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psicoterapia
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
CARRERA DE: psicología educativa
TEMA #:
Trabajo final
NOMBRE:
MATRÍCULA:
14-1530
ASIGNATURA:
Introducción a la psicoterapia
FACILITADOR:
Mirian Polanco
Este trabajo contiene lo siguiente: un informe con tres técnicas por cada enfoque
atendiendo a los siguientes criterios y en cada caso por separado es decir por unidad, 7
tablas, además de esto presenta un análisis crítico -reflexivo de todas las unidades con
reflexiones personales de lo que aprendiste por unidad.
Este trabajo consta de: portada, hoja de presentación, índice, introducción, desarrollo y
reflexiones personales. La información ha sido obtenida a partir del libro base de la
materia psicoterapias contemporáneas Oblitas y otras fuentes de la internet.
1.El trabajo final consiste en lo siguiente.
Elabora un informe que contenga tres técnicas por cada
enfoque atendiendo a los siguientes criterios y en cada caso por
separado es decir por unidad. 7 tablas
Conductual
1. Josep Conductual Este tipo de terapia se utiliza para aumentar las conductas
Desensibilización Wolpe sociales y problemas laborales. Básicamente esta terapia tiene
1. Entrenamiento Santiago Cognitivo Ayuda a los sujetos a hacer frente a determinadas situaciones
habilidades Borrego
Reducir la ansiedad ante situaciones en público.
sociales y de Trastornos de personalidad
afrontamiento Obesidad
Trastornos de la alimentación
Déficits en conductas asertivas.
3. Relajación y Thomas Se aplica para reducir su tensión física y/o mental, reducir el
Psicodinámico
1. Sugestión Milton Psicodinámico Se aplica para reducción o alivio del dolor, fibromialgia,
Erickson dolor lumbar y artrítico, migraña, cefalea, tratamiento de
quemaduras, procedimientos quirúrgicos, procedimientos
radiológicos, síndrome de colon irritable.
2. Clarificación Greenson En la clarificación, el terapeuta intenta ayudar al paciente a
tener un mayor conocimiento de sus sentimientos, de sus
formas de relación consigo mismo y con los demás y del
significado de su comportamiento a fin de obtener una más
precisa comprensión de la organización de su personalidad y
de la estructura de sus sistemas de respuesta frente al mundo
en el cual vive.
3. Confrontación Fritz Perls Es utilizada para focalizar la conciencia del paciente hacia
determinadas circunstancias que merecen una reflexión más
detenida y cuidadosa de la que les otorga, o para promover
en él un estudio más preciso acerca de sus propias actitudes
frente a los otros, ante sí mismo y frente a las diversas
situaciones ambientales, o para sopesar más precisamente la
calidad y contenido de sus experiencias y respuestas a estas.
Análisis transaccional
Reparentalización transaccional exclusión del Padre o cuyo Estado del Ego Padre es
sumamente rígido.
3. Cambio social y Eric Berne Se aplica para que el individuo active y fortalezca su Adulto
Psicodrama
1. Represión Rogers Psicodrama Se emplea particularmente con pacientes que operan con
exclusión del Padre o cuyo Estado del Ego Padre es
sumamente rígido.
3. Soliloquio Jacob Levy Es útil usar esta técnica justo antes del encuentro de dos
Moreno personajes (por ejemplo antes de que el hijo abra la puerta de
la habitación donde le espera la madre).
Terapia Rogeriana
3. Reiteración Rogers Se usa para volver a proponer los contenidos expresados por
el cliente, sin añadir nada nuevo con la intención de significar
lo expresado. Es decir, consiste en resumir, repetir las últimas
palabras, asentir con la cabeza, etc.
Terapia Gestalt
1. Supresivas Kant, Psicodrama Se aplica para que el paciente deje de hacer cualquier cosa que
Descartes o no sea vivenciar.
Husserl
2. Integración Se aplica para promover la integración de la personalidad, su
autorrealización y socialización.
Al mismo tiempo que se entabla la relación terapéutica, se inicia lo que sería la siguiente
fase del proceso, la evaluación conductual que consiste en la recopilación de datos lo más
exhaustiva posible, haciendo referencia a las distintas áreas de la vida del paciente, como
las relaciones familiares, relaciones sociales, aspectos laborales y ocupacionales,
relaciones de pareja y sexualidad, aspectos fisiológicos (tipos de enfermedades), entre
otras, centrándose en especial en el motivo de consulta.
Con los datos reunidos en la(s) entrevista(s), se efectúa un análisis conductual, que
consiste en la búsqueda de relaciones funcionales entre los distintos componentes de la
conducta del paciente.
Una vez hecho el análisis conductual, se estipulan las hipótesis explicativas, es decir, se
enmarcan los resultado del análisis conductual en un esquema teórico, se formula una
explicación del problema, se plantea cuál ha podido ser el origen del mismo y lo que
ocasiona que el problema se mantenga.
El sistema de distanciamiento del yo, consolidado en las sociedades del siglo XIX,
requiere para tal fin una fundamentación de situaciones de cercanía, y vale como la mejor
justificación del objetivo terapéutico, codificado científica y médicamente, hasta el
momento actual.
Por otra parte, al comenzar la primera entrevista es necesario presentarse, dar la mano al
paciente, si procede, e indicarle el sitio donde se debe sentar. Luego, es conveniente
indicarle el tiempo aproximado que durará la entrevista, así como manifestar la
confidencialidad de lo que se va a hablar, todo ello dentro de un clima de confianza.
Luego se deberá explicar al paciente el propósito de la entrevista, sobre qué versarán las
preguntas, lo que se espera de él (que sea colaborador, diga la verdad y se ajuste a lo que
se le pregunta) y, si es el caso, la información que ya se tenga de él. Dependiendo del
paciente, se puede empezar con el tema principal o dar un pequeño rodeo, hablando de
algo neutral unos instantes para que una vez que se rompa el hielo, se entre en materia.
Por otro lado, cuando hablamos de modos de comunicación Se trata del factor más
idiosincrásico y comprende las acciones estilísticas primordiales con que el EPT moldea
las aplicaciones de una técnica específica. Para desempeñarse en el seno de un acto
psicoterapéutico, el terapeuta debe cumplir con una serie de funciones. Para ello, cada
profesional emplea determinados modos de comunicación que operan integradamente
imprimiendo su sello personal de ejercer la práctica. Las funciones primordiales que
hemos identificado son las siguientes: instruccional, evaluativa, atencional, expresiva,
operativa y de compromiso vincular.
Cada una de ellas puede manifestarse a través de varias dimensiones. Hemos seleccionado
para cada una las dos dimensiones más relevantes e ilustrativas con el fin de estudiar el
modo en que opera el EPT. Ni las funciones enunciadas, ni las dimensiones que las
representan, pretenden ser exhaustivas de la complejidad que existe en un acto de
psicoterapia.
Todas las dimensiones están representadas por continuos que poseen las siguientes
características: a) La extensión total refleja los límites máximos de desempeño favorable
o positivo del terapeuta, quedando excluidas las acciones iatrogénicas, que caen fuera de
los límites establecidos. b) La acción global de las funciones expresa el conjunto de
rasgos, actitudes y disposiciones que todo terapeuta pone en evidencia durante el ejercicio
de su práctica profesional.
