You are on page 1of 15

LOS CONFLICTOS LIMÍTROFES CON

CHILE A LO LARGO DE LA HISTORIA


INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como objetivo brindar al lector un panorama general acerca de las
características de las relaciones entre la Argentina y Chile desde los comienzos de su vida como
Estados independientes hasta la actualidad. Durante casi dos siglos ambas naciones han estado
constantemente enfrentadas por los conflictos territoriales. En casi todas las oportunidades las
disputas se han hecho sobre territorio en poder de la Argentina, resultando de ello la pérdida
continua de territorio debido no solo a la expansión de Chile sino por sobre todo a los errores y el
desinterés de parte de nuestros funcionarios. El último conflicto, esperemos que así sea, es el de los
Campos de Hielo Patagónico. Dada la importancia de esta región, ya que constituye una de las
reservas de agua potable más grandes del mundo, el tema es fundamental para el desarrollo de
nuestra Patria.
Veamos a continuación la evolución de las relaciones argentino – chilenas, de tal manera de
poder aprender los fundamentos de la postura sostenida por la Argentina en la defensa de su
soberanía.

1)LA ÉPOCA VIRREINAL Y LA INDEPENDENCIA


La historia de los conflictos limítrofes con Chile comenzó a partir de 1843 cuando, tras consolidar
sus procesos de independencia, ambas naciones empezaron a delimitar con claridad sus fronteras.
Lo primero a tener en cuenta es que, iniciada la ocupación española, el territorio que abarcan
actualmente los dos Estados formaba parte del Virreinato del Perú. Chile era una Capitanía,
denominándose de esta manera a la organización territorial destinada a administrar aquellas zonas
que se encontraban en situaciones de peligro frente a diferentes tipos de agresiones. En el caso de
Chile el peligro provenía de los constantes ataques de los indios araucanos que desde el inicio de la
conquista por parte de España resistieron su avance. Debido a sus características las Capitanías eran
dirigidas por militares.
Por su parte los territorios de la actual República Argentina se dividían en Gobernaciones y
Capitanías.
El primer documento de importancia para tratar el tema de las relaciones argentino – chilenas
proviene de 1684. Ese año, el 21 de julio, el rey de España Carlos II dispuso por medio de una real
orden que el límite que debía separar la Capitanía de Chile del resto de los territorios que
actualmente pertenecen a la Argentina fuera la cordillera de los Andes. Con esto ya empezó a
determinarse cual sería el límite natural que separaría a los futuros Estados independientes. En el
sur la Capitanía de Chile llegaba hasta el río Bío - Bío, el extremo sur de este país no estaba dentro
de la Capitanía, pues estaba dominado por los indígenas.
En 1776 por medio de una nueva real orden Carlos III determinó la creación del Virreinato del
Río de la Plata, del cual quedaba definitivamente separada la Capitanía de Chile. De esta manera
vemos como ya los dos futuros Estados se separaban claramente.
El Virreinato del Río de la Plata quedó formado por las Gobernaciones de: Buenos Aires
(abarcando parte de las actuales provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes);
Córdoba del Tucumán (actuales Córdoba y provincias de Cuyo); Salta del Tucumán (actuales
Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy y Catamarca); Asunción del Paraguay; Potosí;
Cochabamba; Chuquisaca y La Paz (estas tres últimas en el actual territorio de Bolivia). También el
Virreinato comprendía los Gobiernos Militares de: Montevideo, Misiones, Moxos y Chiquitos, en
zonas amenazadas por los ataques de los portugueses, los ingleses y los indígenas. La región de la
Patagonia estaba incluida dentro de la Gobernación de Buenos Aires, por lo que sin lugar a dudas
estaba dentro de lo que luego sería territorio argentino.
En 1810 comenzaron los procesos revolucionarios en ambos Estados, cuatro años después el
ejército chileno fue derrotado completamente por los españoles en Rancagua. Los sobrevivientes
cruzaron la cordillera y se refugiaron en Mendoza donde fueron socorridos por el general José de
San Martín que organizaba un ejército inicialmente destinado a avanzar sobre el Perú. Frente a la
nueva situación San Martín consideró imperioso primero liberar a Chile. Con este fin organizó el
Ejército de los Andes con el cual cruzó la Cordillera de los Andes y venció a los españoles en varias
batallas, de las cuales las más importantes fueron las de Chacabuco (12 de febrero de 1817) y Maipú
(5 de abril de 1818). Los realistas continuaron la resistencia en el sur de Chile, aunque en grupos
muy reducidos que no resultaban peligrosos para la revolución. En enero de 1826 se rindió el último
de estos focos, poniendo punto final al proceso de independencia de chileno.
Tras la campaña sanmartiniana ambos gobiernos cooperaron para la formación del ejército y la
escuadra que emprendieron operaciones militares para la liberación del Perú. La campaña en el
Perú fue muy intensa, culminando en forma definitiva el 9 de diciembre de 1824 cuando un ejército
formado por argentinos, peruanos, chilenos, colombianos, bolivianos, venezolanos y ecuatorianos
a las órdenes de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre derrotaron a los españoles en Ayacucho,
última gran batalla por la independencia de América.
Terminadas las guerras por la independencia ambos Estados se concentraron en desarrollar sus
respectivos procesos de organización institucional. Como ocurrió en casi toda América esto se llevó
a cabo en medio de constantes guerras civiles.
Según el derecho internacional los Estados que se han independizado tienen el derecho de
poseer aquellos territorios que antes estaban sometidos a la potencia que los dominaba, a esto
normalmente se lo llama “principio o derecho de herencia”. También es conocido como Uti
Possidetis, que quiere decir “lo que antes poseías lo poseerás”. Siguiendo este principio la
Patagonia, al depender de la Gobernación de Buenos Aires y no de la Capitanía de Chile, pertenece
a la Argentina. No ocurre lo mismo con otros territorios del Virreinato del Río de la Plata como
Bolivia, Paraguay y Uruguay pues los pueblos de estas zonas decidieron independizarse. Este mismo
principio se aplica también a la cuestión de Malvinas, pues las islas formaban parte del territorio
dependiente de Buenos Aires. Por ello es que el derecho de herencia es una de las tantas razones
que sostienen la soberanía argentina en las islas.
En esos momentos los límites entre Argentina y Chile no estaban todavía totalmente
demarcados, pero la división estaba dada por la cordillera de los Andes límite natural entre ambas
naciones. Esto estaba ratificado como hemos visto por los documentos promulgados por los
diferentes monarcas españoles.

