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VI JORNADAS NACIONALES DE LA DEFENSA PÚBLICA

OFICIAL

EXCARCELACIÓN
EXTRAORDINARIA
PANEL PENAL

IGNACIO ROJO COSTAS – SANTA CRUZ 640, IGNACIOROJOCOSTAS@HOTMAIL.COM,


3854971747

ANDREA ROMINA BRAVO SUAREZ – MARIANO SANTILLÁN 105,


ROMINABRAVO_3@HOTMAIL.COM, 3855853894

Resumen: El nuevo Código Procesal Penal reconoce el derecho a la excarcelación


extraordinaria de todo ciudadano imputado por cualquiera de los delitos previstos en el Código
Penal, para aquellas situaciones no comprendidas o que exceden a la excarcelación ordinaria, en
tanto existan circunstancias excepcionales de tal magnitud que permitan contrarrestar los
peligros procesales que hicieron inaccesible la ordinaria. Sin embargo, se trata de un instituto
que no cuenta aún con un margen pretoriano que defina los parámetros de análisis para su
procedencia.
ÍNDICE
Introducción ……………………………………………………………………..2
Excarcelación ……………………………………………………………………3
Excarcelación Extraordinaria …………………………………………………4
Conclusiones ..…………………………………………………………………...8
Referencias ………………………………………………………………………10

INTRODUCCIÓN
La Constitución Nacional consagra y garantiza el derecho a la Libertad

Personal (art. 14). Asimismo, enfocando el presente tema en el derecho a la libertad

física ambulatoria, este derecho surge como una derivación razonada del Principio de

Inocencia consagrado igualmente en el art. 18 de la Carta Magna; del cual se extrae

contrario sensu que todo habitante es libre mientras no sea penado de la comisión de un

delito mediante un juicio previo.

Tales principios esenciales en todo proceso penal también se encuentran

confirmados en los instrumentos del Derecho Internacional de los Derecho Humanos

Universal y Regional, tales como los arts. 1° y 3° de la DUDH, el art. 7° de la CADH,

entre los principales.

En consecuencia, se reconoce el derecho a la excarcelación de todo ciudadano

y se delega en la norma procesal la determinación de las condiciones y efectos de la

caución que el beneficiario debe prestar, atendiendo a la naturaleza del delito, su

gravedad, peligrosidad del agente y demás circunstancias, y la regulación de la forma y

oportunidad de acordar dicha libertad. De manera paralela, una limitación al goce de la

libertad durante el proceso aparece como la única susceptible de legitimación

constitucional, en tanto respeta la naturaleza instrumental de la detención preventiva


como medida cautelar, enderezada única y exclusivamente a asegurar la realización del

proceso penal o el cumplimiento de la sentencia que de él resulte.

En base a estos principios sintéticamente reseñados, congruentes al mismo

tiempo con las necesidades asegurativas del proceso penal, se propone mediante la

presente ponencia un análisis de la naturaleza, fines, características y condiciones de

procedencia del instituto inserto en el C.P.P., cual es el de la Excarcelación

Extraordinaria desde la base normativa y la experiencia jurisprudencial elaborada en

este tiempo de vigencia del nuevo sistema procesal penal inaugurado en la provincia.

EXCARCELACIÓN
En virtud del derecho a la libertad física ambulatoria que rige como principio

general en el derecho procesal como una consecuencia del principio de inocencia, se

desprende de manera categórica que su privación y/o restricción es excepcional y que

ante una detención excesiva, ilegal o arbitraria deviene el derecho a la excarcelación

como una misma manifestación de esa libertad.

De esta forma el cuerpo normativo adjetivo que reconoce el derecho a la

excarcelación de todo ciudadano imputado por cualquiera de los delitos previstos en el

Código Penal, con la sola restricción de que esa libertad no podrá acordarse si el juez o

tribunal considerare que existen razones suficientes para presumir que el detenido

procurará eludir, obstaculizar la investigación o someterse al proceso, o que él

representa un peligro cierto de lesión a bienes jurídicos o de reiteración delictiva.

Esta inteligencia del instituto de la excarcelación proviene de lo que fue

llamado principio de excepcionalidad del encarcelamiento preventivo (Maier, Julio B. J.

