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¿Por qué leer Lucas?

Todo nacimiento es un milagro y cada niño es un regalo de Dios. Pero cerca de veinte siglos
atrás ocurrió un milagro de milagros. Nació un niño, pero este niño era Hijo de Dios. Los Evangelios
hablan de este nacimiento, pero el doctor Lucas, como su fuera el médico comadrón, nos ofrece
mayores detalles de esta asombrosa ocasión. Jesús se presentó en la historia con Padre divino y
madre humana: Dios manifestado en carne.

Lucas afirma la divinidad de Cristo, pero el verdadero énfasis de este libro radica en mostrar su
humanidad: Jesús, el Hijo de Dios, es también el Hijo del Hombre. Como médico, Lucas era un hombre
de ciencia; y como griego era un hombre de detalles. No sorprende, por lo tanto, que empiece
delineando su investigación extensa y explicando que lo que informa es cierto (1:1-4). Además, Lucas
fue un amigo personal y compañero de viaje de Pablo, de manera que entrevistar a los otros discípulos,
tener acceso a otros informes históricos y también fue testigo del nacimiento y el crecimiento de la
iglesia primitiva. Su Evangelio y el libro de Hechos son documentos confiables.

La historia de Lucas empieza con la aparición de unos ángeles a Zacarías y luego a María,
informándoles del nacimiento de sus hijos. De Zacarías y Elisabet vendría Juan el Bautista, cuya misión
será preparar el camino para Cristo. María concebiría por el Espíritu Santo y daría a luz a Jesús, el
Hijo de Dios. Poco después del nacimiento de Juan, César Augusto ordenó un censo, de manera que
María y José viajaron a Belén, la ciudad de David, tierra de sus antepasados. Allí nació la criatura. Los
ángeles anunciaron el feliz acontecimiento a los pastores, los que se apresuraron a ir hasta el pesebre.
Cuando salieron, alababan a Dios y difundieron la noticia. Ocho días más tarde, circuncidaron a Jesús
y luego lo dedicaron a Dios en el templo, donde Simeón y Ana confirmaron su identidad como el
Salvador y Mesías.

Lucas incluye una breve referencia de Jesús a los doce años, cuando discute teología con los
doctores de la Ley en el templo (2:41-52). El siguiente hecho se desarrolla dieciocho años después,
cuando leemos que Juan el Bautista predica en el desierto. Antes de comenzar su ministerio público,
Jesús fue a Juan el Bautista para que lo bautizara (3:1-38). A continuación, Lucas traza la genealogía
de Jesús partiendo de su padre adoptivo, José, a través de David y Abraham para llegar hasta Adán,
enfatizando su identidad como el Hijo del Hombre.

Después de la tentación (4:1-13), Jesús volvió a Galilea y empezó a predicar, enseñar y sanar
(4:14-21:38). Durante este tiempo, estableció su grupo de doce discípulos (5:1-10; 27-29). Más tarde,
Jesús comisionó a sus discípulos y los envió a proclamar el Reino de Dios. Cuando volvieron, les
explicó su misión, su verdadera identidad y lo que significaba ser un discípulo (9:18-62). Su misión lo
llevaría a Jerusalén (9:51-53), donde lo rechazarían, juzgarían y crucificarían.

Mientras llevaba su cruz hacia el Gólgota, algunas mujeres en Jerusalén lloraban por Él, pero
Jesús les dijo que lloraran por ellas mismas y sus hijos (23:28). Sin embargo, el Evangelio de Lucas
no termina en tristeza. Concluye con la narración emocionante de la resurrección de Jesús, su
aparición a los discípulos y su promesa de enviar al Espíritu Santo (24:1-53). Lea en Lucas un
hermoso, detallado y completo relato de la vida de Jesús, el Hijo del Hombre y el Hijo de Dios. Luego
alabe a Dios por enviar el Salvador a todos. Él es nuestro resucitado y triunfante Señor.
ÉTODO CRÍTICO

1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL LIBRO? Lucas


2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? 58-62 d.C.
3) ¿A QUIÉN FUE ESCRITO? a Teófilo
4) ¿DE DÓNDE FUE ESCRITO? Roma

MÉTODO HISTÓRICO
1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO? -Lucas fue el autor del evangelio que lleva su
nombre y del libro de los Hechos. A diferencia de Mateo y Marcos, Lucas era griego y una persona de buena
educación. Médico de profesión, había sido compañero de Pablo, uniéndose con él en Antioquía en su segundo
viaje misionero probablemente sirviéndole como su médico y ayudante. El evangelio de Lucas fue escrito para
los griegos; por lo tanto presenta a Jesús como el hombre perfecto, aquel que sobrepasa los ideales elevados de
los griegos. Lucas presenta a Cristo como el Hijo del Hombre así como el Hijo de Dios.
Muchos estaban escribiendo sobre Jesús, y Lucas para hacer algo auténtico, investigó todas las fuentes de
información, para que fuera de confiar en lo que él escribiría. Lucas era médico, en el griego original del libro
existen muchas palabras relacionadas con la medicina de la época. El griego con que se escribió, era lo mejor en
su tiempo. Lucas y sus descripciones, inspiran el arte cristiano y hoy en día, Música, (el Mesías de Haendel),
obras de pintura. También él estaba escribiendo para los griegos, que en aquel entonces era una cultura muy
artística y de mucha sabiduría

MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUÉ GÉNERO DE LITERATURA ES EL LIBRO? Narración prosaica

MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Juicios a la hipocresía, con una misericordia por el
hecho de los mismos juicios. Pero está claro, la idea de un Dios justo, y verificados, todos los
hechos, investigados y presentados por el autor.

2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Existía mucha
literatura y escritos acerca de Jesús y sus hechos. Pero unas no eran correctas; había que escribir
algo auténtico para los griegos. Dios levanta a Lucas, con esas características; además de presentar
la justicia de Dios, y hablar a los griegos sobre la justicia y misericordia de Dios.

PALABRAS CLAVE EN LUCAS (RV 1960) reino de Dios, Hijo de Dios, diablo (Satanás,
demonio), pacto.

TEMAS: Jesús no sólo vivió y ministro como el ser humano perfecto, sino que como el
Salvador de los pecados además murió y resucitó a una nueva vida.
RECIPIENTE: Teófilo, conocido solamente por Lucas-Hechos; de acuerdo con tales prefacios
propios de la literatura grecorromana, probablemente él fue el patrocinador de los Libros de Lucas -
Hechos, suscritos así su publicación; los lectores implícitos son cristianos gentiles, cuyo lugar en la
historia de Dios es asegurada por la obra de Jesucristo y por el Espíritu.

ÉNFASIS: El Mesías es Dios ha venido a Israel, su pueblo, con la inclusión prometida de los
gentiles; Jesús vino a salvar a los perdidos, incluyendo a toda clase de persona marginadas a los
que la religión tradicional ponía fuera de los límites; el ministerio de Jesús es llevado a cabo bajo el
poder del Espíritu Santo; la necesidad de la muerte y resurrección de Jesús (que cumplió las
promesas del Antiguo Testamento) para el perdón de los pecados.

CARACTERÍSTICAS PARTICULARES: Este es el Evangelio más completo. El vocabulario general


y su forma de expresarse denotan la cultura del autor. A menudo hace referencia a enfermedades y
diagnósticos. Lucas enfatiza la relación de Jesús con la gente, subraya la oración, los milagros, los
ángeles plasma inspirados himnos de alabanzas y adjudica un lugar sobresaliente a la mujer. Gran
parte de 9:51- 18:35 no aparece en otro evangelio.