2)LA EXPANSIÓN INICIAL DE CHILE (1843 – 1902)

2. 1. Establecimiento de Fuerte Bulnes (1843)

El primer incidente grave entre ambas naciones se produjo en 1843 cuando Chile estableció una
fortificación en la zona del estrecho de Magallanes llamada “Fuerte Bulnes”, dentro de territorio
perteneciente a la Argentina. Al enterarse de ello el entonces encargado de las relaciones exteriores
de la Confederación Argentina Juan Manuel de Rosas ordenó a uno de sus funcionarios, Pedro de
Angelis, estudiar la cuestión y ver si el territorio donde se habían asentado los chilenos pertenecía
a la Argentina. De Angelis concluyó que efectivamente el territorio era argentino por lo que en 1847
se cursaron los reclamos correspondientes. Es muy importante tener en cuenta que el límite entre
ambos países era la cordillera de los Andes, hecho reconocido dentro de todas las Constituciones
sancionadas por Chile (1822, 1823, 1828 y 1833).

2. 2. Tratado de comercio y amistad (1856)

El pleito continuó sin sobresaltos y parecía no pasar a mayores, por lo que no hubo impedimentos
para que ambas naciones firmaran en 1856 un tratado de comercio y amistad. El acuerdo es
importante, pues establecía que ambas partes podían recurrir al arbitraje para resolver sus
diferencias. A la vez se reconocieron como límites los que cada Estado tenía antes de 1810. Por este
tratado la Argentina podía haber reclamado como propias las dos márgenes del estrecho de
Magallanes, toda la isla grande de Tierra del Fuego y parte de la costa del Pacífico, pero no lo hizo.
Insistimos que se volvió a reconocer la cordillera como límite natural entre ambos Estados.

2. 3. Misión Lastarría (1865)

En 1865 Chile envió a un negociador, Lastarría, con el objetivo de reclamar ante el gobierno del
presidente Bartolomé Mitre la posesión de una serie de valles en la precordillera de Río Negro, a lo
que se sumaba una parte del estrecho de Magallanes. Chile aprovechó el difícil momento de la
Argentina, pues para ese entonces estaba a punto de estallar la guerra con el Paraguay. Elizalde,
ministro de relaciones exteriores de Mitre, rechazó el reclamo.
Una vez que estalló el conflicto entre Argentina y Paraguay la prensa chilena atacó
constantemente a nuestro país y apoyó los levantamientos de los caudillos federales.

2. 4. La misión de Adolfo Ibáñez (1871)

El nuevo ministro de relaciones exteriores de Chile en 1871 cursó un nuevo reclamo ante el
gobierno argentino, exigiéndose todo el territorio comprendido entre el río Negro y el cabo de
Hornos. El embajador argentino en Chile Félix Frías refutó el reclamo presentando una gran cantidad
de documentación que convalidaba la soberanía argentina en la Patagonia. Esta documentación
incluía la real cédula por la cual se creaba el Virreinato del Río de la Plata – que comprendía entre
otras regiones toda la Patagonia -, las cédulas por las que se creaban las Audiencias de Charcas y
Buenos Aires (de esta última dependía la Patagonia) y las Constituciones chilenas de 1822, 1823 y
1828 que establecían a la cordillera de los Andes como límite entre los dos Estados. Ibáñez reclamó
que la cuestión se llevara a arbitraje, el ministro de relaciones exteriores argentino Carlos Tejedor
le contestó que en caso de recurrir al arbitraje se haría sobre toda la Patagonia, incluida la parte
chilena. Ante la reacción Ibáñez dejó sin efecto su pedido de arbitraje.
Esta postura de Chile de reclamar el arbitraje para los territorios en disputa se repetirá
constantemente, pero siempre reclamará arbitraje sobre territorios en poder de la Argentina de tal
manera que pase lo que pase nunca sea Chile el que pierda territorio. En el peor de los casos no
ganará nuevos territorios, pero siempre el reclamo será sobre territorios en poder de la Argentina.
2. 5. Misión Blest Gana (1873)

En 1873 el ministro de relaciones exteriores de Chile Blest Gana envió un ultimátum a la


Argentina. Planteó que su país no toleraría actos de posesión de territorio por parte de nuestro país
al sur del río Santa Cruz. Chile aprovechó que en esos momentos la Argentina estaba en medio de
una nueva crisis interna debido a la rebelión del caudillo federal Ricardo López Jordán. A la vez se
habían reavivado las tensiones con el Paraguay. Blest Gana reclamó que toda la Patagonia fuera
sometida a arbitraje. Presionado por los problemas Carlos Tejedor aceptó. Las negociaciones entre
ambos Estados se retrasaron debido a la revolución mitrista ocurrida al final de la presidencia de
Sarmiento. Cuando asumió Nicolás Avellaneda la respuesta ante el reclamo de Chile fue
contundente, Avellaneda dijo a Blest Gana: “No senor, me cortaré las manos antes suscribir un
tratado que arranque a mi Patria lo que le pertenece. No, no lo haré jamás”.

2. 6. El tratado de 1878

Este acuerdo entre Barros Arana por Chile y Elizalde por la Argentina si bien no fue ratificado por
las cancillerías sirvió como base para el de 1881. Por el tratado se reconoció la soberanía argentina
sobre todas las costas del Atlántico hasta el cabo de Hornos. Todas las islas ubicadas en el Atlántico
pertenecían a la Argentina. Este principio sería violado en el acuerdo Alfonsín - Pinochet de 1984
por la soberanía sobre las islas Picton, Lennox y Nueva en el canal del Beagle.
Para esos momentos la atención de Chile se centraba sobre el estrecho de Magallanes. A la vez
también se interesaba en los yacimientos de sal y guano ubicados en las costas del Perú y Bolivia,
que en breve provocarían un conflicto entre las tres naciones, la llamada “Guerra del
Pacífico”(1874–1879).

