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FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS CONTABLES Y

ADMINISTRATIVAS
ESCUELA PROFESIONAL DE CONTABILIDAD
“Rumbo a la Acreditación y Excelencia Académica”

PERITAJE CONTABLE Y JUDICIAL

Dr. YUPANQUI VILLANUEVA, Carlos Jesús

 BONILLA ESPINOZA, Robert Gustavo


 ESPIRITU MENDOZA, Ebelin Katty
 JIMENEZ MORALES, Yesvanny Medalit
 MARTINEZ CANCHARI, Liz Evelyn
 PALACIOS LAURA, Magaly Jackeline
 QUINTANA AZAN, Sofía Nilvia

IX “A”
DEDICATORIA:

A Dios, por darnos vida y salud para realizar este trabajo satisfactoriamente.

A nuestros padres, por brindarnos su apoyo moral y económico de manera incondicional.

Al profesor, Dr. Yupanqui Villanueva, Carlos Jesús, por compartirnos sus conocimientos,

para superarnos cada día y lograr ser un profesional de éxito.


Contenido
Objetivos .................................................................................................................................... 1

Introducción ............................................................................................................................... 2

LA ARGUMENTACIÓN PROBATORIA ................................................................................ 5

1.1 Los Hechos En El Proceso ............................................................................................... 6

1.2 Operar Con "Hechos" ....................................................................................................... 9

1.3 Por Qué Ha De Justificarse La Decisión ........................................................................ 14

1.4. Dinámica De La Justificación ....................................................................................... 15

2.1.- El enfoque ................................................................................................................... 20

2.2.- La práctica reflexiva .................................................................................................... 20

2.3.- La sistematización como investigación ....................................................................... 20

2.4.- El diálogo entre universidad y escuela de cara a la sistematización ............................ 20

2.- LA SISTEMATIZACIÓN DE LOS MÉTODOS CIENTÍFICOS ..................................... 21

2.1.- El enfoque ................................................................................................................... 24

2.2.- La práctica reflexiva .................................................................................................... 26

2.3.- La sistematización como investigación ....................................................................... 27

2.4.- El diálogo entre universidad y escuela de cara a la sistematización ............................ 31

2.5.- Construcción metodológica ......................................................................................... 32

 Fase 1: Recolección exhaustiva de la información ........................................................ 32

 Fase 2: organización, categorización y descripción de la información .......................... 33


 Fase 3: definición de los ejes de sistematización, procesamiento y análisis de la

información ................................................................................................................................... 33

3. DICTÁMEN PERICIAL CONTABLE JUDICIAL ............................................................ 37

3.1 DEFINICIÓN ................................................................................................................. 37

3.2 ETAPAS DE LA INTERVENCIÓN PERICIAL .......................................................... 37

3.2.1 Pre-Pericia ............................................................................................................... 37

3.2.2 pericia: ..................................................................................................................... 37

3.2.3 Post-Pericia: ............................................................................................................ 37

3.3 EL DICTAMEN PERICIAL .......................................................................................... 38

3.4 FINALIDAD .................................................................................................................. 38

3.5 CARACTERÍSTICAS DEL DICTAMEN PERICIAL ................................................. 40

3.6 EL OBJETIVO DE LA 3.6 LA METODOLOGIA DEL DICTAMEN PERICIAL .... 40

4. PROBLEMÁTICA DE LOS INFORMES PERICIALES CONTABLES .......................... 43

5. LA ARGUMENTACIÓN PROBATORIA COMO MÉTODO .......................................... 47

5.1La Argumentación Probatoria ......................................................................................... 47

5.2 La ‘Argumentación Probatoria’ como Método Científico Abductivo ........................... 54

6.1. Función de los Dictámenes Periciales Contables. ......................................................... 58

6.2. Forma y contenido de los Dictámenes Periciales Contables. ........................................ 58

6.3. Estructura Contentual de los Dictámenes Periciales Contables. ................................... 60

6.4. Introducción de los Dictámenes Periciales Contables. ................................................. 62


6.5. Formulación de la tesis de los Informes Periciales Contables. ..................................... 62

6.6. Conclusiones de los Dictámenes Periciales Contables. ................................................ 64

7. CUESTIONARIO ................................................................................................................ 67

7.1. ¿Cuáles son los problemas metodológicos, técnicos e instrumentales actuales que tiene

la sistematización de los dictámenes periciales contables? ...................................................... 67

7.2. ¿Qué alternativas teóricas, epistemológicas o jurídicas existen frente a los problemas

de sistematización de los dictámenes periciales contables? ..................................................... 67

7.3. ¿Qué es la argumentación probatoria? .......................................................................... 68

7.4. ¿Qué fundamentos tiene la teoría de la argumentación probatoria? ............................. 68

7.5. ¿Cuáles son los principios que permiten estructurar un método a partir de la teoría de la

argumentación probatoria?........................................................................................................ 69

7.6. ¿Qué tipo de método se estructura a partir de la teoría de la argumentación probatoria?

................................................................................................................................................... 73

7.7. ¿Cuál es la función del método de la argumentación probatoria en la sistematización de

los dictámenes periciales contables? ......................................................................................... 73

7.8. ¿Cuál es el contenido y la forma del método de la argumentación probatoria?............ 74

7.9. ¿Cuáles son los procesos del método de la argumentación probatoria? ....................... 74

CONCLUSIONES ................................................................................................................... 75

RECOMENDACIONES .......................................................................................................... 76

Bibliografía .............................................................................................................................. 77
1

Objetivos

OBJETIVO GENERAL:

 Conocer más acerca del tema de la argumentación probatoria como método científico de
sistematización del dictamen pericial contable judicial y adquirir los conocimientos
necesarios para poder compartir estos conocimientos con nuestros colegas.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

 Analizar la problemática de los informes periciales contables.

 Definir que es la argumentación probatoria como método.

 Describir método de la argumentación probatoria en la sistematización del dictamen


pericial contable
2

Introducción

La presente investigación tiene como tarea la estructuración de un método científico para

la sistematización del Dictamen Pericial Contable. Ese método se estructura a partir de los

principios de la argumentación probatoria.

El Poder Judicial así como el Ministerio Público en aplicación al Nuevo Código Procesal

Penal/NCPP, tiene como misión dentro del estado, la administración de justicia a través de

sus órganos jurisdiccionales que son los jueces; en quienes se plasma el carácter idóneo,

ético y académico de alcanzar la paz social con Justicia, pero este operador del derecho

necesita de un complemento especializado, científico y técnico para realizar su labor,

cuando existe ciertos hechos o actos que requieren ser ilustrados por conocimientos

especializados para llegar al descubrimiento de la verdad, esta persona física, que presenta

estas características se denomina Perito.

Es incuestionable el valor que aporta la pericia en la administración de justicia, pues sin

la opinión del Perito, expresado en un Informe, que basado en una metodología

rigurosamente científica, contiene la aplicación de normas, procedimientos y técnicas

propias de la especialidad, del que el perito es experto. De esta manera, los peritos sirven

para que los jueces emitan un fallo justo y equitativo.

Es en este panorama, en el que actúa, específicamente, el Perito Contable Judicial. La

pericia contable está considerada como un medio de prueba y es valorada por el

magistrado al igual que la documentación que es presentada por las partes y todos los

elementos relacionados con los hechos materia de litigio que sirven para acreditar los

hechos que son utilizados por el perito para realizar el dictamen pericial.
3

Por lo tanto el peritaje contable judicial es el trabajo especializado que efectúa el perito

en un proceso judicial, de acuerdo a lo solicitado por el Magistrado o los Justificables al

haber sido designado como perito de oficio, dirimente, o a solicitud de las partes como

perito de parte, como auxiliar de justicia ayuda a resolver el problema planteado. Su

dictamen debe ser motivado.

Bajo esta línea de la labor intelectual de los Peritos Contables Judiciales, el presente trabajo

de investigación se inscribe como parte de la búsqueda de una mejora en los aspectos

metodológicos de la labor Pericial. Pues, con el presente, esperamos estructurar un nuevo

método para la labor pericial contable judicial a partir de los principios de la

argumentación probatoria que se materializarán, en forma de método Científico abductivo,

en la exposición de los dictámenes Periciales Contables Judiciales. Tal método de

sistematización de los dictámenes es un aporte metodológico y científico que permite a que

los Peritos Contables Judiciales presenten pruebas suficientes, competentes, relevantes y

objetivas a través de sus Informes, como medio probatorio, para la Administración de

Justicia.
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CAPITULO
I
1. LA ARGUMENTACIÓN PROBATORIA

1.1 Los Hechos En El Proceso

1.2 Operar Con "Hechos"

1.3 Por Qué Ha De Justificarse La Decisión

1.4 Dinámica De La Justificación


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1. LA ARGUMENTACIÓN PROBATORIA

La argumentación probatoria es un tipo de razonamiento que por medio del cual se prueban

los hechos del caso. En el caso judicial ejercer jurisdicción es decir (argumentar)

imparcialmente el Derecho en una situación controvertida o de conflicto. Por tanto, con

referencia a un estado de cosas que se presenta al juez como problemático para que decida sobre

él (Cabanellas, 1994).

Así entendido, el concepto de jurisdicción resulta aplicable al tratamiento judicial de cualquier

litigio, en el que, por lo regular, unos sujetos tendrán pretensiones relativas a algún objeto o bien

jurídico, en general, recíprocamente excluyentes, y cada uno de ellos reclamará para la propia la

declaración de ser conforme a derecho con el reconocimiento de determinados efectos que le

convienen. (Aarnio, 1991).

Esa inexcusable referencia a estados de cosas con existencia histórica, presentes en las

afirmaciones de las partes implicadas y, también, en las del juez que ponen fin al proceso,

conecta intensamente a éste con una categoría conceptual de suma relevancia en la materia que

nos ocupa: la de verdad. Tanto que, no s¿ólo para el procesalista, sino, antes aún, en el sentido

común del común de los ciudadanos, la misma idea de decisión justa se encuentra estrechamente

asociada a la fijación veraz de los hechos, por procedimientos y conforme a criterios que se

considera generalmente válidos a ese efecto.

El concepto de verdad procesal ha producido abundante literatura y algunos tópicos, entre

ellos el que se cifra en la distinción de dos calidades de la misma, "formal" y "material", en

función del tipo de proceso (en particular, penal y civil) y en atención a la naturaleza pública o

privada de los intereses en juego. Pero lo cierto es que administrar justicia sólo puede ser

gestionar con criterios racionales problemas del mundo real y difícilmente podría sostenerse (y
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menos aceptarse) hoy una forma de ejercerla que discurriera por sistema de espaldas al dato

empírico.

1.1 Los Hechos En El Proceso

Bertrand Russell, al comienzo de una de sus obras que versa sobre cuestiones de verdad y

significado, señalaba que la primera dificultad que presentan algunos problemas es que, a

quienes tienen que afrontarlos, les falta la conciencia de que existan realmente como tales. Pues

bien, algo parecido podría decirse al abordar una cuestión de apariencia pacífica como la que

ahora va a ocuparnos, la quaestio facti en el proceso. Generalmente, no ha sido percibida como

problemática, o, al menos, como problemática de sus verdaderos problemas, ante los que la

cultura jurídica convencional ha permanecido francamente indiferente. Podría haber

complejidades probatorias en un proceso concreto, pero se ha dado por sentado que el juez

dispone de instrumentos conceptuales idóneos y del bagaje cultural preciso para operar con

eficacia en ese campo, lo que no es del todo cierto.

Se trata de una actitud que no es reprochable a los jueces a título de indiferencia o desinterés.

El asunto tiene raíces más profundas, que dan al tema bastante mayor alcance, y es que la

aproximación ingenua o desproblematizadora al mundo de los hechos en la experiencia jurídica

es consecuencia directa de la (de) formación de los jueces y de los juristas en la cultura del

positivismo jurídico. Esta, como bien se sabe, prescinde, en general, del tratamiento de la

quaestio facti en el ámbito teórico de la aplicación del derecho y sintetiza el papel del juez al

respecto en el viejo brocardo da mihi ; que tiene, a su vez, una proyección específica en el

ámbito del Derecho probatorio, en la consideración de ciertos medios de prueba como directos,

esto es, dotados de una aptitud especial para poner fácilmente al juzgador en contacto inmediato,
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es decir, sin mediaciones, con los hechos concebidos como entidades dotadas de existencia

objetiva en el plano de la realidad extraprocesal. (Alexy, 1989).

Pero los hechos no ingresan en el proceso como entidades naturales, como porciones de pura

realidad en bruto. La aptitud de los datos empíricos para integrar la cuestión fáctica, el tema de

un eventual proceso se debe a la razón (artificial) de que interesan, es decir, son relevantes, para

el Derecho; que, por eso, los ha preseleccionado en abstracto como integrantes del supuesto de

hecho de alguna norma, asociando a ellos consecuencias jurídicas para el caso de que llegaran a

producirse en concreto. Es lo que, a su vez, determina que pueda nacer en alguien el interés por

afirmar y probar su existencia o su inexistencia. De esta manera y por esta vía es como los

hechos pueden llegar a adquirir estatuto procesal, es decir, al ser contenido de ciertos

enunciados, como materia semántica y, siempre, porque se les tiene por jurídicamente relevantes.

(Alexy, 1989).

Cuando los hechos adquieren relevancia procesal ya no existen como tales, pertenecen al

pasado. Pero si hubieran tenido existencia real, si hubieran llegado a producirse realmente,

quedará de ellos alguna representación, rastros, huellas, en personas o cosas. Por eso, no son

constatables y únicamente pueden inferirse probatoriamente a partir de lo que de ellos pudiera

permanecer.

Ya Bentham advirtió que, aunque, en teoría, se puede concebir un hecho de absoluta

simplicidad, en la práctica, lo que se denota como "un hecho" es siempre "una agregación de

hechos, un complejo de hechos". Por eso, el propio Bentham distinguía el hecho principal, cuya

existencia o inexistencia se trataría de probar, del hecho probatorio, que es el empleado para

acreditar la existencia o inexistencia de aquel. Esta distinción tiene hoy carta de naturaleza y,

además, se ha hecho algo más compleja.


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Así, Ubertis distingue, en el plano más general, entre hechos "jurídico-sustanciales", que son

aptos para recibir una calificación jurídica y hechos "jurídico-procesales", que para existir como

tales requieren la previa instauración de un proceso y que tienen respecto de los primeros un

carácter funcional o instrumental, dentro de la economía del procedimiento probatorio.

El hecho "jurídico-sustancial" por antonomasia es el hecho principal, que en el caso del

proceso penal es el que resulta ser objeto de imputación, el que acota, pues, el área de la

actividad probatoria y es en sí mismo jurídicamente relevante. Su correspondiente procesal-civil

sería el hecho o hechos "constitutivos" ("impeditivos" o "extintivos").

