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2018

DELITO DE HOMICIDIO
CULPOSO
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

UNIVERSIDAD CIENTIFICA DEL PERÚ


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

ASIGNATURA
: DERECHO PENAL II (PARTE ESPECIAL)

DOCENTE
: ABOG. JARA MARTTEL, José Napoléon

CICLO/AULA
: IV / E-207

ALUMNO
:

SAN JUAN – PERÚ


2018
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

DEDICATORIA

EN PRIMER LUGAR A DIOS POR HABERME PERMITIDO LLEGAR HASTA ESTE


PUNTO Y HABERME DADO SALUD, SER EL MANANTIAL DE VIDA Y DARME LO
NECESARIO PARA SEGUIR ADELANTE DÍA A DÍA PARA LOGRAR MIS
OBJETIVOS, ADEMÁS DE SU INFINITA BONDAD Y AMOR.

A MI MADRE POR HABERME APOYADO EN TODO MOMENTO, POR SUS


CONSEJOS, SUS VALORES, POR LA MOTIVACIÓN CONSTANTE QUE ME HA
PERMITIDO SER UNA PERSONA DE BIEN, PERO MÁS QUE NADA, POR SU
AMOR. A MI PADRE POR LOS EJEMPLOS DE PERSEVERANCIA Y CONSTANCIA
QUE LO CARACTERIZAN Y QUE ME HA INFUNDADO SIEMPRE, POR EL VALOR
MOSTRADO PARA SALIR ADELANTE.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

DEDICATORIA

INTRODUCCION

CAPITULO I

ASPECTOS GENERALES

1. CUESTION PRELIMINAR
2. FUNDAMENTO POLITICO CRIMINAL
3. NATURALEZA JURIDICA
4. MODILIDAD TIPICA
5. AUTORIA Y PARTICIPACION

CAPITULO I

ASPECTOS GENERALES

6. TIPO PENAL
7. TIPICIDAD OBJETIVA
7.1. HOMICIDIO CULPOSO AGRAVADO
7.2. BIEN JURIDICO PROTEGIDO
7.3. SUJETO ACTIVO
7.4. SUJETO PASIVO
8. TIPICIDAD SUBJETIVA
9. CONSUMACIÒN
10. TENTATIVA
11. PENALIDAD

BIBLIOGRAFIA

ANEXOS
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

INTRODUCCION

Tradicionalmente el dolo y la culpa fueron concebidos como formas de


culpabilidad (teoría psicológica de la culpabilidad) y carecían de mayor incidencia
en el plano de la tipicidad debido a que la culpabilidad era entendida como mera
conexión psicológica del hecho objetivo con la cabeza del (p. 148)1.

Esta concepción no podía explicar la culpa inconsciente, pues ésta supone la


ausencia de toda vinculación psicológica con el resultado producido y, por otra
parte, no lograba explicar satisfactoriamente la culpa consciente, en cuanto ésta no
radica en la previsión del peligro, sino en el actuar contra la norma de cuidado2.

Una mejor cabida en el nivel de la culpabilidad tuvo la imprudencia con la


teoría normativa de la culpabilidad, que concebía a ésta como juicio de reproche
por la infracción de una norma, a partir de ahí la culpabilidad podía brindar un
espacio adecuado a un elemento eminentemente normativo como la imprudencia.

La doctrina se orientó hacia la subjetivización o individualización del deber de


cuidado y de su presupuesto, la previsibilidad, configurando así una previsibilidad
subjetiva al alcance del concreto individuo y la idea de infracción del deber
subjetivo de cuidado, esto es, del deber que el sujeto concreto es capaz de
comprender y cumplir3.

1 Tanto el causalismo naturalista como el causalismo valorativo no distinguieron un modelo de


análisis para el delito doloso y otro para el culposo, ambos observaban la misma estructura y
elementos, poniendo el acento sólo en la comprobación de la relación causal. Una recepción de esta
corriente doctrinal puede verse en el trabajo de Bramont, 1978, p. 285, posteriormente el autor
adopta la posición que ubica el dolo y la culpa en la tipicidad, Cfr. Bramont/Bramont Arias, 1995, p.
43 y Bramont/Bramont Arias, 2002, p. 162. Asimismo, el Manual de Hurtado, 1987, p. 450 detalla
con precisión la incidencia de esta corriente en nuestra doctrina. Obtenido de:
https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/anuario/an_2003_09.pdf.
2 Cfr. Mir Puig, 1996, p. 272.
3 En este sentido, Luzón Peña, 1996, p. 494, quien pone también de manifiesto que entre los

partidarios de la ubicación de la culpa en la culpabilidad, hubo quienes optaban por la


previsibilidad objetiva y la infracción del deber objetivo de cuidado, posición que posteriormente
ha sido asumida por la doctrina mayoritaria. Obtenido de:
https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/anuario/an_2003_09.pdf.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

Sin embargo, quedaba aún pendiente de resolver el por qué la imprudencia


debía incluirse en la culpabilidad y no en el injusto, que también era comprendido
como contrariedad a la norma4.

