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¿CÓMO ORAR CON LA PALABRA DE DIOS?

Míller Gómez Ruiz

Palabra de Dios:​ Diálogo de amor entre Dios y su pueblo (oración).

CEC 2653​ La Iglesia «recomienda insistentemente a todos sus fieles [...] la lectura asidua de
la Escritura para que adquieran “la ciencia suprema de Jesucristo” (​Flp​ 3,8) [...]. Recuerden
que a la lectura de la sagrada Escritura debe acompañar la oración para que se realice el
diálogo de Dios con el hombre, pues “a Dios hablamos cuando oramos, a Dios escuchamos
cuando leemos sus palabras” (​DV​ 25; cf. San Ambrosio, ​De officiis ministrorum,​ 1, 88).

Dos métodos:
1. Oración Ignaciana- Composición del lugar
2. Lectio Divina- Lectura orante de la Palabra de Dios

ORACIÓN IGNACIANA

¿Qué es la Oración Ignaciana? ​Consiste en escoger una escena bíblica (especialmente de


la vida de Cristo) y revivirla tomando parte en ella como si ocurriera en el momento presente
y tú participaras en ese acontecimiento.

“Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis, porque de los que son
​ ateo 19, 14
como ellos es el Reino de los Cielos” M

Pasos
● Pacificación del corazón.
● Pedir el Espíritu.
● Composición del lugar
○ Imaginarme la escena con el mayor lujo de detalles posibles. Utilizar mis
sentidos:
■ ¿Qué veo?
■ ¿Qué oigo?
■ ¿Qué huelo?
■ ¿Quién soy yo en este relato?
■ ¿Qué emociones me produce?
● Reflexionar sobre lo vivido
○ ¿Qué me dice a mí?
○ Sacar un propósito concreto.

Ejemplo:​ Marcos 7, 31-37

1
LECTIO DIVINA
“Si la práctica de la lectio divina se promueve con eficacia, estoy convencido de que producirá una
nueva primavera espiritual en la Iglesia”.​ ​Benedicto XVI

¿Qué es la Lectio Divina?


Lectura atenta y creyente, orante y comprometida de la Palabra de Dios.

“La lectio divina consiste en quedarse durante un cierto tiempo sobre un texto bíblico,
leyéndolo y releyéndolo, casi “rumiándolo”, como dicen los Padres, y exprimiendo, por así
decir, todo el “jugo”, para que nutra la meditación y la contemplación y llegue a regar como
savia la vida concreta. Condición de la lectio divina es que la mente y el corazón estén
iluminados por el Espíritu, a saber, por el mismo Inspirador de la Sagrada Escritura, y se
​ enedicto XVI
pongan por eso en actitud de “religiosa escucha”. B

Historia
● Fue ordenada y regulada por Guigo II, un monje cartujo en el siglo XII.
“En cierta ocasión estaba ocupado en trabajos manuales y comencé a pensar
sobre la actividad espiritual del hombre. De repente se ofrecieron a mi corazón cuatro
peldaños espirituales, concretamente la lectura, la meditación, la oración y la
contemplación. Ésta es la Escala de los Monjes por la que se sube de la tierra al
cielo”.

Metodología
1. La Preparación para entrar en la Lectio Divina: la "​soledad sonora​". ​"El Maestro está
allí y te llama"​ (Juan 11,38).
a. Pacificación del corazón.
b. Invocación del Espíritu
2. Los cuatro movimientos de la Lectio Divina

2
LECTURA MEDITACIÓN ORACIÓN CONTEMPLACIÓN
“Buscad leyendo” “... Hallaréis “Llamad orando” “... Os abrirán
meditando” contemplando”

¿Qué dice el texto? ¿Qué me (nos) ¿Qué me (nos) No hay preguntas


dice el texto? hace decir el sólo el gozo de
texto? recibir”

● Captar las ● Lo asociamos ● La ● La contemplación


ideas con la vida. compunción del Señor
principales. ● Lo asociamos del corazón. Crucificado-Resu
● Profundizar. con otros ● La súplica. citado.
● Sentir el texto. textos ya ● El ● La contemplación
● Apropiárselo conocidos. agradecimient de la historia a la
o. luz de su
● La entrega. Palabra.
● La degustación
del sabor de la
Resurrección que
envuelve la vida.

Ejemplo: Marcos 7, 31-37

Oración al Espíritu Santo

"Dios nuestro, Padre de la luz. Tú has enviado al mundo tu Palabra,


sabiduría que sale de tu boca y que ha reinado sobre todos los pueblos de la tierra. (Eclo. 24, 6-8).
Tú has querido que ella haga su morada en Israel
y que a través de Moisés, los Profetas y los Salmos (Lc. 24,44),
Ella manifieste tu voluntad y hable a tu pueblo de Jesús, el Mesías esperado.
Finalmente, has querido que tu propio Hijo, Palabra eterna que de ti procede (Jn 1,1-14),
se hiciese carne y plantase su tienda en medio de nosotros.
Él, nació de la Virgen María y fue concebido por el Espíritu Santo (Lc. 1,35).
Envía ahora tu Espíritu sobre mí:
Que Él me dé un corazón capaz de escuchar (1 Reyes 3,9),
me permita encontrarte en tus Santas Escrituras y engendre tu Verbo en mí.
Que el Espíritu Santo levante el velo de mis ojos (2 Cor 3, 12-16),
que Él me conduzca a la Verdad Completa (Jn. 16,13),
y me dé inteligencia y perseverancia.
Te lo pido por Jesucristo, nuestro Señor,
Que sea bendito por los siglos de los siglos.
Amén".
(E. Bianchi)

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