Taruffo dice que el hecho principal integra el conjunto de circunstancias que forman la

premisa fáctica de la norma aplicable y son el presupuesto necesario para que se produzcan los

efectos jurídicos previstos en aquélla.

Según lo ya anticipado, es claro que el hecho principal es singular sólo por una convención

lingüística, pues dentro de él cabe identificar diversos segmentos individualizables mediante el

análisis. No sólo: hacerlo es el insustituible modo de operar con rigor en la materia. De ahí que el

propio Ubertis, se muestre partidario de hacer uso de la categoría de hechos primarios, para

referirse a los distintos tramos o fragmentos individualizables del hecho principal. Y esto no por

algún prurito de sofisticación clasificatoria, sino para dotar del máximo de precisión al discurso

probatorio.

Lugar preferente entre los hechos jurídicos procesales, ya aludidos, ocupan los hechos

probatorios, que son los datos o las informaciones aptas para probar cuando se los emplea como

premisa menor de un razonamiento inferencial a la que se aplica una máxima de experiencia. A

esta categoría clasificatoria pertenecen los hechos notorios y los elementos de prueba.
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1.2 Operar Con "Hechos"

Los datos fácticos acceden al juicio y antes al proceso mismo, como afirmaciones complejas,

estructuradas en forma de hipótesis o propuestas de explicación, a las que se acompaña con la

indicación de determinadas fuentes de información aptas para aportar datos idóneos para la

confirmación de aquéllas.

Son afirmaciones, que, prima facie, deben aparecer dotadas de verosimilitud y susceptibles

de integrar el supuesto de hecho de una norma, dado que el objetivo buscado es práctico:

provocar un efecto jurídico vinculante. Y gozan ya de cierto grado de elaboración pues quien las

formula habrá procurado dotarlas de funcionalidad al fin perseguido. En el caso del proceso

penal, la hipótesis acusatoria habrá estado precedida de una actividad de investigación (incluso,

ya antes, aunque ésta sea informal, la querella del particular). En el caso del proceso civil, el

demandante, antes de dar forma a su pretensión, se habrá cuidado de anticipar, siquiera

mentalmente, el efecto posible de los elementos de juicio que está en condiciones de suministrar.

(Kadagan, 1989).

Por otra parte, tanto en el escrito de acusación como en la demanda civil hay un diseño

estratégico subyacente, que sugiere un plan de desarrollo de la actividad probatoria y una

propuesta de lectura del previsible resultado de la misma dirigida al juzgador. Este diseño

estratégico, aun siendo implícito, deberá gozar de cierta visibilidad que le haga perceptible e

incluso sugestivo a los ojos del juez. En efecto, piénsese que ya antes de que se desarrolle el

procedimiento probatorio en el correspondiente momento procesal, las proposiciones de prueba

de las partes tendrán que haber superado el filtro que representa el pronunciamiento acerca de su

admisión.
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En este punto corresponde al tribunal emitir una decisión selectiva sobre los distintos medios

de prueba propuestos, que se resuelve en un juicio de relevancia. A efectos de admisión es

relevante toda prueba que conectada a la afirmación de hechos que hace la parte que la propone,

en el supuesto de asumirse ésta como verdadera, el resultado de esa prueba podría aportar

elementos de juicio válidos para su confirmación. Es, pues, un juicio acerca de la presumible

eficacia o rendimiento de un concreto medio probatorio en el contexto predeterminado por la

formulación de un tema.

Este último llega al juicio como hipótesis, como versión que se postula acerca de lo sucedido

en el asunto que se debate, para que como tal sea examinada de forma contradictoria. La

hipótesis sugiere una relación de coherencia entre los distintos elementos integrantes de la

cuestión de hecho, que es lo que la hace plausible. Y se ofrece como comprobable a partir de los

datos susceptibles de obtenerse de las fuentes de prueba que se señalan. La hipótesis es, pues,

una propuesta de explicación, que debe aparecer verosímil, es decir, dotada de apariencia de

verdad en lo que afirma. Pero ella misma no prueba, precisa ser probada.

En el área del enjuiciamiento, por tanto, se trabaja con hipótesis ofrecidas por las partes, de

ahí que suelan presentarse normalmente en términos alternativos, esto es, excluyentes. Con ellas

se opera conforme a la metodología hipotético-deductiva, que en este caso consiste en deducir

los efectos reales que tendrían que haberse producido si la hipótesis fuese verdadera, para,

seguidamente, comprobar mediante las pruebas si aquéllos han tenido existencia histórica cierta

en el plano empírico.

Una buena hipótesis, ya en el momento inicial de su planteamiento, debe aparecer capaz de

abrazar todos los hechos relevantes en su complejidad, organizarlos adecuadamente, sugerir una

explicación a simple vista convincente sobre la forma de su producción. Después, resultará,


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además, efectivamente explicativa cuando sea compatible e integre armónicamente el conjunto

de los elementos aportados por la actividad probatoria. Este efecto eventual no se produce de

forma automática ni necesaria: la explicación mediante la hipótesis más convincente, una vez

confirmada, no genera certeza deductiva sino conocimiento probable. Por eso, debe, primero, ser

examinada críticamente en su aptitud para explicar, y, luego, de resultar acogida, ha de

justificarse el porqué de esta opción. Precisamente porque el método judicial de adquisición de

conocimiento está inevitablemente abierto a la posibilidad de error, es por lo que resulta tan

importante operar con método y teniendo clara conciencia de los pasos que se dan en la

formulación de las inferencias y de hasta dónde lleva realmente cada uno de ellos. (Gascón,

1999).

A este respecto es preciso tener en cuenta que, en contra de lo que sugiere una convención

muy arraigada en la cultura judicial de la prueba, que, como se ha anticipado, no existen pruebas

directas en el sentido -atribuido a ese término en algún momento por Carnelutti- de aptas para

poner al juez en contacto inmediato con el thema probandum. Ese criterio clasificatorio ha solido

reservarse para las pruebas testifical y documental, cual si estuvieran dotadas de una especial

capacidad representativa de hechos. Pero lo cierto es que ni el testigo ni el documento permiten

al juez percibir directamente el hecho que se trataría de probar. Suele decirse que el único juez

que podría juzgar juzgar con prueba directa sería el que hubiese presenciado la realización del

hecho justiciable. Pero ni aun así, puesto que ese juez-testigo (y, por tanto, prevenido y no

imparcial) tendría que deponer en esa segunda condición ante el tribunal competente para el

enjuiciamiento.

El juez, a través de la declaración testifical -como en el caso de cualquier otro medio de

prueba- no constata, sino que puede inferir que en un momento anterior tuvo lugar el
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acaecimiento de un cierto hecho. Y ello pasando de lo único directamente percibido, la

declaración escuchada (con todos los problemas implícitos en la interpretación de cualquier

discurso), a lo que constituye su referente, mediante una apreciación crítica ciertamente

compleja, puesto que deberá comprender todos los datos que podrían hacer o no atendible las

manifestaciones del testigo: autenticidad, capacidad para la observación, calidad de memoria...

Un ejercicio, el de la crítica del testimonio, nada fácil, puesto que, por ejemplo, la riqueza en

contenido de datos, que a simple vista podría parecer un valor, quizá sea debida a una peligrosa

reelaboración, no necesariamente intencional y consciente.

Es, precisamente, la variedad y la complejidad de los factores implícitos en la prueba a que se

alude y la insuficiente conciencia que se tiene de ello, en virtud del tópico aludido, lo que hace

de la testifical una prueba cargada de riesgo, sobre todo cuando es única, y no se diga si de un

único testigo.

El modo de proceder en el ámbito de la valoración de la prueba debe ser inicialmente

analítico: el resultado de cada medio probatorio habrá de ser considerado en ese momento en su

individualidad, como si fuera el único. Esta clase de examen requiere, primero, la identificación

de la correspondiente fuente de prueba (la persona, el documento, el objeto de la pericia) y su

localización original en el escenario de los hechos o el tipo de relación mantenida con éstos.

Habrá de valorarse también la aptitud del medio probatorio propuesto para obtener información

útil de la fuente de que se trate, habida cuenta de sus circunstancias, del estado de conservación,

en función del transcurso del tiempo y de otros datos. Producido el examen deberá concretarse el

rendimiento en elementos de prueba susceptibles de valoración.

En el curso de esta actividad valorativa el juez hace uso de máximas de experiencia: el

universal que permite pasar de un enunciado particular de hecho a una conclusión (otro
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enunciado) de la misma clase. Se trata de generalizaciones de saber empírico de muy diverso

valor, que en ningún caso producen certeza deductiva. Ello hace que la actitud crítica del juez

deba extenderse también a la calidad de las propias máximas de experiencia de que se sirve.

Puesto que es obvio que, por ejemplo, no merecen el mismo grado de fiabilidad la que sugiere

que las persona unidas por vínculos afectivos a alguna de las partes tienden a la parcialidad del

testimonio, que la que dice que si el suelo está mojado es porque ha llovido.

En la materia probatoria no existe un catálogo cerrado de reglas que pauten el modus

operandi judicial. Sí hay algunos criterios dignos de consideración, que los autores, entre ellos,

particularmente, Taruffo, concretan en los siguientes: No deberá acudirse al uso de métodos que

en la consideración común sean tenidos por irracionales. Es preciso operar con conciencia de que

la prueba como resultado no lo es nunca de una simple constatación, sino de un complejo de

inferencias, de algunas operaciones mentales que atribuyen un protagonismo inevitable al

juzgador. Este ha de tener claro, en el curso de aquéllas, cuando y, sobre todo, por qué da el salto

de un dato antecedente a una conclusión. Es decir, con qué base de apoyo y en función de qué

regla y el grado de seguridad que ésta ofrece por su calidad. Debe saber que cuando se opera

mediante una cadena de inferencias a mayor número de éstas menor garantía en el resultado de la

inducción probatoria. Que las pruebas son tanto más eficaces cuando más ricas en contenido

empírico. Que por lo general explica mejor la hipótesis más simple... Que, en fin, aquélla que

resulte acogida, habrá de integrar armónicamente todos los datos relevantes derivados de la

actividad probatoria.

La valoración o apreciación conjunta, como he dicho, sólo puede producirse en un segundo

momento. Esto no quiere decir que en el curso del análisis deba/pueda prescindirse de la

perspectiva global del cuadro probatorio. De forma natural el resultado de cada medio de prueba
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irá produciendo su efecto en la conciencia del juez, le aportará un grado de información,

generando un estado de conocimiento abierto a la integración de nuevos datos procedentes de los

restantes medios de prueba. Pero es inexcusable que en algún momento cada uno de éstos haya

sido analizado como si fuera el único disponible, para evaluarlo de forma individualizada. Sólo

una vez examinado de este modo el resultado de la totalidad de la prueba propuesta, deberá el

juzgador proceder de forma reflexiva a la evaluación global del mismo.

En la concepción de la actividad probatoria que aquí se postula, la valoración conjunta tiene

reservado un papel muy diferente al tradicionalmente desempeñado en la práctica jurisdiccional

y que guarda relación, como luego se advertirá, con la emergencia del deber de motivar. La

valoración conjunta de la prueba en su versión histórica era en realidad una cláusula de estilo,

una fórmula ritual tras de la que se ocultaba un uso incondicionado del arbitrio valorativo. A

veces, la simple vía de escape para eludir las dificultades de tratamiento de un cuadro probatorio

complejo y decidir cómoda y, con toda probabilidad, intuitivamente.

1.3 Por Qué Ha De Justificarse La Decisión

Constata Aarnio que "la gente exige no sólo decisiones dotadas de autoridad, sino que pide

razones. Esto vale también para la administración de justicia. La responsabilidad del juez se ha

convertido cada vez más en la responsabilidad de justificar sus decisiones... maximizar el control

público de la decisión".

Y es que, como ya he dicho, si de la recepción por el juez de diversas afirmaciones en

materia de hechos se siguiera necesariamente una determinada conclusión también fáctica

susceptible como tal de ser conocidas por terceros, la expresión de la ratio decide, la justificación

de la decisión carecería de sentido. Pero ocurre que en la materia se abre un amplio margen de
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apreciación al criterio del operador judicial, quien, por ello, tiene la responsabilidad de la opción

y de la racionalidad o irracionalidad de ésta. (Atienza, 1997).

Los juristas y los jueces, cierto que, desde hace no mucho tiempo, acostumbramos a hablar de

motivación de las sentencias en términos que ya sugieren con claridad la exigencia de un

discurso justificativo. Lo que no se tiene tan claro, en cambio, es que, como ha subrayado

Ferrajoli, motivar una sentencia en materia de hechos es justificar una inducción, lo que, sépalo o

no el juez, le lleva a un terreno escombrado de dificultades en el que han vertido no pocos

esfuerzos autores como Hanson, Hempel y el propio Russell, entre muchos otros. De esta

manera, cuando las leyes procesales dejan esa tarea en manos del juzgador imponiéndole el uso

del criterio racional, la sana crítica o la valoración en conciencia, como instrumento de trabajo,

más que resolver el problema lo plantean en toda su extensión. Pues, como sucede con la

inducción en general, también en la inducción probatoria del juez, la conclusión va más allá de

las premisas y el conocimiento que proporciona no puede considerarse cierto sólo porque éstas lo

sean, precisamente, porque la afirmación en que aquélla se expresa implica un salto de lo que se

conoce a lo que se trata de conocer por ese procedimiento, un ir más allá en contenido

informativo de los antecedentes de que se había dispuesto.

1.4. Dinámica De La Justificación

Tomemos, como punto de partida, un supuesto recurrente en la práctica de la justicia penal: el

atraco a un banco. El juicio se abre porque concurre una hipótesis acusatoria, es decir, una

propuesta de explicación plausible de lo realmente ocurrido, que llega al tribunal acompañada de

la proposición de unas pruebas, prima facie consideradas relevantes, esto es atinentes al asunto y

aptas en principio para confirmar las afirmaciones de la acusación.


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El atraco fue ejecutado por varios individuos, que portaban armas. Dos llegaron en un

vehículo, otro estaba a la espera y permaneció en el exterior de la entidad bancaria, junto con un

cuarto que, habiendo accedido ya antes a la misma, franqueó la puerta a los primeros a la vez que

salía.

El hecho así descrito sintéticamente, incluyendo la identidad y la distribución de los distintos

papeles entre los implicados, constituye el thema probandum, la imputación, esto es el hecho con

relevancia típica o hecho principal que es susceptible de descomponerse en una serie de hechos

(los primarios del mismo Ubertis), que corresponderían a los distintos elementos del tipo. Como

es obvio, por su complejidad y por la necesidad inevitable, debido a eso, de proceder por pasos,

una hipótesis acusatoria en general no se prueba en su totalidad y de una vez. Con ella suele

operarse de forma fragmentaria, segmentándola en sub hipótesis, sobre las que, de la misma

forma regional vierten normalmente los datos procedentes de las distintas fuentes de prueba, que

hacen referencia a esa segunda categoría de hechos.