La doctrina es unánime en reconocer que fue Engisch a partir de su escrito de


habilitación Untersuchungen über Vorsatz und Fahrlässigkeit im Strafrecht (p.
149) de 1930 (Investigaciones sobre el dolo y la imprudencia en el Derecho Penal),
quien propuso por primera vez la necesidad de ubicar la imprudencia en el injusto
y, más allá de la pura conexión causal de la acción imprudente con el resultado,
exigió la presencia del deber objetivo de cuidado en el injusto del delito
imprudente; posteriormente ha sido Welzel5 quien desarrolló tal concepción en su
sistema finalista del delito. Se concibe como principal función del Derecho penal la
prohibición de comportamientos orientados a la lesión o puesta en peligro de
bienes jurídicos, esto es, la evitación de la realización de conductas dirigidas
(finalmente) hacia la producción de un resultado no deseado por el ordenamiento
jurídico ni la sociedad. Sin embargo, se evidencia la concurrencia de
comportamientos que si bien no se orientan a la lesión o puesta en peligro de
bienes jurídicos, sí representan un alto riesgo para los mismos; luego, junto a la
actuación orientada por el sujeto a la afectación del bien jurídico concebida como
delito doloso, la actuación no dirigida a su lesión es comprendida dentro de los
alcances del delito culposo; por ello la incriminación culposa aparece como una
extensión de la forma básica (dolosa) de protección de los bienes jurídicos y
muestra un carácter excepcional6

4 Roxin explica las objeciones que originó la teoría psicológica de la culpabilidad con un ejemplo
clásico: un joven cita a su amiga en un sitio en el cual ella cae muerta ocasionalmente por un
meteoro, conforme a la teoría psicológica había un homicidio típico y antijurídico, que sólo no era
castigado por falta de culpabilidad culposa. Según la concepción más moderna, por el contrario, en
el caso de un comportamiento «totalmente inobjetable del causante» no se cumple el tipo del
homicidio culposo; en el ejemplo: el autor no ha producido desde el principio ningún peligro
relevante jurídicamente. Cfr. Roxin, 1992, p. 89. «Al joven que cita a su amiga en un sitio en la cual
ella muere por un meteoro, por cierto no hay que reprocharle contravención al cuidado» (p. 91).
5 Cfr. Welzel, 1964, pp. 75 y 103. Si bien en un primer momento, Welzel tuvo que afirmar la

inseparabilidad de la antijuridicidad y la culpabilidad respecto del delito culposo.


6 Cfr. Bustos Ramírez/Hormazábal Marlarée, 1999, pp. 165 y 167; Choclán, 1998, p. 13; Hurtado,

1987, p. 451; Muñoz Conde/García Arán, 1998, p. 315; Peña, 1997, p. 510; Villavicencio, 1995, p.
447.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

Esta marcada subjetivación del delito imprudente ha tenido incidencia en la


distinción entre culpa consciente y culpa inconsciente, sobre ello volveremos más
adelante, aquí queremos resaltar su acento en la construcción de la estructura
típica del delito imprudente a partir de las bases sentadas por el finalismo.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

CAPITULO I

ASPECTOS GENERALES

1. CUESTION PRELIMINAR

Todo nuestro sistema jurídico se inicia interesándose por los principales


derechos fundamentales de la persona humana, los que vienen a constituir la vida
individual, la integridad física o mental y la salud, de los cuales emergen y se
ejercitan los demás como la libertad.

Ello no tiene otra explicación sino en el hecho concreto que estos derechos
proporcionan a todos y cada uno de los seres humanos, los presupuestos y medios
adecuados para intentar alcanzar la plenitud de su ser como verdaderos hombres,
los mismos que filosóficamente consisten en una sustancia individual de
naturaleza racional, dotado de la capacidad de entender y querer. En efecto,
nuestra Carta Política y el Código Civil, siguiendo la ideología inmersa en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (1966) y la Convención Americana de Derechos
Humanos (1969), comienzan señalando que en primerísimo lugar, toda persona
natural tiene derecho a la vida y a su integridad psico-física y corresponde a la
sociedad jurídicamente organizada (Estado), protegerla. En ese sentido, El corpus
juris penales, no puede ser indiferente a aquella ideología adoptada en todo Estado
Democrático de Derecho7. Apareciendo como los principales y primeros bienes
jurídicos a proteger, la vida y después la integridad física y psicológica de la
persona individual.

Tal situación se explica en la posición doctrinaria que claramente plantea: si


bien es cierto el ejercicio del derecho a la vida, a la integridad física o mental y los
demás derechos, corresponde al hombre, individual o colectivamente considerado;
su garantía, defensa y puesta en práctica pertenece al Estado, pues solo él dispone
en forma efectiva de los resortes para su protección. Por lo demás, protegiéndoles
se protege a sí mismo y garantiza su supervivencia.

7 SALINAS SICCHA, Ramiro. Derecho Penal Especial, editorial: Grijley, Lima, pág. 5.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

En otro aspecto, es indudable que la vida y la integridad psico-física del hombre


pertenecen a los pocos bienes jurídicos sobre cuya existencia, contenido y
protección punitiva existe unidad de pareceres. Doctrinariamente no existe
polémica en lo fundamental, sino en ciertos puntos tangenciales o a veces
coyunturales. La persona individual es el pilar central del sistema jurídico,
constituyéndose al mismo tiempo en su principal valor; en consecuencia, ya nadie
discute que merece por ello su preferencial protección8.

No obstante, la importancia de este pensamiento no debe hacernos soslayar


que su concretización real y teórica implica una serie de problemas. Ya la exacta
determinación de los criterios de bien jurídico, presenta dificultades. Se plantean
también interrogantes axiológicas, dogmáticas y de política criminal sobre su
naturaleza y ámbito de protección. Finalmente, el avance de la tecnificación, la
industrialización y la cibernética se encargan de modificar constantemente las
condiciones de vida y con ello se crean nuevos riesgos para el bien jurídico, cuya
protección por medio del derecho penal no está absolutamente garantizada. Todo
esto da pábulo suficiente para plantearse problemas ya clásicos, pero en absoluto
definitivamente resueltos, relativos a la protección de la vida y de la integridad
física9.