2. 7. Los graves incidentes de 1878

En 1878 una nave de guerra chilena, la Magallanes, apresó a una barcaza – la Jeanne Amelie – al
sur del río Santa Cruz, es decir en aguas que pertenecían a la Argentina. Mientras la nave chilena la
remolcaba se hundió. Esto generó fuertes protestas por parte del gobierno argentino. Poco después
el mismo buque chileno apresó a la nave Devonshire, el pueblo argentino reaccionó y pidió al
gobierno la guerra.
La reacción de Nicolás Avellaneda no se hizo esperar, el 8 de noviembre partieron del fondeadero
de Los Pozos el monitor Los Andes, y la cañonera Constitución dirigidas por el Coronel de Marina
Luis Py para enfrentar a las naves chilenas. En Carmen de Patagones se sumó a la escuadra la
cañonera Uruguay. El 27 de noviembre los buques argentinos entraron al río Santa Cruz y el primero
de diciembre izaron la bandera nacional en el cerro del cañadón de los Misioneros. Las naves de
guerra chilenas no se presentaron.
A la acción contundente de Avellaneda se sumaba ya desde hace años la tarea silenciosa pero
continua de Luis Piedra Buena. Este marino argentino se había establecido en las bocas del río Santa
Cruz en la isla Pavón y desde allí permanentemente velaba por el cuidado de nuestra soberanía.
Colaboraba con las expediciones argentinas, rescataba náufragos de las heladas aguas y mantenía
firme el pabellón nacional flameando en aquellas lejanas latitudes. Tanto a él como al perito
Francisco Moreno la Argentina le debe en gran medida que las pérdidas territoriales sufridas no
fueran mucho más graves. Ambos merecen el homenaje y respeto permanente por parte de todos
los argentinos.
Se firmó un acuerdo entre Fierro y Sarratea, representantes Chile y Argentina respectivamente
por el cual se sometería la disputa por el estrecho de Magallanes a arbitraje. Mientras tanto la
solución parcial del conflicto permitió a Chile comenzar la guerra contra Perú y Bolivia y a la
Argentina emprender las campañas militares contra los indios y solucionar sus problemas limítrofes
con Brasil y Paraguay.

2. 8. La misión Balmaceda (1879)

Un nuevo enviado chileno llegó a Buenos Aires el 5 de abril de 1879, argumentando que era para
ajustar los detalles del arbitraje acordado entre Fierro y Sarratea. En realidad su finalidad era
asegurarse de que la Argentina se mantendría neutral en el conflicto que Chile sostenía con Perú y
Bolivia. Estas dos naciones habían pedido a nuestro país que se uniera en contra de Chile. Montes
de Oca, ministro argentino de relaciones exteriores, garantizó que Argentina se mantendría neutral.

2. 9. El tratado de 1881

Terminada la guerra del Pacífico, Chile volvió a plantear sus reclamos ante la Argentina.
Comenzaron las negociaciones y se llegó al acuerdo del 23 de julio de 1881, uno de los más
importantes entre ambos países. Los principales puntos del acuerdo fueron los siguientes:

 El límite entre ambos Estados era la cordillera de los Andes, por donde pasaría una línea
por las más altas cumbres que dividen las aguas. En los puntos en donde no se llegara a
un acuerdo por la división las partes nombrarían a un tercero para resolver la disputa.
Este punto es clave, pues estableció la forma en que se trazará la frontera. Se entiende
por línea de cumbres más altas a aquella que corre sobre las mayores alturas del cuerpo
que forma la cordillera de los Andes, aunque existan valles intermedios. Estas cumbres
separan las aguas, las que desaguan hacia el Atlántico y las que desaguan hacia el
Pacífico. De esta manera las tierras bañadas por las aguas que desaguan hacia el Pacífico
pertenecen a Chile, mientras las bañadas por las aguas que lo hacen hacia el Atlántico
pertenecen a la Argentina.
 Se trazarán los límites en la zona austral del continente y al norte del estrecho de
Magallanes.
 Se divide la Tierra del Fuego por una línea que va desde el cabo del Espíritu Santo hasta
el cabo de Hornos. La zona oriental con sus islas corresponde a la Argentina, mientras
que la occidental con sus islas a Chile. Este punto sería muchos años más tarde violado
con claro perjuicio para la Argentina por el acuerdo Alfonsín – Pinochet de 1984.
 Ambas partes nombrarán peritos que serán los encargados de demarcar la frontera.
 El estrecho de Magallanes quedó neutralizado – no se podían establecer fuerzas
militares - y asegurado a la libre navegación por parte de todos los Estados. No se
construirían fortalezas en la zona.
 En caso de surgir alguna controversia se recurriría al arbitraje.

El acuerdo parecía que resolvería las disputas, pero al poco tiempo Chile estableció que la
frontera debía demarcarse por el principio solamente de divisoria de aguas, lo que abría una nueva
disputa por unos 90.000 km2 de territorio. A la vez tropas chilenas ocuparon la isla Picton
perteneciente a la Argentina, ya que está ubicada sobre el océano Atlántico.
El perito argentino Octavio Pico rechazó la idea del perito chileno Diego Barros Arana de
demarcar por el principio de divisoria de aguas. El informante de la Comisión de Negocios
Constitucionales y Relaciones Exteriores expresó en la cámara de diputados argentina que a partir
de ese momento “no habrá futuros encuentros de intereses entre Chile y la Argentina”. El diario “La
República” aseguró que “el acuerdo ha salvado una gran dificultad, terminándola para siempre”. El
presidente Julio A. Roca al dirigirse al Congreso afirmó que “Las cuestión de límites con la República
de Chile quedó amistosamente terminada”. Los sucesos posteriores demostrarían el error de estas
apreciaciones.

2. 10. Choques en la frontera (1883)

En febrero de 1883 un pelotón de 26 soldados argentinos dirigidos por el teniente coronel Díaz,
que formaban parte de la división del general Conrado Villegas, se enfrentó en Lonquimay a 40
soldados chilenos apoyados por unos 100 indios. Los chilenos fueron derrotados y la tropa argentina
quedó dueña del terreno. Los incidentes se repitieron con frecuencia por lo que ambas partes
firmaron el protocolo de 1893.

2. 11. El protocolo de 1893

El 22 de marzo de ese año el presidente Luis Sáenz Peña le decía a Quirno Costa –
plenipotenciario argentino en Chile – que: “El protocolo solucionaría esta eterna cuestión de límites
con Chile”.
El primero de mayo de 1893 se firmó un protocolo adicional por el cual se estableció:

 Se dejó claro que la forma de delimitar la frontera era por el principio de altas cumbres
que dividen aguas. Así se evitaron las malas interpretaciones del acuerdo de 1881. Se
volvió a plantear que el límite entre ambos Estados es la cordillera de los Andes.
 La Argentina no podrá tener puerto alguno sobre el Pacífico ni Chile sobre el Atlántico.
El acuerdo de 1984 por el Beagle también violó este principio al cederle a Chile islas
establecidas sobre el Atlántico.