La actividad probatoria puede aportar elementos de juicio aptos para integrar directamente la

imputación o hecho principal, es decir, hechos primarios y, finalmente, los hechos probados.

Pero también datos probatorios, que en sí mismos no son susceptibles de recibir ninguna

calificación jurídica y que únicamente sirven para hacer prueba sobre los primeros (principal y

primarios). Estos hechos acceden al proceso, ya por razón de notoriedad, o como elementos de

prueba.

Por otro lado, es bien patente que en el proceso, comparece otra clase de hechos, mejor sería

decir actos procesales, que son los integrantes de la secuencia probatoria, en particular, los

medios de prueba, mediante los que se opera sobre las distintas fuentes de prueba.
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Como he señalado antes, el esfuerzo clasificatorio evidenciado en el empleo de esas

categorías no responde a una simple veleidad teórica, sino que, fruto de una reflexión analítica

sobre la práctica de los tribunales, puede retornar a ésta para hacerla más rigurosa. En efecto, ese

acervo conceptual constituye el instrumental de que se valen quienes intervienen en el proceso,

incluso cuando no son conscientes de ello. Y no cabe duda de que un uso reflexivo del mismo

ayudará eficazmente tanto en la formulación de la hipótesis acusatoria o de la demanda como en

su discusión y en la propuesta de alternativas a una u otra y, en particular, en el examen del

resultado de la actividad probatoria y su valoración.

En este último campo, el procedimiento no es de verificación, en contra de lo que a veces de

dice, porque las hipótesis judiciales no son susceptibles de experimentación: pueden únicamente

ser confirmadas o refutadas mediante el resultado de la actividad probatoria. La verdad procesal

no se demuestra, se prueba.

Pues bien, lo que el juez ha de acreditar de forma explícita mediante el proceso de

justificación o motivación es el uso correcto de esos instrumentos. Esto es, que ha operado de

forma racional -por tanto, en cada caso y en cada paso con un porqué verbalizable- para tomar la

decisión de acoger o rechazar alguna de las hipótesis o intentos de explicación que le fueron

presentadas.

Debe, por tanto, comenzar por recoger en la sentencia las hipótesis en contraste, y expresar

con claridad cómo reacciona cada una de ella a tenor de lo que resulta del cuadro probatorio.

Bien entendido que éste, como producto sintético de lo ocurrido en el juicio, supone una previa

valoración analítica de la calidad de cada fuente de prueba y de la(s) máxima(s) de experiencia

empleadas en su examen, y del rendimiento de cada uno de los medios de prueba. De todo ello se

debe dar cuenta en la resolución.


18

El modo de proceder suele descomponerse en los siguientes pasos: (1) formulada una

hipótesis (por ejemplo: Fulano ha robado dinero, en un atraco en el que resultó lesionado); (2) se

deducen de ella las consecuencias que, de ser cierta, se derivarían de la misma (Fulano tendría

que presentar los estigmas propios de un traumatismo, guardado o hecho uso del dinero...); y (3)

se comprueba si el resultado de la actividad probatoria permite tener por existentes en la realidad

los signos de esa hipótesis (Fulano fue asistido por un médico, presenta una cicatriz, cambió

ostensiblemente de estándar de vida...).

Una hipótesis puede estimarse verdadera cuando se muestra compatible con los datos

probatorios, porque los integra y explica en su totalidad, armónicamente; y no resulta desmentida

por ninguno de ellos. Esto no quiere decir que una buena hipótesis no pueda dejar algún "cabo

suelto", algún dato sin explicar. Pero éste, para tenerla por válida, nunca podría ser fundamental

en la economía de la misma.

Según Copi, las exigencias que debe satisfacer una hipótesis para que pueda ser tomada en

consideración son las siguientes: relevancia (el hecho que se trata de explicar debe ser deducible

de ella); susceptibilidad de control (ha de resultar posible formular observaciones que permitan

confirmarla o invalidarla); compatibilidad con las hipótesis previamente establecidas (una

hipótesis compleja no admite contradicción entre sus distintos segmentos, debe ser auto

consistente); aptitud para explicar (debe optarse por la que más y mejor explica); y simplicidad

(tanto en la experiencia ordinaria como en la científica, es preferible la teoría más simple que se

adapta a todos los hechos disponibles).

Como resulta patente y sabemos muy bien los juristas, en la tarea jurisdiccional relativa a los

hechos concurre un extraordinario margen de maniobra. Por ello, el que la ejerce, debe ser muy
19

consciente del porqué de los pasos que da en el curso de su realización. En este sentido, motivar

es autoimponerse límites.
20

CAPITULO
II
2. LA SISTEMATIZACIÓN DE LOS MÉTODOS CIENTÍFICOS

2.1.- El enfoque

2.2.- La práctica reflexiva

2.3.- La sistematización como investigación

2.4.- El diálogo entre universidad y escuela de cara a la sistematización

2.5.- Construcción metodológica


21

2.- LA SISTEMATIZACIÓN DE LOS MÉTODOS CIENTÍFICOS

La sistematización de los métodos científicos es una materia compleja y difícil. No existe una

única clasificación, ni siquiera a la hora de considerar cuántos métodos distintos existen. A pesar

de ello aquí se presenta una clasificación que cuenta con cierto consenso dentro de la comunidad

científica. Además es importante saber que ningún método es un camino infalible para el

conocimiento, todos constituyen una propuesta racional para llegar a su obtención.

 Método empírico-analítico: Conocimiento auto correctivo y progresivo. Características

de las ciencias naturales y sociales o humanas. Caracteriza a las ciencias descriptivas . Es

el método general más utilizado. Se basa en la lógica empírica. Dentro de éste podemos

observar varios métodos específicos con técnicas particulares. Se distinguen los

elementos de un fenómeno y se procede a revisar ordenadamente cada uno de ellos por

separado.

 Método experimental: Algunos lo consideran por su gran desarrollo y relevancia un

método independiente del método empírico, considerándose a su vez independiente de la

lógica empírica su base, la lógica experimental. Comprende a su vez:

 Método hipotético deductivo. En el caso de que se considere al método experimental

como un método independiente, el método hipotético deductivo pasaría a ser un método

específico dentro del método empírico analítico, e incluso fuera de éste.

 Método de la observación científica: Es el propio de las ciencias descriptivas.

 Método de la medición: A partir del cual surge todo el complejo empírico-estadístico.

 Método hermenéutico: Es el estudio de la coherencia interna de los textos, la Filología,

la exégesis de libros sagrados y el estudio de la coherencia de las normas y principios.


22

 Método dialéctico: La característica esencial del método dialéctico es que considera los

fenómenos históricos y sociales en continuo movimiento. Dio origen al materialismo

histórico.

 Método fenomenológico. Conocimiento acumulativo y menos auto correctivo.

 Método histórico. Está vinculado al conocimiento de las distintas etapas de los objetos

en su sucesión cronológica. Para conocer la evolución y desarrollo del objeto o fenómeno

de investigación se hace necesario revelar su historia, las etapas principales de su

desenvolvimiento y las conexiones históricas fundamentales. Mediante el método

histórico se analiza la trayectoria concreta de la teoría, su condicionamiento a los

diferentes períodos de la historia.

 Método sistémico. Está dirigido a modelar el objeto mediante la determinación de sus

componentes, así como las relaciones entre ellos. Esas relaciones determinan por un lado

la estructura del objeto y por otro su dinámica.

 Método sintético. Es un proceso mediante el cual se relacionan hechos aparentemente

aislados y se formula una teoría que unifica los diversos elementos.

Consiste en la reunión racional de varios elementos dispersos en una nueva totalidad, este

se presenta más en el planteamiento de la hipótesis. El investigador sintetiza las

superaciones en la imaginación para establecer una explicación tentativa que someterá a

prueba.

 Método lógico. Es otra gran rama del método científico, aunque es más clásica y de

menor fiabilidad. Su unión con el método empírico dio lugar al método hipotético

deductivo, uno de los más fiables hoy en día.


23

 Método lógico deductivo: Mediante él se aplican los principios descubiertos a casos

particulares, a partir de un enlace de juicios. Destaca en su aplicación la extrapolación. Se

divide en:

 Método deductivo directo de conclusión inmediata: Se obtiene el juicio de una sola

premisa, es decir que se llega a una conclusión directa sin intermediarios.

 Método deductivo indirecto o de conclusión mediata: La premisa mayor contiene la

proposición universal, la premisa menor contiene la proposición particular, de su

comparación resulta la conclusión. Utiliza silogismos.

 Método lógico inductivo: Es el razonamiento que, partiendo de casos particulares, se

eleva a conocimientos generales. Destaca en su aplicación el método de interpolación. Se

divide en:

 Método inductivo de inducción completa: La conclusión es sacada del estudio de todos

los elementos que forman el objeto de investigación, es decir que solo es posible si

conocemos con exactitud el número de elementos que forman el objeto de estudio y

además, cuando sabemos que el conocimiento generalizado pertenece a cada uno de los

elementos del objeto de investigación.

 Método inductivo de inducción incompleta: Los elementos del objeto de investigación

no pueden ser numerados y estudiados en su totalidad, obligando al sujeto de

investigación a recurrir a tomar una muestra representativa, que permita hacer

generalizaciones. Éste a su vez comprende:

 Método de inducción por simple enumeración o conclusión probable. Es un método

utilizado en objetos de investigación cuyos elementos son muy grandes o infinitos. Se

infiere una conclusión universal observando que un mismo carácter se repite en una serie
24

de elementos homogéneos, pertenecientes al objeto de investigación, sin que se presente

ningún caso que entre en contradicción o niegue el carácter común observado. La mayor

o menor probabilidad en la aplicación del método, radica en el número de casos que se

analicen, por tanto sus conclusiones no pueden ser tomadas como demostraciones de

algo, sino como posibilidades de veracidad. Basta con que aparezca un solo caso que

niegue la conclusión para que esta sea refutada como falsa.

 Método de inducción científica. Se estudian los caracteres y/o conexiones necesarios del

objeto de investigación, relaciones de causalidad, entre otros. Guarda enorme relación

con el método empírico.

 Analogía: Consiste en inferir de la semejanza de algunas características entre dos

objetos, la probabilidad de que las características restantes sean también semejantes. Los

razonamientos analógicos no son siempre válidos.

2.1.- El enfoque

El enfoque desde el cual concebimos la sistematización es interpretativo, es decir que

va más allá de la descripción, haciendo permanentes análisis e interpretaciones

complejos (multicausales) de la práctica y las factores que le rodean y definen, a partir

del reconocimiento de múltiples voces, objetivadas en artefactos (objetos del mundo

material), enunciados (discursos, documentos, textos) y representaciones de los actores.

Así, la sistematización implica, además del proceso de identificación, recolección,

organización y procesamiento de información, ir describiendo y a la vez explicando las

condiciones de ocurrencia de aquello que se describe: la práctica marcada por las

preguntas que movieron al docente, las trayectorias personales, académicas, de

contexto, las políticas educativas, las regulaciones institucionales, el sistema de


25

creencias y representaciones, los intereses pedagógicos, políticos y didácticos, entre

otros aspectos, que inciden en la configuración de la práctica. La sistematización

implica también reconocer las decisiones claves que se han tomado en la experiencia y

los criterios, no sólo teóricos, desde los cuales se toman dichas decisiones; todo esto

con el fin que el resultado no sea un texto plano, de corte meramente descriptivo /

expositivo, sino que tome el tono de un texto analítico, interpretativo, ojalá con un

componente crítico.

De otro lado, cabe indicar que en esta perspectiva, es importante identificar los

obstáculos de la experiencia, las resistencias, no sólo institucionales y de contexto o

aquellas relacionadas con los pares, y comunidad, sino también aquellas del mismo

docente, con el fin de señalar cómo se asumen y/ o resuelven las mismas.

Consideramos clave en el proceso de sistematización que quien la realiza (en este caso

un grupo de investigación en diálogo con los/las docentes) tenga presente que debe ir

tejiendo explicaciones multicausales. No se trata de decir “se hizo esto, este es el

propósito pedagógico, este es su fundamento teórico, estos son los resultados e

impactos…”; es necesario avanzar hacia algo como “mi punto de vista sobre esa teoría

es este…, optamos por este enfoque por estas razones, nuestra posición frente a la

enseñanza es tal…”. Podríamos decir, que se trata de ir avanzando en la interpretación

para reconstruir no sólo la experiencia y sus resultados, sino sus condiciones de

posibilidad y sus múltiples determinaciones.

La experiencia sistematizada de modo complejo, con perspectiva explicativa – crítica, la

concebimos como un referente para otros docentes, como una matriz de análisis de la

propia experiencia. No obstante, desde este enfoque consideramos que no es posible


26

transferir una experiencia de un lugar a otro en forma mecánica. Podríamos decir que

buscamos que el lector se vea retrospectivamente a través de las categorías (como si

fuesen ventanas) de análisis de la experiencia de otro. Sabemos que cada experiencia

toma forma no sólo en atención a una perspectiva disciplinar o didáctica sino que está

determinada por múltiples factores: las trayectorias del sujeto que la implementa, su

vinculación a grupos o redes, espacios de conversación, etc. La reconstrucción crítica de

la experiencia, desde este enfoque de sistematización, no pretende dibujar el camino de la

réplica, busca, ante todo, señalar las condiciones de su ocurrencia, condiciones que sirven

de referencia para tensionar experiencias similares.

2.2.- La práctica reflexiva

Consideramos que la propuesta de profesional reflexivo está encaminada a brindar

herramientas conceptuales y prácticas para reflexionar sobre lo que se hace en el espacio

educativo, con el fin de volver sobre ello y mejorarlo. Nuestra apuesta sobre

sistematización, entendida como investigación en colaboración, está relacionada con las

líneas actuales que consideran que sólo un profesor reflexivo puede transformar su

contexto inmediato. En este punto seguimos autores como Schön (1998) y Perrenoud

(2004), quienes han propuesto maneras de acercarse a la investigación desde la reflexión

en y sobre la acción.

Desde comienzos del siglo pasado John Dewey hizo contribuciones fundamentales en

función de la práctica reflexiva y fue uno de los primeros teóricos que consideró a los

maestros como profesionales de la educación con la capacidad de desempeñar papeles

muy activos en el desarrollo de los programas educativos. Pero es Donald Schön quien

desarrolló de modo más sistemático el concepto de profesional reflexivo. Para Schön


27

(1992) la posibilidad de reflexionar sobre la propia práctica es una condición para su

transformación. La reflexión implica considerar los diversos factores que constituyen una

práctica, los elementos que la conforman, que la obstaculizan, que la limitan y la

potencian. Igualmente, la reflexión, entendida como una actividad permanente de análisis

implica una actitud de humildad para tomar la crítica que necesariamente hará parte

constitutiva de dicho análisis (Freire, 1990).