Estructura de Lucas
Título: “Vino para salvar y juzgar”

19:10 “Porque el hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”

1:1 Juan PREPARATIVOS


2:1 El Niño
3:1 Jesús A
4:14 Manifestación
5:27 Los Doce LOS
6:20 Enseñanzas EN GALILEA
7:18 ¿Será? GENTILES
8:4 Mas enseñaba
9:1 Conocido
9:18 Mas claro
9:51 Autoridad EN
11:1 Enseñando
11:37 Legalismo JUDEA
12:22 Velando
13:6 El Reino Y A
13:31 Lamento
15:1 Ejemplos SAMARIA LOS
16:18 Leyes
17:5 Los doce JUDÍOS
18:9 A Jerusalén
19:45 En Jerusalén EN
21:1 Tiempos
22:31 Precio JERUSALÉN
22:47 Crucificadle
24:1 Resucitó
Autor y fecha
El Evangelio de Lucas y el libro de Hechos claramente fueron escritos por el mismo individuo
(1:1-4; Hch 1:1). Aunque él nunca se identificó a sí mismo por nombres, es claro a partir de su uso
de los verbos en primera persona plural ("nosotros") en muchas de las secciones de Hechos que él
fue un compañero cercano del apóstol Pablo (Hch 16:10-17; 20:5-15; 21:1-18; 27:1-28:16). Lucas
es la única persona entre los colegas que Pablo menciona en su propias epístolas (Col 4:14; 2 Ts
4:11; Flm 24), quién encaja con el perfil del autor de estos libros. Eso está de acuerdo de manera
perfecta con la tradición más antigua de la iglesia la cual de manera unánime atribuyó este
Evangelio a Lucas.

Lucas y Hechos parecen haber sido escritos alrededor del mismo tiempo. Lucas primero, después
Hechos. Combinados, constituyen una obra de dos tomos dirigida a "Teófilo" (1:3; Hch 1:1; vea
Contexto Histórico) dando una historia general del establecimiento del cristianismo, desde el
nacimiento de Cristo hasta el encarcelamiento de Pablo bajo arresto en una casa en Roma (Hch
28:30-31).

El libro de Hechos termina con Pablo aún en Roma, lo cual lleva a la conclusión de que Lucas
escribió estos libros desde Roma durante el encarcelamiento de Pablo allí (alrededor del 60-62
d.C.). Lucas registra la profecía de Jesús de la destrucción de Jerusalén en el 70 d.C. (19:42-44;
21:20-24) pero no hace mención del cumplimiento de esta profecía, sea aquí o en Hechos. Lucas se
enfocó en registrar tales cumplimientos proféticos (Hch 11:28), por esta razón es extremadamente
improbable que él escribiera estos libros después de la invasión romana de Jerusalén. Hechos
tampoco incluye mención alguna de la gran persecución que comenzó bajo Nerón en el 64 d.C.
Además, muchos eruditos establecen la fecha del martirio de Jacobo en el 62 d.C. y si eso fue antes
de que Lucas terminara su historia, él ciertamente lo habría mencionado. Entonces, la fecha más
probables para este Evangelio es el 60 o 61 d.C.

¿Quién era Lucas?

Su nombre aparece solamente tres veces en el N.T.: en Col 4:14, en donde se le llama “el médico
amado”; Filemón 24 en donde se le llama colaborador de Pablo; en 2 Tim 4:11 donde aparece con
Pablo en las horas lóbregas del martirio cercano. En todos los tres pasajes se menciona también a
Marcos, lo que indica que éste y Lucas eran compañeros de trabajo. Lucas aparece bajo el
pronombre personal de “nosotros” en los pasajes de Hechos 16:10, 11, 16; 20:5, 6, 7, 13, 14, 15;
21:1 etc.

A lo que Lucas da prominencia especial es a la humanidad de Jesús. Así como los demás
evangelio, presenta a Jesús como Hijo de Dios; pero da lugar especial a la simpatía de Jesús hacia
los débiles, los dolientes y los desechados de la sociedad.

Se cree comúnmente que aun cuando todos los cuatro Evangelios eran destinados a la larga para
toda la raza humana, Mateo tenía presente de manera inmediata a los judíos, Marcos a los romanos,
y Lucas a los griegos.

La civilización griega representaba la cultura, la filosofía, la sabiduría, la razón, la belleza y la


educación. Para apelar pues a la mentalidad meditativa, culta y filosófica griega, Lucas presenta en
un relato completo, ordenado y clásico lo que ha sido llamado “el libro más hermoso que jamás se
haya escrito,” presentando la gloriosa belleza y perfección de la vida de Jesús; el Hombre ideal y
universal.
Destinatario y propósito de Lucas

El Evangelio de Lucas está específicamente dirigido a Teófilo (1:3). Como el nombre significa
“que ama a Dios”, algunos han pensado que es una referencia general a todos los creyentes, pero casi
con certeza se refiere a una persona en particular. El uso de “excelentísimo” apoya esta interpretación
y sugiere que Teófilo era un oficial romano, o al menos que ocupaba un alto puesto y gozaba de buena
posición económica. Posiblemente fuera el patrón de Lucas, en cuyo caso su responsabilidad consistía
en respaldar la obra y asegurarse de que fuera copiada y distribuida.

El hecho de que este Evangelio fue dirigido a Teófilo no restringe o limita su propósito. Lucas
tenía el objetivo de instruir no sólo a su patrón, sino también a aquellos entre los cuales el libro había
de circular. En contraste con otros reportes de Jesús que quizás se habían hecho descuidadamente y
que no eran fidedignos, este evangelio fue escrito para fortalecer la fe de todos los creyentes y para
responder a los ataques de los incrédulos. Lucas quería demostrar que la participación de los gentiles
en el reino de Dios está basada en las enseñanzas de Jesús y que por lo tanto es necesario predicar
el evangelio a todo el mundo.

Contexto Histórico de Lucas

Lucas dedicó sus obras al "excelentísimo Teófilo" (lt. "amante de Dios", 1:3; Hch 1:1). Esta designación, la
cual puede ser un apodo o un seudónimo, es acompañada por una expresión formal ("excelentísimo").
Posiblemente quiere decir que "Teófilo" fue un dignatario romano bien conocido, quizás uno de aquellos que se
había vuelto a Cristo en la "casa de César" (Fil 4:22).

No obstante, es casi seguro que Lucas tenía en mente a una audiencia mucho más grande para su obra que
este hombre. Las dedicaciones al principio de Lucas y Hechos son como la dedicación formal en un libro
moderno. No son como la expresión o manera de expresarse de una epístola.

Lucas expresó de manera clara que su conocimiento de los acontecimientos registrados en su Evangelio
vinieron de los informes de aquellos que fueron testigos oculares (1:1, 2), implicando fuertemente que él mismo
no fue un testigo ocular. Es claro a partir de su prólogo que su intención era dar un relato ordenado de
los acontecimientos de la vida de Jesús, pero esto no quiere decir que siempre siguió un orden estrictamente
cronológico en toda situación (p. ej 3:20).