Nuevamente la interpretación del tratado dio lugar a dudas. Chile sostuvo que lo que divide las
aguas es la cadena montañosa más importante, mientras que Argentina sostenía que no es el cordón
montañoso más importante sino las cumbres más altas. Estanislao Zevallos, Eduardo Costa y
Osvaldo Magnasco denunciaron que Chile estaba actuando de mala fe.

2. 12. La demarcación de los límites en Tierra del Fuego (1894)

En 1894 comenzó a demarcarse la frontera en la zona. Se consideraba al hito San Francisco como
el punto inicial para comenzar el trazo de la frontera. Los peritos argentinos se equivocaron, ya que
el hito San Francisco no era la cumbre más alta del encadenamiento principal, la cumbre más alta
era el monte Santa Rosa. El error implicó correr la frontera hacia occidente, es decir Chile ganaba
territorio. Pico, el perito argentino, murió y fue reemplazado por Valentín Virasoro que se dio cuenta
del error por lo que pidió al perito chileno Diego Barros Arana que se enmendara. El perito chileno
se negó, al no ponerse de acuerdo en 1896 la cuestión pasó al arbitraje que quedó a cargo de
Inglaterra.
2. 13. La disputa por la Puna de Atacama (1889 – 1898)

En mayo de 1889 Bolivia cedió a la Argentina parte de la puna de Atacama a cambio de la ciudad
de Tarija. Este acuerdo fue firmado por Quirno Costa (Arg.) y Vaca Guzmán (Bol.). Al enterarse de la
firma del tratado Chile reclamó el territorio como propio por lo que se planteó una nueva disputa
territorial.
Nuevamente la disputa fue llevada a arbitraje, mediante la firma de un tratado el 14 de abril de
1896. Se intentaron nuevos acercamientos por lo que finalmente Estados Unidos actuó como
árbitro. En noviembre de 1898 se expidió y ¾ del territorio en disputa fue otorgado a Chile, el tercio
restante a la Argentina.

2. 14. Las negociaciones hasta los pactos de mayo

Mientras se resolvían las cuestiones Chile ocupaba puestos y trazaba caminos en las zonas en
litigio, a la vez que denunciaba que Argentina se había establecido en el lago Lácar. Ante la
insistencia de Chile de establecer puestos en las partes disputadas la Argentina mandó fuerzas de
policía para protegerlas. Ante las tensiones Portela, embajador argentino en Santiago, se retiró y la
guerra pareció aproximarse. Ambas partes realizaron fuertes preparativos militares. Ante el
aumento de las tensiones Riesco, presidente de Chile, ofreció retirar las policías de ambas partes de
las zonas en conflicto. Se firmó un nuevo protocolo, pero Portela advirtió que Chile planteaba que
en caso de no llegar a un acuerdo se llevaría nuevamente la cuestión a arbitraje. Portela se indignó
y la posibilidad de una guerra pareció cada vez más cercana. El presidente Julio Argentino Roca se
mostró dispuesto a la guerra, Chile cedió y pidió disculpas. En esos momentos Chile se encontraba
en desventaja, pues sus fuerzas militares eran claramente inferiores y su economía se estaba en
crisis.

2. 15. Los pactos de mayo (21 de mayo de 1902)

Firmados por el ministro chileno José Francisco Vergara Donoso y el argentino José Antonio
Terry. Fueron de gran importancia para el desarrollo de las cuestiones limítrofes entre ambos
Estados.
En el acta preliminar se plantearon las manifestaciones recíprocas de amistad, se dejó claro que
la Argentina no interferirá en los conflictos en el Pacífico entre Chile, Perú y Bolivia. Chile a su vez se
comprometió a no emprender nuevas conquistas sobre los territorios de estos Estados.
En su primer artículo establecieron que se recurriría al arbitraje cuando fuera necesario, siempre
y cuando esto no afectara las Constituciones de las partes. Esto fue utilizado por los argentinos como
un recurso para evitar los arbitrajes indiscriminados.
En el segundo artículo se acordó que no se comprarían nuevos armamentos y se equilibrarán las
escuadras. Esto resultó desventajoso para la Argentina, pues su escuadra era en esos momentos
más poderosa.
En balance el pacto es considerado como negativo para la Argentina, pues dejó solos a Perú y
Bolivia – aliados naturales – frente a Chile. La escuadra argentina, que era superior, fue reducida. Se
hizo un pacto para asegurar una paz que en esos momentos no se encontraba en peligro. El acuerdo
recibió fuertes críticas de parte de los diarios “La Prensa” y “La Tribuna”, a la desaprobación se
sumaron Estanislao Zevallos, Luis Sáenz Pena, Gómez y Quesada.
El 20 de noviembre de 1902 se produce el fallo arbitral británico por las zonas en disputa entre
ambos países. En el fallo no se tuvo en cuenta el principio de altas cumbres que dividen aguas, por
lo que resultaron otorgados 40.000km2 para la Argentina y 54.000 para Chile. Hay que tener en
cuenta que todo el territorio disputado estaba bajo control de la Argentina.
A la vez ese año Chile hizo firmar a Bolivia el acta preliminar del pacto de 1904 por el cual Bolivia
se vio obligada a ceder su litoral marítimo. Chile mantenía la ocupación de las ciudades de Tacna y
Arica – usurpadas al Perú durante la guerra del Pacífico - y afirmó su predominio en la zona. El
despojo a estas naciones hermanas continúa hasta la actualidad.