De otro lado, la reflexión debe realizarse de modo cada vez más documentado y

organizado, de tal forma que se avance desde una actitud crítica frente a la práctica, hacia

un proceso investigativo que permita reconstruir detalladamente la experiencia para

aprender de ella. Así, la experiencia se puede considerar como una fuente de

conocimientos.

Es necesario reflexionar y observar con todos los medios posibles, puesto que nos

hallamos en una fase inductiva, en una lógica de descubrimiento, por oposición a una

lógica de verificación. Una parte de los practicantes se deja atrapar por este juego y puede

utilizar recursos que no deben nada a una formación metodológica específica, pero que

reflejan sobre todo ciertas capacidades generales de observación, análisis, síntesis y

argumentación (Perrenoud: 2004, p. 100).

2.3.- La sistematización como investigación

Si consideramos la investigación como la actividad académica que conduce a la

producción de conocimientos, y si tenemos en cuenta que esa actividad se realiza de

manera sistemática y rigurosa a partir, en nuestro caso, del análisis de una práctica, en

diálogo con ella, podemos considerar la sistematización como investigación si cuenta con

ciertos niveles de sistematicidad y rigurosidad, y si es posible identificar en esos procesos


28

las rutas que se siguieron para la producción de los conocimientos.

En esta perspectiva, la sistematización se puede considerar como un modo de investigar

que parte de la reconstrucción de una práctica para identificar en ella sus rasgos

constitutivos y las condiciones de su existencia. El proceso de sistematización debe

poderse documentar y comunicar de manera detallada para reconocer en él las rutas y

decisiones metodológicas que lo orientaron y para poder saber de dónde surgen los

conocimientos que se derivan del análisis de la experiencia.

En este sentido, en un proceso de sistematización orientado a la producción de saberes

sobre una práctica, no basta con registrar y describir, se requiere diseñar construcciones

metodológicas consistentes y rigurosas que posibiliten descomponer y recomponer la

experiencia, para avanzar hacia la formulación de hipótesis y marcos interpretativos de

los fenómenos que emergen de dichos análisis. Así, los conocimientos derivados de la

sistematización no se quedarán en meras caracterizaciones o valoraciones, sean éstas

críticas o positivas.

Esta perspectiva sobre sistematización como investigación coincide con lo señalado por

Cendales (1998), para quien uno de los elementos principales de la sistematización es su

potencial para generar conocimiento sobre las prácticas escolares. Cabe señalar que no

basta con valorar el proceso de sistematización, resulta necesario asignarle un lugar al

conocimiento generado por la sistematización. Es por esta razón que nos interesa

posicionar una perspectiva sobre este proceso como una modalidad de investigación en

colaboración con el estatus y el rigor de cualquier modalidad investigativa. También es

importante mostrar las cercanías y distancias de esta modalidad investigativa, con otros

enfoques de investigación en ciencias sociales, con los que se comparte el carácter crítico
29

y reflexivo.

En este sentido, señalamos que si en la sistematización se procede de manera rigurosa, es

viable producir a partir de los procesos analíticos que operan sobre la información

recogida,

Nuevas lecturas, nuevos sentidos sobre la práctica. Si bien es cierto que la sistematización

retoma las voces y los análisis de los actores implicados en la experiencia, esas voces

entran en diálogo con otras voces, otras fuentes documentales, otras experiencias y el

resultado de esos diálogos será la construcción de una nueva perspectiva sobre la práctica

desarrollada. Esa posibilidad de extrañarse, de distanciarse de la propia experiencia es un

factor que consideramos clave, en la medida en que abre vías para la eventual

transformación de la experiencia y le otorga un carácter dinámico al proceso de

sistematización, que implicará estar construyendo de manera permanente marcos

interpretativos cada vez más sólidos y pertinentes, en función de los intereses de

transformación de esa práctica.

Por otra parte, es importante destacar que dado el carácter situado de la sistematización,

ya que se ocupa de una experiencia particular, ubicada en unas coordenadas espacio

temporales específicas, es esperable que los conocimientos que se produzcan a partir de la

experiencia sean pertinentes sólo para el contexto de esa práctica, para esas condiciones

concretas en las que la trascurre o ha transcurrido. En este sentido, podemos afirmar que

la sistematización como investigación en colaboración produce conocimientos, teorías o

explicaciones locales. Esa dimensión local de los conocimientos es importante, en tanto

se trata de conocimiento situado y pertinente. Sin embargo, no es despreciable la

posibilidad de extrapolar ciertos principios y criterios que constituyen las prácticas, no


30

con el ánimo de transferirlos a otros contextos, sino más bien, para avanzar hacia

teorizaciones un poco más generales, sin pretensiones de universalidad ni con un carácter

prescriptivo, pues como dice Perrenoud (2004) hay rasgos comunes a ciertas prácticas, y

es posible caracterizar familias de prácticas. De este modo, no se estará haciendo sólo

ciencia de lo particular.

Dadas las características de la sistematización como investigación que soportan nuestra

postura, ésta comparte elementos con otras perspectivas como la investigación-acción, la

etnografía crítica y la recuperación de la memoria colectiva, pero a su vez, tiene su propia

identidad definida por su orientación explícita hacia la transformación, y no sólo como

una alternativa de producción de conocimientos. Así, lo que tiene en común la

sistematización con propuestas de investigación cualitativa “clásicas” no radica en su

especificidad metodológica sino, más bien, en ese carácter crítico y comprometido con el

cambio. De hecho, en atención a ciertas preguntas que guían la sistematización y en

función de ciertos intereses analíticos, las construcciones metodológicas generalmente

comparten procesos y técnicas investigativas provenientes de las ciencias sociales. Es el

caso, por ejemplo, de la teoría fundamentada (Strauss & Corbin: 2002), perspectiva de

investigación muy potente en las ciencias sociales, en la que el conocimiento es una

resultante del análisis de la información cualitativa, sin partir necesariamente de modelos

teóricos previos para avanzar en el proceso investigativo.

En este marco de ideas se inscribe nuestra propuesta de sistematización como

investigación en colaboración, que se ocupa de las prácticas de enseñanza del lenguaje y

cuya finalidad última consiste en aportar conocimientos para la comprensión e

interpretación y, especialmente, para la transformación de la enseñanza.


31

2.4.- El diálogo entre universidad y escuela de cara a la sistematización

El enfoque de sistematización como investigación en colaboración, parte de la idea de

que los investigadores universitarios, entendidos como los sujetos que tienen una

responsabilidad social, y una dedicación intensiva a la actividad investigativa, por su rol y

su lugar institucional, así como por sus vínculos con la comunidad académica de un

campo disciplinar particular, realizan investigación conjunta con docentes de aula, cuyos

tiempos de dedicación a la investigación y sus roles institucionales son más limitados, sin

que esto signifique un déficit, subordinación o asimetría intelectual. En esta perspectiva,

los saberes y prácticas del docente de educación básica tienen un valor y un lugar

igualmente válidos que aquellos de quienes provienen del ámbito universitario, sin que

por ello se asuma una posición demagógica.

Uno de los elementos claves de la sistematización como investigación, en una perspectiva

interpretativa no causal, no lineal, la constituye el reconocimiento de las diferentes voces

constitutivas de las prácticas, pero no sólo como fuentes de información, sino como

sujetos de análisis y como productoras de interpretaciones resultantes del diálogo con

otras voces, en este caso los miembros de un grupo de investigación de la universidad.

En otras palabras, se trata de juntar trayectorias diversas, alrededor de propósitos

comunes, en este caso, sistematizar las experiencias destacadas en el campo de la

pedagogía y la didáctica del lenguaje. Se trata, igualmente, de articular experiencias de

diverso tipo (la experiencia de las aulas de educación básica, más la reflexión sobre esa

experiencia, más la experiencia de reflexión sistemática sobre un objeto de indagación,

propia de un grupo de investigación) frente al reto común de construir alternativas

consistentes para transformar, en y desde las aulas, prácticas de lectura, oralidad y


32

escritura que promuevan, además del gusto por leer, hablar y escribir, la construcción de

condiciones para la participación y el ejercicio de la ciudadanía, que a juicio es un

horizonte central del trabajo sobre el lenguaje en la escuela.

De otro lado, cabe señalar que la propuesta de sistematización se orienta hacia una

posición sobre la investigación en colaboración de carácter reflexivo, cuyo objeto es la

propia práctica del docente. Además, es importante anotar que nuestra perspectiva sobre

el lenguaje, la lectura y la escritura, se inscriben en la tradición que concibe estos

procesos como prácticas socioculturales, marcadas de modo fuerte por las condiciones

socio - históricas de los grupos sociales que las desarrollan.

2.5.- Construcción metodológica

Bajo este marco conceptual, a continuación describimos el proceso metodológico que

hemos diseñado en las sistematizaciones que hemos realizado. Cabe aclarar que tal diseño

se corresponde de modo general con nuestros presupuestos conceptuales sobre la

sistematización, cada experiencia en particular requiere de un tratamiento en particular

atendiendo a su particularidad, sus dinámicas internas, sus objetivos y sus niveles de

desarrollo.

 Fase 1: Recolección exhaustiva de la información

El proceso de sistematización inicia con un primer encuentro con los docentes de aula que

lideran la experiencia, en el que se discuten propósitos, las fases. Los productos,

expectativas y nivel de participación en el proceso, entre otros. Posterior a ello, se realiza

una recolección exhaustiva de información (registros de audio, video, ponencias, textos,

artículos, planeaciones, diarios de campo, producciones y cuadernos de los estudiantes,

fotos, etc.) con el propósito de reconstruir la experiencia, así como la trayectoria de los
33

docentes y su historia de vida personal.

Posteriormente se revisa exhaustivamente cada fuente de información y se determina en

conjunto qué de lo suministrado es pertinente para la investigación y que n,o para

completar un corpus de información suficiente que permita caracterizar la experiencia.

 Fase 2: organización, categorización y descripción de la información

Al finalizar la recolección de la información, ésta se organiza en su totalidad en una

rejilla con los siguientes datos: código, fuente, fecha, descripción de la fuente, contexto

de producción y observaciones. Este instrumento tiene el propósitos, primero, contar

con un mapa general de la información recogida que permita analizarla y, segundo,

para que, cuando sea necesario, se pueda acceder a fuentes específicas usando un

código. Así, a cada fuente se le asigna un número. Este número también se ubica en la

fuente a manera de etiqueta.

En la Figura N° 1, se presenta la rejilla.

Figura N°1 – Rejilla de organización y categorización de la información

Códig Fu Fecha Descripción Contex Observacion

o ent de la to es

e Fuente

 Fase 3: definición de los ejes de sistematización, procesamiento y

análisis de la información
34

Una vez organizada y codificada la información en el instrumento anterior, se indaga por

las temáticas o problemáticas generales que estructuran y orientan la sistematización de

las experiencias. Para este propósito, se organizan algunas sesiones en las que se discuten

los posibles ejes de sistematización. Los principales ejes son:

 Primer eje: pregunta por el sujeto: este eje tiene como propósito reconstruir la

historia personal y profesional del docente (o grupo de docentes) que

desarrollan la experiencia. Lo anterior implica abordar preguntas como ¿Cuál es

su historia de vida personal?, ¿Cómo ha llegado a ser quién es?, ¿Quién es en

tanto sujeto?, ¿Qué formación tiene?, ¿Cuál es su trayectoria como docente?,

¿A qué logros y dificultades se ha enfrentado?, ¿Pertenece a grupos de reflexión

o redes?, ¿Qué otras experiencias como docente ha desarrollado?, ¿Cómo ha

transformado sus prácticas?, ¿A qué se deben esas transformaciones?, entre

otras. La reconstrucción del docente como sujeto, tanto en lo personal como en

lo profesional, se plantea como un eje fundamental en la medida en que permite

identificar momentos claves de su trayectoria y las personas que han influido, lo

cual permite posteriormente establecer hipótesis sobre aquellos elementos que

determinan quien es hoy y el tipo de propuestas que desarrolla en el aula de

clases. A lo anterior, se suma el interés del grupo de investigación por

corroborar una hipótesis en relación con el hecho de que las buenas

experiencias en el aula son desarrolladas por docentes que mantienen un mirada

crítica sobre su propia práctica que les permite cuestionarse y atreverse a

intentar nuevas propuestas, y que por tanto, están en una búsqueda constante

del mejoramiento de su quehacer docente.


35

En este proceso se consideran varias fuentes para obtener la información de este

eje: relato de vida, entrevistas a los docentes y a personas cercanas a ellos, hoja

de vida, entre otros.

 Segundo eje: enfoque y concepciones: en este eje se propone rastrear el enfoque

y las concepciones (niño, lenguaje (dependiendo del campo disciplinar en el

que se desarrolle la experiencia), docente, enseñanza, aprendizaje, etc.) que

subyacen y fundamentan la experiencia que el docente desarrolla. Además, se

describen otras experiencias que los docentes han desarrollado en su campo.

 Tercer eje: experiencia y focos de la sistematización: el propósito de este eje es

reconstruir la experiencia que desarrolla el docente en el aula de clase,

explicitando la manera como ésta surgió, su planeación, los cambios que ha

tenido, las decisiones que dieron lugar a esos cambios, las reflexiones a las que

ha dado lugar, etc. Es fundamental dar cuenta de la manera como la experiencia

se concreta en el aula de clases (la micro didáctica). El propósito es que el

desarrollo de este eje pase de un nivel descriptivo en el que se da cuenta de la

experiencia, a otro interpretativo, en el que se evidencia la posición de quienes

sistematizan, los análisis y reflexiones que surgen en torno a ésta.

Además de una descripción general de la experiencia, se definen fortalezas y

aspectos que se quieren destacar para constituir los focos que tendrá la

sistematización. Focos que son analizados y descritos a profundidad.


36

CAPITULO
III
3. DICTÁMEN PERICIAL CONTABLE JUDICIAL

3.1 Definición
3.2 Etapas De La Intervención Pericial
3.2.1 Pre-Pericia
3.2.2 Pericia:
3.2.3 Post-Pericia:
3.3 El Dictamen Pericial
3.4 Finalidad
3.5 Características Del Dictamen Pericial
3.6 La Metodología Del Dictamen Pericial
37

3. DICTÁMEN PERICIAL CONTABLE JUDICIAL

3.1 DEFINICIÓN

El Dictamen Pericial, es un documento técnico que contiene la opinión y juicio formal, que

emite bajo responsabilidad y a solicitud de terceros, un especialista o varios, sobre un asunto

concreto, que requiere un tratamiento especializado, en nuestro caso de ingeniería.