FUNCIÓN INSTRUCCIONAL
Se refiere al modo en que el terapeuta transmite las normas y prescripciones que rigen
durante el tratamiento. Está integrada por el conjunto de acciones que lleva cabo el
terapeuta con el propósito de instalar el dispositivo terapéutico y sirve para determinar
los alcance y los límites de la relación terapéutica, y, por consiguiente, la distancia
operativa que regirá entre paciente y terapeuta, así como los intercambios entre ambos,
considerados legítimos en esa relación.
Si bien cada técnica terapéutica establece principios generales sobre la forma en que debe
desarrollarse ese vínculo, el EPT refuerza esos principios de manera singular. Las
dimensiones más representativas de esta función son las siguientes: rigidez en
comparación de flexibilidad y asimetría acentuada comparada con asimetría moderada.
FUNCIÓN EVALUATIVA
Se trata de la función que opera de modo más permanente desde el comienzo del
tratamiento y durante todo su curso. Consiste en el conjunto de estimaciones que lleva a
cabo el terapeuta para ponderar la marcha del tratamiento, tanto en lo que respecta a su
propia performance como a la del paciente. Sirve como regulación de todas las otras
funciones, incluida la del establecimiento de las reglas que gobiernan la tarea. Guidano
(1994) considera que resulta casi imposible diferenciar la evaluación de la intervención
terapéutica. Para cumplir con esta función, el terapeuta, por lo regular, recurre, más que
en cualquiera de los otros casos, a otros expertos (supervisores) con la finalidad de
efectuar los ajustes y las correcciones necesarias.
Las dimensiones más ilustrativas son las siguientes: optimismo comparado con criticismo
y centrada en los medios comparada con centrada en los efectos.
FUNCIÓN ATENCIONAL
Está constituida por todas las operaciones que el terapeuta realiza con el fin de acceder a
la información aportada por el paciente en su búsqueda de ayuda. Tradicionalmente fue
denominada “función de escucha”, en particular cuando la psicoterapia era considerada,
casi con exclusividad, una curación por medio de la palabra. La actual manera de concebir
la psicoterapia como una conversación y la importancia asignada a los estilos narrativos
en este campo, ha reforzado esa perspectiva. Sus dimensiones principales son las
siguientes: actividad comparada con receptividad y concentración comparada con
apertura.
FUNCIÓN OPERATIVA
Se trata de las acciones que el terapeuta desarrolla con la finalidad de cumplir con el plan
de tareas establecido. Está centrado en el manejo de las técnicas establecidas para cada
tratamiento. En la medida en que el terapeuta esté correctamente capacitado, se espera
que aplique en forma rigurosa la técnica apropiada para cada caso. Pese a ello, el estilo
personal de cada terapeuta lo llevará a cumplir con esta función de modos muy diversos
Las dimensiones más destacadas en este caso son las siguientes: directividad comparada
con persuasión y lógica comparada con retórica.
FUNCIÓN OPERATIVA
Se trata de las acciones que el terapeuta desarrolla con la finalidad de cumplir con el plan
de tareas establecido. Está centrado en el manejo de las técnicas establecidas para cada
tratamiento. En la medida en que el terapeuta esté correctamente capacitado, se espera
que aplique en forma rigurosa la técnica apropiada para cada caso. Pese a ello, el estilo
personal de cada terapeuta lo llevará a cumplir con esta función de modos muy diversos.
Las dimensiones más destacadas en este caso son las siguientes: directividad comparada
con persuasión y lógica comparada con retórica.
FUNCIÓN EXPRESIVA
Esta función sintetiza el involucramiento con que se cumplen todas las modalidades de
comunicación usadas durante el acto terapéutico. No se refiere a una acción específica.
Cada terapeuta manifiesta, por medio de su compromiso vincular, su disposición para
ayudar al paciente. Por lo general, se consideraba, como ocurre en el caso de la
expresividad, que la mejor estrategia con que un terapeuta podía cumplir con esta función
consistía en situarse, dentro de cualquiera de sus dimensiones, en un punto equilibrado.
En la práctica, los terapeutas se alejan mucho de ese punto medio, lo que ha permitido,
en realidad, descubrir algunos interesantes fenómenos de la práctica.
Las dos principales dimensiones que representan esta función son: nivel de compromiso
interpersonal (involucramiento del terapeuta ante el paciente) y nivel de compromiso
intrapersonal (involucramiento del terapeuta ante sí mismo).
Cada uno de los modelos tradicionales de psicoterapia se basó en una concepción teórica
sobre tres aspectos primordiales: la personalidad y sus dominios, la psicopatología y la
concepción sobre los procesos de cambio. La propuesta técnica correspondiente prescribe
las características del acto terapéutico: el dispositivo, la modalidad de interacción entre
paciente y terapeuta, las intervenciones terapéuticas y los criterios de evaluación
disponibles.
Podría intentarse diseñar perfiles más específicos, correspondientes a cada una de las
técnicas terapéuticas, referidos a asuntos como la amplitud de los objetivos, la
complejidad de los recursos, el tipo de intervenciones, entre otros.
Esta estrategia se denomina así porque éste es examinado en conjunto cuando incluye
distintos componentes. Aquí, se evalúa el efecto de un tratamiento en particular para
comprobar su efectividad en un problema clínico concreto. En esta estrategia y, para
excluir la posibilidad de que el cambio sea una función de eventos históricos,
madurativos, remisión espontánea, evaluación repetida y otras amenazas a la validez
interna; por lo general, se utiliza un grupo control de no tratamiento o lista de espera. En
esencia, esta estrategia implica aplicar un tratamiento concreto a un trastorno específico
y comprobar si con el mismo se produce un cambio terapéutico.
Partimos de la base de que un tratamiento es efectivo por los componentes efectivos que
contiene. No obstante, también puede ser posible que la eficacia del tratamiento pueda
deberse a las características de los pacientes y a las del terapeuta. La estrategia de
variación del paciente y terapeuta se orienta precisamente a analizar si distintos atributos
de éstos son los responsables de los resultados logrados. Esta estrategia se lleva a cabo en
forma operativa seleccionando una o más variables del paciente como sexo, edad, nivel
socioeconómico, educación, estado civil, gravedad del trastorno, variables de
personalidad, entre otras.
En ella, se comparan dos o más tratamientos distintos para conocer cuál es el más eficaz
para un problema clínico. Esta estrategia es ampliamente utilizada e, incluso, en
ocasiones, se usa como grupo control un tratamiento efectivo que se compara con otro
del que se espera que sea más efectivo.
El término psicoterapia fue empleado por primera vez por Reil en 1803 para referirse a
“la aplicación de métodos psíquicos en el tratamiento de las enfermedades mentales. En
la actualidad, la psicoterapia se incluye entre las disciplinas médicas y está considerada
una “arma terapéutica” más a disposición del médico. Es decir, la medicina utilizaría
métodos químicos (fármacos), físicos (cirugía, radiología), biológicos (vacunas) y
métodos psicológicos.
Esta a su vez no utiliza objetos intermedios (grageas, bisturí, etc.), sino que se aplica por
medio del lenguaje y de la relación interpersonal (RIP) con el paciente. Sin embargo, esta
diferencia no exime de alcanzar un adiestramiento óptimo a los profesionales que la
practican.
