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GUÍA BÁSICA PARA

CONOCER LA
PALABRA DE DIOS
INTRODUCCIÓN

DIÓCESIS DE NOGALES
Animación Bíblica
Guía básica para conocer la Palabra de Dios

Exhortación a celebrar el mes de la Biblia


Pequeño cuaderno de
animación  animación bíblica
bíblica
Año 1 / No. 2
19 Septiembre 2018
Pequeño cuaderno de animación bíblica
Motivados por la invitación de nuestro pastor, continuemos este
camino de encuentro constante con Dios en su Palabra, para que,
descubriendo el rostro que Dios ve en cada ser humano como "Hijos
amados" (Cfr. Mt 3, 17), podamos también, desde la Palabra de Dios,
vivir como verdaderos hijos de Dios (Cfr. 1 Jn 4, 7).

     En esta segunda edición del Pequeño cuaderno de animación


bíblica, se ofrece una "guía básica para conocer el Nuevo Testamento",
Así como también una guía para lectio divina, teniendo en cuenta que
forma parte de la exhortación de Mons. José Leopoldo para vivir este
Mes de la Biblia.
    Como en el pequeño cuaderno anterior, un documento básico será el
Catecismo de la Iglesia Católica (CEC), así como el YOUCAT (Catecismo
Joven de la Iglesia Católica) y la Exhortación Apostólica Postsinodal
VERBUM DOMINI del Papa Benedicto XVI (Emérito) sobre la Palabra de
Dios en la vida y en la misión de la Iglesia. Además, de otros
documentos y libros que pueden ayudarnos en el contenido para la
reflexión en la lectio divina.
     Es necesario tener en cuenta como nos dice el Papa Francisco en
EVANGELII GAUDIUM: "Las Sagradas Escrituras son fuente de la
evangelización. Por lo tanto hace falta formarse continuamente en la
escucha de la Palabra" (EG 174)
   
Marcos Rivera
Guía básica para conocer la Palabra de Dios

La Palabra del Señor permanece para siempre


 LA PALABRA DEL SEÑOR permanece para  siempre. Y esa palabra es el Evangelio
que os anunciamos » (1 P 1,25: cf. Is 40,8). Esta frase de la Primera carta de san Pedro,
que retoma las palabras del profeta Isaías, nos pone frente al misterio de Dios que se
comunica a sí mismo mediante el don de su palabra. Esta palabra, que permanece
para siempre, ha entrado en el tiempo. Dios ha pronunciado su palabra eterna de un
modo humano; su Verbo « se hizo carne » ( Jn 1,14). Ésta es la buena noticia. 
   Con estas palabras, el Papa Benedicto XVI (Hoy Emérito) abre la Exhortación
Apostólica Postsinodal Verbum Domini, citada en el pequeño cuaderno anterior
donde se exponen los pasos para la lectio divina.
    De todos es conocido el gran impulso que la Constitución dogmática Dei Verbum
ha dado a la revalorización de la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia, a la refl exión
teológica sobre la divina revelación y al estudio de la Sagrada Escritura. En los
últimos cuarenta años, el Magisterio eclesial se ha pronunciado en muchas
ocasiones sobre estas materias (presentando un elenco de los documentos del
Magisterio en la nota al pie 8 del documento), Así también, dice el Papa que con el
Sínodo, la Iglesia, consciente de la continuidad de su propio camino bajo la guía del
Espíritu Santo, se ha sentido llamada a profundizar nuevamente sobre el tema de la
Palabra divina, ya sea para verificar la puesta en práctica de las indicaciones
conciliares (Dei Verbum), como para hacer frente a los nuevos desafíos que la
actualidad plantea a los creyentes en Cristo.
    Finaliza la introducción a la Exhortación, recordando el papel primordial del
Prólogo del Evangelio de Juan (Jn 1, 1-18) como guía del Sínodo. Así también
presenta la intención principal del documento: que influya eficazmente en la vida de
la Iglesia, en la relación personal con las Sagradas Escrituras, en su interpretación en
la liturgia y en la catequesis, así como en la investigación científica, para que la
Biblia no quede como una Palabra del pasado, sino como algo vivo y actual.
Guía básica para conocer la Palabra de Dios