Al reconocer que él había recolectado su relato de varias fuentes a las que tuvo acceso (1:1), Lucas no estaba
diciendo que no había sido inspirado para su obra. El proceso de inspiración nunca hace a un lado o elimina las
personalidades, vocabularios y estilos de los autores humanos de las Escrituras. Los rasgos característicos de los
autores humanos siempre están marcados de forma indeleble, en todos los libros de las Escrituras. La
investigación de Lucas no es excepción a esta regla. La investigación misma fue dirigida por la divina
providencia. Y en su escritura, Lucas fue movido por el Espíritu de Dios (2 P 1:21). Por lo tanto, su relato es
infaliblemente verdadero (1:3).
Características del Evangelio de Lucas
El tercer Evangelio presenta las obras y enseñanzas de Jesús que son de importancia para
comprender el mensaje de salvación. Tiene una amplia envergadura, pues comienza con el nacimiento
de Cristo y finaliza con su ascensión. Está escrito con buen orden y cuidado, halagüeño tanto para
judíos como para gentiles. Su estilo se caracteriza por la excelencia literaria, los detalles históricos y
la compresión cálida y sensitiva de la persona de Jesús y los que le rodeaban.
Ya que los Evangelios Sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) reportan mucho de los mismos
episodios de la vida de Jesús, no sorprende que tengan semejanzas. Las disparidades entre ellos, sin
embargo, revelan el énfasis distintivo de cada autor por separado. Los temas característicos de Lucas
incluye:
1. La universalidad, es decir, el reconocimiento tanto de los gentiles como de los judíos en el plan
de Dios.
2. El énfasis en la oración, especialmente la de Jesús antes de cada ocasión importante.
3. El gozo por el anuncio del evangelio, las “buenas nuevas”.
4. Un interés especial en el papel que desempeñan las mujeres.
5. Un interés especial en los pobres (aunque algunos ricos estaban incluidos entre los seguidores
de Jesús).
6. El énfasis en que Jesús era amigo de los pecadores.
7. El énfasis en el contexto familiar, con muchas escenas hogareñas.
8. El uso repetido del título “HIjo del hombre”.
9. El énfasis en el Espíritu Santo.
10. Bosquejo de Lucas
11.
I. El prólogo (1:1-4)

II.
La venida de Jesús A. Las anunciaciones (1:5-56)
(1:5-2:52)
B. El nacimiento de Juan el Bautista (1:57-80)

C. El nacimiento y la niñez de Jesús (cap. 2)

III.
La preparación de Jesús para su A. Su precursor (3:1-20)
ministerio público
(3:1-4:13) B. Su bautismo (3:21-22)

C. Su genealogía (3:23-3)

D. Su tentación (4:1-13)

IV.
Su ministerio en Galilea A. El comienzo del ministerio en Galilea (4:14-41)
(4:14-9:9)
B. El primer recorrido de Galilea (4:42-5:39)

C. Una controversia sobre el sábado (6:1-11)

D. La elección de los doce apóstoles (6:12-16)


E. Bendiciones y ayes (6:17-49)

F. Milagros en Capernaúm y Naín

G. La indagación de Juan el Bautista (7:19-29)

H. Jesús y los fariseos (7:30-50)

I. El segundo recorrido de Galilea (8:1-3)

J. Las parábolas del reino (8:4-21)

K. El viaje a través del mar de Galilea (8:22-39)

L. El tercer recorrido de Galilea (8:40-9:9)

V.
Su retiro hacia las regiones A. Hacia la ribera oriental del mar de Galilea (9:10-17)
alrededor de Galilea
(9:10-50) B. Hacia Cesarea de Filipo (9:18-50)

VI.
Su ministerio en Judea A. Un viaje hacia Judea a través de Samaria (9:51-62)
(9:51-13:21)
B. La misión de los setenta y dos (10:1-24)

C. El experto en la ley y la parábola del buen samaritano


(10:25--37)

D. Jesús en Betania con Marta y María (10:38-42)

E. Enseñanzas en Judea (11:1-13:21)

VII.
Su ministerio en Perea y sus A. La puerta estrecha (13:22-30)
alrededores
(13:22-19:27) B. Advertencias concerniente a Herodes (13:31-35)

C.En casa de un fariseo (14:1-23)

D. EL precio del discipulado (14:25-35)

E. Las parábolas de la oveja perdida, la moneda perdida y


del hijo perdido (cap. 15(

F. La parábola del administrador astuto (16:1-15)

G. El hombre rico y Lázaro (16:19-31)

H. Enseñanzas misceláneas (17:1- 10)

I. La sanidad de diez leprosos (17:11-19)


J. La venida del reino (17:20-37)

K. La viuda insistente (18:1-8)

L. EL fariseo y el recaudador de impuestos (18:9-14)

M. Jesús y los niños (18:15-17)

N. El dirigente rico (18:18-30)

O. Cristo predice su muerte (18:31-34)

P. Un mendigo ciego recibe la vista (18:35-43)

Q. Jesús y Zaqueo (19:1-10)

R. La parábola de las diez minas (19:11-27)

VIII.
Sus últimos días: Sacrificio y triunfo A. La entrada triunfal (19:28-44)
(19:28- 24:53)
B. La purificación del templo (19:45-46)

C. Las últimas controversias con los líderes judíos (cap.


20)

D. El discurso en el Monte de lo Olivos (cap. 21)

E. La última Cena (22:7-38)

F. Jesús ora en el monte de los Olivos (22:39-46)

G. Arresto de Jesús (22:47-65)

H. Jesús ajusticiado (22:66-23:25)

I. La crucifixión (23:26-56)

J. La resurrección (24:1-12)

K. El ministerio después de la resurrección (24:13-49)

L. La ascención (24:50-53)

Lugares clave de Lucas


Lucas empieza su relato en el templo de Jerusalén, dándonos los antecedentes del
nacimiento de Juan el Bautista; luego se traslada a la ciudad de Nazaret y nos presenta la historia de
María, la escogida para ser la madre de Jesús (1:26). Ante la orden de César de que se tomara un
censo, María y José viajaron a Belén, donde Jesús nació en cumplimiento de la profecía (2:1). Jesús
creció en Nazaret y empezó su ministerio cuando Juan lo bautizó (3:21,22) y Satanás lo tentó (4:1).
La mayor parte de su ministerio se desarrolló en Galilea. Fijó su morada en Capernaum
(4:31). y desde allí enseñó en toda la región (8:1). Más tarde visitó la región de Gerasa, donde sanó
a unos endemoniados de Gadara (8:36). Alimentó a más de cinco mil personas a orillas del mar de
Galilea cerca de Betsaida (9:10). Jesús siempre viajó a Jerusalén para asistir a las festividades de
mayor importancia y disfrutaba visitando a sus amigos en las cercanías de Betania (10:38).

Sanó diez leprosos en los límites entre Galilea y Samaria (17:11) y ayudó a un recaudador de
impuestos deshonesto en Jericó a cambiar el rumbo de su vida (19:1). Las pequeñas aldeas de
Betfagé y Betania en el Monte de los Olivos fueron los lugares de descanso de Jesús durante los
últimos días que vivió en la tierra. Lo crucificaron fuera de los muros de Jerusalén, pero resucitó. Dos
hombres que se hallaban camino a Emaús fueron los primeros en ver al Cristo resucitado (24:13).

EL VIAJE A BELÉN
El decreto del César de que se llevará un censo en todo el Imperio Romano obligó a María y a
José a salir de Nazaret y recorrer ciento doce kilómetros hasta la aldea de Belén.

TENTACIÓN DE JESÚS Y EL REGRESO A GALILEA


Satanás tentó a Jesús en el desierto escabroso de Judea antes de volver al hogar de su niñez,
Nazaret. El Evangelio de Juan nos habla de su viaje por Galilea, Samaria y Judea (Juan 1-4) antes
de trasladar su base de operaciones a Capernaum (Mateo 4:12,13).

JESÚS RESUCITA AL HIJO DE LA VIUDA


Jesús viajó a Naín y halló en el camino un cortejo fúnebre que salía de la ciudad. Había fallecido el
hijo único de una viuda, dejándola virtualmente desamparada, pero Jesús le devolvió la vida. Este
milagro, que aparece sólo en Lucas, muestra la compasión de Jesús por las necesidades de las
personas.

LIBERACIÓN DE UN HOMBRE POSEÍDO POR DEMONIOS


Al viajar a través de Galilea, Jesús narró una serie de parábolas y tuvo encuentros con muchas
personas, tal como aparece en Mateo y Marcos. Más tarde, Jesús y sus discípulos partieron de
Capernaum en una barca solo para encontrar una horrible tormenta y, al llegar a tierra, exorcizó
una legión de demonios.