En los albores del siglo XX, el neurólogo austriaco Sigmund Freud empezó a sentar las
bases del psicoanálisis, un novedoso enfoque sobre la psique humana que es tanto una
teoría de la personalidad como un método de tratamiento para pacientes con trastornos.
La principal contribución de Freud a la psicología sería su concepto de inconsciente.
Freud sostenía que el comportamiento de una persona está profundamente determinado
por pensamientos, deseos y recuerdos reprimidos; según su teoría, las experiencias
dolorosas de la infancia son desalojadas de la conciencia y pasan a formar parte del
inconsciente, desde donde pueden influir poderosamente en la conducta. Como método
de tratamiento, el psicoanálisis procura llevar estos recuerdos a la conciencia para así
liberar al sujeto de su influencia negativa.
Sigismund Freud, que a los veintidós años habría de cambiar ese nombre por el de
Sigmund, nació en Freiberg, en la antigua Moravia (hoy Príbor, República Checa), el 6
de mayo de 1856. Su padre fue un comerciante en lanas que, en el momento de nacer él,
tenía ya cuarenta y un años y dos hijos habidos en un matrimonio anterior; el mayor de
ellos tenía aproximadamente la misma edad que la madre de Freud -veinte años más joven
que su esposo- y era, a su vez, padre de un niño de un año. En su edad madura, Freud
hubo de comentar que la impresión que le causó esta situación familiar un tanto enredada
tuvo como consecuencia la de despertar su curiosidad y aguzar su inteligencia.
En 1859, la crisis económica dio al traste con el comercio paterno, y al año siguiente la
familia se trasladó a Viena, en donde vivió largos años de dificultades y estrecheces,
siendo muy frecuentes las temporadas en las que, durante el resto de su larga vida (falleció
en octubre de 1896), el padre se encontraría sin trabajo. Aunque siempre detestó Viena,
Sigmund Freud residiría en esta ciudad hasta un año antes de su muerte: pese a la
intercesión de Roosevelt y Mussolini, en junio de 1938 se vería obligado por su condición
de judío (sus obras habían sido quemadas en Berlín en 1933) a emprender el camino del
exilio hacia Londres como consecuencia del Anschluss, la anexión de Austria al proyecto
pangermanista de la Gran Alemania, preparada por los nazis con ayuda del canciller
austriaco Arthur Seyss-Inquart y sus prosélitos.
Su amistad con Josef Breuer cristalizó, por entonces, en una colaboración más estrecha,
que fructificaría finalmente en la creación del psicoanálisis, aunque al precio de que la
relación entre ambos se rompiera. Entre 1880 y 1882, Breuer había tratado un caso de
histeria (el de la paciente que luego sería mencionada como «Anna O.»); al interrumpir
el tratamiento, habló a Freud de cómo los síntomas de la enferma (parálisis intermitente
de las extremidades, así como trastornos del habla y la vista) desaparecían cuando ésta
encontraba por sí misma, en estado hipnótico, el origen o la explicación. En 1886, luego
de haber comprobado en París la operatividad de la hipnosis, Freud obligó a Breuer a
hablarle de nuevo del caso y, venciendo su resistencia inicial, a consentir en la elaboración
conjunta de un libro sobre la histeria.
Durante la gestación de esta obra (aparecida en 1895 con el título Estudios sobre la
histeria), Freud esbozó sus primeras ideas sobre el psicoanálisis. Breuer participó hasta
cierto punto en el desarrollo, aunque frenando el alcance de las especulaciones más tarde
características de la doctrina freudiana y rehusando, finalmente, subscribir la creciente
convicción de Freud acerca del papel desempeñado por la sexualidad en la etiología de
los trastornos psíquicos.
En 1896, después de romper con Breuer de forma un tanto violenta, Freud empezó a
transformar la metodología terapéutica que aquél había calificado de «catártica», basada
en la hipnosis, en lo que él mismo denominó el método de «libre asociación». Trabajando
solo, víctima del desprecio de los demás médicos, el tratamiento de sus pacientes le llevó
a forjar los elementos esenciales de los conceptos psicoanalíticos de «inconsciente»,
«represión» y «transferencia». En 1899 apareció su famoso tratado La interpretación de
los sueños, aunque con fecha de edición de 1900, y en 1905 se publicó Tres
contribuciones a la teoría sexual, la segunda en importancia de sus obras. Estos dos fueron
los únicos libros que Sigmund Freud revisó puntualmente en cada una de sus sucesivas
ediciones.
Hasta 1905, y aunque por esa fecha sus teorías habían franqueado ya definitivamente el
umbral de los comienzos y se hallaban sólidamente establecidas, contó con escasos
discípulos. Pero en 1906 empezó a atraer más seguidores; el círculo de los que, ya desde
1902, se reunían algunas noches en su casa con el propósito de orientarse en el campo de
la investigación psicoanalítica, fue ampliado y cambió incluso varias veces de
composición, consolidándose así una sociedad psicoanalítica que en la primavera de
1908, por invitación de Carl Gustav Jung, celebró en Salzburgo el Primer Congreso
Psicoanalítico.
En ese mismo orden decimos que el psicoanálisis es una práctica terapéutica fundada por
Freud a finales del siglo XIX cuando buscaba el tratamiento clínico a los pacientes
neuróticos o histéricos.
La palabra psicoanálisis proviene del griego psico o psykhé que significa alma o actividad
mental y análisis que significa examen o estudio.
Sigmund Freud elabora una formulación del psiquismo que indica una diferenciación del
aparato psíquico dotado de características o funciones distintas, incluye 2 tópicos;
La libido es la energía psíquica de la pulsión sexual. Los niños a medida que crecen
descubren diferentes áreas del cuerpo buscando la satisfacción libidinal. Las etapas del
desarrollo libidinal son las siguientes:
El exceso o ausencia de las etapas mencionadas durante el crecimiento del niño puede
provocar enfermedades o trastornos mental en la vida adulta.
Por otro lado, según Freud la personalidad humana surge del conflicto entre nuestros
impulsos instintivos tendentes a la agresividad y a la búsqueda del placer, por un lado, y
los límites sociales que se les impone por otro. La personalidad se construye como un
intento de conciliar estas dos instancias buscando la satisfacción de nuestros instintos sin
ser víctimas de los sentimientos de culpa o castigo. Para explicar este conflicto Freud
construyó unos conceptos teóricos que interactuaban entre sí: el ello, el yo y el super-yo.
Estos conceptos no tienen que considerarse como poseedores de una verdad objetiva sino
más bien como herramientas útiles para la comprensión de la dinámica de nuestro
psiquismo.
Yo: El "Yo" tiene como fin cumplir de manera realista los deseos y demandas del ello
con el mundo exterior a la vez conciliándose con la exigencias del "superyó". El "Yo"
evoluciona según la edad y las distintas exigencias del ello actuando como un
intermediario contra el mudo externo. El "Yo" sigue el principio de realidad satisfaciendo
los impulsos del ello de una manera apropiada.
Otro punto importante dentro de esta unidad es los sueños Hobson (2000) describe de la
siguiente forma lo que es un sueño: “La actividad mental que ocurre en el sueño se
caracteriza por una imaginación sensomotora vivida que se experimenta como si fuera la
realidad despierta, a pesar de características cognitivas como la imposibilidad del tiempo,
del lugar, de las personas y de las acciones; emociones, especialmente el miedo, el
regocijo, y la ira, predominan sobre la tristeza, la vergüenza y la culpabilidad y a veces
alcanzan una fuerza suficiente para despertar al durmiente; la memoria, incluso de los
muy vívidos, es tenue y tiende a desvanecerse rápidamente después de despertarse a no
ser que se tomen medidas especiales para retenerlo”.