2. FUNDAMENTO POLITICO CRIMINAL

El estudio doctrinario que caracterizaban las teorías penales de tiempo atrás,


basaban estrictamente el objeto de análisis, en los delitos dolosos, en vista de que
la, incidencia delictiva venía informada en su mayorías por hechos punibles que se
cometían de forma intencional. La necesidad por acercar la disciplina
criminológica a la ciencia jurídico-penal, habría de tener consecuencias
importantes en la tarea político criminal, entre éstas, la identificación de ciertos
comportamientos humanos, que sin dirigirse de forma deliberada a la causación de
un evento lesivo, en cuanto a la afectación de un bien jurídico, también podría
llegar al mismo resultado, pero la base psicológica habría de ser revestida de
elementos diferentes a los que se advierten en el delito doloso. Surge así, la figura

8 SALINAS SICCHA, Óp. Cit, pág. 6.


9
Ibídem, Óp. Cit, pág. 6.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

del delito culposo, que un principio supuso su inclusión en los planos dogmáticos,
en sede de la culpabilidad, siendo concebida como la generación 'involuntaria' de
un estado disvalioso, como elemento subjetivo que extendía vinculación al autor
con el hecho penalmente antijurídico.

Los delitos dolosos, entonces, han sido el elemento subjetivo de preferencia, en


las sociedades de corte liberal, cuando recién se acuño la idea de un Derecho penal
público, propio de la creación de los Estados Nacionales. De forma paulatina, el
injusto culposo ha ido calando de forma significativo en el estudio de la dogmática
penal, producto de su proliferación en la realidad social10.

La sociedad moderna, traída a más con el vertiginoso avance de la ciencia, la


tecnología y la robótica, ha significado, la aparición de una serie de actividades
socio-económicas-culturales, importantes para el avance y progreso de la
humanidad, a partir de las ventajas innegables que de ella se pueden obtener; pero
a la vez, también se identifica la generación de una serie de riesgos. Riesgos que en
principios son permitidos, en cuanto a su utilidad social para la sociedad, permiten
el desarrollo de sus participantes en base a una serie de variables. No obstante,
dichos riesgos para poder preservar el margen de permisibilidad, deben sujetarse
a ciertos parámetros, cuyo desborde hace que éstos se convierten en
"jurídicamente desaprobados"11.

Es que actividades como el tráfico rodado, deportes peligrosos, trabajos en las


minas, cirugía plástica, desarrollo genético, etc., no pueden estar desprovistas de
normatividad alguna; pues precisamente la norma a cuidar que dichas conductas
no resulten lesivas para los bienes jurídicos importantes. De ahí, que se diga que la
base del delito culposo constituye la infracción de una norma de cuidado, pero a
ello, hay que sumar lo siguiente: la elevación del riesgo más allá de los niveles
permitidos, de lo contrario, estaríamos criminalizando puras desobediencias
administrativas, lo que no se ajusta a los patrones que deben exigirse para calificar
a una conducta como "jurídico penalmente relevante".

10 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso R., Derecho Penal – Parte Especial Tomo I, Editorial: IDEMSA,
Edición Noviembre 2008, Lima, pág. 131.
11 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso R., Óp. Cit., pág. 131-132.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

Principios fundamentales del Derecho penal, constituyen los principios de


subsidiariedad y de última ratio, pues la violencia punitiva sólo ha de intervenir
cuando el resto de medios control social con que cuenta el ordenamiento jurídico,
se muestran ineficaces para poder solucionar el conflicto social generado por el
comportamiento "socialmente negativo". Cuando el bien jurídico sea digno de
protección penal, por motivos de necesidad y merecimiento de pena, En efecto, el
injusto imprudente ha de sumarse a las tareas tutelares que ejercen los injustos
dolosos, en el marco de los bienes jurídicos más importantes, concretamente para
fortalecer los fines preventivo-generales de la norma de sanción12.

'Por tanto, si pretendemos que los delitos culposos, se ajusten a los principios
jurídico-penales a los principios antes anotados, ha de limitarse su penalización a
determinadas esferas de la criminalidad. Contrario sensu, podríamos poner en
peligro el mismo desarrollo de la sociedad, al prohibir ciertos comportamientos,
que por más peligrosos que sean deben ser permitidos, aun cuando puedan
contravenirse normas específicas.

El legislador nacional, a la par de otras legislaciones modernas, acuño una


política criminal así concebida, al haber fijado un númerus clausus13, en cuanto a
la admisión normativa del injusto imprudente, tal como es de verse en el artículo
12º del C.P., cuando a la letra señala lo siguiente: "Las penas establecidas por la ley
se aplican siempre al agente de infracción dolosa. El agente de infracción culposa
es punible en los casos expresamente establecidos en la Ley precepto legal que
debe ser entendido de común idea con el artículo 11º (in fine), concordante con él
artículo ll del Título Preliminar del mismo cuerpo normativo14.

3. NATURALEZA JURIDICA

El delito culposo, que preferimos denominar "injusto imprudente", revela una


naturaleza jurídica que no puede ser explicitada según las teorías psicológicas

12 Ibídem., Óp. Cit., pág.132.


13 Así, MORALES PRATS, al examinar la legislación penal española: Comentarios a la Parte Especial
del Derecho Penal, Cit. p. 65; GONZALES RUS, J.J., Del Homicidio y sus formas (l), cit., p.55;
CARBONELL MATEU, J.C. / GONZALES CUSSAC, J.L., Del Homicidio y sus formas (l), cit., p. 59.
14 Ibídem., Óp. Cit., pág.132.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

(causalistas), que pretendían llenar de contenido puramente ontológico, que no


conciben con el pensamiento sistemático actual; en tal medida, tanto el dolo como
la culpa deben forma parte de la tipicidad penal de acuerdo con el principio de
legalidad material, pues los hombres han de conducirse conforme a sentido, y
cuando cometen una acción y/o omisión constitutivo de un tipo penal se están auto
determinando ya conforme dicho sentido. Así, por ejemplo, la inclusión del dolo en
el tipo se deduce ya, dice Roxin, de la exigencia de determinabilidad del Estado de
Derecho: las lesiones del deber y las acciones no se pueden describir como simples
acontecimientos causales15; por ello, las posiciones naturalistas, no podían
fundamentar debidamente la culpa inconsciente y el delito de omisión16.