“Sobre la libertad del imputado”, página 128, editorial Lerner) en todo compatible con

la garantía constitucional prevista en el artículo 18 de la Constitución Nacional, que

impide que alguien pueda sufrir pena sino en virtud de sentencia, y en base, a la
larguísima duración de las prisiones preventivas, que de ordinario suelen convertirse en

la anticipación de la pena futura a imponerse eventualmente, al reo por sentencia.

Este propósito que tiende a limitar la prisión preventiva a los casos de

verdadera necesidad para los fines del proceso, vinculados a veces a los casos de

comprobada peligrosidad del procesado por su segura o manifiesta proclividad a una

inmediata y riesgosa reiteración delictiva, encuentra también su correlato, en el artículo

7 de la Convención Americana de Derechos Humanos –Pacto de San José de Costa

Rica- ratificado por la nación a través de la Ley 23.054.

En consecuencia, se encuentra previsto básicamente dos tipos de modalidades

excarcelatorias independientes.

La primera se refiere a lo normado por el art. 192, denominada Excarcelación

Ordinaria y a su vez se subdivide en distintas hipótesis o supuestos legales diferentes.

EXCARCELACIÓN EXTRAORDINARIA
El art. 193 del Código Procesal Penal establece que en los casos que conforme

a las previsiones de los incisos 1° y 2° del art. 192 no correspondiere la excarcelación

ordinaria, podrá ser concedida de oficio o a pedido de parte cuando por la objetiva

valoración de las características del o de los hechos atribuidos, de las condiciones

personales del imputado y de otras circunstancias que se consideren relevantes, se

pudiera presumir que el mismo no procurara eludir u obstaculizar la investigación ni

burlar la acción de la justicia. En estos casos el órgano interviniente podrá, de acuerdo a

las circunstancias y a la personalidad del detenido, someterlo al cumplimiento de reglas

especiales de vigilancia y/o cuidado potencial, sin perjuicio de lo dispuesto en el art.

203. La excarcelación prevista por este articulo solo podrá concederse mediante

resolución fundada y se efectivizara cuando el auto que la conceda quede firme.


La caracterización de extraordinaria, apunta a significar todos aquellos

recaudos que la ley toma en cuenta para aquellas situaciones no comprendidas o que

exceden a la excarcelación ordinaria, tachándola de personalizada.

En ese sentido, la ley discrimina su aplicación a las situaciones en que no

correspondiere la excarcelación común por tratarse de un delito –o concurso de delitos-

cuya pena en expectativa supere los 8 años de prisión o reclusión, se podrá otorgarse la

libertad cuando se pueda presumir que el excarcelado no podrá eludir u obstaculizar la

investigación ni burlar la acción de la justicia, por:

a) La objetiva valoración de las características del o los hechos atribuidos;

b) De las condiciones personales del imputado

c) Y de otras circunstancias que se consideren relevantes

De las cuestiones referidas por la norma para su otorgamiento, surge que se

tratan de aspectos cuya apreciación –facultativa para el juez- habrá de ser objetiva, es

decir excluyendo las meras apreciaciones subjetivas de dicho órgano interviniente.

Para justificar la conclusión que lleve a determinar una excarcelación


extraordinaria el juez debe efectuar una valoración objetiva y no limitarse a
formular un pronóstico personal sin basamento alguno y sin ajustarse a lo
expresamente establecido por el art. 170 CPP (Montes Alicia Sonia s/inc.
excarcelación extraordinaria, 2003).

La ley no hace distingo en cuanto a la clase de delitos ni toma como único

parámetro la pena, en contraposición con la excarcelación ordinaria, el espíritu de la ley

es el de liberar al detenido cuando las circunstancias determinen la excepción a la regla

contenida en el art. 192. (cfr. Sepulveda Marcelo Horacio s/ inc. excarcelacion

extraordinaria, 1999).

Sin embargo, la Cámara de Apelaciones ha establecido que “La excarcelación

extraordinaria resulta viable, ante la imposibilidad de aplicar la excarcelación ordinaria,


en tanto existan circunstancias excepcionales de tal magnitud que permitan contrarrestar

los peligros procesales que hicieron inaccesible la excarcelación ordinaria; de ahí su

carácter excepcional. Así se desprende de la frase “(…) circunstancias que se

consideren relevantes” del Art. 193 del C.P.P. (Perez Julio sd Abuso Sexual

Gravemente Ultrajante ep JPG (menor), 2014).