Dios al encuentro del hombre


    Del número 50 al 140 del CEC, se habla precisamente de cómo es que Dios sale al
encuentro del hombre. Se presenta primeramente la Revelación de Dios (50-73),
luego, la Transmisión de la Revelación Divina (74-100), finalmente, la Sagrada
Escritura (101-140). Al final de cada sección, se puede encontrar un resumen que
sintetiza en pocas palabras todo lo mencionado.
    Ahora, teniendo en cuenta el YOUCAT (n. 7), que se presenta en modo de
preguntas y respuestas, es interesante la interrogante con la que se plantea el tema
de la Revelación de Dios: ¿Por qué tuvo Dios que mostrarse para que sepamos cómo
es? respondiendo que, El hombre, mediante la razón, puede conocer que Dios existe,
pero no cómo es Dios realmente. Pero como Dios quería ser conocido, se ha revelado
a sí mismo. A lo que seguirá diciendo, que Dios no estaba obligado a revelarse a los
hombres. Lo ha hecho por amor. Como en el amor humano podemos saber algo de
la persona amada sólo cuando nos abre su corazón, del mismo modo sólo sabemos
algo de los más íntimos pensamientos de Dios porque el Dios eterno y misterioso se
ha abierto por amor a nosotros. Desde la Creación, pasando por los patriarcas y
profetas hasta la Revelación definitiva en su Hijo Jesucristo, Dios ha hablado una y
otra vez a los hombres. En Él nos ha abierto su corazón y mostrado claramente para
siepre su ser más íntimo.

En el Antiguo Testamento Dios se revela como el Dios que


ha hecho el mundo por amor y que es fiel al hombre incluso
cuando éste se separa de él por el pecado.. Dios se da a
conocer en la historia con Abraham (Gén 17, 5b), se da a
conocer por su nombre "Yo Soy" (Éx 3, 14). (YOUCAT 7)
En Jesucristo Dios nos muestra toda la profundidad de su
amor misericordioso. El Dios invisible se hace visible. Se hace
hombre como nosotros. Esto nos enseña hasta dónde
alcanza el amor de Dios. Lleva toda nuestra carga. Anda
todos los caminos con nosotros. Está en nuestro abandono,
nuestro dolor, nuestro miedo ante la muerte. Está allí donde
no podemos avanzar más para abrirnos la puerta hacia la
Vida. (YOUCAT 8)
Guía básica para conocer la Palabra de Dios

La Sagrada Escritura
   Del número 134 al 140 del CEC, encontramos el resumen de lo concerniente al tema
de la Sagrada Escritura. Así, encontramos que:
* "Toda la Escritura divina es un libro y este libro es Cristo, porque toda la Escritura
divina habla de Cristo, y toda la Escritura divina se cumple en Cristo" (Hugo de san
Víctor, De arca Noe, 2, 8).
* "La Sagrada Escritura contiene la Palabra de Dios y, en cuanto inspirada, es
realmente Palabra de Dios" (Dei Verbum 24).
* Dios es el autor de la Sagrada Escritura porque inspira a sus autores humanos: actúa
en ellos y por ellos. Da así la seguridad de que sus escritos enseñan sin error la verdad
salvífica (Dei Verbum 11).
* La interpretación de las Escrituras inspiradas debe estar sobre todo atenta a lo que
Dios quiere revelar por medio de los autores sagrados para nuestra salvación: "Lo que
viene del Espíritu sólo es plenamente percibido por la acción del Espíritu" (Orígenes,
Himiliae in Exodum, 4, 5).
* La Iglesia recibe y venera como inspirados los cuarenta y siete libros del Antiguo
Testamento y los veintisiete del Nuevo.
* Los cuatro evangelios ocupan un lugar central, pues su centro es Cristo Jesús.
* La unidad de los dos Testamentos se deriva de la unidad del plan de Dios y de su
Revelación, el Antiguo Testamento prepara el Nuevo mientras que éste da
cumplimiento al Antiguo; los dos se esclarecen mutuamente; los dos son verdadera
Palabra de Dios.
* "La Iglesia siempre ha venerado la Sagrada Escritura, como lo ha hecho con el
Cuerpo de Cristo"(Dei Verbum 21). Aquella y éste alimentan y rigen toda la vida
cristiana. "para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi sendero" (Sal 119, 105)
Orar con la Palabra de Dios 

Lectio divina de Jn 1, 1-18


Oración inicial
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
"Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía,
Señor tu Espíritu, y se renovará la faz de la tierra."