3)NUEVOS CONFLICTOS

3.1. Chile y las huelgas anarquistas de 1920 – 1921

Durante estos años se produjeron en la Patagonia grandes huelgas de trabajadores pidiendo


mejoras en las condiciones de trabajo. Si bien los reclamos eran justos los sindicatos de la F. O. R. A.
(Federación Obrera Regional Argentina), fuertemente infiltrados por anarco – sindicalistas,
produjeron toda clase de desmanes: secuestraron a estancieros y a sus familias, incendiaron fincas,
destruyeron bienes y propiedades y realizaron grandes destrozos. Frente a esta situación el
gobierno de Hipólito Yrigoyen envió al Ejército para ver que era lo que ocurría. Las fuerzas
comandadas por el teniente coronel Héctor Benigno Varela llegaron a Santa Cruz el 2 de febrero de
1921 comprobando que las condiciones de trabajo eran lamentables. Gracias a la gestión de Varela
las partes llegaron a un acuerdo y el conflicto se solucionó momentáneamente, pero pronto volvió
a estallar. Ni los huelguistas ni los patrones cumplieron con las obligaciones pactadas y en
septiembre de ese año se reiniciaron las huelgas y los saqueos.
El gobierno de H. Yrigoyen volvió a enviar a Varela para poner orden, pero esta vez los huelguistas
lo recibieron violentamente comenzando los enfrentamientos armados. Durante los combates
contra los anarquistas Varela notó su perfecta organización militar, su buen entrenamiento, el uso
de tácticas militares y que estaban muy bien provistos de armas.
El gobierno de Chile dispuso el establecimiento de un importante destacamento de carabineros
en Puerto Natales, muy cerca de la frontera con Santa Cruz. Durante los combates contra los
huelguistas el Ejército Argentino apresó a 12 carabineros chilenos que apoyaban a los anarquistas,
muy cerca de Puerto Natales. El comandante de los carabineros Carlos Ibáñez del Campo solicitó al
gobierno argentino que le entregara a los prisioneros para fusilarlos como desertores, pero días más
tarde durante un nuevo enfrentamiento el Ejército volvió a apresar a algunos de ellos y encontró
que nuevamente combatían con uniforme. Es claro que el comandante chileno, lejos de fusilarlos,
los había liberado y que abiertamente colaboraban con los huelguistas. También se advirtió la
presencia de un regimiento chileno que al sofocarse las huelgas se retiró.
El 21 de diciembre con la rendición del último reducto huelguista culminaron los
enfrentamientos.

3.2. La crisis de 1929

Ese año gobierno de Hipólito Irigoyen detectó la presencia de concentraciones de tropas chilenas
en los pasos que comunican Puerto Montt con Neuquén y Río Negro y Río Ayssen con Comodoro
Rivadavia. Los objetivos al parecer eran tomar Viedma y Comodoro Rivadavia.
Al principio el gobierno nacional lo ignoraba, pero el gobierno alemán sabía de este hecho y
notificó a la Argentina. Rápidamente Yrigoyen dispuso que las unidades navales de la Armada
zarparan de Puerto Belgrano (Bahía Blanca) y avanzaran hacia Chile, a la vez se tomaron fotografías
aéreas que confirmaron la presencia de tropas y aeronaves chilenas en la zona. Inmediatamente se
enviaron tropas del Ejército y las unidades chilenas se retiraron. En esos momentos el presidente
chileno era Carlos Ibáñez del Campo, el que años antes había apoyado a los anarquistas patagónicos
desde Puerto Natales.

3.3. El protocolo de 1941

El 16 de abril de 1941 se firmó entre los dos países un importante acuerdo para la reposición y
colocación de los hitos en la frontera. Por el protocolo se creó la Comisión Mixta para realizar las
tareas y que tiene gran importancia para la cuestión de los Campos de Hielo Patagónico. Cincuenta
años después de ser creada todavía no había completado su tarea, dando lugar al reclamo de Chile
en 1991 y que dio origen al problema por los 24 puntos fronterizos entre los que se incluían Laguna
del Desierto y los Campos de Hielo Patagónico.

3. 4. Río Encuentro (1947)

Durante las tareas de demarcación en 1903 el capitán británico Bertram Dickson ubicó mal el
hito 16, que se debía colocar en el río Encuentro. Por el error la línea de frontera se corrió hacia el
occidente, beneficiando de esta manera a Chile. Argentina reclamó, pero finalmente aprobó la
colocación del hito en ese lugar con lo cual perdió la población de Palena y Chile ocupó la zona del
valle de California.

3. 5. Laguna del Desierto (1965)

En 1965, mientras el presidente chileno Frei y el argentino Arturo Humberto Illia se reunían en
Mendoza, grupos de carabineros incursionaron en territorio argentino en la zona de Laguna del
Desierto. Durante sus penetraciones exigieron a los pobladores el pago de impuestos argumentando
que se encontraban en territorio de Chile. La Gendarmería Nacional fue informada y marchó para
proteger a los pobladores. El 3 de noviembre un destacamento de gendarmes argentinos intimó a
50 carabineros chilenos a retirarse de la zona, el capitán que comandaba la tropa chilena contestó
abriendo fuego contra los gendarmes argentinos. El capitán chileno cayó muerto de un disparo, otro
fue herido y tres carabineros se rindieron, el resto huyó. Se levantó una ola de calumnias hacia la
Argentina desde los diarios chilenos. Los altos mandos militares argentinos amenazaron
abiertamente con la guerra y Chile cesó sus reclamos. A pesar de ello la diplomacia chilena logró
que la cuestión se llevara a arbitraje.
En 1994 una corte latinoamericana se expidió al respecto dando un fallo favorable a la Argentina
que conservó la zona. Nuevamente hay que destacar que la discusión fue sobre una zona ya bajo el
dominio de nuestro país. Como siempre ocurrió y sigue ocurriendo los reclamos se hacen sobre
territorios bajo dominio de la Argentina, nunca cuestionándose los que ocupa Chile.

3. 6. La cuestión del Beagle (1967 – 1984)

En 1967 Chile realizó un nuevo reclamo sobre territorio en poder de la Argentina,


unilateralmente pidió a Gran Bretaña que actuara como árbitro. El pedido fue rechazado por la
Argentina hasta que en julio de 1971 ambos acordaron el arbitraje. El 2 de mayo de 1977 Gran
Bretaña se expidió con un fallo favorable a Chile. El 25 de enero de 1978 gobierno de Rafael Videla
lo rechazó diciendo que los fundamentos deformaban los argumentos argentinos, que mostraban
una notable parcialidad, que implicaban un abuso de poder, que tenían graves defectos de
fundamentación y que se violaban principios elementales del derecho internacional.
Las tensiones aumentaron y ambas naciones se prepararon para la guerra, en diciembre de 1978
los pilotos de ambas naciones ya tenían designados sus blancos y estaban a punto de iniciar los
ataques. La guerra se evitó apenas por cuestión de horas. Muy cerca estuvo el conflicto de estallar,
evitándose por la mediación del Papa Juan Pablo II. El 23 de diciembre llegó en enviado papal, el
cardenal Antonio Samoré. Luego de varios viajes entre Buenos Aires y Santiago se llegó a un acuerdo
firmándose el acta de Montevideo. En enero de 1979 ambas naciones se comprometieron a lograr
un acuerdo con ayuda de la Santa Sede. En diciembre del año siguiente el Papa envió una propuesta
de paz que la Argentina rechazó.
Ya durante el gobierno de Raúl Alfonsín se realizó un acuerdo en 1984 por el cual se cedieron a
Chile todos los territorios reclamados, es decir las islas Picton, Nueva y Lennox e islotes próximos y
una zona de exclusividad económica sobre el Océano Atlántico. De esta manera se violó lo
establecido en los tratados anteriores, en especial remarcado en el protocolo de 1893 por el cual
ningún punto en el Atlántico podía pertenecer a Chile así como ninguno en el Pacífico a la Argentina.
Nuevamente la Argentina perdió territorio. Por este acuerdo se estableció que “no podrán
renovarse las cuestiones que hayan sido objeto de arreglos definitivos entre las partes. En tales
casos, el arbitraje se limitará exclusivamente a las cuestiones que se susciten sobre la validez,
interpretación y cumplimiento de dichos acuerdos”.