Pero aún no explicamos la naturaleza jurídica del injusto imprudente. Los


individuos en el marco de una sociedad jurídica y políticamente organizada, no
pueden conducirse conforme a su libre arbitrio, sino que deben sujetar su
conducta conforme a las diversas normas que regulan su comportamiento en
sociedad. Dichos deberes son consustanciales a cualquier sociedad (democrático o
no), que pretenda coexistir de forma pacífica, a fin de tutelar los bienes jurídicos
fundamentales, lo contrario significa el caos, la anarquía; de tal modo, que los
individuos, dependiendo del rol que asuman en las diversas esferas de
interactuación social, han de desempeñar ciertos deberes, los cuales deben
sujetarse a las normas que regulan dichos roles, a fin de no poner en riesgo la
intangibilidad de los intereses jurídicos, puestos en tutela por el Derecho penal.
Siendo así, la base del delito culposo, no puede ser otro que "normativo", las
normas exigen determinados comportamientos, cuya infracción (desobediencia),
puede dar lugar a su configuración. Se trata de la infracción del deber
personalmente exigible a todo ciudadano que pone en marcha una situación de
riesgo para el bien jurídico y que debe adoptar las medidas adecuadas para evitar
que el riesgo se cristalice en el resultado17.

La naturaleza normativa del injusto imprudente, desencadena una


"exígibilidad", a todos aquellos que tienen el poder de evitabilidad y de

15 Roxìn, C.; Política Criminal y Sistema del Derecho penal, Cit., p.70.
16 Ibídem., Óp. Cit., pág.135.
17 Ibídem, pág.135.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

dominabilidad del evento riesgoso. Aquellos sucesos imprevisibles y que son obra
de cursos causales ajenos a la esfera de organización del individuo, no pueden ser
reputados como un obrar culposo.

Entonces, lo que nos interesa, para poder calificar a una conducta como un
delito culposo, es que la conducta haya inobservado una norma de cuidado, y que
ésta a su vez haya generado un riesgo jurídicamente desaprobado con aptitud de
lesión al bien jurídico tutelado. Empero, esto no es suficiente, el juicio de
desaprobación debe completarse con la denominada relación de riesgo, de que el
resultado lesivo acaecido sea /a efectiva concreción del riesgo no permitido creado
por el autor y no por otro factor ajeno a su esfera de organización, que pueda
provocar la ruptura de la imputación objetiva. En otros términos lo que adquiere
relevancia, es que el conductor haya sobrepasado la velocidad permitida, que el
trabajo en la mina se haya realizado sin la debida protección, que la actividad
quirúrgica se haya realizado sin observar la lex artis, que la construcción no haya
cumplido con los estándares mínimos de seguridad para con los obreros, etc.;
todos estos datos, serán la premisa inicial para poder analizar si procede la
imputación delictiva a título de culpa18.

En el caso concreto del Homicidio culposo, el primer dato a saber, es que se


haya producido la muerte de una persona, segundo dato a saber, es que el
resultado fatal haya obedecido a una conducta negligente del autor, tercer dató, es
que dicha negligencia haya sobrepasado el riesgo permitido y cuarto dato, es
examinar si efectivamente dicho resultado es la consecuencia directa de la
conducta infractora del autor. Debe descartarse, la presencia de otros cursos
causales hipotéticos, así como," auto-puesta en peligro de la propia víctima, en
términos de imputación objetiva.

4. MODILIDAD TIPICA

El que por culpa ocasiona la muerte de una persona, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de servicios
comunitarios de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas. Ha de señalarse que ello

18 Ibídem, pág.135
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

toma lugar, primero, cuando el autor infringe una norma de cuidado, el deber que
la norma la exigía, tanto mediante una acción como por una omisión (art. 13° del
C.P.), contravención normativa que debe generar un riesgo no permitido que se
haya concretizado en el resultado fatal: la muerte del sujeto pasivo, desprovisto de
una relación anímica que pueda identificarse con el dolo19.

En la doctrina, se habla de que el delito culposo es de naturaleza "abierta". La


actividad punitiva sancionadora se dirige a determinados resultados lesivos
previsibles por el autor, producto del quebrantamiento del deber de cuidado.
Podría, por lo tanto, decirse que los tipos culposos son abiertos -tal como lo
afirmaba WELZEL- y para poder cumplimentar la materia prohibitiva, el Juzgador
debe acudir a una cláusula general, en la cual se encuentra contenida el deber de
cuidado; (...) el delito culposo es siempre un delito de tipo abierto, ya que el tipo
legal por su propia estructura no puede ser determinado de forma precisa por el
legislador, sino por el juez, pues conceptos como "imprudencia", "negligencia" (o
bien, "cuidado objetivo") solo pueden, concretarse frente a una situación
específica, no en abstracto248; (...) deben ser completados por el juez acudiendo a
una cláusula de carácter general que no se encuentra contenida en ellos y en la cual
se establece el deber de cuidado20.

