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En el derecho civil, esta disciplina jurídica autónoma trata la sucesión entendida como la

trasmisión patrimonial por causa de muerte “MORTIS CAUSA”

ORIGEN
La sucesión, es el hecho jurídico por el cual los derechos y las obligaciones pasan de unas
personas a otras. En el Derecho Romano, era indispensable que alguien ocupara el lugar del
difunto a su fallecimiento, continuando así su personalidad. En forma accesoria, recibía
también lo bienes. En el Derecho germano, se consideró que extinguiéndose la persona con
la muerte, la sucesión no podía ser ella sino en sus bienes. El primer sistema, adoptado en
algunas legislaciones, recibe hoy muchas críticas. En primer lugar, se trata de una ficción.
Lo que está muerto no puede continuarse y una ciencia social, como es la jurídica, no puede
apoyarse en ficciones, porque ello significa admitir puntos de partida falsos. Actualmente
el heredero sucede al causante únicamente en sus bienes.

CONCEPTO
La sucesión es la transmisión de los bienes, derechos y obligaciones, que constituye la
herencia, los cuales son heredados a los sucesores desde el momento de la muerte de una
persona.

ELEMENTOS DE LA SUCESIÓN
Estos son: El causante, los sucesores y la herencia.

El causante: Es el actor de la sucesión, quien la causa, quien la origina. Se le denomina


también de cujus, por la frase latina de cujus successione agitar, que significa” aquel de cuya
sucesión se trata”. También se le llama heredado o sucedido.

Los sucesores: Son los causahabientes, o sea, las personas llamadas a recibir la herencia,
que pueden ser herederos o legatarios.

La herencia: Está constituida por el patrimonio dejado por el causante, entendiéndose por
tal el activo y pasivo del cual es titular el de cujus al momento de su fallecimiento. Se le
denomina también masa hereditaria. Es el objeto de la transmisión.
CLASES DE SUCESION.

Testamentaria.- El Derecho de sucesiones está regido por un principio regulador


fundamental: la voluntad del causante. Este es el elemento que prima para determinar la
forma y entre quienes debe distribuirse el patrimonio hereditario. Dicha declaración está
condicionada a ciertas formalidades y limitaciones, dentro de las cuales debe formularse.
Las primeras han sido creadas para garantizar fehacientemente que se trata, en efecto de
la voluntad del causante, y las segundas, para proteger a las personas más allegadas al
mismo. La voluntad debe deferirse mediante un acto jurídico: el testamento, en cuyo caso
nos encontramos ante una sucesión testamentaria, testada o voluntaria.

Intestada.- En la mayoría de los casos, la voluntad del causante no es conocida cabalmente


por cuanto éste ha fallecido sin dejar testamento; o, de haberlo hecho, resulta èste
incompleto o nulo. Mediante un conjunto de normas que regulan la transmisión hereditaria,
el legislador ha creado una transmisión hereditaria, el legislador ha creado una voluntad
supletoria; la ley. Esta rige la sucesión a falta del testamento. Cuando ello ocurre, nos
encontramos ante una sucesión denominada intestada o abintestato. Se le conoce también
con el nombre de sucesión legal, término que ha quedado parcialmente suprimido de
nuestro ordenamiento.

Mixta.- La sucesión es mixta cuando el testamento no contiene institución de herederos, o


se ha declarado la caducidad o invalidez de la disposición que lo instituye o cuando el
testador, que no tiene herederos forzosos o voluntarios instituidos en testamento, no ha
dispuesto de todos sus bienes en legados. En estos casos, la sucesión es testada en una
parte e intestada en otra, rigiéndose por el testamento y por la declaración de herederos.

Contractual.- La sucesión contractual se encuentra expresamente prohibida en nuestra


legislación, a tenor de lo prescrito en los artículos 678,814 y 1405. El primero dispone que
no hay aceptación ni renuncia de herencia futura: el segundo señala que es nulo el
testamento otorgado en común por dos o más personas; y el tercero expresa que es nulo
todo contrato sobre el derecho de suceder en los bienes de una persona que no ha muerto
o cuya muerte se ignora
La sucesión contractual es admitida tan solo parcialmente, en algunas legislaciones.
HEREDEROS Y LEGATARIOS
1º.- El heredero es sucesor a titulo universal, es decir en todos los derechos y obligaciones
del causante; el legatario es sucesor a título particular, es decir en cosas o derecho
concretos y determinados

2º.- El heredero responde de las deudas del causante, salvo que acepte la herencia a
beneficio de inventario. El legatario, NO.