JESÚS VISITA A MARTA Y A MARÍA


Jesús, después de enseñar a través de Galilea, regresó a Jerusalén en ocasión de la Fiesta de los
Tabernáculos (Juan 7:2). Habló en Jerusalén y luego visitó a sus amigas María y Marta en la
pequeña aldea de Betania en la falda del Monte de los Olivos.

ÚLTIMO VIAJE DESDE GALILEA


Jesús, dejó Galilea por última vez, no volvería antes de su muerte. Pasó por Samaria, halló y sanó
diez leprosos y siguió hasta Jerusalén. Antes de salir hacia Jericó (19:1), se detuvo por un tiempo
al este del Jordán (Marcos 10:1).

ÚLTIMA SEMANA EN JERUSALÉN


Al acercarse a Jerusalén viniendo de Jericó (19:1), Jesús y sus discípulos visitaron las aldeas de
Betania y Betfagé, situadas al este del Monte de los Olivos, solo a pocos kilómetros de Jerusalén.
Durante las noches de esa ùltima semana, Jesús se quedó en Betania y entraba a Jerusalén
durante el día.
Retos de Interpretación

 Al igual que Marcos, y en contraste a Mateo, Lucas parece enfocarse en una


audiencia gentil. Él identificó lugares que habrían sido conocidos para todos los
judíos (p.ej. 4:31; 23:51; 24:13), dando a entender que su audiencia iba más allá de
aquellos que ya tenían conocimiento de la geografía de Palestina. Él normalmente
prefirió usar terminología griega en lugar de hebraísmos (p. ej. "Calvarios" en lugar
de "Gólgata" en el 23:33). Los otros Evangelios usan términos semíticos
ocasionales tales como "Abba" (Mr. 14:36), "rabi" (Mt. 23:7, 8; Jn 1:38, 49) y
"hosanna" (Mt 21:9; Mr. 11:9, 10; Jn. 12:13), pero Lucas los omitió o usó
equivalentes griegos.

 Lucas citó el AT menos que Mateo y cuando cita pasajes del AT, casi siempre
emplea la LXX, una traducción griega de las Escrituras hebreas. Además, la
mayoría de las citas de Lucas del AT son referencias en lugar de ser citas directas,
y muchas de ellas aparecen en las palabras de Jesús en lugar de la narración de
Lucas (2:23, 24; 3:4-6; 4:8, 10-12, 18, 19; 7:27; 10:27; 18:20; 19:46; 20:17, 18, 37,
42, 43; 22:37).

 Lucas, más que cualquier otro escritor de los Evangelios, subrayó el espectro
universal de la invitación del evangelio. Él retrató a Jesús como el Hijo del Hombre,
rechazado por Israel y después ofrecido al mundo. Lucas repetidamente relató
narraciones gentiles, samaritanos y otros rechazados que encontraron gracia ante
los ojos de Jesús. Este énfasis es precisamente lo que esperaríamos de un
compañero cercano del "apóstol de los gentiles" (Ro. 11:13).

 Sin embargo, algunos críticos han dicho ver un gran vacío entre la teología de
Lucas y la de Pablo. Es verdad que el Evangelio de Lucas está prácticamente
carente de terminología que es claramente paulina. Lucas escribió con su propio
estilo. Sin embargo, la teología que se encuentra implícita en lo que escribe está en
perfecta armonía con la del apóstol. La médula de la doctrina de Pablo era la
justificación por la fe. Lucas también enfatizó e ilustró la justificación por la fe en
muchos de los incidentes y parábolas que él relató, principalmente el relato del
fariseo y el publicano (18:9-14); la conocida historia del hijo pródigo (15:11-32); el
incidente en casa de Simón (7:36-50); y la salvación de Zaqueo (19:1-10)
Temas históricos y teológicos
 El estilo de Lucas es el de un autor académicamente preparado y culto. Él escribió como un historiador
meticuloso, con frecuencia dando detalles que ayudarán a identificar el contexto histórico de los
acontecimientos que él describió (1:5; 2:1, 2; 3:1, 2; 13:1-4).

 Su relato de la natividad es el más completo en todos los registros de los Evangelio y como el resto de
la obra de Lucas, más pulido en su estilo literario. El incluyó en la narrativa del nacimiento una serie de
salmos de alabanza (1:46-55; 1:68-79; 2:14; 2:29-32; 34, 35). Solo él reportó las circunstancias no
comunes que rodearon el nacimiento de Juan el Bautista, el anuncio a María, el pesebre, los
pastores, Simeón y Ana (2:25-38).

 Un tema que se percibe por todo el Evangelio de Lucas es la compasión de Jesús


por los gentiles, samaritanos, mujeres, niños, recaudadores de impuestos,
pecadores y otros que con frecuencia eran considerados como desechados de la
sociedad de Israel. Cada vez que menciona a un recaudador de impuestos (3:12;
5:27; 7:29; 15:1; 18:10-13; 19:2) es en un sentido positivo. Sin embargo, Lucas no
ignoró la salvación de aquellos que eran ricos y respetables, (23:50-53). desde el
principio del ministerio público de Jesús (4:18) hasta las palabras finales del Señor
en la cruz (23:40-43), Lucas enfatizó este tema del ministerio de Cristo a los
rechazados de la sociedad. Una y otra vez él mostró como el gran Médico ministró
a los que estaban más conscientes de su necesidad (5:31, 32; 15:4-7, 31, 32;
19:10).

 El gran reconocimiento que Lucas le da a las mujeres es particularmente


significativo. Desde el relato de la natividad, donde a María, Elizabet y Ana se les
da preeminencia (caps.1; 2), a los acontecimientos de la mañana de resurrección,
donde las mujeres una vez más son los personajes principales (24:1, 10), Lucas
enfatizó el papel central de las mujeres en la vida y ministerio de nuestro Señor
(7:12-15, 35-50; 8:2, 3, 43-48; 10:38-42; 13:11-13; 21:2-4; 23:27-29, 49, 55, 56).

 Otros varios temas que se repiten forman hilos a lo largo del Evangelio de Lucas.
Ejemplos de estos son el temor humano en la presencia de Dios (1:12); perdón
(3:3; 5:20-25; 6:37; 7:41-50; 11:4; 12:10; 17:3, 4; 23:34; 24:47); gozo (1:14);
asombro ante los misterios de verdad divina (2:18); el papel del Espíritu Santo
(1:15, 35, 41, 67; 2:25-27; 3:16, 22; 4:1, 14, 18; 10:21; 11:13; 12:10, 12); el templo
en Jerusalén (1:9-22; 2:27-38, 46-49; 4:9-13; 18:10-14; 19:45-48; 20:1-21:6; 21:37,
38; 24:53); y las oraciones de Jesús (6:12).

