX/E/2010/015050; PICOSA, 2015). Actualmente
se han utilizado como celdas de deformación,
buscando sustituir los arreglos de cubos de
madera. Los cilindros son homogéneos, macizos
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(sin huecos), con diámetro medio de 26 cm, altura
media de 15 cm, y una funda de caucho sintético
de 2 mm de espesor. De una muestra de cuatro
Tipo 4 cilindros poliméricos se determinó una densidad
media de ρ = 889.73 kg/m3.
 Tacones de neopreno. Aunque existe una diversa
1552.8
cantidad de neoprenos (cuyas propiedades
mecánicas son distintas), el neopreno empleado
en las pruebas aquí expuestas tiene
características similares a los que se han utilizado
en algunos sistemas de control de la Ciudad de
México (TGC, 2016). Estas características son:
acabado liso en ambas caras, resistencia a la
tensión de 600 PSI (4137 kPa), peso específico de
1450 kg/m3 y dureza 65° Shore “A” +/-5° (ASTM
D-2240). Las dimensiones de la placa de
neopreno ensayada son 40 cm de lado y 7.2 cm
de altura.
2.2 Resultados en ensayes de compresión simple
(condición normal de operación)
Los resultados en los arreglos de tres niveles de 3⨯3
cubos de madera indican que su comportamiento
mecánico es elastoplástico con endurecimiento
(Fig. 4a). El arreglo de cubos pesados presenta un
esfuerzo de fluencia de 9.5 MPa, el de cubos
combinados de 7.6 MPa y el de cubos ligeros de
6.9 MPa. Esto indica que existe una relación entre la
densidad de los cubos y el esfuerzo de fluencia. La
deformación vertical máxima que exhiben los
arreglos (conjunto de cubos) es de
aproximadamente 30 % (correspondiente a 4.5 cm,
de la altura total de los tres niveles). El factor de
comportamiento plástico Fcp medio obtenido en los
arreglos es Fcp = 0.58.
Los resultados obtenidos en los ensayes de los
cilindros poliméricos con capacidad nominal de
980 kN (correspondiente a un esfuerzo de 18.5 MPa)
indican que su comportamiento mecánico es
elastoplástico con endurecimiento (Fig. 4b). Se
observa una variación importante en los esfuerzos
de fluencia obtenidos en los cilindros secos: 8.5, 12.7
y 18.8 MPa. El cilindro húmedo alcanza un esfuerzo
de fluencia de 13.5 MPa, lo que indica que la
presencia de agua no parece repercutir en su
comportamiento mecánico. La deformación vertical
máxima que alcanzan los cilindros poliméricos es de
aproximadamente 27% (correspondiente a 4.0 cm,
de la altura total del cilindro). Asimismo el factor de
comportamiento plástico Fcp medio en los cilindros
es Fcp = 0.49.
Los resultados de las pruebas en los tacones de
neopreno indican que su comportamiento es elástico
no lineal (Fig. 4c), muy distinto al elastoplástico
utilizado en los sistemas de control. El esfuerzo
máximo que presenta el neopreno 1 es de
13.16 MPa (correspondiente a una carga de
2106 kN). No fue posible aplicar más carga debido a
la capacidad de la máquina universal. En este caso,
 LÓPEZ-ACOSTA N. P. y MARTÍNEZ-HERNÁNDEZ E.
el neopreno no alcanzó la falla. Por motivos de
seguridad, los demás ensayes únicamente se
llevaron hasta 7.95 MPa (correspondiente a una
carga de 1275 kN). La deformación vertical máxima
en el neopreno 1 es de aproximadamente 53.96%
(correspondiente a 3.88 cm de su altura total),
misma que se recuperó en su totalidad después de
retirar la carga.
a)
b)
c)
Figura 4. Comportamiento mecánico de materiales en
compresión simple: a) arreglo de cubos de madera de
caobilla, b) cilindros poliméricos de 980 kN (100 t), y
c) tacones de neopreno
2.3 Resultados en ensayes de carga cíclica
(condición sísmica)
En la Figura 5a se presenta el comportamiento
mecánico de los arreglos de tres niveles de 3⨯3
cubos obtenido en las pruebas cíclicas. En dicha
figura se observa que el material conserva su
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167
comportamiento elastoplástico con endurecimiento.
Asimismo se aprecia que la deformación plástica en
el primer ciclo es casi nula, predominando la
deformación elástica. En el segundo ciclo se observa
que la deformación elástica sigue siendo mayor que
la plástica a excepción del arreglo de cubos ligeros.
