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Heidegger o los valores rasos de la educación postmoderna

Heidegger o los valores rasos


de la educación postmoderna

por Octavi FULLAT I GENÍS


Universitat Autònoma de Barcelona

El profesor Enrique Gervilla ha pu- es costumbre traducir con la palabra vir-


blicado diversos y considerables trabajos tud, como axios, que se estila verter al
en torno a la educación postmoderna y a castellano con el vocablo valor, señalan a
los valores efímeros que la vertebran. No realidades consistentes y estables, en
insisto yo sobre el particular. Mi enfoque modo alguno volanderas e inconstantes.
se coloca en el plano de la legitimación La Postmodernidad ha roto con los
de tal modelo axiológico-educativo. Esti- hontanares de Occidente si prescindimos
mo que la producción de Heidegger apor- de los sofistas, los cuales prefiguraron ya
ta el discurso más potente en vistas a dicha fractura.
hacer plausible la axiología débil y efí-

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mera que especifica a la pedagogía Tanto los enunciados prescriptivos o
postmoderna. Lo postmoderno nació en directivos —e.g. «Está prohibido tortu-
1900 con el óbito de Nietzsche; después rar»— como los evaluativos —e.g. «Es pre- revista española de pedagogía

no ha hecho más que crecer sin Absoluto ferible ayudar al necesitado que
alguno. abandonarlo a su suerte»— son enuncia-
dos que presuponen al valor universal
En el seno de la Postmodernidad los griego. Sobre el estudio lógicolingüístico
valores carecen de relieve; son , pues, irre- de dichos enunciados véase el libro Needs,
levantes. Variopintos y fugaces. Este dato Values, Truth —Oxford, Basil Blackwell,
desmarca ya al valor ético con respecto a 2ª edición, 1991—, del cual es autor
sus orígenes. En Platón la areté —exce- Wiggins. Verdad es que no hemos avan-
lencia o mérito— convierte al ser huma- zado mucho con respecto al planteamien-
no que la posee en agathos —bueno y to que Platón formula en el Euthyphron
valioso—. El axios griego —derivado del e Peri hosiou —10a- 11b— cuando se pre-
verbo axioo, «estimo justo o digno»— es gunta si un acto es piadoso porque agra-
lo merecedor de aprecio. Tanto arete, que da a los dioses o bien agrada a los dioses

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porque dicho acto es, en él mismo, piado- ción racionalista. La metafísica de la iden-
so. Con todo acabó triunfando hasta el tidad queda, así, abandonada.
Renacimiento la solidez del valor. Hume
en el libro A Treatise of Human Nature Ya en el terreno de la pedagogía
—1740— al distinguir entre fact y value, postmoderna la producción escrita de
entre is y ought, introduce una frontera Niklas Luhmann, fallecido en 1999, re-
notable entre lo normativo y lo descripti- sulta significativa. El yo y el tú del pro-
vo. La tradición griega, de esta suerte, se ceso educativo son sobreros quedando la
quiebra. Moore en Principia Ethica individualidad reducida a un subsistema
—1903— insiste sobre este mismo extre- de sistemas complejos. Detrás de esta doc-
mo; el término bien no puede definirse trina están Maturana y Varela aunque
con enunciados factuales o empíricos, el planteamineto biológico de éstos se
pues al fin y al cabo ¿cómo se sabe que trueca en estructuras sociales en el caso
aquello que sirve para definir empírica- de Luhmann. En el apéndice a la obra El
mente al bien es, ello, un bien? Preludios sistema educativo —Universidades de
de la ética postmoderna. Lo valorativo Guadalajara e Iberoamericana, de Méxi-
caminará sin la fuerza de la ciencia, si se co, 1993— Luhmann escribe:
entiende a ésta tal como la definió Galileo
Se hacen obsoletos la idea de un
en Discorsi e dimostrazioni matematiche
bien por encima de los demás y el con-
intorno a due nuove scienze —1638—,
cepto de lo adecuado con carácter ge-
redifinición que llevó a cabo gracias a su
neral e inmutable…
práctica científica. Si lo respetable es No hay cumbre ni centro; sólo exis-
aquello que se ha probado experimental- te un conjunto operativo con un códi-
mente, la ética pierde autori- dad e im- go funcionalmente específico…
portancia delante, cuando menos, del Los niños, los escolares, son má-
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científico. quinas…, aunque, esto sí, con mayor


inseguridad en su relación con el pro-
Deleuze con su obra Nietzsche et la grama. (pág. 402 ó IIa del apéndice)
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philosophie —1962— se acredita como el


pensador postmoderno más sólido des- El modelo antropológico-educativo de
pués de Heidegger. Cuando Nietzsche sos- la Postmodernidad descansa sobre una
tiene la voluntad de poder y el eterno tecnología despojada de sujeto humano.
retorno afirma la crítica tanto de la mo- El saber ni lo produce ni tampoco lo co-
ral como de la religión, crítica que la filo- munica el individuo, sino el sistema so-
sofía no llevó hasta el final ni con los cial y sus subsistemas.
sofistas ni con Hegel ni tampoco con
Marx. Nietzsche, en cambio, dice Deleuze, Mi hipótesis apunta a que el pensa-
substituye la autoridad de la razón con miento de Heidegger constituye el cuer-
el poder constituyente del deseo. po de doctrina más vigoroso para dar
Nietzsche ha superado no sólo la moral, cuenta de la insubtantividad de los valo-
mas igualmente ha vencido a la tradi- res planos con los que vive la educación
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postmoderna. No resulta cómodo hacerse pado el lugar de las certezas y de los