1. Lectio. Lectura de la Palabra


En este primer paso la pregunta guía es: ¿Qué dice el texto bíblico en sí mismo?

Evangelio según san Juan

En el principio existía la Palabra, la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era


Dios. 
Ella estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo por ella, y sin ella nada se hizo.
Lo que se hizo en ella era la vida, y la vida era la luz de los hombres; y la luz brilla en
las tinieblas y las tinieblas no la vencieron.
Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Éste vino para un testimonio,
para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino
quien debía dar testimonio de la luz.
La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre, cuando viene a este
mundo.
En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, pero el mundo no la conoció.
Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que
creen en su nombre; éstos no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de
hombre, sino que nacieron de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y puso su Morada entre nosotros; y hemos contemplado
su gloria, gloria que recibe del Padre como Unigénito, lleno de gracia y de verdad.
Juan daba testimonio de él, proclamando "Este era del que yo dije: El que viene
detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo."
De su plenitud hemos recibido todos gracia por gracias. Porque la Ley fue dada por
medio de Moisés; la gracia y la verdad nos ha llegado por Jesucristo.
A Dios nadie le ha visto jamás: lo ha contado el Hijo Unigénito, que está en el seno
del Padre

Recomendación:
Este primer paso de la lectio divina, puede prolongarse por no más de 5 minutos, teniendo en
cuenta que pueden hacerse dos o tres relecturas del texto, además de la inicial.
Orar con la Palabra de Dios 

Lectio divina de Mt 25, 31-47


2. Meditatio. Meditación en torno a la Palabra y la vida
En este segundo paso la pregunta guía es: ¿Qué nos dice el texto bíblico a nosotros?
* Aquí cada uno personalmente, pero también comunitariamente, debe dejarse interpelar y examinar,
pues no se trata ya de considerar palabras pronunciadas en el pasado, sino en el presente.
* Puede servir para la meditación la lectura de la cita de la exhortación apostólica sobre la Palabra de
Dios en la vida y en la Misión de la Iglesia, Verbum Domini del Papa Benedicto XVI sobre el Prólogo
del Evangelio de Juan.

Al final de la Introducción a Verbum Domini, presenta el Papa Benedicto XVI el


Prólogo del Evangelio de Juan como guía para el Sínodo del que ha salido la
Exhortación.
5. Con esta Exhortación apostólica postsinodal, deseo que los resultados del Sínodo
influyan eficazmente en la vida de la Iglesia, en la relación personal con las Sagradas
Escrituras, en su interpretación en la liturgia y en la catequesis, así como en la
investigación científica, para que la Biblia no quede como una Palabra del pasado, sino
como algo vivo y actual. 
A este propósito, me propongo presentar y profundizar los resultados del Sínodo en
referencia constante al Prólogo del Evangelio de Juan (Jn  1,1-18), en el que se nos
anuncia el fundamento de nuestra vida: el Verbo, que desde el principio está junto a
Dios, se hizo carne y habitó entre nosotros (cf. Jn 1,14). 
Se trata de un texto admirable, que nos ofrece una síntesis de toda la fe cristiana.
Juan, a quien la tradición señala como el « discípulo al que Jesús amaba » ( Jn 13,23;
20,2; 21,7.20), sacó de su experiencia personal de encuentro y seguimiento de Cristo,
una certeza interior: Jesús es la Sabiduría de Dios encarnada, su Palabra eterna que
se ha hecho hombre mortal. Que aquel que « vio y creyó » ( Jn 20,8) nos ayude
también a nosotros a reclinar nuestra cabeza sobre el pecho de Cristo (cf. Jn 13,25),
del que brotaron sangre y agua (cf. Jn 19,34), símbolo de los sacramentos de la
Iglesia. 
Siguiendo el ejemplo del apóstol Juan y de otros autores inspirados, dejémonos
guiar por el Espíritu Santo para amar cada vez más la Palabra de Dios.