 Comenzando con el 9:51, Lucas usó diez capítulos de su narración para dar un
diario del viaje final de Jesús a Jerusalén. Gran parte del material en esta sección
solo lo encontramos en Lucas. Este es el corazón del Evangelio de Lucas, y
muestra un tema que Lucas enfatizó a lo largo de su narración: La progresión
inevitable de Jesús hacia la cruz. Este fue el propósito mismo para el cual Cristo
había venido a la Tierra (9:22, 23; 17:25; 18:31-33; 24:25, 26, 46) y Él no iba a ser
detenido. La salvación de los pecadores fue su entera misión (19:10).
Vista Panorámica de Lucas
De los Evangelios, éste es el más cercano a una biografía de Jesús. Lucas era médico (Col. 4:14)
con un interés especial en cuestiones de su profesión (1:41; 4:38–40; 5:15–25; 6:17–19; 7:11–
15; 8:43–47, 49–56; 9:2, 6, 11; 13:11–13; 14:2–4; 17:12–14; 22:50–51). Fue un colaborador de Pablo
(Flm 24) y estaba con el apóstol antes de su martirio (2 Ti 4:11). Lucas fue el único gentil (Col
1:11, 14) de los escritores de las Escrituras y el único de los evangelistas que escribió una secuela a
su Evangelio (1:1–4; Hch 1:1–3). Al medirse el material por páginas, él escribió más del Nuevo
Testamento que cualquier otro escritor.
Lucas escribió su Evangelio quizás en Cesarea durante los dos años del encarcelamiento de
Pablo (Hch 24:27; 25:4) o después de llegar a Roma (Hch 27:1; 28:16), cerca del año 58–60 d.C. El
se valió del testimonio de testigos presenciales (1:2) y de muchos relatos escritos (1:1), como
también de la tradición oral (1:4); todo esto bajo la dirección del Espíritu Santo. El recipiente
inmediato del Evangelio de Lucas fue Teófilo, nombre que significa “amigo de Dios” (1:3);
probablemente él haya sido un importante oficial romano (“excelentísimo”, 1:3; cp. Hch
23:26; 24:3; 26:25) y quizás un convertido de Lucas. Los escritos de Lucas fueron especialmente
para los griegos, muchos de los cuales acababan de venir a la fe en Cristo (Hch
11; 17:4; 19:17; 20:21). Su Evangelio es universal en alcance (2:10; 3:6). Sólo él, de los escritores de
los Evangelios, menciona la viuda en Sidón (4:25–26), Naamán de Siria (4:27), el buen samaritano
(10:30–37) y los tiempos de los gentiles (21:24). Sus comentarios acerca de los recaudadores de
impuestos son positivos (3:12; 5:27; 7:29; 15:1; 18:10–13; 19:2–3).
Lucas proporciona abundantes enseñanzas doctrinales. Es el primer escritor del Nuevo
Testamento que introduce el tema de la redención (1:68; 2:38; 21:28; 24:21). Presenta a Jesús como
el Mesías (Zac 6:12), un verdadero Pariente Redentor para la humanidad, que cumple la ley de la
redención de Lv 25:23–55, donde la idea de “redimir” ocurre 15 veces. También ilustra la justificación
por la fe (7:36–50; 15:11–32; 18:9–14; 19:1–10). La oración se enfatiza (11:1–13; 18:1–8, 10–
13; 21:36) y la alabanza predomina en su Evangelio; le da a la iglesia grandes himnos tal como el
Magníficat (1:46–55), Benedictus (1:68–79) y Gloria a Dios (2:14). Lucas presenta el más amplio
relato del desarrollo humano de Jesús (2:1–4:13) y las mujeres y los niños son mencionados con
respeto (2:19, 36–38; 7:12–15; 8:41–42; 10:38–42; 13:11–13; 18:15).
Después de su clásico prefacio (1:1–4), Lucas dedica una sección larga a Juan el Bautista, el
antecesor del Redentor (1:5–80). Luego viene la preparación del Redentor: su nacimiento, bautismo,
genealogía y tentación (2:1–4:13). La presentación del Redentor comienza con su ministerio público
en Galilea cuando Jesús inicia su labor (4:14–44), llama a sus discípulos (5:1–6:16) y concluye
ministrando en el norte del país (6:17–9:50). Lucas continúa presentando a Jesús camino a
Jerusalén (9:51–19:28). Dentro de esta parte del viaje, se registran veintisiete parábolas dichas por
Jesús, de las que diecisiete son exclusivas en este Evangelio. El pago del Redentor se menciona
enseguida (19:29–23:56) al pagar el Redentor el precio (Lv 25:25) para volver a comprar a las
personas perdidas, esclavizadas por el pecado y Satanás. Lucas concluye con las pruebas del
Redentor en sus apariciones y ascensión (24:1–53; cp. Hch 1:3).
Este Evangelio comienza y finaliza con gozo (1:14; 24:52) y la alegría aparece a través del libro
(1:44, 47, 58; 2:10; 6:23; 8:13; 10:17, 20–21; 13:17; 15:5–7, 9–10, 32; 19:37; 24:41). Es una fuente
constante de alegría a todo el que escucha por primera vez, o a quien se le recuerda, de la gracia de
Dios por medio del Mesías, el Redentor, quien logró la salvación para todos los que confían en la
sangre que El derramó y así reciben la vida eterna.

Hernández, E. A., & Lockman Foundation (La Habra, C. (2003). Biblia de estudio : LBLA. (Lc). La
Habra, CA: Editorial Funacion, Casa Editoral para La Fundacion Biblica Lockman.
Conexiones
Como gentil, las referencias de Lucas al Antiguo Testamento son relativamente pocas,
comparadas con el Evangelio de Mateo, y la mayoría de las referencias del Antiguo Testamento
están en las palabras dichas por Jesús, más que en la narración de Lucas. Jesús utiliza el Antiguo
Testamento para defenderse contra los ataques de Satanás, respondiéndole con “Escrito está”
(Lucas 4:1-3); para identificarse a Sí mismo como el Mesías prometido (Lucas 4:17-21); para
recordar a los fariseos su imposibilidad de guardar la Ley y su necesidad de un Salvador (Lucas
10:25-28, 18:18-27); y para confundir su conocimiento cuando trataban de engañarlo y probarlo
(Lucas 20).

Importancia en la Biblia
Lucas presenta a Cristo como el Hijo del Hombre (19.10), es decir, el Mesías de Dios y el
Hombre ideal que vino a identificarse con la humanidad y a ser Salvador de ella (2.32;
3.6). Se traza la experiencia de Jesús a través de toda una vida normal, desde
su genealogía, la cual Lucas remonta hasta Adán (3.23–28), su nacimiento (2.1–20),
infancia
(2.21–39) y niñez (2.40–52) hasta su madurez. Jesús participa plenamente de la vida humana. Es
Salvador de toda clase de personas: judíos, samaritanos (9.52–56; 10.30–37; 17.11–19) y
quienes tenían otras religiones (2.32; 3.6, 8; 4.25–27; 7.9); hombres y mujeres;
publicanos (3.12; 5.27–32; 7.37–50; 19.2–10), y fariseos (7.36; 11.37; 14.1);
ricos (19.2; 23.50), y pobres (1.53; 2.7; 6.20; 7.22). Es a la vez Salvador universal e individual.

Lucas da prominencia a la oración. Relata nueve oraciones de Jesús, de las cuales solo dos se
encuentran en los otros Evangelios. Dos de sus parábolas particulares tratan de la
oración (11.1–13; 18.1–8). Solo Lucas nos informa que Jesús intercedió por Pedro (22.31,
32), que exhortó a los discípulos a orar en Getsemaní (22.40), y que oró por
sus enemigos (23.34).
El Espíritu Santo es otro tema importante (4.1, 14; 10.21; 11.13; 24.49). La humanidad del
Señor se revela en su dependencia del Padre en la oración, y del Espíritu Santo. El gozo
y la alabanza ocupan un lugar especial (1.14, 44, 47; 6.21, 23; 10.21; 15.23, 32; 24.52s);
solo en Lucas figuran los cuatro himnos: el Magnificat (1.46–55), el Benedictus (1.68–79),
el Gloria in Excelsis Deo (2.14) y el Nunc Dimittis (2.29–32).
Preguntas en Lucas
Al ver las preguntas nos ayudará a entender más claramente al autor, los destinatarios y el
propósito al escribir. Se toman en cuenta los siguientes puntos:
1. Identificar quién hace la pregunta (Dios, el autor o destinatario).
2. La pregunta es contestada o es una pregunta retórica.
3. La pregunta afirma o define el propósito del autor.