con el discurso heideggeriano pero no dogmatismos. ¿Qué significan en tal co-
dudo que su lectura de Nietzsche yuntura comprender al mundo y trans-
—Nietzsche, dos volúmenes; Pfullinger, G. formarlo? El nihilismo de la desespera-
Neske 1961— , que logra sistematizar la ción acecha. Los postmodernos no caen,
obra de éste —una verdadera empero, en él con confesar que no se da
Lebensphilosophie—, es penetrante y a la salvación. Se inspiran en Nietzsche
su vez permite hacerse cargo del resto de quien había esbozado otros derroteros
escritos heideggerianos. Presento las lí- menos trágicos. Así Rorty imbuido en la
neas de pensamiento de Heidegger y a Teoría pragmática de la verdad, que de-
su vez al personaje. Se me antoja más sarrolló William James, se contenta con
estimulante y completo. la esperanza en espacios racionales, siem-
pre que no se deifique a estos.
El siglo XX ha visto como se rompía
la idea misma de humanidad. Los indivi- La metafísica, después de 2.400 años
duos dejaban de pertenecer, todos, a la de dominio, acusa fatiga. Heidegger le
misma y única comunidad humana. Siem- echa en cara el que haya pretendido
pre ha existido la crueldad banal; la bar- enseñorearse del ser en vez de colocarse
barie ha sido asunto generalizado en el a su escucha. El Principium reddendae
proceso histórico y en la diversidad de rationis de Leibniz, gran exponente me-
geografías. Lo novedoso y sorprendente tafísico, sufre menoscabo en manos de
del siglo XX reside en que tanto para el Heidegger —Der Satz vom Grund,
nazismo como igualmente para el comu- Pfullinger 1957—. Los postmodernos re-
nismo la violencia constituye un deber, chazan cualquier modalidad de
una virtud y un método en vez, como su- fundacionalismo; buscar fundamentos úl-
cedía otrora, de ser deleite, sadismo y timos tanto del saber como de la reali-
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placer. La brutalidad se ha mudado en dad no es otra cosa que obstinarse en
competencia de un buen profesional. Na- querer proseguir con seguridades iluso-
zismo y comunismo son voluntarismos rias. Creer en la razón absoluta ha traí-
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que han decidido construir la historia do a Hitler, a Stalin, al complejo


por encima de las vidas individuales. El industrial-militar norteamericano… La
siglo XX ha sido, simultáneamente, Postmodernidad desconfía de cualquier
tecnocientífico y bárbaro. El XIX había poder —político, tecnológico, científico,
creído que la ciencia forzaría a retroce- religioso, artístico, económico, místico…—
der a la barbarie, pero no ha sido así. La porque usurpa la autoridad de la razón.
extensión de los saberes ha ido acompa- Lo mejor es declarar, a ésta, pordiosera
ñada del salvajismo más sereno. Televi- y quebrada.
sión en colores y triunfo de los satélites
se han codeado con torturas y campos de Heidegger es el postmoderno funda-
concentración refinados. Existencialismos mental; el resto a su lado es medianía.
y postmodernidades brotan en este hu- Husserl con la idea de intencionalidad
mus. La duda y la perplejidad han ocu- rompió el espacio cerrado de la concien-

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cia del yo, como asimismo logró colocar a la fenomenología hermenéutica. Aban-
formas de predicados y verdades de pre- dona la interioridad del sujeto con su
dicados en la esfera prepredicativa de la autoconciencia —el ego cogito— soste-
intuición; sin embargo, Heidegger le acu- niendo algo anterior y más originario —
sa de no abordar al das Sein der Sachen el Dasein—, que fundamenta tanto al su-
—«al Ser de las cosas»— puesto que lo jeto como a su apercepción. Y ¿por qué
hace coincidir con su «ser-consciente» — tal cambio? Porque el sentido del ser anda
Bewusst-sein— sin plantearse en qué relacionado con el Da-sein —el «ahí-del-
consiste el ser de la conciencia, el de la ser»— y no con el acto de conciencia de
intencionalidad y el sentido del Ser. un yo. El Selbst — el sí mismo de un
Husserl no pudo superar la filosofía yo— viene determinado por la «pre-
cartesiana del Ego cogito entendiendo al manisfestación» del ser, la cual se da en
Ser como elemental presencia —An- el estar existiendo, temporalmente, del
wesenheit. Heidegger abandona la Dasein. Heidegger lleva a cabo una her-
fenomenología trascendental de Husserl menéutica, pero no de un texto —en
proponiendo una fenomenología herme- Dilthey la hermenéutica era epistemolo-
néutica. El Dasein —el Aquí-del-Ser o gía—, sino del ser mismo; la hermenéuti-
ser humano—, desprovisto de conciencia ca se muda ahora en ontología. No
y de yo, es la comprensión expresa del interesa cómo sabemos, sino qué es el ser,
Ser —Seinsverständnis—. Quedaba des- el cual, por cierto, únicamente se revela
trozado de tal guisa el Sentido Universal comprendiéndose. El Dasein no es sujeto
y Absoluto de la Modernidad. En frente a un objeto, sino un ente en el
Heidegger el camino no une el punto de seno del ser; es el lugar donde el ser se
salida y el punto de llegada. El pensa- hace cuestión de sí mismo, lugar que es
miento no va tras del Ser; se limita a lenguaje. Y el ser, en el Dasein, se
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estar ya en él. No contamos con carrete- autocomprende como proyección cons-