3. 7. La guerra de las Malvinas (1982)

El 2 de abril de 1982 mediante una brillante operación militar las Fuerzas Armadas Argentinas
recuperaron las islas Malvinas, usurpadas por Inglaterra desde 1833. Desde el momento mismo de
la usurpación habían comenzado los reclamos argentinos, siendo sistemáticamente desoídos. La
paciencia argentina se agotó y se optó por el uso de la fuerza. La recuperación de las islas dio lugar
al inicio de la guerra de las Malvinas. Gran Bretaña reunió una gran fuerza militar compuesta por
más de 150 naves de guerra y transporte y la envió a las islas. El primero de mayo comenzaron los
combates. A pesar de la heroica resistencia de las fuerzas argentinas, la superioridad militar de los
ingleses prevaleció. El 14 de junio cayó Puerto Argentino – capital de las islas culminando la guerra.
A lo largo de la guerra los ingleses contaron con amplio apoyo norteamericano. Exceptuando a
Chile, todas las naciones de América Latina apoyaron a la Argentina, siendo destacable la ayuda
política y militar brindada por Perú, Venezuela, Ecuador y Panamá.
Chile bajo el gobierno de Augusto Pinochet apoyó masivamente a Gran Bretaña. Aviones de
reconocimiento ingleses utilizaron las bases aéreas chilenas para realizar operaciones sobre
territorio argentino. Helicópteros ingleses operaron desde Chile infiltrando comandos que
informaban a la flota inglesa sobre los movimientos de las aeronaves nacionales. Aviones chilenos
con frecuencia se acercaban a la frontera para obligar a los cazas argentinos a despegar,
obligándolos a despegar y a desgastarse. Tropas de Chile se concentraron en la frontera para un
posible ataque, obligando a la Argentina a desplegar grandes cantidades de hombres que no
pudieron emplearse contra los ingleses. Las fuerzas chilenas brindaron a los ingleses toda clase de
informaciones sobre los movimientos argentinos.

3. 8. Los 24 puntos (1990)

Chile realizó un nuevo reclamo territorial en 1990 por el cual solicitó la demarcación de 24 puntos
menores a lo largo de la frontera con la Argentina que todavía no habían sido demarcados. Se llegó
a un acuerdo por 22 de ellos procediéndose rápidamente a su demarcación. Los dos restantes que
quedaron sin demarcar eran Laguna del Desierto que como hemos visto se llevó a arbitraje en 1994
siendo favorable a la Argentina y el de los Campos de Hielo o Hielos Continentales.

4)LOS CAMPOS DE HIELO PATAGÓNICO O HIELOS CONTINENTALES

4.1. La zona de conflicto

La nueva zona en disputa se extiende desde el Monte Fitz Roy o Chaltén hasta el cerro Daudet
en la provincia de Santa Cruz, entre los lagos San Martín y Argentino. Abarcan una superficie de
3.500km2. Su denominación correcta es “campo de hielo patagónico meridional”. La diferencia
entre la terminología está dada porque los campos de hielo en realidad abarcan una superficie
máxima de 50.000 km2, son de forma alargada y están sometidos a un control geológico que ordena
los desplazamientos de las masas de hielo. En cambio los hielos continentales poseen una superficie
mayor y fluyen en forma independiente del relieve. Cuando comenzó a tratarse ante la opinión
pública la cuestión se llamó a la zona Hielos Continentales, pero la correcta es la que he expresado
previamente.
La zona tiene características semipolares, ubicada sobre la cordillera de los Andes, presenta un
paisaje antártico de nieves, hielos, glaciares y ventisqueros colgantes.
Si bien la zona en disputa – como siempre, lo que se cuestiona es el territorio argentino, no el
que ocupa Chile - es de 3.500km2, es solo una pequeña porción de la que abarcan los Campos de
Hielo. En total los Campos de Hielo ocupan 22.500km2, de los cuales Chile ya posee 19.000km2, el
restante – que está en disputa – está bajo el control de la Argentina.
Sus bordes son muy irregulares, con un ancho máximo de aproximadamente 90km y un
promedio de 40km. La presencia de estos bordes tan irregulares se debe a la existencia de
numerosos glaciares que se expanden hacia ambos flancos y cuyo tamaño es muy variado. El más
importante de ellos es el Upsala con aproximadamente 870km2, con una longitud de 60km y un
espesor de entre 60 y 80 metros. No existen datos precisos sobre el espesor de los hielos, pero la
cifra máxima que se ha registrado es de 1.500 metros.
La superficie del hielo se encuentra cubierta por numerosas discontinuidades, tanto en la
superficie como en las profundidades. En la superficie las grietas muchas veces se cubren con nieve,
en especial cuando se producen fuertes nevadas. La presencia de estas grietas representa un grave
peligro para los que transitan por el hielo. También se ha detectado la presencia de numerosas
grietas y cavernas generadas por la acción de los ríos subterráneos.
La flora y la fauna son escasas. La primera se compone de algunos árboles que se presentan en
forma aislada o formando “oasis” en medio del hielo. A los árboles se suman arbustos, musgos y
líquenes. La fauna se reduce a avistamientos aislados de diferentes animales, en especial aves entre
las cuales se encuentran los cóndores. En algunas oportunidades se han detectado pumas y
huemules (pequeño ciervo típico de la Patagonia). También se han encontrado algunos insectos.
La población es muy limitada, reduciéndose según los datos de 1994 a cinco pobladores
dedicados a la cría de ganado ovino.
Constituyen una de las reservas de agua potable más importantes del mundo. Además de esto
se encuentran en la región grandes yacimientos de todo tipo de minerales, a ello se suma la
posibilidad de la explotación de la energía eólica, la pesca en los lagos y el turismo. Los lagos y sobre
todo el río Santa Cruz, cuyas nacientes formaban parte de la disputa, por su caudal son aptos para
el establecimiento de una central de energía hidroeléctrica para la región.
4. 2. La disputa