3.2 ETAPAS DE LA INTERVENCIÓN PERICIAL

3.2.1 Pre-Pericia

En esta etapa se fija el objeto de la pericia, los alcances del mismo, los requerimiento para llevar

adelante la pericia: documentos, pruebas necesarias, honorario del perito, plazo de entrega,

limitaciones. A este respecto el CP cuenta con procedimientos y formatos los cuales son

alcanzados a los peritos al momento de su designación.

3.2.2 pericia:

Es la etapa en la efectuamos la pericia. Inicia cuando las condiciones establecidas se han dado y

concluye con la entrega formal de la pericial. El CP ha establecido procedimientos y formatos

para la aprobación y presentación del Dictamen Pericial.

3.2.3 Post-Pericia:

Esta etapa puede dividirse a su vez en dos: una inmediata y otra eventual. En la inmediata se

atienden: las observaciones que se presenten a la pericia y/o el debate pericial, de ser el caso.

Concluye con la aceptación la pericia. La eventual puede presentarse cuando una de las partes

cree que su derecho ha sido vulnerado y efectúa acusación ante el Tribunal de Ética del CD

Lima-CIP o Fiscalía (Denuncia Penal). En este caso la entidad respectiva efectúa la investigación
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de caso y la califica. Se archiva de calificarse la acusación como no pertinente y de ser pertinente

la acusación se continua con el procedimiento hasta que la autoridad correspondiente resuelva.

3.3 EL DICTAMEN PERICIAL

En el ámbito judicial la pericia constituye una prueba obtenida mediante la intervención de una

persona experta en un tema para que haga emita un documento analizando la situación que se le

indica con base en sus conocimientos científicos.

“La pericia procede cuando la apreciación de los hechos controvertidos requiere de

conocimientos especiales de naturaleza científica, tecnológica, artística u otra análoga”.

3.4 FINALIDAD

Según el Artículo 188 del código procesal civil

Los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes,

producir certeza en el Juez respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones.

Como vamos apreciando el Dictamen Pericial es un medio de prueba que puede ser pedido por

cualquiera de las partes o ordenada de oficio por el Juez, cuando este lo considere necesario y se

recurre a esta prueba cuando el tema es sobre algo que requiere la opinión de un experto.

El Dictamen Pericial, en materia probatoria le confiere una doble condición:

1. Es un instrumento para que el juez o una persona que va a tomar una decisión en una

controversia pueda comprender aspectos fácticos del asunto que, al tener carácter técnico,

científico o artístico, requieren ser interpretados a través del dictamen de un experto sobre

la materia del caso.

2. técnicas o científicas, hechos materia de debate en un proceso. Es por esto que el Código

Procesal Civil (CPC), en su artículo 266, prevén que el dictamen pericial, en su condición

de prueba dentro del proceso correspondiente, debe ser sometido a la posibilidad de


39

contradicción de las partes, mediante mecanismos como la observación. Como todo

medio de prueba el dictamen pericial también puede ser controvertido por las partes

cuando no están de acuerdo con este.

El dictamen pericial debe ser:

 Claro en cuanto a que no debe ser confuso para que pueda ser entendido por el juzgador

y partes interesadas.

 Preciso en cuanto a que la información, análisis y conclusiones deben referirse solo al

objeto del dictamen.

Detallado en cuanto a que la información, se encuentre bien fundamentada y validada, el

análisis respondan a una secuencia lógica, sin vacios que provean fundamento a las

conclusiones.

Judicial Pericial

Temas en controversia Objeto de la Pericia

Demanda Antecedentes

Procedimiento judicial Metodología de trabajo

Ofrecimiento de Pruebas Hipótesis de trabajo

Declaración de parte Información proveniente de levantamientos en campo

Declaración de testigos Información proveniente de documentación

La pericia y pruebas atípicas Informes de laboratorios

Inspección judicial Inspección física

Actuación de Pruebas Verificación de la calidad de la información obtenida


40

Valoración de Pruebas Análisis de la información

Sentencia Conclusiones

Semejanza en el procedimiento judicial y el pericial veremos lo siguiente:

3.5 CARACTERÍSTICAS DEL DICTAMEN PERICIAL

-El Dictamen Pericial es un documento técnico que contiene la opinión autorizada especializada,

que emite un perito o varios, de una cosa o caso, bajo responsabilidad.

-El dictamen se emite a pedido de la autoridad competente; quien, al solicitarlo, precisa, con

claridad, el tema o asunto específico sobre el cual requiere opinión.

-El Dictamen Pericial es un documento ilustrativo, no es resolutivo, y que esclarece dudas,

precisa conceptos, proporciona elementos de juicio para la solución de problemas y facilita la

toma de decisiones. Es potestad de la autoridad competente tomarlo en cuenta o no, o

parcialmente, al momento de decidir sobre lo que se ha emitido opinión.

3.6 EL OBJETIVO DE LA 3.6 LA METODOLOGIA DEL DICTAMEN PERICIAL

La metodología que se indica en el Dictamen Pericial no es otra cosa que el procedimiento que

hemos seguido en cada etapa del proceso pericial.

La metodología muestra también el control de calidad que hemos ejercido en la elaboración de la

pericia.

La metodología que se adopte para dar solución al tema en cuestión muestra también la calidad

del perito en cuanto a sus conocimientos y experiencia, es por ello que en el Formato de

Propuesta Técnica –Económica del CP, se indica la metodología a emplearse.


41

Esta parte de la exposición está orientada a presentar los lineamientos generales para poder

elaborar un dictamen pericial, partiendo del estudio previo del caso que permita tomar un

conocimiento integral del mismo y poder desarrollarlo sin dificultades.

La Metodología comprende tres áreas fundamentales en el proceso de elaboración de los

dictámenes periciales:

 La Información

 El Análisis

 Las Conclusiones

La Metodología puede definirse como el camino que se sigue para alcanzar un fin

determinado y todo proceso metodológico es una orientación general de operaciones racionales

para enfrentar nuevos problemas.


42

CAPITULO
IV
4. PROBLEMÁTICA DE LOS INFORMES PERICIALES CONTABLES
43

4. PROBLEMÁTICA DE LOS INFORMES PERICIALES CONTABLES

La Administración de Justicia en el Perú, de acuerdo al mandato constitucional, es

responsabilidad del órgano jurisdiccional competente, en donde el juzgador y los auxiliares de la

administración de justicia desempeñan un papel activo y de responsabilidad.

Uno de los auxiliares de esta administración de justicia es el Perito Contable Judicial, a quien

le corresponde desempeñar una actividad objetiva y de responsabilidad en la ejecución del

peritaje y presentación del informe pericial, para que este pueda ser considerado como un medio

de prueba ante el órgano jurisdiccional competente.

En el Perú, actualmente, la Pericia Contable se desarrolla a través de la aplicación de normas,

procedimientos y técnicas, en forma inadecuada, que no permite una homogeneidad en el

desarrollo del examen pericial, originándose informes judiciales discrepantes, permitiéndose de

esta manera que para resolver una causa judicial intervengan peritos dirimentes (terceros

peritos), quienes a su vez, por no contar con principios y procedimientos uniformes utilizan

diferentes criterios, emitiéndose por consiguiente diferentes resultados al concluir sus informes

periciales, confundiendo la apreciación de los juzgadores, siendo éstos quienes deben tener

conocimiento pleno de lo actuado y la motivación suficiente, contando con la experiencia de los

peritos, para emitir sus sentencias con equidad y veracidad (Reátegui, 1999).

Sabemos que el Peritaje Contable es un trabajo de valoración de pruebas aportadas sobre

hechos en un proceso o como medida procesal previa, que tiene por función ilustrar a las

personas interesadas sobre las características, las garantías, los valores, las causas y los efectos

de hechos o cosas que son materia de negociaciones o de operaciones privadas (García, 2001).
44

Los Peritos Contables necesariamente tienen que aplicar normas, reglamentos,

procedimientos, sistemas y metodologías que contribuyan a la solución efectiva del problema

que se le ha encomendado la administración de justicia, y con los cambios que se dan a través de

leyes, resoluciones y otros.

El Peritaje Contable Judicial es la labor que realiza el contador público dentro de un proceso

judicial, con la finalidad de proporcionar al juzgador, argumentos o razones para la formación de

su convencimiento respecto a hechos contables y financieros. Los usuarios de la lectura de la

pericia contable serán ilustrados en forma correcta si se le entrega un trabajo donde se le haya

aplicado conocimientos especializados que conduzca a la credibilidad.

Para esto se utilizan métodos y procedimientos, y que en algunos casos esos métodos no han

sido suficientemente validados, entonces ocurre que la Administración de Justicia no los

considera pertinentes, por lo que son desestimados los dictámenes periciales. Estos hechos

motivan la desconfianza en los Peritos por parte de los litigantes.

Este hecho tiene dos efectos perversos para la administración de justicia. El primero, es

cuando el juzgador, sin una adecuada valoración, toma en consideración esos informes. Y el

segundo, es cuando el informe pericial no se convierte en medio de prueba (Seoane, 2000). En el

primer caso, el juzgador comete una injusticia, pues las razones de decisión judicial no son

suficientes. En el segundo caso, la labor del Perito Contable es subvalorada, la desconfianza de la

sociedad en los Peritos se incrementa (Seoane, 2000).

Toda la realidad descrita hasta aquí puede continuar o empeorar se no se buscan alternativas

teóricas y metodológicas para salir de esta realidad.


45

Uno de los problemas más interesantes sobre la Administración de Justicia son las que tienen

relación con los medios de prueba. Más específicamente, las referidas a las pruebas periciales,

como hemos anotado líneas arriba, con respecto al Peritaje Contable Judicial. Este es un

problema que se generaliza y que se torna cada vez más crítico en la actualidad, toda vez que

incide en la suficiencia, competencia, relevancia y oportunidad de las evidencias que se presenta

como medio probatorio en el dictamen pericial contable. Lo sustantivo y urgente de esto, es por

ello, la mejora de la calidad de los Dictámenes Periciales a través de su sistematización con una

metodología que le sea propia a partir de la argumentación probatoria. De ello, nos vamos ocupar

en el segundo capítulo.
46

CAPITULO
V

5. LA ARGUMENTACIÓN PROBATORIA COMO MÉTODO

5.1La Argumentación Probatoria

5.2 La ‘Argumentación Probatoria’ como Método Científico Abductivo


47

5. LA ARGUMENTACIÓN PROBATORIA COMO MÉTODO

5.1La Argumentación Probatoria

La argumentación probatoria es un tipo de razonamiento que por medio del cual se prueban

los hechos del caso. En el caso judicial ejercer jurisdicción es decir (argumentar)

imparcialmente el Derecho en una situación controvertida o de conflicto. Por tanto, con

referencia a un estado de cosas que se presenta al juez como problemático para que decida sobre

él (Cabanellas, 1994).

Así entendido, el concepto de jurisdicción resulta aplicable al tratamiento judicial de cualquier

litigio, en el que, por lo regular, unos sujetos tendrán pretensiones relativas a algún objeto o bien

jurídico, en general, recíprocamente excluyentes, y cada uno de ellos reclamará para la propia la

declaración de ser conforme a derecho con el reconocimiento de determinados efectos que le

convienen (Aarnio, 1991).

a. LOS HECHOS EN EL PROCESO

Generalmente, no ha sido percibida como problemática, o, al menos, como problemática de

sus verdaderos problemas, ante los que la cultura jurídica convencional ha permanecido

francamente indiferente con respecto a la prueba. Podría haber complejidades probatorias en un

proceso concreto, pero se ha dado por sentado que el juez dispone de instrumentos conceptuales

idóneos y del bagaje cultural preciso para operar con eficacia en ese campo, lo que no es del todo

cierto.

Se trata de una actitud que no es reprochable a los jueces a título de indiferencia o desinterés.

El asunto tiene raíces más profundas, que dan al tema bastante mayor alcance, y es que la

aproximación ingenua o desproblematizadora al mundo de los hechos en la experiencia jurídica


48

es consecuencia directa de la (de)formación de los jueces y de los juristas en la cultura del

positivismo jurídico. Esta, como bien se sabe, prescinde, en general, del tratamiento de la

quaestiofacti en el ámbito teórico de la aplicación del derecho y sintetiza el papel del juez al

respecto en el viejo brocardoda mihifactumdabo tibi ius; que tiene, a su vez, una proyección

específica en el ámbito del Derecho probatorio, en la consideración de ciertos medios de prueba

como directos, esto es, dotados de una aptitud especial para poner fácilmente al juzgador en

contacto inmediato, es decir, sin mediaciones, con los hechos concebidos como entidades

dotadas de existencia objetiva en el plano de la realidad extraprocesal (Alexy, 1989).

Pero los hechos no ingresan en el proceso como entidades naturales, como porciones de pura

realidad en bruto. La aptitud de los datos empíricos para integrar la cuestión fáctica, el

themaprobandum de un eventual proceso se debe a la razón (artificial) de que interesan, es decir,

son relevantes, para el Derecho; que, por eso, los ha preseleccionado en abstracto como

integrantes del supuesto de hecho de alguna norma, asociando a ellos consecuencias jurídicas

para el caso de que llegaran a producirse en concreto. Es lo que, a su vez, determina que pueda

nacer en alguien el interés por afirmar y probar su existencia o su inexistencia. De esta manera y

por esta vía es como los hechos pueden llegar a adquirir estatuto procesal, es decir, al ser

contenido de ciertos enunciados, como materia semántica y, siempre, porque se les tiene por

jurídicamente relevantes (Alexy, 1989).

b. OPERAR CON "HECHOS"

Los datos fácticos acceden al juicio y antes al proceso mismo, como afirmaciones complejas,

estructuradas en forma de hipótesis o propuestas de explicación, a las que se acompaña con la


49

indicación de determinadas fuentes de información aptas para aportar datos idóneos para la

confirmación de aquéllas.

Son afirmaciones, que, prima facie, deben aparecer dotadas de verosimilitud y susceptibles de

integrar el supuesto de hecho de una norma, dado que el objetivo buscado es práctico: provocar

un efecto jurídico vinculante. Y gozan ya de cierto grado de elaboración pues quien las formula

habrá procurado dotarlas de funcionalidad al fin perseguido. En el caso del proceso penal, la

hipótesis acusatoria habrá estado precedida de una actividad de investigación (incluso, ya antes,

aunque ésta sea informal, la querella del particular). En el caso del proceso civil, el demandante,

antes de dar forma a su pretensión, se habrá cuidado de anticipar, siquiera mentalmente, el efecto

posible de los elementos de juicio que está en condiciones de suministrar (Kadagan, 1989).

