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Los conflictos existen desde el mismo origen del ser humano. No en vano, en el Génesis de la
Biblia, se relata uno de los primeros conflictos del hombre, en relación con la fruta prohibida y
la tentación del mal, seduciendo a que quien la come sería igual a Dios. El resultado, o la forma
de resolver dicho conflicto: la expulsión del paraíso. Lo propio con los conflictos del imperio
romano, los de la Edad Media, los de la Revolución francesa y las independencias de lo que hoy
conocemos como Estados Modernos, derivados de dicha revolución; los conflictos propios de
la revolución industrial, del comunismo, del capitalismo, de las posiciones fundamentalistas
religiosas. En fin, la historia del conflicto corresponde a la historia de la misma humanidad,
pues no hay un capítulo conocido en donde reine de manera absoluta la paz y la armonía.
Imagen 1.
Fuente: http://www.cahrdlicka.cz/img/slide1.jpg
“Asociado a circunstancias antagónicas, o por lo menos adversas, que enfrentan a los individuos en
cuanto a su percepción del entorno y a sus intereses, aspiraciones y motivaciones, el conflicto ha esta-
do presente en todas las civilizaciones desde la antigüedad. En su necesidad de resolverlo encontran-
do salidas óptimas, la sociedad ha teorizado sobre los mecanismos distintos que se han abordado a
través de la historia. Es así como por ejemplo, desde la sociología se ha abordado el tema a partir de la
cooperación y de las teorías conflictualistas que como la marxista y la liberal explicaron inicialmente
el tema, y cuya base diferencial radica en el enfoque político por supuesto, a partir de sus postulados
sobre el manejo del poder y las contradicciones sociales.
La primera de estas dos teorías se ubica en Europa hacia la primera mitad del siglo XIX y estima el
conflicto como una confrontación de clases sociales porque históricamente una ha tenido domi-
nio sobre la otra; sin embargo esta teoría no es considerada por la liberal como absoluta, pues el
conflicto sobrepasa esa barrera cuando enfrenta a individuos que siendo de la misma clase tienen
intereses encontrados que chocan en abierta contradicción como por ejemplo: hoy la comunidad
gay enfrentada a una sociedad que no le permite mostrar su identidad y le niega un espacio digno.
Esta teoría conflictual nace al fragor de postulados de libertad, justicia y solidaridad con influen-
cia de la teoría marxista, no desconoce los conflictos de clase, pero agrupa los actores sociales
en otros niveles, lo que conlleva a los teóricos a señalar que la clase es una categoría de base
económica y no siempre esta es la característica importante en muchos conflictos como los que
enfrentan en distintos grupos sociales como vemos por ejemplo las comunidades religiosas, las
organizaciones de género, o las nuevas generaciones con sus padres, etc., el ingrediente cultural
en la disputa grupal es muy importante para la corriente liberal, que amplía los componentes
sociales del conflicto incluyendo el personal o individual, lo que nos permite la posibilidad de
aterrizarlo y particularizarlo en grupos grandes o pequeños y de establecer la conflictividad espe-
cífica de los individuos.
Estas teorías se enfrentan a la estructura funcionalista que defendía los cambios sociales paula-
tinos como corriente conservadora que era, y que quería preservar la imagen de armonía social
a través de la cooperación y para quien la sociedad se encuentra constituida por estructuras y
subestructuras que se relacionan de manera perfecta realizando cada una su función y cuyo obje-
tivo es la estabilidad y el desarrollo social, postulados rebatidos en el renacimiento de las teorías
conflictualistas que ven en esta posición una manera de preservar modelos de sociedades que
quieren imponer su estilo.
Son los aportes de la sociología los que nos han permitido ir construyendo algunos conceptos
sobre los conflictos sociales y en los que termina involucrándose por supuesto el derecho, ciencia
que ofrece soluciones y sanciones para quienes quieran ponerse de acuerdo o transgredir reglas
de convivencia y armonía ciudadana”.
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Centro de Conciliación, Arbitraje y Amigable Composición. Fundación Universitaria del Área Andina. Bogotá,
D.C. Colombia.
Conflicto. (Del lat. conflictus):1. m. Combate, lucha, pelea. U. t. en sent. fig.2. m. Enfrentamien-
to armado.3. m. Apuro, situación desgraciada y de difícil salida.4. m. Problema, cuestión,
materia de discusión.5. m. Psicol. Coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo,
capaces de generar angustia y trastornos neuróticos.6. m. desus. Momento en que la batalla
es más dura y violenta.
Existen diversos conceptos de conflicto como materia de estudio de la psicología social, entre
las cuales resaltamos las siguientes:
Para el alemán Ralf Dahrendorf, el conflicto es un hecho social universal y necesario, que se
resuelve en el cambio social.