Lucas (RV1960) ¿Quién Respuesta Propósito


pregunta? o retórica

1 1:18 Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré


esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad
avanzada.

2 1:34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será


esto? pues no conozco varón.

3 1:43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la


madre de mi Señor venga a mí?

4 1:61 Le dijeron: ¿Por qué? No hay nadie en tu


parentela que se llame con ese nombre.

5 1:66 Y todos los que las oían las guardaban en su


corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño?
Y la mano del Señor estaba con él.

6 2:48 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo


su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He
aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia.

7 2:49 Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais?


¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es
necesario estar?

8 2:49 Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais?


¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me
es necesario estar?

9 3:7 Y decía a las multitudes que salían para ser


bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras!
¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?

10 3:10 Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces,


¿qué haremos?

11 3:12 Vinieron también unos publicanos para ser


bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos?

12 3:14 También le preguntaron unos soldados,


diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No
hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y
contentaos con vuestro salario.

13 4:22 Y todos daban buen testimonio de él, y


estaban maravillados de las palabras de gracia que
salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de
José?

14 4:34 diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con


nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para
destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de
Dios.

15 4:34 diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros,


Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos?
Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.

16 4:36 Y estaban todos maravillados, y hablaban


unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que
con autoridad y poder manda a los espíritus
inmundos, y salen?

17 5:21 Entonces los escribas y los fariseos


comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste
que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar
pecados sino sólo Dios?

18 5:21 Entonces los escribas y los fariseos


comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que
habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar
pecados sino sólo Dios?

19 5:22 Jesús entonces, conociendo los pensamientos


de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en
vuestros corazones?

20 5:23 ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te


son perdonados, o decir: Levántate y anda?

21 5:30 Y los escribas y los fariseos murmuraban


contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y
bebéis con publicanos y pecadores?

22 5:33 Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los


discípulos de Juan ayunan muchas veces y
hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos,
pero los tuyos comen y beben?

23 5:34 El les dijo: ¿Podéis acaso hacer que los que


están de bodas ayunen, entre tanto que el
esposo está con ellos?
24 6:2 Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué
hacéis lo que no es lícito hacer en los días de
reposo?

25 6:3 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto


habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo
hambre él, y los que con él estaban; 6:4 cómo
entró en la casa de Dios, y tomó los panes de
la proposición, de los cuales no es lícito
comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, y
dio también a los que estaban con él?

26 6:9 Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una


cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o
hacer mal? ¿salvar la vida, o quitarla?

27 6:9 Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una


cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o
hacer mal? ¿salvar la vida, o quitarla?

28 6:32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué


mérito tenéis? Porque también los pecadores
aman a los que los aman.

29 6:33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué


mérito tenéis? Porque también los pecadores
hacen lo mismo.

30 6:34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis


recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los
pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro
tanto.

31 6:39 Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un


ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el
hoyo?

32 6:39 Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un


ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el
hoyo?

33 6:41 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de


tu hermano, y no echas de ver la viga que está
en tu propio ojo?

34 6:42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano:


Hermano, déjame sacar la paja que está en tu
ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo
tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio
ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que
está en el ojo de tu hermano.
35 6:46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no
hacéis lo que yo digo?

36 7:19 y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres


tú el que había de venir, o esperaremos a otro?

37 7:20 Cuando, pues, los hombres vinieron a él,


dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para
preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o
esperaremos a otro?

38 7:24 Cuando se fueron los mensajeros de Juan,


comenzó a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis
a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el
viento?

39 7:24 Cuando se fueron los mensajeros de Juan,


comenzó a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis
a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el
viento?

40 7:25 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre


cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que
tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en los
palacios de los reyes están.

41 7:25 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre


cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los
que tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en
los palacios de los reyes están.

42 7:26 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí,


os digo, y más que profeta.

43 7:26 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí,


os digo, y más que profeta.

44 7:31 Y dijo el Señor: ¿A qué, pues, compararé los


hombres de esta generación, y a qué son
semejantes?

45 7:42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a


ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?

46 7:44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta


mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para
mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas,
y los ha enjugado con sus cabellos.

47 7:49 Y los que estaban juntamente sentados a la


mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste,
que también perdona pecados?
48 8:9 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué
significa esta parábola?

49 8:25 Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y


atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a
otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las
aguas manda, y le obedecen?

50 8:25 Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y


atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a
otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a
las aguas manda, y le obedecen?

51 8:28 Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y


postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué
tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?
Te ruego que no me atormentes.

52 8:30 Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te


llamas? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios
habían entrado en él.

53 8:45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha


tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con
él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime,
y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?

54 8:45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha


tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con
él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime,
y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?

55 9:9 Y dijo Herodes: A Juan yo le hice decapitar;


¿quién, pues, es éste, de quien oigo tales
cosas? Y procuraba verle.

56 9:18 Aconteció que mientras Jesús oraba aparte,


estaban con él los discípulos; y les preguntó,
diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo?

57 9:20 El les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que


soy? Entonces respondiendo Pedro, dijo: El Cristo
de Dios.

58 9:25 Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana


todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí
mismo?

59 9:41 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación


incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar
con vosotros, y os he de soportar? Trae acá a tu
hijo.
60 9:54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan,
dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que
descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los
consuma?

61 10:25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y


dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa
heredaré la vida eterna?

62 10:26 El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley?


¿Cómo lees?

63 10:26 El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley?


¿Cómo lees?

64 10:29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo,


dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?

65 10:36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que


fue el prójimo del que cayó en manos de los
ladrones?

66 10:40 Pero Marta se preocupaba con muchos


quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da
cuidado que mi hermana me deje servir sola?
Dile, pues, que me ayude.

67 11:5 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que


tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice:
Amigo, préstame tres panes, 11:6 porque un
amigo mío ha venido a mí de viaje, y no
tengo qué ponerle delante; 11:7 y aquél,
respondiendo desde adentro, le dice: No me
molestes; la puerta ya está cerrada, y mis
niños están conmigo en cama; no puedo
levantarme, y dártelos?

68 11:11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide


pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar
de pescado, le dará una serpiente?

69 11:11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide


pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar
de pescado, le dará una serpiente?

70 11:12 ¿O si le pide un huevo, le dará un


escorpión?

71 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar


buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a
los que se lo pidan?
72 11:18 Y si también Satanás está dividido contra sí
mismo, ¿cómo permanecerá su reino? ya que
decís que por Beelzebú echo yo fuera los demonios.

73 11:19 Pues si yo echo fuera los demonios por


Beelzebú, ¿vuestros hijos por quién los echan?
Por tanto, ellos serán vuestros jueces.

74 11:40 Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo


también lo de adentro?

75 12:6 ¿No se venden cinco pajarillos por dos


cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado
delante de Dios.

76 12:14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha


puesto sobre vosotros como juez o partidor?

77 12:17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué


haré, porque no tengo dónde guardar mis
frutos?

78 12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a


pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién
será?

79 12:24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni


siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios
los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que
las aves?

80 12:25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse


añadir a su estatura un codo?

81 12:26 Pues si no podéis ni aun lo que es menos,


¿por qué os afanáis por lo demás?

82 12:28 Y si así viste Dios la hierba que hoy está en


el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto
más a vosotros, hombres de poca fe?

83 12:41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta


parábola a nosotros, o también a todos?

84 12:42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo


fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su
casa, para que a tiempo les dé su ración?

85 12:49 Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué


quiero, si ya se ha encendido?