En este punto corresponde al tribunal emitir una decisión selectiva sobre los distintos medios

de prueba propuestos, que se resuelve en un juicio de relevancia. A efectos de admisión es

relevante toda prueba que conectada a la afirmación de hechos que hace la parte que la propone,

en el supuesto de asumirse ésta como verdadera, el resultado de esa prueba podría aportar

elementos de juicio válidos para su confirmación. Es, pues, un juicio acerca de la presumible

eficacia o rendimiento de un concreto medio probatorio en el contexto predeterminado por la

formulación de un themaprobandum (Kadagan, 1989).

Por eso, una buena hipótesis, ya en el momento inicial de su planteamiento, debe aparecer

capaz de abrazar todos los hechos relevantes en su complejidad, organizarlos adecuadamente,

sugerir una explicación a simple vista convincente sobre la forma de su producción. Después,

resultará, además, efectivamente explicativa cuando sea compatible e integre armónicamente el

conjunto de los elementos aportados por la actividad probatoria. Este efecto eventual no se
50

produce de forma automática ni necesaria: la explicación mediante la hipótesis más convincente,

una vez confirmada, no genera certeza deductiva sino conocimiento probable. Por eso, debe,

primero, ser examinada críticamente en su aptitud para explicar, y, luego, de resultar acogida, ha

de justificarse el porqué de esta opción. Precisamente porque el método judicial de adquisición

de conocimiento está inevitablemente abierto a la posibilidad de error, es por lo que resulta tan

importante operar con método y teniendo clara conciencia de los pasos que se dan en la

formulación de las inferencias y de hasta dónde lleva realmente cada uno de ellos (Gascón,

1999).

A este respecto es preciso tener en cuenta que, en contra de lo que sugiere una convención

muy arraigada en la cultura judicial de la prueba, que, como se ha anticipado, no existen pruebas

directas en el sentido de aptas para poner al juez en contacto inmediato con el themaprobandum.

Ese criterio clasificatorio ha solido reservarse para las pruebas testifical y documental, cual si

estuvieran dotadas de una especial capacidad representativa de hechos. Pero lo cierto es que ni el

testigo ni el documento permiten al juez percibir directamente el hecho que se trataría de probar.

Suele decirse que el único juez que podría juzgar con prueba directa sería el que hubiese

presenciado la realización del hecho justiciable. Pero ni aun así, puesto que ese juez-testigo (y,

por tanto, prevenido y no imparcial) tendría que deponer en esa segunda condición ante el

tribunal competente para el enjuiciamiento (Echendía, 1992).

El modo de proceder en el ámbito de la valoración de la prueba debe ser inicialmente

analítico: el resultado de cada medio probatorio habrá de ser considerado en ese momento en su

individualidad, como si fuera el único. Esta clase de examen requiere, primero, la identificación

de la correspondiente fuente de prueba (la persona, el documento, el objeto de la pericia) y su

localización original en el escenario de los hechos o el tipo de relación mantenida con éstos.
51

Habrá de valorarse también la aptitud del medio probatorio propuesto para obtener información

útil de la fuente de que se trate, habida cuenta de sus circunstancias, del estado de conservación,

en función del transcurso del tiempo y de otros datos. Producido el examen deberá concretarse el

rendimiento en elementos de prueba susceptibles de valoración.

En la materia probatoria no existe un catálogo cerrado de reglas que pauten el modus operandi

judicial. Sí hay algunos criterios dignos de consideración, que se concretan en los siguientes: No

deberá acudirse al uso de métodos que en la consideración común sean tenidos por irracionales.

Es preciso operar con conciencia de que la prueba como resultado no lo es nunca de una simple

constatación, sino de un complejo de inferencias, de algunas operaciones mentales que atribuyen

un protagonismo inevitable al juzgador. Este ha de tener claro, en el curso de aquéllas, cuando y,

sobre todo, por qué da el salto de un dato antecedente a una conclusión. Es decir, con qué base

de apoyo y en función de qué regla y el grado de seguridad que ésta ofrece por su calidad. Debe

saber que cuando se opera mediante una cadena de inferencias a mayor número de éstas menor

garantía en el resultado de la inducción probatoria. Que las pruebas son tanto más eficaces

cuando más ricas en contenido empírico. Que por lo general explica mejor la hipótesis más

simple... Que, en fin, aquélla que resulte acogida, habrá de integrar armónicamente todos los

datos relevantes derivados de la actividad probatoria (Lessona, 1999).

La valoración o apreciación conjunta sólo puede producirse en un segundo momento. Esto no

quiere decir que en el curso del análisis deba/pueda prescindirse de la perspectiva global del

cuadro probatorio. De forma natural el resultado de cada medio de prueba irá produciendo su

efecto en la conciencia del juez, le aportará un grado de información, generando un estado de

conocimiento abierto a la integración de nuevos datos procedentes de los restantes medios de

prueba. Pero es inexcusable que en algún momento cada uno de éstos haya sido analizado como
52

si fuera el único disponible, para evaluarlo de forma individualizada. Sólo una vez examinado de

este modo el resultado de la totalidad de la prueba propuesta, deberá el juzgador proceder de

forma reflexiva a la evaluación global del mismo.

c. POR QUÉ HA DE JUSTIFICARSE LA DECISIÓN

La gente exige no sólo decisiones dotadas de autoridad sino que pide razones. Esto vale

también para la administración de justicia. La responsabilidad del juez se ha convertido cada vez

más en la responsabilidad de justificar sus decisiones... maximizar el control público de la

decisión.

Y es que, como ya he dicho, si de la recepción por el juez de diversas afirmaciones en materia

de hechos se siguiera necesariamente una determinada conclusión también fáctica susceptible

como tal de ser conocidas por terceros, la expresión de la ratio decidendi, la justificación de la

decisión carecería de sentido. Pero ocurre que en la materia se abre un amplio margen de

apreciación al criterio del operador judicial, quien, por ello, tiene la responsabilidad de la opción

y de la racionalidad o irracionalidad de ésta (Atienza, 1997).

El conocimiento obtenido mediante la inducción probatoria es conocimiento probable, que no

pierde ese estatuto epistemológico por más que se exprese formalmente en una sentencia firme.

Por ello, la garantía de su atendibilidad tiene que ver con el rigor en la obtención de los datos a

través de los distintos cursos inferenciales. En nuestro caso, con la selección y el tratamiento de

las fuentes de prueba, con la calidad de las máximas de experiencia aplicadas para la producción

de los distintos elementos de prueba y en la puesta en relación de estos entre sí (Calvo, 2001).

d. ¿EN QUÉ CONSISTE LA JUSTIFICACIÓN?


53

Es un lugar común en la literatura jurisprudencial afirmar que la motivación consiste en que el

juez exteriorice el proceso lógico, incluso psicológico por el que ha llegado a la adopción de la

decisión. Es preciso acreditar que la decisión no es arbitraria sino que se funda en razones

objetivables, esto es, susceptibles de verbalización, y dignas de ser tenidas por

intersubjetivamente válidas.

Se ha distinguido dos planos dentro del área de la justificación: uno interno, del que debe

resultar que existe una relación de coherencia entre las premisas que vertebran la sentencia y la

conclusión. Y otro externo, que mira a asegurar la racionalidad probatoria en la fijación de las

premisas fácticas. Esta, es cierto, se produce en un marco de libre valoración, pero bien

entendido que, en este caso, libertad sólo quiere decir proscripción de la prueba tasada. El juez,

en la apreciación de la prueba, es libre frente al legislador, por decisión de éste, pero no lo es

para operar al margen de lo sucedido en el juicio ni de espaldas a los criterios habituales del

operar racional. Así, motivar la decisión sobre los hechos quiere decir elaborar una justificación

específica de la opción consistente en tener algunos de éstos por probados, sobre la base de los

elementos de prueba obtenidos contradictoriamente en el juicio (Silva, 2002).

Y, como se ha anticipado, el correspondiente deber apunta no sólo a hacer inteligible la

decisión y a dotarla de la necesaria transparencia, sino también a asegurar un modo de actuar

racional en el ámbito previo de la fijación de las premisas fácticas del fallo. El juez que asuma

con profesionalidad y honestidad intelectual el deber de motivar se esforzará por eliminar de su

discurso valorativo aquellos elementos cuya asunción no fuera susceptible de justificación

racional, para moverse únicamente en el ámbito de lo racionalmente justificable (Atienza, 1998).


54

5.2 La ‘Argumentación Probatoria’ como Método Científico Abductivo

La argumentación probatoria para ser considerada método ha de estructurarse en función de

rasgos metodológicos generales. Como instrumento empleado en la investigación o indagación

para descubrir las conexiones, los procesos y fenómenos, el método conduce a la formación de

un sistema de evidencias científicas sobre algún fenómeno problemático. Pero, al igual que otros

conocimientos, el método mismo posee una estructura teórica, la cual se forma y se desenvuelve

por un procedimiento semejante al que sirve para la construcción y el desarrollo de las teorías de

la ciencia en general. Las teorías del método tienen, en consecuencia, la misma armazón lógica

que se acusa en las otras disciplinas y en su formación rigen los mismos principios que se aplican

en las ciencias naturales y en las sociales. Estos principios generales son las categorías

específicas que tienen cumplimiento en la formación metódica de las teorías, incluyendo a las

teorías de los propios métodos. Los principios más importantes que se atienden en dicha

formación son: el de simplicidad, el de regularidad y el de continuidad.

Por simplicidad se entiende el adoptar la explicación más simple, entre todas las posibles que

representen a los resultados obtenidos y en tanto que dicha explicación adoptada siga

representando a los resultados posteriores. Por otra parte, la simplicidad también se refiere a la

condición de que los postulados iniciales —cuya introducción es inevitable cuando se expresan

los hechos en lenguaje lógico o matemático— deben ser en el número más reducido posible. Y,

sobre todo, a que no se debe introducir un postulado para cada nuevo resultado; evitándose

siempre la formulación de hipótesis exclusivas para un solo resultado. Porque, como la teoría

sirve para permitir la inferencia lógica de las implicaciones a que conduce un conjunto de

postulados, entonces, si se agregan otras hipótesis elementales en el desarrollo de la

argumentación, resulta imposible el extrapolar la teoría en sentido alguno, ni tampoco se puede


55

practicar una interpolación estricta. Además, las explicaciones que contienen hipótesis exclusivas

son, en rigor, enteramente inservibles, ya que con ellas se tiene siempre la posibilidad de seguir

introduciendo constantemente postulados correctivos, hasta el extremo de disponer de una

hipótesis distinta para cada resultado. Ahora que, justamente cuando se advierte la necesidad de

incluir un nuevo postulado fundamental en una argumentación establecida, con objeto de

explicar otros resultados de la observación, entonces, se ha llegado al momento de formular un

nuevo sistema argumentativo, porque la anterior ha caducado en su generalidad sin restricciones.

En los dos aspectos expresados, la simplicidad es una condición imprescindible para la

formación de toda metodología rigurosa.

Ahora bien, por regularidad se entiende la consideración de que el comportamiento de los

procesos y fenómenos se rige por leyes. En esta condición se apoya la posibilidad de generalizar

la conexión observada para un número finito de resultados, al conjunto infinito de procesos de la

misma clase. Esto es, que en la postulación de la regularidad se encuentra comprendida la

posibilidad de descubrir, con una aproximación creciente, la ley del comportamiento de una clase

de procesos, con base en la observación de uno de los intervalos finitos en que se manifiesta su

desarrollo. Por otro lado, la obtención de resultados acerca de los mismos procesos, en los cuales

no se cumpla la conexión establecida, no constituye una violación al principio de regularidad,

sino que indica simplemente la necesidad de transformar la función primitiva, estableciendo otra

nueva que comprenda también los resultados nuevos. Como puede advertirse entonces, la

regularidad es una, condición indispensable para la formación de metodologías rigurosas.

Finalmente, con el principio de continuidad se expresa la imposibilidad de efectuar una

división radical dentro del continuo uniforme que es la realidad. Desde luego, la propia realidad

es, por sí mismo y en su integridad, el continuo universal. Pero, además, todas y cada una de las
56

partes que el conocimiento descubre en la realidad, determinándolas, es también un continuo; y

todos estos continuos se encuentran, a su vez, en recíproca relación de continuidad. Por lo tanto,

es por medio de la continuidad como es posible, por una parte, la introducción de postulados

nuevos y la transformación de los ya establecidos, cuando así lo exige la explicación de los

resultados; y, al misino tiempo, la continuidad permite también, por otro lado, la conexión entre

las diversas teorías, como partes del continuo indisoluble del conocimiento que, a su vez, refleja

el continuo inseparable del universo. Por ello es que el desarrollo histórico de las teorías y los

métodos expresan la continuidad de los procesos existentes y, al mismo tiempo, permite la

conexión sistemática y pone al descubierto la analogía existente entre todas ellas.

Cumpliendo con los principios metodológicos descritos, la argumentación probatoria se

convierte en método para la sistematización del dictamen pericial contable. Puesto que está

siendo constituida en base a la teoría de la argumentación probatoria. El método de la

argumentación probatoria no es un tipo de método inductivo o deductivo sino abductivo, pues

sus argumentos no pasan de lo particular a lo general o de lo general a lo particular, sino de lo

particular a lo particular. Esto es un rasgo típico de las argumentaciones, por eso, decimos que el

método de la argumentación probatoria es un método científico abductivo de sistematización de

los dictámenes periciales contables.


57

CAPITULO
VI
6. MÉTODO DE LA ARGUMENTACIÓN PROBATORIA EN LA SISTEMATIZACIÓN

DEL DICTAMEN PERICIAL CONTABLE

6.1. Función de los Dictámenes Periciales Contables.


6.2. Forma y contenido de los Dictámenes Periciales Contables.
6.3. Estructura Contentual de los Dictámenes Periciales Contables.
6.4. Introducción de los Dictámenes Periciales Contables.
6.5. Formulación de la tesis de los Informes Periciales Contables.
6.6. Conclusiones de los Dictámenes Periciales Contables.
58

6. MÉTODO DE LA ARGUMENTACIÓN PROBATORIA EN LA

SISTEMATIZACIÓN DEL DICTAMEN PERICIAL CONTABLE

6.1. Función de los Dictámenes Periciales Contables.

Los procedimientos de exposición utilizados en la fase metodológica de la presentación del

dictamen pericial estructurada como argumentación pericial, sirven para presentar los

conocimientos una vez que han sido descubiertos, interpretados y sistematizados. Con arreglo a

ellos es como los peritos exponen consecuentemente los resultados de sus investigaciones, para

transmitirlos a los jueces y ofrecerlos a su valoración. La exposición pericial se plantea el

problema de tener que expresar el desarrollo completo de una indagación, que es un proceso

eminentemente dialéctico. En otras palabras, es necesario mostrar un desenvolvimiento dinámico

en una representación fija y, para conseguirlo, es indispensable lograr una especie de fotografía

instantánea que sea suficientemente representativa del movimiento y la transformación do la

realidad o hecho a probar.