Dentro del sueño se distinguen distintas fases que se identifican por la existencia o no de
un movimiento rápido de ojos REM (Rapid Eye Movement), que es visible debajo del
párpado para el observador.
En el sueño no-REM (NREM) que se llama también sueño lento, se distinguen también
cuatro etapas (Bobes, Diaz y Bomper, 1999):
La Etapa 1 de transición de la vigilia al sueño, ocupa cerca del 5% del tiempo de sueño
en adultos sanos, desaparecen las ondas alfa que en el EEG corresponden a la vigilia y
son substituidas por ondas más lentas (ondas theta) propias del sueño NREM. También
aparece un enlentecimiento del latido cardíaco. Durante esta fase, el sueño es fácilmente
interrumpible. Esta etapa dura pocos minutos.
La Etapa 2 aparece a continuación de la 1 y representa más del 50% del tiempo de sueño.
Se caracteriza por ondas electroencefalográficas con una frecuencia mayor, que las theta.
El tono muscular se hace algo más débil y se eleva el umbral del despertar. Corresponde
al principio del sueño propiamente dicho.
Las Etapas 3 y 4 se corresponden al sueño más profundo porque durante ellas aparecen
las ondas delta, que son muy lentas. El tono muscular es débil y la frecuencia cardiaca y
respiratoria disminuyen. Durante ellas ocurren los sueños, así como los episodios de terror
nocturno en el niño y los episodios de sonambulismo. Los movimientos oculares, si
existen, son lentos.
Después de pasar por estas etapas, durante unos 70 a 120 minutos, suele presentarse la
primera fase REM (Rapid Eye Movement, Movimiento Rápido de Ojos). El tiempo que
se tarda en iniciar esta fase nos dará la latencia REM. El sueño REM ocupa el 20% del
tiempo total del sueño en el adulto, aunque varía con la edad, siendo mayor en los niños
y en él se observan descargas de movimientos oculares rápidos y una abolición completa
del tono muscular, la frecuencia respiratoria y el pulso se hacen más rápidos e irregulares.
Luego, las diferentes fases del sueño se alternan cíclicamente a lo largo de la noche,
durante la primera parte del sueño predomina el sueño NREM y durante la segunda los
periodos REM se van haciendo más largos. Durante el sueño normal aparecen periodos
de vigilia tan breves que pueden no ser recordados al día siguiente.
Los estudios sobre la fisiología del sueño han avanzado de forma muy importante en los
últimos años basándose en las nuevas tecnologías de neuroimagen, entre otras.
Carl Jung
Fue un psicólogo y psiquiatra suizo. Estudió medicina en Basilea, e inició su actividad a
principios del presente siglo, en la clínica de psiquiatría de la Universidad de Zurich, de
la cual fue luego médico director.
Tras haber seguido en París, durante un semestre, los cursos de psicopatología dados por
Pierre Janet en la Salpêtrière (1902), volvió a Zurich, trabajó en la clínica de Burghölzli
bajo la guía de Eugen Bleuler y llevó a cabo estudios que le hicieron muy pronto célebre
(Diagnostiche Assoziations-Studien, 1904-1906).
En 1905 fue nombrado profesor libre de psiquiatría. Mientras actuaba todavía en la última
clínica citada, de la que había llegado a ser médico-jefe, conoció en 1907 a Sigmund
Freud, con el cual inició una fecunda colaboración. Fue redactor del Jahrbuch für
psychoanalytische und psychopathologische Forschungen, dirigido por Bleuler y Freud,
y en 1911 llegó a presidente de la Asociación Psicoanalítica Internacional, recién fundada.
Sin embargo, ya en la obra Wandlungen und Symbole der Libido, publicada en 1912,
empezaron a manifestarse divergencias entre su pensamiento y el de Sigmund Freud; en
1913 se produjo la separación definitiva. Carl G. Jung denominó su propia doctrina
"psicología analítica", y luego "psicología compleja", para distinguirla incluso en el
nombre del psicoanálisis de Freud. En 1920 apareció otra obra suya de importancia
capital, Psichologische Typen, en la que definió algunas orientaciones fundamentales de
la personalidad humana, buscadas en las culturas e individualidades más diversas de la
historia.
Alfred Adler nació el 7 de febrero de 1870 en Viena; era el segundo de seis hijos. Su
padre era un comerciante judio. Pasó su infancia en los suburvios de la capital austriaca.
Fue atropellado en alguna ocasión. A los cuatro años murió de difteria su hermano
mientras dormía con él y a los cinco años sufrió una neumonía grave que no olvidó nunca.
Estudió en el Leopoldstädter Realgymnasium y Sperl-Gymnasium (1879-80). Entre 1880
y 1888 estuvo en el Schüler am Hernalser Humanistischen Gymnasium.
Trabajó durante dos años en el Hospital General y Policlínico de Viena. En 1897 se casó
con Raissa Timofevna Epstein, hija de un inmigrante ruso y próxima al movimiento
comunista y feminista, amiga del matrimonio formado por Natalia y Leon Trotski. En
1898 inició el ejercicio privado como oftalmólogo. Pronto abandonó esta especialidad por
la medicina general y, más tarde, por la neurología. Finalmente optó por la psiquiatría.
Durante los estos primeros años de ejercicio, Adler comenzó a reunir materiales sobre las
consecuencias físicas y psíquicas de sus pacientes con desventajas de carácter físico. En
1902 conoció personalmente a Sigmund Freud y aceptó la invitación que éste le hizo para
adherirse a la Sociedad Psicoanalítica. Adler comprendió la importancia de La
interpretación de los sueños cuando Freud lo publicó en 1895, y lo defendió públicamente
ante algunas críticas. A los debates que se producían en la Sociedad Psicoanalítica no sólo
asistían psiquiatras sino que acudían además escritores, profesores, intelectuales en
general. Su órgano de expresión era la revista creada por Freud Zentralbaltt für
Psychoanalyse. Adler fue director adjunto de esta publicación y en 1909 asumió la
presidencia de la Sociedad.
En 1907 publicó Studien über Minderwertigkeit von Organen und ihre seelische
Kompensation. Su tesis era que las inferioridades orgánicas desencadenan obligadamente
una compensación no solo biológica, sino también psicológica. Impugnaba la escuela que
concebía la enfermedad como una agresión contra un organismo sano, afirmando que el
decaimiento de los órganos predispone a los individuos a contraer enfermedades. Adler
se orientaba más hacia la patología constitucional, que sostiene que el cuerpo ofrece
compensación a cualquier insuficiencia orgánica. Era posible que esta compensación
tuviera lugar en la psique. Adler recurría a algunos ejemplos, como el de Demóstenes,
cuya fuerza de voluntad le permitió vencer su tartamudez y dedicarse a la oratoria; el de
Beethoven, que triunfó en la música a pesar de su sordera; el de Lord Byron quien, a pesar
de su cojera, se convirtió en un excelente nadador. En el texto ya se vislumbran las
diferencias con Freud. Adler no pensaba que los problemas mentales tuvieran siempre su
origen en un trauma sexual.