86 12:51 ¿Pensáis que he venido para dar paz en la


tierra? Os digo: No, sino disensión.
87 12:56 ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del
cielo y de la tierra; ¿y cómo no distinguís este
tiempo?

88 12:57 ¿Y por qué no juzgáis por vosotros


mismos lo que es justo?

89 13:2 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que


estos galileos, porque padecieron tales cosas,
eran más pecadores que todos los galileos?

90 13:4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la


torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más
culpables que todos los hombres que habitan en
Jerusalén?

91 13:7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que


vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo;
córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra?

92 13:15 Entonces el Señor le respondió y dijo:


Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el
día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo
lleva a beber?

93 13:16 Y a esta hija de Abraham, que Satanás había


atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de
esta ligadura en el día de reposo?

94 13:18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de


Dios, y con qué lo compararé?

95 13:20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino


de Dios?

96 13:23 Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que


se salvan? Y él les dijo:

97 14:3 Entonces Jesús habló a los intérpretes de la


ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el
día de reposo?

98 14:5 Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de


vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo,
no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de
reposo?

99 14:28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo


edificar una torre, no se sienta primero y calcula
los gastos, a ver si tiene lo que necesita para
acabarla?
100 14:31 ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra
otro rey, no se sienta primero y considera si
puede hacer frente con diez mil al que viene
contra él con veinte mil?

101 14:34 Buena es la sal; mas si la sal se hiciere


insípida, ¿con qué se sazonará?

102 15:4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien


ovejas, si pierde una de ellas, no deja las
noventa y nueve en el desierto, y va tras la que
se perdió, hasta encontrarla?

103 15:8 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si


pierde una dracma, no enciende la lámpara, y
barre la casa, y busca con diligencia hasta
encontrarla?

104 16:2 Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que


oigo acerca de tí? Da cuenta de tu mayordomía,
porque ya no podrás más ser mayordomo.

105 16:3 Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué


haré? Porque mi amo me quita la mayordomía.
Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.
16:4 Ya sé lo que haré para que cuando se
me quite de la mayordomía, me reciban en
sus casas. 16:5 Y llamando a cada uno de los
deudores de su amo, dijo al primero:
¿Cuánto debes a mi amo?

106 16:5 Y llamando a cada uno de los deudores de su


amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?

107 16:7 Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y


él dijo: Cien medidas de trigo. El le dijo: Toma tu
cuenta, y escribe ochenta.

108 16:11 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis


fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?

109 16:12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os


dará lo que es vuestro?

110 17:7 ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo


que ara o apacienta ganado, al volver él del
campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa?

111 17:8 ¿No le dice más bien: Prepárame la cena,


cíñete, y sírveme hasta que haya comido y
bebido; y después de esto, come y bebe tú?
112 17:9 ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo
que se le había mandado? Pienso que no.

113 17:17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los


que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde
están?

114 17:18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a


Dios sino este extranjero?

115 17:37 Y respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor?


El les dijo: Donde estuviere el cuerpo, allí se
juntarán también las águilas.

116 18:7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus


escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se
tardará en responderles?

117 18:7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus


escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se
tardará en responderles?

118 18:8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero


cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la
tierra?

119 18:18 Un hombre principal le preguntó, diciendo:


Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida
eterna?

120 18:19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno?


Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.

121 18:26 Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues,


podrá ser salvo?

122 18:41 diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él


dijo: Señor, que reciba la vista.

123 19:23 ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el


banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido
con los intereses?

124 19:31 Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo


desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo
necesita.

125 19:33 Y cuando desataban el pollino, sus dueños


les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino?

126 20:2 y le hablaron diciendo: Dinos: ¿con qué


autoridad haces estas cosas? ¿o quién es el que
te ha dado esta autoridad?
127 20:2 y le hablaron diciendo: Dinos: ¿con qué
autoridad haces estas cosas? ¿o quién es el que
te ha dado esta autoridad?

128 20:4 El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los


hombres?

129 20:5 Entonces ellos discutían entre sí, diciendo: Si


decimos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le
creísteis?

130 20:13 Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué


haré? Enviaré a mi hijo amado; quizás cuando le
vean a él, le tendrán respeto.

131 20:15 Y le echaron fuera de la viña, y le mataron.


¿Qué, pues, les hará el señor de la viña?

132 20:17 Pero él, mirándolos, dijo: ¿Qué, pues, es lo


que está escrito: La piedra que desecharon los
edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo?

133 20:22 ¿Nos es lícito dar tributo a César, o no?

134 20:23 Mas él, comprendiendo la astucia de ellos,


les dijo: ¿Por qué me tentáis?

135 20:24 Mostradme la moneda. ¿De quién tiene la


imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron:
De César.

136 20:33 En la resurrección, pues, ¿de cuál de ellos


será mujer, ya que los siete la tuvieron por
mujer?

137 20:41 Entonces él les dijo: ¿Cómo dicen que el


Cristo es hijo de David?

138 20:44 David, pues, le llama Señor; ¿cómo entonces


es su hijo?

139 21:7 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo


será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas cosas
estén para suceder?

140 21:7 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo


será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas
cosas estén para suceder?

141 22:9 Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la


preparemos?
142 22:11 y decid al padre de familia de esa casa: El
Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde
he de comer la pascua con mis discípulos?

143 22:27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a


la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a
la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que
sirve.

144 22:27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la


mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la
mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que
sirve.

145 22:35 Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, sin


alforja, y sin calzado, ¿os faltó algo? Ellos dijeron:
Nada.

146 22:46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y


orad para que no entréis en tentación.

147 22:48 Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso


entregas al Hijo del Hombre?

148 22:49 Viendo los que estaban con él lo que había


de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos a
espada?

149 22:52 Y Jesús dijo a los principales sacerdotes, a


los jefes de la guardia del templo y a los ancianos,
que habían venido contra él: ¿Como contra un
ladrón habéis salido con espadas y palos?

150 22:64 y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro,


y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el
que te golpeó?

151 22:67 ¿Eres tú el Cristo? Dínoslo. Y les dijo: Si os


lo dijere, no creeréis;

152 22:70 Dijeron todos: ¿Luego eres tú el Hijo de


Dios? Y él les dijo: Vosotros decís que lo soy.

153 22:71 Entonces ellos dijeron: ¿Qué más


testimonio necesitamos? porque nosotros mismos
lo hemos oído de su boca.

154 23:3 Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres


tú el Rey de los judíos? Y respondiéndole él, dijo:
Tú lo dices.
155 23:22 El les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal
ha hecho éste? Ningún delito digno de muerte he
hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré.

156 23:31 Porque si en el árbol verde hacen estas


cosas, ¿en el seco, qué no se hará?

157 23:40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo:


¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma
condenación?

158 24:5 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a


tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los
muertos al que vive?

159 24:17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que


tenéis entre vosotros mientras camináis, y por
qué estáis tristes?

160 24:18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba


Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en
Jerusalén que no has sabido las cosas que en
ella han acontecido en estos días?

161 24:19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le


dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta,
poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de
todo el pueblo;

162 24:26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera


estas cosas, y que entrara en su gloria?

163 24:32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía


nuestro corazón en nosotros, mientras nos
hablaba en el camino, y cuando nos abría las
Escrituras?

164 24:38 Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y


vienen a vuestro corazón estos pensamientos?

165 24:41 Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y


estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo
de comer?
Los dos volúmenes de Lucas
Conviene tener en cuenta, al iniciar el estudio de Lucas, que Lucas y Hechos originalmente
formaban un solo documento escrito en dos rollos. Resulta, pues, que el relato de Lucas comienza con
el nacimiento de nuestro Salvador y continúa con la expansión de las buenas nuevas de Dios desde
Jerusalén hacia Roma. Esto hace que nuestra investigación en cuanto a la identidad del autor, su
propósito, y el tiempo y lugar de la composición, tenga que tomar en consideración cualquier indicio
que se nos ofrece en ambos volúmenes. La estrecha conexión entre Lucas y Hechos surge con clara
evidencia en dos áreas:
1. La relación entre el final del evangelio y el principio de Hechos.
2. Los notables paralelos que hay entre los dos libros en cuanto a estructura y detalles.