ra, sino con Holzweg, con sendero fores- titutiva. La interpretación ontológica
tal, que progresa sin encaminarse a punto —Auslegung— consiste en el desplegarse
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alguno. El Dasein —«ser ahí»— funda o —sich ausbilden— del ser. La auto-com-
fundamenta, pero en el sentido de ha- prensión del ser, antes que discurso, es
llarse comprometido con el abismo del «poder-ser», es proyecto. En Heidegger el
«sin-fondo» —Abgründiger Grund, según fundamento de la metafísica no es otro
Was ist Metaphysik de 1929—. El fun- que el tiempo, con lo cual el ser no su-
damento último de todo ya no es funda- pera a la temporalidad e historialidad
mento absoluto, sino un abismarse en la —geschichtlich—. El ser acaba en acon-
nada de sostén. El Ser se interroga en el tecer —Ereignis—, en sencillamente pro-
Dasein y se descubre como aventura para ducirse —es gibt—. El ser humano per-
la muerte —temporalidad, pues, y tenece a un elemental acontecer —Zur
finitud—, y en la muerte solamente ame- Sache des Denkes, Tübingen 1969—. La
naza la nada. Heidegger transita de la historialidad del Dasein, la finitud de éste
fenomenología trascendental, de Husserl, —que constituye la revelación del ser—,
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se traduce en «ser-para-la-muerte» —ya qué no renegó de aquel pasado suyo?; qui-


en Grundprobleme der Phänomenologie zás no atinara en cómo hacerlo. Con todo,
de 1927. el 8 de abril de 1950 escribe una carta a
Jaspers en la cual se expresa así:
El hecho de que Heidegger se adhirie-
ra al Partido Nazi y admirara a Hitler Los hechos que traigo no discul-
ha permitido plantear la pregunta sobre pan de nada; únicamente hacen ver
la relación entre sus convicciones políti- como a medida que se descubría el
cas y sus escritos filosóficos. Ni la res- mal crecía en mí la vergüenza de ha-
puesta negativa ni tampoco la positiva ber, un día, contribuido en el desastre
sobre este particular pueden probarse ob- directa o indirectamente. (Jaspers, K.:
jetivamente. Se trata de interpretaciones Notizien zu Martin Heideggers; Piper,
forzadas en ambos casos. Lo más cauto München-Zürich 1978, p. 97)
es sostener los hechos según los cuales
Heidegger se hechizó con el nazismo ale- Martin —sin acento en la i, en ale-
mán, y en especial con la figura de Adolf mán— Heidegger nació en 1889 en un
Hitler, y asimismo constatar las ideas fi- medio católico. Su padre Friedrich fue sa-
losóficas vertidas en sus libros mayúscu- cristán en la iglesia de San Martín, de
los. Interrelacionar ambos extremos su pueblo Messkirch, cercano al lago
resulta sin duda efectista pero no supera Constanza o Bodensee. Martin fue mo-
el plano de la especulación subjetiva. El naguillo de la parroquia y tocaba tam-
libro de Víctor Farias sobre Heidegger y bién las campanas. Su madre era alegre;
el nazismo trajo muy pocas novedades vestía con delantal y pañuelo en la cabe-
historiográficas. El número de Temps za. Procedía de una familia de labrado-
modernes, de 1946, y el trabajo de Jean- res.
Michel Palmier en l’Herne sobre los Écrits En 1903 Martin cursa estudios secun-
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politiques de Heidegger habían ya sacado darios en el seminario de Constanza —
a la luz los hechos. Yo no atino a descu- Konstanz, junto al lago— y en el instituto
brir una afinidad clara entre el pensa- de la misma ciudad. En 1906 prosigue
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miento heideggeriano y los fundamentos los estudios en el seminario de Freiburg.


del nazismo. Tal vez un par de cartas de El 30 de septiembre de 1909 ingresa en
la época en que fue Rector de la Univer- el noviciado que los jesuitas tienen en
sidad de Freiburg utilizan un lenguaje Tisis; a las dos semanas lo abandona
antisemita, pero esto queda contrarres- por razones de salud. Sigue, empero, su
tado por el hecho de no haber llevado sus formación para sacerdote, camino que
hijos a las Hitlerjungen y de oponerse a abandona dos años después. Estudia teo-
que en su universidad se colocara el le- logía en Freiburg hasta 1911. A conti-
trero de los S.S. reclamando la expulsión nuación se inscribe en la Facultad de
de los judíos. Por lo menos quedaba algo Ciencias cursando matemáticas, física y
distante del nazismo. Y ¿por qué, con- química sin dejar los estudios filosóficos.
cluido el conflicto bélico, guardó silencio El 26 de julio de 1913 obtiene el título de
acerca de su simpatía por Hitler? ¿Por Doctor.