Poco a poco fue madurando estas ideas. Un año más tarde, en 1908, Adler postuló una
teoría sobre la existencia de una fuerza dinámica integral, en el llamado “impulso
agresivo”, que ya se exterioriza en el primer llanto del recién nacido y en las
manifestaciones motoras del niño (golpear, forcejear, morder...). Todas ellas revelan el
impulso agresivo.
De acuerdo con lo estudiado aprendí como el Psicoanálisis surge al rededor del libro la
Interpretación de los sueños, escrita por Freud en 1900, donde plantea la existencia del
inconsciente. Es una teoría que explica el funcionamiento de la mente humana normal y
patológica, así como una técnica para el tratamiento de problemas emocionales.
Adicionalmente, proporciona un método de investigación para evidenciar los contenidos
del inconsciente y las raíces profundas del comportamiento.
La importancia del Psicoanálisis reside en que es una herramienta que puede a ayudar a
las personas a vivir mejor, resolver problemas emocionales y sentirse más satisfecho con
la vida. La gente cree que los cambios en la vida o el crecimiento emocional es algo que
naturalmente va a suceder, sin embargo, si la persona se decide puede hacer cambios
propositivos con el objetivo de vivir mejor.
Las dificultades psicológicas se constituyen como tales cuando una persona valora su
comportamiento o el de otras personas como problemático. Aunque comúnmente se
piense que un problema psicológico está “en el interior” de una persona, los problemas
psicológicos lo son en la medida en que la persona desempeña comportamientos
inadecuados y/o ineficaces con su entorno.
El psicólogo o psicóloga cognitivo conductual aplica a cada dificultad los modelos que
explican cómo cambia el comportamiento general. Para ello, es necesario conocer cuál es
el comportamiento problemático, en qué situaciones sucede, con qué frecuencia e
intensidad, etcétera. Después, se analizan sus antecedentes, consecuentes, la historia
general de aprendizaje, condiciones biológicas y entorno social. Y finalmente se elabora
un proceso terapéutico único.
Las técnicas cognitivo conductuales van dirigidas pues a tratar de cambiar estos
comportamientos problemáticos, aumentando unos y disminuyendo otros, creando
nuevos comportamientos, ayudando a relativizar o mejorar otros, y un largo etcétera,
buscando siempre el objetivo de que la persona adapte eficazmente sus comportamientos
a su entorno.
Desensibilización sistemática: Esta técnica fue creada por Creado por Wolpe (1958), y se
trata de exponer al sujeto, cuando se encuentra en estado de relajación profunda,
gradualmente y en la imaginación, a las situaciones temidas.
Consta de 4 pasos:
Entrenamiento asertivo: Este tipo de técnica fue desarrollada por Wolpe (1973), Rimm y
Masters (1974), y Goldfried y Davison (1976), esta técnica es indicada para tratar las
fobias sociales.
Wolpe considera que la asertividad y la ansiedad son respuestas incompatibles, por eso,
por medio del entrenamiento asertivo se puede recondicionar la ansiedad ante situaciones
sociales. Antes de iniciar el entrenamiento, hay que evaluar el nivel de asertividad del
cliente.
La Terapia Racional Emotiva es una forma de psicología terapéutica que emerge del
conductismo. Se trata de utilizar la razón y la racionalidad para reconocer los procesos
cognitivos autodestructivos y aprender a sintonizar con una emoción más apropiada.
Efectivamente, la idea es que los pensamientos destructivos subconscientes se reconocen
conscientemente y luego se cambian por pensamientos más constructivos.
La Terapia Racional Emotiva fue desarrollada por primera vez por Albert Ellis en la
década de 1950. Aunque Ellis había hecho originalmente el trabajo en el campo del
conductismo, más tarde se convenció de la naturaleza causal de los procesos cognitivos.
En concreto, desarrolló un modelo de comportamiento que implica una interacción
continua entre el medio ambiente y el estado mental interno.
Se puede afirmar que la TRE está basada en unos pocos principios simples pero de gran
trascendencia. Dichos principios son:
La idea principal de la Terapia Cognitiva es que las personas sufren por la interpretación
que realizan de los sucesos y no por éstos en sí mismos. Por tanto, Aaron Beck, interesado
por el tratamiento de la depresión, desarrolló un modelo para el tratamiento de esta
patología que posteriormente extendió a otros trastornos.
El modelo de Beck, y también el de Ellis, son una parte importante de las estrategias que
se emplean dentro de la terapia cognitivo-conductual pues, a través de la reestructuración
cognitiva, un individuo es capaz de modificar el modo de interpretación y valoración
subjetiva de los hechos y de las situaciones que vive, y de esta manera se estimula a éste
para que altere los esquemas de pensamiento desordenados y se vea a sí mismo y al
mundo de forma más realista y adaptativa.
El modelo propuesto por Beck afirma que ante una situación, los individuos no responden
automáticamente, sino que antes de emitir una respuesta emocional o conductual
perciben, clasifican, interpretan, evalúan y asignan significado al estímulo en función de
sus supuestos previos o esquemas cognitivos (también llamados creencias nucleares).
Reflexión personal
Este tipo de terapia es un tipo de tratamiento psicoterapéutico que ayuda a los pacientes
a comprender que los pensamientos y sentimientos influyen en su comportamiento. La
TCC se utiliza comúnmente para tratar una amplia gama de trastornos, incluyendo fobias
, adicción, depresión y ansiedad.
Al comenzar a revisar la historia del enfoque nos preguntamos ¿Qué filósofos han
aportado al enfoque Humanista-existencial? Como primer respuesta nos encontramos con
los aportes del Racionalismo Alemán (G. Leibniz; C. Wolff; Emmanuel Kant; J. F.
Herbart) (W. Dilthey, 2007), Franz Brentano, su discípulo, Edmund Husserl y Wilhelm
Dilthey.
La Psicología Humanista como tal, no tiene una fecha cronológica exacta de su inicio a
través de la historia, pero se considera en cierta forma que se origina aproximadamente
en 1962 (Villegas, 1968). Pero además se considera por otra parte, que es entre los años
de 1929 y 1962 que se origina este enfoque Psicológico (Quitmann, 1989). La historia de
este enfoque -como sabemos- surge frente a adversidades históricas a nivel mundial y
entre la lucha constante de un sin número de autores provenientes de otros enfoques
Psicológico como el Psicoanalítico y el Conductista predominantes en la época.
Junto a este debate tan feroz, surge el Movimiento de Psicología Humanista-Existencia
en Norteamérica a cargo de Abrahan Maslow (Osorio, 2013), en cuyo movimiento se
concentran todos aquellos autores que fueron rechazados o no concebían al ser humano
desde el mismo punto de vista que los demás enfoques, los cuales, se dedicaron a asuntos
de índole más integradora y sobre todo el poder concebir al ser humano como un ser
integral, y no desde una perspectiva tan reduccionista o biologista como los otros lo
hacían.
Además refiere que para comenzar a hablar de psicología existencial no hay que dejar
afuera el contexto histórico, social, porque son estos contextos en los que el hombre
interacciona y por lo tanto son influencia para esta ciencia (Villegas, 1986). La influencia
del existencialismo estuvo a cargo de algunos autores como: Adrian Van Kaam, Rollo
May y James Klee.