Karl Marx, por su parte, situaba al origen del conflicto en la dialéctica del materialismo y en
la lucha de clases.
La noción de conflicto es clave y eje central del pensamiento de la Psicología Social. El con-
flicto es inherente a la interacción humana. (A.N. Whitehead).
Diferencia de intereses u opiniones entre una o más partes sobre determinada situación o tema.
Involucra pensamiento y acción de los involucrados. (Esteban Núñez).
Para que exista un conflicto debe haber intereses contrapuestos entre sujetos o grupos de
sujetos. Cuando los intereses son los mismos, no estamos en la presencia de un conflicto.
Así mismo, el conflicto no es sinónimo de violencia, una cosa es al conjunto de emociones
negativas derivadas de un conflicto, al conflicto mismo.
Dentro de esa misma perspectiva positiva del duos piensan distinto, tienen creencias dife-
conflicto, la dra. Mery Ramírez2 señala que: rentes, o aspiran cambios en la controversia.
“El conflicto es una situación que nos pone Traído al plano personal este criterio, nos
en estado de alerta y tensión frente a otra enfrenta a que en la casa, en el trabajo, en
persona. Estimula nuestros sentidos y sensa- nuestras relaciones comerciales y jurídicas
ciones y nos sitúa en posición de rivalidad, cotidianas actuamos de acuerdo a circuns-
una rivalidad que pone en juego nuestros tancias del entorno, sin que necesariamente
intereses, los cuales se busca siempre salvo, el conflicto en sí mismo sea negativo, como
en ocasiones al precio que sea. No encontrar si lo pueden ser las soluciones que no abor-
el camino más acertado para canalizar un demos con cuidado. Es precisamente esa
asunto que se asocia con la palabra proble- distinta mirada individual sobre el mundo, la
ma, crea confusión y provoca en ocasiones que pone en contraposición a las personas,
sentimientos negativos que se revierten en quienes esgrimen sus razones como válidas y en
la solución. Sumado a ello, las personas en consecuencia sus intereses como superiores.
ocasiones no evidencian las causas reales de
ese conflicto y conscientes o inconsciente- El estado de “trance”, de “crisis” que se des-
mente salen a flote algunas que verdadera- ata con el conflicto no permite que se vean
mente no lo son. claramente las causas y las posibles solucio-
nes, por lo que históricamente la sociedad
El conflicto en sí no es negativo, pues gracias a ha construido la figura de un tercero que sin
él, opinan varios de los autores, las sociedades estar implicado, resulte un mediador con una
no son estáticas, su dinamismo y transforma- mirada que se espera sea objetiva y que ayu-
ción se debe precisamente a que los indivi- de a apreciar el panorama adverso y a despe-
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Centro de Conciliación, Arbitraje y Amigable jarlo. Es a ese mediador a quien le correspon-
Composición. Fundación Universitaria del Área de iniciar un proceso de reconocimiento de
Andina. Bogotá, D.C. Colombia. la situación y de la personalidad de las partes
Existe otro conocido como Conflicto de evasión-evasión en donde las disyuntivas son
totalmente diferentes a la anterior, pues cualquiera es indeseable para la persona y la
actitud que se asume es la de alejarse de las posibilidades que representa una solución,
creando así estados de indecisión y de ansiedad; el Conflicto de atracción-evasión es la
situación intermedia entre las dos anteriores, donde se presentan aspectos positivos y
negativos y así mismo lo son sus salidas; la fuerza de este tipo de conflicto puede generar
tensiones y obsesiones.
Otra denominación del conflicto que apunta a las posibilidades de interrelación de las per-
sonas, podemos señalar que los conflictos se clasifican en Intrapersonales: cuando resulta
su origen en el ser íntimo con sus valores, percepciones y sensaciones, lo cual los ubica en el
fuero interior del ser y de cada persona; luego encontramos; los interpersonales que son
el enfrentamiento de dos personas con relación a una persona, o a un objetivo al que aspi-
ran las dos; encontramos también los lntragrupales con rango de subgrupo dentro de un
mismo grupo original y con particularidades como los anteriores y, los Intergrupales que
por su parte son conflictos que corresponden a aquellos que se presentan entre grupos
distintos y cuyo escalamiento puede llegar a dividir o disolver el grupo”.
De otra parte, en relación con el literal a. del Art. 9 del Decreto 1829 de 2013, relativa a los
requisitos para la creación de un Centro de Conciliación, específicamente en cuanto al diag-
nóstico de conflictividad y tipología del conflicto, encontramos oportuno resaltar, que la
tipología del conflicto también tiene otro criterio en su identificación desde un enfoque más
sociológico. Es así como en la página web: http://10tipos.com/ se relaciona acertadamente
una tipología en el siguiente esquema: