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A través de la orina, son desechados productos del metabolismo y sustancias tóxicas que
en altas concentraciones son dañinas para el cuerpo humano.
El tracto urinario incluye varios órganos: 2 riñones, 2 uréteres, la vejiga y la uretra. Cada
uno forma parte de un interesante sistema de túbulos que, finalmente, eliminan la orina.
Los riñones son órganos con forma de frijol, sobre los cuales reposan las glándulas
suprarrenales. Se encargan de filtrar la sangre y producir orina.
Los uréteres son conductos que salen desde los riñones y que permiten el paso de la
orina desde la pelvis renal hasta la vejiga.
Estos conductos cuentan con válvulas que regulan la velocidad de depósito de la orina en
la vejiga.
La vejiga puede albergar entre 300 a 500 mililitros de orina en su interior. Esta capacidad
disminuye cuando se inflaman sus paredes por causa de infecciones.
Por último, la uretra es la vía de paso de la orina desde la vejiga al medio externo. Su
longitud difiere según el sexo, siendo más larga en el hombre respecto a la mujer.
Al consumir alimentos ricos en proteínas como: pollo, carne, hongos y granos, se produce
úrea.
La úrea es una sustancia cristalina, la cual resulta del procesamiento de las proteínas
ingeridas. Circula en el torrente sanguíneo hasta su eliminación.
Los valores normales de úrea en sangre varían según algunas variables dependientes del
sexo, la edad y la cantidad de proteína proveniente de la dieta.
Una vez purificada, la sangre retorna al corazón a través de la vena renal para ser
bombeada libre de tóxicos.
Por otro lado, los productos de desecho se eliminan a través de la orina, pasando primero
por la pelvis renal, los uréteres, la vejiga y finalmente, la uretra.
En tanto que, los cálculos urinarios crean una obstrucción que se resiste al paso fluido de
la orina.
En promedio, se estima una producción urinaria de entre 1.000 a 2.000 mililitros al día.
Este volumen es un rango de referencia variable que se reparte entre 6 a 7 visitas diarias
al baño.
Estos valores de referencia permiten detectar anomalías. De modo que, conocerlos ayuda
a identificar de forma directa la capacidad de procesamiento renal.
Si usted nota que su orina diaria excede los 2.500 mililitros debe tomar en cuenta que
esta cantidad puede deberse a múltiples situaciones.
Ingerir abundantes líquidos, entre ellos: alcohol, café y té, aumenta la cantidad de orina
eliminada.
Casos en los que el volumen urinario es menor a 100 mililitros o en donde la excreción de
orina está ausente, obedecen a insuficiencia renal severa.
Sin duda, identificar cómo están funcionando los distintos sistemas que integran nuestro
cuerpo nos brinda un amplio entendimiento de lo que sucede.
Estudiar la propia orina requiere del conocimiento de sus características físicas, ya que
éstas ofrecen una visión general de nuestra salud.
La orina eliminada por los riñones es normalmente transparente con una pigmentación
levemente amarilla.
Su color puede variar cuando existen infecciones que provocan inflamación y aparición de
pus y sangre, tornándola turbia, blanquecina o roja.
Inclusive, sin que exista enfermedad, puede verse rojiza después de haber consumido
remolacha o frutos rojos.
Cuando la orina presenta un color amarronado, debe sospecharse de la presencia
incrementada de pigmentos hepáticos asociados a coloración amarillenta de la piel.
Respecto al olor, ésta tiene un olor característico que los bioanalistas reportan como “sui
generis”, el cual resulta de la eliminación de la úrea y el amoníaco.
Curiosamente, en la antigua Roma, el ansiado olor a rosas en la orina era provocado por
una sustancia llamada aguarrás que lejos de ser saludable provocaba la muerte.
Pacientes con diabetes presentan orinas cetónicas con un olor a manzana dulce que
también se identifica en su aliento.
En definitiva, la apariencia de una orina libre de enfermedad debe poseer varios aspectos
fundamentales.
Las infecciones urinarias pueden ser inicialmente focalizadas. Sin embargo, en algunos
individuos, éstas pueden generalizarse y causar graves daños a quien las padece.
Frecuentemente, las bacterias entran por la parte más distante de la uretra, provenientes
de la vagina y la periferia del ano o por el uso de instrumentos urológicos.
Las infecciones sanguíneas son otro factor de afección urinaria. A partir de la filtración de
la sangre a nivel renal, algunos gérmenes se adhieren a la vía urinaria, provocando
infección.
Las infecciones urinarias en hombres son raras hasta que se alcanza la edad del
crecimiento prostático, el cual provoca obstrucción del flujo de la orina.
Una vez instauradas, las infecciones urinarias cursan con algunos síntomas distintivos
según su localización. [https://nutricioni.com/sintomas-de-una-infeccion-urinaria/]
Si se trata de una infección urinaria baja, aparecen ardor al orinar, sensación de que la
vejiga sigue llena después de haber orinado y dolor en la parte baja del abdomen.
Por el contrario, si la infección es alta, habrá mayor compromiso del estado general, por lo
que se sumarán a los síntomas previos: fiebre, sangre en la orina y dolor lumbar.
Es momento de tomar cartas en el asunto y ser consciente de las opciones que conducen
a tener una mejor función renal y un cuerpo sano.
Lograr una salud plena es uno de los principios necesarios para tener una vida feliz. En
medio de las ocupaciones, alcanzarlo se ha convertido en una labor titánica.
Sin embargo, las alternativas naturales representan una opción útil para lograr la deseada
meta de ser saludable.
Dicha vitamina proviene de las frutas cítricas, las cuales se caracterizan por su sabor
ácido.
[p74t], contiene extracto de arándano, granada y cereza. Por lo que resulta una
alternativa para evitar las complicaciones a las que conllevan las infecciones del tracto
urinario.
Al mismo tiempo, [p74a] contiene una combinación de hierbas con efecto antiinflamatorio.
Por su efecto diurético, este producto conlleva a tener riñones sanos y operativos.
¡Pruébalo y notarás la diferencia!
Tener orinas ácidas y vías urinarias libres de barreras tiene gran influencia en la forma en
la que el cuerpo desecha las sustancias tóxicas y hace frente a los microorganismos.
Dadas las múltiples funciones vitales en las que están implicados, una función urinaria
saludable es sinónimo de vida.
Estudios recientes han demostrado la relación existente entre la salud renal y la calidad
de vida.
En 2008, Yépez Delgado y colaboradores, determinaron que pacientes con falla renal
crónica presentaron deterioro de su desempeño físico y mental.
El deterioro físico y metal genera alteración de la forma en que se ejecutan las actividades
cotidianas.
Dicha alteración tiene repercusiones en el paciente y en los familiares que forman parte
de su entorno más cercano.
En tanto que, en los procesos obstructivos, ocurre destrucción del tejido renal.
Entender las implicaciones de tener un sistema urinario sano y funcional, permite tomar
consciencia de que su cuerpo refleja lo que usted hace con él.