Los dictámenes periciales contables tienen una importancia primordial, porque además de ser

el medio de expresión y comunicación de indagado, ponen de manifiesto las orientaciones y

tendencias que se destacan sobre los hechos. La redacción de los dictámenes periciales contables

la parte final y, en cierto modo, culminante del trabajo pericial.

6.2. Forma y contenido de los Dictámenes Periciales Contables.

El propósito fundamental de un dictamen pericial contable es la comunicación y, por lo tanto,

es necesario preocuparse de lo que se cumpla tal propósito al exponer los resultados de una

indagación. Entre el contenido de un dictamen pericial contable y la forma en que se presenta,

existe una relación estrecha. Más aún, ninguna indagación puede considerarse rigurosamente
59

terminada antes de que se le haya dado una forma adecuada de exposición. El dictamen pericial

contable será mejor en la medida en que su autor logre conjugar armoniosamente un contenido

valioso, con una forma correcta y una expresión convincente. La manera en que se expone el

trabajo y se presentan los resultados aportación, influye decisivamente en la impresión que

produce y, por consecuencia, en la estimación que se le concede de inmediato. La crítica rigurosa

que el perito contable aplica durante la realización de sus indagaciones, debe mantenerla

estrictamente en la presentación de los resultados. Desde luego, es indispensable poseer una idea

clara del asunto que se trata de exponer y tenerla presente durante toda la redacción del trabajo.

Cuando el asunto es difícil, hay que descomponerlo en varias partes y plantear con precisión

cada una de ellas. El terminar de exponer bien una parte antes de pasar a otra, contribuye a dar

claridad al discurso. Las cuestiones marginales y los asuntos secundarios deben ser reducidos al

mínimo y, cuando sea posible, hay que eliminarlos por completo. Primero hay que meditar el

asunto a fondo y luego encontrar las palabras adecuadas para expresarlo. También es necesario

no contentarse con las primeras expresiones que se ocurran, sino tratar de ponderar el significado

de cada una de ellas, hasta lograr que la forma corresponda efectivamente al contenido, y lo

muestre por completo.

En todo caso, el razonamiento debe ser sólido y vigoroso, para que la exposición sea sencilla

y elegante.

Es indispensable que las expresiones sean directas y esa característica debe acentuarse en

aquello que se considere medular en el trabajo. Los conceptos expuestos deben ser fácilmente

inteligibles, los juicios deben tener un sentido inequívoco y las inferencias deben ser formuladas

correctamente, de tal manera que la exposición entera sea suficientemente clara y precisa. Al

mismo tiempo, se deben eliminar las palabras y frases superfluas, lo mismo que las vaguedades,
60

las exageraciones y las expresiones incompletas. Únicamente se deben hacer repeticiones cuando

sean ineludibles para la comprensión cabal. También debe tenerse un cuidado esmerado para que

el escrito sea breve, omitiendo los detalles innecesarios y las referencias extensas sobre aspectos

particulares o incidentales. La concisión refuerza y fija el sentido del escrito. Por lo tanto, debe

ser redactado en forma densa y sintética, aunque sin dejar trunca ninguna parte indispensable. La

abreviación de un escrito es mucho más difícil que su alargamiento, ya que requiere de un

proceso crítico consciente para acortar y seleccionar, sin que se pierda o esfume lo importante.

Por otra parte, la eliminación de lo superfluo permite destacar los caracteres fundamentales,

contrastándolos sobre el fondo del contexto. No obstante, la brevedad no es garantía del valor de

un escrito y, en todo caso, la claridad jamás debe ser sacrificada en aras de la concisión.

6.3. Estructura Contextual de los Dictámenes Periciales Contables.

Al emprender la redacción de un informe pericial contable, lo primero que se debe establecer

es el plan general de la exposición. Desde luego, la estructura del plan debe corresponder a su

consecuencia lógica. Antes de intentar la escritura, es preciso tener a la mano el material

completo, incluyendo las referencias bibliográficas, las ideas fundamentales que motivaron el

trabajo, los antecedentes utilizados, los resultados conseguidos y las conclusiones obtenidas.

Luego, es necesario examinar de nuevo si las conexiones establecidas corresponden

efectivamente a vínculos objetivos o sólo representan relaciones hipotéticas. En todo caso, se

debe distinguir muy bien entre lo que está comprobado y lo que únicamente es plausible o no ha

sido refutado. Por otra parte, hay que tener en cuenta que ni lo ordinario ni lo extraordinario

pueden ser considerados como indicios de validez o de falsedad. Por consiguiente, la exposición

de los resultados debe basarse estrictamente en los hechos comprobados, independientemente de

que parezcan comunes o extraños. También se necesita volver a leer todas las notas escritas en el
61

curso de la indagación, haciendo las reordenaciones pertinentes y suprimiendo las repeticiones

eludibles. Es aconsejable redactar un bosquejo en el que se resuma el contenido en su conjunto,

con lo cual se tendrá una especie de esqueleto del trabajo. Luego se desarrollan los puntos

principales, se revisa su coherencia lógica, se suprimen los enlaces inoperantes, se acentúan las

relaciones pertinentes, se procura la consecuencia rigurosa entre los elementos desarrollados y se

les da una ordenación convincente. Entonces es cuando se emprende la elaboración escrita

propiamente dicha.

Unas veces se redacta primero el meollo del trabajo, que después sirve para hacer el resumen.

Otras veces se escribe primero un borrador completo. Y, en otras ocasiones, se redactan en

primer lugar los trozos principales y luego se enlazan unos con otros. En todo caso, el escrito en

conjunto debe ser consecuente y completo, de tal manera que la organización lógica corresponda

al proceso mental requerido para que se realice la comunicación buscada. Todo el texto debe

referirse directa y concretamente a la investigación efectuada y, por ello, no debe omitirse ningún

elemento indispensable para la comprensión de los resultados y la consideración crítica de las

conclusiones. A la vez, debe haber una proporción conveniente entre las partes, cuidando que su

extensión sea la estrictamente justa. También debe procurarse con esmero la buena disposición y

la correlación entre las partes. Cada parte debe ser completa, consecuente con la anterior y

directamente antecedente de la que sigue. Las expresiones carentes de significación deben ser

suprimidas, dando en cambio la ponderación conveniente a las que sean importantes. Después de

terminar la redacción del escrito, es prudente revisarlo una y otra vez, hasta conseguir una

exposición vigorosa y convincente. Para ello se deben suprimir las palabras inútiles o

redundantes, mejorar las expresiones, evitar en lo posible la repetición de términos, eliminar los

adjetivos que no agreguen nada a los conceptos, destacar bien las nuevas ideas con que se
62

contribuye, cambiar la ordenación de los trozos hasta conseguir una disposición estrictamente

lógica y facilitar la lectura. En todo caso, el perito no debe cejar hasta lograr un informe pericial

contable en el cual se muestre clara y distintamente la secuencia y la consecuencia entre los

términos, los juicios, las inferencias, los párrafos, las partes y el conjunto entero. Por último,

después de haber conseguido lo anterior, el autor debe pulir gramaticalmente el escrito y revisar

la fluidez de su estilo.

6.4. Introducción de los Dictámenes Periciales Contables.

En la introducción es pertinente y sabio facilitar la tarea del juez, llevándolo adecuadamente

por el camino conducente, de manera directa y accesible. En la introducción se deben expresar

entonces con exactitud las razones y propósitos del trabajo, indicando las lagunas del

conocimiento que se intentan llenar, el avance que se considera haber logrado y la interpretación

o explicación que se pretende formular. En todo caso, el problema abordado se debe plantear y

exponer con gran claridad. Una vez planteado y expuesto el problema, se requiere presentar una

revisión de los esfuerzos realizados anteriormente, señalando cuáles hallazgos se toman como

base de la indagación y cuáles se desechan por considerarlos impertinentes o erróneos. También

se exponen las limitaciones advertidas en las demostraciones previas, reinterpretando los

resultados a la luz de los nuevos conocimientos y haciendo una estimación crítica de las

aportaciones anteriores. Después se expone en forma concisa y concreta la situación de la que se

partió. Y, finalmente, se formulan en la introducción las posibilidades advertidas que hayan

suscitado justamente la investigación.

6.5. Formulación de la tesis de los Informes Periciales Contables.

Al iniciar la exposición de la tesis (idea básica de prueba) propiamente dicha, se debe

formular explícitamente ésta y hacer un esbozo de los planes establecidos para someterla a
63

prueba. Después se presentan los hechos nuevos que se hayan encontrado, junto con los

procedimientos de aplicación práctica y las relaciones generales que se hayan descubierto. Luego

se exponen en forma clara y sintética los resultados de las investigaciones originales que se

hayan ejecutado. En seguida se relatan en forma completa los hechos concernientes al problema

planteado, para estar en condiciones de inferir conclusiones valiosas y legítimas. Estos

antecedentes se deben presentar en una ordenación lógica correcta, de modo que el problema

quede planteado y acotado con precisión. Entonces se llega a la parte final y culminante de la

formulación de la tesis, haciendo una relación suficientemente clara y detallada de pruebas

presentadas y las demostraciones que constituyen la parte medular del trabajo pericial. Antes de

redactar esta parte, se debe efectuar otra revisión cuidadosa de los resultados, haciendo las

comprobaciones adecuadas, probando rigurosamente las operaciones ejecutadas, criticando los

datos.

Los resultados obtenidos deben ser formulados en forma rigurosa y completa, antes de

pretender establecer alguna interpretación sobre ellos. Por lo tanto, no se ha de sacrificar en nada

la objetividad del hecho observado o el resultado obtenido, por más atrayente u obvia que pueda

parecer una cierta interpretación. Así debe hacerse una exposición clara y ordenada de los

aspectos de la investigación que han producido resultados positivos, negativos o dudosos, cuando

de ellos se desprendan enseñanzas aprovechables en cualquier sentido. Por supuesto, no es

necesario referirse particularmente a todas las pruebas realizadas, ni menos a las líneas de trabajo

abandonadas por estériles; aunque en algunos casos puede ser importante mencionarlas. También

es indispensable exponer la metodología utilizada, lo mismo que las técnicas, aparatos,

instrumentos y, en general, todos los procedimientos prácticos y teóricos que se hayan empleado.

Esta descripción debe hacerse de tal manera que el lector tenga la información necesaria para
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poder juzgar imparcialmente acerca de las implicaciones posibles y, en caso dado, para

establecer sus propias interpretaciones. En fin, es fundamental que las observaciones,

experiencias y razonamientos se expongan con la precisión y la latitud suficientes para que

puedan ser verificadas de nuevo, o sea, para que cualquier otro perito que trabaje en el mismo

campo se encuentre en condiciones de poder repetir la indagación y comprobarla, o en caso

dado, refutarla.

6.6. Conclusiones de los Dictámenes Periciales Contables.

Después de haber expuesto en detalle los resultados y demostraciones pertinentes, junto con

sus respectivas interpretaciones, llega el momento de establecer las conclusiones del trabajo. La

inferencia de las conclusiones se debe hacer con todo rigor y estricta honestidad científica y

profesional, para luego expresarlas de manera sucinta y clara. Para ello, hay que volver a

verificar, una y otra vez, que las conclusiones corresponden realmente a los resultados obtenidos

y que se han establecido mediante un procedimiento legítimo. Hay que saber discriminar con

acierto entre las imaginaciones, las conjeturas y las conclusiones efectivamente posibles; porque

es fácil creer encontrar lo que se quisiera hallar, o bien, confundir los indicios inciertos con

resultados definidos. Por consiguiente, deben evitarse los prejuicios y omitir todo lo que

provenga de ellos, separando cuidadosamente lo objetivo de lo subjetivo. Únicamente se deben

formular conclusiones fundadas en conocimientos bien establecidos con anterioridad o

demostrados explícitamente en la investigación expuesta. No se deben poner en duda, ni someter

a discusión, los principios científicos fundamentales o las leyes generales, a menos que se cuente

con elementos suficientes para hacerlo. Las conclusiones representan la culminación lógica del

trabajo y, por ello, se debe tener especial cuidado de que no se pierda en ellas la consecuencia

lógica del conjunto, ni tampoco se debilite. Además, las conclusiones deben ser concretas,
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convincentes, claras, ordenadas y concisas; y no deben contener nada más que las implicaciones

legítimas de la investigación realizada, pero tampoco nada menos. Por lo tanto, se debe ser

excesivamente prudente en la extracción de conclusiones.


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CAPITULO
VII
7.CUESTIONARIO

7.1. ¿Cuáles son los problemas metodológicos, técnicos e instrumentales actuales que tiene la
sistematización de los dictámenes periciales contables?
7.2. ¿Qué alternativas teóricas, epistemológicas o jurídicas existen frente a los problemas de
sistematización de los dictámenes periciales contables?
7.3. ¿Qué es la argumentación probatoria?
7.4. ¿Qué fundamentos tiene la teoría de la argumentación probatoria?
7.5. ¿Cuáles son los principios que permiten estructurar un método a partir de la teoría de la
argumentación probatoria?
7.6. ¿Qué tipo de método se estructura a partir de la teoría de la argumentación probatoria?
7.7. ¿Cuál es la función del método de la argumentación probatoria en la sistematización de
los dictámenes periciales contables?
7.8. ¿Cuál es el contenido y la forma del método de la argumentación probatoria?
7.9. ¿Cuáles son los procesos del método de la argumentación probatoria?
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7. CUESTIONARIO

7.1. ¿Cuáles son los problemas metodológicos, técnicos e instrumentales actuales que tiene

la sistematización de los dictámenes periciales contables?

Uno de los problemas más interesantes sobre la Administración de Justicia son las que tienen

relación con los medios de prueba. Más específicamente, las referidas a las pruebas periciales,

con respecto al Peritaje Contable Judicial. Este es un problema que se generaliza y que se torna

cada vez más crítico en la actualidad, toda vez que incide en la suficiencia, competencia,

relevancia y oportunidad de las evidencias que se presenta como medio probatorio en el

dictamen pericial contable. Lo sustantivo y urgente de esto, es por ello, la mejora de la calidad de

los Dictámenes Periciales a través de su sistematización con una metodología que le sea propia a

partir de la argumentación probatoria.

7.2. ¿Qué alternativas teóricas, epistemológicas o jurídicas existen frente a los problemas

de sistematización de los dictámenes periciales contables?