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El 10 de octubre de 1914 se alista en Selva Negra, labora en la redacción final


el ejército, pero la falta de salud le vuel- de Sein und Zeit, obra principal que apa-
ve a la reserva. En 1918 considera in- rece en 1927. Su madre fallece el mismo
aceptable el sistema del catolicismo año; en el lecho de muerte deposita el
porque, éste, descansa sobre una metafí- ejemplar que él usaba. El sentido del ser
sica vertical cuando a él le atrae una pers- es el tiempo, pero el tiempo no proporcio-
pectiva histórica y también fenome- na ningún sentido. La lección inaugural
nológica. que pronuncia en la toma de posesión de
su Cátedra en Freiburg lleva como título
Edmund Husserl llega a Freiburg en Was ist Metaphisyk?; en este trabajo sos-
1916. Edith Stein, judía aunque después tiene que la nada pone de manifiesto al
monja católica —asesinada por los nazis ente como tal.
en Auschwitz—, fue ayudante de Husserl
entre 1916 y 1918 en la Universidad de Hitler había iniciado la redacción de
Freiburg. Desde 1917 hasta 1922 esta Mein Kampf entre diciembre y febrero
misma tarea la lleva a cabo Heidegger. de 1924; se trata del libro en el cual ex-
Durante 1918 se encuentra en el frente pone el Nuevo Orden para Europa. La
de guerra occidental, en las Ardenas. crisis económica de 1929 le permitió ac-
Asiste a la gran derrota alemana. ceder al poder; fue Canciller habiendo ga-
nado las elecciones el día 30 de enero de
A propuesta de Natorp y de Nicolai 1933. En marzo del mismo año se con-
Hartmann el día 18 de junio de 1923 vierte en dictador. En 1934 pasa a ser
Heidegger es nombrado Profesor de la Führer, guía, caudillo. En marzo de 1933
Universidad de Marburg donde continúa Heidegger invita a adherirse al nazismo
hasta 1928, año en que substituye a al mismo Jaspers, el cual no acepta. El 3
Husserl en la Cátedra de Freiburg. A de noviembre de 1933 escribe: «Sólo el
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principios de 1924 llegó a Marburg una Führer mismo es en el presente y en el


judía de 18 años, Hannah Arendt, deseo- futuro la realidad alemana y su ley.» El
sa de estudiar con Bultmann y con día 21 de abril pasa a ser Rector de la
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Heidegger. En febrero de 1924 se inicia Universidad de Freiburg, cargo que aban-


una relación sentimental entre Hannah dona —se sintió fracasado— en abril de
y Martin, sometida a secreto riguroso por 1934 aunque siguió creyendo en Hitler.
parte del Profesor. Los encuentros tie- Se apartó, no obstante, de la actividad
nen lugar en la buhardilla donde vivía política.
Hannah, cerca de la Universidad. Nunca
se atrevió a pedirle que se decidiera por La administración militar francesa se
ella. Heidegger tenía 17 años más y era hace cargo de la región en 1945. El 23 de
padre de dos hijos además de seguir ca- julio de este año Heidegger tiene que res-
sado con Elfride. ponder, por primera vez, de su pasado
nazi delante de una comisión depuradora.
En la cabaña que el mismo Heidegger Heidegger no se arrepiente de nada. El
había construido en Todtnauberg, en la 19 de enero de 1946 el gobierno militar

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francés le retira la licencia de enseñar y de 1976. Y le enterraron en el pueblo na-