No somos partidarios de la postura anotada, pues dicha afirmación podría


conllevar a ampliar espacios de discrecionalidad al Juzgador que podría
desembocar en resoluciones judiciales extendidas y arbitrarias, abusándose de tal
herramienta definidora. El Principio de Estricta Legalidad, exige que los tipos
penales sean estructurados semánticamente de forma determinada; tal cláusula
general en realidad no existe, lo importante será delimitar el ámbito de protección
de la norma complementándola con la normatividad regulativa de la actividad
social en concreto, a partir de dichos datos ubicaremos la norma interna de
cuidado supuestamente lesionada. Para tal cometido, el Juzgador deberá realizar
un esfuerzo de interpretación normativa, utilizando para ello los elementos

19 Ibídem, pág.138
20 VELASQUEZVELASQUEZ, R; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 430.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

conceptuales que se desprende de moderna teoría de la Imputación Objetiva, para


poder señalar los límites de ese deber.

Es en definitiva, una labor estrictamente valorativa, en la cual habrá que


remitirse a las características especiales que detente el autor en el momento de los
hechos, expresado en su esfera de competencia organizativa, así como en el efecto
regulador del "Riesgo Permitido"; tarea en realidad valorativa, para lo cual el juez
llenará de concreción la norma conforme al supuesto de hecho contenido en la
misma. Como segunda modalidad, producto de la modificación efectuada por la Ley
N° 27753 al artículo 111° del C.P., se hace alusión a lo siguiente: "la pena privativa
de libertad será no menor de cuatro años ni mayor de ocho años e inhabilitación,
según corresponda, conforme al artículo 36°, incisos 4, 6 y 7, cuando el agente haya
estado conduciendo un vehículo motorizado bajo el efecto de estupefacientes o en
estado de ebriedad, con presencia de alcohol en la sangre en proporción mayor de
0.5 gramos litro, o cuando sean varías las víctimas del mismo hecho o el delito
resultare de la inobservancia de reglas técnicas de tránsito".

A partir de la modificatoria en cuestión, el injusto imprudente adquiere una


mayor desvaloración antijurídica, cuando la muerte del sujeto pasivo, es producto
de una actividad negligente del autor en el tráfico rodado. En principio esto es
cierto, pues como señalamos en los apartados preliminares, nuestras pistas y
carreteras se han convertidos en focos latentes de riesgos, para la vida y la salud de
las personas; de ahí que se incida en una respuesta penal más intensa. La primera
modalidad describe un particular estado fisiológico, producto de la ingesta de
bebidas alcohólicas y/o el consumo de estupefacientes (drogas en general), cuyos
efectos en el organismo humano, provocan una serie de estragos, debilitando las
facultades psico-motrices, de forma tal, que el individuo pierde en parte su
capacidad de auto determinarse conforme a sentido21.

5. AUTORIA Y PARTICIPACION

Según nuestra codificación positiva, la participación, sea a título de complicidad


o de instigación, requieren que dichas contribuciones sean efectuadas de forma

21 Ibídem, pág.138
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

dolosa, en una actuación típica donde el autor debe realizar la acción también con
dolo, por lo que no cabría hablar de participación en un injusto imprudente. El
partícipe debe colaborar para que el hecho punible doloso pueda realizarse
típicamente, se refiere, entonces, a una conexión intelectiva, que puede ser
concomitante y/o concertada.

Como dice STRATENWETH, es cómplice quien dolosamente haya prestado


ayuda a otro para la comisión dolosa de un hecho antijurídico22. No hay
complicidad imprudente (culposa), si bien ésta puede constituir autoría
simultánea23.

En el caso de la coautoría, se dice que al exigirse una codecisión para la


perpetración del injusto, no resulta jurídicamente factible hablar de esta clase de
autoría, por lo que la doctrina señala lo siguiente: cada autor, que ha generado el
riesgo no permitido con su accionar negligente, habiendo lesionado su deber de
cuidado, deberá responder individualmente por dicha infracción normativa como
autores. Empero, quitando el nexo intelectivo, y proponiendo una base objetiva,
"dominio objetivo de la acción", podría dar lugar a una codelincuencia culposa;
v.gr, quien da de tomar de más en una fiesta a quien manejara su vehículo,
permitiendo que maneje el auto, y así se produce el accidente fatal. Valga señalar,
que en el caso de las formas de autoría, contempladas en el artículo 23° del C.P., no
se ha establecido de lege lata, que deben ser a título de dolo. Lo que en el caso de
la autoría mediata genera mayor complicación, al tratarse del dominio de la
voluntad del hombre de atrás hacia el hombre de adelante. Punto de la discusión
que en la actualidad está cobrando mucho interés en la dogmática penal24.

22 STRATENWERTH, G.; Derecho Penal..., cit., p. 427; Así, MORALES PRATS. R; Comentarios a la
Parte Especial del Derecho Penal, cit., p. 65.
23 CURY URZÚA, E.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 629.
24 Ver al respecto PÉREZ MANZANO, MERCEDES; Autoría y participación Imprudente en el Código

Penal de 1995. Civitas, Madrid, 1999.


[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

CAPITULO I

ASPECTOS GENERALES

6. TIPO PENAL

El que, por culpa, ocasiona la muerte de una persona, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de servicios
comunitarios de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas.

La pena privativa de la libertad será no menor de un año ni mayor de cuatro


años si el delito resulta de la inobservancia de reglas de profesión, de ocupación o
industria y no menor de un año ni mayor de seis años cuando sean varias las
víctimas del mismo hecho.