Contrariamente, en el tercer ciclo la deformación
plástica es mayor que la elástica. Con respecto al
esfuerzo de fluencia, se aprecia que el arreglo de
cubos pesados experimenta el mayor esfuerzo de
fluencia (9.6 MPa), mientras que el menor esfuerzo
de fluencia (6.8 MPa) ocurre en los cubos ligeros.
Los resultados obtenidos de las pruebas cíclicas
en los cilindros poliméricos con capacidad nominal
de 980 kN (100 t) indican la ocurrencia de falla frágil
en los cilindros. En la Figura 5b se observa que los
tres cilindros ensayados resisten el primer ciclo y
antes de alcanzar 17 MPa presentan la falla.
a)
b)
Figura 5. Comportamiento mecánico en pruebas cíclicas:
a) arreglo de tres niveles de 3⨯3 cubos, y b) cilindros
poliméricos con capacidad nominal de 980 kN (100 t)
3 COMPORTAMIENTO OBSERVADO EN
PILOTES DE CONTROL EN CONDICIÓN SÍSMICA
3.1 Sismo de 1985
Ante la acción de cargas estáticas y sismos de
magnitud y duración menores que los ocurridos en
1985, el sistema de control tradicional ha exhibido un
funcionamiento adecuado (Tamez, 1988). Sin
embargo, en los sismos de 1985 algunos sistemas
 168 Pilotes de control: madera y otros materiales en celdas de deformación, y comportamiento ante sismos
de control presentaron fallas en los cabezales y en
los espárragos ocasionadas por: a) momento de
volteo debido a la excentricidad entre el pilote y el
marco de carga (Fig. 6a), y b) la sobrecarga
generada por los cubos que se deformaron más de
75% en conjunto (Fig. 6b). Otros dispositivos de
control (distintos a los tradicionales), de marco tipo
STAG con celda hidráulica, también presentaron
falla durante los sismos de 1985. En este caso, la
celda hidráulica generó una sobrecarga en el
cabezal que propició su falla (Fig. 6c). En
condiciones normales, estos últimos dispositivos
controlan la carga en los pilotes mediante la celda
hidráulica, pero no controlan los asentamientos de la
estructura y son vulnerables en condiciones
sísmicas, como se muestra en la Figura 6c.
a)
b)
c)
Figura 6. Efectos del sismo de 1985: a) inclinación del
marco de carga (Aguilar y Rojas, 1986), b) falla del
cabezal de acero (Aguilar y Rojas, 1990), y c) falla de
marco tipo STAG con celda de presión (Santoyo y Alanís,
2013)
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3.2 Mejoras en el sistema de control después del
sismo de 1985
Con la finalidad de incrementar la seguridad y evitar
fallas en condición sísmica, después del sismo de
1985 se implementaron dos mejoras en el sistema
de control tradicional (Fig. 7a): a) colocación de un
estabilizador de concreto en cada extremo del
sistema (Fig. 7b), y b) colocación de un mayor
número de atiesadores en el cabezal (Fig. 7b). Los
estabilizadores ayudan a restringir el momento de
volteo y con ello la inclinación del cabezal, y los
atiesadores contribuyen a incrementar la resistencia
a la compresión del cabezal en caso de que los
cubos generen una sobrecarga durante un sismo.
a) b)
Figura 7. Sistema de control: a) original (González-Flores,
1959), y b) con mejorías en el sistema (PICOSA, 2017)
3.3 Sismo del 19 de septiembre de 2017
3.3.1 Características generales
El sismo del 19 de septiembre de 2017, con una
magnitud de 7.1, fue de tipo intraplaca a 57 km de
profundidad (debajo del continente), con epicentro a
sólo 120 km al sur de la CDMX en Axochiapan,
Morelos (Servicio Sismológico Nacional, 2017). El
sismo del 19 septiembre de 1985, con una magnitud
de 8.0, fue de subducción, a más de 400 km de la
CDMX y bajo las costas del estado de Michoacán.
Un análisis detallado del movimiento del suelo
producido por ambos sismos en la CDMX (1985 y
2017) revela que la amplitud de las ondas sísmicas
con períodos de oscilación menores a 2 segundos
fue mucho más grande en 2017 que en 1985 (en
promedio unas cinco veces en toda la ciudad); para
ondas con períodos mayores a 2 segundos la
amplitud fue mucho mayor en 1985 (hasta diez
veces mayor). Los movimientos del suelo debidos al
sismo del 19 septiembre 2017 fueron muy violentos
y, de cierto modo, comparables a los de 1985 a
pesar de haber sido provocados por una ruptura
(falla geológica) mucho más pequeña que, sin
embargo, ocurrió mucho más cerca de la ciudad
(Cruz-Atienza et al., 2017).