Llama realmente la atención la forma cómo Lucas conecta la conclusión del evangelio con el primer
capítulo de Hechos:

Lucas Hechos
24:33-34, 36 Jesús aparece a sus apóstoles 1:3
24:36-43 Jesús demuestra su identidad 1:3
24:49 Jesús da un encargo a sus seguidores 1:4
24:47-48 Los apóstoles, testigos en Jerusalén 1:8
24:51-52 Los apóstoles vuelven a Jerusalén 1:12

Más llamativos aún son los paralelos en materia de estructura y detalles que evidencian ambos
libros:

Lucas Hechos
1:1-4 Prefacio dirigido a Teófilo 1:1-2
3:22 El Espíritu desciende en forma visible 2:1-13
4:16-30 El sermón inaugural 2:14-40
5:17-26 Curación de un paralítico 3:1-10
7:1-10 Un capitán romano ruega a Jesús / 10:1-23
Pedro que venga a su casa
7:11-17 Viuda y resurrección 9:36-43
9:51-19:28 Viaje a Jerusalén, para padecer 19:21-21:17
22:54 Arrestan a Jesús/Pablo 21:30
22:63-64 Se burlan de Jesús/Pablo 23:2
22:66; 23:1, 8, 13 Cuatro interrogatorios a Jesús/Pablo 23-26
23:4, 14, 22 Jesús/Pablo es declarado inocente 3 veces 23:29; 25:25; 26:31
Partidos políticos en los días de Jesús
¿Cuál era la postura política de Jesús? Podríamos especular sobre cuáles podrían ser sus
preferencias hoy, y cuáles eran sus ideales polìticos, si tenía alguno, ¿cuáles favoreció durante su vida
terrenal? ¿Qué líderes aprobó? ¿Qué causas apoyó? Por eso, ¿era la opción un problema para Él?

Sería difícil, si no imposible, dar algunas respuestas satisfactorias, Jesús parecía estar
altamente consciente de los traficantes políticos en su sociedad, y mostró una notable habilidad ante
ellos cuando fue necesario, pero nunca participó en la política en sentido formal. Y, por supuesto, vivió
en un sistema completamente diferente del nuestro.

Aun si nosotros podemos saber precisamente cuáles eran las afiliaciones de Jesús, por lo
menos podemos comprender algunas de las dinámicas políticas que estaban en acción en Palestina
en la primera mitad del primer siglo. Por ejemplo, sabemos que existían por lo menos cinco partidos
políticos entre los Hebreos de aquellos días.

Los Herodianos: fieles defensores del status quo


 Tomaron su nombre de Herodes el Grande (37-4 a.C.) y sus defensores.
 Apoyaban la adopción de la cultura y política Greco-Romana en Palestina.
 Como los fariseos, favorecían la autonomía política local. Temerosos de la intervención militar
Romana, resistían a los opositores del estatus quo, como Zelotes, Juan el Bautista , Jesús, y
los apóstoles.
 Unieron fuerzas con otros partidos en la conspiración para dar muerte a Jesús (Mt 22:16; Mc
3:6; 12:13).

Los Fariseos: religiosos legalistas


 Probablemente derivaron de un grupo de los fieles llamados los Hasidim.
 El nombre quiere decir “separar”.
 Compartían opiniones similares a las de los esenios, pero preferían permanecer dentro de la
gran sociedad. Sin embargo, muchos escogieron estudiar la ley por su cuenta, por haber perdido
el respeto hacia el sacerdocio como resultado de su corrupción.
 Muchos servián en el concilio (Hch 6:12).
 Considerados los doctores de la ley; los escribas eran considerados laicos.
 Recolectaron y preservaron el Talmud y el Mishna, resultado voluminoso de la tradición oral y
comentarios del AT.
 Por reputación, consagrados legalista y fanaticamente a la tradición rabínica, algunos se
negaban a comer con los que no eran fariseos por temor a ser contaminados por alimentos que
no fueran ritualmente limpios.
 Como los herodianos, favorecían la autonomía política local.
 Diferían de los saduceos en la doctrina de la resurrección.
 Comprendían la venida del Reino como cumplimiento literal de la promesa hecha a David, de
un rey que reinará sobre Israel por siempre.
 Mantenían una elaborada teología de los ángeles; creían en su intervención en asuntos
humanos.

Los Saduceos: la elite urbana


 Posiblemente de la línea de Zadoc, sumo sacerdote durante el reinado de David.
 Tendían a representar a los aristócratas, sacerdotes, mercaderes y la elite urbana en Jerusalén
y otras ciudades en Judea.
 Hostiles a Jesús y a sus seguidores.
 Muchos servían en el concilio. La mayoría de los sumos sacerdotes en los días de Jesús y los
apóstoles eran saduceos.
 Negaban la resurrección o la vida después de la muerte, junto con las doctrinas del castigo
eterno y un reino literal.
 Negaban que Dios controlara la historia, e insistían en el libre albedrío y la responsabilidad de
los humanos para tomar decisiones sabias conforme a la ley.
 Guardaban sólo la ley de Moisés (los primeros cinco libros del AT) como autoridad suprema.
 Negaban la existencia de los ángeles.

Los Zelotes: Agitadores revolucionarios


 Ardientes nacionalistas que esperaban una oportunidad para rebelarse contra Roma.
 Se resistían a pagar impuestos a Roma o al Templo.
 Una revuelta contra cierto impuesto y contra Roma, guiada por Judas el Galileo (6 a.C.), dios a
los galileos la reputación de semillero de revolucionarios.
 Culpados por la caída de Judea ante Roma en la guerra del 66-70 d.C. Josefo, historiador judío,
afirma que degeneraron en simples asesinos o sicarios (hombres de puñal).
 Coincidian con los fariseos en el apoyo a la ley Judía.
 Opuestos a los herodianos y saduceos, que trataban de mantener la política del status quo.
 Intolerantes hacia los esenios y más tarde hacia los cristianos por su tendencia hacia la no
violencia.
 Dos zelotes reclutados por Jesús eran Judas Iscariote y SImón el cananita.

Los Esenios: Puristas separados


 Secta de ascetas que floreció entre la mitad del segundo siglo a.C. hasta la guerra judío-romana
de los años 66-70 d.C.
 Habían sido miembros del Hasidim, pero a diferencia de los fariseos, se apartaron de la
sociedad, y se retiraron formando una comunidad monástica como QuMcán, donde se
encontraron los rollos del Mar Muerto.
 Conocidos hoy por medio de fuentes secundarias.
 Vivían en sociedades que tenían las posesiones en común.
 Creían en la inmortalidad del alma, en los ángeles y un elaborado esquema profético del fin de
los tiempos. Algunos esperaban a tres diferentes Mesías.
 Conocidos por el celibato, el pacifismo, la oposición a la esclavitud, cuidaban de sus enfermos
y ancianos, comerciaban sólo dentro de su propia secta, y eran sencillos en alimentación y
vestuario, y rechazaban toda la ostentación.
 Ponían atención al ceremonial de purificación aún más que los fariseos y guardaban
cuidadosamente el día de reposo.
 Practicaban el bautismo ritual y una comida comunitaria llamada el banquete mesiánico.
 Podrían haber influido sobre algunas prácticas y rituales de los primeros cristianos.

(Nuevo Comentario ilustrado de la Biblia. Caribe. p1142)

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