La pena privativa de la libertad será no menor de cuatro años ni mayor de ocho


años e inhabilitación, según corresponda, conforme al artículo 360 –incisos 4),6) y
7)-, si la muerte se comete utilizando vehículo motorizado o arma de fuego,
estando el agente bajo el efecto de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias
psicotrópicas o sintéticas, o con presencia de alcohol en la sangre en proporción
mayor de 0.5 gramos-litro, en el caso de transporte particular, o mayor de 0.25
gramos-litro en el caso de transporte público de pasajeros, mercancías o carga en
general, o cuando el delito resulte de la inobservancia de reglas técnicas de
tránsito.

7. TIPICIDAD OBJETIVA

El delito se perfecciona cuando el sujeto activo ocasiona la muerte del sujeto


pasivo por haber obrado culposamente. El agente obra por culpa cuando produce
un resultado dañoso al haber actuado con falta de previsión, prudencia o
precaución, habiendo sido el resultado previsible o, previéndole, confía en poder
evitarlo. Aparece el homicidio culposo cuando la conducta del agente afecta el
deber objetivo de cuidado y como consecuencia directa deviene el resultado letal
para el sujeto pasivo. De allí que la relación entre acción y resultado, o si se
prefiere, la imputación objetiva del resultado a la acción que le ha causado, deviene
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

en presupuesto mínimo para exigir una responsabilidad por el resultado


producido. Es decir, entre la acción y el resultado debe mediar un nexo, una
conexión, una relación entre la conducta realizada y el resultado producido, sin
interferencias de factores extraños, como es propio de todo delito cuya acción
provoca una modificación en el mundo exterior.

El delito imprudente solo está completo cuando se comprueba un resultado


que es consecuencia de la conducta que infringe un deber objetivo de cuidado, el
cual crea a su vez, un riesgo típicamente relevante que se concretiza en el
resultado (muerte) y se mantiene él mismo dentro de los alcances del tipo del
homicidio imprudente25.

La Ejecutoria Superior del 24 de abril de 1998 lo expone en forma pedagógica


cuando afirma: "que, respecto al tipo del injusto imprudente hay que tener en
cuenta lo señalado por la doctrina en el sentido que: “actúa culposa o
imprudentemente el que omite la diligencia debida-. (...), se trata, por lo tanto de la
infracción del deber de cuidado, o sea, de las normas de conducta exigibles para el
caso, las cuales se extraen de la experiencia común y no dependen necesariamente de
Leyes o reglamentos. Se trata de un deber objetivo en cuanto que es el que hubiera
observado un ciudadano medio en tales condiciones y con los conocimientos
específicos del agente (...); que, por lo tanto, si la acción se realiza con la diligencia
debida, aunque sea posible un resultado, se mantiene en el ámbito de lo permitido
jurídicamente y no se plantea problema alguno; pues, la acción objetivamente
imprudente, es decir, realizada sin la diligencia debida que incrementa de forma
ilegítima el peligro de que en resultado se produzca es, junto con la relación de
causalidad, la base y fundamento de la imputación objetiva del resultado...; que, en
este sentido lo contrario sería afirmar que el riesgo socialmente aceptado y
permitido que implica conducir un vehículo motorizado, desemboca definitivamente
en la penalización del conductor, cuando produce un respaldo no deseado; y que
sería aceptar que el resultado es una pura condición objetiva de penalidad y que
basta que se produzca, aunque sea fortuitamente, para que la acción imprudente sea

25CASTTILLO ALVA, 2000, p.315. citado por: SALINAS SICCHA, Ramiro, Derecho Penal - Parte
Especial, 5ta Edición, Editorial IUSTITIA, Lima, pág. 115.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

ya punible; sin embargo, tal absurdo se desvanece en el ámbito doctrinario de la


teoría de la imputación objetiva, en el sentido de que solo son imputables
objetivamente los resultados que aparecen como realización de un riesgo no
permitido implícito en la propia acción; en consecuencia, la verificación de un nexo
causal entre acción y resultado no es suficiente para imputar ese resultado al autor
de la acción”26.

Roy Freyre27 enseña que puede definirse el homicidio culposo como la muerte
producida por el agente al no haber previsto el posible resultado antijurídico de su
conducta, siempre que debiera haberlo previsto y dicha previsión era posible
(homicidio por culpa inconsciente), o habiéndole previsto, confía sin fundamento
en que no se producirá el resultado letal que el actor se representa (culpa
consciente).

El comportamiento del agente vulnera el deber objetivo de cuidado (elemento


fundamental en los delitos culposos, destacado por vez primera en 1930 por el
alemán Engisch) que le exige la ley. Por deber de cuidado debe entenderse aquel
que se exige al agente que renuncie a un comportamiento peligroso o que tome las
precauciones necesarias y adaptadas al comportamiento peligroso, con la finalidad
de evitar poner en peligro o lesionar bienes jurídicos protegidos. En términos de
Villavicencio28, siguiendo a Tavares, el deber de cuidado dada la estructura de los
delitos culposos- está integrado por el deber de reconocimiento del peligro para el
bien jurídico después, por el deber de abstenerse de las medidas cautelosas.

La acción realizada por el autor supone la inobservancia del cuidado


objetivamente debido. En términos jurisprudenciales, "se entiende por deber
objetivo de cuidado al conjunto de reglas que debe observar el agente mientras
desarrolla una actividad concreta a título de profesión, ocupación o industria, por
ser elemental y ostensible en cada caso como indicadores de pericia, destreza o
prudencia (velocidad adecuada, desplazamiento Por el canil correspondiente,

26 Exp.550-98, en DU PUIT, 2003, p.534. citado por: SALINAS SICCHA, Ramiro, Óp., Cit., pág. 116.
27 ROY FREYRE, 1989, p.221. Igual definición recogen BRAMONT-ARIAS TORRES/GARCÍA
CANTTZANO, 1 997, p. 70. citado por: Ibídem Óp., Cit., pág. 116.
28 VILLAVICENCIO TERREROS, 1 997, p. 307. Ibídem, pág. 116.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

estado psicosomático normal, vehículo en estado electromecánico normal y contar


con licencia de conducir oficial; reglas aplicables al caso del chofer29.