le suprime la pensión de jubilación for- tal. La muerte nos devuelve a los oríge-
zada. Reingresará en la Universidad de nes. ¿A cuáles?
Freiburg en 1951. Al año siguiente se en-
cuentra con Sartre. Martin Heidegger tenía un aire de
campesino o de leñador o de guía alpino.
En septiembre de 1946 habíase ini- Le gustaba encerrarse en su cabaña de
ciado la amistad con el francés Jean Todtnauberg, cubierta de nieve en invier-
Beaufret, amistad que dio como resulta- no, con una larga chimenea que calenta-
do Carta sobre el humanismo, —Brief ba el salón de trabajo. Martin poseía un
über den Humanismus— que era una crí- rostro tranquilo, atento, suavemente tí-
tica al escrito de Sartre L’existentialisme mido, con unos ojos que expresaban la
est un humanisme. Entre 1955 y 1969 sorpresa, el asombro. Disfrutó con
viaja frecuentemente a Francia, particu- Parménides, Heráclito, Aristóteles, Kant,
larmente a la Provenza, en la que descu- Hegel…; Homero, Píndaro, Sófocles, Safo,
bre su segunda Grecia. Recorrió Avignon, Esquilo…; Nerval, Baudelaire, Rimbaud,
la Vaucluse y la cadena de montañas de Novalis, Rilke, Hölderlin…
Sainte-Victoire. A pesar de las simpatías
de Heidegger por Hitler, en Francia fue- Dilthey señaló que explicamos —
ron los intelectuales liberales y de izquier- Erklären— la naturaleza mientras com-
das, y hasta los judíos, quienes se dejaron prendemos —Verstehen— la realidad
cautivar por la obra de Heidegger. histórica; Heidegger ha indicado que la
Gurvitch, Levinas, Wahl, Koyré, Aron, existencia humana —Dasein— elabora la
Corbin… y el propio Sartre son admira- cuestión del Ser autocomprendiéndose. El
dores suyos. En L’Être et le Néant fenómeno —el aparecer— es el ente y
Heidegger aparece citado por lo menos aquello que aparece es el ser. Éste, el
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74 veces. Jean Beaufret fue el embajador ser, no es ente alguno; ¿acaso es nada?
del Maestro alemán en Francia. Sí; por lo pronto, nada de ente. No es ni
esto —cebolla— ni aquello —Dios—.
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Heidegger pasó la vida atravesado por Entre los entes hay uno que destaca: el
la pasión de preguntar; ésta fue su ma- ser humano, al que Heidegger denomina
nera de sostenerse en la transición, en el Dasein —el «Ahí-del-ser»—. Se debe esto
elemental caminar, que para él lo era a que el ser humano habla; nos encon-
todo. Vivir es recorrer un puente que cre- tramos en el lenguaje ya antes de ha-
ce cuando se lo atraviesa. Y, así, le sor- blar.
prende la muerte de Hannah Arendt,
acaecida el 4 de diciembre de 1975. Le Heidegger establece una distinción
dijo entonces a un amigo: «Sí; ahora el entre ente, lo que nos sale al encuentro
camino toca a su fin». Pidió que se le con su presencia —una col, la guerra del
diera sepultura eclesiástica en el cemen- golfo, Einstein…— y Ser, aquello que
terio de su pueblo, Messkirch. Falleció, hace que la col, una guerra concreta o el
al poco de despertar, el día 26 de mayo físico Einstein nos salgan al paso, se nos

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hagan presentes; es decir, sean o exis- El concepto de Ser resulta indefi-


tan. En Kant y el problema de la metafí- nible… El Ser no puede concebirse
sica , —Kant und das Problem der como un ente… De él no pueden
Metaphysik, 1929; me sirvo de la edición predicarse entes…
de Frankfurt, 1951; p.186— presenta el El Ser de los entes no es, él mis-
asunto en estos términos: mo, un ente…

En la pregunta ti to on? —¿qué es ¿En qué consiste, entonces, el Ser?


el ente?— está encerrada otra pregun- Una respuesta escueta la proporciona en
ta más originaria; es ésta: ¿qué signi- ¿Qué es Metafísica? —Was ist
fica el ser, previamente, en aquella Metaphysik?; 1929, 1943 y 1967; citado
pregunta? según la ed. de Frankfurt 1949, p. 7:

En el libro Ser y tiempo —Sein und El Ser es lo simplemente otro a


Zeit, 1927; ed. Max Niemeyer; Frankfurt, todo ente; es decir, es nada.
en la séptima edición, p. 43— apunta a
esta interrogación originaria con estas El Ser configura una dimensión que
palabras: se aguanta más allá de cualquier deter-
minación óntica. El Ser no es ni papel, ni
No sabremos lo que quiere decir rosa, ni jilguero, ni ser humano, ni án-
ser. Pero ya cuando preguntamos ¿qué gel, ni Dios, ni tampoco número. Estas
es ser?, nos mantenemos en cierta com- cosas son, todas, entes. La nada
prensión del es, sin que podamos fijar —Nichts— pertenece al Ser en cuanto que
en conceptos lo que el es significa. éste es nada de ente. En Introducción a
la Metafísica —Einführung in die Me-
El discurso heideggeriano da vueltas taphysik, 1935, publ. 1953; he utilizado
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en torno a la diferencia imperceptible esta edición de la editorial Niemeyer, de


pero absoluta que separa el Ser y el ente. Tübingen, p. 87— se expresa así:
No hay Ser sin entes como tampoco pue-
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den darse los entes sin el Ser. La dificul- El Ser por el cual nos preocupa-
tad no se halla en el ámbito de los entes mos queda muy cerca de la nada, aun-
puesto que dicho ámbito es el mundo al que evidentemente protestaríamos si
cual pertenecemos. El caballo es un ente alguien afirmara que el ente no es.
y Dios —si lo hay— es también un ente.
El problema salta cuando se quiere ave- ¿Por ventura podría sostenerse que
riguar en qué, el Ser del ente, se distin- sólo hay entes ya que el Ser pensado des-
gue del ente. Según Heidegger el Ser no de los entes acaba en nada, en nada de
es ni materia, ni espíritu, y nada puede entes? El manzano en flor, la autopista o
afirmarse de él ya que carece de atribu- la ONU constituyen presencias, entes, co-
tos. El logos, la razón, fracasa en tal em- sas. El Ser no se presenta jamás ¿acaso
peño. En Sein und Zeit —séptima edición será sencillamente nada? Pero Heidegger
de Frankfurt, p.4, 6 y 38— se lee: se cuestiona sobre el origen del no y de
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la negación en Was ist Metaphysik? El vocablo Dasein en la filosofía ale-


—según indicación anterior— plantean- mana ha traducido la palabra latina
do el tema de la Nada: existentia; ahora bien, en Heidegger se-
ñala al ser humano, no en cuanto sujeto,
¿Hay Nada porque contamos con sino como punto «histórico-temporal» de
no y negación o, tal vez, no y negación la revelación del Ser. El Dasein, el ser
se sostienen porque previamente hay humano, se define a modo de posibilidad,
Nada? (p. 7) se define por existir inexorablemente fue-
ra de sí, arrojado hacia delante. La pata-
Heidegger se inclina por la segunda ta, en cambio, como igualmente la
alternativa; la Nada es originariamente sinfonía Nuevo Mundo de Dvorak, como
anterior al no y a la negación. En el mis- el resto de entes, se limitan a ser en ellos
mo libro: mismos, desnudos de proyectos; son pas-
tosos e inertes. La existencia humana,
La Nada no se limita a ser el con- por el contrario, descansa sobre el ahí
cepto antitético de ente, sino que la —del «Ahí-del-Ser»— que ella tiene, pre-
esencia del Ser mismo comporta, des- cisamente, que ser, que construir. El
de el comienzo, la Nada. (p. 17) Dasein avanza estremecido porque se da
cuenta de que no es una cosa dada, un
Tal planteamiento da cuenta de por objeto, un hecho o fenómeno, sino que
qué Heidegger hace una sola cuestión de nunca queda terminado aguardando su
los temas del Ser y del tiempo. destino desde el futuro. El hombre es que-
hacer, tarea y faena, no un dato para
¿Cómo referirse al Ser si éste no con-
científicos y tecnólogos; esto también lo
figura ente alguno? Entre la multitud de
es, claro está, pero no le especifica. Esto
los entes destaca uno, por el hecho de
lo tiene en común con los mulos, con los
preguntar, que es la existencia humana,
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rayos Röntgen o X, con el Principio de
el Dasein, término que puede traducirse,
Arquímedes o con el correo basura. En
como hice antes, por el «Ahí-del-Ser». Lo
expresa de la siguiente guisa, Heidegger, Carta sobre el humanismo —Brief über
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en Sein und Zeit —téngase presente lo den Humanismus; Francke Verlag, Bern
indicado antes: 1947; p. 22— lo expresa del modo si-
guiente:
¿En qué ente debe leerse el senti-
do del Ser? ¿de qué ente debe tomar El Ser no es Dios. Tampoco es fun-
su punto de partida el proceso que nos damento del mundo. El Ser está más
abra al ser…? allá de todo ente, pero se halla a la
Tal ente es el ente que somos, en vez más cercano al Dasein que no im-
cada caso, nosotros mismos y que tie- porta qué ente, trátese de una piedra,
ne, entre otros rasgos, la posibilidad de un animal, de una obra de arte, de
de quedar implicado en el preguntar. un ángel o de Dios. El Ser es lo más
Lo designamos con el término Dasein. cercano. Pero lo más cercano es para
(p. 7) el ser humano lo más alejado. El hom-

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bre se atiene primeramente, siempre inyectaría sentido—sino desde el mismo


y únicamente a los entes. Pero cuan- tiempo.
do el pensar representa al ente en
cuanto ente, entonces se relaciona con Al Ser lo comprende el Dasein a par-
el Ser. tir de la temporalidad; el tiempo encie-
rra el horizonte de toda posible com-
El cuestionamiento salta desafiador en prensión del Ser. El Dasein alcanza al
Was ist Metaphysik? —observación ante- Ser como algo implícito; la explicitación
rior. Queda formulado así: del Ser es solamente el tiempo.

A fin de cuentas ¿por qué hay Lo propio del ser humano es no estar
entes en vez de simplemente Nada?. en su casa —Un-zuhause—, es vivir en
(p. 16) la extranjería —Unheimlichkeit—; el
hombre reside en el mundo pero como
¿Cuál es el papel del Dasein ante pro- extranjero, como extraño. La existencia
vocación tan hiriente? el Dasein funda la humana, que revela al Ser, está arrojada
respuesta en la medida en que está com- —Geworfenheit— al mundo y sólo le es
prometido con la nada. La contestación posible proseguir a modo de proyecto
es, pues, el abismo de aquello que carece —Entwurf—. En esto consiste la tempo-
de fondo. El Dasein funda señalando el ralidad o mejor historialidadad
precipicio en que consiste cualquier fun- —Zeitlichkeit y no Temporalität— del
Dasein. Historial no es aquello que se
damento que pretenda ser absoluto.
encuentra en la historia, sino aquello que
abre una historia. El Dasein posee carác-
Existir para el Dasein es diferente de
ter ek-stático, existiendo indefectiblemen-
existir como lo dado efectivamente. Exis-
te fuera de sí. El Dasein se encuentra en
año LXI, n.º 225, mayo-agosto 2003, 209-222

tir es existirme, es conducir la propia


el mundo —presente— pero habiendo sido
vida, es ser accesible para uno mismo. El
arrojado en él —pretérito— y en vistas
Dasein se apercibe de que está ahí, y mer-
al porvenir —futuro—, que no es otro que
revista española de pedagogía