A pesar de que Rogers es considerado uno de los autores influyentes para la psicología
humanista-existencial, Maslow, es el que continua como principal autor, sin embargo en
Europa es considerado como fundador a Buber, por tomar como base la teoría de las
relaciones interpersonales.
Podemos tomar las palabras de Luypen (1967), el cual, expresa que: “El ser humano
equivale a ser siempre incompleto, tanto Sartre como Heidegger, consideran que ser
hombre es tener que ser”. (p.64). Es decir que el hombre siempre está en constante
crecimiento personal, nunca deja de aprender, no hay un fin para logara la
autorrealización porque como lo decía Heidegger y Sartre, el hombre es un tener que ser,
porque el hombre siempre aspira a ser algo más de lo que es, nunca se quiere quedar
donde está, siempre buscara de alguna manera sentirse auto realizado.
La psicología humanista tiene como mayor fuerza la integración de esta en los diferentes
frentes como el de la psicoterapia, la educación y desarrollo.
Creada en 1950 por el psicólogo estadounidense, Carl Rogers (1902 – 1987), el enfoque
centrado en la persona, en última instancia afirma que los seres humanos que tienen una
tendencia innata a desarrollarse hacia su máximo potencial. Sin embargo, esta capacidad
puede ser bloqueada o distorsionada por nuestras experiencias de vida, en particular las
que afectan a nuestro sentido de valor.
Según Rogers, hay seis condiciones necesarias para que un cambio real. Estas son:
1. El contacto psicológico entre el cliente y el terapeuta.
2. El cliente sufre un trastorno emocional, pues se encuentra en un estado de
incongruencia.
3. El terapeuta es auténtico y consciente de sus propios sentimientos (congruencia).
4. El terapeuta tiene la consideración positiva incondicional hacia el cliente.
5. El terapeuta tiene la comprensión empática del cliente y su marco interno de
referencia, y sabe comunicar esta experiencia con el cliente.
6. El cliente reconoce que el terapeuta tiene la consideración positiva e incondicional
hacia él y una comprensión de sus dificultades.
Otto Rank fue uno de los primeros terapeutas existenciales, y posteriormente, hacia
mediados del siglo 20, los psicólogos Paul Tillich y Rollo May trabajaron la terapia
existencial a través de sus escritos y enseñanzas, al igual que Irvin Yalom después de
ellos. El enfoque se popularizó y comenzó a influir en otras teorías, incluyendo la
Psicología Humanista y la Logoterapia, desarrollada por Viktor Frankl. Al mismo tiempo,
los filósofos británicos ampliaron aún más el existencialismo con la fundación de la
Asociación de Filadelfia, una organización dedicada a ayudar a las personas a manejar
sus problemas de salud mental con terapias experimentales. Otras instituciones que
encarnan la Teoría del Existencialismo incluyen la Sociedad para el Análisis Existencial,
fundada en 1988, y la Comunidad Internacional de Asesores existenciales, creada en
2006.
Víctor Frankl
Desde muy pronto mantuvo contacto con Sigmund Freud; pero se apartó más tarde de la
corriente psicoanalítica. Siguió entonces la psicología individual de Alfred Adler, que
también acabó abandonando, para formar su propia escuela.
Frankl descubrió que el psicoanálisis, para el que toda neurosis procede de la represión
de la libido, era un craso reduccionismo. Las neurosis, sostenía, pueden tener origen
somático o mental. Por tanto, administraba oportunamente fármacos a sus pacientes. Su
mayor contribución está en el tratamiento de las neurosisnoógenas (con raíz en la mente),
a las que se dirige la logoterapia.
Erick Fromm
Erich Fromm pertenecía a una familia judía que seguía fervientemente esta religión, hasta
el punto de querer ser rabino, pero su pensamiento cambio al estudiar Derecho y
posteriormente Sociología en la Universidad de Heidelberg. A finales de 1920 se formó
y trabajó como psicoanalista y encargado en el Instituto Psicoanalítico de Berlín, lugar en
el que tomó contacto con las tesis marxistas y se vinculó a la Escuela de Fráncfort.
Tras el auge del poder nazi en Alemania, Fromm tuvo que abandonar su puesto como
director del Departamento de Psicología del Instituto para las Investigaciones Sociales y
exiliarse en los Estados Unidos. Allí trabajó en varias instituciones dentro del
psicoanálisis y la psiquiatría, además de publicar libros sobre el autoritarismo desde una
perspectiva freudiana. En los años 50, Fromm se instaló en México, donde fue profesor
de la Universidad Autónoma de México y creó la Sección Psicoanalítica.
De entre su obra ensayística habría que destacar títulos como El miedo a la libertad, El
arte de amar y El corazón del hombre, donde plasma su visión de un psicoanálisis
humanista y en los que analiza la condición del hombre contemporáneo y los peligros que
le acechan en el futuro.
Reflexión personal
Por otro lado, la Psicoterapia Existencial investiga y examina la existencia humana y sus
preocupaciones fundamentales. Ayuda a identificar mediante el diálogo nuestros
prejuicios y maneras de interactuar en la vida. Muestra una disposición abierta a la
situación particular de cada paciente y a las formas en que experimenta su vida. Atiende
los conflictos que brotan de estar en un mundo que, inesperadamente, amenaza nuestra
manera particular de existir.
Es denominado también como enfoque de sistema, significa que el modo de abordar los
objetos y fenómenos no puede ser aislado, sino que tienen que verse como parte de un
todo. No es la suma de elementos, sino un conjunto de elementos que se encuentran en
interacción, de forma integral, que produce nuevas cualidades con características
diferentes, cuyo resultado es superior al de los componentes que lo forman y provocan un
salto de calidad.
Las ideas del enfoque sistémico no son nuevas, ya desde la antigüedad greco-romana se
intentó establecer las leyes a que obedece la formación de un sistema de conocimientos.
En el transcurso del tiempo, muchos autores han empleado el enfoque sistémico para
estudiar los elementos que conforman determinados procesos. Por ejemplo: en la
mecánica del siglo XVII y siglo XVIII se llevó a cabo la investigación de varios objetos
de algunos sistemas. En el siglo XVII se destacó el pedagogo checo J. M. Comenius
(1592-1670), quien elaboró un sistema educativo y fundamentó la estructuración del
proceso docente en la escuela, lo que reflejó en su "Didáctica Magna", una de las primeras
obras de la teoría pedagógica. En la segunda mitad del siglo XIX, el filósofo alemán
Carlos Marx (1818-1883) argumentó filosóficamente los objetivos de la investigación en
el marco de un sistema y lo aplicó brillantemente al análisis de la producción capitalista
en su obra "El Capital".
Componentes
Los componentes son todos los elementos que constituyen el sistema. Por ejemplo: en el
proceso docente-educativo, los componentes "no personales" son el objetivo, el
contenido, el método, el medio, la forma y la evaluación de la enseñanza.
Estructura
La estructura comprende las relaciones que se establecen entre los elementos del sistema.
Está basada en un algoritmo de selección, es decir, en un ordenamiento lógico de los
elementos.
Funciones
Las funciones son las acciones que puede desempeñar el sistema, tanto de subordinación
vertical, como de coordinación horizontal.
Integración
Modelo estructural
El principal giro que dio este modelo, se orientó a la inclusión del contexto y a la
responsabilidad compartida de los miembros de la familia y su relación con la aparición
del síntoma al mismo tiempo, se busca entender cómo es que el síntoma actúa como el
esfuerzo de algunos miembros para mantener la estabilidad familiar (Desatnik, 2004).