La corte Suprema en el caso real etiquetado por la doctrina nacional como


"Rock en Río", aplicando la teoría de la imputación objetiva, en el Ejecutoria del 13
de abril de 1998, llegó a la conclusión que el procesado no había cometido el delito
de homicidio culposo por el cual fue sentenciado en la corte superior de Huaraz.
Para ello hizo uso del siguiente razonamiento: "en el tipo objetivo de los delitos
culposos o imprudentes exige la presencia de dos elementos: a) la violación de un
deber objetivo de cuidado, plasmado en norm.ar jurídicas, normas de la experiencia,
normas del arte, ciencia o profesión, destinadas a orientar diligentemente el
comportamiento del individuo, y b) la producción de un resultado típico imputable
objetivamente al autor por haber creado o incrementado un riesgo jurídicamente
relevante, que se ha materializado en el resultado lesivo del bien jurídico, que, en el
caso de autos no existe violación del deber objetivo de cuidado en la conducta del
encausado. José Luis Soriano olivera al haber organizado el festival bailable "Rock en
Río" el tres de junio de mil novecientos noventa y cinco en la localidad de Caraz,
contando con la autorización del Alcalde del Consejo provincial de dicha ciudad, el
mismo que fuera realizado en una explanada a campo abierto por las inmediaciones
de un puente colgante ubicado sobre el Río santa, tal como se desprende de las tomas
fotográficas (...), aconteciendo que un grupo aproximado de cuarenta personas en
estado de ebriedad se dispusieron la baja, sobre el mencionado puente colgante
ocasionando el desprendimiento de uno de los cables que lo sujetaba a los extremos,
produciéndose la caída del puente con sus ocupantes sobre las aguas del Río Santa en
el que perecieron las personas a causa de una asfixia por inmersión y traumatismo
encéfalo craniano(...), quedando asimismo heridos muchos otros; que, en efecto, no
puede existir violación del deber de cuidado en la conducta de quien organiza un
festival de rock con la autorización de la autoridad , competente, asumiendo
asimismo tiempo las precauciones y seguridad a fin de tiita, riesgos que posiblemente
pueden derivar de la realización de dicho evento, porque de ese modo el autor se está
comportando con diligencia y de acuerdo al deber de evitar la creación de riesgo;

29Ejecutoria Suprema del 2 de abril de 1 998, Exp.2007-97-Cono Norte, en ROJAS VARGAS, 1999, p.
305. Ibídem, pág. 116.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

que, de otro parte, la experiencia enseña que un puente colgante es una vía de acceso
al tránsito y no una plataforma bailable como imprudentemente le dieron uso los
agraviados creando así sus propios riesgos de lesión; que, en consecuencia, en el caso
de autos la conducta del agente-de organizar un festival de rock no creó ningún
riesgo jurídicamente , relevante que haya realizado en el resultado, existiendo por el
contrario una auto-puesta en peligro de la propia víctima, la que debe asumir las
consecuencias, de lo asunción de su propio riesgo, por lo que conforme a la moderna
teoría de la imputación objetiva en el caso de autos "el obrar a propio riesgo de los
agraviados tiene una eficacia excluyente del tipo penal" (cfr. Gunther Jakobs, Derecho
penal Parte General, Madrid, 1995, p. 307) por lo que los hechos sub-examine no
constituyen delito de homicidio culposo y consecuentemente tampoco generan
responsabilidad penal"30.

7.1. HOMICIDIO CULPOSO AGRAVADO

Las circunstancias que califican el homicidio culposo se fundamentan en la


mayor exigibilidad de previsión para quienes desempeñan actividades que
demandan una buena dosis de diligencia y precaución. Aparece así el principio
de confianza que inspira el actuar dentro de la comunidad haciendo uso de
medios peligrosos o desarrollando actividades que, por su trascendencia,
devienen en peligrosas y, por tanto, exigen conocimiento y una preparación
especial. En otras palabras, el maniobrar objetos riesgosos (vehículos, aviones,
barcos, etc.), o desarrollar actividades peligrosas (la medicina, la arquitectura,
la química, etc.) exigen un mayor cuidado en el actuar normal de las personas,
caso contrario, de ocasionarse un perjuicio a algún bien jurídico por falta del
cuidado debido, se estaría configurando el delito culposo calificado. El ejercicio
de actividades riesgosas exige en quien lo practica, como profesional o técnico,
un cuidado y diligencia extrema para no aumentar el riesgo
consentido/ordinario31.

30 Exp. N. 4288-98- Ancash, en PRADO SALDARRIAGA, 1 999, p. 98 y en CHOCANO/VALLADOLID,


2002, p. 1 81. 307. Ibídem, pág. 119-120.
31 ROY FREYRE, 1999, p.232. Ibídem, pág. 122.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

En efecto, el legislador no podía ser ajeno a tales circunstancias y así ha


previsto como agravantes los siguientes comportamientos:

motorizado o arma
El delito resulte de

Cuando son varias

comete utilizando
de reglas técnicas

reglas técnicas de
inobservancia de
de fuego bajo los
la inobservancia

drogas o alcohol

Cuando el delito
de profesión, de

las oíctimas del

Si la muerte se
mismo hecho

resulte de la
ocupación o
industria

vehículo

tránsito
7.2. BIEN JURIDICO PROTEGIDO

La vida humana independiente dentro de los parámetros naturales y


biológicos ya señalados y explicados. Así aparece expresado en la Ejecutoria
Superior del 28 de diciembre de 1998 que establece que: "en el delito de
homicidio culposo el bien jurídico protegido es la vida humana en forma
independiente, considerándose que el comportamiento del sentenciado la
consistido en matar a otro, dándose el nexo de causalidad entre el
comportamiento culposo y el resultado muerte32.