En virtud del precedente citado, esta excepción extraordinaria solo se encuentra

habilitada para casos particularmente especiales, para lo cual deberá concurrir el

requisito de la existencia de “circunstancias que se consideren relevantes”, de manera de

hacer desaparecer la presunción iuris tantum de peligro procesal, que surge de la pena

en expectativa y la improcedencia de condena de ejecución condicional, haciendo

procedente la excarcelación extraordinaria. Así, en dicha oportunidad se especificó que

deben tratarse de condiciones excepcionales y reveladoras de la inexistencia de riesgo

de fuga, como que el encartado fuese persona de avanzada edad o padezca una honda

depresión síquica diagnosticada o deba someterse a una riesgosa operación para

restablecer su quebrantada salud y la misma no pueda llevarse a cabo en hospitales

penitenciarios, etc.

Que la solución reseñada tiene sustento en el criterio sentado en numerosos

precedentes en los que se considera que

“La excarcelación extraordinaria (art. 170,CPP) se encuentra reservada a


situaciones harto particulares, encaminadas en principio a posibilitar el no
encarcelamiento de personas (…); y no comporta una vía para posibilitar la
excarcelación en los casos en que la ordinaria no resulta procedente, sino cuando
situaciones de extrema gravedad así lo aconsejan” (C. Apel. Y Garantías Penal
Trenque Lauquen, 5/10/2000, in re: “Lochbaum, Norberto Leonardo s/ Robo
Calificado, Encubrimiento y Defraudación”, cit. por Pedro J. Bertolino, en ob.:
Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires, Comentado y Anotado, 9º
Edición Actualizada, 2010, Ed. Abeledo Perrot, P. p. 334. El subrayado es propio)
En virtud de ello, a pesar de que la norma señale específicamente que la

procedencia del instituto considera exige del juzgador una valoración objetiva tendiente

a desvirtuar un presunción iuris tantum de los peligros procesales que acarrea la pena en

expectativa de delitos, se trata a la excarcelación extraordinaria de un instituto de

excepción, además de valorar pautas ligadas a las características del hecho que se

atribuye al prevenido, sus condiciones personales y la posibilidad o no de que éste

pueda burlar la acción de la justicia, se otorga preponderancia a otras circunstancias

relevantes, como podría ser la salud deteriorada del imputado.

Es que las circunstancias requeridas deben ser excepcionales y de las que se


desprenda la necesidad y conveniencia de liberar al detenido, que en la especie no
se verifican” (C.Apel. y Garantías Penal Junín, 20/9/2005, cit por mismo autor y
obra, en P. 335).-

Sin embargo cabe referir que en otro extremo existe un antecedente en Buenos

Aires en donde –de oficio- el imputado accedió a la libertad a través de excarcelación

extraordinaria en virtud de la demora de la causa y de las circunstancias familiares que

rodeaban al caso, puesto que existían menores de edad que habían quedado a cargo de

los abuelos del detenido, y éste deseaba hacerse cargo de su cuidado personalmente. Es

decir que la extrema gravedad antes referenciada se flexibilizaba ante otras

circunstancias objetivas (Juzg. Garantías N° 1 de Campana, “Arce José Jacinto s/ inc.

Excarcelación”, 11/2010).

En esta línea de razonamiento cabe recordar que durante la vigencia del

anterior sistema procesal de neto corte mixto, se estableció el plenario conocido como

“Díaz Bessone” del 30 de octubre del año 2008 que declaraba como doctrina plenaria

que no bastaba en materia de excarcelación para su denegación la imposibilidad de

futura condena de ejecución condicional o que pudiere corresponderle al imputado una

pena privativa de libertad superior a 8 años, sino que debían valorarse en forma
conjunta otros parámetros tales como los establecidos por el ordenamiento ritual para

valorar la existencia de riesgos procesales.

Es decir que en dicha oportunidad se plasmó un criterio garantista posibilitador

de abrir el estrecho margen de habilitación de la excarcelación ordinaria; lo cual podría

considerarse como el antecedente inmediato de la figura que se examina en el presente

trabajo.

Es decir que si en el anterior sistema se generó a nivel pretoriano una figura

posibilitadora de conseguir la libertad en delitos considerados normativamente como no

excarcelables, resulta neurálgico que ante la consagración normativa de la excarcelación

extraordinaria, a nivel pretoriano se busque reducir o restringir su margen de aplicación.