La región que ocupan los Campos Hielo había sido delimitada por ambas naciones por los
acuerdos de 1881, 1898 y 1902, pero aún no se habían colocado los hitos que marcaban los lugares
por donde pasaba la línea de frontera. Esto motivó que Chile reclamara la demarcación, surgiendo
un nuevo conflicto. Los acuerdos claramente establecían que la forma de establecer los límites era
mediante el principio aceptado por ambas partes, el de altas cumbres que dividen las aguas.
Por un acuerdo de 1941 se acordó que se procedería a la demarcación de la zona, hecho que fue
confirmado por el Instituto Geográfico Militar de Chile en 1954.
El 29 de agosto de 1990 los presidentes chileno y argentino Alwin y Menem dieron instrucciones
a la comisión demarcadora formada por integrantes de ambos países de colocar los hitos para
delimitar la frontera según lo establecido por los acuerdos y protocolos anteriores. El 12 de
septiembre comenzó a reunirse la comisión mixta. La demarcación abarcaría los 24 puntos que
estaban en disputa y que he mencionado anteriormente. El general Luis María Miró, presidente de
la Comisión Nacional de Límites Internacionales y el enviado chileno, Javier Illanes Fernández –
Director de Dirección Nacional de Fronteras de Chile - se reunieron no existiendo disidencias entre
las partes.
El 21 de enero de 1991 se dio la orden de comenzar la demarcación de la frontera siguiendo los
principios establecidos por el acta de 1898. Ya todo estaba listo para comenzar la demarcación, pero
en julio de 1991 Miró y sus asesores fueron citados por el vicecanciller Juan Carlos Olima que les
informó sobre la creación de una nueva forma de delimitar la frontera, la llamada “poligonal”.

4. 3. La poligonal

Esta línea, llamada engendro o de otras maneras más despectivas por la mayoría de los geógrafos
e historiadores, fue el resultado de los acuerdos presidenciales del 2 de agosto de 1991.
Para su trazado la cancillería argentina presidida por Guido Di Tella no se asesoró con los
organismos especializados en la cuestión, es decir la Comisión Nacional de Límites y el Instituto
Nacional de Hielo Continental Patagónico.
La poligonal dividía el territorio en disputa en dos partes iguales – siempre hablamos de territorio
que en esos momentos estaba en poder de la Argentina –, en dos porciones presuntamente
equivalentes. Gracias a ella la Argentina perdía 1.057km2 de territorio, equivalente a cinco veces el
tamaño de la ciudad de Buenos Aires.
Cuando el canciller Guido Di Tella fue interrogado acerca de las razones de la traza de la
poligonal, él y su entonces subsecretario y vicecanciller Juan Carlos Olima, respondieron que lo
hacían porque sino Chile llevaría la cuestión a arbitraje y la operación de demarcación implicaba
mucho tiempo y dinero. Luego se demostró que la demarcación con los medios actuales en realidad
llevaría apenas 30 días, el costo no era alto, y aunque lo fuera lo que estaba en juego era la soberanía
argentina.
La tan cuestionada poligonal era una línea que partía en el norte del cerro Fitz Roy, al que se
consideraba como la cumbre más alta de la zona. Los estudios demostraron que en realidad el Fitz
Roy no es la cumbre más alta y que además se encuentra fuera de la cordillera. Tomarlo como punto
inicial para la demarcación implicaba no respetar el hecho establecido por todos los tratados
anteriores, que el límite entre ambos países es la cordillera de los Andes y que la división se debe
hacer de acuerdo al principio de altas cumbres que dividen aguas. Además el Fitz Roy ni es la cumbre
más alta, ni divide las aguas ni siquiera se encuentra dentro del territorio en disputa. La cumbre más
alta es en realidad el cerro Moreno de 3.556mts de altura (ubicado a pocos kilómetros del anterior)
que si está dentro de la cordillera. El Fitz Roy tiene 3.340mts. Por otro lado este último no divide
aguas ya que está dentro de la pendiente que vuelca sus aguas sobre el Atlántico, en cambio el
Moreno sí. Aceptar el Fitz Roy como punto de demarcación inicial implicaba correr la frontera hacia
el este, es decir Argentina perdía territorio. La línea establecida por la poligonal se prolongaba hacia
el sur hasta el cerro Daudet. Se trataba de una línea trazada arbitrariamente sin ningún tipo de
argumento geográfico, que entregaba territorio a Chile sin ningún tipo de fundamento.
La poligonal comprometía las nacientes del río Santa Cruz, que quedaban en poder de Chile,
implicaría compartirlas con este país. El río Santa Cruz tiene un caudal de 750mts.3 por segundo, lo
cual representa una importante fuente de energía si se deseara establecer una represa y una central
hidroeléctrica.
Además de la pérdida de territorio, de la falta de atención a los principios de derecho
internacional y geográficos más elementales, la poligonal ponía en serio riesgo los derechos
argentinos sobre la Antártida, incluso sobre las Malvinas e islas del Atlántico Sur. A futuro permitiría
el achicamiento del sector reivindicado por nuestro país, dando pie a los reclamos de Chile sobre el
sector antártico bajo soberanía Argentina.
A su vez se violaba lo establecido en el tratado de 1984 por el cual no se podrían volver a tratar
aquellas cuestiones ya resueltas. Y en este sentido la cuestión de los Campos de Hielo ya había sido
decidida por los acuerdos anteriores, lo único que restaba era proceder a su demarcación. Tampoco
se respetaba el principio de altas de cumbres que dividen aguas.