7.3. SUJETO ACTIVO

Puede ser cualquier persona, no requiriéndose alguna condición o cualidad


personal especial. Incluso, pueden cometer homicidio por culpa aquellas
personas que tienen relación de parentesco natural o jurídico con su víctima
también, un inculto e ignaro como un erudito y científico, etc.

7.4. SUJETO PASIVO

La persona sobre la cual se descarga la acción culposa, también puede ser


cualquiera. Desde un naciente hasta, incluso, un enfermo incurable y que sufre
de intolerables dolores. No importa la condición en la que se encuentra la
persona para que se configure el hecho punible.

32 Exp. 1789-96, en PRADO SALDARRTAGA, 1 999, p. 95. Ibídem, pág. 125.


[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

8. TIPICIDAD SUBJETIVA

En primer término, queda claro que en el homicidio culposo, el agente no tiene


intención de dar muerte. No actúa con el animus necandi. No quiere el resultado
letal, pero se produce por la inobservancia del deber objetivo de cuidado33.

En ese sentido, la figura del homicidio culposo necesariamente requiere la


presencia de la culpa, ya sea consciente o inconsciente, en sus modalidades de
imprudencia, negligencia, impericia e inobservancia de las reglas técnicas de
profesión, actividad o industria. Entendida la culpa global como la falta de
previsión, precaución, prudencia, precognición de un resultado previsible o
previéndolo se confía en poder evitarlo. Es decir, el agente ocasiona un resultado
lesivo-letal al actuar culposamente, teniendo la "oportunidad o alternativa de
prever el resultado y conducirse con el cuidado debido que exigen las
circunstancias (culpa inconsciente). O también se evidencia cuando se produce el
resultado lesivo que el agente previó y por exceso de confianza en evitarlo no
realizó la diligencia debida (culpa consciente).

En consecuencia, si en determinado hecho concreto no se constatan aquellas


condiciones o elementos de la acción culposa' el hecho será atípico e imposible de
ser atribuido penalmente a persona alguna34.

9. CONSUMACIÒN

El homicidio por culpa se perfecciona en el mismo momento que se produce el


resultado muerte del sujeto pasivo a consecuencia del actuar negligente del agente.
En tal forma, la simple vulneración del deber de ciudadano es suficiente para estar
frente al ilícito en hermenéutica. Resulta necesaria la producción efectiva del
resultado muerte. De modo más clara para la imputación a una persona de un
homicidio culposo no es suficiente la simple infracción del deber objetivo de
cuidado, resulta imprescindible que verifique el resultado muerte de la víctima.

33 Ídem, pág. 125.


34
Ídem, pág. 126.
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

Recién con la verificiòn del resultado letal podemos hablar de un homicidio


culposo' antes no se configura35.

10. TENTATIVA

Como ha quedado establecido y aceptado por la doctrina, en los delitos por


culpa es imposible hablar de tipos de realización imperfecta o mejor dicho,
tentativa. En ese sentido, aparece sin mayor polémica que en el homicidio por
culpa es imposible la tentativa, debido a que el agente no quiere ni busca el
resultado muerte de la víctima. Igual, no es posible que en un hecho culposo se den
actos de participación (instigadores, cómplices), pues estos solo aparecen en
hechos queridos y cuando menos medianamente Preparados' En ese sentido, en el
homicidio culposo no es posible hablar de instigadores o cómplices; sí, por el
contrario, son dos o más personas las que realizan una conducta culposa, es
posible imputar a título de coautores directos del homicidio culposo36.

11. PENALIDAD

Después de la modificatoria ocurrida en el 2009, el agente, luego del debido


proceso, podrá ser sancionado con una pena privativa de libertad no mayor de dos
años o con prestación de servicio comunitario de cincuenta y dos a ciento cuatro
jornadas, cuando la incriminación es sobre un hecho tipificado en el primer
párrafo.

Si estamos ante un supuesto del segundo párrafo del artículo 111 del Código
Penal, la pena privativa de la libertad será no menor de un año ni mayor de cuatro
años si el delito resulta de la inobservancia de reglas de profesión, de ocupación o
industria y no menor de un año ni mayor de seis años cuando sean varias las
víctimas del mismo hecho. En tanto que si estamos ante un supuesto previsto y
sancionado en el último párrafo, la pena privativa de la libertad será no menor de
cuatro años ni mayor de ocho años e inhabilitación, según corresponda, conforme
el artículo 36 incisos \, 6) y 7). 37

35 Ídem, pág. 126.


36 Ídem, pág. 126-127
37 Ídem, pág. 127
[DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO]

BIBLIOGRAFIA

 Alonso Raúl Peña Cabrera Freyre. Derecho Penal – Parte Especial, Tomo I,
Editorial Idemsa, Edición Nov. 2008, Lima.

 Ramiro Salinas Siccha. Derecho Penal – Parte Especial, Editorial Iustitia,


Quinta Edición 2013, Lima.

 Julio F. Mazuelos Coello. El delito imprudente en el Código penal peruano La


infracción del deber de cuidado como creación de un riesgo jurídicamente
desaprobado y la previsibilidad individual,
https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/anuario/an_2003_09.pdf

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