ced a esto queda abierto a la temporali- la muerte y la extinción. La temporali-


dad, a los ek-stasis, al cuidado, a la dad de la existencia humana es extática,
angustia, a la muerte, a la finitud. El lanzada hacia delante; no, así, la exis-
Dasein no se halla incrustado en el tiem- tencia de las pulgas o la existencia de la
po; éste, el tiempo, es la manera como el película Fresas salvajes de Ingmar
Dasein es. El Dasein únicamente puede Bergman, depositada en una filmoteca.
comprenderse como mortal, como antici- El «ser del ahí» consiste asimismo en ser
pando su muerte. Esta no proviene del de allá. El mundo del Dasein no suma
exterior, sino que constituye a la misma un paquete de datos; se trata de un mun-
existencia humana. Caminando hacia la do cuyo sino es dar mundo —Welt
muerte es como el Dasein se da, a él mis- weltet—. Ni el mundo de la merluza ni
mo, su tiempo. Heidegger no considera el tampoco el del chimpancé ponen mun-
tiempo desde la eternidad —la cual le dos; se ciñen a estar aburrida y obstina-

218
Heidegger o los valores rasos de la educación postmoderna

damente en el suyo. El mundo del Dasein de algo, del fallecimiento. Y cuando ya


es la estructura relacional del Sein-in- nada queda por esperar, entonces ha des-
der-Welt, es la mundaneidad —Wel- aparecido el Dasein. Existir en vistas al
tichkeit. futuro es, ni más ni menos, existir para
la muerte. Esta es la última posibilidad
La temporalidad que es el Dasein se humana, aquella que le deja perfecto
traduce en Sorge —cura en latín—, cui- —per-factum o per-fectum, completamen-
dado y preocupación, por cuanto le con- te hecho; de facere, hacer, y de per, del
vierte en «proyecto-arrojado». Hacia todo.
delante de sí mismo; no hacia delante de
algún ente mundanal. Esta huida consti- No se cuenta con verdades absolutas
tutiva origina la angustia —Angst y no a pesar de que el ser humano esté hecho
Furcht, miedo—. La angustia de ser hom- para la verdad. Aletheia significó en Gre-
bre nace de la temporalidad extática. An- cia «desocultar»; el Dasein desvela o
gustiados por nada concreto y por todo a desoculta sin parar, aunque, esto sí, des-
la vez. En la angustia el Dasein experi- provisto de criterio metahistórico de ver-
menta lo inquietante del mundo y la pro- dad. La verdad acaba en acontecer
pia libertad. El escarabajo pelotero histórico, en proyectar sin desmayo. No
siempre sabe qué hacer; ni el mundo le contamos con otro fundamento, por tan-
desazona ni menos la libertad que no po- to, que la libertad finita y acotada del
see. hombre; el Grund —fundamento— aca-
ba de tal guisa en Abgrund —abismo y
La temporalidad constituyente del fosa. ¿Qué se esconde detrás del tiempo?
Dasein convierte a éste en Sein-zum-Tode Nada. ¿Cuál es el sentido de la existen-
—«Ser-a-la-muerte». El Dasein únicamen- cia humana? El tiempo. ¿Y cuál es el sen-
te se da entre nacimiento y óbito. tido del tiempo? Éste carece de dirección,
año LXI, n.º 225, mayo-agosto 2003, 209-222
Heidegger no considera la muerte como de rumbo y de sentido. Es dardo que jue-
algo sobre lo que triunfar —dominando ga; nada más.
el genoma humano, por ejemplo, o bien
revista española de pedagogía

pensando cielos e infiernos para el post En tal tesitura sólo resta caminar
mortem—, sino que, según él, el factum —Feldweg, camino rural, y Holzweg, ca-
de la muerte consiste en reconocer que el mino forestal— sin contar con rutas. Se
presente es un «haber-sido». El «Ser-a- trata de caminos, los caminos humanos,
la-muerte» especifica al ser humano que no unen dos puntos, sino que vaga-
—las moscas mueren, claro, incluida la bundean abriéndose paso hacia ninguna
Drosophila Melanogaster, pero éstas no parte. Únicamente se dispone de sendas,
se definen por la muerte—; la relación sin meta, caminos sin mayor importan-
con el óbito resulta tan esencial para el cia que se abren al andar. La existencia
hombre que, en él, el caminar hacia la del hombre es un espacio de juego, es
muerte objetiva su poder-ser. Mientras actividad lúdica.
el Dasein existe, éste resulta incompleto
ya que se encuentra siempre a la espera Angustiados como estamos en el co-