3º.- El heredero adquiere la posesión de los bienes de la herencia tras la aceptación y


partición de la misma. El legatario adquiere automáticamente desde el fallecimiento del
causante, sin perjuicio de la facultad de repudiarlo, pero debe pedir su entrega al heredero

4º.- Consiguientemente el heredero tiene derecho a los frutos de los bienes de la herencia,
intereses si se trata de dinero, desde que acepta ésta. El legatario tiene derecho a los frutos
e intereses de la cosa legada desde el fallecimiento del causante.

5º.- El legatario solo puede ser establecido en testamento. El heredero existe en la sucesión
con o sin testamento.

APERTURA DE LA SUCESIÓN
La sucesión se abre con la muerte, que puede ser:
a) La muerte física o natural, probada con la partida de Defunción.
b) La muerte presunta, cuando se ha declarado judicialmente dicha muerte, lo que se
demuestra con la resolución judicial correspondiente. En algunos casos, para llegar a la
muerte presunta, previamente debemos tener el concepto de desaparición y ausencia.
c) Desaparición: Es cuando una persona no se halla en el lugar de su domicilio y han
transcurrido más de sesenta días sin notificáis sobre su paradero.
d) Ausencia: Es la desaparición de una persona cuyo paradero se ignora y con respecto a la
cual hay incertidumbre de su existencia. Para que se declare judicialmente la ausencia, se
requiere que no se tenga noticias del desaparecido, durante dos años, conforme lo
dispuesto por el art. 49 del Código Civil. Para la declaración de la muerte presunta, sin que
sea indispensable de la ausencia, debe tenerse presente las siguientes reglas, conforme al
art. 63 del Código Civil.

LUGAR DE LA APERTURA DE LA SUCESIÓN


Según el C.C. de 1936, las reglas para determinar el lugar de la apertura, eran las siguientes:
a) No necesariamente era el lugar del fallecimiento.
b) Podía ser el lugar donde el causante tuvo su último domicilio, o
c) El lugar en que tuvo su negocio, o
d) El lugar donde se encontraba la mayor parte de sus bienes. Debemos señalar, que en
estas circunstancias, no existía unidad jurisdiccional en relación a la sucesión.

TEORIAS
La premoriencia: en derecho sucesorio, una ficción jurídica que establece criterios sobre
quién ha muerto antes en determinadas circunstancias en las que no es posible acreditarlo
fehacientemente, por ejemplo, en el caso de que dos familiares hayan muerto en un mismo
accidente de automóvil sin que se pueda demostrar quién falleció primero.
Convencionalmente, se podría establecer que los de mayor de edad han muerto antes que
los de menor edad y los varones antes que las mujeres.
La premoriencia es la muerte anterior a otra. Determina efectos sucesorios, y está basado
en el principio de que "los muertos heredan a los vivos". Es así, que por ejemplo, si un menor
fallece, serán sus padres quienes hereden los bienes que el hijo pueda tener.
La conmoriencia: es, en Derecho sucesorio, una ficción jurídica en virtud de la cual, en el
caso de que dos personas llamadas a sucederse, sean o no familiares, hayan muerto sin
poder demostrarse quién falleció antes (por ejemplo, en un accidente de automóvil), se
presume que ambas murieron a la vez.
La conmoriencia no se da en todos los ordenamientos jurídicos. Es una opción que puede
tomar el legislador.
Tiene mucha importancia a la hora de definir los traspasos de bienes a través de la sucesión.
Si se pudiese demostrar que uno de ellos murió antes, se produjo la herencia del otro antes
de su muerte, y el destino final de los bienes sería distinto que si se entiende que murieron
los dos a la vez.
CONTENIDO
DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL CAUSANTE QUE SE EXTINGUEN POR SU FALLECIMIENTO.
La herencia comprende todos los bienes, así como los derechos y obligaciones del causante
que no se hubieren extinguido por su fallecimiento. Desde la muerte de la persona, sus
herederos le suceden en sus derechos efectivos y en los eventuales. Son poseedores de lo
que su autor poseía aun antes de ejercer efectivamente el derecho sobre las cosas
hereditarias. El heredero que sobrevive un sólo instante al causante la herencia a sus
propios herederos.
Los derechos y obligaciones que se extinguen con su fallecimiento, son aquellos derechos y
obligaciones llamados intuitae personae, es decir aquellos derechos y obligaciones
adquiridos por su calidad personal y que por o tanto no se transmiten a sus herederos

TRASMISION
La denominación doctrinal “derecho de transmisión” alude al supuesto en que el llamado a
una herencia muere sin haber hecho uso de la facultad de opción que le corresponde para
aceptar o repudiar la sucesión de su causante, hecho que provoca que sus herederos se
subroguen en la titularidad de ese ius optionis y adquiera la herencia del primer causante.

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