 LÓPEZ-ACOSTA N. P. y MARTÍNEZ-HERNÁNDEZ E. 169

La aceleración máxima del suelo (dato empleado

a)
para el diseño de las estructuras) no es
necesariamente lo que pone en riesgo la estabilidad
de las edificaciones. Ondas con mayor período de
oscilación amenazan estructuras más altas.
Contrariamente, ondas con período más corto
amenazan estructuras más bajas. La diferencia más
clara entre los dos sismos (1985 y 2017; Figs. 8 y 9)
ocurrió en suelo blando (zona Lacustre) para
edificios más bien altos. El sismo del 19 septiembre
2017 dañó, en su mayor parte, estructuras
b) relativamente pequeñas (de entre 4 y 7 pisos) a lo
largo de una franja con orientación norte-sur dentro
de la zona de transición (entre las zonas de suelo
firme y blando) al poniente de la zona Lacustre de la
CDMX (Fig. 9b). En contraste, las estructuras
dañadas en 1985 fueron en su mayoría más
grandes, con alturas de entre 7 y 14 pisos (Fig. 9a;
Cruz-Atienza et al., 2017).
Figura 8. Aceleraciones experimentales en las azoteas de 3.3.2 Comportamiento observado en edificios de la
edificios con diferentes alturas en (Cruz-Atienza et al., CDMX
2017): a) CU (suelo firme), y b) SCT (suelo blando)
Las condiciones de los sistemas de control de dos
inmuebles se revisaron después del sismo ocurrido
el 19 de septiembre de 2017. Se trata de edificios de
Edificio de 18 y 22 niveles ubicados en la Zona III (Lacustre), de
22 niveles a)
acuerdo con la zonificación geotécnica de la Ciudad
de México (NTCDDC-04). El edificio de 22 niveles,
que originalmente tenía un cajón de cimentación
complementado con pilotes de fricción, fue
recimentado con 52 pilotes de control en 1983 y 36
pilotes de control adicionales en 2008-2009. El
edificio de 18 niveles también tenía de originen un
Edificio de cajón de cimentación con pilotes de fricción, pero fue
18 niveles
recimentado en 1981 con 181 pilotes de control. En
ambos casos, estas recimentaciones se realizaron
para mitigar los problemas de hundimientos
diferenciales y desplomos de los edificios. Además,
ambos fueron recimentados antes del sismo de
1985, es decir, experimentaron este sismo con su
nueva cimentación a base de pilotes de control. Lo
Edificio de
22 niveles b) observado en los sistemas de control de estos
edificios después del sismo del 19 septiembre 2017
fue:
 Los movimientos bruscos del suelo debidos al
sismo ocasionaron que algunos arreglos de cubos
de madera se desalinearan (Fig. 10a). Después
del sismo, los cubos de madera del conjunto
exhibían cierta deformación y no era posible
Edificio de
18 niveles extraerlos del arreglo. Es decir, que después del
movimiento la celda en conjunto continúo
transmitiendo carga a los pilotes.
 En otros dispositivos de control se encontraron
cubos que podían extraerse en uno de los
extremos del sistema (Fig. 10b). En este caso, la
Figura 9. Distribución de aceleración espectral para celda puede no estar transmitiendo correctamente
periodo de 2 s en edificios de 16-20 pisos: a) 1985, y la carga a los pilotes.
b) 2017 (http://aplicaciones.iingen.unam.mx/webSAPS/Ev
entosHistoricos.aspx) (II-UNAM, 2017)

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 170 Pilotes de control: madera y otros materiales en celdas de deformación, y comportamiento ante sismos
 En varios pilotes se presentó un incremento
considerable en la deformación de los cubos de
madera (Figs. 10c y 10d). Se observó que estos
pilotes se localizan en las zonas con mayor
asentamiento diferencial del edificio, siendo los
que pudieron haber experimentado mayor
incremento de carga durante el sismo. Las
deformaciones observadas fueron de
aproximadamente 30% (5 cm) de la altura total del
conjunto. En este caso, el arreglo de cubos debe
sustituirse por uno nuevo para evitar una
sobrecarga en el cabezal ante la ocurrencia de
otro sismo.