CONCLUSIONES
En el presente trabajo se ha expuesto que la excarcelación es una manifestación

del derecho a la libertad, que procede en los casos en que una persona sometida a un

proceso ha sido privada de ella como medida asegurativa.

El nuevo sistema procesal penal, recientemente inaugurado en la capital de esta

provincia, se caracteriza y diferencia del anterior por tratarse de un sistema normativo

más garantista, en el que el proceso fluye con mayor celeridad y ajustado a las garantías

contenidas en los instrumentos internacionales.

La excarcelación como instituto ampliado en este nuevo sistema, dada la

inclusión de la modalidad extraordinaria, resulta en la práctica como un germen que

requiere de mayores definiciones y precisiones pragmáticas para considerar su

habilitación y procedencia.

De lo expuesto por la breve reseña jurisprudencial del criterio mayoritario del

Tribunal de Apelación a diferencia del anterior criterio sustentado en el Plenario N° 13

en la causa Díaz Bessone, lo que sustenta la procedencia de la excarcelación son


circunstancias extremas, excepcionales y reveladoras que abonen a la inexistencia de

peligros procesales o riesgo de fuga, tales como la avanzada edad, depresión psíquica

diagnosticada, una operación riesgosa que no pueda realizarse en hospitales

penitenciarios, etc. En contraposición con los elementos de juicio objetivos y

comprobables que rememoran el mencionado plenario.

Sin embargo, se reitera se trata de una vía procesal prevista en este nuevo

Código Procesal Penal que requiere de mayor tratamiento jurisprudencial a fin de poder

delimitar el marco jurídico practico que otorgue significancia y contenido para evitar

caer en asimilaciones o confusiones con otras figuras prevista en el mismo

ordenamiento adjetivo. Por lo pronto, cuadra recordar que dicho ordenamiento establece

como principio interpretativo en su art. 4 que toda disposición legal que coarte la

libertad personal, restrinja los derechos de las personas o limite el ejercicio de un

derecho atribuido, entre otras cosas, deberá ser interpretada restrictivamente. Es decir

que ante la duda deberá estarse a favor de la libertad.

En conclusión resulta una figura de carácter excepcional que tiende a invertir la

regla a la que se halla sometida la excarcelación ordinaria, dado que al parecer la regla

es la detención, y por exceder la pena prevista en abstracto por la ley, al mismo tiempo

de no encontrarse el imputado en condiciones de obtener la libertad condicional,

existiendo peligros procesales, se debe revertir dicha presunción y acreditar situaciones

extremas y harto particulares y de extrema gravedad, es decir condiciones

extremadamente subjetivas.

Dado que se trata de una cuestión que merece debate y tratamiento de los

operadores de justicia, se considera pertinente dejar abierto el tema bajo ciertos los

siguientes interrogantes:
¿Cómo era la practica anterior a este nuevo sistema?, ¿cuándo se concede la

libertad en delitos no excarcelables?; Desaparecidos los peligros procesales ¿cuál es la

vía idónea que el defensor debe interponer?, ¿Cuáles son los parámetros de

interpretación y análisis de los supuestos que señala la norma y que sean superadores de

otras figuras? ¿De qué manera juega el principio de interpretación restrictiva a favor de

la excarcelación extraordinaria?

REFERENCIAS
Bulacio vs Argentina (Corte Interamericana de Derechos Humanos 18 de 9 de 2003).

Cafferata Nores, Jose I. (1988). La Excarcelación, Depalma, T.I.

Jauchen, E. (2014). Derecho del Imputado. Santa Fe: Rubinzal Culzoni.

Arce José Jacinto s/ inc. Excarcelación, (Juzgado de Garantías de Campana, 11/2010)

Montes Alicia Sonia s/inc. excarcelación extraordinaria, 14853 (Camara Apelaciones y

Garantias de Moron, Sala II 14 de 10 de 2003).

Perez Julio sd Abuso Sexual Gravemente Ultrajante ep JPG (menor) , 642/2014

(Camara de Apelaciones / Tribunal Alzada mayo de 2014).

Sepulveda Marcelo Horacio s/ inc. excarcelacion extraordinaria, 133 (Juzgado de

Garantias de Moron N°2 12 de 03 de 1999).

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