Los Peritos Contables necesariamente tienen que aplicar normas, reglamentos,

procedimientos, sistemas y metodologías que contribuyan a la solución efectiva del problema

que se le ha encomendado la administración de justicia, y con los cambios que se dan a través de

leyes, resoluciones y otros.

La mejora de la calidad de los Dictámenes Periciales a través de su sistematización con una

metodología que le sea propia es a partir de la argumentación probatoria. La argumentación

probatoria es un tipo de razonamiento que por medio del cual se prueban los hechos del caso. En

el caso judicial ejercer jurisdicción es decir (argumentar) imparcialmente el Derecho en una


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situación controvertida o de conflicto. Por tanto, con referencia a un estado de cosas que se

presenta al juez como problemático para que decida sobre él (Cabanellas, 1994).

Así entendido, el concepto de jurisdicción resulta aplicable al tratamiento judicial de cualquier

litigio, en el que, por lo regular, unos sujetos tendrán pretensiones relativas a algún objeto o bien

jurídico, en general, recíprocamente excluyentes, y cada uno de ellos reclamará para la propia la

declaración de ser conforme a derecho con el reconocimiento de determinados efectos que le

convienen

7.3. ¿Qué es la argumentación probatoria?

La argumentación probatoria es un tipo de razonamiento que por medio del cual se prueban

los hechos del caso. En el caso judicial ejercer jurisdicción es decir (argumentar)

imparcialmente el Derecho en una situación controvertida o de conflicto. Por tanto, con

referencia a un estado de cosas que se presenta al juez como problemático para que decida sobre

él (Cabanellas, 1994).

Así entendido, el concepto de jurisdicción resulta aplicable al tratamiento judicial de cualquier

litigio, en el que, por lo regular, unos sujetos tendrán pretensiones relativas a algún objeto o bien

jurídico, en general, recíprocamente excluyentes, y cada uno de ellos reclamará para la propia la

declaración de ser conforme a derecho con el reconocimiento de determinados efectos que le

convienen (Aarnio, 1991).

7.4. ¿Qué fundamentos tiene la teoría de la argumentación probatoria?

Tiene como fundamento a la teoría de la argumentación probatoria. Pues los informes son

sistemas de argumentaciones probatorias. De allí la pertinencia de dicha teoría en

fundamentación de un método de sistematización de los dictámenes periciales contables.


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7.5. ¿Cuáles son los principios que permiten estructurar un método a partir de la teoría de

la argumentación probatoria?

Los principios más importantes que se atienden en dicha formación son: el de simplicidad, el

de regularidad y el de continuidad.

Cumpliendo con los principios metodológicos descritos, la argumentación probatoria se

convierte en método para la sistematización del dictamen pericial contable. Puesto que está

siendo constituida en base a la teoría de la argumentación probatoria.

Principio de no contradicción:

Este es el principio más importante de la argumentación racional. Ya Aristóteles en el siglo IV

a.C nos habla de él en su Metafísica. Según este principio no puede ser al mismo tiempo una

afirmación y su contraria; o en otras palabras una cosa no puede ser verdadera y falsa a la vez.

Sobre este principio se asienta el edificio de la racionalidad occidental (filosofía, ciencia, etc.)

pero ha sido criticado duramente desde los inicios de la filosofía (Heráclito s. VI a.C) hasta la

actualidad (Nietzsche s. XIX).

Principio de la deducción:

Este principio se basa en el valor lógico de la relación causa y efecto, y viene a decir que si

ocurre la causa, ocurre el efecto. Cuando alguien afirma: “si llueve se mojan las calles” y,

efectivamente llueve, podemos afirmar que las calles se mojan. Las cadenas de causas-efectos

pueden ser amplias, por ejemplo: si llueven se mojan las calles, si llueven las calles puedes

resbalarte y caer, si te caes… En lenguaje lógico podemos enunciarlo así: si de una premisa se

sigue una consecuencia y ocurre la premisa, entonces ocurre la consecuencia.

Principio del tercio excluso:


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Este principio tiene mucha menos validez que los dos anteriores y ha sido rechazado

abiertamente por muchos lógicos en los siglos XIX y XX. Según este principio si una cosa no es

verdadera es falsa y si no es falsa es verdadera. La similitud, al menos a primera vista, con el

principio de no contradicción es evidente, pero se critica, como dijimos, su amplitud ya que hay

situaciones en donde las afirmaciones no son ni verdaderas ni falsas sino solamente probables o

tienen valor de verdad desconocido.

Principio del Onus Probandi o de Carga de la Prueba:

Es el principio según el cual el que hace una afirmación debe dar pruebas de su veracidad

(affirmanti incumbit probatio) o, en otras palabras, no corresponde al que refuta la refutación

sino a quien afirma la demostración. Por ejemplo, si alguien afirma que existe una raza de enanos

invisibles en los bosques debe probar que esta afirmación es cierta y no solicitar a terceras

personas que prueben que es falsa. Si pensamos en este ejemplo nos damos cuenta de que es

imposible demostrar la falsedad de una afirmación infundada ¿cómo demostrar que no existen

seres invisibles si su característica principal es, precisamente, que no se pueden observar?

Tiene aplicación especial cuando lo que se afirma es algo extravagante o que choca con lo que

conocemos. Si alguien afirma que sabe bailar salsa probablemente le creamos sin necesidad de

que nos lo demuestre pero si esa misma persona afirma que puede volar entenderemos que debe

dar pruebas fehacientes de que tiene esa capacidad o estamos en nuestro legítimo derecho al

pensar que miente.

El onus probandi es fundamental en Derecho, y nos dice que todo acusado es inocente hasta que

no se demuestre lo contrario: quien afirma que alguien ha cometido un delito debe probarlo y no

solicitar que el acusado pruebe la falsedad de la acusación.


71

Este principio tiene una validez menos firme que los dos primeros e incluso que el principio del

tercio excluso; es perfectamente posible que alguien haga una afirmación extravagante que no

puede demostrar y que esta afirmación sea verdadera. Aún siendo esto cierto debemos considerar

que sin la aplicación de este principio nos veríamos forzados a pensar que afirmaciones de

desequilibrados como “Yo soy la reencarnación de Napoleón” o “He visto a la Virgen María

mientras me duchaba” son, al menos, posibles. Efectivamente, en nuestra vida cotidiana no

estamos dispuestos a admitir esto como cierto hasta que no se nos demuestre.

Debido a su carácter más subjetivo que los principios anteriores podemos caer en un

razonamiento falaz si aplicamos este principio de manera excesivamente laxa o excesivamente

rígida.

Se comete una falacia de abuso del onus probandi cuando se dan por falsas todas las

afirmaciones que no se pueden demostrar fehacientemente. Esta falacia se denomina también

argumentum ad ignorantiam. Un ejemplo podría ser el siguiente:

“Tu dices que eres mi amigo pero no tienes ninguna prueba de ello, luego es falso que seas mi

amigo”.

De igual manera se comete una falacia de desprecio del onus probandi cuando no se tiene en

cuenta la aplicación de este principio y se solicita al refutante la demostración y no al afirmante.

Por ejemplo:

“Aún no me has demostrado que Dios no exista, luego Dios existe”.

Principio de Economía o Navaja de Occam:

Este principio nos dice que entre dos teorías que expliquen un mismo fenómeno la más sencilla
72

es verdadera, a menos que se demuestre lo contrario. Este principio se encuentra al final así que

debemos considerar que para que se aplique deben haberse cumplido todos los demás principios;

la explicación más sencilla debe ser racional y estar en coherencia con el corpus de

conocimientos previamente adquiridos, si no es así no es aplicable este principio.

Como en el principio anterior, dado que este principio está abierto a un mayor grado de

subjetividad puede dar lugar a una aplicación incorrecta generando dos modos de aplicación

falaz.

Cuando en una argumentación se utiliza la simplicidad de una afirmación como único o principal

fundamento de su verdad se dice que se comete un abuso del principio de economía. Por

ejemplo:

“Es más sencillo pensar que Dios creó el mundo en seis días que pensar que se produjo por el

Big Bang hace, nada menos que, 15.000 millones de años, luego Dios creó el mundo en seis

días”.

Por contra, se comete un desprecio del principio de economía cuando se busca de un modo

tozudamente irracional la explicación más compleja existiendo respuestas más sencillas y

convincentes.

Los presupuestos de la argumentación y las definiciones:

Ninguna argumentación empieza ex nihilo, es decir, ningún debate parte sin presupuestos y

conceptos previos a ese debate. Por ejemplo, si queremos debatir sobre porqué permite Dios el

mal en el mundo debemos partir del presupuesto de la existencia de Dios, además, debemos

definir los conceptos de Dios, mal, bien, libertad etc. para que la discusión sea posible. Esto es

así en toda reflexión pero a veces ocurre de una manera manifiesta y otras sobreentendida. Es
73

importante aclarar estos presupuestos y definiciones al empezar un debate para saber las ideas

previas desde las que se parte.

Con esto termino el presente artículo sobre los principios de la argumentación. Entiendo que

quedan muchas cosas en el aire pero este trabajo no trataba de epistemología ni de teoría

delconocimiento en sentido estricto sino que lo entiendo como un trabajo que toca las disciplinas

de la lógica y de la retórica.

7.6. ¿Qué tipo de método se estructura a partir de la teoría de la argumentación

probatoria?

Para que una teoría pueda ser tomada en consideración son las siguientes: relevancia (el

hecho que se trata de explicar debe ser deducible de ella); susceptibilidad de control (ha de

resultar posible formular observaciones que permitan confirmarla o invalidarla); compatibilidad

con las hipótesis previamente establecidas (una hipótesis compleja no admite contradicción entre

sus distintos segmentos, debe ser auto consistente); aptitud para explicar (debe optarse por la

que más y mejor explica); y simplicidad (tanto en la experiencia ordinaria como en la científica,

es preferible la teoría más simple que se adapta a todos los hechos disponibles).

7.7. ¿Cuál es la función del método de la argumentación probatoria en la sistematización de

los dictámenes periciales contables?

sirven para presentar los conocimientos una vez que han sido descubiertos, interpretados y

sistematizados. Con arreglo a ellos es como los peritos exponen consecuentemente los resultados

de sus investigaciones, para transmitirlos a los jueces y ofrecerlos a su valoración. La exposición

pericial se plantea el problema de tener que expresar el desarrollo completo de una indagación,
74

que es un proceso eminentemente dialéctico. En otras palabras, es necesario mostrar un

desenvolvimiento dinámico en una representación fija y, para conseguirlo, es indispensable

lograr una especie de fotografía instantánea que sea suficientemente representativa del

movimiento y la transformación do la realidad o hecho a probar.

7.8. ¿Cuál es el contenido y la forma del método de la argumentación probatoria?

Entre el contenido de un dictamen pericial contable y la forma en que se presenta, existe una

relación estrecha. Más aún, ninguna indagación puede considerarse rigurosamente terminada

antes de que se le haya dado una forma adecuada de exposición, El dictamen pericial establecerá

mejor en la medida en que su autor logre conjugar armoniosamente un contenido valioso, con

una forma correcta y una expresión convincente.

7.9. ¿Cuáles son los procesos del método de la argumentación probatoria?

Iniciamos la redacción de un informe pericial contable, lo primero que se debe establecer es el

plan general de la exposición. Desde luego, la estructura del plan debe corresponder a su

consecuencia lógica. Antes de intentar la escritura, es preciso tener a la mano el material

completo, incluyendo las referencias bibliográficas, las ideas fundamentales que motivaron el

trabajo, los antecedentes utilizados, los resultados conseguidos y las conclusiones obtenidas.

Luego, es necesario examinar de nuevo si las conexiones establecidas corresponden

efectivamente a vínculos objetivos o sólo representan relaciones hipotéticas.


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CONCLUSIONES

CONCLUSION GENERAL

La presente investigación estructura un Método Científico -abductivo (es decir, ni


deductivo, ni inductivo) denominado Método de la Argumentación Probatoria para la
sistematización de los dictámenes periciales contables. Esto fue necesario porque en el
campo de la pericia contable no existe un método especial que permita realizar la tarea de
sistematización de los dictámenes periciales. Y tiene como fundamento a la teoría de la
argumentación probatoria. Pues los informes son sistemas de argumentaciones
probatorias. De allí la pertinencia de dicha teoría en fundamentación de un método de
sistematización de los dictámenes periciales contables.

CONCLUSIONES ESPECÍFICAS

1. La sistematización de los dictámenes periciales contables, en la actualidad, tiene


dificultades metodológicas, técnicas e instrumentales que deben ser resueltos con urgencia.
2. El Peritaje Contable Judicial necesita un método especial para la sistematización de los
dictámenes periciales contables.
3. La teoría de la argumentación probatoria es el fundamento más adecuado y pertinente para
la estructuración del método de sistematización de los dictámenes periciales contables
denominada “método de la argumentación probatoria”.
4. El método de la argumentación probatoria no es un tipo de método inductivo o deductivo
sino abductivo, pues sus argumentos no pasan de lo particular a lo general o de lo general a lo
particular, sino de lo particular a lo particular.
5. El método de la argumentación probatoria permite sistematizar informes periciales
contables con el mayor rigor lógico y metodológico que se tiene para constituirse en un efectivo
medio de prueba en los procesos judiciales.
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RECOMENDACIONES

RECOMENDACIÓN GENERAL

Recomendamos utilizar el Método de la Argumentación Probatoria para la


sistematización de los dictámenes periciales contables. Esto fue necesario porque en el
campo de la pericia contable no existe un método especial que permita realizar la tarea de
sistematización de los dictámenes periciales. Y tiene como fundamento a la teoría de la
argumentación probatoria. Pues los informes son sistemas de argumentaciones
probatorias. De allí la pertinencia de dicha teoría en fundamentación de un método de
sistematización de los dictámenes periciales contables.

RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS

 Recomendamos que la sistematización de los dictámenes periciales contables, sean


resueltos con urgencia ya que tiene dificultades metodológicas, técnicas e instrumentales
y es necesario que sean resueltas.

 Con respecto al peritaje contable judicial recomendamos, que implementen y apliquen


un método especial para su sistematización de estos dictámenes periciales.

 Exhortamos a que la teoría de la argumentación probatoria sea el fundamento más


adecuado y pertinente para la estructuración del método de sistematización de los
dictámenes periciales contables denominada “método de la argumentación probatoria”.

 Se recomienda que el método de la argumentación probatoria no sea un tipo de método


inductivo o deductivo sino abductivo, pues sus argumentos no pasan de lo particular a lo
general o de lo general a lo particular, sino de lo particular a lo particular.
 Referente al método de la argumentación probatoria que permita sistematizar informes
periciales contables con el mayor rigor lógico y metodológico que se tiene para
constituirse en un efectivo medio de prueba en los procesos judiciales.
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Bibliografía

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