 En algunos sistemas de control los cabezales
presentaron una ligera inclinación (Figs. 10e, 10f y
10g). Se observó que estos sistemas se ubican en
a) Arreglo desalineado pero b) Cubos sueltos
trabajando
e) Cabezal inclinado f) Cabezal inclinado
Figura 10. Condiciones de los pilotes de control después del sismo del 19 de septiembre de 2017
4 CONCLUSIONES
El énfasis de este artículo se puso en el estudio de
las celdas de deformación de los pilotes de control
que se utilizan como un tipo de cimentación especial
en edificios de la Ciudad de México. Las celdas de
deformación permiten controlar: a) la carga que se
transmite a los pilotes, y b) los hundimientos del
edificio.
En este trabajo se evaluó experimentalmente el
comportamiento mecánico de tres materiales
empleados como celdas de deformación: a) arreglos
de cubos de madera de caobilla, b) cilindros
poliméricos, y c) tacones de neopreno. Los ensayes
fueron de compresión simple con carga controlada
(representando condiciones normales de operación)
y con carga cíclica (representando condiciones
sísmicas). Los resultados obtenidos permiten emitir
las siguientes conclusiones:
SOCIEDAD MEXICANA DE INGENIERÍA GEOTÉCNICA A.C.
la zona de mayor asentamiento diferencial del
edificio.
 En un pilote de control uno de los espárragos se
encontraba suelto (Fig. 10h). Esto pudo deberse
a: i) la tensión generada en el espárrago durante
el sismo, y/o ii) un desgaste considerable en la
cuerda del espárrago. En estas condiciones este
pilote no contribuye al soporte del edificio.
En los casos de los edificios evaluados, los pilotes
de control no presentaron daños considerables ante
el sismo del 19 de septiembre de 2017, respecto a
los casos documentados en 1985 (ver inciso 3.1). Lo
anterior pudo deberse a que los sismos tuvieron
características diferentes, y también porque en los
edificios evaluados los dispositivos de control tenían
un mantenimiento reciente.
c) Deformación excesiva de d) Deformación excesiva de
cubos cubos
g) Cabezal inclinado h) Espárrago suelto
 El comportamiento mecánico en los arreglos de
tres niveles de 3⨯3 cubos de madera de caobilla y
en los cilindros poliméricos fue elastoplástico con
endurecimiento. Este comportamiento genera en
los elementos una falla dúctil apropiada para el
buen funcionamiento de los sistemas de pilotes de
control. Contrariamente, los tacones de neopreno
exhibieron un comportamiento elástico no lineal,
inapropiado para los dispositivos de control.
 La deformación vertical máxima en los arreglos de
cubos de madera y en los cilindros poliméricos fue
de aproximadamente 5 cm, resultando con mayor
uniformidad en los cilindros poliméricos. La
deformación vertical máxima en el tacón de
neopreno fue de aproximadamente 4 cm. Sin
embargo, el esfuerzo asociado a dicha
deformación fue de 13.16 MPa (correspondiente a
una carga de 2106 kN), suficiente para generar la
falla en los cabezales tradicionales. Por ello se
 LÓPEZ-ACOSTA N. P. y MARTÍNEZ-HERNÁNDEZ E.
recomienda que los tacones de neopreno
colocados en los sistemas de control no excedan
una deformación de 20% (correspondiente a 1.4
cm), porque en este intervalo presentaron un
comportamiento elástico lineal que permite un
control de la carga.
 Los sistemas de control que empleen cilindros
poliméricos deben verificarse después de un
evento sísmico, ya que los resultados obtenidos
en laboratorio indican vulnerabilidad ante cargas
cíclicas.
Esta investigación se complementó con el estudio
del comportamiento observado en los dispositivos de
control de algunos edificios después de los sismos
de 1985 y de 2017. En los casos de los edificios
evaluados, los pilotes de control no presentaron
daños considerables ante el sismo del 19 de
septiembre de 2017, en comparación con los casos
documentados en el sismo de 1985. Lo anterior pudo
deberse a que estos sismos tuvieron características
diferentes, y también porque en los inmuebles los
dispositivos de control tenían un mantenimiento
reciente.
El mantenimiento periódico a los pilotes de control
es importante para su buen desempeño, y debe
apoyarse en un diseño específico geotécnico y
estructural. El mantenimiento debe realizarse por
personal que conozca el funcionamiento del
dispositivo, pues de efectuarse de forma incorrecta
se puede propiciar un comportamiento deficiente.
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