Está enfocada en las aportaciones de Salvador Minuchin, sin embargo las personas con
las que trabajo inicialmente fueron: Jay Haley, Jorge Colapinto, Braulio Montalvo, Harry
Aponte, Bernice Rosman y su esposa Pat Minuchin.
Este grupo de investigadores, entre los que se destacan Gregory Bateson, Ray
Birdwhistell, Edward T. Hall, Erwing Goffman, Paul Watzlawick, etc., serán
denominados como miembros del “Colegio Invisible” dado que no contaban con una sede
universitaria única y formalizada.
También son conocidos como “Escuela de Palo Alto”, por el nombre de la localidad
ubicada en las afueras de la ciudad de San Francisco (E.E.U.U.), en la que se instaló el
Mental Research Institute, institución en la que comenzaron a trabajar en común algunos
de sus miembros fundadores.
A diferencia del modelo lineal (donde comunicar es transmitir y descifrar una
información desde un determinado código) en el modelo construido por los miembros de
Palo Alto, comunicar implica construir un sentido en la interacción.
No sólo debe considerarse una gramática del lenguaje, sino también gramáticas
paralingüísticas, gestuales, espaciales, etc. (muchas veces inconscientes para los propios
actores).
Paul Watzlawick – uno de los representantes más importantes del Colegio Invisible –
considera la existencia de una serie de cuestiones que siempre están presentes en los actos
comunicativos y reflejan condiciones de hecho de la comunicación humana.
4) En toda comunicación existe un nivel digital (lo que se dice) y un nivel analógico
(cómo se lo dice). La comunicación implica la transmisión de un contenido (nivel digital)
pero también es importante el modo en que ese contenido es transmitido (nivel analógico).
Según esta corriente teórica, los aciertos en la comunicación entre individuos estarán
dados porque ellos se comunican en un mismo código, el cual no se ve alterado dentro
del canal; porque se toma en cuenta la situación del receptor; se analiza el cuadro en el
que se encuentra la comunicación; la comunicación digital concuerda con la
comunicación analógica, la puntuación está bien definida y el comunicador tiene su
receptor. De suceder lo contrario, la comunicación entre individuos fracasará.
Escuela de Milan
Al finalizar esa década, el equipó se disuelve en dos: Mara Selvini y Prata permanecieron
juntas algunos años más; Boscolo y Cecchin crean otro Instituto.
El equipo de Milán desarrolla, para la coordinación de la sesión terapéutica, tres
directrices:
1- Elaboración de hipótesis
2- Circularidad
3- Neutralidad
1- Elaboración de hipótesis:
Por elaboración de hipótesis se entiende la capacidad del terapeuta para construir una
explicación basada en las informaciones que posee. Con la hipótesis el terapeuta fija el
punto de partida de su investigación. Si la hipótesis resultara no aceptada por la familia,
se formulará otra basada en las informaciones recogidas durante el trabajo de verificación
de la hipótesis anterior.
2- Circularidad:
Por circularidad se entiende la habilidad del terapeuta para realizar preguntas circulares.
Se trata de indagar de qué modo ve un tercero una relación diádica. Es decir, todo
miembro de la familia será invitado a decir cómo ve la relación entre los otros dos
miembros.
3- Neutralidad:
Por neutralidad se entiende la capacidad del terapeuta de no tomar partido por ninguno y
de no preferir evaluación alguna. Cuanto más asimila el terapeuta la epistemología
sistémica, más interesado está en provocar retroalimentaciones y recoger informaciones,
y menos en hacer juicios moralistas de cualquier clase. El hecho de emitir un juicio
cualquiera, implica, implícita e inevitablemente, una alianza con alguna de las partes.
El equipo de Milán también pone especial cuidado en captar y neutralizar lo antes posible
cualquier tentativa de coalición, seducción o relación privilegiada con nosotros realizada
por algún miembro o subgrupo de la familia. El terapeuta sólo puede ser efectivo en la
medida en que se coloque y mantenga en un nivel diferente (metanivel) del de la familia.
Las técnicas de intervención que emplea el equipo de Milán han ido evolucionando a
través de su propia investigación, las más destacables son:
Prescripción paradójica.
Connotación positiva.
Rituales.
Prescripción invariable.
El juego como Herramienta
El juego familiar, se utiliza como una hipótesis operativa, es decir, como un diagnóstico
sobre el que basar una intervención.
La secuencia define una interacción cara a cara, fácilmente observable, que se repite
transcurrido un intervalo de tiempo relativamente corto, de segundos a una hora.
Las secuencias
Los mitos
Los mitos son reglas sistematizadas. Los mitos son reglas en cuanto que se han
sistematizado.
El mito contiene las reglas de mayor grado de abstracción que dirigen el funcionamiento
familiar, por lo tanto, cualquier tipo de secuencia de rango inferior queda subsumida
dentro de ella.
De acuerdo con lo estudiado aprendí que gracias a Salvador Minuchin hoy tenemos el
llamado modelo estructural, teniendo una actitud optimista acerca de las posibilidades del
cambio.
Minuchin postula que la familia no es una entidad estática, sino que está un continuo
movimiento por lo que la evaluación debe centrarse en base a la interacción familiar, es
decir, tanto en las pautas transaccionales como en las construcciones de la realidad que
se conectan con las experiencias familiares
En ese mismo orden esta la escuela de Milán que consiste en aceptar sin objeciones una
mejoría o una desaparición del síntoma que no parecen justificados en absoluto por el
correspondiente cambio en el sistema de interacción familiar. Surge la sospecha de
encontrarse ante un movimiento.
Terapia gestáltica
La Terapia Gestalt es una corriente humanista que se deriva del pensamiento Gestalt. Este
nuevo enfoque sobre la psicología humana fue concebido por Fritz Perls a finales de 1940
y se desarrollaron sus bases fundamentales en 1951 a través del libro “Gestalt Therapy:
Excitement and Growth in the Human Personality” (Terapia Gestalt: Excitación y
Crecimiento de la Personalidad Humana) junto con Paul Goodman y Ralph Hefferline.
Las bases en las que se fundamenta la gestación de la Terapia Gestalt son variadas, de
entre ellas podemos destacar la Filosofía Oriental, el Psicoanálisis, el Psicodrama, los
Grupos de Encuentro, la Teoría de la Indiferencia Creativa de S. Friedlander, la Teoría de
la Coraza Muscular de W. Reich, la Filosofía Existencial, los Enfoques Fenomenológicos
Existenciales y el Sueño Dirigido.
La Terapia Gestalt se posiciona desde una perspectiva holística en la concepción del ser
humano, integrando sus diferentes dimensiones, sensoriales, afectivas, intelectuales,
sociales y espirituales, en una vivencia global donde la experiencia es sentida
corporalmente y puede ser traducida a palabras, existiendo un carácter bidireccional, las
palabras pueden ser sentidas corporalmente.
La Terapia Gestalt se concibe como una forma de estar en el mundo, una filosofía de vida
que se basa en el contacto con el presente continuo, el Aquí y Ahora, la toma de
conciencia y que otorga un mayor peso a los procesos que a los contenidos, al cómo que
al por qué. No se trata de aquello que te ocurre sino de qué haces con aquello que te
ocurre, una cuestión de posicionamiento existencial frente al mundo, basada en la
honestidad, autoestima, responsabilidad y respeto.