Recomendación:
Puede ayudar a la meditación, algún comentario al texto Bíblico. Como puede ser también
alguna homilía del Papa o escrito de algún santo en torno al texto. O como en la presente: un
extracto de un documento del Magisterio que se nutre del texto bíblico elegido.
Orar con la Palabra de Dios 

Lectio divina de Mt 25, 31-47

3. Oratio. Orar a partir del encuentro con la Palabra


En este tercer paso la pregunta guía es: ¿Qué decimos nosotros al Señor como respuesta a su
Palabra?
* La oración como petición, intercesión, agradecimiento y alabanza, es el primer modo con el que la
Palabra nos cambia.
* El ideal de la oración, para este momento, es aquella que brota del encuentro vivo con la Palabra de
Dios, que impulsa el corazón para hacer vida lo que se ha escuchado y meditado.

Con María avanzamos confiados hacia esta promesa, y le Tú, Virgen de la escucha y la contemplación,
decimos: madre del amor, esposa de las bodas eternas,
intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo,
Virgen y Madre María, para que ella nunca se encierre ni se detenga
tú, que movida por el Espíritu, en su pasión por instaurar el Reino.
acogiste al Verbo de la vida
en la profundidad de tu humilde fe, Estrella de la nueva evangelización.
totalmente entregada al Eterno, ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la
ayúdanos a decir nuestro "sí" comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa,
ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de la justicia y el amor a los pobres,
 de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús. llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.
Tú, llena de la presencia de Cristo,
llevaste la alegría a Juan el Bautista, Madre del Evangelio viviente,
haciéndolo exultar en el seno de su madre. manantial de alegría para los pequeños,
Tú, estremecida de gozo, ruega por nosotros.
cantaste las maravillas del Señor. Amén. Aleluya
Tú, que estuviste plantada ante la cruz
con una fe inquebrantable
y recibiste el alegre consuelo de la resurrección,
recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu
para que naciera la Iglesia evangelizadora.

Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados


para llevar a todos el Evangelio de la vida
que vence a la muerte.
Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos
para que llegue a todos
el don de la belleza que no se apaga.

Recomendación:
Al final de numerosos documentos del Magisterio de la Iglesia, es común, que el Papa incluya
una oración, sea dirigida al Padre, al Hijo o al Espíritu Santo, así como también puede
encontrarse oraciones dirigidas a la Virgen María, madre de Dios. Puede utilizarse así la oración
final de la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium del Papa Francisco.
Orar con la Palabra de Dios 

Lectio divina de Mt 25, 31-47

4. Contemplatio. Contemplar la vida a partir de la Palabra.


En este cuarto paso la pregunta guía es: ¿Qué conversión de la mente, del corazón y de la vida nos
pide el Señor?
* La Palabra se presenta aquí como criterio de discernimiento
* La contemplación tiende a crear en nosotros una visión sapiencial, según Dios, de la realidad y a
formar en nosotros "la mente de Cristo" (1 Co 2, 16)

ES EL TIEMPO PARA EL SILENCIO Y LA BÚSQUEDA, LA CONFIANZA Y LA CERCANÍA, LA ESPERA Y EL


COMPROMISO. Según lo conveniente pueden ser no más de 7 minutos, para finalmente pasar al
Compromiso.

5. Actio. Movido por la Palabra a convertirse en don para los demás.


En este quinto paso, como consecuencia de todo el proceso, más que una pregunta o búsqueda, se
insiste en asumir un COMPROMISO
* Tan variados los compromisos-acción, como variados los caminos recorridos por el corazón humano,
pero algo ha de ser la clave para la acción: la caridad

ORACIÓN FINAL

Gracias Señor, por tu Palabra, por la vida y la oportunidad 


de encarnarla en nuestras vidas, concédenos escucharte, amarte y servirte
en cada uno de nuestros hermanos, especialmente aquellos en los que nos llamas a encontrarte.

Padre Nuestro... Dios te salve María...Gloria al Padre...


+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén

Recomendación:
El Catecismo de la Iglesia Católica (CEC nn. 2709-2719) nos dice que: la contemplación es
búsqueda, silencio, entrega, mirada de fe, fijada en Jesús; es el tiempo fuerte por excelencia de
la oración, es unión con la oración de Cristo y así, comunión de amor portadora de vida.
DIÓCESIS DE NOGALES
Animación Bíblica

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