219
Octavi FULLAT I GENÍS

mienzo del siglo XXI por los valores mo- siempre abierto en el laboreo de
rales, cabe interrogarse sobre la ética en proporcionarse significado; el Ser consis-
Heidegger. ¿Qué dice, éste, de la orienta- te esencialmente en hacerse sentido.
ción ética? ¿En qué acaba la moral en ¿Cuál? Cualquiera. Es una ética, ésta de
manos de este considerable postmoderno?. Heidegger, de la indiferencia ante lo con-
Desde luego no contamos con moral si creto, pero es una ética originaria ya que
con tal significante entendemos un cuer- consiste en tener que darse sentido y sig-
po de principios y de fines que iluminan nificación antes de cualquier fijación his-
con autoridad a la conducta. Con todo, la tórica. El ser humano no es hijo de Dios,
Kehre —viaje decisivo— heideggeriana, ni tampoco finalidad de la naturaleza, ni
consistente en el paso de la ontología a tan siquiera sujeto de la historia. ¿Qué
la ontología, pone el acento en la motiva- es, pues? El existente donde el Ser se
ción ética. Tres son sus obras en que tal «ex-pone» como produciendo el sentido,
subrayado resalta: Brief über den excediendo siempre cualquier sentido fác-
Humanismus, Sein und Zeit y Kant und tico o bien ideal. La «ek-sistencia» —el
das Problem der Metaphysik. El hombre, salir inexorablemente de sí mismo— es
su humanitas, consiste en conducirse, en el sentido; ella, la «ek-sistencia», no tiene
situarse. Y es cuestión de una conducta sentido, carece de meta y de culminación.
que pone en juego al Ser. El Dasein al No contamos con otra cosa como no sea
conducirse abre el espacio del sentido. el tránsito y la carrera, los cuales única-
Hay que inyectarle sentido al hecho de mente concluyen en el finamiento y la
ser. El Dasein no es más que eso: trabajo expiración.
para proporcionar sentido. El hecho de
estar siendo es, ipso facto, poder y amor Si se acepta el análisis heideggeriano
del sentido. Y ¿en qué se manifiesta di- se comprende óptimamente la platitud o
cho sentido? En llevar la verdad del ser trivialidad de los valores que se divier-
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hasta el lenguaje. ten de manera juguetona en la actividad


educativa postmoderna.
La humanitas del Dasein se concreta
revista española de pedagogía

en el actuarse mismo de éste, entendido,


dicho actuarse, como paradigma absolu- Dirección del autor: Octavi Fullat i Genís. Universitat
Autònoma de Barcelona. Departamento de Pedagogía
to. Carece de sentido arrancar de inter- Sistemàtica y Social. 08193. Bellaterra, Barcelona.
pretaciones previas, ya dadas, como el ofullat @arrakis.es
cristianismo o bien el marxismo. El
Fecha de recepción de la versión definitiva de este artícu-
Dasein, siendo finitud, reconoce en el lo: 10.XI.2002
inacabamiento el requisito de su realiza-
ción como sentido. La meta del ser no es
dato alguno; es tarea y vagabundeo. Nin-
gún valor ni ideal alguno señalan el rit-
mo a la existencia concreta. Nada precede
a la existencia extática del ser humano.
El ahí, del «ser-ahí» —Dasein—, queda

220
Heidegger o los valores rasos de la educación postmoderna

Resumen: Summary:
Heidegger o los valores rasos de la Heidegger and the basic values of
educación postmoderna post-modern education
Los estudiosos de la educación Scholars of post-modern education
postmoderna están de acuerdo en que los agree that its driving values are weak
valores que la animan son valores débi- and ephemeral. The significant des-
les y efímeros. Se ha llevado a cabo la cription of this phenomenon has been
descripción sintomática del fenómeno tan- carried out in the both the sociological
to en el plano sociológico como en el psi- and psychological fields and there has
cológico e incluso no faltan estudios been no lack of studies from an historical
realizados desde la perspectiva histórica. perspective. This article tackles the
En este artículo se aborda la explicación explanation of this phenomenon from a
del fenómeno a partir de la filosofía. ¿Qué philosophical point of view. What is the
discurso ha provocado y ha argumentado concept thas has set off and given support
los procesos educativos desangelados de of the vapid educational process of Post-
la Postmodernidad?. Los escritos de Modernism?. The writting of Heidegger,
Heidegger legitiman, desde la lectura que if we are to go by his reading of Nietzsche,
hace de Nietzsche, un hacer educativo give legitimacy to an educational process
desvinculado de valores potentes y uni- unrelated to any strong universal values.
versales. El hombre —Dasein— es aquel Man —Dasein— represents that entity
ente que revela al Ser, gracias al lengua- which reveals Bieng through language,
je, descubriendo al Ser como temporali- disclosing Bieng in its relation to time
dad que se encamina hacia la muerte. El wich leads on toward death. Looked at
ser fundamenta, de tal guisa, en la medi- in this way, Being is based on the extent
da en que es Abgrund —abismo insonda- that it is Abgrund —an unfathomable

año LXI, n.º 225, mayo-agosto 2003, 209-222


ble. El Ser, en consecuencia, carece de abyss. As a result, Being is without
sentido. El destino de cuanto hay no es meaning. The destiny of all nothing more
otro que el procurar orientación, sea cual than to obtain orientation, watever this
revista española de pedagogía

sea ésta. Sólo hay tránsito sin meta. Los may be. There exists only passage
valores que nacen, en tal tesitura, son without any goal. The values which arise
planos, sin relieve, múltiples e incons- under such conditions are endlessly trite,
tantes. multiple and inconstant.

Descriptores: Educación postmoderna, Key Words: Postmodern education,


Heidegger, Pensamiento débil, Nietzsche, Heidegger, Weak Thinking, Nietzsche,
Sin sentido del hombre Human Non-sense.

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