Análisis transaccional
Fue creado en los años 60 en Estados Unidos por el psiquiatra Eric Berne, de formación
psicoanalista, quien lo divulgó con su libro Juegos en que participamos.
El Análisis Transaccional (AT) aporta una metodología clara y unos conceptos básicos
expresados en un lenguaje sencillo. No obstante, aporta un modelo profundo que permite
trabajar desde niveles más superficiales (coaching) hasta facilitar la reestructuración y el
cambio personal.
Aspecto toral de la CT
Brevedad
Centrado en el problema y su solución
Carácter preventivo de futuros trastornos
Estilo de cooperación entre paciente y terapeuta
La importancia de las tareas de auto ayuda a realizarse entre sesiones
LIMITACIONES
El terapeuta debe poner límites a los tiempos dedicados a cada persona, ya que
puede ser que dos o más participantes acaparen el tiempo de los demás.
Puede haber demasiada profundización en temas irrelevantes
Algunos pacientes se pueden sentir muy coartados en su intento de implicar a los
demás
De acuerdo con lo estudiado entiendo que la terapia como una corriente del humanismo
tiene sus influencias del psicoanálisis y de la filosofía oriental. Al igual que el resto de las
terapias humanistas, su modo de hacer psicoterapia no se centra en la enfermedad, sino
más bien en generar salud desde las potencialidades que posee la propia persona. Esta no
es un conjunto de técnicas sino la transmisión de una actitud, una forma de estar en la vid.
En cambio es una filosofía que también pertenece al humanismo, pero que es una teoría
de la personalidad y de las relaciones sociales y un sistema de técnicas para la
intervención psicoterapéutica basado en el postulado básico "Yo estoy bien, Tú estás
bien".
Esta aporta un modelo profundo que permite trabajar desde niveles más superficiales
(coaching) hasta facilitar la reestructuración y el cambio personal. Su efectividad y su
fácil integración con otros modelos y disciplinas de las ciencias humanas y sociales le
han dado una gran difusión mundial.
Esta es una forma de tratamiento basada en conceptos que involucran procesos mentales
inconscientes, como dijimos, formulados inicialmente por Sigmund Freud y después
desarrollados por otros psicoanalistas experimentados.
Finalmente, el enfoque cognitivo conductual tiene gran relevancia pues este se centra en
los pensamientos, emociones, sensaciones físicas y acciones, y enseña a los clientes cómo
cada uno puede tener un efecto sobre el otro. La TCC es útil para tratar muchos trastornos,
incluyendo la depresión, la ansiedad y las fobias.
Unidad VII Otros enfoque psicoterapéuticos
Psicoterapia corporal
Toda psicoterapia ayuda a la persona, por un lado, a darle mayor perspectiva a sus
problemas, observando su origen e implicaciones inconscientes. Además reconoce que
todo lo que le pasa a la persona, le pasa a su cuerpo y esto afecta su bienestar y su manera
de relacionarse con los demás.
La psicoterapia corporal se basa en que cada parte del cuerpo guarda la historia de lo que
ha sido su vida, y esto se va constituyendo en bloqueos energéticos que pueden reflejarse
en enfermedades que aparentemente no tiene una razón física, o en contracciones
musculares que al observarse ponen de manifiesto diferentes actitudes como la idea de
huir (muslos y hombros tensos).
Esta técnica nace de la inquietud del médico Wilhem Reich (1897-1957), psicoanalista
alumno de Freud, al preguntarse cómo varios de sus pacientes no mostraban avance
alguno:
“...El paciente poseía una tendencia terrible a esconderse de sí mismo, o por decirlo de
otra manera, las barreras psicológicas del paciente tendían a perpetuarse
inconscientemente. En cierto modo, las personas tenían miedo a romper sus bloqueos;
eran incapaces de sentir el placer de la distensión, de relajarse, de dejarse llevar.” Wilhem
Reich.
La psicoterapia es un proceso que ayuda a que cada persona se haga responsable de los
actos de su vida, al identificar nuestras tendencias a repetir patrones dañinos y los
reforzamientos que la familia y la sociedad tienen respecto a la casi nula observación de
nuestras verdaderas emociones y necesidades. Si nos conocemos y aprendemos a
canalizar las emociones que son el reflejo de nuestras experiencias, nuestra calidad de
vida, sin duda, mejorará.
Técnicas de la vegeto
Le influyen en su trayectoria las ideas del filósofo vitalista Henry Bergson, la teoría
marxista y algunas aportaciones antropológicas, culturales y científicas de la época, como
la conexión entre las emociones y el movimiento corporal (Elsa Gindler y Elsa
Linderberg), las técnicas de relajación de Jacobson y Shultz, así como las investigaciones
médicas realizadas por A. Muller y su equipo de la Universidad de Leipzig (1934) sobre
el Sistema Nervioso Vegetativo, que permitían entender la influencia del psiquismo y los
afectos en muchos trastornos patológicos, sentando las bases para el desarrollo de la
medicina psicosomática.
Por eso a pesar de los problemas que podamos tener, toda vida vale la pena ser vivida y
más aún cuando el hombre pone en práctica la fuerza de oposición del espíritu frente al
destino, o sea frente a aquello con lo que me encuentro en la vida sin haberlo elegido;
pero ante lo cual sigo siendo libre de actuar, de un modo o de otro.
El sentido está siempre cambiando, pero jamás falta. En caso de no verlo, habrá que dotar
a la vida de sentido aún en las situaciones más difíciles donde lo que importa es dar
testimonio de la mejor y exclusiva potencialidad humana: la de transformar la tragedia,
la enfermedad y el fracaso en un triunfo personal, en un logro humano. Mas aún, según
Frankl: “La vida cobra más sentido cuanto más difícil se hace”.
Tan solo existe un problema auténticamente serio y es el de juzgar si la vida vale o no la
pena de ser vivida.
Desde el punto de vista práctico esta psicoterapia siempre cumple como una característica
de su esencia el rol de despertador de conciencias porque el hombre corre el riesgo de
transitar por la vida sin nunca llegar a saber quién es, para qué existe y cuál es su misión
existencial. Todo lo que la logoterapia exige es una manera auténtica de vivir.
El hombre solo llega a ser tal en la medida en que descubre el sentido de la vida el por
qué y el para qué existir.
La Logoterapia contribuye a esclarecer el porqué del sufrir y del morir y ayuda a tener
motivos parta trabajar, luchar y amar.
La Logoterapia es obvia porque es el estilo de la vida que debe y puede practicar todo
hombre por el simple hecho de ser “humano” y que la mayoría de sus propuestas son de
sentido común. Nada hay más fácil que ser humano, pero a su vez es lo que más le cuesta
al hombre.
Por ejemplo esta ayuda a la persona, por un lado, a darle una mejor perspectiva a sus
problemas, observando su origen e implicaciones inconscientes. Además de lo anterior,
reconoce que todo lo que le pasa a la persona, le pasa en su cuerpo, y esto afecta su
bienestar y su manera de relacionarse con los demás.
Otro enfoque importante que pude ver en esta investigación es el enfoque transpersonal
que muy parecido a la logoterapia integra los aspectos espirituales y trascendentes de la
experiencia humana con el marco de trabajo e investigación de la psicología moderna.