4. 4. Los nuevos acuerdos. Masivo rechazo a la poligonal

El 2 de agosto de 1991 se produjo una nueva reunión entre Menem y Alwin en Chile, informando
que la cuestión de Laguna del Desierto se llevaría a arbitraje (hemos visto que finalmente fue
favorable a la Argentina), la demarcación de los 22 puntos (ver 3.6.) y que en el caso de los Campos
de Hielo se establecería la frontera por medio de la poligonal.
La decisión de delimitar la frontera se hizo sin consultar a los organismos que mejor podrían
expresarse al respecto, es decir: el Instituto Geográfico Militar, la Academia Nacional de Geografía,
al gobierno de Santa Cruz, a la Academia Nacional de Historia y a la Comisión Nacional de Límites
Internacionales. Cuando al vicecanciller Olima se le preguntó porque no se había consultado al
Instituto Nacional de Hielo Continental Patagónico contestó que no lo había hecho ¡porque no había
podido comunicarse telefónicamente!. Todo comentario sobre esta respuesta tan ridícula como
lamentable está de más.
A pesar de las decenas de pedidos de informes a cancillería y presidencia sobre los fundamentos
para el trazado de la poligonal violando todos los principios elementales para la demarcación de
límites no se obtuvo otra respuesta que no fuera que era para el bien del proceso de integración de
los dos países. Todo ello a cambio de una nueva mutilación del territorio nacional.
El rechazo a la poligonal por todos aquellos que entendían sobre la cuestión, el repudio de la
opinión pública bien informada y de una gran cantidad de organizaciones patrióticas que vieron esto
como un nuevo despojo motivó que el parlamento argentino la rechazara evitándose el desastre
que ello hubiera implicado.

4. 5. Los acuerdos finales, hasta el momento

Tras la indignación y el rechazo por el establecimiento de la llamada poligonal, en 1998 se llegó


a un nuevo acuerdo que estableció lo siguiente:
 Se recuperó como principio para el trazado de la frontera el de las “altas cumbres que
dividen aguas”, que había sido fijado por los tratados de 1881 y el protocolo adicional de
1893.
 Todas las aguas que fluyen hacia y desaguan en el río Santa Cruz serán consideradas
como recursos hídricos propios de la Argentina. Asimismo las aguas que fluyen hacia los
fiordos oceánicos del Pacífico serán para Chile. Cada Estado se compromete a no alterar
estos recursos.
 Se aplicarán estrictas medidas para la protección del medio ambiente y se realizarán
actividades científicas en común.
 Se tomarán medidas para enfrentar los desastres naturales y humanos que afecten la
región.
 Se elaborarán los mapas correspondientes en escala 1:50.000, antes de comenzar la
demarcación ya que solo se dispone de cartografía a escala 1:100.000.

El acuerdo dispone la división del área en disputa en dos secciones:

 Zona norte: se extiende entre el monte Fitz Roy y el cerro Murallón. Allí no se ha
especificado el límite. Solo se han dado una serie de instrucciones para que, luego de
realizar los mapas a escalas bien precisas, las comisiones de demarcación trabajen sobre
el terreno. Este puede ser un nuevo factor de discrepancias entre ambas naciones, un
nuevo conflicto.
 Zona sur: se extiende desde el cerro Murallón hasta el cerro Daudet. Allí el límite fue
establecido punto por punto siguiendo el principio de altas cumbres, excepto algunos
puntos donde lejos de respetarse los principios geográficos se optó por la solución
política. La zona sur abarca un 70% del territorio en disputa, 2.300km2, el 30% restante
corresponde a la zona norte.

El acuerdo fue ratificado por los parlamentos de ambas naciones en 1999 y así se convirtió en
tratado.
Queda por ver si en la zona norte no surgen conflictos por la demarcación. En base a los trabajado
en esta reseña juzgue el lector la situación y anímese a realizar una predicción hacia un futuro
próximo, ¿habrá sido la última disputa sobre territorio argentino?.

5)BIBLIOGRAFÍA
 ARREDONDO, Roberto, J. M: Academia Nacional de Geografía, en: Revista Militar,
Buenos Aires, enero – marzo de 1997, Nro. 738, pp. 19 – 20.
 AVELÍN, Alfredo: Hielos Continentales. La Historia nos juzgará, Buenos Aires, Plus Ultra,
1997.
 BALMACEDA, Raúl Rey: Aberración geográfica en la periferia de la Argentina, en: Revista
Militar, Buenos Aires, enero – marzo de 1997, Nro. 738, pp. 25 – 34.
 BALMACEDA, Raúl Rey: Hielos Continentales. Un falso litigo limítrofe, Buenos Aires,
Círculo Militar, 1997.
 CANCLINI, Arnoldo: Piedrabuena. Su tierra y su tiempo, Buenos Aires, Emecé, 1998.
 CARBALLO, Pablo Marcos: Halcones sobre Malvinas, segunda edición, Buenos Aires,
Cruzamante, 1985.
 COSTA, Eduardo José: Guerra bajo la Cruz del Sur, Buenos Aires, Hyspamérica, 1998.
 FRAGA, Jorge. A: Hielos Continentales: busquemos la verdad, en: Revista Militar, Buenos
Aires, enero – marzo de 1997, Nro. 738, pp. 45 – 47.
 FOGG, Guillermo. J: Soberanía argentina en el área austral, Buenos Aires, Pleamar, 1994.
 HASTINGS Max y JENKINS, Simon: La batalla por las Malvinas, tercera edición, Buenos
Aires, Emecé, 1984.
 KÖLLIKER FRERS, Alberto: Hielos Continentales: parte integrante de nuestra Patria, en:
Revista Militar, Buenos Aires, enero – marzo de 1997, Nro. 738, pp. 35 – 40.
 PAZ, Ricardo Alberto: El conflicto pendiente, segunda edición, Buenos Aires, EUDEBA,
1981. Tomo I.
 PAZ, Ricardo Alberto: El conflicto pendiente, segunda edición, Buenos Aires, EUDEBA,
1981. Tomo II.
 PUNZI, Orlando Mario: La tragedia patagónica. Historia de un ensayo anarquista, Buenos
Aires, Círculo Militar, 1991.
 RUIZ MORENO, Isidoro. J: Comandos en acción. El Ejército en Malvinas, octava edición,
Buenos Aires. Emecé, 1998.
 TAU ANZOÁTEGUI, Víctor: Academia Nacional de la Historia, en: Revista Militar, Buenos
Aires, enero – marzo de 1997, Nro. 738, pp. 16 – 18.
 YGOBONE, Aquiles. D: Francisco P. Moreno. Arquetipo de argentinidad, segunda edición,
Buenos Aires, Plus Ultra, 1995.
 ZEVALLOS, Estanislao. S: Diplomacia desarmada, Buenos Aires, EUDEBA, 1974.

You might also like